Para Subir 2
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Aprender a conocer es dominar los instrumentos del saber. Por un lado, para descubrir
y comprender el mundo que nos rodea y al que pertenecemos; por otro, para adquirir el
placer por el conocimiento. De esta manera, hemos de procurar despertar el interés del
alumno, transmitirle ese placer que hay oculto en el aprendizaje. Esto le motivará a
investigar, a ahondar en los contenidos y sembrará este primer pilar de la educación.
Mejora la cultura general sin desterrar la especialización. De hecho son las dos caras
de una misma moneda. La cultura general enriquece la especialización en un área
concreta, pues las mejores ideas surgen de la interacción con un entorno rico. Del
mismo modo, favorece la colaboración entre asignaturas o materias.
Así, aprender a conocer es aprender a aprender. Significa dominar los instrumentos del
saber, organizar las estrategias necesarias para adquirir nuevos conocimientos o
ampliar los que ya se tienen. Este primer pilar de la educación permite a la persona
aprender a lo largo de toda su vida, en contextos formales e informales.
2. Aprender a hacer
Una vez que los alumnos han adquirido los conocimientos, es importante darles
utilidad: aprender a hacer. Asimismo, resulta indispensable adaptar la enseñanza a las
demandas de la sociedad y del mercado laboral. Durante la revolución industrial, se
necesitaba cualificar a trabajadores que realizaran tareas monótonas y repetitivas,
como apretar tornillos. Ahora, el panorama ha cambiado radicalmente; esas tareas las
realizan máquinas y el mercado laboral necesita trabajadores que diseñen, construyan
y mantengan esos robots.