Magistrado Ponente
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Magistrado Ponente
Exp. Nº 2010-0360
Mediante escrito presentado ante esta Sala Político-Administrativa en fecha
6 de mayo de 2010, los abogados Octavio Rafael CAMERO SOJO y Xenia
Mercedes ICIARTE APONTE (Números 68.992 y 15.967 de
INPREABOGADO), actuando como Síndico Procurador del Municipio Juan
Germán Roscio del Estado Guárico el primero, y como apoderada judicial del
Municipio la segunda, interpusieron “controversia administrativa” entre
la REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA por órgano del Ministerio
del Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia y el MUNICIPIO JUAN
GERMÁN ROSCIO DEL ESTADO GUÁRICO, con motivo de las “…funciones
relativas a las competencias municipales en materia de Desarrollo Urbano, con el
objeto de determinar los límites de las recientes intervenciones de la autoridad
nacional en esta materia, que impiden el fortalecimiento de los procedimientos de
afectación y desafectación de los terrenos adyacentes a la Penitenciaría General de
Venezuela, inherentes al Plan Especial de Expansión Urbanística de San Juan de
los Morros, aprobado por el Ministerio de Desarrollo Urbano (MINDUR)…”.
Asimismo solicitaron medida cautelar. (Resaltado del texto).
En fecha 11 de mayo de 2010 se dio cuenta en Sala y se ordenó pasar el
expediente al Juzgado de Sustanciación, lo cual se cumplió el 18 de ese mismo mes
y año.
Por auto de fecha 15 de junio de 2010 el Juzgado de Sustanciación admitió la
presente controversia, acordando su tramitación de conformidad con lo pautado en el
aparte 24 y siguientes del artículo 21 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de
Justicia de la República Bolivariana de Venezuela de 2004, aplicable ratione
temporis. En consecuencia, ordenó el emplazamiento de la Procuradora General de
la República, para que compareciera dentro de los veinte (20) días de despacho
siguientes a su notificación, luego de vencido el lapso a que se refiere el artículo 82
del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley Orgánica de la Procuraduría General
de la República. En cuanto a la solicitud de medida cautelar se determinó que
ese Juzgado ordenaría la respectiva apertura de cuaderno separado para su
tramitación, en acatamiento de la decisión de esta Sala de fecha 14 de febrero de
1996, en la cual se establece que “…la medida cautelar innominada exige que haya
habido la constitución de las partes en el proceso, es decir, que la litis se hubiere
trabado…”.
Mediante decisión del 11 de agosto de 2010, en virtud de la entrada en
vigencia de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, el
Juzgado de Sustanciación ordenó aplicar el procedimiento previsto en los artículos
76 y siguientes de la aludida Ley, y en consecuencia, ordenó notificar a la Fiscala
General de la República, a la Procuradora General de la República y al Ministro del
Poder Popular para las Relaciones Interiores y Justicia. Con respecto a la medida
cautelar solicitada, se acordó la aplicación de lo dispuesto en el artículo 105 de la
Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa, por lo que ordenó abrir
el respectivo cuaderno separado y remitirlo a la Sala a los fines de su decisión.
En fecha 23 de septiembre de 2010 el Juzgado de Sustanciación emitió oficio
N° 01166 de esa fecha, remitiendo a la Sala el cuaderno separado relacionado con la
presente causa.
El 18 de noviembre de 2010, constando en autos las notificaciones ordenadas,
el Juzgado de Sustanciación acordó remitir el expediente a la Sala, a los fines de
fijar la oportunidad para la celebración de la audiencia de juicio, de conformidad con
el artículo 82 de la Ley Orgánica de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
En fecha 24 de noviembre de 2010 se dio cuenta en Sala, se designó ponente
al Magistrado Emiro García Rosas y se fijó la audiencia de juicio para el 27 de enero
de 2011.
Que “…se han producido hechos y demás actos materiales ejecutados por el
antes citado Ministerio del Popular para las Relaciones Interior y Justicia, por
ejemplo el cumplido por órgano del Comandante del Destacamento 28 de la
Guardia Nacional Bolivariana Cnel. Ricardo González Oliveros, mediante Oficio
S/N de fecha 29 de enero de 2010…”, mediante el cual informa al Alcalde del
Municipio que “…por órdenes del Ministro del Poder Popular para las Relaciones
de Interior y Justicia, debe paralizar inmediatamente todas las actividades de
movilización de tierra, construcciones, tránsito de maquinaria pesada en el
proyecto de construcción que actualmente su Alcaldía realiza en los alrededores de
la Penitenciaría General de Venezuela, hasta tanto su despacho y la Consultoría
Jurídica del Ministerio (...) definan los aspectos legales de la propiedad de los
terrenos ante la Procuraduría General de la República…” (sic). (Subrayado del
escrito)
Que “De allí, emerge una disputa acerca del ejercicio de competencias
legales entre ambos órganos del Poder Público (Nacional y Municipal) que
consideran tienen atribuidas” y que su reclamación se encuentra “…dirigida a
hacer efectivo el respeto de los principios relativos al Poder Público Municipal, en
cuanto a su autonomía, organización y funcionamiento, gobierno, administración y
control, en el efectivo ejercicio de la participación protagónica del pueblo en los
asuntos propios de la vida loca” (sic).
Que “…la presente solicitud tiene como pretensión que esta máxima y
competente autoridad judicial disipe las dudas del orden competencial que han
surgido entre la Alcaldía del Municipio Juan Germán Roscio y el antes señalado
Ministerio, dirigiendo, orientando y sobre todo delineando las atribuciones
inherentes a cada órgano, a los fines de lograr la coordinación necesaria para
ejercerlas eficazmente…”.
Que “…la situación presentada es de tal envergadura, que amenaza con
producir en el ámbito del desarrollo urbano la paralización de las actividades
propias del Municipio…”.
Que “…en los años de 1941 y 1955 los inmuebles que fueron propiedad del
General Juan Vicente Gómez, especialmente los ubicados en los terrenos
adyacentes a la Penitenciaría General de Venezuela (PGV) pasan a manos –para
la fecha-, del Ministerio de Agricultura y Cría (...), posteriormente al Ministerio del
Interior (...), subsiguientemente al Ministerio de Justicia (...) y finalmente al Fondo
Nacional de Edificaciones Penitenciarias (FONEP)”.
Que las acciones del Poder Ejecutivo del Municipio Juan Germán Roscio “…
se resumen en la Afectación, la Desafectación y Venta de los terrenos adyacentes a
la Penitenciaría General de Venezuela (PGV), con fines de materializar los
Desarrollos Urbanos previstos en el Plan Especial de Expansión Urbanística de
fecha 28 de junio de 1999 [el cual] procura la ordenación, creación, defensa o
mejoramiento del sector Noreste de la ciudad de San Juan de los morros, en los
sectores habitacionales, recreacionales, comerciales, educativos, culturales e
institucionales…”. (Negritas del escrito)
Que -a su entender- la intervención del Ministerio del Poder Popular para las
Relaciones Interiores y Justicia ha paralizado la ejecución de los proyectos urbanos,
suprime el derecho al trabajo a más de mil (1000) obreros, el derecho a la vivienda
de más de quince mil (15.000) personas censadas que requieren una vivienda y
lesiona el derecho al deporte y a la recreación, que impide el ejercicio del derecho a
la propiedad privada y a la libertad económica del Municipio.
Que “…el silencio del Ministerio en este caso, se traduce en una lesión al
ejercicio de los derechos anteriormente enunciados, al impedir desarrollar las
actividades que la Ley exige tanto a los particulares como al Municipio”.
II
Que en virtud de que el Municipio accionante hizo caso omiso a la orden del
Destacamento N° 28 de la Guardia Nacional de paralizar las actividades de las
mencionadas empresas “…la República [...] interpuso en fecha 18 de mayo de
2010, Interdicto de Obra Nueva contra las sociedades mercantiles constructora
DIP C.A., Inversiones M.C.L.V, C.A., Asociación Cooperativa de Servicios
Industriales R.L. (COOPSEIN, R.L.) y Metalcomer Comercializadora Metalúrgica
C.A. (Metalcomer, C.A.) ante el Juzgado Segundo de los Municipios Juan Germán
Roscio y Ortíz de la Circunscripción Judicial del Estado Guárico…”.
III
Que en dicha mesa de trabajo deben resolverse los siguientes puntos “…que
la Alcaldía del Municipio Juan Germán Roscio explique porqué afecta –como
ejidos- y luego desafecta los terrenos del caso de autos (...). Que la precitada
Alcaldía explique porqué vende los terrenos identificados en autos, precisamente, a
las determinadas empresas señaladas en el expediente, así, las empresas que
compran tales terrenos, son Corporación Onix C.A. (Acuerdo de Cámara del 23-10-
2009, Gaceta municipal del Municipio Juan Germán Roscio del Estado Guárico N°
6362, Extraordinario folios 87 y 88), Inversiones Luciany C.A. (Acuerdo de Cámara
del 09-07-2009, Gaceta Municipal [...] 6262 (E)); luego sustituye a Inversiones
Luciany C.A., por Sudamerican Internacional Holding C.A. (Acuerdo de Cámara
del 23-10-2009, Gaceta Municipal [...] N° 6363, Extraordinario); también compró
la Asociación Corporativa de Servicios Industriales R.L. (Acuerdo de Cámara del
23.-10-2009, Gaceta Municipal [...] N° 6361, extraordinario)” (sic).
IV
ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN
Puntos Previos
Así pues, esta Sala observa que para fundamentar su pretensión, el Síndico
Procurador del Municipio Juan Germán Roscio del Estado Guárico y la apoderada
judicial del referido Municipio relataron los siguientes argumentos: “…se han
producido hechos y demás actos materiales ejecutados por el antes citado
Ministerio del Popular para las Relaciones Interior y Justicia, por ejemplo el
cumplido por órgano del Comandante del Destacamento 28 de la Guardia Nacional
Bolivariana Cnel. Ricardo González Oliveros, mediante Oficio S/N de fecha 29 de
enero de 2010…”, mediante el cual informa al Alcalde del Municipio accionante
que “…por órdenes del Ministro del Poder Popular para las Relaciones de Interior
y Justicia, debe paralizar inmediatamente todas las actividades de movilización de
tierra, construcciones, tránsito de maquinaria pesada en el proyecto de
construcción que actualmente su Alcaldía realiza en los alrededores de la
Penitenciaría General de Venezuela. Hasta tanto su despacho y la Consultoría
Jurídica del Ministerio (...) definan los aspectos legales de la propiedad de los
terrenos ante la Procuraduría General de la República…”. (Destacado de esta
Sala)
Asimismo indicaron que “De allí, emerge una disputa acerca del ejercicio de
competencias legales entre ambos órganos del Poder Público (Nacional y
Municipal) que consideran tienen atribuidas” y que su reclamación se encuentra “…
dirigida a hacer efectivo el respeto de los principios relativos al Poder Público
Municipal, en cuanto a su autonomía, organización y funcionamiento, gobierno,
administración y control, en el efectivo ejercicio de la participación protagónica del
pueblo en los asuntos propios de la vida loca” (sic).
No obstante los argumentos esbozados por el Municipio, esta Sala estima que
el asunto debatido no se encuentra constituido por el solapamiento ni el conflicto
Municipio-República, en cuanto a la competencia urbanística previamente citada.
Por el contrario, este órgano jurisdiccional estima que la defensa de una de las partes
no se circunscribe a discutir competencia alguna, sino que ha planteado un asunto
distinto, como lo es el ejercicio de su derecho de propiedad sobre el inmueble
constituido por los lotes de terrenos vendidos por el Municipio a unas empresas, que
supuestamente pretendían construir viviendas de carácter social.
Siendo ello así, tomando en cuenta que la defensa del Ministerio no se
encuentra dirigida a cuestionar función o competencia alguna del Municipio, sino su
derecho de propiedad en los mencionados terrenos ubicados en las adyacencias de la
Penitenciaría General de Venezuela, los cuales, dada la particular forma en que se ha
trabado la litis, constituyen el ámbito espacial del conflicto, esta Sala considera que
se encuentra vedada de dilucidar cuestiones relacionadas con la propiedad de un
inmueble en el marco de una controversia administrativa, por cuanto se desvirtuaría
la naturaleza de este mecanismo procesal, el cual está dirigido, se insiste, a resolver
aquellos casos en los cuales autoridades de la República, de los Estados o de los
Municipios, se atribuyan una misma función o competencia, teniendo solo una de
ellas dicha competencia o facultad atribuida por la ley.
En el caso sub iudice, solo una de las autoridades se encuentra afirmando su
competencia para ejercer una determinada actividad, en este caso, la competencia en
materia de ordenamiento urbanístico. Sin embargo, la otra autoridad, lejos de
cuestionarle a la primera su competencia en esa materia, y sin siquiera atribuírsela,
pretende que esta Sala reconozca que posee derechos de propiedad en los terrenos
donde supuestamente se quiere ejecutar un desarrollo habitacional por unas
empresas que se atribuyen la propiedad de los terrenos y que no han venido a juicio.
Con base en las consideraciones antes expuestas, se entiende que el conflicto
pretendidamente existente -la propiedad de los lotes de terreno vendidos por el
Municipio a empresas privadas, así como la legalidad de los actos de enajenación
llevados a cabo por este- no puede ser ventilado a través de una controversia
administrativa, toda vez que para llegar a una conclusión al respecto, el estudio
necesariamente debe partir por dilucidar quién es el legítimo propietario de los
terrenos objeto de la controversia, para luego determinar si el Municipio tenía la
potestad de afectarlos como ejidos, desafectarlo y enajenarlos, como reconoce
haberlo hecho.
El aludido estudio de la propiedad de los inmuebles obviamente excede los
límites propios de una controversia administrativa, ya que -como se dijo antes- no es
el mecanismo judicial idóneo para ventilar perturbaciones al derecho de propiedad,
determinando quién es el legítimo propietario de un inmueble, como en efecto ha
sido instado por la República a través de una acción interdictal (que por lo demás es
posesoria), en virtud de la perturbación ocurrida. De igual modo, tampoco es el
procedimiento idóneo para revisar la legalidad de los asientos registrales producidos
por las ventas efectuadas por el Municipio a unas empresas privadas.
Una vez precisado lo anterior, llama la atención de esta Sala la circunstancia
relativa a que, aun cuando de los propios argumentos de la representación judicial
del Municipio accionante se desprende que los lotes de terreno a los que se ha
venido haciendo referencia fueron vendidos a unas empresas, para la supuesta
construcción de una cantidad importante de viviendas, a pesar de ello, esas
sociedades mercantiles (que en principio serían las presuntamente afectadas de
manera directa por la orden de paralización emitida por el Ministerio del Poder
Popular para las Relaciones Interiores y Justicia) no han intervenido en el presente
juicio, ni para apoyar ni para oponerse a los alegatos de ninguna de las partes.
De hecho, el interdicto de obra nueva ejercido por la República por
perturbación a su supuesta propiedad, no lo ejerció en contra del Municipio
peticionante, sino en contra de las empresas constructoras a los cuales este último les
vendió los lotes de terreno.
Siendo ello así, no entiende esta Sala cómo siendo esas empresas las
afectadas por no poder disponer libremente de los terrenos que presuntamente
adquirieron mediante escritura protocolizada ante Oficina de Registro Público, no
hayan participado en el presente juicio, sino que, por el contrario, el Municipio, -el
cual aparentemente ya se ha desprendido de la propiedad de esos terrenos- es el que
ha acudido a la vía jurisdiccional a reclamar que a través de la mencionada orden de
paralización emanada del Ministerio, se le está invadiendo su competencia en
materia de ordenación urbanística, entre otra serie de denuncias.