Lectura 09
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Fuente 1
El éxodo de Venezuela se disparará
“En los últimos años, el éxodo venezolano ha crecido después de cada intento fallido de celebrar
elecciones libres”.
"A menos que las democracias aumenten su presión sobre Maduro para que permita elecciones libres y no lo
legitimen como vergonzosamente lo hizo el presidente de México el mes pasado, el éxodo venezolano crecerá aún
más, y seguirá exigiendo más recursos económicos en toda la región" (Ilustración: Raúl Rodríguez).
Andrés Oppenheimer
El Comercio. 4-10-2021
Cuando escuché que la dictadura de Nicolás Maduro en Venezuela ya ha producido seis
millones de migrantes y refugiados, el doble de la cantidad de personas que han huido de
Afganistán, mi primera reacción fue pensar que esta cifra ya llegó a su tope.
Sin embargo, me equivoqué: todo indica que aumentará mucho más.
Se estima que el número de refugiados y migrantes venezolanos crecerá en un millón el año que
viene, me dijo el jefe de la oficina de la Organización de Estados Americanos que se ocupa de
los refugiados venezolanos, David Smolansky, en una entrevista.
Si las cosas siguen como ahora, para fines del año que viene habrá siete millones de
venezolanos migrantes, superando el número de refugiados sirios, me dijo Smolansky.
Según cifras de la OEA, en los últimos seis años, han migrado 1,8 millones de venezolanos a
Colombia, 1,1 millones al Perú, 450.000 a Ecuador, 460.000 a Chile, 270.000 a Brasil, 180.000 a
Argentina, 103.000 a México, 230.000 al Caribe y 520.000 a Estados Unidos.
“La dictadura de Maduro ha producido más migrantes y refugiados que el régimen talibán”, me
dijo Smolansky.
Hay tres razones principales por las que es probable que la cantidad de migrantes venezolanos
siga creciendo, dicen los expertos.
En primer lugar, la crisis humanitaria sigue empeorando. Según un nuevo estudio de la
Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, la tasa de pobreza ha aumentado a un
asombroso 94,5% de la población.
El salario mínimo en Venezuela, sumado a un subsidio alimentario obligatorio, es de apenas dos
dólares mensuales. Sí, leyeron bien, dos dólares mensuales.
El 50% de los venezolanos en edad laboral no está trabajando, según el estudio Encuesta
Nacional de Condiciones de Vida 2021. Este se hizo en base a 14.000 entrevistas. En la mayoría
de los casos, la gente renuncia a su trabajo porque les cuesta más caro pagar el transporte
público para ir a trabajar que quedarse en casa.
La hiperinflación ha hecho que la moneda venezolana se haya convertido en un chiste: un dólar
se cotiza en cuatro millones de bolívares. Un viaje en autobús cuesta un millón de bolívares.
Maduro ha permitido una dolarización de facto, mediante la cual los venezolanos que reciben
remesas familiares en dólares del exterior pueden vivir bastante bien, pero son un pequeño
porcentaje de la población.
La segunda razón por la que muchos expertos predicen una nueva ola de refugiados es que muy
probablemente las negociaciones entre el régimen y la oposición no resulten en una apertura
política significativa que pudiera dar esperanzas para el futuro.
En las negociaciones, que están teniendo lugar en México, la oposición está pidiendo
condiciones mínimas para participar en las elecciones locales de noviembre. Pero Maduro se ha
negado a permitir, entre otras cosas, un tribunal electoral independiente y el acceso equitativo de
los candidatos de la oposición a la radio y la televisión.
Un nuevo golpe de desesperanza podría alentar a más venezolanos a irse. En los últimos años,
el éxodo venezolano ha crecido después de cada intento fallido de celebrar elecciones libres.
La tercera razón de un posible aumento de migrantes es que, a medida que los países
latinoamericanos vacunan a más gente contra el COVID-19, relajarán sus restricciones de viajes
en el 2022. Muchos venezolanos podrían aprovechar esa circunstancia para emigrar.
A la luz de todo esto, es hora de que las democracias de todo el mundo se den cuenta de que el
éxodo venezolano no cesará a menos que se ponga fin a su causa: una dictadura brutal que,
según las Naciones Unidas, ha asesinado a más de siete mil manifestantes pacíficos en los
últimos años y cuya corrupción e ineptitud han creado la peor crisis humanitaria de la región en
los últimos tiempos.
A menos que las democracias aumenten su presión sobre Maduro para que permita elecciones
libres y no lo legitimen como vergonzosamente lo hizo el presidente de México el mes pasado, el
éxodo venezolano crecerá aún más, y seguirá exigiendo más recursos económicos en toda la
región.
Fuente 2
SOCIEDAD
Migración trajo al país 3 mil médicos, 21 mil ingenieros y 17 mil docentes
El lado desconocido del éxodo venezolano. El 57% de migrantes en edad de trabajar tienen
estudios superiores. Expertos indican que habrá un efecto positivo a largo plazo y el Estado se
ahorrará en formar profesionales. Hay dificultad para validar títulos.
La República
Por: Jésica León
La población venezolana que ha llegado al Perú es principalmente joven (el 42 % tiene entre 18
y 29 años), proviene de zonas urbanas y cuenta con formación académica. Y el 57% de los que
están en edad de trabajar tiene algún tipo de estudios superiores, y al menos la mitad de ellos
cuenta con una carrera universitaria culminada.
Según el Banco Mundial, los migrantes podrían aportar más de 2.200 millones de soles en
ingresos fiscales netos al Perú en los próximos cinco años, gracias al aumento de la demanda y
el recaudo por impuestos. También pueden incrementar la productividad laboral en 3,2%.
En los últimos cuatro años han ingresado al país 862.950 venezolanos. Los grandes flujos se
dieron en octubre del 2018, cuando vencía el plazo para acogerse al PTP, y julio del 2019, con la
entrada en vigor del pasaporte y visa humanitaria.
Pero los ingresos se redujeron después de julio en un 90%, según la Superintendencia Nacional
de Migraciones.
Y de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INEI), el 37,9% de migrantes tiene
educación universitaria; el 19,2%, superior técnica; el 0,8%, maestría/doctorado; el 31,9%,
educación media y el 10,2%, educación básica, según la encuesta del INEI dirigida a la
población venezolana que reside en el país.
Miles de profesionales
Gracias a este estudio y la información de Migraciones se conoce que llegaron al país 21.912
ingenieros, 17.630 administradores de empresas, 17.380 docentes, 3.147 médicos, 31 mil
técnicos y 18 mil bachilleres.
Una de ellos es Gleudys Nelson (27) quien es médica, pero trabaja desde hace algunos meses
como operadora en un call center del centro de Lima.
Una farmacia en Villa María del Triunfo fue su primer empleo. “En el tiempo que estuve en la
farmacia pasé más consultas que estando en un hospital, muchas personas venían sin ninguna
receta”, señala.
Y cuando viajó al distrito de Cochas, en Áncash, notó que no había centros de salud. Gleudys
asegura estar dispuesta a trabajar como médica en la selva o la sierra, pues ejercer la medicina
es su pasión. Para ello está tramitando sus papeles, y así obtener el registro en el Colegio
Médico del Perú.
Ahora bien, del total de profesionales con estudios superiores, solo el 2,9% ha logrado
homologar su título en el Perú. El 97% restante no ha podido por falta de dinero y
desconocimiento de los trámites.
En este segundo grupo se halla Loredana Hernández (29), psicóloga clínica con especialidad en
niños y adolescentes, quien se encuentra en busca de empleo. "La revalidación de mi título
supera los S/ 3.000 y colegiarme es otro gasto de S/ 1.600, y con un sueldo mínimo de S/ 930 es
casi imposible reunir esos montos", explica.
En el Perú hay un déficit de profesionales en los sectores Salud, Educación e Industria,
principalmente en regiones como Amazonas, Cajamarca, Huancavelica, Loreto y Madre de Dios,
pero cubrir esas plazas con migrantes es muy difícil.
Al respecto, el decano del Colegio Médico, Miguel Palacios Celi, señala que hay dos escenarios:
la falta de médicos especialistas y el flujo de médicos extranjeros.
Sobre lo primero, señala que "no existen vacantes para médicos generales que quieren
convertirse en especialistas. El número de vacantes se mantiene estático por años, alrededor de
2.200 y se presentan más de 7.000 postulantes. El Gobierno no da más plazas para que haya
más especialistas y no da más plazas para contratar a más médicos generales, y encima hay
una mala distribución”.
La otra realidad son los médicos extranjeros. “Ellos tienen que validar su título ante la Sunedu y
luego ser inscritos en el Colegio Médico para colegiarlos. Ellos también tienen los mismos
problemas que los nacionales, no tienen plaza para concursar”, indica.
¿Les quitarán trabajo a los peruanos? Según el economista Jorge González Izquierdo, de la
Universidad Pacífico, depende de cuánto crezca la economía (este año fue de 2,5%). “Si
crecemos poco sí va a haber desplazamiento, pero si la economía crece mínimo 4% al año o
más de 5%, ahí ya no va a haber ese efecto de desplazamiento porque alcanza para todos”.
El economista señala que la migración venezolana tiene tres efectos negativos a corto plazo:
deprime los salarios en los sectores de comercio y servicios; provoca más informalidad laboral,
que en el Perú ya llegaba al 72%; y presiona servicios de salud, educación y seguridad,
empeorando su situación.
En tanto, los efectos positivos son: producen y ganan un ingreso con lo cual contribuyen a
aumentar la producción a corto plazo de la economía y consumo. "(Pero) lo negativo supera a lo
positivo", advierte.
Sin embargo, remarca que los efectos a largo plazo sí son positivos, pues ni el Estado ni las
familias gastarán recursos en formar a médicos, ingenieros y otros profesionales. Por ese
motivo, apuntó que es necesario que el Estado facilite los procesos de regulación.
"Estos profesionales y técnicos que han llegado necesitan tres o cuatro años para regularizar sus
papeles y formalizarse. Una vez que lo hagan, el Perú va a verse beneficiado sin haber recurrido
a ningún costo, con lo cual incrementa el bienestar y el crecimiento potencial de la economía",
refiere.
Nairovys González es docente de profesión (61) con 35 años de experiencia, pero está
desempleada. Tiene una maestría en docencia, pero los colegios donde ha postulado no la
reciben porque no tiene carné de extranjería. Ese es su gran obstáculo. Entró al país como
refugiada y está a la espera de que Relaciones Exteriores la cite para arreglar su estatus
migratorio.
No tener carné de extranjería también ha sido una dificultad para William Alemán, quien es
contador público. Ha trabajado como niñero y vendedor de embutidos en un mercado de
Barranco. Ahora está a la espera de este carné para sacar su colegiatura y ejercer su carrera.
Por ahora trabaja en un call center.
Docentes en regiones
Ante la falta de docentes en provincias, el secretario general del Sutep, Lucio Castro, resalta que
hay lugares donde nadie quiere trabajar como Loreto, Madre de Dios, Amazonas, Áncash. Ahí
faltan maestros. Destaca que siempre que cumplan con la normatividad y convaliden sus títulos
profesionales, los migrantes pueden ayudar a cerrar esta brecha en provincias. “No tenemos
ninguna oposición”.
Sin embargo, señala que para el 2020 ya existe un cuadro de méritos y hay maestros que están
listos para ser contratados. “No tener en cuenta el cuadro de méritos y contratar a venezolanos
sería una ilegalidad”.
Según el Ministerio de Educación, los migrantes pueden postular a la Carrera Pública Magisterial
si validan su título ante la Sunedu.
Claves
Son 10 regiones las que concentran el 97% de la migración venezolana. Lima es la que alberga
la gran mayoría con el 78,2%, seguido por el Callao con el 8,4%.
Según el sexo, entre los venezolanos con profesiones universitarias predominan ingenieros
(30,6%), en el caso de mujeres en su mayoría son educadoras (22,9%).
Fuente 3
Filippo Grandi, máximo responsable de ACNUR, conmemora en Colombia el Día Internacional del Refugiado para
agradecer el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos. IVÁN VALENCIA
El País. 19-6-2021
Santiago Torrado
El mundo ha alcanzado, una vez más, la mayor cifra de personas que tuvieron que huir de sus
hogares, 82,4 millones, más del doble de hace diez años. Después de Siria, el país más afectado
es Venezuela, de donde más de cinco millones de migrantes han salido empujados por la
profunda crisis política, económica y social, de acuerdo con los datos que acaba de presentar la
oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, en su informe
anual.
Filippo Grandi (Milán, 64 años), el máximo responsable de ACNUR, ha mantenido una agitada
semana en Latinoamérica. Desde Panamá participó el miércoles en una conferencia
internacional de donantes para la crisis migratoria. “Uno de cada cuatro niños venezolanos está
separado de uno o sus dos padres. Uno de cada tres va a la cama con hambre. El riesgo para
las mujeres es mayor. Violencia doméstica, acoso sexual y abuso están en aumento”, advirtió
durante el evento.
Después viajó a Colombia, por mucho el principal país de acogida, con 1,7 millones de
venezolanos en su territorio, casi un millón de ellos en situación irregular, donde ya había estado
en febrero para acompañar al presidente Iván Duque cuando lanzó un Estatuto Temporal de
Protección con una vigencia de diez años. Grandi recibe a EL PAÍS el viernes, en vísperas del
Día Mundial de los Refugiados, en una sala del aeropuerto El Dorado de Bogotá, a punto de
partir hacia Barranquilla, donde planeaba constatar sobre el terreno la situación de los migrantes
en esa ciudad caribeña antes de tomar otro avión con rumbo a Ecuador.
Pregunta. ¿Cuáles son las principales tendencias del informe anual que acaba de presentar?
Respuesta. El dato fundamental es que por noveno año consecutivo aumenta esta cifra que
publicamos anualmente, que es la suma total de los desplazados, refugiados y solicitantes de
asilo en el mundo. Es significativo que a pesar del aislamiento –que significa fronteras cerradas,
vuelos bloqueados, viajes difíciles para todos, incluidos refugiados y migrantes–, son tres
millones de personas más. Este aumento asusta. El segundo dato importante es el
desplazamiento predominantemente interno. Creo que por dos razones: el cierre de las fronteras
y conflictos del tipo que desplazan a las personas. Calculamos que, en los dos años
precedentes, un millón de niños nacieron en este tipo de exilio, a causa de guerras, de
persecución. Es terrible.
P. ¿Por qué conmemorar el día mundial del refugiado en Colombia, el principal país receptor de
la diáspora venezolana?
R. Fue una decisión tomada el 8 de febrero con el presidente Duque [el día en que Colombia
anunció el Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos, ETPMV]. Fue mi
manera de reconocer este gesto, complejo, difícil de implementar. Era importante hacerlo, pues
no hay muchos países en el mundo que acojan 1,7 millones de personas de un país vecino, que
tengan el coraje de tomar una decisión que abre la vía a la inclusión, al acceso a la educación, al
empleo, a la salud, tan importante hoy con la pandemia. La inclusión es la forma moderna de
protección. Tenemos un concepto un poco legal de la protección, que es importante, pero la
medida más eficaz para asegurar la protección de las personas en movimiento es incluirlos.
Ecuador está siguiendo el ejemplo, también Perú y otros países.
P. ¿Le preocupa que algún tipo de deriva o de cambio de política migratoria con el cambio de
gobierno en Perú?
R. Las políticas migratorias de los países dependen también de la orientación política, pero lo
que yo he observado personalmente en esta región –en la que hemos visto muchos cambios en
Ecuador, Argentina, Brasil– es que a pesar de la orientación política hay una coherencia
humanitaria y solidaridad, que creo que no va a cambiar. Después de eso hay detalles técnicos
importantes, ¿estatuto de protección o no? Vamos a discutirlo con los países, pero hay un
enfoque humanitario y solidario muy fuerte, más fuerte que en otras regiones.
P. ¿Cómo valora la gestión que está haciendo Latinoamérica del éxodo venezolano?
R. Es el éxodo más grande que ha visto esta región en la época moderna. Casi seis millones que
dejaron el país, y casi cinco en 17 países de la región. Es enorme. No es más grande
numéricamente que la crisis siria, pero como extensión geográfica es más grande. Hay
venezolanos que han caminado hasta Chile o Argentina, es impresionante. La Organización
Internacional para las Migraciones y ACNUR hemos dicho a los países que es importante
desarrollar un enfoque regional.
P. Esta semana hubo una conferencia internacional de donantes, auspiciada por Canadá. ¿La
crisis de la migración venezolana está recibiendo la atención internacional que merece?
R. Antes no, durante muchos años fue una situación no muy conocida y no muy apoyada. Para
los países de acogida era difícil captar la atención de los grandes países donantes, de las
instituciones financieras. Ahora, la situación es mejor. La decisión del presidente Duque fue
también importante para captar esa atención. La conferencia fue un éxito, casi mil millones de
dólares en donaciones [subsidios] y 600 en préstamos en un año difícil para la economía
mundial. Es el efecto del estatuto de protección temporal. Esperamos que vaya a continuar.
P. ¿Qué deben hacer las sociedades latinoamericanas para crear una narrativa migratoria de
acogida que se contraponga al discurso xenófobo?
R. Una vez más, esta iniciativa colombiana es importante. Porque si funciona aquí, va a ser un
ejemplo positivo, constructivo. La xenofobia existe en todos los países. Hay también en todos los
países, empezando por el mío, Italia, una manipulación política de eso. Es una forma de
irresponsabilidad terrible, porque no resuelve el problema migratorio, complica las soluciones y
crea una situación de odio y división. ¿Por qué estoy aquí? La decisión del estatuto de
protección temporal va en la dirección contraria, es una decisión valiente.
Fuente 4
UNO
Las imágenes que muestra la televisión internacional, aunque parezca inocente, es
estremecedora y cruel al mismo tiempo.
Cuatro niños venezolanos, en una calle en las afueras de Caracas y muy cerca de un basural, se
entretienen jugando a las cartas. En medio de ese singular ruedo hay un cerro de billetes
bolivarianos con los que esos infantes hacen sus apuestas. Son billetes con muchos ceros a la
izquierda, pero que en realidad no valen absolutamente nada porque la hiperinflación en aquel
desgraciado país ha volatilizado el valor del dinero. Es un dinero inútil que ha perdido su
verdadera cuantía por las pésimas medidas económicas que ese grupo de ineptos de la
“robolución” del siglo XXI adoptaron desde que en 1999 asumiera el mando de aquel país el
comandante-dictador Hugo Chávez.
“Nacionalícese”, “Nacionalícese” era la palabra favorita de Chávez y todos sus corifeos. Y así, a
golpe de aplausos interesados y con discursos callejeros en donde aparecía a cada rato las
frases “por el pueblo”, “para el pueblo”, “a favor del pueblo, “el pueblo lo pide” y otros sonsonetes
empezó todo un programa de nacionalizaciones con la promesa de que en adelante el pueblo
sería el que defina los destinos de esa nación que no debería ser millonaria, sino billonaria, por
sus ingentes riquezas que, literalmente, es un país que nada sobre petróleo.
Solo necesitaron menos de veinte años para arruinar a su país, convirtiendo aquella ilusión de
Paraíso en un auténtico infierno. Hoy más de cinco millones de venezolanos han huido de su
patria. Dejaron atrás a sus padres, a su familia, a sus amigos; dejaron casa, costumbres,
idiosincrasia, han huido del hambre, de la violencia, de la pobreza. Están abandonando su patria
y caminan sin rumbo por muchos países sudamericanos y por el mundo entero en busca de la
libertad coactada en su tierra.
DOS
Y como en todo lugar hay gente buena y mala, imbéciles y xenófobos, o xenófobos e imbéciles,
estos parias venezolanos con suerte llegan a tierras ajenas y lejanas y encuentran un trabajo con
el que se mantienen ellos y con el que ayudan a sus familiares que se quedaron en su nación
distante. Pero a algunos la tragedia los persigue insidiosamente: es el caso de estos
venezolanos que luego de caminar miles de kilómetros por Colombia. Ecuador, Perú y Bolivia
llegaron al norte de Chile.
Y como si ser un desterrado no fuera suficiente, allí fueron vilmente atacados por una turba
salvaje, retrógrada y rencorosa que no solo se conformaron con apalearlos delante de muchos
niños, sino que la emprendieron con sus pocas pertenencias (frazadas, documentos, carpas,
ropa) prendiéndolo fuego y cebándose con esa pira inhumana mientras estos migrantes forzados
se quedaban solo con lo que estaban puesto.
Ese es el destino incierto que les depara a nuestros hermanos de Venezuela luego de que sus
gobiernos insensatos la emprendieron con la cantaleta de nacionalizar para que el “pueblo” sea
el dueño de las riquezas que guarda en su amplio territorio.
TRES
Hace como diez años, cuando aún estaba vivo el tirano e inefable Hugo Chávez, adicto al
espectáculo y a la ceremonia insulsa, decidió exhumar los despojos del libertador porque dizque
quería enseñar a los venezolanos los restos de Bolívar; pero, vaya paradoja, en realidad lo que
logró era mostrar a Bolívar los restos de Venezuela.
Todo esto viene a cuenta a propósito de la incertidumbre que por estos días vive nuestro país.
Un gobierno sin norte proponiendo fórmulas que, a los ojos de cualquier ciudadano con un
poquitito de sesera, puede comprobar que ha fracaso en todo lugar en donde se ha aplicado.
Las pocas señales que está dando este gobierno apunta a ese probable futuro: querer controlar
a la prensa, intentos de nacionalizar el gas de Camisea, una supuesta segunda reforma agraria,
recolección de firmas para una asamblea constituyente (pretexto perfecto para apoderarse del
país sin rendir cuentas a nadie y eternizarse en el poder) son los peligrosos indicios que, de no
recapacitar, podemos acercarnos al destino de los venezolanos.
Esas señales son el camino que podemos seguir si no defendemos a la democracia con todas
las armas legales y constitucionales. La democracia, acorralada hoy por gente infame y sin
memoria, algunos de ellos, incluso, ligados a grupos de fachada que creó Sendero Luminoso, la
brutal organización terrorista que bañó al país con la sangre de tantos peruanos, casi todos ellos
muy humildes y pobres, a los cuales decía defender.
Esas imágenes de venezolanos sin destino, son imágenes que a futuro nosotros podríamos
vivirlo. Que los apus y todos los dioses nos protejan.
ORTOGRAFÍA DE LAS MAYÚSCULAS
Las mayúsculas se tildan sin excepción
Casos
1. Nombres propios Nombre individualizado
Kiara Cornejo Zavala
Huallaga
Arlindo
Covid-19
4. Nombre de ciencias
Biología
Química
Física
6. Fechas cívicas
Navidad
Fiestas Patrias
Semana Santa
Sábado de Gloria
Carnavales
Día de la Madre
Día de la Medicina Peruana
Domingo de Ramos
Viernes Santo
Día del Maestro
Año Nuevo
7. Números romanos
IX 9 siglo XXI
XXXIX 39
L 50
LXXIX 79
8. Nombres de instituciones
Universidad de Huánuco
Poder Judicial
Congreso de la República el Congreso
Ministerio de Educación ministro de educación
Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social Midis
Colegio de Alto Rendimiento COAR
El congreso de los ratones
10. Siglas
UDH
PUCP Hasta 4
Sunat De 5 a más
Reniec
Indecopi
Unheval
Gorehco
Midis 5 letras MIDIS normal/correcto
12. Topónimos
Huánuco
La Habana
La Esperanza
Amarilis
Huancachupa