Mitologías Europeas

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Universidad nacional experimental

Francisco de miranda
Complejo academico”Francisco de Miranda”

Análisis monográfico:
Mitologías europeas

Realizado por:
Francesco serafini 25605120
Luis moreno 27590726

Punto Fijo, 2021


Introducción
La mitología es definida como el conjunto de mitos propio de un pueblo o cultura que
buscan explicar fenómenos y hechos a través de dioses, héroes o seres fantásticos. Estos
mitos son una serie de historias y relatos que están relativamente cohesionados entre ellos,
y que conforman el sistema de creencias y la religión de una cultura.
Usualmente, los mitos se desarrollaban como una forma de explicar cualquier fenómeno
desconocido y todavía sin explicar por la ciencia, tal como la naturaleza, la creación del
mundo, la aparición del humano, etc.
Así mismo, estos expresaban un significado más allá del relato en sí mismo, transmitiendo
los valores y tradiciones de la cultura en la cual existían. A través de los mitos, es posible
analizar con mayor profundidad cómo vivían estas civilizaciones antiguas, en que creían, y
que valoraban.
Aunque cada mito puede clasificarse de múltiples formas, en general estos se pueden
clasificar de tres formas.
1. Mitos etiológicos
Estos mitos existían como una forma de razonar hechos inexplicables para la cultura en
cuestión, explicando porque las cosas eran de alguna forma, o cómo habían llegado a
existir. Usualmente, se usaban para entender la naturaleza a nuestro alrededor y el origen de
la existencia o diversos fenómenos.
2. Mitos históricos
Como su nombre indican, estos mitos recuentan un acontecimiento del pasado, si bien la
veracidad y fidelidad del mismo resultaban desconocidas. Usualmente, los sucesos
históricos de una civilización eran recordados de esta manera, especialmente antes de la
aparición de los textos escritos y los registros históricos en los mismos.
3. Mitos psicológicos
Usualmente representados por un héroe o heroína, estos contaban la historia de un viaje
donde el protagonista descubría su identidad o destino, logrando así resolver un problema
que proporcionaba un importante valor cultural a la audiencia.
Era común que cada cultura tuviera varios mitos de estos tres tipos, pues era una forma de
explicar sus creencias religiosas, aspiraciones, valores, e historia a través de historias,
poesías y canciones que podían transmitirse fácilmente, especialmente antes de la aparición
de la escritura.
En este análisis, estudiaremos algunas mitologías europeas y como siguen influenciando
hasta el día de hoy.
La mitología en Europa
La cultura europea no se encuentra exenta de mitos, sino que posee una gran riqueza
cultural al contar con múltiples civilizaciones antiguas, cada una de ellas con sus propias
creencias, panteón e historias.
Algunas de las mitologías más destacadas se encuentran relacionadas entre ellas por la
ubicación geográfica o los mitos pertenecientes a los mismos. Por ello, aunque existen más
de estas, en este análisis solo hablaremos de 3 mitologías europeas (con sus respectivas
variaciones) que se han escogido por ser especialmente notables.

Mitología clásica: griega y romana


La mitología griega se originó en la Antigua Grecia, aproximadamente en el período de
1200 a. C. a 146 a. C. Esta se transmitía de forma oral, a través de cánticos e historias, pero
nuestros conocimientos en la actualidad provienen principalmente de la literatura griega y
de las representaciones míticas sobre medios plásticos fechados que surgieron del 900-
800 a. C. en adelante.
Alguna de las fuentes literarias más antiguas son los dos poemas épicos de Homero
conocidos como la Ilíada y la Odisea, donde se narraban las historias de héroes griegos.
Así mismo, la Teogonía de Hesíodo trataba sobre los orígenes del mundo, los primeros
mitos griegos, relatos populares, los Titanes y los Gigantes, y genealogías relacionadas.
Otra obra de Hesíodo, los Trabajos y Días, incluye otros mitos etiológicos.
Si bien la mitología griega era extensa, algunos elementos básicos de estos eran:
 Se encontraba dividida en tres o cuatro períodos: los mitos de orígenes o edad de los
dioses, la coexistencia de los humanos y dioses, y la edad heroica, donde la
presencia divina era menos relevante a las historias narradas.
 La existencia de un vasto Panteón griego que se relacionaba con diferentes aspectos
de la vida y de los humanos, donde cada uno de los dioses era una persona, más que
una simple abstracción.
 Una gran influencia en su literatura, arte, filosofía y teatro.
 Un fuerte valor en los placeres y el disfrute del arte. Esto se expresaba mayormente
en la forma de transmitir las historias, ya que estas solían comunicarse a través del
teatro y la poesía, dando mayor valor artístico a los mitos que en otras culturas.
Este último punto es especialmente notable al comparar la mitología griega y romana, ya
que, aunque estás poseían relatos y deidades parecidas, los valores transmitidos eran muy
diferentes.
La mitología romana individual no contaba con la misma cantidad de historias secuenciales
relacionadas con el origen del mundo y los dioses, sino que estas fueron adaptadas
posteriormente. Sin embargo, si contaban con panteones de dioses donde el enfoque se
daba en los rituales de adoración, y como estos estaban relacionados entre sí en el culto y
las escuelas sacerdotales.
Así mismo, Roma interpretaba sus narraciones tradicionales como hechos históricos, dando
así lugar a una amplia variedad de mitos históricos sobre la fundación y auge de su ciudad,
donde los protagonistas eran actores humanos con ocasionales intervenciones divinas, tales
como la historia de Rómulo y Reo, La Eneida, etc.
Gracias a la expansión de Roma y su aceptación de dioses de otra cultura (especialmente a
través de la reinterpretación en la suya a través del panteón ya existente), gran parte de la
mitología etiológica etrusca y griega fue adaptada y renombrada en la cultura romana.
Lo que no era adaptado eran los mitos históricos o psicológicos, al igual que los valores que
transmitían. Para Roma, sus mitos eran su historia y era tratada como tal al ser narrada en
prosa, además de tener un enfoque en el orgullo nacional, el valor y la guerra (en vez del
enfoque hedonístico griego).
Aunque la Antigua Roma encontró su fin el 476 d. C. y la religión romana encontró su fin
antes por la conversión al cristianismo, la realidad es que su mitología e historia sigue viva
en nuestros registros y mente, siendo antecedentes de gran parte de la cultura occidental.
Un simple ejemplo de ello es la etimología de ciertos grupos de palabras (como los meses o
planetas), donde cada uno de ellos está asociado con un Dios romano, y, por lo tanto, a su
equivalente griego.

Mitología céltica
Extendida a través de Europa Occidental y Central, la mitología céltica es parte de los
relatos relacionados a la religión de los celtas que existió durante la Edad de Hierro. La
información que poseemos al respecto es gracias a las fuentes romanas y cristianas que
registraron información durante el período de conquista y conversión del Imperio romano.
Al ser anterior a las civilizaciones mediterráneas, no existen muchos registros históricos
escritos, sino que la historia era transmitida de forma hablada a través de los bardos, que
relataban por medio de cantos las historias que recordaban los hechos de los guerreros
tribales famosos, así como las genealogías e historias de las familias de los estratos
gobernantes entre las sociedades celtas.
Otro factor que influyó en la pérdida de información con respecto a esta cultura fue la falta
de unificación política o de una fuente central de influencia cultural. Esto causaba gran
variación en las prácticas locales, haciendo solamente algunos elementos comunes en todos
los cultos.
Aunque existen inscripciones de más de 300 deidades, solamente algunos pocos fueron
adorados extensamente, a pesar de las concordancias que indican que podría haber existido
un panteón más unificado del que conocemos, quizás similar al griego o romano.
La mayor parte de la información que poseemos al respecto, conjunto a los registros de
cristianos y romanos durante la llegada del cristianismo, son la literatura o manuscritos
existentes de aquellos que lograron mantener sus identidades políticas o lingüísticas: los
bretones de las islas británicas (correspondiente a la mitología galesa) y la lengua goidélica
(mitología irlandesa).
Los vestigios remanentes de esta mitología que fueron transmitidos de forma oral fueron
finalmente registrados en escritos durante la Edad Media. Es de esta forma que hoy en día
se conserva información sobre las creencias e historias de la época.
Así mismo, parte de las historias folclóricas irlandesas (de donde surgen cuentos y sagas
heroicas, baladas música, bailes, artesanías y mención de criaturas sobrenaturales como las
hadas) fueron conservadas hasta el día de hoy, aunque no de la misma forma.
Debido a la llegada del cristianismo a Irlanda durante el siglo V, los misioneros, incapaces
de borrar completamente el folclor preexistente y las creencias en criaturas divinas como
las hadas, combinaron las creencias de los irlandeses con los mitos y creencias cristianas,
alterando la importancia de algunas creencias y definiendo un nuevo lugar para ellas,
además de incluir ahora creencias espirituales y lecciones morales.
Esta distinción es importante porque, aunque la mitología no abarca todo el folclore
existente en la tradición celta, si permite entender a mayor profundidad cómo funcionaba
esta cultura y como el poder de los druidas (sacerdotes de la religión) se vio afectado por la
llegada del cristianismo.
Religión celta
Los celtas eran politeístas, aunque resulta incierto la extensión del panteón y los ritos
religiosos que se seguían. Esta era guiada por los druidas: sacerdotes hereditarios de las
tradiciones. Según Julio César, aunque los galos estaban alfabetizados, estaba prohibido
usar la escritura para registrar ciertos versos de importancia religiosa.
Para los primeros celtas, los árboles eran considerados sagrados en la religión, más si
existían presencias superiores, pues en el mito originario, existían dos razas aparentemente
divinas: una de ellas eran los Tuatha Dé Danann (o las “Tribus de la diosa Dana”) que
conformaban lo que hoy denominamos como los grandes dioses del panteón irlandés.
Así mismo, existían los Fomoré, un pueblo misterioso constituido por gigantes que vivían
en las islas que rodeaban a Irlanda, y que amenazaban con invadir esta. Esta guerra es
representada en el texto Cath Maige Tuireadh (la Batalla de Mag Tuireadh).
En la mitología, los Tuatha Dé Danann representaban funciones de la sociedad humana
(tales como realeza, artes y guerra), mientras que los Fomoré eran una representación de la
naturaleza salvaje y fuerzas oscuras que llevaban a la sociedad al caos.
Algunos de los dioses más conocidos eran:
 Dagda, el dios supremo del panteón irlandés. Es Dios-druida y dios de los druidas,
señor de los elementos y del conocimiento, jurista y temible guerrero.
 Balar, Balor o Bolar, fue un dios irlandés que pertenecía a la raza de los gigantes
Fomoré.
 Mórrigan, descrita como una diosa tripartita de la guerra.
 Lug, considerado el dios más importante de la mitología irlandesa, y descendiente
de parte de los Tuatha Dé Danann por parte de su padre, y de los Fomoré por su
madre.
La extensión de este panteón no está establecida, al igual que el nombre exacto ya que este
solía variar por los diferentes idiomas. En cualquier caso, si queda claro que estos antiguos
dioses y diosas fueron convertidos en soberanos y héroes históricos por parte de los
misioneros y redactores cristianos.
Héroes de la mitología celta
Otra parte importante de la mitología céltica eran sus historias y leyendas sobre héroes, que
podían encontrarse principalmente en el Ciclo Feniano y el Ciclo Histórico, donde la
presencia y relevancia de los dioses era menor.
Algunas de estas figuras (como Brian Boru) eran completamente históricas, mientras que
otras resultaban casi totalmente mitológicas. Manannan ab Llyr, Gwyddyon, Cuchulain o
Finn Mac Cumail son solo algunos de los ejemplos de héroes presentes en esta.
Sin embargo, hay una historia o mito que destaca sobre otras, extendiéndose incluso a la
cultura anglosajona que se escucha en la actualidad.
Mitología artúrica
El rey Arturo es un personaje destacado en la literatura inglesa y francesa, y considerado el
monarca ideal tanto en la guerra como en la paz. Aunque algunos textos medievales tardíos
afirman que Arturo fue un caudillo britanorromano que vivió a comienzos del siglo VI, su
historia pertenece al folclore y literatura, resultando desconocido si este personaje
legendario fue basado en una persona real.
Referenciado desde la literatura céltica, este rey de Gran Bretaña derrotó a los sajones y
estableció un imperio en las islas británicas. Así mismo, fue asociado a un conjunto de
leyendas conocidos como Materia de Bretaña.
En estas leyendas, se mencionaban figuras como el consejero de Arturo, el Mago Merlín
(inspirado en una persona real), la Mesa Redonda donde se sentaba con sus caballeros, la
existencia de Excalibur o el Santo Grial, etc.
Aunque existen varias versiones e historias de esta mitología psicológica, lo que si resulta
cierto es que la mitología céltica, de una forma u otra, ha perdurado hasta nuestros días a
pesar de su sustitución por el cristianismo, si bien no de la misma forma.
No nos queda muy claro los valores y cultura de los celtas, aunque si podemos ver a través
de algunos de sus relatos la pelea contra el bien y el mal, la influencia del caos en contra del
orden divino y humano, y en la historia del rey Arturo; el valor, valentía y poder de un
héroe legendario que seguimos admirando y relatando incluso en la actualidad.
Mitología germana
La mitología germana, desarrollada en diversos pueblos germánicos antes de la conversión
al cristianismo, se desarrolló en el norte de Europa en tres grupos diferentes debido a los
múltiples orígenes de la misma.
 Mitología anglosajona: se desarrolló en la parte oriental de la isla de Britania, y
estaba originada en las tradiciones paganas de los anglos, jutos y sajones.
 Mitología alemana o germana continental: era el conjunto de creencias de los
pueblos germanos (en la actual Alemania).
 Mitología nórdica: también llamada mitología escandinava, esta radicaba
fundamentalmente en Escandinavia antes de extenderse posteriormente a Jutlandia e
Islandia.
Todos estos pueblos fueron eventualmente cristianizados, dejando pocos registros de sus
tradiciones y creencias con la excepción de las creencias escandinavas, que fueron
desplazadas entre los siglos IX y XI después de la recolección de parte de sus mitos en el
siglo XII por Snorri Sturluson.
Usualmente, al hablar de mitología germana se habla exclusivamente de la mitología
nórdica, ya que no se conserva suficiente información de los pueblos anglosajones o
germano-continentales.
La mitología escandinava se caracterizaba por no ser una religión revelada, donde se
entregaba una verdad por los dioses a los mortales. Así mismo, los conocimientos eran
transmitidos oralmente en forma de poesías largas y regulares, que permanecieron durante
la época vikinga hasta de redacción de los textos medievales surgidos en la cristianización.
Así mismo, de forma similar a otras mitologías politeístas como la griega, romana o céltica,
esta carece de un enfrentamiento entre el bien y mal, pues aquí los dioses representaban
poderes más no una alineación moral definida. Si bien existían enfrentamientos y
adversarios, estos se referían al orden en contra del caos.
Cosmología
En la mitología nórdica, el mundo (llamado Midgard o Tierra Media) estaba representado
como un disco plano situado en las ramas del árbol del mundo, llamado Yggdrasil, que
sostenía los 9 mundos.
Cada uno de ellos representaba una región diferente con sus propios habitantes, y poseía un
opuesto que representaba un fuerte componente dual.
 Midgard: también llamado Tierra Media, se encontraba en el medio de Yggdrasil y
era donde vivían los humanos. Así mismo, era el único mundo sin un opuesto.
 Asgard: localizado en la región alta del cielo, era donde vivían los dioses
(particularmente los Æsir), y solo era posible llegar cruzando el puente Bifröst, un
arcoíris. Su opuesto es Helheim.
 Helheim: regido por Hela, hija de Loki, este era el reino de la muerte y el lugar
donde residían la mayoría de los muertos, con la excepción de los guerreros muertos
en batalla que iban al Valhalla o al Fólkvangr.
 Niflheim era representado como una morada fría y oscura envueltas en tiniebla
donde habitaba el dragón Níðhöggr que roía las raíces del árbol del mundo; y
Muspelheim, su opuesto, era un reino ardiente donde habitaban los gigantes de
fuego.
 Alfheim era el hogar de los elfos de luz, y Svartálfaheim el hogar de los elfos
oscuros.
 Vanaheim era el reino de la creación y el hogar de los Vanir, quienes eran parte de
las deidades nórdicas. Este era el opuesto de Jötunheim, el hogar de los gigantes.
A pesar de la existencia de dualidades, ninguna de esta era representada como el “bien” o
“mal”, sino simplemente como fuerzas opuestas en choque. Así mismo, el reino de los
muertos no era equivalente al concepto judeocristiano del infierno, sino simplemente un
inframundo donde estaban todas las almas excepto las que habían fallecido en batalla.
Para los escandinavos, morir en batalla era considerado el más alto de los honores, pues
permitía ser buscado por las valquirias para residir en Asgard junto a los dioses, ya fuese en
el Valhalla con Odín, o en el Fólkvangr con Freya.
Deidades nórdicas
Para los nórdicos, existían tres tipos de figuras sobrenaturales o superiores, aunque
solamente dos de ellas eran adoradas: los Æsir y los Vanir.
Los primeros habitaban en Asgard y eran considerados los habitantes originales del cielo,
además de poseer un carácter guerrero. Los Vanir, sin embargo, eran aquellos que tenían el
poder sobre las fuerzas de la naturaleza, y eran más pacíficos.
Aunque esta distinción existía, algunos Vanir habitaban en Asgard y eran considerados
parte de los Æsir (como Freya), por lo cual terminaba siendo una distinción más referida al
carácter de sus acciones que a sus orígenes: terrenal (Vanir) o espiritual (Æsir).
Así mismo, otra figura poderosa eran los gigantes o jotuns. Estos seres eran considerados
peligrosos para los hombres, al ser monstruosos y enormes, más también eran ricos y
sabios, y se solían relacionar con los demás dioses por diferentes razones. Si eran
considerados, no obstante, como una representación caótica opuesta al orden de los dioses.
Seres sobrenaturales
La mitología nórdica cuenta con varios seres míticos que son fundamentales a los relatos e
historias del mismo. Aparte de los mismos habitantes del Yggdrasil, como el dragón
habitante del Niflheim, había otras criaturas como las nornas, que fijaban el destino de
forma irrevocable, o las valquirias, guerreras míticas que llevaban a los caídos en batalla al
Valhalla.
Otras menciones notables son Fenrir, el lobo gigante, y Jörmungandr la serpiente marina
que se encuentra rodeando al mundo (ambos descendientes del gigante Loki); Hugin y
Munin («pensamiento y memoria»), los dos cuervos que posee Odín; y Ratatösk, la ardilla
que escala las ramas del Yggdrasil, observando todo lo que ocurre.
Héroes de la mitología nórdica
Más allá de los complejos mitos etiológicos, los escandinavos también relataban las
leyendas de héroes y reyes, aunque no queda claro cuál es la realidad de varias de estas
legendarias figuras históricas, llevando al análisis continuo para encontrar la historia dentro
de sus mitos.
Otro punto notable a destacar es que, dentro del mundo germano, algunos héroes surgían
con diferentes nombres, como en el caso de la épica de Beowulf o Bödvar Bjarki. Así
mismo, también existían skjaldmös o mujeres que habían escogido la senda del guerrero,
siendo también heroínas en estas narraciones.
Si bien es cierto que una parte de la mitología germana (incluso en el caso de la nórdica)
fue perdida y diluida a causa de la colonización, gran parte de estas leyendas siguen siendo
relevantes en algunos pueblos más aislados, y que inclusive han resurgido en una especie
de neopaganismo germano. Así mismo, las leyendas y mitos han inspirado múltiples
historias en la actualidad, y siguen siendo objeto de estudio de los historiadores.
Conclusión
La mitología europea es más que creencias religiosas de cada pueblo: cada una de ellas
narra sobre su pasado, lo que valoraban, y sus creencias con respecto a la vida, la moralidad
y la muerte.
A pesar de la desaparición sistémica de la mayoría de estas a causa del cristianismo, pues
su expansión causó la desaparición de estas religiones, también puede evidenciarse como la
mitología sigue en constante reinvención, transmitiéndose de manera diferente para
sobrevivir ya sea a través de relatos y escritos, o con adaptaciones a la nueva religión como
en el caso de la mitología irlandesa.
Otra cosa interesante que debemos notar es que, precisamente por esta adaptación, el mito
posee una pluralidad que describe una realidad similar con diferentes narraciones. Inclusive
en las mitologías más cercanas (como las germanas) una misma historia podía tener
diferentes protagonistas o nombres para seguir describiendo un hecho paralelo o similar.
Es especialmente interesante analizar las mitologías europeas pues a partir de ellas puede
verse el origen de múltiples costumbres y creencias en la actualidad, al igual que la
aspiración para las historias modernas que buscan reinventar y potenciar estas historias en
nuestras mentes.
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