S13.s2 - El Derecho Familia Utp

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DERECHO DE FAMILIA Y SUCESIONES

EL MATRIMONIO
S13s2

Datos/Observaciones
LOGRO
Al final de la sesión el estudiante reconoce las definiciones,
pruebas del matrimonio y matrimonios menores de edad.

Datos/Observaciones
¿QUÉ EFECTOS CONSIDERAN USTEDES, QUE PODRIA GENERARSE EL QUE LO MENORES
DE EDAD SE CASEN?
INSTITUCIONES AFINES AL MATRIMONIO

Dentro de las instituciones afines a la figura jurídica del matrimonio podemos mencionar y describir las siguientes:

Unión estable .- Conocido como concubinato, unión de hecho o unión libre. Es aquella relación de pareja cuya finalidad es hacer vida en
común sin necesidad de una forma previa.

Unión civil.- Unión estable de dos personas para cumplir fines semejantes al matrimonio. Es una variante de la unión estable. Dentro de
este concepto se agrupan las uniones homoafectivas. Hay muchos tipos de uniones civiles tomando en cuenta que cada una de ellas
intentan asemejarse al matrimonio. Entre los países que han dictado leyes que legalizan las uniones civiles se encuentran: Dinamarca
(1989), Noruega (1993), Israel (1994), Suecia (1994), Islandia (1996), Hungría (1996), Hawái, Estados Unidos de América (1997), usando el
nombre beneficiarios recíprocos, Francia, Pacto Civil de Solidaridad (1998), California, Estados Unidos de América (1999), usando el
nombre compañera doméstica, Vermont, Estados Unidos de América (2000), Finlandia (2000), Alemania (2001), Portugal (2001), Zúrich,
Suiza (2002), Columbia, Estados Unidos de América (2002), usando el nombre compañera doméstica, Ciudad de Buenos Aires, Río Cuarto
(Córdoba - 2009) y Provincia de Río Negro, Argentina (2003), Croacia (2003), Luxemburgo (2004), Tasmania, Australia (enero de 2004),
Maine, Estados Unidos de América (2004), usando el nombre compañera doméstica, Nueva Jersey, Estados Unidos de América (julio de
2004), usando el nombre uniones civiles, Reino Unido (noviembre de 2004), usando el uniones civiles, Andorra (2005), usando el nombre
unión estable de pareja, Connecticut, Estados Unidos de América (octubre de 2005), Nueva Zelandia (diciembre de 2005), República Checa
(2006), Ciudad de México (noviembre de 2006), bajo el nombre Sociedad de convivencia, Colombia (2007), Coahuila de Zaragoza, Ciudad
de México, México (enero de 2007), bajo el nombre Pacto Civil de Solidaridad, Uruguay (noviembre de 2007), Villa Carlos Paz, Córdoba,
Argentina (2007), Ecuador (2008), Groenlandia (1996), Eslovenia (2006).
Los Países Bajos, Bélgica, Noruega, Suecia, Portugal, Sudáfrica, Argentina y España, son los ocho Estados que
han cambiado sus leyes a fin de permitir el matrimonio para las personas del mismo sexo. Existe también esta
posibilidad en los siguientes Estados de Estados Unidos de América: District of Columbia (2010), Massachusetts
(2004), Connecticut (2008), Iowa (2009), New Hampshire (2011), Vermont (2009).

La ciudad de Buenos Aires, capital de la República Argentina, fue la primera ciudad latinoamericana en permitirla,
pero los derechos que otorga son aún muy limitados. En Brasil, el Supremo Tribunal Federal viene tramitando
acciones para legalizar la unión civil homosexual en el país.
Contubernio .- Es la unión ilícita entre aquellos que las leyes no les permitían convivir entre sí.

Barraganía.- Surgió en el Derecho español debido a las costumbres romanas y a la convivencia entre dos razas que
no podían celebrar matrimonio entre sí. Su existencia se prolongó a lo largo de la Edad Media. Las mujeres eran
barraganas, mientras que sus compañeros masculinos, abarraganados. Se dice que la barraganía fue un mal
necesario y tolerado para evitar el perjuicio al honor de las doncellas y para evitar el meretricio.

Amancebamiento.- Denominada mancebía o amancebamiento. Es el trato sexual habitual entre hombre y mujer que
no están casados entre sí. Se le relacionó con el sexo ilegal, de allí que los términos manceba y mancebía fueran
utilizados para designar a las prostitutas y los lenocinios.

Servinacuy.- Es el nombre dado al matrimonio a prueba por los indios del altiplano boliviano llevado a cabo antes de
formalizar el casamiento definitivo. Es una suerte de contrato prematrimonial, un concubinato con forma y origen
ancestral.
PRUEBA DEL MATRIMONIO

 En vista de las importantes consecuencias que se derivan, como el cambio del estado civil y la comunidad de bienes, es
indudable y necesaria la prueba del matrimonio por lo que establece un riguroso sistema de pruebas.

 El matrimonio es un acto jurídico familiar de naturaleza privada en mérito del consentimiento de los contrayentes y público en
cumplimiento de las formalidades exigidas por la ley. El matrimonio se formaliza con la validación realizada por el funcionario
público del asentimiento matrimonial debidamente expresado por cada contrayente, declarándolos marido y mujer, procediendo
en dicho acto a extender el acta de casamiento la que, firmada por el alcalde, los contrayentes y los testigos (artículo 259 del
Código Civil), constituirá la relación jurídica conyugal.

 La mera declaración de voluntad matrimonial, sobre la base de los principios de protección de la familia y de seguridad jurídica,
no es suficiente para la constitución del matrimonio, ni como acto, ni como estado. La autonomía de la voluntad de los
contrayentes, su deseo y decisión, si bien marca el inicio y, en su caso, el fin del matrimonio, debe cumplir con la formalidad
exigida por la norma la cual, en el caso del matrimonio, consiste en la expedición del acta y en el caso del divorcio, en la
anotación de la sentencia que disuelve el vínculo, requiriéndose en ambos casos su inscripción en el Registro Civil
correspondiente.
 Prueba ordinaria del matrimonio

 En lo que se refiere a la prueba del matrimonio encontramos en el Código Civil que el artículo 269 establece que: “Para
reclamar los efectos civiles del matrimonio debe presentarse copia certificada de la partida del registro del estado civil. La
posesión constante del estado de matrimonio, conforme a la partida, subsana cualquier defecto puramente formal de esta”.

 La prueba ordinaria del estado de familia conyugal la constituye la partida del registro de estado civil que es el título de estado
matrimonial por excelencia. Esa es la opción legislativa adoptada claramente por nuestro Código. También constituyen prueba
ordinaria de la celebración del matrimonio las “partidas parroquiales” relativas a matrimonios religiosos celebrados entre
católicos, según el rito canónico, en lugar donde no existía Registro Civil y con anterioridad a la dación del Decreto Ley N° 6869
de fecha 4 de octubre de 1930.

 Cualquier defecto formal de la partida de matrimonio puede ser subsanado por la posesión constante del estado matrimonial
conforme a la partida, siendo ello la prueba supletoria de la celebración del acto jurídico matrimonial. La posesión constante
tiene un valor convalidante si existe la partida del Registro de estado civil y en ella hay vicios formales que pudiesen poner en
duda la celebración del matrimonio.
 Pruebas extraordinarias y supletorias del matrimonio

 En nuestro Código encontramos determinadas disposiciones que regulan aquellas situaciones en las que, ante
la falta o pérdida del Registro o del acta de matrimonio, otros medios probatorios pueden coadyuvar a la
acreditación de la celebración del acto matrimonial. Sin embargo, tal actuación de pruebas podrá llevarse a
cabo siempre y cuando, y de forma previa, se acredite la imposibilidad de obtener la prueba ordinaria del
matrimonio por la falta o pérdida del Registro o del acta correspondiente. De ahí su carácter de prueba
supletoria.

 Cualquier medio de prueba.-

 El artículo 270 establece que: “Comprobada la falta o pérdida del registro o del acta correspondiente, es
admisible cualquier otro medio de prueba”. El hecho a probarse es la “celebración del acto jurídico matrimonial”
para lo cual podrá utilizarse todo aquello que lleve a demostrar y cree convicción que el matrimonio fue
efectivamente celebrado (por ejemplo, la declaración de testigos que asistieron a la boda, los partes de
matrimonio, publicaciones relativas al matrimonio, etc.). Deberá tenerse en cuenta que esta prueba reposa
sobre una presunción juris tamtum; es decir, si se acredita fehacientemente que no hubo matrimonio, la prueba
pierde sus efectos.
 Sentencia penal

 Asimismo, se regula el supuesto de la acreditación del matrimonio a partir de una sentencia penal. En efecto, el artículo 271 del
Código Civil establece que: “Si la prueba del matrimonio resulta de un proceso penal, la inscripción de la sentencia en el
registro del estado civil tiene la misma fuerza probatoria que la partida”. No es la finalidad de una sentencia penal pronunciarse
sobre la existencia del matrimonio. Su objeto es imponer una condena o absolver al acusado de haber cometido un delito, en
este caso referido al estado civil.

 La imposición de una condena a quien perjudicó una partida de matrimonio mediante acto delictuoso, supone la comprobación
del delito y, por lo tanto, evidencia la celebración del acto jurídico matrimonial y la preexistencia de la partida. No habría pues
razón alguna para negar tal celebración. La sentencia penal representa la prueba de la celebración del acto jurídico
matrimonial; sin embargo, en ningún caso, la sentencia penal puede resolver sobre la existencia del matrimonio.

 Solo así es posible entender el efecto que se le quiere dar a la sentencia penal en tanto se le considera una prueba. Sin
embargo, debe acotarse que no sería posible inscribir una sentencia penal en el Registro de estado civil toda vez que esta no
resuelve jurisdiccionalmente sobre la celebración del matrimonio.
 Posesión constante de estado

 Además, nuestro Código regula a la posesión constante de estado como prueba supletoria del matrimonio. En efecto, el
artículo 272 establece que: “La posesión constante del estado de casados de los padres, constituye uno de los medios de
prueba del matrimonio, si hubiesen muerto o se hallasen en la imposibilidad de expresarse o de proporcionar información”.

 La posesión constante del estado de casados podrá ser usada excepcionalmente como medio probatorio cuando son los hijos
los interesados en demostrar que sus padres contrajeron matrimonio, pero no cuentan con el título de estado formalmente hábil
como medio de prueba.

 En este caso, la posesión constante del estado de casados de los padres tiene relevancia jurídica como medio de prueba
supletoria de la celebración del matrimonio al permitir a la ley presumir iuris tantum que quienes se han conducido pública y
notoriamente como si estuvieran casados han celebrado el acto jurídico matrimonial (por ejemplo, uso por la mujer del apellido
del que públicamente es reconocido como su marido, habitar en domicilio común, etc.).

 La posesión constante del estado de casados no es en rigor una prueba suficiente, pues el hecho a probarse es la celebración
del acto jurídico matrimonial y no la vida en común, ya que esto último no presupone necesariamente la celebración del
matrimonio.

 Como disposición complementaria de la prueba del acto matrimonial encontramos el artículo 273 del Código Civil que
establece que: “La duda sobre la celebración del matrimonio se resuelve favorablemente a su preexistencia si los cónyuges
viven o hubieran vivido en la posesión constante del estado de casados”
MATRIMONIO DE MENORES DE EDAD

 Concepto.- En forma excepcional, y a pesar de estar privados de la capacidad de ejercicio, nuestro Código permite que quienes aún no
alcancen la mayoría de edad puedan contraer matrimonio. La permisibilidad se debe a que el matrimonio es un paso decisivo para toda
persona y el Estado deben tender a su promoción, más aún si se trata de menores de edad. Estos deben estar protegidos por sus
padres o tutores por lo que la ley establece como requisito el consentimiento, llamemos autorización, de quienes están a su cargo,
haciendo participar a quienes tienen mayor interés en la felicidad de los contrayentes.

 Minoría e impubertad.- La minoría de edad es una situación más genérica que la impubertad. Solo constituye una faceta de aquella,
aunque ambas situaciones son complementarias y están estrechamente relacionadas. La impubertad es un efecto atribuible a la minoría
de edad

 Según la Constitución Política, en su artículo 30, el Código Civil en su artículo 42 y el Código de los Niños y Adolescentes en el artículo I
de su Título Preliminar(187) la mayoría de edad en el Perú se adquiere a los dieciocho años de edad, así como la obtención de la plena
capacidad de ejercicio de derechos, deberes, obligaciones y facultades. De tales disposiciones se desprende que el ejercicio de los
derechos públicos y privados puede ser llevado a cabo por un sujeto de derecho, a partir de esa edad, salvo las excepciones
establecidas en la ley.

 En casos especiales es posible el matrimonio del varón y mujer mayores de dieciséis años. Constituyéndose, el matrimonio, en una
manera excepcional de adquirir la capacidad de ejercicio, de conformidad con el artículo 46 del Código Civil.
Consentimiento de los padres.- El consentimiento para el matrimonio de menores de edad tiene por objeto asegurar en lo
posible la felicidad de estos. Existe unanimidad en doctrina en que no hay nada más natural que lo presten quienes mayor interés
tienen en esa felicidad, es decir, los padres, artículo 244, párrafo 1 del CC.

Disentimiento paterno.- Si bien dentro de la corriente doctrinario-legislativa se aplica el principio de la igualdad del varón y la
mujer surge el interrogante de saber qué sentido debe atribuirse al disentimiento de los padres.

El problema del tema no gira entorno a determinar si debe primar la opinión del padre o de la madre sino que se trata de saber si
debe predominar la opinión afirmativa o la negativa, cualquiera que sea el padre que sostenga una y otra.

Sobre este punto hay discrepancia de criterios en la doctrina:

a) A falta de acuerdo prima el asentimiento.- Para unos autores, el principio debe estar orientado en favorecer el matrimonio del
menor de edad; de modo que, en caso de disenso o falta de acuerdo debe primar la opinión afirmativa.

La fuerza de este criterio estriba en el hecho de que producida la discrepancia ya no es solo la opinión de un menor de edad la que
se inclina por la conveniencia del matrimonio sino, además, la de un mayor capaz e interesado en la felicidad del pretendiente.
Esta es la postura de nuestro Código Civil al señalar que la discrepancia entre los padres equivale al asentimiento. Tal criterio es
concordante con el Principio de promoción del matrimonio.
b) A falta de acuerdo prima la negativa.- Otro sector de la doctrina opina que la trascendencia del matrimonio es demasiado compleja
para que lo contraiga un menor de edad cuando le es adversa la opinión de uno de los padres. El disenso de estos debe equivaler a la
negativa.

c) A falta de acuerdo decide el juez.- Es el juez quien da solución a la divergencia de opiniones, interviniendo para subsanar el disenso o
la falta de acuerdo de los padres.

Consentimiento de los abuelos.- A falta de ambos padres, o si fueran absolutamente incapaces de ejercicio o hubieran sido destituidos
del ejercicio de la patria potestad, prestarán asentimiento los abuelos y las abuelas, de conformidad con el artículo 244, párrafo 3 del Código
Civil. El llamamiento se restringe a los abuelos, la atribución de asentir o no al matrimonio del menor pasa a los abuelos, en cualquier caso
de destitución de la patria potestad.

Solución legal en caso de igualdad de votos contrarios.- Cuando solo existe un abuelo, su opinión, favorable o adversa al matrimonio es
definitiva. Si existe más de un abuelo puede ocurrir que haya discrepancia de opiniones entre ellos(. El Código, artículo 244, tercer párrafo,
resuelve la cuestión, expresa o implícitamente, en la siguiente forma:

- Si son dos los ascendientes, la discordancia equivale al consentimiento;

- Si tales ascendientes son tres, decide el voto mayoritario;

- Si son cuatro, la discordancia de uno a tres se resuelve por mayoría; y la de dos a dos equivale al consentimiento.

Consentimiento del juez,. A falta de padres y de abuelos, o si son absolutamente incapaces o han sido removidos de la tutela,
corresponde al juez de familia otorgar o negar la licencia supletoria.
CONCLUSIÓN

 El matrimonio es un acto jurídico familiar de naturaleza privada en mérito del consentimiento de los contrayentes y público en
cumplimiento de las formalidades exigidas por la ley. El matrimonio se formaliza con la validación realizada por el funcionario
público del asentimiento matrimonial debidamente expresado por cada contrayente, declarándolos marido y mujer,
procediendo en dicho acto a extender el acta de casamiento la que, firmada por el alcalde, los contrayentes y los testigos
(artículo 259 del Código Civil), constituirá la relación jurídica conyugal.

 En cuanto al consentimiento de los padres para el matrimonio de menores de edad, tiene por objeto asegurar en lo posible la
felicidad de estos. Existe unanimidad en doctrina en que no hay nada más natural que lo presten quienes mayor interés tienen
en esa felicidad, es decir, los padres, artículo 244, párrafo 1 del CC.
 En cuanto al disentimiento paterno, si bien dentro de la corriente doctrinario-legislativa se aplica el principio de la igualdad del
varón y la mujer surge el interrogante de saber qué sentido debe atribuirse al disentimiento de los padres.
El problema del tema no gira entorno a determinar si debe primar la opinión del padre o de la madre sino que se trata de saber si
debe predominar la opinión afirmativa o la negativa, cualquiera que sea el padre que sostenga una y otra.

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