Bases de La Comunicación Neuronal - Psicología UNED
Bases de La Comunicación Neuronal - Psicología UNED
Bases de La Comunicación Neuronal - Psicología UNED
En estado de reposo, la membrana neuronal es permeable al K+ y al CI-, mientras que es poco
permeable al Na+ e impermeable a los aniones orgánicos intracelulares (A-).
La principal corriente iónica que se produce en estado de reposo se debe a los iones K+, que son
empujados hacia el exterior por la fuerza de difusión al estar más concentrados en el interior
celular, mientras que la presión electrostática atrae nuevamente hacia dentro a los iones K+, hasta
que se alcanza un estado de equilibrio en el que no hay un flujo neto de iones K+. A lo largo de
este proceso se ha ido creando un desequilibrio en la distribución de cargas eléctricas a ambos
lados de la membrana, acumulándose un exceso de cargas negativas en el interior celular. Esta
diferencia de potencial es el potencial de reposo.
El potencial de acción
La llegada de información procedente de otras neuronas puede producir diferentes cambios en el
potencial de reposo. Si aumenta la diferencia de potencial entre el interior y exterior celular, es
decir, el potencial de membrana se vuelve más negativo, se produce una hiperpolarización. Si por
el contrario, se reduce la diferencia de potencial y el potencial de membrana se vuelve menos
negativo, tiene lugar una despolarización. Para que se dispare un potencial de acción o rápida
inversión del potencial de membrana de forma que éste adopta un valor positivo de unos +50mV,
es necesario que se produzca una des polarización de una determinada magnitud, de forma que
se alcance el umbral de excitación, si esto no ocurre, el potencial de acción no se produce. Por ello
se dice que el potencial de acción sigue la ley del todo o nada.
Los iones Ca2+ pasan al interior celular movilizando las vesículas sinápticas hacia la membrana
presináptica con la que se fusionan, vertiendo su contenido a la hendidura sináptica. Una vez
liberado el neurotransmisor, éste se une a unas proteínas especializadas de la membrana
postsináptica denominadas receptores postsinápticos, produciendo su activación.
La activación de los receptores puede ejercer diversos efectos en la neurona postsináptica, como
producir la apertura de canales iónicos, cambiando la permeabilidad de la membrana postsináptica
a determinados iones.
Las sinapsis químicas pueden clasificarse de distintos modos atendiendo a criterios como la
morfología de las vesículas sinápticas y el tipo de conexiones que se establecen entre las diversas
zonas de las neuronas.
Un caso especial son las sinapsis axoaxónicas en las que se dan los fenómenos de inhibición y
facilitación presináptica, que son dos importantes mecanismos que modulan la actividad neuronal.
Los neurotransmisores que dan lugar a PEPs son excitadores y los que originan los PIPs son
inhibidores.
Un mismo neurotransmisor puede producir PEPs o PIPs dependiendo de los canales iónicos que
abra. Por otro lado, la apertura de los canales iónicos puede hacerse directamente, si el
neurotransmisor se une a receptores con canales acoplados o, indirectamente, si el
neurotransmisor se une a receptores asociados a proteínas G. Los primeros se llaman receptores
ionotrópicos y los segundos metabotrópicos. Éstos últimos requieren la participación de moléculas
mediadoras intracelulares llamadas segundos mensajeros.
En el cono axónico la neurona hace una integración de todas las informaciones recibidas en un
momento dado. Si el balance neto de todas las señales recibidas es una despolarización que
alcanza el umbral de excitación, la neurona disparará un potencial de acción. Por el contrario, si el
balance neto es una hiperpolarización o una despolarización subumbral, no se producirá el disparo
neuronal.
Neurotransmisores y neuromoduladores
Algunos neurotransmisores se unen a receptores ionotrópicos generando potenciales
postsinápticos de forma directa, mientras que otros modulan la transmisión de información
mediante su unión a receptores metabotrópicos, por lo que reciben el nombre de
neuromoduladores.
acetilcolina,
aminas biógenas,
aminoácidos transmisores, y
neuropéptidos.
Las aminas biógenas desempeñan importantes funciones en la regulación de los estados afectivos
y de la actividad mental.
Los aminoácidos transmisores excitadores más importantes son el glutamato y el aspartato, y los
inhibidores son el GABA y la glicina. Estos neurotransmisores se distribuyen por todo el encéfalo y
participan en la gran mayoría de las sinapsis del SNC, donde se unen fundamentalmente a
receptores ionotrópicos. Los neuropéptidos están constituidos por aminoácidos y ejercen funciones
muy variadas en los organismos, actuando principalmente como neuromoduladores en el SNC.
Recientemente se han descubierto otros compuestos de diferente naturaleza (gases, lípidos, ...)
que también ejercen funciones como neuromoduladores.
Los mecanismos de la transmisión sináptica química (síntesis y almacenamiento, liberación,
activación de los receptores postsinápticos e inactivación de neurotransmisores) pueden ser
afectados por diferentes sustancias psicoactivas que modifican la eficacia de la comunicación
química nerviosa, razón por la que algunas de estas sustancias se emplean como agentes
terapeúticos en el tratamiento de los trastornos psicopatológicos y las enfermedades
neurodegenerativas.