Narcoterrorista Pablo Escobar

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Licenciatura en criminología y política Criminal.

Curso: Sistema penitenciario y político de reinserción

Catedrático: Lic. Joel Isaac Tenas Ochoa.

Semestre: Octavo

Sede: Cobán A.V.

Trabajo:

- Narcoterrorista: Pablo Escobar.


- Historia
- Cartel de Medellín
- Integrantes del Cartel y gente cercana a Pablo Escobar
- Actividad Política
- Atentados Terroristas.
- El paso de Pablo Escobar dentro de la Carcel la “Catedral”
- La muerte de Pablo Escobar

Alumnos: No. De Carnet.


Wendy Nohemi Barahona Leal 2954-18-1181

Yolanda isabel Vásquez Lemus 2954-18-16111

Brayan Estuardo Ezequiel Macz Cú 2954-18-11314

Carolina Abigail Caal Caal 2954-18-1971

Marcó Raúl Yat Macz 2954 18 20671

Astrid Yasmin Michel Vega Isem 2954-18-4544


INTRODUCCIÓN:

Pablo Escobar un imponente narcotraficante que junto a su cartel declaro la guerra


total al Estado de Colombia, por lo que Narcoterrorismo fue el nombre que recibió
el periodo de la historia de Colombia desde 1984 hasta 1993, lleno de
enfrentamientos de parte del gobierno de Colombia contra narcotraficantes el cual
formaron poderosas mafias que se autodenominaron los Extraditables
pertenecientes principalmente del Cartel de Medellín. Periodo sombrío marcado
por diferentes atentados que cobraron la vida de miles de personas.
Pablo Escobar.

DATOS GENERALES:
Nombre Completo: Pablo Emilio Escobar Gaviria

Nacimiento: 1 de diciembre de 1949, Rionegro, Antioquia; Colombia.


Nacionalidad: Colombiana.

Miembro de la Cámara de Representantes de Colombia.


Educación: Bachiller en Economía.
Ocupación: Capo de droga, Político y Emprendedor, Era el mayor
fabricante y distribuidor de cocaína del mundo,
responsable entonces de hasta 80% del comercio global
de esa droga
Miembro y líder del: Cartel De Medellín, e Infinidad de redes de sicarios entre
ellos el MAS (Muerte A Secuestradores) fue un grupo
paramilitar financiado por los Carteles del narcotráfico en
Colombia. Su función principal era proteger a los capos de
la mafia y terratenientes de las acciones de las guerrillas
como las FARC-EP y el M-19 llevando a cabo asesinatos
selectivos a secuestradores, guerrilleros y militantes de
izquierda
Sobrenombres: Don pablo, el patrón, el Robín Hood paisa

Patrimonio: Una fortuna aproximada de 30 mil millones de dólares.


Cantidad de Muertes que Responsable de 289 atentados durante el periodo de 1989
se le señalan: y 1993 en los cuales se le hace responsable de colocar
más de 200 bombas y dar muerte a 5,500 personas
durante el auge del Cartel de Medellín.
Cargos Criminales: Narcotráfico, lavado de dinero, asesinato, terrorismo,
soborno, contrabando, extorsión, corrupción política
Fallecimiento: 2 de diciembre de 1993 (44 años) Medellin, Antioquia;
Colombia
Causa Muerte: Disparo por arma de fuego

Sepultura: Hacienda Napoles – Itagüí


PERFIL CRIMINOLOGICO:
Personalidad: Narcisista y llena de excentricidades y lujos.

VICTIMAS IDEALES DE PABLO ESCOBAR:


Rivales (miembros de otros carteles), políticos, jueces y periodistas, ofreció
recompensas por cada policía asesinado y no dudó en atentar dentro de aviones y
edificios públicos, abaratando como nadie el precio de la sangre.

TIPO DE TERRORISMO: Narcoterrorismo.

1. HISTORIA:

Familia:
Su abuelo materno, Roberto Gaviria Cobaleda, ya le había precedido en
actividades ilegales, ya que fue un renombrado contrabandista de Whisky en
épocas en que este era ilegal (principios del siglo XX).

Infancia:
Nacido de una familia campesina, Escobar demostraría habilidad para los
negocios desde muy pequeño.

Relatos de la madre aseguran que pablo escobar empezó a mostrar perspicacia y


astucia ya en la escuela primaria; y en los inicios de la secundaria, se hizo
evidente otra de sus cualidades, su liderazgo sobre sus compañeros. Escobar y su
primo Gustavo Gaviria Rivero hacían pequeños “negocios” en el liceo Lucrecio
Jaramillo Vélez, donde ambos estudiaban. Hacían rifas, intercambiaban cómics,
vendían exámenes y prestaban dinero a bajo interés. De esta manera, Pablo
Escobar empezó a desarrollar su habilidad para los negocios y el comercio.

En 1969 terminó el bachillerato en el Liceo, entonces fue admitido para cursar


estudios en la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma
Latinoamericana de Medellín en la que estudiaban varios de sus primos, pero
finalmente optó por retirarse ya que prefirió dedicarse a sus “negocios” personales.

CARRERA DELICTIVA:

Inició su vida delictiva a finales de los 60 en el contrabando, y a comienzos de la


década de los ochenta, se involucró en la producción y comercialización de
marihuana y cocaína al exterior.

Tras formar alianzas con Gonzalo Rodríguez Gacha, Carlos Lehder y Jorge Luis
Ochoa y su clan, Escobar fundaría el Cartel de Medellín, organización que en su
auge, monopolizó el negocio de la cocaína desde su producción hasta su
consumo, controlando más del 80% de la producción mundial de dicha droga y el
60% del mercado ilícito de la misma en Estados Unidos. Logrando así consolidar
su imperio criminal, convirtiéndolo en el hombre más poderoso de la mafia
colombiana, acumulando una inmensa fortuna, que rondó la cifra de los 30 mil
millones de dólares en efectivo, consagrándolo, así como uno de los hombres más
ricos del mundo según la revista Forbes durante siete años consecutivos.

Para excusar su inmensurable capital, a comienzos de los ochenta Escobar


trataría de pulir su imagen a través de la realización de obras de caridad para los
desprotegidos y con una breve incursión en la política, ocupando un escaño como
Representante a la Cámara en el Congreso Nacional en 1982. Sin embargo, en
1983, tras diversas publicaciones del diario El Espectador y con la acusación
directa del ministro de justicia Rodrigo Lara Bonilla, pierde su escaño y es acusado
públicamente por sus negocios ilegales. Tiempo después, Rodrigo Lara Bonilla en
1984 y Guillermo Cano, director del El Espectador, son asesinados por órdenes de
Escobar.

Para 1985, el narcotráfico ya estaba en pleno auge y asimismo los carteles


dominaban Colombia, lo que desató una guerra contra el gobierno, encabezado en
ese entonces por Belisario Betancur. Este último fue quién había puesto a Rodrigo
Lara Bonilla como ministro de Justicia, el cual había señalado a narcotraficantes
que estaban involucrados en política, economía, inclusive en el mundo del fútbol.

Los narcos tenían ejércitos privados, negocios por todo Colombia, grandes
extensiones de tierras y el control de mercados como el de las esmeraldas. Más
adelante, Lara desmanteló el laboratorio de cocaína más grande del Cartel de
Medellín, Tranquilandia, y decomisaría 30 aviones del mismo grupo. La guerra de
los narcos contra el Gobierno, se tornó violenta y sádica.

Tras sendos intentos de negociación y múltiples secuestros y asesinatos


selectivos de jueces y funcionarios públicos, en 1989, el Cartel de Medellín con
Escobar al mando declaró la guerra total contra el Estado.89 Organizaría y
financió una extensa red de sicarios, fieles a su mando, que asesinó a
personalidades clave para la institucionalidad nacional, como el dirigente liberal
Luis Carlos Galán, y perpetró actos terroristas indiscriminados con el empleo de
coches bomba en las principales ciudades del país que desestabilizaron al mismo,
puso a las autoridades «de rodillas», y que lo convirtió en el criminal más buscado
a comienzos de los años noventa.1011 Fue el responsable del asesinato de 657
policías entre 1989 y 1993,12 y de feroces enfrentamientos contra el Cartel de
Cali, los paramilitares del Magdalena Medio y finalmente Los Pepes.

Después de la consumación de la Asamblea Nacional Constituyente en 1991, que


le dio a Colombia una nueva constitución y la prohibición de la extradición de
nacionales a Estados Unidos, Escobar decidió someterse a la justicia con la única
condición de ser recluido en La Catedral, una ostentosa cárcel ubicada en sus
terrenos. Tras demostrarse que aún seguía delinquiendo tras las rejas, el
Gobierno quiso capturarlo, por lo cual Escobar se fugó, saliendo fácilmente por la
parte trasera de la prisión, lo que fue uno de los episodios más vergonzosos para
la autoridad penitenciaria del país. Tras su escape, el gobierno conformó el
denominado Bloque de Búsqueda para recapturarlo y tras diecisiete meses de
intenso rastreo, fue tiroteado en un tejado de un exclusivo sector de Medellín a los
44 años de edad el 2 de diciembre de 1993.

2. CARTEL DE MEDELLÍN.

El Cartel de Medellín fue una organización criminal colombiana que se dedicaba al


tráfico de cocaína, terrorismo, entre otras actividades, siendo uno de los
principales actores del conflicto armado colombiano en las décadas de 1980 y
1993. Se enfrascó en una cruenta lucha contra el Estado y sus instituciones
principalmente en los centros urbanos, al mismo tiempo que mantuvo guerras
paralelas con otras asociaciones delictivas, como el Cartel de Cali y los grupos
paramilitares del Magdalena Medio. Se convirtió en un grupo terrorista reconocido
por practicar secuestros y asesinatos ya sea selectivos o indiscriminados.

Su nombre le fue dado por la Administración para el Control de Drogas de Estados


Unidos (DEA) en referencia a su centro de operaciones principales ubicado en
Medellín. La denominación de "cartel" se le dio por la estructura jerárquica de
dicha asociación criminal que contaba con un esquema de operación, en el cual
los narcotraficantes compartían recursos tales como rutas de envío de cocaína y
coordinaban acciones en conjunto contra sus enemigos, pero manejaban
separadamente sus centros de producción y negocios.

La estructura criminal fomentó la corrupción en Colombia para favorecer sus


ambiciones, presionando al Estado y la clase política colombiana, en la llamada a
realizar una Asamblea Nacional Constituyente, que dio como resultado la abolición
de la extradición de colombianos hacia el exterior.

La mayor parte del terrorismo adelantado por el Cartel de Medellín se centra en


las figuras de Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha. Miles de bombas y
petardos estallaron en el país, se ejecutaron asesinatos de jueces, fiscales,
testigos, periodistas, etc. Se destacan las muertes del ministro de justicia Rodrigo
Lara Bonilla, del procurador Carlos Mauro Hoyos, del líder político de la Unión
Patriótica Jaime Pardo Leal, del candidato a la presidencia de 1990 Luis Carlos
Galán, de los periodistas, como el director de El Espectador Guillermo Cano, y
Jorge Enrique Pulido, atentados como el del vuelo de Avianca donde murieron 107
pasajeros, y también contra el director de Departamento Administrativo de
Seguridad (DAS), Miguel Maza Márquez.1011

Tras la muerte de Escobar en 1993, el grupo dejó una estructura sicarial compleja
en Medellín y una vasta cantidad de armas, un grupo de rutas internacionales para
el narcotráfico, una cantidad enorme de dinero en efectivo, principalmente en las
denominadas caletas, una sociedad, clase política y unas instituciones estatales
corruptas y al servicio del mejor postor, lo que sirvió de combustible para la
continuación del conflicto colombiano en las décadas siguientes; ya que tanto los
grupos paramilitares y las varias guerrillas entraron de lleno a tomar este negocio
del narcotráfico, encontrando cada uno en este, la fuente de su financiación en la
lucha por el poder, aumentando así la complejidad del conflicto en los centros
urbanos y acentuándolo en las áreas rurales.

3. INTEGRANTES DEL CARTEL Y GENTE CERCANA A PABLO


ESCOBAR:

-Dandeny Muñoz Mosquera: era un hombre fuerte del Cártel de Medellín. Se lo


señaló como el responsable de un atentado contra un avión de Avianca en 1989,
arrestado y bajo cargos de terrorismo y narcotráfico.

Muñoz Mosquera es considerado responsable de cientos de asesinatos,


incluyendo las purgas internas del cártel de Medellín, miembros del cártel de Cali,
civiles y agentes de la policía colombiana. También se le acusa de mandar a
poner la bomba en el vuelo 203 de Avianca, que mató a 110 personas.

Uno de los sicarios de confianza de Pablo Escobar, que siempre negó su


responsabilidad, y a quien otros narcos respaldaron.

Gonzalo Rodríguez Gacha: el “mexicano”, se convirtió en el principal aliado y


sostén de Escobar durante la guerra emprendida contra el Estado colombiano. fue
un narcotraficante, terrorista, paramilitar y criminal colombiano, cofundador y
cabecilla del Cartel de Medellín. más de 1.000 muertos fueron atribuidos a su
nombre

Fue el "ministro de Guerra" del cártel de Medellín y hacia 1989 tenía mil hombres
en armas en el centro del país. Controlaba una organización autónoma asociada a
Escobar. Sicarios suyos alrededor de 70, fueron los encargados de matar a Luis
Carlos Galán (candidato a presidencia). Tras el cruento atentado al edificio del
DAS en Bogotá, que dejó 70 muertos y 500 heridos, se convirtió en el criminal más
buscado del país. Traicionado por un lugarteniente suyo, murió el 15 de diciembre
de 1989 en Tolú durante la Operación Apocalipsis junto a su hijo y cinco de sus
hombres.

-Gustavo Gaviria, el “doctor”: Primo de Escobar y su mano derecha, acompañó


su carrera delictiva desde el principio. Encargado de las finanzas del cartel, pasó a
ser el segundo hombre del ente narcoterrorista tras la muerte de Rodríguez
Gacha. Murió en Medellín durante un operativo, al enfrentarse a tiros con la policía
el 12 de agosto de 1990.

-Jorge Luis Ochoa: Perteneciente al clan de los Ochoa, fue el más importante de
los hermanos dentro de la organización criminal. Reconocido criador de caballos,
se convirtió en el número 2 a la muerte de Gaviria Rivero. Se rindió el 15 de enero
de 1991 como parte de la política de sometimiento a la justicia del gobierno de
César Gaviria.
-Carlos Lehder, el “loco” y reconocido por sus excentricidades, se convirtió en el
primer narcotraficante colombiano extraditado a los Estados Unidos y el único de
los líderes del Cartel de Medellín que sería capturado vivo cuando este estaba
operando.

abrió varias rutas de tráfico de narcóticos en el Caribe. Capturado en febrero de


1987, fue inmediatamente extraditado a Estados Unidos, donde recibió condena a
cadena perpetua, pero su pena fue reducida por declarar contra Manuel Antonio
Noriega. Fue el miembro de más alto rango del Cártel de Medellín preso en
Norteamérica. Liberado el 16 de junio de 2020

-Jhon Jairo Velásquez Vásquez, “Popeye”, lugarteniente y jefe de sicarios de


Pablo Emilio Escobar Gaviria, con 250 muertes confesas y 3000 asesinatos
planificados sobre sus espaldas, se emocionaba cuando habla de su “patroncito”.
fue un delincuente colombiano que en su momento ejerció como un sicario del
cartel de Medellín de Pablo Escobar hasta su entrega en 1992.

Fue jefe de grupos sicariales, y era uno de los miembros del grupo personal de
seguridad de Pablo Escobar, jefe de la organización criminal autodenominada Los
Extraditables

4. ACTIVIDAD POLÍTICA

Pablo Escobar quería llegar al Senado y lo logró. Aunque quiso llegar a la Casa de
Nariño, sus planes se vieron frustrados.

A partir de 1982, cuando ya había acaudalado fama en Medellín, catalogado


incluso como un Robin Hood, Escobar decidió que quería estar en el Congreso.
No lo hizo directamente, sino que logró hacerlo como suplente de otro político
llamado Jaime Ortega Ramírez, candidato del Movimiento Político de Renovación
Liberal que, en principio, fue cercano al Nuevo Liberalismo.

Poco después, Luis Carlos Galán (Fue candidato a la presidencia de Colombia)


empezó a recibir las denuncias en contra de Escobar y decidió expulsarlos a
ambos del partido. Pese a esa decisión, que se hizo pública en un acto político en
pleno centro de Medellín, y que zanjó el odio del capo al líder liberal, Ortega
consiguió la curul de la Cámara de Representantes por el departamento de
Antioquia.

Fue invitado en 1982 a la toma de posesión de Felipe González, el tercer


presidente de la España democrática, por el empresario español Enrique
Sarasola, quien tenía importantes negocios en Medellín.”

La delegación de congresista regresó al país y, poco después, Ortega renunció a


la Cámara de Representantes. Escobar, como su suplente, ocupó la curul, y logró
así su objetivo de incursionar, personalmente, en la política. Lo que no sabía, es
que no duraría mucho tiempo

De tal manera que el cabecilla del cartel era más que un violento terrorista, Pablo
Escobar contaba con una gran influencia en múltiples categorías legales, civiles,
económicos, religiosos y sociales de Medellín, con el fin de agilizar el transporte
de sus paquetes y facilitar sus actividades ilícitas con el apoyo indirecto de
funcionarios que lo respaldaban.

Según contó la viuda Victoria Eugenia Escobar en sus memorias, su esposo


pensó que había logrado su objetivo y aspiró a ser presidente en ese momento.
“Cariño, prepárate para ser la primera dama, las puertas del palacio presidencial
se nos abrirán”, afirmó el capo a la modelo tras ser nombrado reemplazo en el
Congreso.

Sin embargo su imagen empezó a deteriorarse en 1983, cuando el Ministro de


Justicia Rodrigo Lara Bonilla lideró una investigación contra Escobar al
comprobarse la presencia de dinero de dudosa procedencia en la política y en los
equipos de fútbol nacionales acusándolo públicamente de ser uno de los
fundadores del grupo paramilitar MAS.

5. ATENTADOS TERRORISTAS

Un aproximado de 623 atentados son adjudicados al Cartel de Medellín que lideró


Pablo Escobar, en la época de mayor violencia narco en la historia de Colombia.
La sangre y el dolor se apoderaron del país entre 1984 y 1993, asesinatos
selectivos, bombas en espacios públicos, en instituciones y en medios de
comunicación, y hasta hubo una explosión en un avión comercial.

Según Jhon Jairo Velásquez, alias 'Popeye', uno de los principales sicarios de
Escobar, unas 6.000 personas murieron como resultado de los atentados
perpetrados en nombre del Cartel de Medellín. 100 bombas solo entre septiembre
y diciembre de 1989, en supermercados, entidades bancarias, colegios; 85 más
entre enero y mayo de 1990, y 10 en diciembre de 1992.

ASESINATOS SELECTIVOS
Todo el que se interpusiera en los intereses de Pablo Escobar se convertía
inmediatamente en su objetivo militar. Por tanto, muchos dirigentes políticos y
personalidades públicas que denunciaban los estragos del narcotráfico en el país
ingresaron a su lista. Resaltando tres: el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla;
el director del diario El Espectador, Guillermo Cano; y el entonces candidato
presidencial por el Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán.

Ministro:
Cuando Escobar tuvo la osadía de incursionar en política y, tras una dudosa
campaña, consiguió una gran escala en el Congreso de la República, el primero
en delatar sus nexos con el narcotráfico fue el entonces ministro, Rodrigo Lara
Bonilla. La noche del 30 de abril de 1984, cuando viajaba en su Mercedes Benz
por el norte de Bogotá, dos hombres en una motocicleta se le atravesaron en el
camino y lo acribillaron a tiros.

Sus escoltas iniciaron una persecución para atrapar a los sicarios, cuyo conductor
terminó perdiendo el equilibrio de su Yamaha y se estrelló contra el pavimento,
muriendo al instante. Más tarde fue identificado como Iván Darío Guisado,
integrante de 'Los Priscos', una red de sicarios al servicio del Cartel de Medellín.

Lara Bonilla tenía apenas ocho meses en la cartera. En represalia por su muerte,
el presidente de la época, Belisario Betancur, aprobó de inmediato la Ley de
Extradición, abriendo la puerta a la guerra contra el narcotráfico. Las denuncias
continuaron entonces desde la prensa, y las editoriales del diario El
Espectador empezaron a incomodar más de la cuenta los mafiosos que se
autollamaron 'Los extraditables'.

Director del Diario:


El 17 de diciembre de 1986, 'Los Priscos' volvieron al panorama. Entrada la noche,
el director del diario, Guillermo Cano, salía con su auto de las instalaciones de
este en Bogotá cuando un sicario se asomó en su ventanilla y le disparó en ocho
ocasiones con una ametralladora. Periodistas que seguían trabajando fueron a su
auxilio, pero al poco tiempo falleció. Tenía 61 años, 44 de los cuales había
dedicado al periodismo.

Candidato Presidencial:
Dos años después, el 18 de agosto de 1989, otro asesinato selectivo enlutaría al
país entero. Luego de recibir muchas amenazas y salvarse de un atentado, el
entonces candidato presidencial del Nuevo Liberalismo, Luis Carlos Galán el mejor
posicionado en las encuestas, daba un discurso en un evento electoral en Soacha,
cuando lo alcanzaron unas balas que provenían de la multitud.
Fue trasladado con vida al hospital de Kennedy en Bogotá, ubicado a media hora
del municipio donde estaba, pero murió a las horas pese a los esfuerzos
médicos. Su muerte impactó al país entero, así que el presidente Virgilio Barco
promulgó el decreto 1830 del 19 de agosto de 1989 que autorizaba la extradición
por vía administrativa, o sea que ya no era necesario solicitar permiso de la Corte
Suprema de Justicia.
En ese momento también se creó el famoso Bloque de Búsqueda, un equipo que
reunió fuerza policial y militar de Colombia y Estados Unidos con cerca de 500
miembros, con el único fin de dar con el paradero de Pablo Escobar, y todo su
séquito del Cartel de Medellín. Mientras tanto, el capo siguió matando gente y
poniendo bombas.
Otros de sus asesinatos fueron el presidente del partido de izquierda Unión
Patriótica, Jaime Pardo; el procurador general, Carlos Mauro Hoyos; el gobernador
del departamento de Antioquia, Antonio Roldán; el ex ministro de justicia, Enrique
Low Murtra; los periodistas Diana Turbay y Jorge Enrique Pulido; entre otros.
BOMBAS
Cuando se aprobó la Ley de Extradición, comenzó la sangrienta represalia de la
mafia contra el Estado colombiano, incluyendo a la población civil. Carros bombas
explotaban cada mes en distintas ciudades del país. Nada más en 1993, año en el
que Escobar termina asesinado por la Fuerza Pública el 2 de diciembre, detonó
varios carros con explosivos: el 30 de enero, en el centro de Bogotá, dejando 25
muertos; el 15 de febrero, dos más en el mismo sector, dejando 4 muertos; y el 15
de abril, en un barrio exclusivo de la capital, dejando 11 muertos.

Hubo otros atentados a la prensa. En 1988, un coche bomba explotó a las afueras
del diario El Colombiano, de la ciudad de Medellín. Y en 1989, otro fue detonado
en el diario El Espectador, en Bogotá, solo tres años después de haber asesinado
a su director. No hubo muertos en ninguno de los dos casos, varios heridos y sí
mucho daño material. El medio capitalino, al día siguiente del accionar terrorista,
publicó con una portada que tenía por titular: Seguimos adelante.

1989 El peor año de acoso terrorista del Cartel de Medellin:


Pero hubo dos bombas que causaron especial impacto. En 1989 Catalogado como
el peor año de acoso terrorista del Cartel de Medellín, siete toneladas de dinamita
cargadas en un bus explotaron frente a la entrada principal del extinto
Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), eran las siete de la mañana del
seis de diciembre. Cayeron 72 muertos y más de 600 heridos tras el estallido que
se escuchó en parte de la ciudad. Al parecer, Escobar tenía como objetivo el
general Miguel Maza Márquez, entonces director del DAS.

Luego, en 1991, otro carro bomba con 150 kilos de dinamita y explotó bajo el
puente de la Avenida San Juan de Medellín, a las afueras de la plaza de toros La
Macarena, a unos 50 metros de distancia. Esto ocurrió minutos después de que
terminara la octava corrida dela Feria Taurina de la ciudad, muchos no habían
alcanzado a evacuar, y otros departían en las casetas ubicadas a los alrededores.

Los testigos de la época cuentan el estruendo que se sintió y la onda explosiva


que los sacó volando, y la sangre y partes de cuerpos regados. Esa vez hubo 26
muertos y 134 heridos, aunque estaba dirigido a un carro oficial de agentes del F-2
de la Policía Metropolitana y algunos de los uniformados fallecieron.

AVIÓN DE AVIANCA EL ATENTADO MAS BRUTAL.


Las 110 personas que estaban en el avión de Avianca, entre pasajeros y
tripulación, murieron junto a tres más que estaban en tierra.

Quizás el atentado más brutal por su especial daño se realizó el 27 de noviembre


de 1989, sin que Pablo Escobar asumiera nunca la responsabilidad sobre este. Un
avión comercial de la aerolínea nacional Avianca despegó del aeropuerto El
Dorado, de Bogotá, con destino al Aeropuerto Internacional Alfonso Bonilla Aragón
de Palmira, que presta servicio a Cali. Cinco minutos después, a 10.000 pies de
altura, explotó.

La bomba, detonada por un hombre reclutado por el Cartel que no tenía idea del
paquete que llevaba, desató un incendio en la parte central, por las alas, llegando
hasta la parte trasera de la aeronave a uno de los tanques del avión, lo que
provocó otra explosión que desintegró por completo el avión. No hubo
sobrevivientes.

El atentado iba dirigido, según investigación de las autoridades, al entonces


candidato presidencial César Gaviria, quien ganó las elecciones en 1990. El
político tenía previsto tomar el vuelo, pero por razones de seguridad desistió a
última hora.

Entre los muertos estaban tres estadounidenses, por lo que el gobierno americano
estuvo detrás de los culpables. El único que paga condena por ello es Dandeny
Muñoz Mosquera, alias 'La Quicao, sentenciado a cadena perpetua en los Estados
Unidos.

Las 49 vírgenes que mató en una noche Pablo Escobar

Pocos se atreven a decir que el Patrón mató y desmembró a muchachas que


pasaron la noche con él.

Pablo Escobar era considerado como el marido más tierno, bueno y considerado
que una mujer podría tener. En cada cumpleaños de Tata, su esposa, el capo le
mandaba a traer cantantes de la talla de José Luis Rodríguez, El Puma, para que
le cantara sus baladas al oído. Después de haber mandado matar a Lara Bonilla la
vida de Escobar se consumió entre caletas y escapadas. Cada vez que podía iba
a Nápoles y veía a sus hijos, a su mamá y a la esposa que respetaba como una
catedral.

Las vírgenes entre 14 y 17 años con las que solía hacer sus desenfrenadas orgias
en la casa secreta que tenía en El Poblado. A ellas las conocía gracias a Los
Señuelos, una banda que tenía como única misión reclutar jovencitas para
llevárselas al “Patrón”. A las muchachas les pagaba tres millones de pesos por
acostarse con él y con capos. No eran mujeres cualesquiera: casi todas eran
modelos aspirantes a reinas de belleza o actrices de televisión.

Pinina y Tyson, sus sicarios de confianza, tenían la costumbre de salir con


muchachas de comunas y, después de acostarse con ellas, les pegaban un tiro en
la cabeza. Era mejor una novia muerta que un testigo resentido que podrían
delatarlos a la policía.
Al “Patrón” le gustaban las muchachas de piernas y torsos largos. Una de ellas fue
infiltrada por el Bloque de Búsqueda. Les avisó que estaban en la casa secreta de
El Poblado. La policía llegó de improviso, pero el capo logro escaparse.

Pablo Escobar sabía que había sido una de las muchachas que iban a la casa la
que habló. Como no tenía ganas de escoger, ni de averiguar por la soplona, y
como la guerra con el estado se intensificaba, decidió tomar medidas serias en el
asunto. En la noche del 6 de julio de 1987 fueron encontrados torsos, piernas,
cabezas de 27 muchachas. Un día después aparecieron otras 22. En total fueron
cuarenta y nueve las jóvenes asesinadas, todas las que habían ido alguna vez a
esa casa maldita del Poblado.

6. EL PASO DE PABLO ESCOBAR DENTRO DE LA CARCEL LA


“CATEDRAL”

Tras incontables intentos de negociación y múltiples secuestros y asesinatos


selectivos de jueces y funcionarios públicos, en 1989, el Cartel de Medellín con
Escobar al mando declaró la guerra total contra el Estado. Organizaría y financió
una extensa red de sicarios, fieles a su mando, que asesinó a personalidades
clave para la institucionalidad nacional, como el dirigente liberal Luis Carlos Galán,
y perpetró actos terroristas indiscriminados con el empleo de coches bomba en las
principales ciudades del país que desestabilizaron al mismo, puso a las
autoridades “de rodillas”, y que lo convirtió en el criminal más buscado a
comienzos de los años noventa. Fue el responsable del asesinato de 657 policías
entre 1989 y 1993, y de feroces enfrentamientos contra el Cartel de Cali, los
paramilitares del Magdalena Medio y finalmente Los Pepes.

Pablo Escobar estaba dispuesto a entregarse a las autoridades, pero puso como
condición que la Asamblea Constituyente prohibiera la extradición de colombianos,
a modo de presionar al sistema de justicia para que se cumpliera su petición,
mandó a matar a Enrique Low Murtra, ex ministro de Justicia, el 30 de abril de
1991.

Low estaba a favor de la extradición de colombianos a EE. UU. Por el delito de


narcotráfico. Poco después del crimen, la Asamblea aprobó la no extradición de
connacionales.

Después de la consumación de la Asamblea Nacional Constituyente en 1991, que


le dio a Colombia una nueva constitución y la prohibición de la extradición de
nacionales a Estados Unidos, Escobar decidió someterse a la justicia, el hombre
más buscado del mundo, se entregó a las autoridades el 19 de junio de 1991, en
la Oficina de Instrucción Criminal de Medellín.

El famoso criminal colombiano se entregó a las autoridades colombianas en


compañía de sus colaboradores Carlos Aguilar, alias el Mugre, y Otoniel de Jesús
González, apodado Otto.
Escobar y sus colegas fueron llevados a una prisión conocida como la Catedral,
en el municipio de Envigado, cerca de Medellín. Este sitio fue previamente un
centro de rehabilitación de drogadictos, antes de convertirse en supuestamente
una cárcel de máxima seguridad.

La Catedral no fue sino un gran centro de operaciones de lujo, Escobar mandó a


adecuar esta cárcel, de ocho hectáreas, con cómodas habitaciones, salas de
billar, bar, cancha de fútbol, cuadros y muebles importados e incluso una cascada
natural. Desde allí, el narcotraficante ordenó varios crímenes, en tanto que adentro
celebraba orgías y fiestas para amigos y sicarios

Esta prisión estaba prácticamente a total disposición de Escobar; las armas,


drogas y dinero sucio circulaban sin inconveniente. Incluso la guardia principal
estaba en la nómina del narcotraficante; en tanto que los militares a cargo de la
custodia del sitio le otorgaban beneficios tras ser sobornados.

Escobar estuvo en la Catedral, señalada luego como “CÁRCEL DE MÁXIMA


COMODIDAD” debido a sus lujos, la prensa no tardó mucho en hacerse eco sobre
la vida que llevaba el narcotraficante dentro de esta.

Por lo que el Gobierno colombiano empezó a planear la forma de trasladarlo a una


prisión de verdad. El detonante final fue el asesinato dentro de la prisión de
Fernando Galeano y Gerardo Kiko Moncada, quienes administraban el imperio de
Pablo en el exterior y que habían hecho amago de querer realizar negocios por su
cuenta. Que viviera como un Rey o que entrara y saliera gente por los pasadizos
de la “Catedral” era una obscenidad para Colombia; pero que cometiera
asesinatos en lo que debía ser su celda era ya algo inadmisible incluso para el
país donde nació el realismo mágico.

El 22 de julio de 1992. La huida se emprendió cuando el presidente César Gaviria


ordenó el envío de un fuerte equipo del Ejército al centro penitenciario, para
trasladar a los narcos a una prisión militar.

El viceministro de Justicia, Eduardo Mendoza, y el director de Prisiones, coronel


Hernando Navas Rubio, se movilizaron a Envigado para coordinar el pedido del
primer mandatario. En la cárcel, los internos armaron un motín. Mendoza se
intentó comunicar con la Presidencia para informar de la situación, pero su acción
fue detenida por Popeye, quien lo apuntó en su cabeza con una subametralladora.
A su vez, el sicario ordenó desde una radio desatar el terrorismo en Medellín.

La situación hizo que altos mandos del Ejército y fuerzas especiales se movieran
hacia Envigado para restablecer la seguridad. Escobar, junto con su hermano
Roberto y nueve de sus lugartenientes, aprovecharon el enfrentamiento entre los
guardias y los comandos del Ejército para emprender la fuga.

7. LA MUERTE DE PABLO ESCOBAR.


Tras la fuga se armó una cacería en todo el país para dar con el paradero del
famoso criminal y sus aliados.

Se conformó una unidad especial, el Bloque de Búsqueda, formado por policías,


militares y agentes de la DEA (Departamento antidroga de EE.UU.) para dar con el
escurridizo narcotraficante. El planeta quería capturarlo y el Gobierno ofreció cinco
millones de dólares de recompensa. La sorpresa fue que Medellín, donde seguía
siendo enormemente popular, no parecía interesado en atrapar al Robin Hood
paisa. Al contrario, fueron muchos los que se lanzaron en busca de las otras
recompensas, las del cartel de Escobar, que ofreció 10.000 dólares a todo el que
asesinara a un policía, 33.000 a quién matara al Coronel Martínez, jefe de la
unidad de búsqueda, y 300.000 por cada agente de la DEA muerto. Sin duda, el
capo sabía jugar sus cartas. 65 policías fueron asesinados en su particular guerra
contra el Estado.

Su suerte empezó a cambiar cuando el Bloque de Búsqueda y los Pepes (un


grupo paramilitar financiado principalmente por el Cartel de Cali y con nexos
todavía sin aclarar con la CIA y la DEA) le forzaron a vivir en constante fuga y de
forma clandestina. “Pasamos hambre mientras estábamos rodeados de millones
de dólares”, diría años después Sebastián Marroquín, el hijo mayor del narco. La
persecución a Escobar le obligaba a mudarse prácticamente cada semana de
casa y comprometió gravemente su capacidad de dirigir el imperio de la cocaína
mundial.

Las bombas del narco herido

Las autoridades asesinaron hasta marzo de 1993 a 100 sicarios y 10 jefes


militares del Cartel. Además, los Pepes se valieron de tácticas tan brutales como
las empleadas por los narcos para eliminar a los hombres de Pablo, destrozar sus
laboratorios y haciendas y neutralizar su aparato legal; es decir, quitar la vida a su
abogado, sus contables y sus empleados. Entre todos le estaban asfixiando, y él
contestó con lo único que sabía hacer: echar más terror y muerte al fuego.

Cuando fue rechazada su desesperada oferta para regresar a la cárcel a cambio


de una pequeña pena y la disolución del Bloque de Búsqueda, Pablo Escobar
inició una serie de atentados, con más de 250 bombas explotadas a lo largo del
país a modo de represalia.

"Por aquellos días mi padre hacía referencia constante a Salvatore Totò Riina, de
quién adaptó sus métodos terroristas con coches bomba utilizados para
enfrentarse al Estado italiano a través de asesinatos selectivos”, escribió el hijo de
pablo escobar

Entre estos atentados brilló por su brutalidad el ocurrido el sábado 30 de enero de


1993, cuando un automóvil Renault 9 cargado con 100 kilos de dinamita fue
ubicado a pocas manzanas de la Casa de Nariño, sede Presidencial. La explosión
resultante destruyó algunas tuberías y dejó un cráter de 1.95 metros de ancho por
95 centímetros de profundo.

Después de un año levantando hasta la última piedra de Medellín, el Bloque de


Búsqueda dio con la clave al localizar seis llamadas que Escobar le hizo a su hijo.
Ayudó la avanzada tecnología de rastreo a disposición de esta unidad y, sobre
todo, los descuidos del narco colombiano en las últimas fechas. Con su jefe de
seguridad fuera de juego y únicamente protegido por sicarios rasos, Escobar
prescindió de la brevedad en las conversaciones telefónicas, su principal seguro
de vida en décadas como criminal. La soledad le empujó a llamar de forma
compulsiva a su familia. Echaba de menos a su mujer y a sus hijos y cada vez
cometía más errores.

El día 2 de diciembre de 1993, un día después de haber cumplido 44 años,


Escobar fue arrinconado por las fuerzas armadas en una residencia cercana al
centro comercial Obelisco y también al estadio Atanasio Girardot, en el oeste de la
ciudad. Relata el corresponsal de ABC Sebastián de Aristizábal, que 500 soldados
y policías rodearon la casa y “los soldados procedieron a irrumpir en el lugar en el
que el capo y un guardaespaldas se encontraba”. Su hombre más fiel, Álvaro de
Jesús Agudelo, alias “Limón” recibió a la unidad de asalto con una metralleta y fue
abatido en el interior de la humilde vivienda. Su muerte permitió al narcotraficante
escapar por uno de los tejados de la casa.

Escobar trepo descalzo por la ventana y pasó al tejado de la casa contigua


tratando de huir. Se mantuvo cerca de la pared de otra vivienda, que quedaba a la
derecha de la ventana. Ese muro lo protegió un poco de los agentes en tierra, pero
no de los que le estaban persiguiendo. Escobar llevaba dos pistolas y disparó a
los agentes que se encontraban detrás de él mientras cruzaba el tejado. Esos
hombres y los que estaban en tierra respondieron a los disparos y dieron a
Escobar varias veces, narra el agente de la DEA Steve Murphy. Poniendo fin a la
vida de uno de los más grandes Narcotraficantes.

8. SEGUIDORES DE PABLO ESCOBAR.

Pablo Escobar, el hombre que dividió Colombia

El aprecio que muchos en Medellín aún le guardan a Escobar tiene su origen en


una de sus tradiciones navideñas. En los meses de diciembre, cuando ya
amasaba una fortuna por cuenta del narcotráfico, bajo su fachada de filántropo
ofrecía ayudas de todos los tamaños a los menos favorecidos de la capital de
Antioquia.

El barrio Pablo Escobar

Durante un mes de diciembre, el narco mandó a construir un barrio con más de


200 viviendas para la gente pobre que antes habitaba en Moravia, el gran
basurero de Medellín, el cual no contaba con servicios básicos como agua y
electricidad.

Las casas contaban con servicios, había calles de concreto y hasta un taxi; para
que el jefe de familia trabajara, también proyectó 50 canchas de fútbol y envió
regalos para el arbolito para todos los habitantes de esa región. Lo llamaban el
“Robin Hood Paisa”.

Los habitantes pobres de las frías barriadas de Medellín además recibían todo;
recibían desde comida, carros y hasta becas. Las personas esperaban esos
regalos dados por “El Patrón”; los mismos iban desde televisores además de
cocinas.

Incluso cuando Escobar estuvo recluido en la “Catedral”, tuvo el dinero suficiente


para organizar una Navidad por lo alto con un enorme banquete y música, donde
su madre fue la invitada especial. Justamente comenzando diciembre fue cuando
el capo se privó de este tipo de celebraciones y por ello sentía mucha nostalgia de
estar con sus hijos, al punto que arriesgó todo por verlos.

Pablo Escobar sigue siendo el ídolo del pueblo. Increíblemente muchos


ciudadanos al ver la vida de lujos y excesos que tuvo el capo lo han convertido en
héroe ya que no solo fue un bandido que eludió la autoridad durante décadas, sino
que también con su dinero logró darles felicidad a muchos pobres en Colombia.

DATOS RELEVANTES DE PABLO ESCOBAR.

 Mientras por un lado declaraba la guerra a los carteles y eliminaba a la


competencia como a las figuras políticas que le suponían un problema y
obstaculizaban el camino de su reinado, por el otro regalaba sándwiches a
los mendigos, construía casas para los pobres de Medellín o campos de
fútbol para los niños de bajos recursos, esto dividió la opinión de los
ciudadanos y provoco que una gran parte de los pobladores lo apoyaran a
pesar de sus actos terroristas. Aunque estas acciones aparentemente
“humanas” y alejadas de malicia en realidad eran una cortina de humo
utilizada para ganar influencia e incursionar de forma más sencilla en el
mundo de la política.

 Impuso la «ley de plata o plomo», principalmente dirigida a políticos y


funcionarios públicos, en la cual aceptaba la “plata" (dinero) o les daban
"plomo" (eran asesinados).

 La revista Forbes incluyó al narcotraficante en su lista de los hombres más


ricos del mundo durante siete años seguidos.
 Para 1980, Escobar y su organización criminal suministraban el 80% de la
cocaína en el mundo.

 Se convirtió en el Robin Hood colombiano porque construía casas, canchas


de futbol y escuelas para las comunidades es escasos recursos.

 El narcotraficante también incursionó en el mundo de la política y ganó un


escaño como congresista en 1982.

 Testimonios indican que Escobar prefería tener una tumba en Colombia


que una celda en Estados Unidos.

 Murió el 2 de diciembre de 1993 en Medellín, después de recibir un disparo


en la cabeza. Se ha especulado que Escobar se suicidó.

 La familia del narcotraficante colombiano decidió exhumar sus restos en


2006 para corroborar su identidad.
CONCLUSIONES:

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