TGS. Conceptos y Aplicaciones. C.A Ossa O
TGS. Conceptos y Aplicaciones. C.A Ossa O
TGS. Conceptos y Aplicaciones. C.A Ossa O
(Pereira,
Risaralda,Colombia, 1943). Ingeniero
Industrial de la Universidad Tecnológica
de Pereira, postgrado en “Ingenieur Civil
en Gestion Industrielle” de la Universidad
Católica de Lovaina. Profesor titular
(pensionado) adscrito a la Facultad de
Ciencias Ambientales de la Universidad
Tecnológica de Pereira, Ex - profesor de la
Universidad de los Andes (U.L.A.) de
Mérida, Venezuela adscrito a la Facultad
de Ingeniería, Escuela de Ing. de Sistemas.
[email protected]
Carlos Alberto Ossa O.
3
Teoría General de Sistemas
Conceptos y aplicaciones
584 p.: il
(Colección Textos académicos).
ISBN 978-958-722-228-9
620.7 CDD23
Coordinador editorial:
Luis Miguel Vargas Valencia
[email protected]
Tel: 3137381
Edificio 9, Biblioteca Central “Jorge Roa Martínez” 9/N1/110
Cra. 27 Nº 10-02 Los Álamos
Pereira, Colombia
www.utp.edu.co
Montaje y producción:
Carlos Alberto Ossa O.
Recursos Informáticos y Educativos
Universidad Tecnológica de Pereira
Ilustración Cubierta:
Recursos Informaticos y Educativos y José Camilo Ríos Gaviria
Impresión y acabados:
Publiprint S.A.S.
a Salvador y Chava:
Vida y principios.
5
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
6
Carlos Alberto Ossa O.
Tabla de contenido
Prefacio 15
CAPÍTULO 1
CONCEPTO DE CIENCIA
1.0 La Teoría General de Sistemas 19
1.1 Hablemos de ciencia 21
1.1.1 Formas de conocimiento 22
1.1.2 Objeto y objetividad 25
1.1.3 Método 30
1.1.3.1 Inducción. Deducción 33
1.1.3.2 El silogismo 34
1.1.3.3 La experimentación 36
1.2 Pensamiento lineal y sistémico 42
1.3 Ciencia privada. Ciencia pública 45
1.4. Resumen 49
CAPÍTULO 2
LA CIENCIA COMO SISTEMA FORMAL
2.0 El concepto de formalización 51
2.1 La formalización de la matemática 51
2.1.1 Depuración del lenguaje matemático 55
2.2 La formalización en la ciencia 55
2.2.1 Ejemplo en biología: leyes de la herencia 62
2.2.2 Ejemplos en las ciencias humanas 67
2.3 Una clasificación de las ciencias 69
2.4 ¿Qué entendemos, entonces, por ciencia? 74
2.4.1 La ciencia en K. Popper 74
2.4.2 Los conceptos de T. Kuhn 79
2.4.3 P. K. Feyerabend y el método 80
2.5 Consideraciones finales 82
2.6 Resumen 83
7
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
CAPÍTULO 3
LA TEORÍA GENERAL DE SISTEMAS
3.0 Aislamiento. Reduccionismo 85
3.0.1 El concepto de modelo 89
3.1 Mecanicismo 90
3.2 Holismo 95
3.3 El enfoque de sistemas 99
3.4 El concepto de sistema 105
3.5 Isomorfismo 110
3.6 Tipos de sistemas 111
3.7 Patrón, estructura y proceso 114
3.8 Ciencia, tecnología, filosofía de sistemas 116
3.9 Resumen 118
CAPÍTULO 4
LEYES DE LOS SISTEMAS
4.0 El concepto de ley 121
4.1 Leyes sistémicas 124
4.1.1. Equifinalidad 124
4.1.2 Centralización (integración) 125
4.1.3 Descentralización (mecanización) 125
4.1.4 Mecanización-centralización 126
4.1.5 Entropía mínima 126
4.1.6 Variedad obligada 127
4.1.7 Emergencia sistémica 130
4.1.8 Jerarquización 132
4.1.9 Acoplamiento 133
4.1.10 Totalidad 134
4.2 Complejidad y reductibilidad sistémica 136
4.3 Sistema retroalimentado 143
4.4 Resumen 148
8
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 5
FORMALIZACIÓN DE LA TEORÍA
GENERAL DE SISTEMAS
5.0 Formalización y clasificación 149
5.1 Clasificación de los sistemas 150
5.1.1 Clasificación de los sistemas: Keneth Boulding 150
5.1.2 Russell L. Ackoff: clasificación según el comportamiento 154
5.1.2.1 Clasificación de acuerdo al comportamiento del sistema 155
5.1.2.2 Clasificación organizacional 158
5.1.3 Clasificación de P. B. Checkland 161
5.2 Las leyes numéricas 166
5.3 Hipótesis de la T.G.S 172
5.3.1 La propuesta de L. V. Bertalanffy 173
5.3.2 La propuesta de O. Lange 177
5.3.3 Jerarquización, casi-descomponibilidad 181
5.4 Resumen 184
CAPÍTULO 6
MATEMÁTICAS DE LA T.G.S.
6.0 Nuevos conceptos, nuevas matemáticas 187
6.1 Termodinámica irreversible 188
6.1.1 Estructuras disipativas 197
6.1.2 Entropía y teoría cuántica 199
6.1.3 Información y entropía 201
6.2 Teoría de conjuntos difusos 206
6.3 Hacia una lógica sistémica 212
6.4 Resumen 215
CAPÍTULO 7.
TEORÍA DE LA COMPLEJIDAD INICIOS
7.0 Ideas generales 217
7.1 Teoría del caos 224
7.2 Teoría de fractales 234
7.3 Teoría de catástrofes. 238
7.4 La mecánica cuántica 245
7.5 Resumen 251
9
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
CAPÍTULO 8
TEORÍA DE LA COMPLEJIDAD
NUEVAS PERSPECTIVAS
8.0 Las nuevas teorías 255
8.1 Teoría de la “Multitud-antimultitud” 257
8.2 Autómatas celulares 261
8.3 Teoría de Grafos 264
8.3.1 La ley 1/fn 269
8.3.2 Las ideas de Kauffman 273
8.3.3 Mundos pequeños (Small Worlds) 279
8.4. Características básicas de los sistemas complejos 282
8.5. Complejidad y sistemas sociales. Administración 284
8.5.1 Organizaciones 289
8.6 Resumen 296
CAPÍTULO 9
METODOLOGÍAS. TIPOS DE INVESTIGACIÓN
9.0 Metodología, método, técnica 299
9.1 Tipos de investigación 303
9.2 Principios básicos de una metodología sistémica 306
9.3 Características generales de los cuatro tipos de metodologías
según Jackson 308
9.3.1 Metodologías funcionalistas 310
9.3.2 Metodologías interpretativas 311
9.3.3 Metodologías emancipadoras 313
9.3.4 Metodologías postmodernas 314
9.4 Las ideas de C. W. Churchman 316
9.4.1 Los objetivos del sistema 318
9.4.2 Medidas de actuación 319
9.4.3 Ambiente del sistema 319
9.4.4 Los recursos del sistema 320
9.4.5 Los subsistemas 321
9.4.6 La administración del sistema 323
9.5 A guisa de ejemplo 324
9.6 El proyecto metodológico 326
9.7 Resumen 328
10
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 10
METODOLOGÍAS DURAS
10.0 Tres metodologías funcionalistas 331
10.1 La programación lineal 331
10.2 La metodología de G.M. Jenkins 337
10.2.1 Las fases de la metodología 338
10.2.2 Análisis del sistema 340
10.2.3 Diseño del sistema (síntesis) 343
10.2.4 Realización 344
10.2.5 Operación 345
10.3 La Dinámica de Sistemas de J.W. Forrester 346
10.3.1 Causalidad 347
10.3.2 Lazo de retroalimentación 349
10.3.3 Niveles 351
10.3.4 Flujos 352
10.3.4.1 Variables auxiliares. Parámetros 353
10.3.5 Flujos, niveles y lazos de retroalimentación 354
10.3.6 Ecuaciones matemáticas 356
10.4 Resumen 361
CAPÍTULO 11
METODOLOGÍAS BLANDAS.
LA METODOLOGÍA DE P. B. CHECKLAND
11.0 Antecedentes de la metodología 363
11.1. El "qué" y el "cómo" 363
11.1.1 Generalidades 364
11.1.2 Fundamentos 365
11.1.3 El proceso metodológico 370
11.1.4 La corriente de la investigación basada en la lógica 374
11.1.4.1 Tareas primarias 374
11.1.4.2. Definición raíz 375
11.1.4.3 Modelo conceptual 379
11.1.4.4 Comparación 379
11.1.5 La corriente de investigación basada en la cultura 380
11.1.5.1 Dibujo enriquecido 381
11.1.5.2 Análisis de la intervención (roles) 382
11.1.5.3. Análisis del ”Sistema Social” 384
11
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
CAPÍTULO 12
METODOLOGÍAS BLANDAS.
DINÁMICA DE SISTEMAS BLANDOS
12.0 La Dinámica de Sistemas Blandos 395
12.1 Retroalimentación. Demoras Arquetipos sistémicos 397
12.1.1 Límites del crecimiento 403
12.1.2 Desplazamiento de la carga 406
12.1.3 Erosión de metas 409
12.1.4 Soluciones contraproducentes 411
12.1.5 Escalada 413
12.1.6 Éxito para quien tiene éxito 415
12.1.7 Tragedia del terreno común 416
12.1.8 Crecimiento y subinversión 418
12.2 Resumen 420
CAPÍTULO 13
¿ENFOQUE ANALÍTICO?
¿ENFOQUE SISTÉMICO?
13.0 Diferencias entre las Ciencias Naturales y las Humanas 421
13.1. Bosque industrial 423
13.2 Resumen 435
CAPÍTULO 14
CRÍTICAS A LA TEORÍA DE SISTEMAS
14.0 ¿Son necesarias las críticas? 437
14.1 Las críticas de D.C. Phillips 437
14.1.1 Críticas a la filosofía de sistemas 438
14.1.1.1 Todos y partes 438
14.1.1.2 Jerarquización 439
12
Carlos Alberto Ossa O.
APÉNDICE CAPÍTULO 1
A.1.1 Empirismo y racionalismo 457
A.1.2 Kant. Revolución copernicana del conocimiento 459
A.1.3 El experimento de Torricelli 461
A.1.4 Tipos de razonamiento 465
A.1.5 Experimentos mentales 468
A.1.6 El principio de causalidad 469
APÉNDICE CAPÍTULO 2
A.2.1 Sistema axiomático de Peano 473
A.2.2 Euclides, Riemann y Lobachevski 474
APÉNDICE CAPÍTULO 3
A.3.1 No direccionalidad del tiempo en Newton 479
A.3.2 Análisis matemático de la ley de los graves de Aristóteles 480
A.3.3 Otro ejemplo de isomorfismo 482
APÉNDICE CAPÍTULO 4
A.4.1 Colisión entre dos esferas 485
A.4.2 Deducción de la ley de la caída libre 486
A.4.3 Termostato 487
A.4.4 Taxonomía. Sistema de Linneo 488
A.4.5 Diagramas de proceso 490
13
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
APÉNDICE CAPÍTULO 5
A.5.1 Diversos tipos de sistemas (Ackoff) 493
A.5.2 Leyes sistémicas y Ecuaciones diferenciales 495
A.5.2.1 Totalidad 497
A.5.2.2 Segregación (mecanización) progresiva. 497
A.5.2.3 Centralización 498
A.5.2.4 Jerarquización 499
A.5.2.5 Sistema cerrado, abierto, autoorganización, equifinalidad 500
A.5.3 La propuesta de O. Lange 501
APÉNDICE CAPÍTULO 6
A.6.1 Tipos de energía y sus transformaciones 505
A.6.2 Ley de Fourier: propagación del calor 508
A.6.3 Termodinámica reversible 510
A.6.4 El ciclo de Carnot 511
A.6.5 Entropía e irreversibilidad 514
A.6.6 Cálculo del máximo valor de la entropía 516
A.6.7 ¿El mundo es ordenado o desordenado? 517
A.6.8. Algunas ideas adicionales sobre conjuntos difusos 520
APÉNDICE CAPÍTULO 7
A.7.1 Complementos a la Teoría del caos 525
A.7.2 Sissa, Fibonacci y el crecimiento exponencial 527
A.7.3 Ecuación poblacional renormalizada 533
A.7.4 Dimensión fractal 534
A.7.5 ¿Onda? ¿Partícula? 538
A.7.6 Small Worlds 542
Bibliografía 549
Índice 561
14
Carlos Alberto Ossa O.
Prefacio
(Edición revisada)
Este libro tiene su génesis en uno anterior de título “Teoría General de Sistemas.
Fundamentos”. La estructura original se ha conservado, aunque se ha aumen-
tado el número de capítulos y se ha adicionado un apéndice con la intención
de profundizar algunos temas más allá del objetivo fundamental.
En el año 2009 se inicia un doctorado conjunto en Ciencias Ambientales entre
las Universidades del Cauca, Valle y la Tecnológica de Pereira. He tenido el
honor de formar parte del grupo de docentes en el módulo de "Teoría Gene-
ral de Sistemas". Esta oportunidad me abrió un nuevo panorama al conocer
profesores de la talla de Apolinar Figueroa C., Gabriel Conde A., Jairo Roldán
Ch., Enrique Peña S., los cuales aportaron nuevas inquietudes a mi formación
académica.
Este es un libro texto y no pretende otra cosa. Está dirigido especialmente a
los estudiantes que deban cursar, en su currículo tanto de pregrado como de
postgrado, temas relacionados con la Teoría General de Sistemas (abreviaremos
T.G.S.). Trata de estar al tanto de los últimos desarrollos en el campo, aunque
no es una visión exhaustiva del mismo. Con respecto a su predecesor, se amplió
sensiblemente el tema de la “Teoría de la Complejidad”. Se han añadido nuevos
ejemplos, especialmente de campos diferentes a los de la física.
El texto consta de catorce capítulos. El primero está relacionado con una dis-
cusión inicial sobre el concepto de ciencia.
El segundo capítulo se inicia con la formalización del conocimiento científico
a partir de la formalización de la matemática. Incluye, además, discusiones
filosóficas sobre el tema de la ciencia desde las perspectivas de Popper, Kuhn
y Feyerabend.
El tercer capítulo se relaciona con el enfoque de sistemas. En él se establece un
paralelo de este enfoque con el pensamiento clásico de la ciencia, enfatizando
que no se trata de una oposición sino de un complemento que nos permite
conocer el mundo que nos rodea de una manera diferente.
El cuarto capítulo gira en torno al concepto de ley y de las leyes de los sistemas.
Se introduce someramente el tema de la complejidad, el cual será discutido en
los capítulos séptimo y octavo. Termina con una diferenciación entre los siste-
mas de retroalimentación utilizados en la cibernética, y los sistemas abiertos.
15
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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CAPÍTULO 1
CONCEPTO DE CIENCIA
l
mg
d2 a / dt2 + ga / l = 0 (1-1)
19
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
T = 2r l / g (1-2)
20
Carlos Alberto Ossa O.
1. Por energía entenderemos la capacidad para realizar trabajo. Trabajo es, por de-
finición, fuerza × distancia.
21
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
22
Carlos Alberto Ossa O.
23
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
4. Nótese que para el caso del péndulo no existen dudas de las partes a analizar.
24
Carlos Alberto Ossa O.
5. Obviamente hay muchos “objetos” que aparecen ante nuestra conciencia pero no
necesariamente son “objetos de conocimiento”, por ejemplo los recuerdos, los deseos,
las fantasías, etc. Por eso, la definición que damos aquí la restringimos exclusivamen-
te al problema del conocimiento y, puntualmente, al del conocimiento científico.
25
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
• Objetos que tienen existencia real: son aquellos que están sometidos a las
condiciones de espacio y tiempo y por ello mismo se encuentran regidos
por el principio de causalidad (todo suceso se origina por una causa, ori-
gen o principio). Son los objetos y fenómenos físicos referidos al mundo
natural. El péndulo es un buen ejemplo. Otro más sutil es la información.
• Objetos ideales: son llamados así porque no están sometidos a las condicio-
nes espacio temporales. A esta clase pertenecen los objetos matemáticos
y los de la lógica7.
• Objetos cuya naturaleza tiene que ver con la actividad humana: son los
objetos sociales, culturales y morales. Por ejemplo, la gente que conforma
la familia, los sistemas de leyes y reglamentos, la economía, la psicología,
el arte etc.
26
Carlos Alberto Ossa O.
27
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
28
Carlos Alberto Ossa O.
Una de las causas por las cuales no hay separación tajante sujeto-objeto se basa
en la manera que tienen los hombres de conocer, es decir, en sus facultades cog-
nitivas: éstas tienen límites. Así por ejemplo, la naturaleza de nuestros sentidos
no nos permite observar todo lo que existe; de ahí que, en primera instancia, el
fenómeno no se nos aparezca tal como él es. Nuestro conocimiento estará con-
dicionado por dichos límites y, naturalmente, las conclusiones que se puedan
obtener también lo estarán. Una segunda razón son las limitaciones culturales
tales como los conocimientos adquiridos, los prejuicios y el mismo idioma.
Una tercera razón para que no exista tal separación es la de las limitaciones
tecnológicas. Los problemas que se presentan para conocer adecuadamente
los fenómenos son en muchas ocasiones producto de la falta de tecnología
avanzada. Tal es el caso del conocimiento del universo el cual se amplió sen-
siblemente con el descubrimiento y perfeccionamiento del telescopio.
De lo anterior debemos concluir, primero, que no es posible una separación
entre el sujeto y el objeto tal que se pueda conocer éste último en su totalidad.
Segundo, como necesariamente el sujeto se encuentra involucrado con el objeto,
la noción de “objetividad” debe cambiar. Dicho de otra manera: si no es posible
obtener un conocimiento total y seguro del objeto ¿qué podría caracterizar a
un conocimiento como científico? No hay que renunciar a la opción de ob-
jetividad; lo que debemos cambiar es nuestra idea de ella. Dijimos más atrás
que la objetividad era una actitud que el sujeto asume frente a los fenómenos.
Hoy nos vemos obligados a aceptar que una actitud totalmente objetiva no es
posible. Lo que sí es posible son las aproximaciones a los fenómenos9. Estamos
en capacidad de corregir y ampliar nuestros propios conocimientos acerca del
9. Esto nos lleva al tema de la forma en que representamos la realidad: los modelos.
El perfeccionamiento del modelo es el que permite incrementar el conocimiento del
fenómeno en estudio.
29
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
1.1.3 Método
La noción de método es otro de los criterios que pueden orientar una definición
de ciencia10. Hay muchos métodos pero no todos conducen a un conocimiento
científico. No es inútil decir que la cuestión del método para obtener cono-
cimiento objetivo no ha sido la misma en las distintas etapas históricas. La
concepción de lo que él debe ser en la investigación ha cambiado de acuerdo
con las diferentes concepciones sobre el universo y de las limitaciones que tales
concepciones han mostrado.
10. El concepto de método se considerará de nuevo en el capítulo 9.
30
Carlos Alberto Ossa O.
• A precede en el tiempo a B.
• Que siempre que suceda A sucede B.
• Y que A y B estén próximos en el tiempo y en el espacio.
Es importante aclarar que Aristóteles distinguía cuatro tipos de causas. Usare-
mos como ejemplo una estatua de Sócrates hecha en mármol. La causa material
(aquello de lo que está hecho algo: el mármol), la causa formal (aquello que un
objeto es: el filósofo Sócrates), la causa eficiente (aquello que ha producido ese
algo: el escultor) y la causa final (aquello para lo que existe ese algo, a lo cual
tiende o puede llegar a ser: el motivo de su existencia: por ejemplo, rendirle
tributo al filósofo). Como veremos luego, el énfasis en algunos de estos tipos
de causas ha generado diversos enfoques en el estudio de la naturaleza.
31
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
11. Para ampliar el tema del experimento de Torricelli ver el APÉNDICE literal A.1.3.
32
Carlos Alberto Ossa O.
33
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
1.1.3.2 El silogismo
Un excelente ejemplo de deducción es el silogismo. Un silogismo está com-
puesto por dos premisas (proposiciones) y una conclusión. Un silogismo
clásico es el siguiente:
Premisa 1: Si todos los hombres son mortales.
Premisa 2: y si todos los Europeos son hombres.
Conclusión: entonces todos los Europeos son mortales.
34
Carlos Alberto Ossa O.
“Razonablemente” significa aquí, una alta probabilidad a favor del hecho. Por
otra parte la verdad de estas premisas no implica la verdad de la conclusión.
Pero estos razonamientos son inductivos. La única forma de eliminarlos es
con el uso del condicional si y el cuantificador todos.
Muchas de las inferencias que hacemos en la vida diaria son de tipo inductivo.
Muy a menudo, no necesitamos evidencias deductivas. Nos contentamos con
aceptar la conclusión como “bien fundada”, como “más probable”. En este tipo
35
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
1.1.3.3 La experimentación
Con lo expresado hasta ahora, existen áreas del conocimiento o del pensamiento
humano que podrían considerarse como científicas. La misma filosofía utiliza
procesos de razonamiento rigurosos, establece hipótesis, y obtiene conclusiones
36
Carlos Alberto Ossa O.
13. Esta aseveración es moderna. Hasta hace relativamente poco se discutía si la fi-
losofía era una parte de la ciencia.
14. Consideramos La lógica y la matemática como herramientas fundamentales que
permiten, en muchos casos, la expresión de teorías de forma concisa y precisa.
37
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Galileo indicó que si se tiene una piedra más pesada que otra, la primera, según
Aristóteles, llegará primero al suelo que la segunda, si ambas se sueltan desde
la misma altura. Ahora bien. Unamos ambas piedras mediante un pequeño
hilo. Según Aristóteles, esta nueva piedra, más pesada, debe caer en un tiempo
menor que cualquiera de las otras dos. Pero si lo pensamos bien, la piedra más
pequeña, deberá frenar la caída de las más grande (ya que tarda más en caer);
por otra parte la más grande forzará a la más pequeña a recorrer el espacio en
menor tiempo. Esto implica que la “nueva piedra” deberá tener un tiempo de
caída intermedio entre el tiempo más rápido de la más pesada y el más lento
de la más pequeña. La única forma de resolver esta contradicción es aceptar
que en todos los casos el tiempo de caída es el mismo15.
Realizar experimentos con el péndulo de Galileo nos parece fácil de imaginar:
cambiar la longitud de la cuerda, usar pesos diferentes, variar el ángulo inicial…
¿Y qué podemos decir con respecto a un experimento con un grupo familiar?
¿Cómo se puede experimentar en las ciencias humanas?
38
Carlos Alberto Ossa O.
39
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
40
Carlos Alberto Ossa O.
para deducir de allí, conclusiones generales con respecto a las relaciones entre
variables del fenómeno estudiado.
Jared va más allá (2011, p. 480-). ¿Cómo extraer principios generales del estu-
dio de la historia? Sin duda obtener estos principios a partir de observaciones
y experimentos en las ciencias físicas es mucho más sencillo. Pero no le va
mejor a otras ciencias reconocidas como tales: la astronomía, la climatología,
la ecología, la biología evolutiva, la geología y la paleontología. Nuestro autor
denomina “ciencias históricas” a aquellos conocimientos en los cuales la me-
todología, la causación, la predicción y la complejidad tienen características
comunes.
En cuanto a la metodología se ha destacado, en general, el experimento de
laboratorio lo que permite aislar, preparar, manipular y controlar parámetros
con el fin de comprobar resultados. Esto no opera así en la astronomía (por
ejemplo interrumpir la formación de galaxias), ni en climatología (iniciar y
poner fin a los huracanes y glaciaciones), ni en ecología evolutiva (exterminar
una especie o repetir la evolución de otra). Aquí la observación, la comparación
y los “experimentos naturales” –aquellos fenómenos que se dan en la naturaleza
y permiten sacar conclusiones generales, como las explosiones de las superno-
vas, los accidentes que causan traumatismos en el cerebro, el comportamiento
de comunidades aisladas por formaciones geográficas– son la sustancia misma
de la experimentación de las “ciencias históricas”.
Respecto a la predicción el principio de causalidad es la base de la inferencia de
leyes en la física y sus áreas afines. Este principio opera gracias a que en estas
ciencias las causas últimas, los propósitos y las funciones carecen de significa-
do. Pero estas características son fundamentales en las ciencias históricas. Así
el físico no le atribuye una finalidad o una función al choque de dos esferas
elásticas, ni le busca una causa final. Aunque puede ser importante conocer
cómo una especie ha desarrollado una garra específica, es más importante co-
nocer para qué ha servido este mecanismo, cuál es su función (¿mecanismo de
defensa para los predadores más cercanos?), y su causa final (¿ha garantizado
su supervivencia?). Recordemos a Aristóteles y sus cuatro causas. En el caso
de las sociedades, como veremos posteriormente en este texto, el concepto de
propósito es fundamental.
En las ciencias no históricas se puede predecir el comportamiento del sistema
con bastante precisión. En este sentido, las ciencias históricas parecen no “pasar
la prueba”: ellas aportan explicaciones a posteriori (crítica que Popper ha hecho
41
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Cfr. numeral 1.4.1.4); las predicciones a priori son más difíciles. La razón es la
complejidad de estos sistemas en comparación con los de las ciencias clásicas.
Determinar a priori la forma en que una especie va a evolucionar, es impo-
sible. Esto se debe a que un pequeño cambio en el proceso puede modificar
sustancialmente la dirección del mismo. En este texto haremos referencia a esta
importante observación cuando estudiemos la teoría del caos. Sin embargo es
posible, bajo ciertas circunstancias, predecir algunos comportamientos sociales
gracias al método comparativo. Evidentemente es un proceso inductivo.
En este contexto el uso del computador como herramienta para simular fenó-
menos complejos presta una valiosa ayuda, tanto para "experimentar" como
para "predecir". Obviamente, tanto esta experimentación como esta predicción
tienen características y exigencias diferentes a las tradicionales de estos dos
conceptos. Incluso la experimentación como condición fundamental para el
desarrollo de una ciencia ya no es exigible. Estos asuntos se retomarán a lo
largo del texto.
42
Carlos Alberto Ossa O.
Pensamiento lineal
Fig. 1.4
Sin embargo, esta misma situación puede enfocarse de una manera diferente
(ver figura 1.5).
Dióxido de
carbono y agua
Calor
Energía solar
Combustibles Respiración aeróbica
R
fósiles y degradación
Fotosíntesis
Glucosa y
oxígeno
Pensamiento sistémico
Fig 1.5
43
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
17. Recordamos de nuevo que en el APÉNDICE, numeral A.1.3 se analizó este ex-
perimento.
48
Carlos Alberto Ossa O.
1.4. Resumen
En este capitulo hemos hecho una introducción intuitiva al concepto de
sistema,dejando para posteriores capítulos una definición mas exacta. Respecto
al concepto de ciencia, se ha enfatizado en la dificultad que implica ofrecer
una definición que satisfaga las condiciones que esta debe tener, a saber, iden-
tificar aquello que está incluido por ella y aquello que no. Sin embargo, hemos
adelantado criterios que sirven para estimar si un conocimiento puede ser
considerado científico, tales como qué es conocer, que tipos de conocimiento
existen, que se entiende por objeto, en que consiste la objetividad, que enten-
demos por método, por inducción y deducción, por experimento. Todavía
quedan algunos temas por tratar.
Se hizo referencia a la forma como, según E. Kant, nuestro cerebro logra
interpretar el mundo. Tres principios básicos rigen este proceso: causalidad,
espacialidad y temporalidad, principios que condicionan nuestra manera de
comprender los fenómenos que experimentamos.
Se precisan dos términos muy utilizados en la ciencia: objeto y objetividad.
Aquello que es susceptible de conocerse y lo que es observado sin injerencia
del observador.
Con respecto al método de investigación se aclaró que no existe un “método de
la ciencia” sino métodos o procedimientos que dependen del área que se esté
investigando destacándose el principio de causalidad como base fundamental
de nuestra comprensión del mundo.
Se analizó con cierta extensión la inducción, la deducción y el silogismo, he-
rramientas claves para un buen proceso investigativo.
Aunque más adelante se tratará de nuevo el tema bajo una perspectiva diferente,
se indicó que la experimentación es una de las características sin las cuales un
conocimiento difícilmente puede llamarse científico.
También hemos planteado una diferencia entre pensamiento lineal −el utili-
zado en la ciencia tradicional−, y el pensamiento no lineal o sistémico, mas
adecuado para comprender los fenómenos complejos de los cuales se ocupa
la Teoría General de Sistemas.
Finalmente, la distinción entre ciencia privada y ciencia publica permite com-
prender la forma como la investigación científica se lleva a cabo, separando el
49
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
proceso de desarrollo de la misma con la forma como estos deben ser publica-
dos ante la comunidad científica. En el siguiente capitulo complementaremos
este tema.
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Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 2
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Demostración:
Un número par se puede representar (es decir, definirse) de la siguiente
manera: p = 2n siendo n cualquier número entero. El cuadrado de este
número es p2 = 4n2 = 2(2n2) que, por definición, es par, lo cual demuestra
el teorema.
La formalización se refiere fundamentalmente al lenguaje utilizado. Un lenguaje
que debe estar sometido a unas "reglas fijas de formación de expresiones y sig-
nificados". Es la estructura axiomática regida por un sistema lógico-deductivo
que, en principio, debe ser matemático.
Podríamos representar esquemáticamente el proceso de formalización de una
teoría matemática mediante el diagrama de la figura 2.120.
Lógica
deductiva
Teorema Teorema .... Teorema
..................................................
Teorema Teorema Teorema Teorema Teorema
Formalización de la matemática
Sistema lógico deductivo
Fig. 2.1
Es importante aclarar que para aumentar el rigor y la precisión fue necesaria
una depuración del lenguaje de la matemática.
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Carlos Alberto Ossa O.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
que pretenda ser científica para tener carta de reconocimiento. Debe ser pre-
sentada mediante un proceso lógico-deductivo, con capacidad de predicción.
Mirado en detalle, parece una descripción de lo que algunos autores llaman
el método científico: hipótesis, conclusiones, predicciones. Pero no podemos
confundir el proceso de adquisición del conocimiento, que es lo que realmente
se hace en la ciencia, con la forma en que la comunidad científica exige que
deba presentarse.
Fue la física la que, desde sus comienzos y gracias al uso de la matemática
como su lenguaje, inició un proceso de formalización a la manera que hemos
descrito en este texto. Pero las dificultades encontradas en este proceso fueron
muy superiores a las halladas para el caso de la matemática. Por ejemplo, ¿qué
es un axioma en el caso de la física? No podemos afirmar aquí que el axioma es
una verdad indemostrable; no podemos proponer un axioma desligado de la
realidad (recordemos a Feynman numeral 1.1.3.1). En este aspecto los hombres
de ciencia han recurrido, en ocasiones, a hipótesis que no son posibles de negar
a la luz de la teoría expuesta. Un buen ejemplo es recordar cómo, a principios
del siglo XX, se postuló que la naturaleza estaba compuesta de átomos; sin
embargo estos jamás habían sido vistos. Actualmente ya el átomo no es una
mera hipótesis. La ciencia física se centra ahora en una nueva propuesta: el
universo está compuesto por cuerdas o por branas (espacios vibracionales) que
se encuentran en un espacio de dimensión diez u once, abandonándose así el
concepto de partícula. Otro ejemplo es la postulación del “gen” como elemento
transmisor de la herencia.
Podemos decir que existen dos tipos de hipótesis. Aquellas que son verificables
o refutables por la experiencia y otras que, sugeridas por la experiencia, son
valiosas a pesar de no poder ser verificadas o refutadas por ella. A estas últi-
mas Poincaré las denomina “principios”. Desde esta perspectiva lo teorizado
es un como si: la naturaleza es “como si” estuviera compuesta por cuerdas; la
herencia se trasmite “como si” existieran los genes. Se confía en estas hipótesis
en la medida en que las conclusiones que se obtienen de ellas, mediante un
sistema deductivo, explican la realidad observada (o al menos parte de ella).
Galison (2005, p. 298) hace la siguiente acotación frente a las discusiones entre
Poincaré y Einstein sobre el principio de relatividad, ante la pregunta de si los
principios son inevitables y necesarios o una mera conveniencia:
Para Poincaré, también, los principios se hacían probables por la experien-
cia, pero los principios eran precisamente lo que era conveniente; podían
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
designatum que da origen a la semántica (ciencia del estudio del lenguaje que
se refiere a las relaciones de los signos con los objetos a los que son aplicables);
la relación signo-signo que da origen a la sintaxis (ciencia del lenguaje que se
refiere a las relaciones entre palabras, a la estructura gramatical de los arreglos
de los elementos del lenguaje); y, finalmente, la relación signo-intérprete que
da origen a la pragmática.
Para el estudio del lenguaje matemático son necesarias y suficientes consi-
deraciones de tipo sintáctico (que son fundamentales en la lógica); para el
lenguaje de la física son necesarias, además, consideraciones semánticas. Las
proposiciones tienen relación con la experiencia.
En su intento de seguir el camino de la formalización matemática, la física
encontró otro gran escollo. Si bien es cierto que en matemáticas un sólo con-
traejemplo es suficiente para invalidar toda una teoría, esto no es cierto en las
ciencias físicas. Si esto fuera así, no existiría ninguna teoría científica válida
en la actualidad. La teoría geocéntrica del universo, defendida por los griegos
y que fue válida hasta el siglo XVI, presentó contraejemplos (anomalías) que
fueron modificando el modelo propuesto hasta que finalmente cedió el paso
a la teoría heliocéntrica. Un caso interesante de este proceso es el retroceso en
la trayectoria de mercurio22. Durante su movimiento en el firmamento, este
planeta presenta una “irregularidad” debido a que, en ciertos períodos del año,
“se devuelve” en lugar de continuar su “trayectoria regular”. La figura 2.2 trata
de ilustrar esta situación.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
pra & Luisi (2014, p. 2) con respecto al concepto de ciencia comentan que si
bien la observación requiere de comprobación empírica, lo que implica el
experimento, esto no siempre es cierto, como en el caso de la astronomía o la
paleontología; que aunque el lenguaje matemático donde sea posible debe ser
usado para interconectar los datos de manera coherente, sin contradicciones
internas, esto no es siempre posible, especialmente en las ciencias sociales, en
donde este intento es problemático debido a lo restrictivo que es dicho len-
guaje, perdiendo así su utilidad. Por estas razones, en las últimas décadas ni
la formulación matemática ni los resultados cuantitativos son componentes
esenciales del llamado "método científico".
Antes de continuar con nuestra discusión, ilustraremos lo aquí expresado con
un ejemplo de la biología.
25. Teoría defendida por Anaxágoras, Demócrito y los tratados hipocráticos según
la cual cada órgano y estructura del cuerpo producía pequeños sedimentos llamados
gémulas, que por vía sanguínea llegaban a los gametos. El individuo se formaría
gracias a la fusión de las gémulas de las células (Wikipedia).
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Carlos Alberto Ossa O.
padre es alto y la madre baja, el hijo tiene una estatura entre estas dos;Las
familias de genios (Los Bach, Los Strauss, los Huxley...).
Anomalías: Hijos más parecidos a los abuelos que a lo padres. Hermanos
muy diferentes entre sí.
A pesar de los muchos ejemplos en contra de esta teoría y al no existir otra
que pudiera reemplazarla, ella predominó por muchos siglos, y aún hoy es
aceptada en la cultura popular.
La teoría de Mendel. Este investigador propuso que la herencia era transmi-
tida por “caracteres”. Podríamos proponer las siguientes hipótesis utilizando
el lenguaje moderno de la genética26:
Hipótesis 1: La herencia se transmite mediante una “unidad de la herencia”:
el gen.
Hipótesis 2: Cada individuo posee múltiples genes, uno por cada característica.
Hipótesis 3: Existen genes dominantes y genes recesivos.
Corolario: Un individuo se caracteriza por la fórmula (Aa, Bb, Cc, ... ) en
donde A es el gen dominante y a el gen recesivo, correspondientes a una ca-
racterística dada.
Definiciones:
Una raza es pura si siempre transmite el mismo tipo de gen (bien dominante,
bien recesivo).
Reglas de operación:
• Un híbrido transmite tanto genes dominantes como recesivos.
• Los genes se combinan entre sí, independientemente.
“Teorema” 1:
La primera generación de razas puras sólo presentan las características domi-
nantes de los progenitores.
Demostración:
Sea un padre de raza pura, de gen dominante A, y una madre, de raza pura, de
gen recesivo b. Las fórmulas son: Padre (A, A) y madre (b, b) (por el corolario).
26. Mendel llamó a las características fenotípicas, “caracteres” (el gen actual), y “ele-
mento” a las entidades hereditarias separadas.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
A b
Hijos: (A, b), (A, b), (A, b), (A, b).
A b
A A
Hijos: (A,A), (A,b), (b,A), (b,b).
b b
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
organismo
órganos
Los niveles superiores
disparan señales
celulares tejidos
células
Los niveles superiores
controlan la expresión de
mecanismos sub- los genes
celulares
trayectorias
proteínas
La maquinaria proteica
lee los genes genes
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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como Auguste Comte la definió. En las ciencias que tienen un desarrollo muy
elevado (por ejemplo la física), las leyes forman jerarquías que permiten esta-
blecer esquemas lógico-deductivos. En su estado inicial una ciencia establece
leyes que son generalizaciones clasificatorias como, por ejemplo, en el caso de
la biología cuando se dice que las ballenas son mamíferos, lo cual permite la
generalización de una cualidad común a las ballenas y que las diferencia del
resto de habitantes del mar.
Podemos asegurar que en la actualidad la clasificación de las ciencias es cada
vez menos tajante. En realidad, la nueva manera de investigar hoy el mundo, ha
obligado a pensadores, científicos, tecnólogos y filósofos a renunciar a la idea
de clasificaciones tan rígidas. La realidad se muestra hoy de una complejidad
tal, que es necesario estudiar los distintos problemas y fenómenos teniendo en
cuenta sus interrelaciones con otros. A manera de ilustración, podemos pensar
en los problemas ambientales que vive la totalidad del planeta. Estos problemas
no pueden estudiarse desde una sola perspectiva. Un problema como el de la
contaminación de los ríos no puede solucionarse solamente con la intervención
de los expertos en química porque en él influyen además factores económicos,
políticos y culturales que deben tenerse en cuenta cuando del estudio y la so-
lución se trata. Actualmente se habla de biofísica, mecatrónica y astrofísica, así
como de bioingeniería, bioinformática, redes neuronales, neuroeconomía etc.
Esto nos muestra que las fronteras entre las distintas ciencias se hacen cada
vez más difusas y que las clasificaciones esquemáticas hoy, son anacrónicas.
En conclusión, hasta finales del siglo XIX la ciencia estaba dividida en varias ra-
mas debido a la especialización que requirieron los distintos objetos de estudio.
Esta tendencia no fue exclusiva de la ciencia; situación igual se presentó en la
ingeniería, las artes, la medicina, las humanidades. En este período el método
tuvo un carácter reduccionista, es decir, de explicación por partes, el cual se
mostró insuficiente durante las primeras décadas del siglo XX. Los científicos
se vieron en la necesidad de cambiar su concepción acerca del mundo y de
buscar métodos más interdisciplinarios que dieran cuenta de la complejidad
de los fenómenos, de sus distintas interrelaciones y de la responsabilidad hu-
mana en ellos. Así nace la cibernética, la Teoría de la Información, el Análisis
de Sistemas, la Teoría General de Sistemas y la Teoría de la Complejidad.
Estas dos últimas intentan, desde diferentes perspectivas, encarar los sistemas
complejos. Es por esta razón que para fines metodológicos la Teoría General
de Sistemas (T.G.S.) tiene en cuenta otra forma de clasificación de las cien-
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
cias, más general y por ello mismo más flexible: se trata de las ciencias duras
(ciencias naturales) y las ciencias blandas (las ciencias humanas)28.
Junto a esta clasificación se desarrolló el concepto de interdisciplina, a lo cual
nos referiremos en el siguiente capítulo. G. Klir (1985, p. 6) ha propuesto el
siguiente esquema que permite diferenciar lo que es un “conocimiento verti-
cal”, identificado por disciplinas, y uno “transversal” que correspondería a la
interdisciplina (ver figura 2.7).
Por lo expuesto hasta aquí, la definición de “ciencia” no es una tarea fácil.
No poseemos herramientas que nos permitan asegurar de una manera rigurosa
e inequívoca si en un momento una teoría pertenece o no al campo de la
ciencia. En este sentido, la comunidad científica es bastante conservadora. Se
puede negar la validez de una teoría ya que esto no compromete en mucho
el que ella llegue después a ser considerada como tal, pero no es fácil aceptar
desde sus comienzos el carácter científico de un conocimiento. Éste será re-
conocido por la misma comunidad científica después de cuidadosos análisis.
28. Respecto a esta división, Husserl propone el mundo de la ciencia Natural objeti-
va y el de la ciencia natural subjetiva. El primero se encarga de estudiar el mundo de
la experiencia externa y el segundo cobija el de la interna. Husserl incluye en esta
segunda división a la psicología; la desliga de su vínculo biológico o psicologismo.
(J.M. López: Husserl y la psicología. Texto de circulación interna U.T.P.).
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Investigación
Ciencias Ingenierías Otras áreas Interface
sistemas generales
Física
Biología
Ciencias
Eléctrica
políticas
Medicina
Mecánica
Musicología
Abstracción
Ciencia de los Sistemas
←
→ Sistemas
físicos
sociales
médicos
Sistemas
Sistemas
Sistemas
Sistemas
Sistemas
Sistemas
Sistemas
musicales
eléctricos
biológicos
mecánicos
Ejemplificación generales
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Observaciones/Hechos
↓
Hipótesis
↓
Experimentos
↓
Leyes
↓
Teoría
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2.6 Resumen
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CAPÍTULO 3
v x = v0
v0
vy1 v0
vy2
v0
vyn
Fig. 3.1
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Una esfera pequeña es lanzada desde una mesa, mediante un fuerte impulso
horizontal, con velocidad v0. La esfera describe una parábola durante su caída,
la cual es el resultado de dos movimientos independientes: uno horizontal,
uniforme, cuyo componente de velocidad es igual a la velocidad adquirida
mediante el impulso inicial, en ausencia de fricción (vx = v0 ) y otro vertical
equivalente a la caída libre, sin fricción, de la esfera. Puede demostrarse que
la distancia total s recorrida desde el punto en el cual la esfera fue impulsada
hasta su posición final, es:
1
=s (v0t )2 + ( gt 2 )2 (3-1)
2
El primer paso es, pues, aislar el fenómeno del resto del universo como lo hizo
Galileo cuando supuso que la única influencia válida en el movimiento del
proyectil era el efecto de la tierra. El análisis es realizado en el vacío. El siguiente
paso es estudiar en detalle las diferentes variables, en forma independiente.
En otras palabras, subdividir el problema total en subproblemas, reduciendo
así su complejidad tal y como él lo hizo con la velocidad. Cada subproblema
será resuelto y si no es posible, entonces se subdividirá de nuevo, tantas veces
como sea necesario hasta encontrar subproblemas resolubles. Galileo había
estudiado el movimiento constante (velocidad horizontal) y la caída de los
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considerar el cómo es el objeto que estudia, mas nunca podrá conocer qué es
dicho objeto.
¿Por qué se recurre a ellos? La ciencia estudia fenómenos complejos, fenóme-
nos que no son fáciles de explicar sin un estudio profundo. Se hace necesario
simplificarla y esto se logra a través de los modelos. Estos nos permiten darle
sentido a lo observado en términos que son familiares para nosotros (es decir
para aquellas personas que puedan conocer el significado de tales términos).
También son medios para predecir el futuro (M. Mitchel, 2009, p. 210).
Existe un tipo de modelo que tiene gran trascendencia que serán usados a
lo largo de este texto: los modelos ideales, a los cuales nos referiremos como
constructos mentales. El péndulo, y el lanzamiento horizontal de Galileo son
dos buenos ejemplos.
3.1 Mecanicismo
Poco tiempo después de la muerte de Descartes, en 1687 Newton publica
su famosa obra Principios matemáticos de la filosofía natural, popularmente
conocidos como los "Principia". En esta obra se explican las leyes fundamen-
tales que rigen el movimiento en cualquier parte del Universo: es la mecánica
celeste. Partícula, posición y fuerza: con estos tres conceptos los fenómenos
del universo pueden ser descritos.
Esta tendencia a explicar los fenómenos naturales a partir de la mecánica
newtoniana se conoce con el nombre de mecanicismo. Así la presión de un
gas se explica por los choques de las moléculas que lo componen contra las
paredes del recipiente que lo contiene, y la temperatura del mismo depende de
la velocidad con que se mueven. Hamilton explica la óptica (el estudio de los
rayos luminosos) no mediante la geometría, que fue la matemática utilizada
para tal fin antes de 1827, sino mediante un análisis matemático riguroso, pa-
sando del concepto de la “óptica de rayos” a la “óptica ondulatoria”, cambiando
la geometría por el álgebra y el análisis.
El mecanicismo tuvo como consecuencia inmediata que los estudios sobre los
fenómenos relacionados con los seres vivos, los organismos, no estuvieran en
las investigaciones fundamentales de la física. Como dice A. Rapoport (1968):
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
El pato de Vaucanson
Fig. 3.3
Otra característica fundamental de esta mecánica es la de que el tiempo no
tiene dirección, es decir, pasado, presente y futuro están referidos a un instante
dado y no a un concepto absoluto.
Nada pasa, en la validez de los resultados, cuando en sus ecuaciones se cambia
t por -t 32. El principio de reversibilidad en física implica que los fenómenos
físicos, y por lo tanto todos los fenómenos naturales, deben ser reversibles: en
un sistema dado podemos pasar de un estado inicial a uno final y luego regresar
al estado inicial sin necesidad de utilizar ningún tipo de energía diferente a
la generada por el mismo sistema. Los desarrollos logrados han constatado la
validez de este principio.
La reversibilidad es la base del determinismo científico, fundamental para la
consideración de leyes en la naturaleza. Este determinismo puede reducirse a la
31. De http://automatas.cps.unizar.es/Historia/Webs/automatas_en_la_historia.htm
32. Para ampliar el tema remitimos al lector al APÉNDICE, literal A.3.1.
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Sin embargo se oyen también voces en contra de esta visión. En primer lugar,
dentro de la misma física, a pesar de los grandes éxitos logrados, surgen pro-
fundos fracasos: la explicación del electromagnetismo mediante el concepto de
partícula y movimiento no es posible: aparece una fuerza nueva no descriptible
por modelos Newtonianos. La “fuerza” es reemplazada por el “campo”, que no
hace referencia a cuerpos materiales. Si se pudo explicar la circulación de la
sangre, la explicación de los procesos digestivos mediante una visión mecani-
cista fue un gran fracaso: se necesitaban otros conceptos ya no de la física sino
de la química. La teoría de la evolución de Lamarck y Darwin pone fin a la idea
del mundo como máquina, de un mundo cartesiano perfectamente regulado
y predecible. Ciento setenta y dos años después de la publicación de Los prin-
cipia, en 1859, Charles Darwin entregaba su obra fundamental, "El origen de
las especies", en donde hacía un profundo estudio de la evolución de los seres
vivos en nuestro planeta. Se destacan su propiedad de ser siempre cambiantes,
que generan sistemas complejos a partir de otros más simples. Una tendencia
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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3.2 Holismo
La concepción del mundo que tenían los griegos, contrasta fuertemente con
la visión reduccionista y mecanicista que acabamos de describir. Los filósofos
de la Grecia antigua creían que el universo era un todo integrado y que lo que
acontecía en él era fruto de las diferentes interconexiones de los elementos que
lo formaban. La palabra griega holos significa todo, entero, total36.
En primer lugar, la tesis de que la tierra era el centro del universo (teoría
geocéntrica diferente a la de la ciencia actual que es heliocéntrica, es decir, con
el sol como centro del sistema planetario del que hacemos parte), tenía como
fundamento destacar la importancia del hombre como la obra más perfecta de
la creación. Este hecho además, estaba de acuerdo con la experiencia cotidiana
por la cual se sabe que la tierra está en reposo y que son los planetas (el sol, la
luna, etc.) los que giran alrededor de ella.
La materia, en el mundo sublunar, estaba formada por tierra, agua, aire y fuego
(incluye la luz), los cuatro elementos fundamentales. El planeta tierra tenía
entonces cuatro esferas compuestas por estos elementos puros que la rodeaban
en el orden descrito. El movimiento de los cuerpos obedecía a una tendencia
natural a ocupar la esfera del elemento que poseían en mayor grado. Así, un
leño tiende a caer (la primera esfera) por que su composición mayor es tierra.
Cuando lo quemamos, el humo tiende a subir, ya que su mayor componente es
el fuego, buscando, pues, esta esfera superior. Las cenizas, por estar compuestas
principalmente de tierra, deben caer.
Los planetas estaban contenidos en esferas, que es el sólido perfecto y se mueven
en círculos alrededor de la tierra, por ser esta figura geométrica la más perfecta
del plano. La última esfera era la del empíreo: la esfera celestial, suprema (ver
figura 3.4). La materia que los formaba era éter.
La música estaba íntimamente relacionada con la matemática: la matemática
era el lenguaje de la naturaleza, enseñaba (y demostraba) Pitágoras. Los soni-
dos armónicos seguían proporciones expresables por fracciones de números
36. Hay dos palabras griegas relacionadas con holismo: holos (todo, entero, total,
organizado) y holón (ser todo y parte al mismo tiempo: viene de holos y on, parte de).
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
cuerpo más pesado debía caer más rápido que uno liviano, ya que, al estar
compuesto de tierra, la tendencia a su lugar natural debía ser mayor que la de
uno más liviano, con menos elemento tierra. Más aún, si el peso de uno de
ellos era el doble del otro (doble contenido del elemento tierra) aquel debía
caer dos veces más rápido que éste37. No cabe ninguna duda de que jamás se
observó tal situación en la caída de los graves. Sin embargo, tal anomalía no
fue tenida en cuenta y la ley de Aristóteles primó hasta la aparición de Galileo
Galilei. El mundo sublunar era imperfecto. Cuando alcanzara la perfección
este comportamiento se corregiría. Esta concepción del movimiento era de
tipo teleológico: como ya se indicó, la caída se explicaba por la naturaleza de
la piedra así como la elevación del humo por la naturaleza del humo: ellos
debían ocupar su lugar natural en el mundo. El movimiento es el paso de la
potencia al acto, gracias a la existencia o acción de un "motor".
La concepción del cosmos en la antigua Grecia era global. Cosmología, artes,
matemáticas, sociología, política… eran partes que sólo se comprendían como
un todo. Esta concepción del mundo recibe el nombre de holismo la cual duró
hasta la Edad Media (que termina hacia el siglo XV). La fusión entre el dogma
cristiano y el pensamiento Griego propendieron por un universo gobernado
por las enseñanzas de Cristo, enseñanzas de carácter universal y que explicaban
todos los procesos y fenómenos de la naturaleza, tanto física como humana.
No olvidemos que el filósofo más importante en este período fue Aristóteles.
Veamos con cierto detalle la transición del pensamiento griego, desde su fusión
con el mundo romano, hasta el final de la Edad Media. Para ello utilizaremos
apartes del libro de L. Skyttner (2005).
Después de la muerte de Alejandro Magno en 323 a.C. el imperio griego colapsa
y se subdivide en varios reinos: el imperio seléucida, el Egipto Ptolemaico, el
Reino grecobactriano y el Reino indogriego (Wikipedia). Muchos griegos emi-
gran a otras ciudades griegas de Asia y África, en donde se hablaba el idioma
griego, gracias a las conquistas de Alejandro Magno. La dinastía Antigónica
establece una especie de unidad del mundo griego, hasta que los romanos,
en las guerras macedónicas, lo adhieren a su imperio hacia el año 146 a.C. El
Emperador Cesar Augusto, en el año 27 a.C. termina con la anexión de todo
tipo de territorio griego, al Imperio Romano. Roma conservó el respeto y la
admiración de la cultura del pueblo Griego y la fundió con su propia cultura.
37. En el APÉNDICE literal A.3.2 puede verse la manera como se puede refutar a
Aristóteles, con sus propios argumentos, mediante un sencillo análisis matemático.
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cuerpo más pesado que el agua no podía flotar; Galileo hacía flotar agujas de
hierro demostrando el error del Estagirita) hasta los sorprendentes experi-
mentos mentales.
A partir de este momento la ciencia experimental inicia un largo y fructífero
recorrido. El experimento implica, de alguna manera, un aislamiento del fe-
nómeno para poderlo controlar. No cabe duda que es a través de Galileo que
la visión reduccionista se consolida como el método científico por excelencia.
Desde la perspectiva de los cuatro tipos de causas, Aristóteles indicaba que
aunque la comprensión del universo sólo era posible bajo la consideración
total de ellas, para la filosofía práctica la causa más importante era la causa
final. Esta visión se considera antropomórfica, ya que presume que si bien el
ser humano puede conocer las causas finales, no tiene sentido exigir que el
universo funcione bajo el mismo principio. La reacción fue el mecanicismo,
que considera como fundamental las causas eficientes. Ya no interesa el “Por
qué” sino el “cómo”. El resto ya es historia conocida. Skyttner comenta:
De aquí en adelante la tradición religiosa Occidental, que sostenía que el
ser humano era algo único en este mundo y tal vez en el universo empezó
su implacable retiro. La conciencia humana ya no es el reflejo de un origen
divino, sino de sí misma. Las autoridades religiosas tradicionales fueron
sucesivamente reemplazadas por otras soberanías y los modelos explicati-
vos teológicos fueron cambiados por modelos científicos.
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que deben ser realizadas para obtener lo definido. El ejemplo más sencillo
es la definición de longitud. Definirla en forma nominal no es posible. Sin
embargo, todos los científicos están de acuerdo en que la pregunta: “¿cuál es
la longitud de un bloque?”, es, para todos los casos prácticos idéntica a: “¿cuál
es la diferencia entre los números que figuran en las dos marcas de un metro
que coinciden con las esquinas adyacentes del bloque?” (Holton, 1975, p. 260).
Algo similar ocurre con el concepto tiempo.
Por otra parte, hallar una delimitación que excluya un objeto de otro no es
algo que siempre sea sencillo. Holland (2014), señala que si comenzamos a
eliminar grano por grano el contenido de un montón de arena, no podemos
decidir cuándo éste deja de ser un montón para convertirse en granos disper-
sos. Es fácil diferenciar los casos extremos: el montón reconocido como tal,
y los granos separados, reconocidos como tales. Pero no existe una solución
de continuidad que separe un concepto del otro. Esto es lo que ocurre con el
concepto de sistema, de vida, de consciencia...
Para el caso de la definición del concepto de sistema, podríamos dar una de-
finición operativa que sea de interés para la T.G.S. Complementando con D.
Meadows (2009) podríamos decir que:
• Un sistema es un conjunto de elementos interconectados.
• Este conjunto es de interés para alguien.
• El conjunto se comporta en forma organizada, coherentemente, como un
todo integrado no deducible de sus partes.
• La adición o sustracción de elementos modifica radicalmente el conjunto
inicial.
• El conjunto hace algo.
El comportamiento como un todo integrado requiere una aclaración. De
acuerdo con esta definición, una mesa podría ser un sistema; posee elementos
(patas, clavos, tablas…) interrelacionados (mediante leyes físicas y elementos
mecánicos y químicos). El que “haga algo” podría interpretarse como la función,
es decir, la finalidad para la cual fue hecha la mesa. Tal vez la persona interesada
pueda ser un cliente. Es claro que cualquier parte que se retire altera la mesa
original; en principio es un todo integrado, pero puede explicarse a partir de las
interrelaciones de sus partes. La Teoría General de Sistemas no tiene interés en
este tipo de sistemas. Tiene interés en aquellos fenómenos que son todos que no
107
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
3.5 Isomorfismo
Los isomorfismos son equivalencias estructurales entre dos fenómenos. De-
bemos distinguirlos de las analogías que son similitudes de comportamiento
o de forma. Si una niña juega con su muñeca y la regaña, le cambia su pañal y
le da biberón, ella acepta una similitud de forma entre la muñeca y un bebé de
verdad; es una analogía. Lo correcto es que la deje, después de cierto tiempo, en
algún sitio. Pero si esta niña cree que se trata de un bebé real, entonces el caso
es patológico y requiere tratamiento psicológico: ve una similitud estructural
entre la muñeca y el bebé, donde sólo existe una analogía.
La relación que se observa entre la red de carreteras de una región y el mapa
que las representa es un buen ejemplo de isomorfismo: son estructuralmente
equivalentes. Las distancias a escala del mapa son las distancias reales así como
su posición en el espacio. El término inicialmente se aplicó a las estructuras
matemáticas.
Cuando intentamos copiar la forma en que, en medicina, se estudia un pacien-
te, con la manera de enfrentar una situación compleja en la administración
utilizamos analogías. Los médicos auscultan, preguntan, ordenan exámenes,
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Capra ilustra la diferencia entre patrón y estructura tomando como ejemplo una
bicicleta (1999, p. 172). Para que algo sea una bicicleta debe tener dos ruedas,
un marco que las una, pedales para transmitir potencia muscular (a través
de una cadena o en forma directa) y una dirección. Esto permite diferenciar
una bicicleta por ejemplo de un triciclo o de una carreta (y obviamente, de
un avión). Sin embargo existen bicicletas todoterreno, extremas, de carrera:
todas ellas “bicicletas” pero con estructuras diferentes según su función. Con
este ejemplo no es posible ilustrar el concepto de proceso.
Otro ejemplo: se dice que existen diferentes estilos (teorías) de administra-
ción: los de tipo Fayol y Taylor, los basados en la burocracia, los sistemas de
la reingeniería, los autocráticos etc. Todos ellos son maneras de administrar.
Tienen pues algo en común: el concepto de administración que es el patrón:
todos planifican, comunican, organizan y controlan con el fin de lograr cier-
tos objetivos. Sin embargo, este patrón se materializa en diferentes formas de
administración, a las que hicimos referencia en el parágrafo anterior: cada una
de ellas obedece a una estructura administrativa diferente. Por su parte en la
ejecución de tales formas administrativas es necesario un flujo de información,
materia y energía que le sea particular a cada una de ellas. Son los diferentes
procesos administrativos.
Podríamos proponer que una definición nominal se refiere al patrón o a la
estructura mientras que una definición operativa estaría relacionada con los
procesos.
Para el caso de la familia, podríamos pensar que es necesario que existan al me-
nos dos individuos, con relaciones permanentes de consanguinidad o afinidad
legal. Este sería un patrón con el cual podríamos indicar si una relación entre
varios individuos puede definirse como familia o no. Así, un grupo de personas
conocidas que estén conversando en un parque, no podría denominarse como
una familia, de acuerdo al patrón indicado. Sin embargo, y como se dijo en
el capítulo 1, existen diversos tipos de familia tales como la extensa (padres,
hijos, abuelos, primos, tíos…), monoparental (los hijos viven sólo con uno de
sus padres), homoparental (los hijos viven con una pareja homosexual), poli-
gámica (los hijos viven con un padre y varias madres)… Estas son deferentes
manifestaciones del patrón familia: demarcan estructuras diferentes. En cada
uno de estos tipos de familia se pueden dar diversas formas de comportamiento
que pueden ser socialmente aceptadas por ciertas culturas, pero por otras no.
Así se dan familias en las cuales la madre no puede caminar delante o al lado
115
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
del padre, familias en las cuales las órdenes sólo las da el padre, familias en las
cuales el padre es el único que puede trabajar y no la madre, etc. Estos serían
los procesos que se dan al interior de las estructuras respectivas para que el
“sistema familia” pueda llevar a cabo sus funciones y objetivos.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
sición como seres humanos y por lógica, a nuestra escala de valores frente
al planeta y a la sociedad47.
3.9 Resumen
Aquí hemos retomado las características de aislamiento y reduccionismo
típicas del procedimiento clásico de la ciencia. Una visión reduccionista y su
correlato mecanicista ha logrado modelos que explican una gran variedad de
fenómenos de la naturaleza y algunos de los sistemas sociales. No obstante, sus
limitaciones son claras: ha dejado a un lado la explicación de la vida soslayando
así una gran cantidad de situaciones complejas: por ejemplo, las guerras (en
nuestro planeta), las hambrunas, el cambio climático…
Una visión retrospectiva del pensamiento griego nos permite vislumbrar lo
que es la visión moderna del enfoque sistémico y la teoría que lo desarrolla. Se
enfatiza el significado de la no linealidad, de la no explicación del todo por sus
partes, del no aislamiento de los fenómenos a estudiar, para poder comprender
su complejidad integrada al entorno que los rodea.
Nos encontramos con la dificultad de definir lo que es “un sistema”, situación
similar a la que se presenta cuando se quiere definir "ciencia”. La opción de
suponer que, en general, los sistemas no existen sino que son constructos men-
tales que nos permiten comprender y modelar aquello que se nos presenta como
complejo, permite, si no resolver, al menos considerar el problema ontológico
que el concepto conlleva, es decir, el de su existencia real. Hemos discutido
cómo los constructos mentales son comunes en las ciencias físicas y, por ende,
en las demás ciencias. El péndulo de Galileo, las "leyes de los gases perfectos"
son constructos mentales, idealizaciones de situaciones que permiten explicar
fenómenos del mundo real.
Estudiar las interrelaciones es más difícil que determinar los elementos que
puedan definir a un sistema. Identificar, en una familia dada, al padre, la madre
y los hijos, por ejemplo, es un ejercicio trivial. Pero ¿cuáles son sus interrela-
ciones? ¿Qué tipo de materia, energía, información existe en ellos y entre ellos
47. Debemos aclarar. Sí existen dicotomías entre las llamadas “ciencias duras”, y las
“ciencias blandas”. Lo que llama la atención Stephen Jay Gould es sobre la falsa dico-
tomía entre ciencia y humanismo. Por este último entenderemos la filosofía, el arte
en todas sus expresiones, la religión, las creencias metafísicas.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 4
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
¿Qué relación existe entre ley y teoría? Las teorías contienen un universo de
explicación más amplio. Ellas se ocupan del porqué funcionan ciertas leyes.
Las leyes describen comportamientos, pero no nos explican el “porqué” de tal
o cual fenómeno. Una teoría puede existir antes de poderse verificar su vali-
dez. Las leyes, en cambio, exigen comprobación inmediata. Pero en ocasiones
puede ocurrir que las leyes antecedan a la teoría que las pueda contener. De
hecho, motivan a su desarrollo.
Siguiendo a Holton (1975, p. 233-234), distinguiremos tres tipos de leyes:
empíricas, de definición y deducidas o derivadas.
Una ley es empírica cuando surge de la observación continuada de determinado
tipo de fenómeno. Puede ser descriptiva o numérica, tema que abordaremos
más adelante. Este tipo de ley, desde un punto de vista lógico, no puede acep-
tarse como una verdad universal, ni siquiera general. Un buen ejemplo es la ley
de Pareto49, en economía. En química podemos citar la ley de Proust: cuando
dos o más sustancias químicas se combinan para formar un determinado
compuesto, los pesos de una de ellas que se combinan con un peso fijo de la
otra, guardan entre sí una relación dada por números sencillos. En economía,
la ley de la oferta y la demanda. En biología, la ley de todo o nada está referida
al hecho de que no existe una relación entre la intensidad de la acción de una
neurona y el potencial de una señal de entrada: cada descarga de una neurona
en particular genera un impulso de la misma intensidad, sin depender de la
intensidad del potencial de entrada: se descarga o no (Morris & Maisto, 2001,
p. 50). Ellas son fruto de la inducción.
Las leyes de definición se denominan así porque usualmente llevan consigo la
definición de conceptos fundamentales. En otras palabras, son definiciones
que se convierten en ley. Surgen de la observación de un principio regulador
aplicable a una variedad de fenómenos aparentemente distintos, mediante
un proceso de inducción. Tal es el caso de la ley de Galileo del movimiento
de proyectiles o la relación F = ma de la física newtoniana. Estas leyes exigen
la formulación de nuevos conceptos: en le caso de Galileo el principio de
superposición (independencia de los componentes vertical y horizontal de la
velocidad) y la definición de aceleración. En el caso de Newton, la definición de
masa y en cierta forma, de fuerza. En psicología podemos citar el concepto de
49. Se conoce como la ley del 80-20. Por ejemplo, el 80% de los habitantes de un país
viven en el 20% de las ciudades. El 80% del costo de un inventario está en el 20% de
los artículos de dicho inventario. Esta ley encuentra aplicación en economía, socio-
logía, demografía, etc. Más adelante la estudiaremos como la ley 1/f.
122
Carlos Alberto Ossa O.
actividad mental: Los elementos simples e irreductibles sobre los que descansa
toda la actividad mental son: sensación, sentimiento e imagen. Son leyes de
mayor alcance y confiabilidad que las empíricas, a pesar de que ambas son de
tipo inductivo, debido a que poseen un mayor soporte teórico.
Las leyes deducidas siguen un esquema lógico-deductivo. Son obtenidas a
partir de ciertos postulados o axiomas. Por ejemplo, la ley del movimiento
pendular puede deducirse a partir de las tres leyes del movimiento de New-
ton. Es posible deducir la ley de la caída libre de un cuerpo a partir de las
definiciones de velocidad y aceleración promedio y movimiento rectilíneo
uniformemente acelerado50. En psicología podemos citar la ley de la respuesta
múltiple: se favorece el proceso de aprendizaje si el individuo dispone de un
repertorio de respuestas posibles ante una situación concreta. Estas leyes son
más “seguras” debido a su carácter lógico-deductivo. Sin embargo, lejos están
de ser universales o eternas en sentido absoluto. No podemos garantizar que
la ley de la gravitación universal (F=Gm1×m2/R2) sea válida para las relaciones
intergalácticas, y necesita ciertos ajustes si queremos utilizarlas en el mundo
subatómico. De todas maneras, este es el tipo de ley al cual aspira toda teoría
cuando quiere ser lo más depurada posible. Una teoría es más poderosa y con-
sistente en la medida en que sus leyes formen parte de una teoría general, y no
dependa de observaciones particulares en campos aislados de la misma teoría.
Así, la ley de la gravitación universal no sólo explica las leyes empíricas −co-
nocidas ya por los antiguos como era el caso del movimiento de la luna− sino
que extiende su poder de aplicación a muchos planetas permitiendo encontrar
peculiaridades no observadas antes. En economía podemos citar la fijación de
los precios de los bienes, deducible de la ley de la oferta y la demanda.
Podemos decir que las leyes empíricas, válidas en un campo limitado, no tie-
nen suficiente información para prevenir al que las utiliza irrestrictamente,
cuando las aplica a un campo nuevo. En el caso de las leyes deducidas, esta
limitación subsiste aunque mucho menos. A pesar de que han sido obtenidas
deductivamente, ellas están ligadas a las hipótesis que les dieron origen, y de
acuerdo con lo discutido en el capítulo anterior, la validez de estos postulados
están siendo sometidos continuamente a contrastación51.
123
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
4.1.1. Equifinalidad
Como se indicó anteriormente, en un sistema cerrado el estado final, es decir, el
estado de equilibrio puede ser alcanzado sólo a partir de un conjunto dado de
condiciones iniciales y a través de una trayectoria única. En un sistema abierto,
por el contrario, puede llegarse al mismo estado estable final a través de un
número diferente de rutas y aun partiendo de diferentes condiciones iniciales.
Tal es el caso del crecimiento de un niño con problemas nutricionales al cual se
le administran dosis de alimentos con el fin de restaurar las condiciones nor-
males de desarrollo. En condiciones favorables, es decir, aquellas que permitan
una corrección del proceso, este niño alcanzará un estado estable igual al que
hubiera logrado si desde el principio su nutrición hubiera sido la conveniente.
El estado equifinal será en este caso el estado estable. También puede ocurrir
que de un mismo estado, o grupo de estados, se alcancen diferentes estados
finales, generándose una divergencia que produce multifinalidad. Estos estados
equifinales o multifinales puede imaginarse propuesto por un ser superior y
hablaríamos de teleología. Jaques Monod (1971, p. 24-) propone el concepto
de teleonomía: en los sistemas abiertos, de procesos estables, estos tienden a
estados equifinales a partir de su historia y su capacidad evolutiva.
En el caso de los sistemas de la actividad humana, los objetivos propuestos
(estados equifinales) se pueden alcanzar a partir de diferentes condiciones
iniciales generadas por cambios que afectan al sistema. Es lo que observamos
en los estudios universitarios: al final se alcanza la graduación, a pesar de las
124
Carlos Alberto Ossa O.
125
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
4.1.4 Mecanización-centralización
Las dos leyes anteriores se funden en una sola ley: ellas no son contradictorias
sino complementarias. Ambas son necesarias y ambas se dan simultáneamente
en muchos sistemas abiertos. Desde un punto de vista biológico, el estado
primitivo es aquel en el cual el comportamiento del sistema resulta de la inte-
racción de partes equipotenciales. Progresivamente ocurren subordinaciones
a las partes dominantes. El cerebro domina a los órganos especializados:
cuando se inicia la concepción de un ser humano, las células son idénticas;
pasado un tiempo, empiezan a diferenciarse formando las diferentes partes de
las que se compone (ojos, cabello, uñas, corazón, brazos…); un grupo de ellas
se reserva para la formación del cerebro el cual toma el comando del resto del
organismo. En sociología, distinguimos una sociedad de otra por sus líderes
(elementos centralizadores) así como por los conocimientos y habilidades de
sus ciudadanos.
126
Carlos Alberto Ossa O.
Aquí podemos hacer una importante distinción entre la ciencia analítica, tra-
dicional, y la de los sistemas: la primera se ocupa de sistemas cerrados (si se
extiende a sistemas abiertos, estos permiten delimitar el sistema, incluyendo
el ambiente y redefiniéndose así como un sistema cerrado), que tienden a es-
tados de equilibrio y a máxima entropía. Por el contrario la segunda se ocupa
de sistemas abiertos, que tienden a la estabilidad, minimizando la entropía: el
ambiente y el sistema, interactúan.
127
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
D F S
128
Carlos Alberto Ossa O.
dos centígrados; D son todos los fenómenos que pueden cambiar la temperatura
del cuarto: vientos fríos, vientos cálidos, lluvias, sol…F, el termostato55, trata
de minimizar los efectos de D en S, manteniendo la temperatura en el rango
deseado. Un termostato perfecto es aquel que bloquea todas las variaciones de
D y sólo entrega al sistema una temperatura entre 19 y 21 grados centígrados.
En el caso de una familia, si el padre es quien trabaja él intentará evitar que las
dificultades de su oficio y la falta de dinero afecten sensiblemente a su familia:
en ese caso es un elemento regulador.
De acuerdo con lo anterior, queda claro que la variedad de η debe ser menor
que la variedad de S. Un regulador es un elemento que disminuye la variedad
de D con el fin de lograr una variedad en S igual a la de η. El regulador es un
bloqueador de transmisión de variedad. Extendiendo el ejemplo de la relación
de un padre con su familia podríamos decir que un buen administrador, desde
el punto de vista de la regulación, es aquel que logra sortear todos los proble-
mas económicos que rodean a su organización y logra que dentro de ella esta
situación no sea sensible, pagando a tiempo sus deudas, a sus empleados y en
general, haciendo que la entidad marche como si nada pasara en el ambiente
externo. El termostato perfecto no permitiría ninguna variación en un rango
de la temperatura del cuarto, de tal manera que nadie podría darse cuenta de
los cambios de temperatura del exterior. En conclusión F es un buen regulador
si bloquea el flujo de variedad que va desde las perturbaciones a las variables
favorables del sistema.
Las relaciones entre D, F y S pueden representarse mediante una tabla T en
la que D representa las filas de la tabla, F las columnas y los resultados de las
respuestas de F a la acción de D, el contenido de la tabla, son las variables
esenciales del sistema. Esto se ilustra en la figura 4.2. En esta tabla no existen
elementos repetidos en cada columna.
El teorema de la variedad obligada, visto desde esta perspectiva, nos dice que:
129
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
F
α β γ
1 a c f
2 c b d
D
3 b a c
4 e d b
5 d f e
6 f e a
Relaciones entre D, F y S
Figura 4.2
De lo anterior queda claro que sólo la variedad de un regulador puede lograr
una disminución en la variedad de D. Como dice Ashby (1972, p. 282):
130
Carlos Alberto Ossa O.
Ashby señala cómo durante años los físico-químicos habían tratado de des-
cubrir el porqué las moléculas del caucho son contráctiles. Se sabe ahora que
estas moléculas no son inherentemente elásticas. Si se estira una, no sucede
nada. “Estirar un caucho” no significa estirar una molécula. Como hay más de
una, cada una de ellas ejerce una acción sobre las otras, y el resultado es que la
longitud total del conjunto es menor que la máxima posible.
En la física clásica, muchas propiedades emergentes pueden explicarse a partir
del comportamiento de sus partes. Pero en el caso de los sistemas abiertos, esto
no es así. En este caso, esta ley riñe de alguna manera con los principios de la
deducción. En un silogismo, la conclusión no puede tener ningún elemento
que no esté contenido en las premisas tal y como se indicó en el capítulo 1. El
comportamiento emergente de un sistema, en principio, no está contenido en
forma explícita en ninguna de sus componentes. E. Laszlo dice que existen cier-
tas propiedades de algunos elementos que sólo se manifiestan cuando entran
en acción con otros elementos del sistema. Están latentes y son inobservables
cuando estos elementos están aislados.
Considerando la emergencia como "una novedad" del sistema, Laszlo acota
(1972, p. 176):
Hay, inicialmente, una novedad introducida por una mediación externa
intencional, como lo es el ensamblaje de un reloj hecho por un relojero.
Aquí la información necesaria para producir la novedad es suministrada
del exterior donde ella preexiste en su totalidad (es decir en la mente del
relojero). En segundo lugar, hay la novedad basada en la información que
ya está presente en el sistema y se manifiesta en la forma de un conjunto
de códigos (estructuras que los poseen), como es el caso de los cromosomas,
que llevan la información necesaria para el desarrollo del organismo ma-
duro. Pero sólo la tercera forma de emergencia constituye la "verdadera
emergencia": en ella la información es generada durante el proceso del cual
la estructura reorganizada, se forma. La evolución, en todos los niveles de
los sistemas de la naturaleza, es de esta forma: no se trata de teleología, el
logro de un propósito existente, sino de teleonomía, la emergencia del
propósito en sí o, más exactamente, de la organización dinámica que lo
manifiesta.
131
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
aditivas; son principios de nivel superior por lo que no pueden ser analizadas
desde un punto de vista reduccionista.
Aclaremos un poco más lo dicho. Consideremos la expresión general "a → b"
en donde el símbolo "→" indica una relación cualquiera entre los elementos a
y b. Si identificamos a a con el número 7 y a b con el número 5, y además la
relación es " se suman aritméticamente", podemos decir que el resultado de "7
y 5 se suman aritméticamente", es doce, ya que las partes, 7 y 5, son definidas
no sólo en sí (se trata de números) sino que su interrelación (la suma en este
caso) forma parte de sus propiedades intrínsecas. 12 es el resultado esperado,
deducible de la combinación de tales partes.
Consideremos ahora que a es Marta y b es Pedro y la relación "→ " significa "se
agradan"; la expresión anterior se leería "Marta y Pedro se agradan". ¿Podemos
ahora predecir el resultado de este sistema? Evidentemente no. Las partes no
tienen predeterminada, como elemento constitutivo, un resultado único para
la relación "se agradan". Muchas cosas pueden ocurrir: una amistad, un no-
viazgo, una sociedad, una enemistad... y por lo tanto no hay un determinismo
que pueda ser analizado desde un punto de vista reduccionista.
De acuerdo con esta ley las propiedades de un sistema se destruyen cuando este
es seccionado, reducido a partes aisladas, bien sea conceptual o físicamente.
4.1.8 Jerarquización
Todo sistema está formado por subsistemas, y a su vez forma parte de sistemas
que lo contienen. Por ejemplo, la Universidad está compuesta por subsistemas:
administración, docencia, investigación, extensión… Pero ella es a su vez es
subsistema de un sistema mayor: las universidades de la región. Estas univer-
sidades son a su vez parte del sistema educativo nacional, el cual está inmerso
en el Ministerio de Educación e interrelacionado con otras instituciones, etc.56
La figura 4.3 ilustra esta idea.
56. Obviamente esta es una de las formas de ver la universidad como sistema.
Podríamos considerar como subsistemas, en otra apreciación, los diferentes progra-
mas: Ingenierías, medicina, bellas artes…, la administración en general, los labora-
torios…
132
Carlos Alberto Ossa O.
Jerarquización de sistemas
Fig. 4.3
Lo anterior nos lleva a considerar dos extremos: uno inferior compuesto por
una partícula, irreducible a subsistemas y otro superior, todo el Universo. Esto
crea un problema filosófico de fondo: en el extremo inferior tendríamos un
sistema que si bien forma parte de sistemas superiores, es decir, está contenido
en otros sistemas, no contiene a ningún subsistema). Violaría por lo tanto la
ley de la jerarquización.
Algo similar ocurre en el extremo superior: el Universo sería el gran sistema
que los contendría a todos, pero que no sería contenido por ningún otro sis-
tema. Este tema lo retomaremos en el capítulo 14.
La jerarquización nos lleva a considerar un nuevo elemento afín al sistema: el
ambiente del sistema. Grosso modo el ambiente rodea al sistema y lo determina.
La separación entre ambiente y sistema se logra indicando aquellos elementos
que poseen recursos de los cuales el sistema depende para su subsistencia pero
no los posee. Más adelante, en el numeral 9.4.3 hablaremos un poco más sobre
este tema.
4.1.9 Acoplamiento
La definición de sistema nos indica que existe una interrelación entre sus
partes; de acuerdo con este principio, todo sistema está estructurado por el
acoplamiento entre ellas. Pueden ser de carácter matemático, como en el caso
de la cibernética por ejemplo, o relaciones de tipo conceptual, como en los
sistemas sociales. Las figuras 4.1 y 4.3 muestran el acoplamiento entre diversos
subsistemas.
133
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
4.1.10 Totalidad
Tal y como hemos venido subrayando, un sistema debe concebirse como un
todo.
Podemos decir que hay dos posiciones respecto a la consideración de la tota-
lidad. Algunos consideran que por el momento los todos y las partes podrán
explicarse entre sí, como es el caso, por ejemplo, de la cibernética. Otros
investigadores sostienen que no es posible deducir las leyes del “todo” de las
leyes de las partes. Polanyi y Nagel son de esta línea. De cierta forma estamos
tocando asuntos relativos a la formalización de la teoría de sistemas, que será
nuestra discusión en el próximo capítulo57.
En psicología, a partir de la teoría de la percepción según el punto de vista del
movimiento gestalt58, se indica que percibimos todos integrados, no partes
aisladas. En la figura 4.4, por ejemplo, el cerebro completa lo que falta con tal
de darle un significado al dibujo.
De Gaetano Kanizsa59
Fig. 4.4
El “triángulo” blanco parece superponerse a otro triángulo y a tres círculos.
El triángulo no sólo “aparece sin estar” sino que además adquiere un color
blanco más intenso que el espacio del mismo color que le rodea. El cerebro
“integra” estos elementos para darles un sentido más coherente. De hecho el
57. El lector podrá estarse fatigando con tanto: “tema que se ampliará más adelante”,
“tema a discutir en próximo capítulo”. Pero qué podemos hacer; la teoría de sistemas,
¡es sistémica! Este es un buen indicativo de la dificultad de llevar a la práctica la noción
de sistema y sus implicaciones.
58. Palabra en alemán que significa "forma orgánica".
59. (1913-1993), obtenida de:http://www.ilusionario.es/INVESTIG/kanizsa.htm
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Carlos Alberto Ossa O.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Pensamiento Valores
Autoasertivo Integrativo Autoasertivo Integrativo
racional intuitivo expansión conservación
analítico sintético competición cooperación
reduccionista holístico cantidad calidad
lineal no-lineal dominación asociación
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
reemplazarlos y esta situación continúa igual, sin cambio, durante los años
siguientes. Se trata de predecir, sin ningún cálculo y utilizando sólo nuestra
intuición y sentido común, cómo variará el número de profesores de planta a
partir del año 11. La gráfica 4.5 sugiere algunas opciones.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Como hemos indicado reiteradamente en este texto, los sistemas son concep-
tos, maneras de concebir fenómenos. No son, pues, cosa distinta a modelos de
una realidad que buscan simplificarla para poder entenderla y, en lo posible,
manipularla.
Una manera de reducir la complejidad es considerar el patrón que define al
sistema. Encontrar las reglas generales, los comportamientos comunes a sis-
temas similares nos permiten percibir el fenómeno en lo fundamental. Una
célula es, sin duda, un sistema complejo. ¿Qué es lo que caracteriza a cualquier
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Carlos Alberto Ossa O.
célula? Esto nos permite definir una célula en sus partes fundamentales. La
figura 3.2 es un buen ejemplo.
Otra ilustración sobre este tema es la forma como Linneo redujo la complejidad
del mundo vegetal a través de su extraordinaria clasificación. La unidad de
clasificación es la especie y éstas se identifican mediante una fórmula binomial:
género (características familiares) y especie (características particulares). La
clasificación de los seres humanos es homus (género) sapiens (especie)61.
También la complejidad se puede reducir mediante la definición de su estruc-
tura: elementos fundamentales con sus interrelaciones. En medicina se describe
al sistema nervioso mediante dibujos en los cuales se destacan los órganos
básicos y la forma en que se conectan entre sí mediante una red de conexiones
nerviosas. Debido a su enorme complejidad se subdivide en sistema nervioso
central, periférico, somático y autónomo. La figura 4.6 nos muestra el sistema
nervioso central (fuente: Wikipedia).
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
K1 k1
X x1 x2
k2
k
3
x3
K2
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
La idea es fijar una velocidad angular de referencia ωr. Como se puede ver, el
eje del mecanismo está fijado al eje de rotación de la máquina a controlar. Si
la velocidad aumenta, las esferas se separan debido a la fuerza centrífuga; el
mecanismo de palanca cierra la válvula de vapor disminuyendo la presión del
vapor, por lo que la velocidad de rotación baja, tendiendo al valor prefijado.
Si se reduce demasiado, entonces la válvula permitirá que pase más vapor
aumentando la velocidad. Evidentemente el sistema tiende a autoorganizarse
(es autoregulado), gracias a la interacción del sistema con el ambiente: la ad-
misión de vapor.
En 1970 Heinz Von Förster (Vienés, 1911-2002) hace pública su idea de que
en la cibernética, el investigador forma parte del proceso cibernético descrito
(2003, Cap. 13). Antes se consideraba aparte del proceso estudiado (una po-
sición clásica en la ciencia, como lo hemos indicado en este texto). Se habló
entonces de la Cibernética de la cibernética, o Cibernética de segundo orden.
Se pasa de una definición clásica: “El control en el hombre y la máquina” a “La
ciencia que estudia los principios abstractos de la organización en los sistemas
complejos” Esto incluye todo tipo de sistemas: físicos, tecnológicos, biológicos,
ecológicos, psicológicos, sociales o cualquier combinación de los mismos. No
sólo estudia en qué consisten tales sistemas, sino cómo funcionan. Esto modifica
la posición antes descrita (ver Heylighen y Joslyn, 2001).
La T.G.S. estudia los sistemas en diversos grados de generalidad, mientras que
la cibernética se centra en los sistemas dirigidos a metas, sistemas funcionales
(diseñados) que tienen alguna forma de control. Ambas son incluidas en lo
que se conoce como Ciencia de los sistemas.
La cibernética clásica consideraba que la relación entre el sistema tal como es
y su representación para estudiarlo, “el modelo”, era prácticamente la misma
cosa. Debido a las poderosas técnicas de la cibernética, el conocimiento del
sistema en sí era tan profundo, que poca distinción cabía entre “sistema real”
y el “modelo del sistema”. De hecho, el sistema descrito era un actor “pasivo”,
o en términos de lo ya estudiado, un objeto (objectum).
Para la cibernética de segundo orden, un organismo es un sistema (un agente
utilizando el término utilizado en computación) que tiene un comportamiento
propio, que a su vez interactúa con otro agente, el observador. Y si nos basamos
en la mecánica cuántica, esta relación, observado-observador es indisoluble,
siendo el comportamiento final el resultado de esta interacción. El observador
es un sistema cibernético que interactúa con otro sistema cibernético para
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Carlos Alberto Ossa O.
63. Ideas extraídas de la conferencia del Dr. Răzvan Enache, Octubre 2015, Doctorado
interinstitucional en Ciencias Ambientales, U. Cauca, U.T.P., U. Valle.
147
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
4.4 Resumen
Las teorías científicas buscan establecer leyes. La T.G.S. no puede ser la ex-
cepción. Tras discutir lo que vamos a entender por una ley, destacamos las
más generales e importantes de los sistemas: la equifinalidad, la tendencia a
una entropía mínima en el caso de los sistemas abiertos, la centralización y la
descentralización progresiva, la variedad obligada, la emergencia sistémica,
la jerarquización, el acoplamiento y la totalidad. Con estos conceptos, la idea
de sistema toma cuerpo y aparece como una herramienta útil para enfren-
tar fenómenos complejos. Finalmente, hacemos una referencia al concepto
de complejidad, el cual sera profundizado posteriormente, destacándose la
reductibilidad sistémica: aunque los sistemas se conectan entre sí, existe el
hecho de que se forman “islas” de subsistemas que pueden ser considerados
“aisladamente” lo cual permite que estos sean estudiados.
Se ha establecido una diferencia importante entre el concepto de sistema re-
troalimentado, de la cibernética, y el de sistema abierto.
Al hablar de cibernética, se ha indicado cómo las ideas de los sistemas generales
y de la cibernética se han influido entre sí. La cibernética de segundo orden (y
de órdenes superiores) enfatiza la importancia de incluir un nuevo observador:
aquel que observa al sistema "observador-sistema"; en otras palabras, pasar de
un sistema cerrado, a uno abierto. El ambiente reclama su importancia.
148
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 5
FORMALIZACIÓN DE LA TEORÍA
GENERAL DE SISTEMAS
149
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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151
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
Podemos añadir que una condición suficiente, permite predecir que un evento
ocurrirá, que está relacionado con la relación causa-efecto. Por su parte, la
condición necesaria descubre elementos que son responsables de que el evento
ocurra. Causalidad múltiple.
Un acto de un sistema es un evento del sistema para cuya ocurrencia no es
necesario ni suficiente que existan cambios en el ambiente del sistema. Los
actos son, pues, eventos auto determinados por el sistema. Internamente los
cambios son necesarios y suficientes para que ocurra el acto. Los actos pueden
ser reactivos, de respuesta o autónomos, o combinaciones de estos. Salir co-
rriendo del salón de clase porque está temblando es un acto, bien sea porque la
adrenalina me impulse a hacerlo, o porque decida salir en lugar de quedarme.
Los actos no son exclusivos de los seres humanos. Un robot puede también
realizar actos: puede producir cambios en sus propios eventos o en el ambiente
por su propia dinámica.
El comportamiento de un sistema “es un evento (eventos) del sistema que es
(son) necesario(s) y suficiente(s) para que ocurra otro evento en el sistema o
en el ambiente”66.
El comportamiento es un cambio en el sistema que desencadena otros eventos.
Nótese que las reacciones, respuestas y actos son eventos del sistema cuyos
antecedentes son de interés. El comportamiento consiste en los eventos del
sistema cuyas consecuencias son de interés. Desde esta perspectiva, las reaccio-
nes, respuestas o actos pueden ser comportamientos.
Veamos, pues, la siguiente clasificación de Ackoff.
155
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
156
Carlos Alberto Ossa O.
Un sistema intencional es uno de múltiples metas las cuales tienen una meta
(objetivo) común: una intención. Volviendo al caso del avión, si el propósito
de los diseñadores del sistema automático de vuelo es la seguridad del vuelo,
entonces tendríamos un sistema intencional. Aquí, también, los eventos de-
terminan el estado final.
Finalmente un sistema intencionado tiene la opción de responder de forma
diferente ante eventos iguales. Es el caso excepcional en el cual los eventos
iniciales no determinan el estado final. Podríamos imaginarnos un programa
sofisticado de computador que ante el mismo evento pudiera alcanzar metas
diferentes. En tal caso, parecería que el computador tuviera la capacidad de
decisión: tuviera voluntad. El ejemplo típico de estos sistemas son los sistemas
de la actividad humana67.
Ampliemos un poco más lo anterior. Anteriormente usamos el concepto de
teleología. Ella trata de explicar los fenómenos que son dirigidos hacia un fin,
hacia una meta futura. Esto implica que, un fenómeno que es teleológico, no
está condicionado por circunstancias pasadas o presentes, sino por “causas
futuras”. El problema, desde el punto de vista de la ciencia, es que la causalidad
implica fenómenos que preceden a otros (aunque, para el caso de la mecáni-
ca cuántica, esto no es siempre así). En concreto, aquí no opera el “flujo del
tiempo” que va, de un pasado a un futuro y jamás a la inversa.
Los conceptos teleológicos, que fueron resaltados por los griegos, particular-
mente por Aristóteles, fueron relegados por Galileo y Newton, reemplazando
las causas finales por las causas eficientes, como ya se comentó anteriormente.
Sin embargo, en la T.G.S. (y sus ramas afines como la cibernética), "la teleología"
se revivió a través del concepto de teleonomía como ya se ha explicado. Surge
el concepto de “propósito” (meta, objetivo).
Un sistema puede tener, o no, propósitos: dirigirse o no al logro de una o varias
metas u objetivos. Tales propósitos pueden ser intencionales o intencionados.
Debemos aclarar que estos dos términos tienen aquí significados más precisos
que las definiciones halladas en los diccionarios.
Los propósitos intencionales tienden a una meta y objetivos gracias a meca-
nismos o relaciones que permiten observar un comportamiento que busca
lograr algo predeterminado. Un robot que pinta un automóvil, un avión que
67. En filosofía el término intención, intencional tiene un significado diferente al que
no nos referiremos aquí.
157
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
161
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
1. Sistemas naturales.
2. Sistemas diseñados (físicos y abstractos).
3. Sistemas de la actividad humana.
4. Sistemas sociales y culturales.
5. Sistemas trascendentales.
Una primera división destaca a los sistemas naturales que son los sistemas físi-
cos que constituyen el universo; van desde los sistemas subatómicos (que dan
origen a los sistemas de seres vivos y no vivos), hasta los galácticos en el otro
extremo, pasando por los sistemas vivos. En una jerarquía superior están los
sistemas trascendentales, los que están más allá de nuestro conocimiento actual.
La figura 5.2 muestra la jerarquización de estos sistemas.
Sistemas naturales
Sistemas
sociales
Sistemas físicos Sistemas abstractos
diseñados Sistemas de la
diseñados
actividad humana
Sistemas trascendentales
162
Carlos Alberto Ossa O.
definidos. Por una parte, son un sistema social y, por otro, un sistema de acti-
vidades que dicho grupo ejecuta. Ejemplos son los sistemas hombre-máquina,
las actividades industriales, los sistemas políticos, la administración. Esta
distinción permite identificar lo que podemos entender por estructura y por
proceso en estos sistemas. La figura 5.3 ilustra estos conceptos.
163
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
otra parte, y por estar integrados por seres humanos de espíritu gregario y
con necesidades básicas qué satisfacer, pertenecen también al mundo natural.
Están “a caballo” entre estos dos sistemas. Por esta razón son tan difíciles de
comprender y son un reto muy importante para la ciencia de los sistemas. La
figura 5.3 destaca este hecho. El péndulo de Galileo cae dentro de los sistemas
abstractos diseñados. Si se construye, se convierte en un sistema físico diseña-
do. Por su parte, la familia forma parte de un sistema de la actividad humana o
de un sistema social según como se desee conceptuar. Se hace necesario hacer
la distinción. Los sistemas de la actividad humana son sistemas sociales que
tienen propósitos comunes. Estos propósitos implican una serie de actividades
para poderlos cumplir. Podríamos decir que un sistema de actividad humana
es la superposición de un sistema de actividades y un sistema social: el primero
indica lo que se debe hacer y el segundo crea las asociaciones necesarias para
llevarlas a cabo.
Cuando estudiemos con cierto detalle la metodología de P. B. Checkland po-
dremos aclarar mejor estos conceptos.
Este autor tiene otra clasificación que es muy útil. Se trata de la distinción
entre sistemas duros y sistemas blandos. Más que una dicotomía, se trata de
un espectro en el cual estos dos tipos de sistemas forman sus extremos, como
lo indica la figura 5.4.
Duros Blandos
164
Carlos Alberto Ossa O.
finimos como tales según las circunstancias. Por ejemplo, construir un edificio
dado parece corresponder al diseño de un sistema duro. El objetivo es exacto,
pues el arquitecto entrega un proyecto en el cual el uso del espacio está clara y
precisamente delimitado; además, se conocen las leyes que rigen la resistencia
de los materiales así como las ecuaciones de las diferentes interacciones de los
elementos de la estructura a levantar, por lo que el proceso de construcción está
regido por reglas precisas, dictadas por la ingeniería. Pero construir un edificio
implica también el manejo de operarios, compra de materia prima, reformas
propuestas sobre la marcha por los interesados en la construcción. No siempre
los materiales son de primera calidad y en general existe una gran multitud
de situaciones que van en contra de las exigencias dictadas por la ingeniería.
Cuando concebimos un sistema con características que lo sitúan hacia el extre-
mo “duro”, el reduccionismo ha demostrado ser una manera bastante eficiente
de encarar los problemas que se presentan en él. Sin embargo, a medida que nos
movemos en el espectro hacia el lado “blando”, el enfoque de sistemas parece
ser la opción más favorable. Tal es la situación que hemos venido analizando
a través del texto cuando usamos como ejemplos el péndulo de Galileo (un
“sistema duro” y una familia (un “sistema blando”).
A partir de estas clasificaciones podemos retomar el concepto de Teoría General
de Sistemas. Como ya lo hemos dado a entender, La Teoría General de Sistemas
se ocupa de los principios aplicables a cualquier sistema partiendo de leyes de
carácter general tales como la equifinalidad, la centralización-descentralización
ya explicadas anteriormente.
Utilizando la clasificación de Ackoff, los sistemas determinados permiten co-
nocer el comportamiento del todo a partir del comportamiento de sus partes.
En lo que respecta a los animados y sociales, esto no es posible. Podríamos
decir, entonces, que la T.G.S. excluye a los primeros (Cfr. numeral 3.4).
Establecer una teoría general de tales sistemas parece una empresa imposible.
Sería como exigir la existencia de una Teoría General de la Física. Podemos
delimitar la Ciencia Física y distinguirla, por ejemplo, de la Ciencia Química.
Pero dada la característica de los fenómenos que cada una de ellas estudia −la
física se ocupa de las propiedades y el comportamiento de la energía, la materia,
el tiempo y el espacio y sus interrelaciones, siempre y cuando la naturaleza
de tales propiedades no sea alterada; por su parte la química se ocupa de la
composición, estructura y propiedades de la materia en su relación con la
energía, y sus transformaciones en otras sustancias− ellas han desarrollado
165
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
166
Carlos Alberto Ossa O.
Descriptiva Numérica
La mecanización- La densidad:
Empírica centralización pro-
gresiva. d = m/V
La fuerza: es igual al
La jerarquización producto de la masa
De definición de los sistemas. por la aceleración ob-
Totalidad. tenida.
F = ma
La ley de Snell:
La equifinalidad
Deducida o n sen θ1 = n2 sen θ2
(que puede ser de- 1
Derivada ducida de la ley de que puede ser deduci-
entropía mínima). da de las ecuaciones de
Maxwell.
167
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
por la belleza de un objeto que hemos pesado (se trata de un vaso de cerá-
mica del siglo XVI) no estamos en la posibilidad de asignarle un número. La
propiedad “belleza” no es medible. En ocasiones podemos asignar números a
propiedades en las cuales dicha asignación no es exacta o única. Por ejemplo,
cuando un estudiante obtiene una nota de 2.1 en un examen, y otro obtiene 4.2,
no podemos asegurar que éste sabe el doble que aquél. Otro profesor podría
calificar al primero con 2.4 y al segundo con 3.8. Sin embargo, hay algo que se
preserva: la relación de orden; el primero tiene un conocimiento menor que
el segundo en lo relacionado con las preguntas hechas en el examen. Esto no
es posible con la belleza.
Algunos autores llaman medición a la asignación inequívoca de un número
a una propiedad, y cuantificación a la asignación de números a propiedades
cuando se guarda una relación de orden: si A tiene una propiedad mayor
(menor) que B, y B tiene dicha propiedad mayor (menor) que C, entonces A
tiene la misma propiedad mayor (menor) que C. Esta relación es la condición
fundamental sin la cual una propiedad puede ser medible. Así, si A pesa más
que B y B pesa más que C, necesariamente A pesa más que C. En cambio, no
podemos decir que si A ama a B y B ama a C, necesariamente A debe amar a
C; bástenos con suponer que A es Pedro, B es Marta y C es Andrés. ¡Pedro y
Andrés podrían ser rivales!
Existen mediciones de propiedades fundamentales (o directas): son aquellas
que cambian por la combinación de cuerpos semejantes (N. R. Campbell,
1967, Vol.6, p. 187). Por su parte, las mediciones derivadas no poseen esta
propiedad; son mediciones que se desprenden de la combinación de medicio-
nes fundamentales. Por ejemplo, si tenemos una varilla de 12 centímetros de
longitud, y de densidad 7.8 gm/cm3 (hierro) y otra de longitud 22 centímetros
y de densidad 12.3 gm/cm3 (titanio) y colocamos una a continuación de la otra,
obtendremos un objeto (“varilla”) de longitud 22 cm (la propiedad se suma)
pero no de una densidad 12.3 (la suma) o 6.15 (el promedio). La longitud es
una propiedad fundamental; la densidad es derivada: es la relación entre la
masa del cuerpo y su volumen.
Si observamos varios vehículos que viajan a distintas velocidades, podríamos
establecer una relación tal que el número 1 fuera asignado al carro más lento,
el número 2 al siguiente más lento y así sucesivamente. Con esto identifica-
ríamos la rapidez con la que viajan: el vehículo 4 es más rápido que el 2 y
más lento que el 7, preservándose la relación de orden: 7 > 4 > 2 → 7 > 2. Sin
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Carlos Alberto Ossa O.
70. La velocidad exige, además del valor de la rapidez, una dirección y un sentido:
es un vector. La rapidez es un escalar. Sin embargo, en el lenguaje cotidiano usamos
la una por la otra.
169
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
para relacionar cifras y derivar unas de otras y el estudio de las reglas una
vez inventadas es, todo ello, asunto puramente intelectual. No depende de
ningún experimento; el experimento no interviene más que cuando nos
preguntamos si existe alguna ley experimental que contenga una de las
relaciones numéricas inventadas o descubiertas entre propiedades. El
proceso es en realidad parte de la matemática, no de la ciencia experimen-
tal; y una de las razones por las cuales la matemática es útil a la ciencia es
que sugiere nuevas formas posibles de leyes numéricas. Los ejemplos que
hemos dado son, desde luego, sumamente elementales, y la matemática
actual difiere grandemente de tales consideraciones simples; pero el des-
cubrimiento de reglas de ese tipo lleva lógicamente, si no históricamente,
a una de las grandes ramas de la matemática moderna, la Teoría de
Funciones. […] Esta teoría ha sido desarrollada por los matemáticos para
satisfacer sus propias necesidades intelectuales, su sentido de claridad
lógica y de la forma; pero aunque grandes sectores de ella no tienen im-
portancia para la ciencia experimental, sigue siendo notable la frecuencia
con la cual relaciones desarrolladas por el matemático para sus propios
fines tienen al final una aplicación directa e inmediata a los hechos expe-
rimentales de la ciencia.
170
Carlos Alberto Ossa O.
171
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
71. Bogdanov fue pionero en los conceptos sobre sistemas generales. Su obra Ensayos
en Tectología rescatada por George Gorelik es una lectura obligada para comprender
bien los conceptos básicos de los sistemas.
72. El lector podrá sorprenderse que Bertalanffy aparezca en ambas clasificaciones.
Bertalanffy propuso una teoría formal, matemática, basada en ecuaciones diferencia-
les. Sin embargo, muchas otras consideraciones (conceptos, hipótesis, principios
metodológicos y técnicas) que no caben en su propuesta matemática deben ser con-
sideradas aparte.
73. El concepto de metodología será desarrollado en el capítulo 9.
74. Sobre esta hipótesis el lector deberá consultar el numeral A.6.7.
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Carlos Alberto Ossa O.
S = { p, R } (5-1)
173
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
dt = f QQV = kQ
dQ
(5-3)
Q = Q0 e kt (5-4)
174
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80000
No. bacterias
60000
40000
20000
0
0 20 40 60 80 100
Tiempo (hs)
Crecimiento de bacterias
Fig. 5.6
dQ/dt = k1 Q + k2 Q 2 (5-5)
Q = k1 Q0 e k t / (1 - k2 Q0 e k t )
1 1
(5-6)
120
100
80
Q 60
40
20
0
0 20 40 60 80 100
175
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
176
Carlos Alberto Ossa O.
12000,00
10000,00
Presa
8000,00 s
6000,00
4000,00
Predador
2000,00
as
0,00
0 200 400 600 800 1000
Relación predador-presa
Fig. 5.8
propuesta es de gran valor ya que permite presentar, en forma de un sistema
lógico deductivo, una Teoría General de Sistemas. Algo similar ocurre con la
propuesta de O. Lange.
177
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Elemento activo
Fig. 5.9
Debe existir una transformación que permita medir la relación entre los estados
de entrada y los de salida del elemento activo Er: la denominaremos por T(r).
Esta expresión permite calcular las salidas de elemento activo con base en sus
entradas.
Es posible establecer acoplamientos entre elementos activos, de tal manera
que algunas (o todas) de las salidas de uno de ellos, se acople a algunas (o
todas) de las entradas del otro. Incluso, un elemento activo puede influir en
otro elemento que le antecede, formando un lazo de retroalimentación como
se ilustra en la figura 5.10.
Er Es
X(r) Y(s)
X' = TS (X)
Y' = ST (Y) (5-9)
178
Carlos Alberto Ossa O.
en donde X' y Y' son los nuevos estados de las entradas y salidas debido al
acoplamiento (en álgebra matricial TS≠ST).
Lange (Op. Cit. p. 39) dice:
Como puede verse, el modo de acción del sistema depende tanto de la
matriz T de modos de acción de los elementos, como de la matriz estruc-
tural S del sistema. Para poder determinar el modo de acción del sistema,
no es suficiente conocer los modos de acción de los elementos, los cuales
son expresados matemáticamente por la matriz T, sino que es necesario
conocer también la matriz estructural S del sistema, la cual representa la
red de acoplamientos de los elementos.
Xt+θ = TS (Xt)
Yt+θ = ST (Yt) (5-10)
179
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
79. El lector interesado en conocer más en detalle la propuesta de Lange puede re-
mitirse al APÉNDICE literal A.5.3.
180
Carlos Alberto Ossa O.
S S12
S ' = 11
S 21 S 22 (5-11)
181
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
S11 S1M
S =
'
(5-12)
S N 1 S NM
S1 Ʃ
e1 1
r1
e4 p1 p2
r2
e2 p3 r3
2
e5 q3
e3 q1
3 q2
q4
182
Carlos Alberto Ossa O.
183
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
5.4 Resumen
Si la T.G.S. pretende ser científica, entonces debe tener una formalización a la
manera en que se explica en el capítulo 2.
Una primera aproximación al tema nos llevó al concepto de clasificación como
una herramienta conceptual fundamental para poder establecer una teoría que
busque generalizar varias realidades contenidas en un ámbito común.
La clasificación de Boulding avanza en forma jerárquica en la complejidad de
los “sistemas” estudiados, y destaca en cada nivel la propiedad emergente que
lo diferencia de los anteriores.
Ackoff nos propone dos clasificaciones. Una, basada en el comportamiento
del sistema, nos permite distinguir entre reacción, respuesta y acto, entre los
184
Carlos Alberto Ossa O.
sistemas reactivos –los que mantienen un estado– y los responsivos –que buscan
desde una a múltiples metas–; entre los sistemas intencionales –aquellos en
los cuales un observador presume cierta intencionalidad (capacidad de deci-
dir, voluntad)– y los intencionados, en los que claramente es el sistema el que
demuestra tal característica. La otra, es una clasificación basada en la organiza-
ción. Se distinguen los sistemas determinados, animados, sociales y ecológicos
que forman una jerarquía en la cual la propiedad emergente está identificada
por el concepto de intencionalidad o no intencionalidad del sistema.
Por su parte, Checkland nos brinda dos maneras de ver los sistemas: una,
como un todo compuesto por subsistemas que pertenecen a los sistemas físi-
cos diseñados, a los sistemas abstractos, a los de la actividad humana y a los
naturales. También hay un lugar para los sistemas trascendentes; y otra, en la
que los determina como “duros” y “blandos”. Los duros están relacionados
con propósitos u objetivos claramente definidos, estructuras perfectamente
delimitadas y procesos identificables. Los blandos, con objetivos difícilmente
definibles, estructuras borrosas arduas de observar o delimitar, y procesos en
conflictos que dificultan la comprensión de la situación observada.
Enseguida, desarrollamos con mayor profundidad el concepto de ley. Discu-
timos las leyes numéricas, aquellas que se basan en una propiedad que tiene
relación de orden y, por lo tanto, tiene la opción de ser medida, en contraposi-
ción a propiedades que no tienen tal relación. De esta manera, se explica lo que
puede ser medible y lo que no puede serlo. Tal discusión nos lleva a considerar
la relación entre la matemática como lenguaje científico, y su carácter práctico,
como elemento de cálculo y explicación.
Se presentan dos sistemas formales de muchos otros que existen para la T.G.S.:
el de L. von Bertalanffy, basado en un sistema de ecuaciones diferenciales
ordinarias, y el de O. Lange, quien utiliza el concepto de elemento activo y
desarrolla su teoría a partir de la cibernética. Ambas propuestas cumplen con
la finalidad de demostrar que es posible presentar un cuerpo coherente en
lenguaje matemático debidamente formalizado. Sin embargo, ambos sistemas
presentan una gran limitación para ser aplicados a diversas situaciones de los
sistemas sociales, debido a la dificultad de representar matemáticamente sus
relaciones y propiedades.
Cerramos este capítulo con la idea de H. Simon sobre la cuasidescomponibi-
lidad. Ella nos permite aplicar el concepto de sistema, subsistema y ambiente
sin mayor dificultad al demostrar que, aunque los elementos del universo
185
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
186
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 6
MATEMÁTICAS DE LA T.G.S.
187
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
188
Carlos Alberto Ossa O.
La cifra que indica lo caliente o frío que está un cuerpo con relación a una
norma se denomina temperatura. De esta definición podemos concluir que
la temperatura es relativa a una escala de comparación80. La temperatura es
proporcional al movimiento promedio de traslación de las moléculas y no a
su vibración o rotación81.
El calor es la energía transferida de un objeto a otro debida a una diferencia de
temperatura. Los cuerpos no contienen calor. El calor es sólo energía en tránsito.
Igual ocurre con el trabajo. Por lo tanto, uno y otro sólo pueden producirse. El
calor se representa con la letra Q y el trabajo con la letra W.
Existen otros tipos de energía82, entre ellos la energía interna (o térmica) que es
la energía total de todas las moléculas del objeto, es decir, el total de la energía
cinética de traslación, rotación y vibración de las moléculas y de la energía
potencial entre ellas. Se denomina generalmente con la letra U.
Para poder comprender bien los procesos termodinámicos es necesario definir
lo que entendemos por equilibrio termodinámico. Un sistema está en equilibrio
termodinámico cuando:
• El sistema se encuentra en un estado de equilibrio mecánico: la suma de
las fuerzas, tanto internas como externas que actúan sobre él, es cero.
• El sistema está en equilibrio químico, es decir, no hay una tendencia a
cambios espontáneos en la estructura química del sistema.
• El sistema está en equilibrio térmico, es decir, todas sus partes están a la
misma temperatura, e igual a la temperatura ambiente si el sistema no es
un sistema aislado.
La medición del estado de equilibrio termodinámico se especifica dando los
valores de algunas pocas cantidades tales como temperatura, masa, presión y
189
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
densidad. Estas propiedades, junto con algunas otras (como tensión y com-
posición), se denominan el estado termodinámico del sistema.
Cuando se inició el estudio teórico de las máquinas de vapor, se encontró
que, en las máquinas construidas, todo el trabajo se podía convertir en calor,
pero el calor no era convertible completamente en trabajo. Se pensó que tal
situación se debía a la imperfección de los materiales (distribución de su peso,
rigidez relativa, no homogeneidad de los materiales…), a la fricción entre las
diferentes piezas, a la ineficiencia en el proceso de transmisión de calor… Pero
los perfeccionamientos al respecto no arrojaron una mejora sensible.
Sadi Carnot realizó el estudio de una máquina teórica (otro gran constructo
mental, al que ya debemos estar habituados) en el cual demostró que la efi-
ciencia de una máquina térmica no podía ser jamás igual al 100%.
La máquina térmica funciona entre dos fuentes de calor, una a temperatura
mayor que otra, y en la cual el calor fluye del recipiente de mayor temperatura
al de menor temperatura. Durante este proceso, el calor transmitido entre las
dos fuentes puede producir trabajo. Calor y trabajo son tipos de energía que
se acumulan de forma diferente. El calor se mide en calorías y el trabajo en
Joules. James Prescot Joules realizó los experimentos que permitieron establecer
la siguiente relación: 1.0W (joules) = 4.18 Q (calorías).
Esta parte del proceso tiene que ver con lo que se conoce como conducción del
calor. Fue Jean Joseph Fourier quien estudió este fenómeno. Su ley dice: el flujo
de calor entre dos cuerpos es proporcional al gradiente de temperatura entre esos
dos cuerpos83. Más concretamente:
190
Carlos Alberto Ossa O.
W= Q1 − Q2 (6-1)
84. Para conocer un poco más sobre el tema se sugiere ver el LITERAL A.6.3.
85. Para un estudio un poco más profundo sobre el tema, referirse al APÉNDICE,
literal A.6.4.
191
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Recipiente calórico a
Temperatura T1
Q1 Recipiente calórico a
Temperatura T1
W Q
Q2
W=Q
Recipiente calórico a
Temperatura T2
Máquina térmica
Fig. 6.1
La eficiencia e de una máquina de calor es la relación entre el trabajo producido
y el calor suministrado por el recipiente de temperatura mayor:
Es posible demostrar que, para el mismo caso ideal:
Por lo tanto
e = 1 - T2/T1 (6-3)
192
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Q
T1 T2
T1 > T2
193
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Talta
Tbaja
195
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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197
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
convección térmica cuando una fina capa de un líquido es colocada entre dos
láminas, y la inferior comienza a calentarse poco a poco. El flujo de calor que
se genera se transmite por conducción hacia arriba. Las moléculas inferiores
del fluido aumentan de volumen por lo que su densidad decrece, haciendo que
estas tiendan a ascender, mientras que las más frías tienden a descender. Pero
la viscosidad de líquido opone resistencia a tal dinámica. Sólo cuando la tem-
peratura llega a un valor dado, este equilibrio se rompe y empiezan a aparecer
patrones de células hexagonales, en las cuales el líquido caliente asciende por el
centro de las mismas y el más frío desciende por sus paredes, pero la dirección
del flujo no puede ser conocida de antemano. Se forman celdas en las cuales
el flujo de uno de sus lados unas veces gira hacia la izquierda y el de la vecina
hacia la derecha y en otras ocasiones lo hacen en forma contraria. El sistema
se autoorganiza. La figura 6.4 muestra el fenómeno91. Situaciones similares se
presentan cuando se coloca arena en una superficie plana y se hace mover la
superficie hacia arriba y hacia abajo siguiendo una línea vertical. De nuevo una
lucha entre fuerzas que tiende a formar patrones y otras a destruirlos. Aparece,
de la nada, un patrón de orden.
198
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199
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
E1 E1
E0 E0
(a) (b)
4 4
𝐸𝐸𝑎𝑎 = ∑ 𝑛𝑛𝑖𝑖 𝐸𝐸𝑖𝑖 = 0 + 1 + 2 + 3 = 6 𝐸𝐸𝑏𝑏 = ∑ 𝑛𝑛𝑖𝑖 𝐸𝐸𝑖𝑖 = 0 × 1 + 0 + 2 + 2 = 6
1 1
0,2,2,0: 0×0+2×1+2×2+0×3 = 6
0,3,0,1 0×0+3×1+0×2+1×3 = 6
4,0,0,2 4×0+0×1+0×2+2×3 = 6
200
Carlos Alberto Ossa O.
S =- k / pL ln pL (6-7)
L
201
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
• • •
• • –
• – •
– • •
• – –
– • –
– – •
– – –
Dos mensajes básicos combinados:
ocho mensajes posibles
Fig. 6.6
La información de este mensaje es de 8 = 23: el contenido de información de los
mensajes básicos • y − es dos, considerando cada uno por aparte; un mensaje
que combine a ambos, tendrá cuatro unidades y el de la combinación de tres,
ocho unidades.
El lector podría preguntarse si, desde alguna perspectiva, el significado de un
mensaje tiene alguna importancia. Recordando lo discutido en el numeral 2.2, a
nivel sintáctico (relación signo-signo), el nivel de los datos, es de lo que se ocupa
la teoría de la información aquí descrita. El nivel semántico (signo-designatum),
el nivel de información, es el nivel del significado de los símbolos y el nivel
pragmático (relación signo-intérprete), el nivel de conocimiento, se ocupa del
impacto personal y psicológico de la comunicación (Skyttner, p. 219-).
En lugar de potencias, podríamos pensar en el uso de logaritmos para realizar
sólo sumas. De acuerdo con nuestra definición, si se toma el logaritmo en base
dos de cada mensaje, entonces el contenido de información de los tres mensa-
jes será: log223=3 Esta medida de la información tiene un significado práctico.
¿Cuál es el máximo número de preguntas del tipo “si” o “no” necesario para
acertar un mensaje dado de los indicados en la figura 6.6? Recordemos que la
información es la libertad de escogencia de un mensaje. Si se pregunta por cada
mensaje a la vez, el total máximo de preguntas será siete, para nuestro ejemplo
(si la séptima es, se termina el interrogatorio; si no, deberá ser la octava opción,
que no será necesario usarla). Pero es más eficiente dividir el grupo en dos
partes iguales y preguntar si el mensaje particular está en el primer o segundo
grupo. El nuevo grupo será de sólo cuatro mensajes. De nuevo dividimos en
202
Carlos Alberto Ossa O.
dos partes iguales a este grupo y hacemos la misma pregunta. Queda ahora
reducido a sólo dos elementos. La tercera pregunta acertará el mensaje escogido.
Esto justifica la escogencia del log2n. como medida de la información. En otras
palabras, con máximo tres preguntas sabremos cuál es el mensaje escogido.
En resumen: la consideración de un punto o una raya aislados, tendrán como
unidad de información log2 2=1 unidad de información. Esta unidad se llama
“bit” (binary unit: unidad binaria). Si un mensaje es la combinación simultánea
de dos de estos símbolos, la medida de la información de dicho mensaje será
log2 22 = 2 bits (que es la suma de 1+1) y así sucesivamente.
Pero, ¿qué ocurriría si en un mensaje dado la libertad de escoger no es equi-
probable? Supongamos que la probabilidad de que se presente un punto sea de
4/5; por lo tanto, la probabilidad de una raya será 1/5. De acuerdo con nuestra
definición, la cantidad de información aportada por un punto será log2(0.8) bits
y la de una raya log2(0.2) bits. Si ponderamos cada uno de estos valores con su
respectiva probabilidad, la información total en este caso será:
H
= ∑ p log
j
j 2 , j 1, 2, …, n.
p j= (6-8)
203
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
I II I II I II
(a) (b) (c)
204
Carlos Alberto Ossa O.
Para el caso dos tendremos, suponiendo por simplicidad que las partículas
etiquetadas 1, 2 y 3 estén en I y la 4 en II:
I II I II I II I II I II
1,2,3,4 1,2,3 4 1,2 3,4 4 1,2,3 1,2,3,4
1,2,4 3 1,3 2,4 3 1,2,4
1,3,4 2 1,4 2,3 2 1,3,4
2,3,4 1 2,3 1,4 1 2,3,4
2,4 1,3
3,4 1,2
1 4 6 4 1
0 0.5624 0.6931 0.5624 1
205
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
206
Carlos Alberto Ossa O.
96. Recordemos que “x∈” se lee: “x pertenece a” y su contrario es “∉” que se lee: “no
pertenece a”.
207
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
m A (x) = G
1, ssi x d A
0, ssi x z A (6-10)
208
Carlos Alberto Ossa O.
que su edad se aleje de 20 años, será considerada cada vez menos joven. Si se
preguntara a diferentes personas, podríamos establecer la gráfica de la figura
6.9 como medida de la “función de pertenencia” de una persona al conjunto
J, “personas jóvenes”.
209
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
210
Carlos Alberto Ossa O.
A A
U
A 𝐴𝐴̅
A A
211
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
212
Carlos Alberto Ossa O.
a b c d
213
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Otra distinción sustancial parte del hecho de que las relaciones entre objetos
se refieren a cualidades inmanentes de los mismos, a sus atributos. Así, ellos
se relacionan por su peso, longitud o cualquier otra propiedad (o propieda-
des pero que en conjunto obran como una sola) que les sea común. Antes de
poder establecer una relación entre elementos es necesario especificar cuáles
aspectos de los elementos servirán de base a la relación. Podríamos decir que
se trata de un aspecto “externo”. Por el contrario, los miembros de un sistema
no llegan a ser constituyentes del sistema gracias a sus cualidades inmanentes,
sino por medio de su distribución o arreglo dentro del sistema. Ellos participan
en el sistema, no por una propiedad inherente sino por su valor posicional
en el sistema. Volviendo a la figura 6.13 poco importa si son letras (a, b, c y
d), puntos, cruces u otros objetos los miembros del sistema, si su arreglo de
los valores posicionales sigue siendo el mismo, para definir un sistema lineal.
Una vez logrado un valor posicional para los constituyentes (elementos) de un
sistema, pueden establecerse “relaciones secundarias” no basadas en las propie-
dades inmanentes de los elementos, sino en valores posicionales secundarios.
Recordemos a Gould en el numeral 4.1.7.
Una tercera distinción surge de una característica común a las relaciones y a los
sistemas: la multiplicidad de objetos sólo es posible en algún tipo de “dominio
dimensional”. Tal es el caso de los dominios espacio y tiempo. No podemos
hablar de dos objetos, salvo si están puestos en diferentes puntos del espacio o
en diferentes puntos en el tiempo, o en general si es posible definir algún tipo de
distancia para alguna otra clase de dominio dimensional. Aunque tal dominio
es necesario tanto para las relaciones como para los sistemas, su función es
diferente en estos dos tipos de géneros lógicos. Para el caso de las relaciones,
el papel del dominio dimensional es sólo de separación (individualización)
de los elementos. Su función termina allí. El dominio en sí no entra en las
relaciones. Para el caso de los sistemas, el dominio está íntimamente ligado
en su formación. El sistema es dimensional: un sistema es una distribución
de miembros en un dominio dimensional. Salk (Citado en Skyttner, p. 184)
comenta que las relaciones dimensionales espacio-tiempo, crean una quinta
dimensión: el todo (el sistema). Este aspecto aparecerá cuando hablemos de
los sistemas sociales vistos desde la Teoría de la Complejidad, teoría que es
nuestro siguiente tema.
214
Carlos Alberto Ossa O.
6.4 Resumen
En capítulos anteriores hemos visto que la teoría de las ecuaciones diferenciales
ordinarias y el álgebra lineal han sido utilizadas para describir matemática-
mente dos puntos de vista teóricos de los sistemas. También hemos insistido
en que, en el caso de los sistemas humanos, la matemática es limitada para
representar su complejidad.
Nuevas perspectivas se han abierto al respecto. En primer lugar, la termodi-
námica irreversible destaca la imposibilidad que tienen muchos fenómenos
reales de poseer la característica de reversibilidad tan defendida por la ciencia
clásica. El tiempo newtoniano permite movernos a lo largo de la mecánica
tradicional en cualquier sentido. La “predicción” del pasado y la del futuro
son posibles. Sin embargo, la irreversibilidad está presente a la vuelta de la
esquina. Procesos tales como nacimiento-muerte, caída de arriba hacia abajo,
calor que se trasmite de lo más caliente a lo más frío, un vaso que se quiebra
al caer, un líquido oscuro que se diluye en uno claro, y la misma evolución
jamás pueden deshacer su camino. Surge el concepto termodinámico de “en-
tropía” que permite medir y predecir estos procesos, además de plantear que
en un sistema cerrado la entropía siempre aumenta: es irreversible y le traza
una dirección al tiempo.
Pero, por otra parte, se encuentran procesos que sin violar la irreversibilidad
del sistema y su ambiente, si son vistos como un todo, violan esta tendencia
al aumento, sustrayendo de su ambiente la energía y la información necesaria
para crear “islas” de orden. Se trata de las estructuras disipativas. Concluimos,
pues, que orden y desorden son dos caras de una misma moneda. Ellos no se
oponen; se complementan.
La visión de la entropía desde la mecánica cuántica brinda un puente ex-
traordinario entre esta medida del calor cedido y la medida de la información
transmitida mediante un conjunto de símbolos. Para ello hemos destacado
un isomorfismo: la cantidad de “sorpresa” que un símbolo puede suministrar
permite medir su capacidad de transmitir información y, por lo tanto, evaluar
nuestra ignorancia; a su vez, esta “ignorancia” se correlaciona con el “desorden”
de la actividad molecular, la entropía. A mayor “ignorancia” mayor entropía.
Se dice entonces que la entropía es una medición del desorden de un sistema
pero, como se aclaró, no como una medición del desorden estético, sino como
215
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
216
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 7.
217
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
218
Carlos Alberto Ossa O.
ciones. Lo que denominamos "partes" no son otra cosa que patrones que
conforman redes entre redes. Ambas teorías pasan de las partes al todo o
de los objetos a las interrelaciones. Los patrones se identifican de manera
visual. Configuraciones que se repiten. Cuando diseccionamos un sistema,
lo que se destruye es su patrón; las partes quedan, pero el sistema como
tal, desaparece. El patrón es la "causa" de la complejidad.
En cuanto a las diferencias indiquemos las siguientes:
• Para la T.G.S. lo fundamental es considerar el todo, para luego concebir las
partes. Intenta explicar el comportamiento de las partes a partir de las leyes
que gobiernan el comportamiento del todo: explicar el comportamiento de
los individuos a partir de los roles que ellos juegan en las instituciones o
en la sociedad que supuestamente están gobernadas por leyes relacionadas
con ese nivel de organización; explicar la acción de un órgano en términos
de su contribución a la supervivencia del organismo; explicar las creencias
de un grupo en términos de sus patrones culturales. En la T.C. las partes
son identificadas per se. Se comportan de manera independiente, egoísta,
pero sometidas al cumplimiento de reglas estrictas que deben cumplirse.
En la T.G.S. el todo determina las partes. Aquí no.
• La T.G.S. incluye cierto tipo de sistemas los cuales pueden desplegar volun-
tad, tener propósitos comunes. Como veremos enseguida, a la Teoría de la
Complejidad le interesa considerar los elementos básicos que conforman
un objeto de estudio (el sistema) los cuales reciben el nombre genérico
de agentes: programas autocontenidos que pueden controlar sus propias
acciones basadas en la percepción de sus ambientes operacionales y sus
interrelaciones (2005, Huhns y Singh, en Gilbert & Trostzsch p. 172). Tales
agentes no tienen propósitos comunes, ni elementos que centralicen el
comportamiento con el fin de obtener un sistema con objetivos. Lo más
cercano es considerar que los agentes deben seguir ciertas reglas, aplicadas
en forma individual. En el preludio de su libro Mark Buchanan (2002)
comenta que gran parte de la complejidad inherente a las sociedades hu-
manas, tienen poco que ver con nuestra compleja psicología; de hecho,
muchos patrones similares aparecen en otras situaciones en las que una
consciencia no desempeña ningún papel en absoluto.
• La T.G.S. se ocupa de la organización de los sistemas, de las relaciones
entre estructuras y procesos lo cual “define” la red que los conforma. El
elemento “mínimo” es el subsistema que establece una red de redes. En la
219
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
220
Carlos Alberto Ossa O.
221
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
222
Carlos Alberto Ossa O.
compuesto por materia oscura y energía oscura pero no saben a ciencia cierta
en qué consisten estos dos conceptos. En psicología no se tiene una definición
precisa de idea o concepto o a qué corresponden en el cerebro. Tal vez esto se
pueda explicar, aunque sea parcialmente, por el hecho de que lo que se utiliza
como modelo, son constructos mentales, no constructos reales.
Son varias las áreas del conocimiento que se han ocupado del estudio de la
complejidad, algunas ya enunciadas:
• La teoría del caos y la teoría de los fractales.
• La mecánica cuántica.
• La cibernética, la computación y la Teoría de la Información.
• La biología virtual. (Kauffman).
• El pensamiento en redes.
• Networking.
• Los sistemas sociales virtuales como sistemas complejos.
Por esta razón, la complejidad ha tenido diferentes medidas, todas ellas limi-
tadas. En resumen podemos citar:
• Complejidad como tamaño: número de elementos y número de interrela-
ciones.
• Complejidad como entropía: mayor información generada por el sistema
implica mayor complejidad.
• Complejidad como contenido de información algorítmica: tamaño del pro-
grama de cómputo más corto que pueda generar una descripción completa
de sistema.
• Complejidad como profundidad lógica: se refiere a la dificultad de construir
un objeto (sistema): creación de una secuencia de “0”s y “1”s que codifiquen
al objeto. La profundidad lógica sería el número de pasos que requeriría una
máquina de Turing para construir la secuencia deseada como un resultado.
• Complejidad como profundidad termodinámica: la cantidad total de re-
cursos termodinámicos e informáticos necesarios para el proceso físico
de construcción del objeto.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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227
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
CI 3
CI 2
CI 1
t
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Nuevos resultados
Cálculos con precisión de
seis cifras decimales
104. Esta ecuación pertenece al grupo de las que hacen referencia a crecimientos
limitados como las discutidas en el numeral 5.3.1 cuando indicamos el modelo de
Bertalanffy. El lector puede tomar como referencia la ecuación diferencial (5-5) y el
pié de página correspondiente. La ecuación (7-1) es su aproximación numérica.
105. Para una mejor comprensión de esta ecuación remitimos al lector al APÉNDICE
literal A.7.3
229
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
1,200000
1,000000
0,800000
0,600000
0,400000
0,200000
0,000000
0 20 40 60
230
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231
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
1.0
Recta porosa
0 de Cantor
Tiempo entre
bifurcaciones t
d
a = lim d n
(7-3)
n"3 n+1
cuyo valor es 2.502907875... y que mide la relación entre dos distancias suce-
sivas entre las ramas más cercanas. En la figura 7.5 la longitud de separación
de las ramas más pequeñas es menor que la de las ramas más largas y siguen
esta proporción.
Anteriormente hicimos referencia al trabajo de Lorenz. El modelo con el cual
inició el estudio del clima, es un conjunto de tres ecuaciones diferenciales
ordinarias de tres variables, x, y, z, que describen el estado del sistema. Estas
ecuaciones son106:
106. a, b, c son parámetros mayores que cero. Generalmente se usa a =10, c =8/3 y
232
Carlos Alberto Ossa O.
dx/dt = a(y − x)
dy/dt = x(b − z) − y (7-4)
dz/dt = xy − cz
La figura 7.6107 muestra un comportamiento típico del sistema (7-4). Son los
puntos en los cuales este sistema tiene solución.
Atractor de Lorenz
Fig. 7.6
¿Cuál es la importancia de este patrón? Si bien no podemos predecir el punto
exacto (ni aproximado) donde estaría el sistema bajo ciertas condiciones inicia-
les, si sabemos la porción del espacio donde estará tal solución y dónde no. Una
diferencia sustancial con el azar. La forma de mariposa del atractor de Lorenz
puede haber inspirado el nombre del efecto mariposa en la Teoría del Caos.
Como parte final a esta presentación digamos que los sistemas caóticos se
caracterizan por tres propiedades: dependencia sensible (dependencia de las
condiciones iniciales), determinismo y no linealidad. (Smith, L.,2007).
233
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
234
Carlos Alberto Ossa O.
Curva de Koch
Fig 7.7
Cuando esta regla se aplica en forma repetitiva a un triángulo equilátero, la
figura tiende a la forma de un cristal de nieve como se muestra en la figura 7.8.
235
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
236
Carlos Alberto Ossa O.
237
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Estos conceptos se han extendido a los llamados paisajes fractales que se ase-
mejan sorprendentemente a paisajes reales. Para construirlos básicamente se
subdivide un cuadrado en cuatro cuadrados iguales y luego se desplaza alea-
toriamente su punto central compartido. “El proceso se repite recursivamente
en cada cuadrado hasta que se alcanza el nivel de detalle deseado”. La figura
7.10 muestra un ejemplo.
238
Carlos Alberto Ossa O.
239
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
B
P
O
Q
Máquina de Zeeman
Fig 7.11
fija una de las bandas elásticas (punto R en la figura). La otra punta, así como
una de las puntas de la banda restante se fijan en el punto Q. El otro extremo
de la banda quedará libre (punto P en la figura 7.11). Al mover lentamente el
extremo P en el plano, se observará que cuando se dan pequeños cambios el
disco se mueve lentamente. Pero ocasionalmente, salta de repente. Las posi-
ciones de P en las cuales se producen los saltos se presentan sobre el perímetro
de un rombo curvilíneo. Sin embargo, al cruzar el rombo, no se presentan
saltos. En cuanto a posiciones de equilibrio estable, existe sólo una fuera del
rombo. Dentro del rombo se encuentran dos posiciones de este tipo, en una de
las cuales Q está a la derecha y, en la otra, está a la izquierda. Hay una tercera
posición de equilibrio dentro del rombo pero es altamente inestable.
La máquina nos aclara varios puntos relativos a esta teoría. En primer lugar, su
construcción pudo haberse realizado con dimensiones diferentes. Saunders pro-
puso las aquí indicadas para poder llevar a cabo cálculos matemáticos (que de
otra forma hubieran sido difíciles de realizar) para explicar su comportamiento.
Con esto resaltamos que lo importante en la teoría no es el análisis cuantitativo
sino el cualitativo. Los resultados referentes a puntos sobre un rombo curvi-
líneo son válidos para cualquier máquina de Zeeman que se construya con
otras dimensiones. El patrón de comportamiento se conserva y esto es lo que
realmente vale la pena destacar. Por otra parte, queda claro que es posible, en
240
Carlos Alberto Ossa O.
241
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
242
Carlos Alberto Ossa O.
Factor de
control 2
divergencia
Factor de
control 1
Comportamiento
u
v
Zona de
discontinuidad
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
244
Carlos Alberto Ossa O.
Tipo de comportamiento
Territorial
Comportamiento territorial
Fig. 7.14
a la pérdida de recursos ocasionada por cambios climáticos, el modelo predice
una transición repentina (catastrófica) en el comportamiento territorial: ruta
d-e-f. El punto f podría considerarse como un atractor extraño.
Recordemos que estos modelos son de tipo cualitativo y no pueden responder
preguntas de tipo cuantitativo, como por ejemplo, cuánta competencia es nece-
saria para convertir una población migratoria en una altamente territorial. Ellos
pueden ayudar a reexaminar estudios existentes, bajo esta nueva perspectiva,
con el fin de encontrar respuestas a estas preguntas. También son de gran ayu-
da para la comprensión de muchos fenómenos que de otra forma encuentran
explicaciones demasiado simplistas debido a la exigencia de la cuantificación.
Recordemos el modelo de predador-presa al que ya hemos hecho referencia.
245
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
E = hυ, (7-6)
246
Carlos Alberto Ossa O.
hυ = E = mc2. (7-7)
En la naturaleza no existe, pues, tal dicotomía. Cualquier cosa que oscile con
alguna frecuencia υ puede hacerlo únicamente en unidades discretas de un
valor hυ/c2. Partículas y oscilaciones de campo estarían compuestas de algo
muy sutil que se manifiestan en una u otra según se observen.
Schrödinger desarrolla su importante ecuación en la cual describe el movimien-
to de las ondas de materia. Cuantización, incertidumbre, son las características
de esta nueva física.
El descubrimiento de que la masa es una forma de energía implica que el con-
cepto de materia ya no está más asociado a una sustancia material. Las partí-
culas ya no son consideradas como una "cosa" básica, son haces de energía en
continuo movimiento. Los átomos están compuestos de partículas, pero estas
partículas no están hechas de ninguna materia. Cuando las observamos nunca
veremos una sustancia, sino patrones dinámicos continuamente cambiantes,
una continua danza de energía (Capra-Luisi, 2014, p.76-77).
En 1935 se plantea la paradoja EPR: Einstein, Podolsky y Rosen. Según la
mecánica cuántica, dos sistemas cuánticos, bajo ciertas condiciones, puede
ser descrito por una única función de onda, que incluye las probabilidades de
los resultados de los experimentos que pueden realizarse en ambos sistemas
bien sea individual o conjuntamente. Este tipo de descripción impide que sea
posible conocer el estado del sistema global, definido por los dos sistemas
interrelacionados, a partir de mediciones de cada uno de ellos (por ejemplo
consideremos que cada sistema cuántico está formado por una sola partícula).
115. Remitimos al lector al numeral A.7.5 Para ampliación sobre el tema.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
249
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Carlos Alberto Ossa O.
7.5 Resumen
Abordamos la Teoría de la Complejidad, una teoría que tiene semejanzas y
diferencias con la T.G.S. Por un lado, ambas rechazan el reduccionismo, el aisla-
miento y el pensamiento lineal; consideran que más importante que los objetos
o elementos de un sistema, lo son sus interrelaciones; que estos sistemas son
abiertos y que poseen la propiedad de la emergencia sistémica; que así como
no hay una teoría general de los sistemas, tampoco la hay para la complejidad.
Pero mientras que la T.G.S. se preocupa por explicar las componentes de los
sistemas a partir del comportamiento del todo, la T.C. considera las interrela-
ciones de estos elementos como la clave para tal explicación, dejando que tales
componentes tengan existencia por sí mismos. Éstos se comportan en forma
egoísta e independiente de los demás pero son regidos por reglas sencillas. De
cualquier forma, la complejidad surgirá de tales reglas e interrelaciones; en
caso contrario el sistema se destruirá.
Las vertientes de la T.C. son múltiples: Caos, Fractales, Mecánica Cuántica,
Cibernética, Computación, Teoría de la Información, Biología. Así como la
T.G.S tiene como base el pensamiento sistémico, la red de redes, en la T.C. se
habla del pensamiento en redes.
La Teoría del Caos se relaciona con aquellos fenómenos en los cuales una pe-
queña diferencia en las condiciones iniciales, se refleja en cambios considerables
e impredecibles a corto y mediano plazo. Es el tipo de comportamiento que
se observa en el clima, en las arritmias cardíacas, en el flujo de un río cuando
encuentra obstáculos en su camino, en el comportamiento de la bolsa de valores
o en la formación de embotellamientos de tráfico. Lo sorprendente es que las
ecuaciones que rigen estas conductas no son aleatorias sino determinadas. Se
origina, entonces, la siguiente paradoja: la existencia de sistemas determinados
que son impredecibles, sin ser aleatorios. La diferencia se encuentra en el hecho
de que en el Caos, el comportamiento sigue, a la larga, un patrón: el atractor
extraño. En los fenómenos aleatorios no existe ningún tipo de regularidad.
La Teoría de Fractales se refiere a la matemática que resulta al repetir reglas
simples de geometría una inmensa cantidad de veces. Así, surgen formas
complejas que se asemejan a las observadas en la naturaleza: hojas de hele-
cho, paisajes, redes neuronales… Cada una de estas formas se considera un
atractor extraño. Es en este aspecto donde esta teoría se encuentra con la del
Caos. Además tienen la extraordinaria característica de que, por ser repetición
251
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
de una misma regla, cualquier parte que se analice y amplíe, sigue el mismo
patrón original: el patrón se repite incesantemente. Ya no se trata de que el todo
sea igual a la suma de sus partes, o que sea mayor que dicha suma. El todo es
igual a cualquiera de sus partes. La parte contiene al todo.
La Teoría de Catástrofes se refiere al estudio de las discontinuidades en la
naturaleza. Fenómenos que observamos que no siguen una continuidad sino
que cambian abruptamente en ciertos momentos de su comportamiento. La
albúmina que se solidifica con el calor, la ruptura de los materiales sometidos
a tensión o compresión, el surgimiento de períodos de tensión en un sistema
social. Para su estudio, R. Thom planteó la existencia de siete tipos de “catás-
trofes” que permiten considerar, de manera geométrica, tales conductas. De
paso, destaquemos que el uso del lenguaje geométrico es también fundamental
en los Fractales y en el Caos.
Hemos hecho alusión, igualmente, a la Mecánica Cuántica. En primer lugar,
al dilema onda-partícula. Se trata de fenómenos que presentan una dualidad
inexplicable ya que, en principio, nada puede ser onda y partícula al mismo
tiempo. En ambos casos, la energía de las partes tiende a repartirse por igual
en los grados de libertad de que ellos poseen: seis, para las partículas materia-
les, e infinitos para los campos, que son la manifestación de las ondas. En una
“combinación” de ambos, el total de la energía sería absorbida por los campos,
ya que sus grados de libertad son infinitos: los electrones, en el átomo, no
deberían girar alrededor del núcleo sino que deberían ser absorbidos por él.
Aquí el concepto de sistema se observa en toda su complejidad. Partículas
que interactúan a distancia −fenómeno llamado entrelazamiento cuántico−, y
que al alterar a una de las partículas, la otra queda inmediatamente afectada,
por lo que se hace imposible estudiar el detalle del sistema; sólo es posible una
observación global. El todo determina las partes, pero éstas afectan al todo en
un “empaquetamiento” conceptual indisoluble. El concepto de localidad, en el
mundo subatómico no concuerda con el del mundo macro.
Por otra parte, la objetividad pierde sentido. El observador condiciona el
desarrollo del fenómeno observado: onda, si queremos verlo como onda, y
partícula si tal es nuestro deseo.
Una interpretación de la teoría cuántica nos ofrece la manera de romper estas
aparentes contradicciones: el principio de complementariedad de Bohr. Si un
fenómeno tiene diversas explicaciones que se contraponen, debemos utilizar,
252
Carlos Alberto Ossa O.
para cada caso particular, la teoría que lo explique. Estas teorías se complemen-
tan, no se oponen. Como veremos luego, esto ocurre en ciertas metodologías
interpretativas, como la de P.B. Checkland.
253
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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CAPÍTULO 8
TEORÍA DE LA COMPLEJIDAD
NUEVAS PERSPECTIVAS
255
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
256
Carlos Alberto Ossa O.
Más adelante señala en su libro que esta fragmentación tiene un límite óptimo,
límite que La India sobrepasó y por ello no pudo tener la influencia que tuvo
Europa. Como veremos luego, estas ideas han tenido su efecto en la adminis-
tración empresarial.
257
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Antimultitud
Número de personas
Multitud
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261
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Cada célula tiene ocho vecinos. Según lo que se desee simular, las células reci-
ben información de sus vecinas, aunque también la pueden recibir de células
alejadas116.
Apoyándonos en Joel L. Schiff (2008), indicaremos que lo interesante de este
tipo de metodología se debe a que su sencillez no deja vislumbrar, en princi-
pio, su complejidad potencial. Reglas locales sencillas gobiernan un grupo de
células que actualizan sus estados a intervalos discretos de tiempo. Como la
mayoría de los fenómenos naturales tienen comportamientos locales (molécu-
las, células, hormigas), individuos que interactúan con sus vecinos o, en otras
palabras, sociedades −como lo vimos en el numeral anterior−, el uso de estos
autómatas es una manera muy conveniente para estudiarlos y esto, pese a que
siendo continuos, se pueden simular mediante matemática discreta.
Los autómatas celulares pueden autoorganizarse. ¿Cómo lo hacen? A través
de reglas locales sencillas que, en principio, no tienen nada que ver con el
comportamiento global organizado.
Nociones de fractales, dimensión, información, entropía se destacan en este
tipo de estudio. Sin pretender decir que ésta sea la panacea para la comprensión
de la complejidad, sí es, sin duda, una excelente herramienta.
Citemos a Francesco C. Billari et al. (2006):
En los modelos de autómatas celulares, los agentes se comportan como
insectos en un paisaje virtual. Para un número grande de estos agentes
homogéneos, es posible aplicar métodos de la física estadística, de la diná-
mica no-lineal y de la Ciencia de la Complejidad que describen la autoor-
ganización o las transiciones de fase observándose que emergen propieda-
des macroscópicas del comportamiento y de las interacciones de los
agentes componentes. Estos fenómenos colectivos se han transferido a
campos interdisciplinarios tales como la socio-física, y la econo-física, con
aplicaciones que van desde sistemas de multitud y de tráfico, a sistemas
urbanos, demográficos y de planificación ambiental (p. 3).
116. Esta es una opción. Existe otra manera de definir el vecindario: sólo las células
norte, sur, este y oeste para cada célula.
262
Carlos Alberto Ossa O.
El juego puede poseer reglas diferentes. Las reglas clásicas son las siguientes:
a) Si una celda viva, está rodeada de dos o tres células vivas, esta célula sobre-
vivirá en la siguiente iteración.
b) Si una célula viva está rodeada menos de tres o más de tres células vivas,
esta morirá.
c) Si una célula muerta está rodeada por tres, y sólo tres células vivas, la célula
muerta será reemplazada por una viva.
Estas reglas se aplican en tiempos discretos. El equivalente a una iteración en
los cálculos del sistema.
La figura 8.2 muestra el caso de cinco células vivas.
1 2
3 4 4
t t+1
263
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Este juego posee una estructura lógica capaz de generar un complejidad similar
a la de los organismos vivos. De ahí su importancia y transcendencia.
Otro autómata celular muy interesante es el de los “Boids” (bird-oid object:
objeto "pajaroide") de Craigh Reynolds.
Refiriéndose a las redes sociales, Billari et al. Comentan:
La dinámica de estas redes sociales es un proceso indeterminado, casi
aleatorio. Con un autómata celular este comportamiento puede ser desa-
rrollado así: se sitúan los actores en la cuadrícula y se les da ciertas reglas
sobre cuándo y hacia dónde moverse, lo cual permite que un proceso au-
toorganizado evolucione de tal manera que los actores de cierto tipo
(aquellos que tienen dotaciones similares) tiendan a agruparse (P. 29).
264
Carlos Alberto Ossa O.
• ¿Qué tipos de eventos pueden causar que una comunidad ecológica estable
pueda, de pronto, desmoronarse?
Desde el punto de vista matemático el concepto de red se estudia mediante la
teoría de grafos117. Un grafo es un par ordenado G = (V, E) en donde:
• V es un conjunto de vértices o nodos, generalmente finito y
• E es un conjunto de aristas o arcos que relacionan o conectan estos nodos.
Un enlace eij conecta los vértices vi y vj. La vecindad de vértices N para un
vértice vi se define como:
Ni = { vj }: eij ∈ E ∨ eji ∈ E.
Un grafo no dirigido es un grafo en el cual sus aristas no tienen una dirección
específica, es decir, conecta en ambas direcciones. Un grafo dirigido posee
aristas que conectan a dos nodos en una dirección determinada. La figura 8.3
ilustra ambos tipos de grafos.
a b a b
V = {v1, v2, v3, v4, v5, v6}; E = {1-2, 1-3, 2-4, 2-5, 4-6, 5-6}; e24: 2-4.
N2 = { v1, v4, v5}, N6 = { v4, v5}; k1 = k2 = … k6 = k = 2.
117. Ideas extractadas de Watts Duncan, 1999, y de Yufeng Wang and Jianhua Ma,
2014.
265
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
2 5
1
6
3
4
𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑𝑑
𝐺𝐺 = max 𝑑𝑑(𝑣𝑣𝑖𝑖 , 𝑣𝑣𝑗𝑗 ) (8.1)
𝑣𝑣 ,𝑣𝑣𝑖𝑖 𝑗𝑗
En otras palabras, es la mayor distancia entre dos nodos del grafo. En la figura
8.4 el diámetro del grafo es igual a 5.
Se denomina longitud del camino característico de una red regular, L, al
promedio de todas las distancias que posee dicha red. En otras palabras L es
el número de aristas en la ruta más corta entre dos nodos, promediada con
respecto a todos los pares de nodos.
Para el caso de la figura 8.4 tendremos:
266
Carlos Alberto Ossa O.
𝑛𝑛 𝑘𝑘 𝑛𝑛−𝑘𝑘
𝑧𝑧 𝑘𝑘 𝑒𝑒 −𝑧𝑧
𝑝𝑝 =
(8.2)
𝑘𝑘 ( ) 𝑝𝑝 (1 − 𝑝𝑝) ≈
𝑘𝑘 𝑘𝑘!
Las redes del mundo real (redes neuronales, redes sociales, la webb…) tienden
a poseer un valor de C correspondiente a una red regular, pero el valor de L
es similar a la del aleatorio.
267
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Número
de nodos
3
2
1
Grado
0 1 2 3 . .
n
Distribución de los grados de una red con respecto al
número de nodos que ella tiene
Fig. 8.5
Como puede verse, hay muchos nodos con pocos grados y pocos nodos con
grados altos. Así, en la red (internet), hay muy pocos sitios Web populares
que reúnan muchos otros sitios de la red (como lo es Google) y muchos con
pocos grados, “Web sites” que nunca hemos oído nombrar. Es evidente que
un gráfico como el indicado no puede ser fruto del azar. En caso tal, trataría
de presentar una distribución uniforme entre “grado” y “número de nodos”.
Este ha sido uno de los descubrimientos más importantes de la ciencia de las
redes (Network Science). La gran mayoría de las redes naturales, sociales y
tecnológicas que están siendo estudiadas siguen este patrón. El porqué esto
es así es el gran reto de este nuevo campo de estudio. Es la fragmentación, a
la que hicimos referencia anteriormente. Nótese que aunque los individuos
tienen objetivos propios, estos no afectan el comportamiento general aquí
subrayado. Esta es una importante ley de la complejidad: la ley 1/f, ley del
ruido o ley de la potencia.
268
Carlos Alberto Ossa O.
Terremotos y su frecuencia
Figura 8.6
269
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
3.000.000
2.500.000
Frecuencia anual
2.000.000
1.500.000
1.000.000
500.000
0
1 2 3 4 5 6 7
Magnitud
270
Carlos Alberto Ossa O.
8,000
7,000
6,000
Log(frecuencia) 5,000
4,000
3,000
2,000
1,000
0,000
0,000 0,200 0,400 0,600 0,800 1,000
Log(magnitud)
271
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
para otro. Los ruidos se asimilan a “parpadeos” en la señal que pueden ser de
pulsaciones muy rápidas o muy lentas. Cuando estos parpadeos se representan
en un gráfico en el cual el eje x es el tiempo, la gráfica es del tipo de “dientes
de sierra” típica de un fenómeno aleatorio (ver figura 8.9).
1,2
0,8
Parpadeo
0,6
0,4
0,2
0
0 5 10 15 20
Tiempo
Comportamiento aleatorio
Fig. 8.9
Según esta ley exponencial, con respecto a su repetibilidad podemos decir
que por cada 1.000 terremotos de magnitud 4 hay aproximadamente 100 de
magnitud 5, 10 de magnitud 6 y así sucesivamente.
El ruido completamente aleatorio se denomina ruido blanco. En este caso
decimos que no existe ningún patrón en su repetibilidad. El caso extremo es
una señal con una sola frecuencia. Si pensamos en términos de sonidos, estos
dos extremos son poco agradables al oído: una "melodía", mezcla de sonidos
sin ningún patrón (un gran ruido), o una melodía monótona. Entre ellos exis-
ten varias opciones las cuales reciben una denominación basada en colores.
El ruido rosa es uno bastante agradable a nuestro oído: es un ruido 1/f 2. El
sonido de la música tiene esta estructura así como el de las palabras habladas.
Aunque se observa una tendencia a exagerar la aplicabilidad de esta ley, existen
varios campos del saber, aparte de los ya citados, en donde se ha encontrado
que esta estructura existe:
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Carlos Alberto Ossa O.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
5 2 5 2
1 1
3 3
4 4
t=0 t=1
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
que minimizan tales recorridos, pero les toma un tiempo estar altamente
interconectados.
Si dibujamos los seis mil millones de habitantes del planeta con seis mil mi-
llones de puntos en una hoja de papel suficientemente grande, y escogemos
un punto para comenzar, conectando este punto con otros 50 diferentes, y
a su vez cada uno de estos con otros 50 puntos, rápidamente vemos que, al
cabo de seis operaciones de estas habremos conectados 50×50×50×50×50×50
= 15.625.000.000 puntos (habitantes): ¡el doble de la población mundial! Po-
dríamos decir, entonces, que el misterio está resuelto. Pero la situación real
no es tan sencilla.
En las redes sociales, éstas presentan una característica: la formación de gru-
pos de personas que se conocen entre sí (relaciones familiares, de amistad o
un simple “hola” cotidiano). Si la red social fuera completamente de este tipo,
llegar a sitios lejanos mediante intermediarios conocidos tardaría mucho más
que los seis grados que halló Milgram. De hecho, si cada uno de nosotros
tuviera 50 conocidos y volviéramos a nuestra hoja, conectaríamos cada nodo,
con 50 nodos vecinos. Ahora la estructura es ordenada y por lo tanto alcanzar
un grupo opuesto, en pasos de 50 o 100 conexiones necesitaría millones de
pasos. Para llegar al extremo más lejano de la mitad del recorrido (recorde-
mos que por ser la tierra esférica, el punto más alejado está a la mitad de la
circunferencia), necesitaríamos 3×109/50 = 60×106 intermediarios. Como se
ve, es “menos eficiente” que la aleatoria.
Parecería que una red social se encuentra entre una ordenada y una aleatoria
pues está altamente interconectada y se requieren pocos pasos para conectar
a cualquier par de personas que la forman. Nuestros investigadores hallaron
tal tipo de red y la denominaron “redes de mundos pequeños” (Small Worlds
networks). Existen subredes altamente agrupadas (es la parte ordenada del
grafo), pero también estas subredes tienden conexiones "al azar", conexiones
que rompen la homogeneidad del grupo y se conectan con otras redes lejanas
(es su parte aleatoria).
Quedaría todavía una duda. Si bien la interconexión se puede asegurar conec-
tando al azar nodos entre sí hasta garantizar que cada uno tiene 50 de los otros
nodos conectados, ¿no podría ser que, en casos de nodos remotos, la cadena
total tuviera 50, 100, 1000 o más conectores? ¿o caeríamos en el mágico número
seis? Erdös nos dice que esta última opción es la correcta.
281
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Para el caso de las redes sociales, como ya lo dijimos, Watts y Strogatz resolvie-
ron este dilema utilizando redes altamente ordenadas a las que se les agregaron
unas cuantas conexiones aleatorias, unos "atajos" que rompen la regularidad de
la red. Son las llamadas "redes de mundos pequeños" (Small Worlds networks).
¿Estamos en un “Pequeño Mundo” como lo han mostrado las redes sociales?
La pregunta se ha extendido más allá. Desde las redes metabólicas y la regu-
lación genética de las células hasta el crecimiento explosivo de internet. El
comportamiento del cerebro, la sincronización de la luz de las luciérnagas, el
contagio de enfermedades, la moda, la bolsa de valores … Esta es la “nueva
Ciencia de las Redes” (networking).
Para profundizar un poco más en el tema se sugiere al lector que consulte el
APÉNDICE literal A.8.1.
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283
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
Dicho de otra manera, así como la inteligencia sólo puede ser medida en térmi-
nos de un comportamiento inteligente, la complejidad sólo puede ser medida
en términos de un comportamiento complejo. ¿Una definición operativa?
¿Sugeriría esto hablar de una "Teoría General de Comportamientos Comple-
jos"?
285
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
8.5.1 Organizaciones
Los sistemas complejos, incluyendo los sociales, se pueden explicar a partir de
las interacciones de los elementos individuales.
Una organización es un sistema social complejo; esta visión le da al adminis-
trador herramientas para crear las condiciones que ayudarán a las organiza-
ciones a adaptarse (coevolucionar) ante un ambiente cambiante, tanto en lo
económico como en el mercadeo.
Algunos autores distinguen entre un “sistema social” y un “agregado de in-
dividuos”. El sistema social implica un grupo de individuos con propósitos
comunes (un sistema intencionado). Esto trae como consecuencia que el sis-
tema social sea autogenerado por las interrelaciones de los roles individuales,
no impuesto por reglas externas. Cuando tales reglas vienen del ambiente, se
hablará entonces de “Instituciones”. En esta visión, la emoción y el amor que
se expresan a través del lenguaje,son las fuerzas primarias que gobiernan al
sistema social. Escuchemos a Maturana a este respecto (2004, p. 90):
El decir que lo emocional tiene que ver en nosotros con lo animal, cierta-
mente no es novedoso; lo que yo agrego, sin embargo, es que la existencia
humana se realiza en el lenguaje y lo racional, desde lo emocional. […]
Todo sistema racional y, en efecto, todo razonar, se da como un operar en
las coherencias del lenguaje a partir de un conjunto primario de coordina-
289
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
290
Carlos Alberto Ossa O.
La primera parte del argumento es que las firmas necesitan crear y recrear
nichos de entramados mediante la introducción y mantenimiento de la
variedad y desestimulando la retención de estructuras obsoletas manteni-
das por grupos dominantes, especializaciones avanzadas, límites funcio-
nales estrechos etc. Es necesario la decoherencia o desordenamiento de las
estructuras viejas para evitar la contaminación, si ha ocurrido, del nicho
de entramado.
De nuevo, Diamond (2006-b, p. 523) roza este tema cuando comenta cómo
un grupo de empresarios y economistas, a través de cartas, señalaban posibles
paralelismos entre las historias de las sociedades humanas analizadas en su
libro y las de grupos del mundo empresarial:
Esta correspondencia remitía a la siguiente cuestión de carácter general:
¿cuál es el mejor modo de organizar grupos, instituciones y empresas para
maximizar la productividad, la creatividad, la innovación y la riqueza?
¿Deberá el grupo contar con una dirección centralizada (llegado al extremo,
un dictador) o sería mejor un liderazgo más difuso o incluso la anarquía?
¿Debería esa agrupación de personas organizarse en un único grupo o
descomponerse en una serie mayor o menor de subgrupos? ¿Deberá exis-
tir comunicación fluida entre los grupos o sería mejor erigir muros de
confidencialidad entre ellos? ¿Se deberían imponer aranceles proteccionis-
tas frente al exterior o sería mejor exponer el negocio a la libre competen-
cia?
291
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
292
Carlos Alberto Ossa O.
Surge entonces una lucha entre la antigua estructura, considerada como segura,
y la nueva en formación. La administración debe estar atenta a fortalecer los
signos favorables que indiquen que la nueva estructura es conveniente (usan-
do retroalimentación positiva), y a contrarrestar las acciones pasadas que,
en ocasiones, brindan resultados mejores pero sólo a corto plazo (mediante
retroalimentación negativa). Este procedimiento puede tacharse de reduccio-
nista, simplista y mecanicista. Sin embargo, es una manera útil de poder dar
el salto del equilibrio al no equilibrio (o estabilidad al borde del caos). Esto
podrá asimilarse a los diversos tipos de investigación, que consideraremos en
el capítulo siguiente. Lo tradicional sería afín con las investigaciones tipo 1 y
tipo 2 (investigación tradicional: marcos teóricos prefijados); los cambios con
la tipo 3 y tipo 4 (investigación en la acción: marcos teóricos en construcción).
De todas maneras, no debemos perder de vista que los cambios obtenidos no
son deducibles directamente de las reglas de generación, debido a la ley de la
emergencia sistémica. Se necesita una retroalimentación continua con la ob-
servación conjunta de toda la organización, lo cual implica una gran confianza
entre unos y otros. Es un balance entre lo cuantitativo y lo cualitativo. Es la
deseada unión entre los enfoques duros y los enfoques blandos. Son la ciencia
y las humanidades trabajando en conjunto por una organización mejor.
Sin embargo existe otra opinión: la de introducir "caos" en organizaciones
bien estructuradas. Brafman & Pollack (Op. Cit.) proponen que, dentro de las
organizaciones que deseen desarrollar cambios favorables para lograr mayor
adaptación y ser más creativas, se deben crear espacios en blanco: momentos
en los cuales no estamos concentrados en la tarea que estemos realizando, sino
que dejamos que la mente "divague" en asuntos no directamente relacionados.
El fundamento de lo anterior se basa en los descubrimientos de las neuro-
ciencias que han comprobado que si bien el cerebro entra en gran actividad
en las zonas que tienen que ver directamente con lo que estamos haciendo, el
resto del mismo también está en actividad. Es más: si se deja la tarea de lado,
todo el cerebro entra en gran actividad. Prácticamente no hay diferencia en el
grado de actividad cerebral (consumo de energía) entre uno y otro estado. En
efecto, en el primer caso el cerebro se activa fundamentalmente en los centros
encargados de atender la tarea: en el segundo entre un 80 y 95 por ciento entra
en funcionamiento: estamos comprendiendo el mundo, estableciendo interre-
laciones, recordando, estructurando. Esta cadena de conexiones sólo se activa
cuando dejamos de lado aquello en lo que estamos concentrados. Y entonces
aparecen nuevas ideas, nuevas formas de ver el mundo, aparecen los "eureka".
293
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Para que esta idea rinda sus frutos en una organización, es necesario, además,
que existan sospechosos no habituales, personas que piensen diferente, que vean
las cosas de otra forma, que incluso a menudo nos incomoden. Ellos aportan
opciones que pueden generar cambios importantes.
Un tercer elemento debe tenerse en cuenta: la causalidad organizada. Se trata
de "preparar" el terreno del espacio en blanco para que en forma aleatoria se
puedan presentar las ideas revolucionarias. Dar la opción a que se formen re-
laciones como las que se crean aleatoriamente en las redes de pequeño mundo.
Por esto se habla de caos organizado.
Los autores citados dan varios importantes ejemplos del uso de estas ideas en
diversas organizaciones, desde hospitales y centros de estudio, hasta el ejército
de los Estados Unidos de Norteamérica.
Con respecto a la posición más extrema, ya no de un caos organizado sino la
de un cambio total en las estructuras organizativas en Mitleton-Kelly, Cap. 8,
Roger Lewin & Birute Regine citan varias experiencias exitosas. Mencionemos
algunas:
Con el fin de ilustrar un poco las ideas expuestas, escuchemos a Tony Morgan
y su experiencia en "Industrial Society":
294
Carlos Alberto Ossa O.
En otras palabras, cuando las interrelaciones son los medios para guiar pro-
cesos no lineales, los líderes tienen que ver los límites de su control, y ésta no
es una tarea fácil. Deben enfocarse en el poder del mundo interconectado de
las interrelaciones y en los lazos de retroalimentación que las crean y alimen-
tan. Las interacciones, es decir, las interrelaciones, generan las propiedades
emergentes, que es el distintivo de la complejidad. Al enfocarse en las inte-
rrelaciones el líder comienza a ver a la organización como una red humana
interconectada, un organismo viviente que se desdobla, fluctúa y emerge, una
visión más orgánica de la organización. Desde esta perspectiva, el lugar de
trabajo se convierte en un experimento en progreso. Es el aprender haciendo,
la investigación en la acción.
Lo que hemos dicho deja la sensación de que el uso de estas ideas son una
panacea para cualquier organización y tipo de administrador. Vale la pena
anotar lo que dicen W. Crulle y R. L. Gordon (2011, p.10-11):
Un gerente de proyecto debe prepararse para el cambio en un proyecto y
debe mantener un nivel de conexión con los contactos y clientes potencia-
295
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
les. La Teoría de la Complejidad va más allá de ser líder del laissez-faire que
emite órdenes discrecionales; se trata de crear un propósito sólido al que
los individuos se adhieran. Inculcar el propósito está en la raíz del éxito de
la Teoría de la Complejidad. Con este fin, el director del proyecto debe
ofrecer apoyo a este proceso para que tenga continuidad en el futuro.
[...] Los gerentes de proyecto deben comprender que la complejidad puede
operar en dos sentidos: en uno positivo al proyecto, o si se aplican inco-
rrectamente, como uno negativo. Los cambios se suceden de igual manera
ya que pueden ser visto como positivos para un proyecto o como algo
negativo (Brown y Eisenhardt, 1997). La complejidad se percibe exacta-
mente de la misma manera por los directores de proyectos. Del mismo
modo que ofrece nuevas ideas y nuevas formas de corregir los problemas,
puede también ser utilizada para ocultarlos y suprimir el cambio. Entender
que ambas situaciones son posibles es fundamental para lograr el éxito
futuro. Para hacer la diferencia, es necesario comprender que la compleji-
dad puede producir cosas buenas, pero también puede ser utilizada por
otros para oscurecer un proyecto.
8.6 Resumen
En este capítulo continuamos el tema de la complejidad a través de la lente del
sistema como una red.
Se muestra cómo muchos fenómenos poseen una complejidad que surge de
comportamientos individuales, autoorganizándose, sin que exista un sistema
superior que los controle o dirija.
La teoría de la multitud-antimultitud con una visión desde las probabilidades
nos muestra cómo un sistema, en el cual la gente puede tomar decisiones de
acuerdo con una historia, con una experiencia (es decir, poseer memoria),
tiende a estados perfectamente diferenciados de “ir o no ir”, “comprar o no
comprar”. En estos sistemas, el comportamiento autónomo de cada individuo
basado en una información común, hace que, a la larga, por ejemplo, lo que se
296
Carlos Alberto Ossa O.
297
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
los aleatorios, todo esto para proponer una teoría que explique un fenómeno
extraordinario común a muchas redes: la opción de conectar dos pares cua-
lesquiera de vértices, con una secuencia de seis conexiones o menos. Afín
a este problema está el relacionado con la búsqueda del menor número de
conexiones necesarias para que todos los elementos de un grafo (sus nodos o
vértices) queden interconectados.
En correlación con todo lo anterior surge el tema de los mundos pequeños
(Small Worlds). El experimento de Milgram (en el cual se conjeturó que entre
cualquier par de personas de nuestro planeta, la máxima separación –siguiendo
un camino ininterrumpido– era de seis conexiones o de seis “grados de sepa-
ración”), centró la investigación en un tipo especial de grafos: aquellos que se
encuentra entre uno completamente ordenado y uno aleatorio.
Estudios posteriores demostraron que la propiedad de ser un “pequeño mundo”,
podía observarse también en las redes del metabolismo de los seres vivos, en
la regulación genética de las células, en la red de internet, o en la manera en
que opera nuestro cerebro…
Con todo el bagaje acumulado se ha intentado describir las principales pro-
piedades de los llamados “sistemas complejos” que, según Nicolis y Prigogine,
deberían ser entendidos más bien como “comportamientos complejos”. En
este sentido, hicimos referencia a las propiedades que cumplen tales sistemas.
Las ideas expuestas, sobre todo las que han influido en la sociología, han
tenido gran impacto en la administración moderna. La idea de agentes au-
tónomos regidos por reglas sencillas que logran una autorregulación, se ha
convertido en un campo de estudio profundo en la administración actual.
Muchas empresas han comenzado a liberar a la institución de la pesada carga
de un control y una regulación ejercida desde la cima por pocas personas que
se abrogan el derecho a dirigir y coordinar el sistema en la dirección que ellos
creen conveniente. Ahora se acepta que el mundo exterior, el ambiente del
sistema, se puede comunicar con éste a través de sus elementos básicos y no
mediante sistemas reguladores que filtran la información. “Aplanar la pirámide
organizacional”, la idea propuesta por la reingeniería, adquiere aquí toda su
dimensión. De esta manera, las organizaciones se vuelven más creativas, se
adaptan mejor a los cambios del ambiente. En suma, se da el paso decisivo
para lograr una “organización inteligente”.
298
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 9
121. La mayor parte de las ideas de este capítulo son tomadas de: P. B. Checkland
(2000) y Michael C. Jackson (2000).
299
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301
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Metodología 𝑀𝑀 Área de
incorporada Aplicada a interés
en A
produce
F
aprendiendo
acerca de
303
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
304
Carlos Alberto Ossa O.
305
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
306
Carlos Alberto Ossa O.
cumplir ciertos criterios sin los cuáles ella tendría muy poco valor práctico.
Son sus principios generales.
El primer reto es la definición del sistema en estudio. Ya hemos discutido el tema
anteriormente y sabemos que, aun partiendo de la definición operativa, dos
personas ajenas la una a la otra, pero conocedoras de los conceptos teóricos de
los sistemas, en general identificarán y definirán de forma diversa al sistema
en cuestión, fundamentalmente cuando se trata de sistemas de la actividad
humana. ¿Porqué las diferencias?
Toda definición (concepción) de un sistema tiene dos aspectos. Uno externo,
el cual se refiere a la situación en consideración, y otro interno, referente a la
persona que lo define. El primer aspecto es “el sistema”. El otro surge cuando
la persona “limita” el sistema que va a considerar. Cada cual con sus conoci-
mientos, su cultura, su idiosincrasia, su idioma, aplica las nociones sistémicas
y decide qué incluir y qué excluir123. Esto no es ninguna novedad en la ciencia,
sólo que para el caso de la físico-química, si bien no es un asunto trivial tal
escogencia, cuando esta delimitación se descubre, es única. El sistema se vuelve
idealmente descomponible. O en términos más precisos, es posible encontrar
un modelo ideal, descomponible intrasistémicamente, que pueda explicar
muchos fenómenos relacionados que no son ideales, pero que son modelos
de sistemas cuasidescomponibles.
Un segundo aspecto metodológico es la consideración de la jerarquía de los
sistemas. Ya hicimos referencia al problema que se presenta con los “dos sis-
temas extremos que no parecen ser sistemas”. Independientemente de esta
situación, todo sistema que se identifique como tal está relacionado con los
supra y subsistemas que son parte de su jerarquía. Toda metodología debe
considerar la forma de cómo utilizar la casi-descomponibilidad intrasistémica
e intersistémica con el fin de delimitar los subsistemas y el ambiente del sistema
(suprasistema). Es decir, la metodología debe lograr un “aislamiento” del sis-
tema, una “ruptura” de la jerarquización, ruptura que, por las características
ya indicadas de los sistemas cuasidescomponibles, no afecte sustancialmente
el comportamiento del sistema que queremos definir.
Una tercera consideración es que toda metodología debe indicar la manera
de identificar las relaciones existentes entre los elementos del sistema y los del
123. Por ejemplo, una concepción como sistema de una situación donde la nieve
intervenga, será muy diferente entre un latino cercano a la línea ecuatorial y un sue-
co, ya que estos distinguen diferentes tipos de nieve.
307
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
308
Carlos Alberto Ossa O.
No se intenta sugerir que las teorías sociales caen en uno de estos cuatro com-
partimentos. Lo más común es que ellas tengan, en mayor o menor medida
ciertas características de otros movimientos.
Sociología del cambio radical
Humanismo Estructuralismo
radical radical
Subjetivo Objetivo
Interpretativo Funcionalista
Sociología de la regulación
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313
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
• Los modelos son utilizados como herramientas para ilustrar a los explo-
tados y oprimidos con el fin de que adquieran conciencia de su situación.
• Se usan análisis cuantitativos cuando sean posibles.
• El proceso de intervención es sistémico y tiene como objetivo mejorar la
situación problemática para los explotados y oprimidos, buscando que los
afectados tomen conciencia de que la liberación es de su propia respon-
sabilidad.
• Aquí se busca que los cambios se hagan bajo aspectos éticos y emancipa-
dores.
• Se busca fortalecer tanto la teoría como la metodología misma.
En este grupo de metodologías podemos citar:
• Las teorías emancipadoras como liberación: Las vertientes críticas de la
I. de O. y la ciencia de la administración, la propuesta de Habermas, la
sistemología interpretativa, la pedagogía crítica de Freire, MacIntyre y la
comunidad moral, la sostenibilidad ecológica de Capra.
• Las teorías emancipadoras a través del uso de la racionalidad discursiva:
El grupo de sintegridad de Beer, la crítica de la heurística de los sistemas
de Ulrich, la teoría y la práctica de la crítica de frontera.
• Las teorías emancipadoras a través del uso indirecto de métodos sistémicos.
314
Carlos Alberto Ossa O.
315
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
317
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Toda metodología sistémica, como hemos visto, debe incluir la manera de defi-
nir o identificar los siguientes elementos. Se enumeran aclarando que no están
en un orden predeterminado. De alguna manera, todos ellos operan simultá-
nea, “sistémicamente”. Utilizaremos la visión de Churchman para ampliarlos.
1) La definición de los objetivos del sistema, considerado como un todo, y
específicamente, sus mediadas de actuación.
2) El ambiente del sistema y las restricciones fijadas.
3) Los recursos del sistema.
4) Los subsistemas o componentes del sistema, sus actividades, metas y me-
didas de actuación.
5) La administración del sistema.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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I. de O.
I. de O. blanda
Sist. Blandos
Simple a Complejo
Sist. Emancipadores
Postmodernismo
Dinámica de sistemas
Cibernética
?
Sist. Adaptativos
Teoría de la Complejidad
327
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
pancias entre las metas; la idea es minimizar tales discrepancias (se reducen
los diversos objetivos a uno sólo, con el fin de poder utilizar el software de
la programación lineal). También se incluye en esta parte las denominadas
metodologías de sistemas blandos (administración interactiva (Warfield),
planeación interactiva (Ackoff), diseño de sistemas sociales y la Metodología
de Sistemas Blandos (Checkland)). Estas nuevas tendencias buscan un enfoque
interpretativo. Ya no se trata de buscar un modelo que pueda repetidamente ser
utilizado. Para el caso de sistemas en los cuales los conflictos de intereses son
realmente determinantes, la tendencia deriva hacia un enfoque emancipador
de los sistemas.
Podríamos decir, adicionalmente, que los modos de investigación se localizarían
de lo simple a lo complejo y de lo unitario a lo conflictivo, en el orden tipo 1,
tipo 2, tipo 3 y tipo 4. De esta manera, lo simple y unitario utiliza el tipo 1,
mientras que lo complejo y coercitivo el tipo 4.
En los capítulos que siguen indicaremos algunas metodologías con el fin de
ilustrar la manera cómo los conceptos de sistemas han sido considerados y
llevados a la práctica por los diferentes investigadores de los sistemas.
9.7 Resumen
En nuestro camino por explicar la T.G.S. nos hemos encontrado con la dificul-
tad de disponer de teorías que permitan aplicarse directamente a los sistemas
de la actividad humana. Ante este hecho, la solución que se ha encontrado es
recurrir a las metodologías.
Una metodología es una forma general de explicar cómo enfrentar situaciones
complejas cuando no existe un cuerpo de doctrina que permita guiar nuestros
pasos. Si se aplican a situaciones concretas, entonces ellas se tornan en métodos,
formas específicas de enfrentar la situación que queremos mejorar. Si alguno
de estos diversos métodos resulta ser más conveniente que otros, entonces
habremos desarrollado una técnica. La relación entre los marcos teóricos y el
mundo real que queremos conocer o afectar, estará mediada por metodologías.
De esta interacción surgen diversas maneras de hacer investigación: son las
que hemos llamado investigación tipo 1, tipo 2, tipo 3 y tipo 4.
Respecto a las metodologías hemos utilizado la clasificación propuesta por
Burrel y Morgan de los sistemas sociales. Cuatro visiones enmarcan esta ca-
328
Carlos Alberto Ossa O.
tegorización: la primera, tiene que ver con sistemas que no pueden mirarse
en forma objetiva (subjetivos) y no son regulables (cambio radical), a los que
denominan “humanismo radical”. La segunda, se refiere a aquellos sistemas
que se consideran subjetivos, y no obstante regulables: los denominan “in-
terpretativos”. La tercera visión, considera a los sistemas como objetivos pero
no regulables, los cuales dan origen a teorías sociales de tipo estructuralista o
“estructuralismo radical". Finalmente, existen teorías sociales que consideran
que la sociedad puede estudiarse objetivamente y es posible regularla; se trata
de enfoques “funcionalistas” que siguen las ideas de la ciencia tradicional.
Cada una de las metodologías desarrolladas con la clasificación indicada, se
caracterizan por la forma de considerar el concepto de sistema, las teorías
científicas que las soportan y los efectos que la intervención ejerce sobre el
fenómeno estudiado.
Al final de este capítulo, se muestra un diagrama que traza un proyecto de la
manera como se espera que nuevas teorías y metodologías se vayan desarro-
llando con el fin de pasar de la consideración de sistemas fácilmente definibles
en sus objetivos y sencillos en cuanto a sus interacciones, a sistemas altamente
conflictivos y de gran complejidad.
329
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
330
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 10
METODOLOGÍAS DURAS
331
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Management Science. Esta última línea observó que las organizaciones tenían
una lucha muy similar a la que se había investigado durante la guerra: la lu-
cha por un mercado. Se habían encontrado un isomorfismos que permitieron
adaptar a situaciones empresariales los modelos desarrollados para la guerra.
Entre las técnicas más utilizadas se encuentran la programación lineal, la
programación no lineal, la teoría de inventarios, la programación dinámica,
la teoría de colas y la teoría de juegos. Se incluye también la simulación de
sistemas.
Para mostrar la forma como se analizan los problemas bajo esta perspectiva,
tomaremos la herramienta correspondiente a la programación lineal126.
El tipo de problemas pertenece a los sistemas duros: el objetivo se presume
que es claro, no hay situaciones de incertidumbre y la estructura es claramente
identificable; es posible entonces plantear un modelo matemático.
La característica básica de esta herramienta es el hecho de que existe una
función, que se le conoce con el nombre de función objetivo, representada
matemáticamente mediante una ecuación lineal, la cual se desea optimizar, es
decir, hallarle un valor que sea máximo o mínimo. Entendemos por función
lineal aquella en la cual las variables sólo están elevadas a la potencia uno, y no
existen productos o divisiones de las mismas (Cfr. 6.0). Son ecuaciones del tipo:
z = a 1 x1 + a2 x2 + … + an xn (10-1)
126. Existen muchos y muy buenos libros en la literatura. Autores como Dantzig (que
trae un excelente resumen de la historia de la investigación de operaciones) y Hadley
deben ser consultados.
332
Carlos Alberto Ossa O.
A(0,3,0)
3
B(6,0,0)
0 1 2 3 4 5 6
C(0,0,2)
127. Para un ejemplo más completo véase C.A. Ossa (2002, p. 89-):
333
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
334
Carlos Alberto Ossa O.
Observe que el total de agua utilizada (69840 + 79040) es inferior a 150.000 m3;
el total de abono utilizado (297 + 299) es menor que 600 kg. El área propuesta
no excede a las 25 hectáreas disponibles. Esta solución cumple, por lo tanto,
con las restricciones. El beneficio total es de 1.500.000, superior al beneficio
de cultivar sólo cebolla.
¿Existirá una solución mejor? La programación lineal nos da la respuesta. Sólo
para indicar la clase de modelos que se generan, escribiremos el programa en
forma matemática.
Sea xT el total de hectáreas de tomate a cultivar, y xC las hectáreas de cebolla.
El beneficio por la venta del producto de xT hectáreas de tomate será 80000
xT y el de la venta de la cebolla 60000 xC. Como se busca el máximo beneficio
total tendremos el siguiente modelo matemático:
335
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
336
Carlos Alberto Ossa O.
ENTRADAS SALIDAS
Dinero Dinero
Materiales Materiales
Energía Empresa Energía
Información Información
Decisiones Decisiones
337
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Carlos Alberto Ossa O.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
340
Carlos Alberto Ossa O.
341
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
131. Nótese que, de cierta manera, Jenkins considera que el todo está definido por
las partes. En parte se comprende dado que la situación se considera como un sistema
duro.
342
Carlos Alberto Ossa O.
Aquí es importante hacer una lista de todos los objetivos posibles tratando
de darles un orden de importancia. Por razones de manipulación del modelo,
será necesario decidirse por uno solo, lo que obliga a hacer concesiones y
compromisos.
7) Definición del criterio económico general. Una vez que los objetivos se han
coordinado, el paso siguiente es definir, en los términos más precisos po-
sibles, un criterio que permita medir la eficiencia con la cual el sistema
puede lograr su objetivo. Generalmente se trata de un criterio económico,
como ya se indicó.
Los criterios generales deben estar relacionados con los objetivos, ser simples
y directos, aceptados aún en el caso de que sean cualitativos.
Respecto a cómo manipular objetivos que estén en conflicto, cuando el
modelo es de programación lineal, es posible utilizar la programación de
metas. Aquí se definen pesos a los diferentes objetivos y con ellos se plantea
una sola función objetivo que busca minimizar las discrepancias entre ellos.
Otra forma es decidirse por un objetivo que sea representativo de los cri-
terios del sistema e incluir los objetivos restantes en forma de restricciones
en el modelo.
8) Recolección de información y datos. La fase final y probablemente las más
extensa en el análisis del sistema es la recolección de los datos y de la infor-
mación que formarán las bases de cualquier modelado futuro del sistema.
Si el sistema va a ser creado, entonces los datos se obtendrán de la investi-
gación y desarrollo de sistemas similares en caso de que estos existan. Los
datos y la información son necesarios no sólo para dar indicaciones de
cómo opera el sistema, sino para predecir el ambiente en el cual el sistema
lo hará en el futuro.
343
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
se tiene una idea de la exactitud, de tal manera que se pueda asociar una
función de riesgo en el diseño del sistema.
• Construcción del modelo y simulación. Para calcular los costos asociados
con las diferentes formas en que puede funcionar el sistema, es necesario
predecir el comportamiento del sistema con respecto a un amplio rango
de condiciones de operación, lo cual puede lograrse a través de la cons-
trucción de un modelo. Éste debe ser elaborado teniendo en mente su
posterior optimización. La Investigación de Operaciones presta aquí, un
invaluable apoyo.
• Optimización. Este paso está ligado al anterior. Los mismos criterios ofre-
cidos por la I. de O. tienen cabida aquí. Es interesante que a menudo la
optimización pueda resultar en un proceso de suboptimización por lo que
se debe estar atento a este hecho. Por ello es importante definir claramen-
te los objetivos del sistema ampliado porque de otra manera el “óptimo”
del sistema podrá estar en conflicto con el ambiente en el cual operará el
sistema132.
• Control. El control es necesario debido a que las perturbaciones impre-
decibles que afectan a un sistema, desvían el comportamiento actual de
su comportamiento predicho. Debe ser considerado como parte integral
del sistema y no como una idea tardía, y debe ser general y no centrado
en aspectos a menudo irrelevantes.
Confiabilidad. Un buen sistema de control debe incluirse, en parte para asegurar
una buena confiabilidad. Sin embargo la confiabilidad de los sistemas incluye
otros aspectos diferentes al control ya que debe tener en cuenta los efectos
globales de la incertidumbre en el diseño del sistema. La teoría estadística
brinda una valiosa herramienta al respecto. Por otra parte, la experiencia con
equipos y sistemas semejantes es a veces imprescindible.
10.2.4 Realización
Ningún estudio de sistemas, no importa qué tan bien llevado a cabo haya
sido, puede considerarse útil si no es ejecutado. Indicaremos los pasos más
importantes.
132. No nos debemos confundir aquí con otro concepto de suboptimización el cual
dice que en general, siempre se suboptimiza ya que “lo mejor” es una meta inalcan-
zable y además el hecho de aceptar compromisos entre los diferentes objetivos nos
impide lograr “lo mejor”.
344
Carlos Alberto Ossa O.
10.2.5 Operación
Una vez que el sistema ha sido diseñado, construido e instalado en el ambiente
de trabajo, será necesario tener en cuenta los siguientes pasos.
• Operación inicial del sistema. Una ligazón efectiva entre el equipo de siste-
mas y los usuarios es esencial para obtener los beneficios plenos del estudio
realizado. En general, esta parte es mal ejecutada en la práctica. Para evitarlo
es conveniente que de antemano se posea documentación y entrenamiento
adecuado. También es importante incluir, en el grupo de sistemas, como
ya se indicó, a uno de los miembros encargados de la operación.
• Evaluación retrospectiva del proyecto. Cuando el sistema ha sido operado
por un tiempo suficientemente largo, el grupo de sistemas debe colaborar
con los usuarios a fin de hacer una evaluación retrospectiva del funcio-
345
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
namiento del mismo. Si todo marcha bien, nada habrá que objetar. De lo
contrario, será necesario tomar medidas que corrijan la situación anómala.
Nada puede ser más dañino para el enfoque de sistemas que considerar
terminado un trabajo cuando el sistema original ha sido completado.
Esta fase brinda una oportunidad magnífica para comprobar si las suposiciones
económicas fueron acertadas, con lo que se puede mejorar el pensamiento de
sistemas para futuros desarrollos.
Es fácil observar cómo los requisitos impuestos a cualquier metodología sisté-
mica se cumplen a cabalidad en esta metodología: definición del sistema, de los
subsistemas y del ambiente; definición de los objetivos del sistema y medidas
de actuación del sistema y de los subsistemas. Existencia de un subsistema
administrativo que coordine y controle las actividades respectivas.
346
Carlos Alberto Ossa O.
10.3.1 Causalidad
De una manera intuitiva podemos comprender la causalidad como el origen
o explicación de un hecho. Es el caso común en la física clásica (recordar lo
discutido en los numerales 1.1.3 y 1.2).
Supongamos que un gas está confinado en un recipiente rígido. El gas ejerce
una presión P sobre las paredes del recipiente, debido a su confinamiento. Si
calentamos el gas, sin permitir que aumente su volumen, la presión sobre las
paredes del recipiente aumentará debido a que la energía de las moléculas del
gas aumenta: la temperatura afecta a la presión. Podríamos indicar gráficamente
lo anterior mediante el diagrama causal ilustrado en la figura 10.5.
T P
P \ T (10-4)
347
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Alimento Peso
348
Carlos Alberto Ossa O.
Nacimiento +
de ballenas
(+) Migración de
+Población de +ballenas jóvenes
ballenas
Control de
() () pesca
+
+
Pesca de
Muerte de ballenas
ballenas
349
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
135. Esta es una forma simplista de decirlo. En un análisis más riguroso es necesario
referirnos a tasas de nacimiento y tasas de muerte en lugar de simplemente nacimien-
tos y muertes.
136. Esto no contradice las nociones de ambiente y sistema que hemos discutido
antes. Es simplemente una convención, ya que de todas formas los elementos del
ambiente, que se denominan variables exógenas, afectan a las variables del sistema
pero no son afectados por ellas.
350
Carlos Alberto Ossa O.
10.3.3 Niveles
Un nivel es la representación de una condición o estado de un elemento de un
sistema. Los niveles representan “acumulaciones” de los atributos (propiedades)
mediante las cuales los elementos son descritos. El mejor símil o metáfora
para comprender este concepto (y el de flujo) es considerar un tanque que se
está llenando con agua mediante una o varias entradas, y se vacía mediante
una o varias salidas. La figura 10.8 es un ejemplo al respecto.
Flujo
Nivel
NIVEL
351
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
10.3.4 Flujos
Los flujos (acciones) causan que el nivel que afecta, cambie. El símbolo tradi-
cional es una válvula electrónica ligeramente modificada para poder incluir
en ella información nemotécnica. En la figura 10.7 los flujos son la cantidad
de agua que entra y sale del tanque en un instante de tiempo determinado. Lo
que fluye es agua, representada por la línea continua que indica la dirección
del flujo. En los flujos no hay acumulación de materia. Su representación grá-
fica es la de la figura 10.10. Es la parte del proceso que modifica a un nivel137;
generalmente representa una decisión o una acción que afecta su valor.
Generalmente los flujos tienen asociado dos tipos de elementos: los parámetros
−por ejemplo TA en la figura 10.10, que representa el tiempo promedio en que
el nivel se llenaría, o su inverso que es el porcentaje que fluye por unidad de
tiempo− y las variables auxiliares.
TA
Flujo
Representación de un flujo
Fig. 10.10
Algunas de estas variables se conocen como “tasa de cambio” (por ejemplo,
los porcentajes de nacimiento o muerte). Las “nubes” son fuentes y destinos
de los flujos cuando estos no vienen de, o no van a, otros niveles. Son parte
del ambiente. Cuando se combinan flujos y niveles, en general debe existir un
canal de información entre el nivel y el flujo como lo indicaremos más adelante.
352
Carlos Alberto Ossa O.
Representación de un parámetro
Fig. 10.12
353
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
354
Carlos Alberto Ossa O.
Nacimientos
+ PN
F. Nacim.
(+)
+
Población Población
()
+ F. Muerte
Muertes PM
355
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
F. Nacimientos = PN × Población
De manera similar:
F. Muertes = PM × Población
356
Carlos Alberto Ossa O.
PN PM
POBLACIÓN
F. Nacimiento F. Muerte
POBLACIÓN
4,000
3,000 1
1
1
1
conejos
1
2,000 1
1
1
1
1
1
1
1
1,000 1 1
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Time (Month)
POBLACIÓN : Current 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
Modelo en Vensim
Fig. 10.14.
Es fácil identificar los símbolos para los niveles, flujos y variables auxiliares.
Observe el comportamiento exponencial, acorde con lo estudiado por la
ecuación (5.4).
Las ecuaciones son las siguientes:
357
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Contratación de profesores
Fig. 10.15
Las ecuaciones son:
358
Carlos Alberto Ossa O.
359
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
360
Carlos Alberto Ossa O.
10.4 Resumen
La programación lineal busca encontrar el valor óptimo (máximo o mínimo
según el caso) de un único objetivo definido para el sistema y que debe expre-
sarse en forma de un polinomio algebraico lineal. Esta búsqueda está restrin-
gida a los valores que las variables puedan tomar y que deben ser expresadas
en ecuaciones lineales, restricción que se expresa por medio de desigualdades
de tipo menor e igual, iguales, o mayor e igual a ciertos valores dados, los va-
lores disponibles de los recursos que el sistema utiliza. La solución se obtiene
mediante lo que se conoce como método Simplex.
La metodología de G. M. Jenkins, por primera vez, considera la empresa como
un sistema abierto. Aunque muy relacionada con la visión clásica de la cien-
cia, especialmente con lo que se conoce como “Análisis de Sistemas", Jenkins
intenta interactuar los subsistemas que componen a una organización, con su
ambiente. Es una metodología dirigida fundamentalmente al desarrollo de
nuevos equipos o modelos de producción para los sistemas hombre-máquina.
La metodología de J. W. Forrester busca modelar y analizar la dinámica de
los sistemas que de alguna forma permite que sus variables fundamentales
sean, al menos, cuantificables. Esta metodología se basa en la idea de que todo
sistema puede relacionarse con tanques −que se denominan niveles−, que se
llenan y vacían a través de llaves o grifos −que se reconocen como flujos−, que
pueden cerrar o abrir su paso. De esta manera, Forrester traslada un sistema de
ecuaciones diferenciales a gráficas, lo que facilita su aplicación práctica. Basa-
da en la cibernética, los lazos de retroalimentación, tanto positivos (aquellos
que permiten que los elementos se refuercen en su aumento o disminución)
como negativos (aquellos que controlan el proceso) explican la dinámica del
sistema a través del tiempo. Como toda buena herramienta de simulación, la
de Forrester permite variar parámetros fundamentales para observar su efecto
sobre el sistema.
361
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
362
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 11
363
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
11.1.1 Generalidades
La MSB es una metodología de aprendizaje. Durante este proceso se busca
cómo interrelacionar los diferentes puntos de vista para lograr mejoras. No
es, pues, una metodología de sistemas que buscan metas (H. Simon) sino que
“mantienen relaciones” (Vickers). Intentar definir un futuro ideal y conseguir
consenso sobre él presenta muchas dificultades; Las metodologías que hacen
esto son de diseño y este no es el caso de la propuesta de Checkland.
Cuando se trata de enfrentar situaciones conflictivas en los sistemas blandos,
se presenta la dificultad de escoger el problema. Para comprender bien esta
dificultad, hay que tener en cuenta que, desde el punto de vista de esta meto-
dología, una organización surge del discurso entre dos o más individuos con
visiones y puntos de vista diferentes respecto a la organización misma y a lo
que se considera de trascendencia (Checkland, 1998). De esto puede resultar
un grado de acuerdo en los propósitos, o un proceso social para buscarlos, o
criterios para evaluar los éxitos en relación con la búsqueda de tales propósitos,
pero también tensiones y conflictos. Por lo tanto, un modelo de organización
debe “capturar la tensión entre la buena disposición de los individuos para or-
ganizar su búsqueda racional de metas y la absoluta terquedad e irracionalidad
que a veces se demuestra”. Por esta razón, no es fácil encontrar ese objetivo
364
Carlos Alberto Ossa O.
11.1.2 Fundamentos
La metodología parte de dos hipótesis de base143:
• El mundo está compuesto (o puede suponerse compuesto) por sistemas.
• Tales sistemas pueden caracterizarse nombrando (definiendo) sus objetivos.
En la ingeniería clásica estas definiciones explícitamente deberían contener una
acción (o varias), las características principales de la situación, ciertos recursos
y ciertas restricciones. Bajo estas condiciones era posible, en principio, definir
un proceso administrativo que lograra un único objetivo propuesto, para cada
“problema” encontrado.
Al enfrentar los problemas que presenta la complejidad de los procesos admi-
nistrativos, se observó que este tipo de enfoque era muy limitado. De hecho
es común encontrar objetivos que se oponen: típico es el producto que todos
deseamos: bueno, bonito y barato. Esto llevó a la propuesta de una metodo-
logía en la cual se distinguiera entre el pensamiento de sistemas duros y el de
sistemas blandos.
365
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Conocimiento basado
en la experiencia
genera
induce
Experiencias del
Mundo de: los Acciones con propósito
negocios, público, acordes con la situación
personal. percibida.
crea nuevas
366
Carlos Alberto Ossa O.
367
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
368
Carlos Alberto Ossa O.
Ninguna de las percepciones indicadas en la figura 11.2 es, por sí sola, “verda-
dera”. Cada uno de ellas define un sistema percibido por alguien. El “sistema
real” será simultáneamente el conjunto de visiones particulares, y posiblemente
de otras que se ha escapado de ser incluidas en las listas indicadas.
En cuanto a una actividad con propósito, ésta se puede concebir como una
flecha (figura 11.3).
No!
O: ”Dueños “
C: “Consumidores”
A: “Actores”
T: una actividad con propósito
E: Ambiente
369
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Pensamiento
Definiciones raíz de sistémico
los sistemas Modelos conceptuales de acerca del
relevantes con los sistemas (holones) mundo real
actividades con nombrados en las
propósito. 3 definiciones raíz. 4
370
Carlos Alberto Ossa O.
Posibles solucionadores
Historia de la situación
problemática
Situación problemá-
tica del mundo real
Tareas y Sistemas Situación
modelos Comparación
conflictos relevantes real
La situación
como cultura
Análisis de la
intervención
Análisis del
“sistema social”
Diferencias entre los
Análisis del modelos y el mundo real
“sistema
político”
Cambios:
Sistémicamente deseables
Corriente Culturalmente factibles
Corriente
basada en el basada en el
análisis cultural Acción para análisis lógico
mejorar la situación
371
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
145. La metáfora del médico es aquí muy valiosa. Nosotros le contamos al médico
los “síntomas” que nos aquejan. De allí él debe deducir la enfermedad.
146. Cosmovisión, visión de mundo. Palabra alemana: Welt=mundo, anschauung=
contemplar.
147. Neologismo del autor.
372
Carlos Alberto Ossa O.
con dicho ambiente. A esto haremos referencia más adelante. La figura 11.11
es una ilustración de esta idea.
A partir de su interacción con la situación problemática se abren dos corrientes,
las cuales representamos por separado para facilitar la explicación pero que
operan simultáneamente. Ambas deben conducir a acciones que produzcan
los cambios necesarios para mejorar la situación, y deben tener su origen en
las percepciones de las diferentes acciones con propósito en la situación (las
tareas) y los asuntos en los cuales hay desacuerdos (conflictos).
En la parte derecha de la figura 11.5 se describe la corriente basada en la lógica.
Allí se presentan sistemas con propósito en forma de modelos de la actividad
humana (las fases 3 y 4), que se van a comparan con la situación real (la fase
5). Esta comparación da origen a un debate para proponer cambios (fase 6).
En el debate los cambios propuestos deben buscar ciertos acuerdos entre los
diferentes intereses. El concepto de “consenso” no es aquí una buena opción.
Los intereses y conflictos humanos difícilmente se deponen para lograr un
acuerdo común. Lo que realmente ocurre es una especie de negociación en la
que estos conflictos se “acomodan”.
La corriente lógica conduce a un cuestionamiento del mundo real. Sin em-
bargo, ella sola no es suficiente para que los cambios sean los más adecuados.
Los aspectos culturales juegan un papel de igual importancia; corresponde a
la parte izquierda de la figura 11.5.
En la corriente cultural se tienen en cuenta tres aspectos para estudiar la
situación problemática. El primero es la intervención misma, que no es otra
cosa que la alteración que sufre la situación cuando agentes extraños se hacen
presentes en ella148. Es el “análisis uno” que es un importante complemento al
dibujo enriquecido pues permite destacar los posibles “dueños” de la situación,
dueños que son indicados por los "solucionadores" agregando nuevos sistemas
relevantes. El segundo aspecto es considerar la situación como un sistema
social, no sólo como un generador de tareas o asuntos149. Las manifestacio-
nes de los roles/normas/valores son expresadas de forma sencilla, pero esto
permite mantenerlas constantemente en la mente para poder así desarrollar
propuestas acordes con los intereses y esperanzas, seguramente cambiantes,
de los afectados por la situación. Es el llamado “Análisis dos”. El “Análisis
148. En el cap. 9 se indicaron las intervenciones para cada uno de los tipos de meto-
dologías allí indicadas.
149. Asuntos (issues): competencias, acuerdos, conflictos, convenios...
373
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
374
Carlos Alberto Ossa O.
375
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Proceso de Salida
Entrada
transformación T (la misma entidad
(alguna entidad)
transformada)
Programas Programas
W: curricular
desactualizados actualizados
Entidad
Entidad inmersa en
únicamente W: Servicio
la comunidad
intelectual
376
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377
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Una cosmovisión puede ser “la universidad desea mejorar su nivel académico”;
otra: “la universidad desea aumentar, por razones de prestigio, el número de
profesores con postgrado”; o: “la universidad quiere mostrarle a la comunidad y
al estado que invierte una parte importante de su presupuesto en la capacitación
de sus docentes”; incluso otra: “es la forma en que la universidad puede mejorar
el ingreso salarial de sus profesores”. Y todas ellas caben en la sensación de
inconformidad “La universidad está perdiendo su rumbo”. La lección es clara:
una misma transformación puede tener diferentes cosmovisiones.
Pero además de los elementos del CATWOE se hace necesario indicar las in-
terrelaciones de tales elementos. Un patrón sencillo para una definición raíz
es: un sistema que hace X, siendo X un proceso de transformación particular;
es decir, X es T desarrollada. Hasta aquí tenemos el QUÉ. La forma de llevar
a cabo el proceso queda a libre decisión. Pero es conveniente limitar desde el
principio el sistema a un CÓMO particular. Aquí la definición raíz toma la
forma: un sistema que hace X mediante Y. Dado que es necesario identificar
al dueño, O, la definición raíz puede tomar la forma completa: un sistema que
hace X mediante Y para lograr Z. Entonces T implica la transformación y Y los
medios; Z tendrá que ver con las intenciones a largo plazo de O, debiendo exis-
tir una relación lógica que haga que Y sea el medio apropiado para realizar X.
Esta formulación precede lógicamente a la construcción del modelo, ya que de
otra manera sería impreciso y, seguramente, improvisado. Para seleccionar los
sistemas relevantes, y teniendo en cuenta que estos pueden tener significado a
niveles diferentes, es necesario indicar, para cada definición raíz, el nivel que
ocupa en la jerarquía sistémica (recordemos que esta define “un sistema”151).
Incluidos en este sistema (el definido por la transformación), estarán las ac-
tividades individuales interrelacionadas (subsistemas) que permiten lograr
la transformación propuesta. El nivel superior será el del ambiente (sistema
ampliado), el sistema del cual T es uno de sus subsistemas. Es el nivel del dueño
del sistema, la “O” del CATWOE. Es el nivel que puede detener las acciones
151. Siempre es preciso tener en cuenta que los sistemas son jerárquicos y por otra
parte, hemos dicho que el sistema descrito por la definición raíz, debe incluir, más
allá de las tareas primarias, sus visiones, sus esperanzas.
378
Carlos Alberto Ossa O.
11.1.4.4 Comparación
Debemos ahora hacer una comparación del modelo con la realidad percibida.
Aquí confrontamos el modelo conceptual y la situación que se desea mejorar.
Tal comparación puede hacerse en términos generales (por ejemplo de los
modos de operación y de la estructura del sistema) o en términos muy espe-
cíficos. En general se observa qué actividades, decisiones o información, que
379
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Nuevos “Qué”.
1. ------- Criterios y
“Cómos” alter-
2. ------- juicios actua-
nativos etc.
3. ------- les
(Ideas para el
……
cambio)
Conexiones
1→3
2 → 4, 7
380
Carlos Alberto Ossa O.
para las personas; tal percepción tendría poco valor para enriquecer el proceso
de aprendizaje sobre la situación en estudio. De hecho, incluir los sentidos,
significados y en general la cosmovisión de las percepciones, es fundamental
para la aceptación de las propuestas que surjan durante el proceso.
152. Stakeholders: término inglés utilizado por primera vez por R. E. Freeman en su
obra: “Strategic Management: A Stakeholder Approach” (Pitman, 1984), para referir-
se a «quienes pueden afectar o son afectados por las actividades de una empresa».
Estos grupos o individuos son los públicos interesados o el entorno interesado (“stake-
holders”) que, según Freeman, deben ser considerados como un elemento esencial
en la planificación estratégica de los negocios. La traducción de esta palabra ha ge-
nerado no pocos debates en foros de Internet, aunque son varios los especialistas que
consideran que la definición más correcta de “stakeholder” sería parte interesada (del
inglés stake, apuesta, y holder, poseedor). (Wikipedia).
381
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
382
Carlos Alberto Ossa O.
PSS PCS
Preocupado
por la
situación
Dueño
Solucionador
383
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
PCS. Pero, obviamente, hay otras posibilidades de encontrar “dueños”. Por eso
este aspecto es tan trascendental, y se conoce como Análisis uno.
La escogencia de posibles dueños es un trabajo de imaginación, obviamente
soportado por un buen conocimiento de la situación a estudiar.
La dificultad inherente a “conocer” un sistema de la actividad humana, se ve
aún más reforzada por las imprecisiones del lenguaje. Conceptos que deben
ser lenguaje objeto, se deslizan fácilmente al nivel de metalenguaje. Recorde-
mos que en el capítulo 1 comentábamos que la depuración del lenguaje de la
Ciencia Social está por realizarse.
Debido a que los términos técnicos de cualquier enfoque específico utilizan
palabras que tienen sentido en el uso cotidiano (en la SSM los términos téc-
nicos incluyen “cliente”, “solucionador de problemas”, “dueño del problema”,
“sistema relevante”, “comparación”, etc.), es importante, al utilizar el enfoque,
manejar su lenguaje con un especial y cuidadoso rigor. “La vida es más fácil
para los científicos de la naturaleza. Pueden hablar del ‘spin Hamiltoniano’ y de
‘coeficientes de difusión’ y saber que no son mal interpretados” (Checkland-&
Scholes, Op. Cit. p. 48).
384
Carlos Alberto Ossa O.
Roles
Normas
Valores
385
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
386
Carlos Alberto Ossa O.
387
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
388
Carlos Alberto Ossa O.
11.2 Un ejemplo
Consideremos el caso de la formación de docentes (postgrados), y el desarrollo
de la investigación, en una facultad de una universidad dada. La sensación de
inconformidad es:
Los estudios de postgrados así como la investigación, son más
fruto de intereses individuales de los profesores que una estrategia
de una facultad.
389
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Tendencias de la Tendencias de lo
administración ambiental
Reglamentos
Miradas
débiles
Profesores Administrac.
fac. Fac.
Sin Con
postgrado Voy a estudiar el
postgrado
tema X y hacer
? Currículo.
investigación al
No tiene X.
respecto.
Comunicac. rota
Estudiantes Comunicac. débil
fac.
390
Carlos Alberto Ossa O.
391
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Monitoreo
Control
392
Carlos Alberto Ossa O.
¿ C óm o s e ¿ C óm o s e C o m e n t a -
Actividad ¿Existe?
hace? juzga? rios
1-Proponer
Idea a propo-
u n g r u p o. . No
ner y debatir.
adm.
2-Proponer Otra idea a
u n g r u p o No proponer y
...inv. debatir.
3-Investigar A proponer y
No
la... debatir.
Se conside- L a ide a es
Parcial. En
4-Presentar ra la forma r o m p e r e l
Si forma indi-
ideas... correcta de esquema in-
vidual.
hacerlo. dividual.
En muy po-
P a r a m u - Se busca más
5-Debatir cas oportu-
Parcial chos no está p a r t i c i p a -
ideas... nidades y sin
bien. ción.
efecto.
6-Actualizar Par ticipan
Si
el currículo. unos pocos.
Para mu-
7-Proponer Interés per-
Parcial chos no está
líneas de... sonal.
bien.
8-Proponer
Interés per-
líneas de for- Parcial
sonal.
mación.
393
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
11.3. Resumen.
De las metodologías duras pasamos a las metodologías blandas, aquellas
en las cuales la medición y predicción no son lo importante, sino la consi-
deración de aspectos de carácter interpretativo que permiten estudiar los
sistemas desde diversas perspectivas. Dedicamos este capítulo a la meto-
dología de P. B. Checkland.
Esta metodología no busca resolver problemas sino mejorar situaciones pro-
blemáticas. Se fundamenta en un proceso de aprendizaje que busca conocer
lo que entendemos como sistema de la mejor manera posible y dentro de un
lapso de tiempo prudencial. La meta es que, a partir de esta comprensión,
surjan las propuestas que van a permitir cambios sistémicamente deseables y
culturalmente factibles, no desde la perspectiva de quienes realizan el estudio
o han influido para que se lleva a cabo, sino de las personas o grupos que
conforman dicho sistema.
Su herramienta de base son las “sensaciones de inconformidad” o “deseos de
mejora” (los síntomas) lo cual toma cuerpo en cada transformación: la defini-
ción raíz nos dirá “qué” es el sistema deseado y el modelo conceptual nos dirá
“cómo” llevar a cabo dicha transformación.
Dos corrientes acompañan este proceso: la cultural, que permite considerar
el constructo mental que identificamos como sistema desde una perspectiva
social y política donde se tiene en cuenta los efectos de la intervención. La otra
corriente es la del proceso lógico que surge de la aplicación de los conceptos de
la T.G.S. a las transformaciones. Se trata de la lógica soportada por la corriente
cultural con el fin de obtener propuestas que sean útiles a quienes conforman
la situación problemática.
394
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 12
395
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
en torno a la claridad que debemos lograr respecto a aquello que nos interesa
verdaderamente. Desde el punto de vista sistémico, se trata de descubrir nues-
tros verdaderos objetivos, no los objetivos declarados.
Los modelos mentales se refieren a aquellos supuestos que tenemos profun-
damente arraigados, a los prejuicios que nos impiden ver el mundo de una
manera diferente a como siempre lo hemos concebido y evaluado. Debemos
aprender a revisar nuestras aprehensiones, a no juzgar de primera instancia,
a someter todas nuestras imágenes a un cuidadoso análisis, trayéndolas al
exterior y confrontándolas con la realidad. Es comprender al otro, “meternos
en sus zapatos”.
Construir una visión compartida es la base del verdadero liderazgo. Los valores,
metas y misiones, si no son compartidos, jamás podrán respetarse ni lograrse.
No debe ser una orden la que mueva la acción sino el deseo y la voluntad. Una
visión compartida no puede ser la del dirigente o líder de turno o aquella que
surge en un momento de crisis. “Es contraproducente tratar de imponer una
visión, por sincera que sea” (Senge, 1992, p. 19).
El trabajo en equipo es un proceso que debe “aprenderse”. A menudo preferimos
trabajar solos, aislados. Esto fue posible en épocas anteriores, pero actual-
mente se hace más evidente que un buen grupo produce mucho más desde el
punto de vista de la creatividad y el talento, que las producciones individuales
de sus integrantes, cuando saben cómo trabajar asociadamente153. Hay pues,
emergencia sistémica. El gran secreto aquí es el diálogo como precursor a la
discusión. En el diálogo se “suspenden los supuestos”, escuchamos a los demás
sin aprehensiones, aprendemos de los otros en forma abierta y sincera. Esto
evita tomar posiciones extremas, a veces imposibles de defender. El diálogo
nos hace ver en dónde podemos estar equivocados, en qué parte puede fallar
nuestra argumentación, y en dónde nuestros argumentos son sólidos. Nos da
las herramientas con las cuales, posteriormente, podamos entrar en el terreno
de la discusión con un conocimiento más profundo de nuestro pensamiento,
y sin una alta carga emocional.
La quinta disciplina −el pensamiento sistémico− es la que permite que las cuatro
anteriores se integren y formen un todo, pues han existido desde hace mucho
tiempo pero en forma independiente. Integrarlas es lo que permite dar fuerza
a una organización para salir adelante en un mundo tan competido como el
153. Es importante discutir estas ideas a la luz de las propuestas que están surgiendo
de la Teoría de la Complejidad aplicada a la administración. Cfr.. Cap. 8.
396
Carlos Alberto Ossa O.
397
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
+
Leer (+) Aprender
+
398
Carlos Alberto Ossa O.
Armas URSS
+
+
Amenaza para
Necesidad de construir
USA
armas soviéticas
+
(+) +
Amenaza para Necesidad de construir
la URSS armas en USA
+
+
Armas USA
399
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Diferencia de
Temperatura temperatura
deseada
+
Temperatura ()
Acción del
del cuarto
+ termostato
400
Carlos Alberto Ossa O.
Nivel actual
+ del agua
Posición ()
del grifo
+
Diferencia
de nivel Nivel
deseado
Límite
Límite
401
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Los arquetipos sistémicos permiten que demos un paso firme desde la sola
idea o deseo de pensar sistémicamente, a su aplicación. Ellos nos enseñan a
reconocer circunstancias similares (isomorfismos) donde aparentemente no
existen. Además, nos indican en donde “poner el dedo en la llaga” con el fin de
tomar las decisiones correctas en el lugar correcto. El término utilizado aquí
es apalancamiento; es la metáfora de la palanca la cual permite mover grandes
pesos, con fuerzas pequeñas, simplemente si sabemos el mejor sitio dónde
apoyarla, dónde apalancar. Estos arquetipos son un llamado de atención para
aquellos que son proclives a las soluciones a corto plazo. Veamos algunos de
ellos. Nos guiaremos por Senge (1992) y por Braun (2002).
402
Carlos Alberto Ossa O.
403
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Condición
limitativa
Capacidad de
dedicación
+ +
Desarrollo Tiempo en el Interés en el +
físico (+) gimnasio () ejercicio
+
404
Carlos Alberto Ossa O.
que, de nuevo, las ventas se incrementan. Sin embargo al pasar el tiempo estas
comienzan a disminuir. La gerencia general presiona a los vendedores incre-
mentando sus cuotas y despidiendo a los que considera menos eficientes. Sin
embargo la situación empeora. La causa: retardo en las entregas de los pedidos.
Esto ocurre debido a que se tiene un límite en la capacidad de despacho. Al
aumentar los pedidos después de cierto límite, esta demora se incrementa. La
dificultad está en que los clientes tardan un tiempo en censarla. Al principio,
debido a la calidad del producto, están dispuestos a esperar un poco más. Pero
la situación es peor cada vez y, a la larga, hacen los pedidos a la competencia
que sí cumple con los plazos de entrega.
Un diagrama causal de esta situación puede ser el siguiente (figura 12.9).
Tiempo
Vendedores entrega Capacidad
+
+ de despacho
+
(+) Ventas ()
+ Despacho
+
Ingresos + Pedidos
405
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
a) b)
406
Carlos Alberto Ossa O.
Solución del
síntoma +
() +
Efecto
Síntoma (+) lateral
problemático
()
+
Solución
fundamental
407
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Se acude al
experto
+
() +
Expectativa de que
Problemas (+) los expertos
de personal resolverán los
problemas
()
+
Desarrollo
aptitudes
gerenciales
408
Carlos Alberto Ossa O.
Síntoma
problemático
Solución del
síntoma
Capacidad para
tomar la decisión
fundamental
t
409
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
+
Meta Acción para
ajustar la meta
()
+
Discrepancia
+
() Acción para
Meta original mantener la
+ meta original
Meta original
Meta actual
Discrepancia
t
410
Carlos Alberto Ossa O.
Déficit
+
Acción para
modificado aumentar el déficit
()
+
discrepancia
+
() Acción para mantener
Déficit original
la meta del déficit
+
411
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
+
Síntoma () Solución
+
(+) +
Consecuencias
indeseadas
“Problema”
Efecto indeseado
412
Carlos Alberto Ossa O.
Violencia +
Castigo
social ()
+
(+)
+
Odio
12.1.5 Escalada
Dicho comportamiento se hace presente cuando dos organizaciones compiten
entre sí y el desarrollo de una de ellas depende de la ventaja relativa que pueda
tener sobre la otra. La figura 12.20 ilustra este arquetipo.
Para comprender el diagrama, el lector puede imaginarse dos corredores A y
B. A va delante de B. Si la distancia entre ambos es relativamente grande, A
disminuye su actividad (merma un poco la velocidad), lo cual permite que B
se acerque, ya que B, al ver la diferencia en su contra, aumenta su actividad.
Esto hace que A aumente su velocidad, ocurriendo lo mismo con B.
La “guerra de las tapas”, una estrategia utilizada hace varias décadas por las
empresas de bebidas gaseosas, puede ser un buen ejemplo. Una empresa
importante A de estas bebidas inicia una campaña para mejorar sus ventas
premiando a sus consumidores por medio de tapas contramarcadas. La
competencia B hace algo parecido (bien con sus propias tapas o bien con
otro tipo de promoción); al aumentar sus ventas, la compañía competidora
413
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Resultados de A Resultados de B
+ +
+
Resultados de A con
() ()
relación a B
Actividad de Actividad de
A + B
Acciones de A
Acciones de B
414
Carlos Alberto Ossa O.
los mejores jugadores, a lo cual otros equipos toman una acción similar,hasta
agotar las posibilidades de compra debido a los altos costos de inversión.
+ Recursos
Éxito de A
para A
(+)
+
+
Asignación para A
y no B
− −
(+) Recursos
Éxito de B
+ para B
Fig. 12.22
La idea es premiar al mejor, porque esto hace que cada vez crezca más. No es
bueno invertir en lo que no sea rentable. Es una especie de reconocimiento
al esfuerzo de los exitosos. Esto se logra eliminándole recursos a los menos
favorecidos cuyo comportamiento se debe posiblemente a una (aparente)
falta de habilidad, inteligencia o interés. El arquetipo sirve para poner sobre
la mesa estos supuestos y analizarlos a fondo. Tal vez A y B no tuvieron las
mismas opciones cuando iniciaron sus procesos o puede ser que las medidas
de comportamiento no sean realmente las más acertadas y favorables para la
situación.
Un profesor de piano tiene dos alumnos uno de los cuales, el alumno A, toca
mejor al piano que el alumno B. Él debe dedicar 4 horas semanales a cada uno.
Como al final del año debe presentar a uno de sus alumnos en un acto final,
empieza a dedicar más tiempo a A que a B, con la consecuencia lógica de que
415
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
B cada vez toca menos bien, mientras que A lo hace mejor. Es la típica actitud
docente de dedicar poco tiempo al que más lo necesita: el que sabe menos. El
objetivo, en lugar de buscar que los alumnos en general, mejoren, se cambia
por el de “presentar el mejor alumno” como prueba de su eficiencia como pro-
fesor. El comportamiento general de este arquetipo se ilustra en la figura 12.23.
Comportamiento
de A
Comportamiento
de B
416
Carlos Alberto Ossa O.
ganancias netas
para A +
+ (+) +
actividad
individual de A
() límite de
recursos
+
consumo recursos ganancia por
actividad total actividad
+ recursos disponibles +
+ individual
+
actividad ()
individual de B
(+)
+ ganancias netas +
para B
Actividad de A
Actividad de B
Ganancia por
actividad individual
417
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
418
Carlos Alberto Ossa O.
acción
compensadora
+ +
acción (+) necesidad
demanda () percibida de
creciente
invertir
+
desempeño
+ () pauta de
+ + desempeño
capacidad
+ inversión en
capacidad
Crecimiento
Capacidad de
inversión
419
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
12.2 Resumen
Continuando con las metodologías blandas presentamos las ideas de P. Sen-
ge, las cuales se fundamentan en la dinámica de sistemas pero que tratan de
extender su dominio del campo duro, al blando.
En este texto hemos hecho énfasis en el cuidado que se debe tener cuando
usamos metodologías (o métodos y técnicas o herramientas) duras en situa-
ciones para las cuales éstas no han sido diseñadas, como lo son las blandas.
Las ideas indicadas en este capítulo muestran cómo, desde un punto de vista
estructural, existen isomorfismos entre diversas situaciones del quehacer
administrativo que, en principio, no tienen relación entre sí. Planteamos el
concepto de “arquetipo sistémico” el cual es de valiosa ayuda para comprender
la complejidad de los aspectos administrativos en las empresas modernas. Su
fundamento son los diagramas causales, que fueron analizados en el capítulo
10. En muchas oportunidades estos diagramas, convenientemente estudiados,
pueden generar modelos de simulación utilizando la dinámica de sistemas, con
lo que ésta se convierte en una poderosa herramienta para el estudio de situa-
ciones complejas de las organizaciones modernas. Aún si las organizaciones
estuvieran estructuradas a partir de las ideas de la T.C., esto no desmerecería
su utilidad.
420
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 13
¿ENFOQUE ANALÍTICO?
¿ENFOQUE SISTÉMICO?
421
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Ciencias Ciencias
Naturales Humanas
Objetividad (explicación) Aceptable Difícil
422
Carlos Alberto Ossa O.
423
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
490 m
Río
424
Carlos Alberto Ossa O.
El material, por política de la empresa, debe ser entregado tan pronto se rea-
licen estos trámites.
La población más cercana se encuentra a 20 km de distancia. Un río atraviesa
el bosque, lo cual le da cierta independencia con respecto al régimen de lluvias.
Durante los últimos años el clima de trabajo ha sido relativamente normal. Sin
embargo se ha presentado cierta tensión entre los trabajadores, concretamente
"Los de tala" y la administración. En conversaciones con algunos empleados
se escucha que un posible malestar sea el tiempo demasiado preciso con que
se ha calculado lo que talar y desbrozar un árbol se considera como tiempo
normal156.
El gerente, conocedor de diversas metodologías sistémicas, decide enfrentar
la situación. Tiene la convicción que, independientemente de si se sospecha
que puede resolverse mediante metodologías duras, es mejor verla, en sus co-
mienzos, como una blanda, salvo si las características de la misma no ofrecen
dudas al respecto. Utilizará la metodología de P. B. Checkland.
Una opción de definir la situación como un sistema social, de acuerdo con la
definición de Ackoff. Se considera al sistema "Empresa" como un sistema con
capacidad de decisión. Algunas de sus partes también poseen esta caracterís-
tica; prácticamente todos los subsistemas, menos el bosque que es un sistema
determinado. La figura 13.3 es el sistema a analizar.
En conversaciones previas con "Los de tala" se conoce que ellos tienen una
serie de quejas. Éstas pueden resumirse en:
1) El lenguaje de la comunicación con la administración se ha hecho cada vez
más agresivo.
2) Las herramientas utilizadas para llevar a cabo las labores de corte y desbrozo
de árboles son obsoletas y no se encuentran en buen estado: su manteni-
miento es deficiente.
3) No se tienen en cuenta las dificultades que se presentan durante el trabajo
debido a problemas del clima. Aunque el terreno es aceptablemente plano,
existen partes en las cuales las pendientes dificultan el trabajo.
156. Palacios L.C. (2009): El tiempo estándar es el tiempo requerido por un operario
normal, calificado y entrenado, con herramientas apropiadas, trabajando a marcha
normal y bajo condiciones ambientales normales, para desarrollar un trabajo o tarea,
(p. 182). (Cada uno de estos conceptos de normalidad tiene su definición precisa. N.
del A.).
425
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
EMPRESA
Pedidos
Administración
Ventas
Bosque Secado
Aserradero
Relaciones intrasistémicas
Relaciones extrasistémicas
426
Carlos Alberto Ossa O.
427
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
este tipo de oficio uno de mucha exigencia física, estos obreros intentan por
todos los medios de no demostrar fatiga o aceptar la dificultad de su trabajo.
Una frase común entre ellos es: “a mí no hay árbol que me pueda.” Profun-
dizando un poco esta idea, además de otras consideraciones surgidas de las
conversaciones y reuniones, surge la sospecha de que existe una gran presión
en el trabajo, posiblemente porque el número de árboles exigidos a talar, con
el fin de cumplir la demanda, puede ser excesivo y ésta podría ser la principal
fuente de incomodidad por parte de estos obreros, pero que ellos no se atreven
a presentar como tal, haciendo referencia, inicialmente, a otras causas, como se
puede ver en la lista descrita anteriormente, minimizando esta inconformidad
y relegándola como último punto de su análisis.
El modelo conceptual propuesto, a partir de la definición raíz anterior se indica
en la figura 13.4.
Analizar dinámica de
Discutir de nuevo la explotación del
situación con trabajadores bosque. 4
(obreros, empleados,
administración). 4 Adquirir compromisos
de acuerdo con las
circunstancias. 5
428
Carlos Alberto Ossa O.
Revisar estado
1
Establecer un plan de
actual de equipos mejoramiento
mediante expertos
Elaborar modelo de
Averiguar costos de simulación
producción
2 4
Calcular punto Correr el modelo.
de equilibrio Analizarlo y sacar
conclusiones
Proponer un derrotero
de trabajo con base a los Adquirir
análisis realizados compromisos de
acuerdo con las
3 circunstancias 5
Discutirlo con personal
administrativo
429
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Administración
Pedidos
Siembra Ventas
Tala
Bosque
Secado Despacho
Aserradero
Relaciones intrasistémicas
Relaciones extrasistémicas
430
Carlos Alberto Ossa O.
158. Es fácil deducir esta fórmula. Los ingresos son iguales a Pv×Q. Los gastos son
iguales a CF + CV×Q. El valor de Q*, que hace que los ingresos sean iguales a los
gastos totales, debe cumplir la relación Pv×Q* = CF + CV×Q*. Despejando a Q*
obtenemos la ecuación (13-1).
431
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
T maduración
T siembra
ÁRBOLES ÁRBOLES
MADURANDO PARA TALAR
F siembra F maduración F tala
Total de arboles
432
Carlos Alberto Ossa O.
Selected Variables
30,000
arboles 22,500
15,000
7,500
0
0 20 40 60 80 100 120 140
Time (mes)
ÁRBOLES MADURANDO : Current
ÁRBOLES PARA TALAR : Current
433
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
empresa piensa en aceptar como promedio de corte por día, 5.5 árboles.
Así se podrán cortar 77 árboles más por mes.
2) Si el lote mínimo de producción es de 605 árboles al mes, el beneficio corres-
pondiente a los 800 árboles será de (800-605)×(30000-240) = $5.800.000.
3) Es posible mantener una producción estable, con el fin de satisfacer la de-
manda (no se requiere de tiempos extras ni de compras a otras empresas
para cubrir la demanda).
La administración está ahora en capacidad de entrar a cumplir la actividad 3
(figura 13.5). Sabiendo que la frase “a mí no hay un árbol que me la gane” tiene
un profundo significado para los trabajadores de tala, la negociación no hará
uso directo de esta idea, pero las propuestas irán dirigidas a respetar al máxi-
mo esta metáfora, tan importante para los trabajadores de la sección de corte.
Se revisa el “pliego de peticiones” y se hacen las siguientes observaciones:
• Con respecto al lenguaje “fuerte” queda claro que es fruto de la tensión
existente, y no de un deseo de establecer conflictos y reclamos entre las
partes. Se espera que, partiendo del interés mostrado por la administración
para disminuir las tensiones, el tratamiento entre tala y administración
cambiará de tono.
• Respecto al mantenimiento, se presenta el estudio realizado al respecto y
"Los de tala" aceptan que, en general, esto es cierto. Tal vez por la tensión
surgida y expresada en forma inadecuada verbalmente, se haya exagerado
este punto.
• Con respecto a trabajar más horas, la administración no está de acuerdo.
El total de 40 horas de trabajo a la semana para este personal se debe a que
por tratarse de un trabajo de gran esfuerzo físico, es importante disponer
de un tiempo de reposo mayor.
• En relación con el total de árboles exigidos para corte, los dos últimos pun-
tos son equivalentes. La empresa acepta que es posible reducir la exigencia
de aproximadamente 6 árboles por día a 5.5. Los trabajadores acuerdan
este nuevo estándar de corte.
El modelo de simulación da un número de árboles para talar que es el doble de
lo necesario. Es posible ajustar el proceso para sólo 800 árboles. Sin embargo,
es ventajoso dejar un margen que permita que cuando se hagan pedidos ma-
434
Carlos Alberto Ossa O.
yores éstos puedan satisfacerse. Pero además, la empresa debe pensar a futuro
y considerar que su mercado puede ampliarse. De todas formas, el modelo de
simulación permite hacer los ajustes del caso.
Es importante destacar que sin un estudio previo, en este caso los análisis de
costo y de la dinámica del bosque, no hubiera sido posible llegar a conclusiones
de manera rápida y eficiente desde un punto de vista sistémico. Tal vez parez-
ca una situación trivial que se ha complicado únicamente con la finalidad de
destacar la importancia de este tipo de enfoque. Podríamos argumentar que es
un caso típico de análisis que se hace continuamente en cualquier empresa. Sin
embargo, creemos que algo no marcha bien en esos “típicos análisis cotidianos”
porque los casos de la vida real nos muestran situaciones que, aparentemente
resueltas, no satisfacen a las partes y cuyo resultado real es reforzar la sensación
de inconformidad.
13.2 Resumen
El capítulo se inicia con una comparación entre las características fundamen-
tales de los sistemas naturales y los sociales. Este cuadro deja claro el cuidado
que debe tenerse cuando tratamos de copiar modelos, técnicas y metodologías
de las ciencias clásicas, a situaciones de las ciencias humanas. O dicho de otra
manera, copiar modelos reduccionistas a situaciones que requieren un enfoque
sistémico.
El ejemplo expuesto tiene como finalidad demostrar que tanto el enfoque
clásico de la ciencia y las metodologías y técnicas de ella derivadas, como el
enfoque de sistemas, no compiten, no se reemplazan ni se anulan entre sí, sino
que se complementan.
Hemos querido aquí hacer evidentes varios de los temas tratados a lo largo
texto. La metodología de Checkland se utiliza como abrebocas para el estudio
de la situación problemática. De este modo, se proponen opciones para utilizar
métodos analíticos (en este caso la metodología de Forrester y el análisis de
costos) y se discute cómo una misma situación puede ser vista desde la pers-
pectiva de diferentes “sistemas” (una de las clasificaciones de Ackoff), para,
finalmente, resolver una situación compleja.
435
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
436
Carlos Alberto Ossa O.
CAPÍTULO 14
437
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
438
Carlos Alberto Ossa O.
14.1.1.2 Jerarquización
Crítica. Respecto a la jerarquización de los sistemas, como lo indicamos en su
momento, ella presenta serias dificultades para explicar la forma como pode-
mos adquirir cierto conocimiento de las cosas. Si se sigue este principio, nos
vemos abocados a la paradoja de no poder conocer ninguna entidad. Así, para
conocer A es necesario conocer todas las relaciones de A: conocer el todo antes
que A. Como diría B. Russell: “si todo el conocimiento fuera el conocimiento
del universo como un todo, no habría conocimiento”.
Defensa. Anteriormente ya habíamos tratado el tema ayudándonos del con-
cepto de “casi-descomponibilidad sistémica”: no es necesario conocer el todo
(el universo) para conocer algún subsistema. Pero queda pendiente el asunto
relacionado con los sistemas extremos: el gran elemento que los contiene a
todos y no es contenido por ninguno, por lo que no es un sistema, y el elemento
último, que no contiene ninguno y por lo tanto no es un sistema: en ambos
casos estos elementos rompen la jerarquía. Ackoff (2002, p. 20) dice al respecto:
Si el comportamiento de un sistema debe explicarse con referencia al sis-
tema que lo contiene (suprasistema) ¿cómo debe explicarse el comporta-
miento del suprasistema? La respuesta es obvia: con referencia a un sistema
más inclusivo, uno que contenga al suprasistema. Surge entonces la pre-
gunta fundamental: ¿tiene fin este proceso de expansión? Recuérdese que
cuando se planteó la pregunta correspondiente a la Era de la máquina
−¿tiene fin el proceso de reducción?−, la respuesta estuvo dictada por la
creencia de que, al menos en principio, era posible la comprensión com-
pleta de universo. En la primera parte del siglo XX, sin embargo, esta
creencia fue destrozada por dilemas como el que formuló Heisemberg.
Como resultado, hemos llegado a creer que la comprensión completa de
cualquier objeto, dejando de lado la de todos los objetos, es un ideal al que
uno puede aproximarse continuamente pero que nunca puede ser alcanza-
do. Por lo tanto, no hay ninguna necesidad de suponer la existencia de un
todo último que si es entendido produciría la respuesta última.
439
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
440
Carlos Alberto Ossa O.
441
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
442
Carlos Alberto Ossa O.
443
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
De la misma manera que Popper, Phillips concluye que se puede asegurar que
la teoría de sistemas no ha hecho ninguna predicción notable respecto a los
sistemas complejos que ella explica o maneja. De hecho, es una teoría que no
se compromete.
444
Carlos Alberto Ossa O.
445
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
El teorema fundamental161:
Nuevos sistemas generan nuevos problemas.
Corolario (la navaja de Occam):
Los sistemas no deben multiplicarse innecesariamente.
Si un sistema es creado para lograr un objetivo, el sistema, tarde que temprano
elabora sus propios objetivos. Sin importar el objetivo, el sistema “empieza
inmediatamente a manifestar un comportamiento sistémico regido por leyes
161. Ya lo dijimos: los problemas de hoy derivan de las “soluciones” de ayer. En este
punto se destaca cómo, en muchas ocasiones, es el sistema el responsable de sus
propias decisiones.
446
Carlos Alberto Ossa O.
Formulación alternativa:
447
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Corolario:
Principio de Le Chatelier:
448
Carlos Alberto Ossa O.
La falacia operacional:
Ejemplo: Las grandes empresas productoras nos convencen de que nos ofrecen
lo que necesitamos. La verdad es que nos inducen a comprar lo que ellas hacen.
En la visión moderna de la producción, la idea es imaginarse lo que nos gustaría
tener, y entonces al sacar el producto al mercado, este se hace absolutamente
necesario. Apple es un buen ejemplo.
449
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Corolario:
Ejemplo: En los grandes sistemas, las relaciones no son con los individuos sino
con su número de cédula, su tarjeta de crédito o algún otro fantasma de papel.
Es sorprendente cuando una persona llega a una unidad de urgencia. Si no
tiene la cédula, no puede ser atendido. La cédula es la persona.
Teorema:
450
Carlos Alberto Ossa O.
Teorema:
Algunos sistemas actualmente trabajan.
Corolario:
Teorema:
451
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
168. Recordemos el efecto de las demoras como parte de la dificultad para predecir
el comportamiento de sistemas complejos.
452
Carlos Alberto Ossa O.
14.3 Resumen
Tal y como se afirma en este capítulo, es necesario hacer un alto y sopesar la
opinión de aquellos para quienes la Teoría de Sistemas no es una herramienta
adecuada. Las críticas deben ayudarnos a decidir si lo que creemos o conocemos
sobre algo, debe modificarse, abandonarse o reforzarse.
Phillips centra sus críticas en el concepto de sistema, por ser impreciso; también
se centra en los ataques que se han hecho al reduccionismo y al mecanicismo
arguyendo que si bien no explican la emergencia sistémica, tampoco lo ha
hecho la teoría de los sistemas. Sostiene además que la T.G.S. no es una teoría
científica. Cada una de estos aspectos ha sido considerado con cierto detalle
por nosotros, y como un balance general podemos decir que, aceptando las
debilidades que en la ciencia se presentan comúnmente, la T.G.S. y la T.C.
resisten un análisis minucioso de sus principios, metodologías y técnicas. No
debemos olvidar que las fortalezas del enfoque tradicional se convierten en
serias debilidades cuando de sistemas humanos se trata.
Por su parte Gall, utilizando en su lenguaje un fino humor, hace acertadas
críticas a los sistemas. Sin embargo, tales críticas son, en efecto, las debilidades
que se encuentran en muchos “sistemas” ¡que no son tales! El uso inadecuado
del término permite que conjuntos que no están interrelacionados según un
propósito coherente, que se aíslan del ambiente, sean llamados sistemas.
14.4 “Coda”
Hemos terminado el objetivo de este trabajo. Es evidente que han quedado
conceptos sistémicos que ni siguiera han sido indicados. Pero la intención
no era, tal y como anotábamos en la introducción, hacer una presentación
exhaustiva de esta teoría, sino, más bien, tratar de resumir sus fundamentos y
su aplicación en el mundo real, como una nueva alternativa complementaria
del conocimiento científico tradicional.
Para las personas formadas en campos tradicionales de la ciencia analítica estas
ideas pueden no ser muy convincentes ya que, sin duda, su manera tradicio-
nal de pensar y operar ha sido exitosa. Pero aún bajo esta perspectiva, vale la
pena tener en cuenta los fundamentos que el enfoque de sistemas resalta, para
453
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
comprender el mundo complejo que nos rodea. Como bien dice Churchman,
el enfoque de sistemas no es una mala idea.
454
Carlos Alberto Ossa O.
APÉNDICES
455
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
APÉNDICE CAPÍTULO 1
457
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
458
Carlos Alberto Ossa O.
que empezar con uno, enviar una señal al otro y corregir el tiempo que tarda
en llegar la señal”. Toda la discusión que se dio sobre este tema concluye que el
concepto de simultaneidad está ligado al hecho físico de su medición. Primero
era necesario separar las nociones (medidas) de espacio y tiempo. Es fácil medir
el espacio: definir un sistema de coordenadas. Pero medir el tiempo entre dos
sucesos, implica simultaneidad en su medida. Y no es posible pensar en un
“reloj central” que determine el tiempo para el resto de los relojes. Se llegó a
la extraordinaria conclusión de que dos sucesos que eran simultáneos en un
sistema de referencia no lo eran en otro171 (Cfr. A.1.6). Esto impactó notable-
mente a la ciencia física. La observabilidad de los fenómenos era una condición
sin la cual estos no podrían ser estudiados. Y esta observabilidad requiere proce-
dimientos definidos y también observables, como en el caso de la sincronización
de los relojes. De una posición ontológica, se pasó a una empirista.
459
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
461
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
Vacío
Funiculus
Presión
del aire 76 cms.
a) b)
Experimento de Torricelli
Fig. A.1.3
La explicación dada por Torricelli era la siguiente: el mercurio se mantiene
dentro del tubo (que llamaremos “columna de mercurio”) debido a la presión
atmosférica. El aire empuja hacia abajo la superficie del mercurio en la cubeta
y cuando el peso de la columna iguala a este empuje, la columna se estabiliza
(figura A.1.3 a).
Franciscus Linus, monje Jesuita, tenía otra hipótesis. Sostenía que en el espacio
aparentemente vacío que se formaba en la parte superior de los tubos, existía
una cuerda invisible que denominó funiculus (en latín “cuerdita”).
Cuando se empieza a formar el vacío, el “funiculus” ejerce una fuerza de atrac-
ción muy fuerte sobre los objetos que están a su alrededor; esta fuerza es la que
succiona al mercurio hacia arriba manteniendo una altura determinada. Esta
fuerza era proporcional al volumen de aire desalojado: por ello la atracción en
el tubo mayor compensaba con una fuerza mayor el mayor peso del mercurio
(figura A.1.3.b) Ambas teorías explicaban los fenómenos descritos.
173. Torriceli sabía muy bien que no podía experimentar con agua. En ese caso habría
tenido que manipular tubos de más de 10 metros de altura, lo que hacía el experi-
mento difícil de realizar.
463
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
El peso del aire se podía constatar pesando un balón desinflado y luego lleno de
aire. En 1654 se llevó a cabo un experimento crucial. Dos semiesferas grandes
de cobre, huecas, de unos 500 litros de capacidad, que sellaban perfectamente
y a las cuales se les podía extraer el aire mediante una bomba de vacío, fueron
haladas por dos grupos de cuatro caballos y sólo se logró separarlas después de
un gran esfuerzo. Sin embargo, al dejar que el aire las llenara, su separación no
presentaba ningún problema. El experimento lo realizó el científico Alemán,
Otto Von Guericke (que había inventado la bomba de vacío), en Magdeburgo,
Alemania. Con esto se eliminaba toda duda de la presión ejercida por el aire.
La teoría de Linus también explicaba el resultado del experimento: la “atrac-
ción” de las esferas se debe a la fuerza que ejerce el funiculus sobre ellas.
La teoría de Torricelli permitía calcular el valor de la presión atmosférica, cosa
que no podía hacer la teoría del funiculus.
Se sabe que el peso específico de un cuerpo es igual a ρ=W/V (peso/volumen)
y por lo tanto: W=ρ×V que es el peso del cuerpo en cuestión.
Recordemos por otro lado que la fórmula de la presión nos indica que p=F/A
(fuerza/área). Por lo tanto:
464
Carlos Alberto Ossa O.
1) Propuso una hipótesis: El aire ejerce presión sobre los cuerpos que rodea.
2) Utilizó otras conclusiones (deducciones) como es el caso del estudio de los
griegos y el principio de Pascal con respecto a la presión ejercida en los
cuerpos que son sumergidos en fluidos.
3) Existían definiciones claras: presión, peso, volumen, área.
4) Utilizó la matemática como procedimiento lógico deductivo.
5) Explicó fenómenos observados: la altura de la columna de mercurio y su
valor, de 76 cm. La independencia del área con respecto al tamaño de los
tubos.
6) Hizo predicciones: el valor de la presión que la atmósfera ejerce sobre los
cuerpos que rodea.
465
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Si leemos con atención, existe un término que aparece en ambas premisas pero
no en la conclusión: la palabra “hombres”. “Hombres” es el corazón operativo
del razonamiento: es la sustancia o razón del silogismo; se la denomina término
medio, que está implícito en la conclusión.
El término medio puede ser sujeto o predicado, lo que da origen a cuatro tipos
de silogismos diferentes.
El silogismo indicado arriba, denominado como un procedimiento de primera
figura, era para Aristóteles el fundamento intuitivo de toda la lógica debido a su
simplicidad y veracidad. Por esta razón, cualquier otro tipo de razonamiento
debía reducirse a este; si esto era posible, el razonamiento debía necesariamente
aceptarse.
La primera figura puede expresarse mediante la fórmula:
Si todo M es P, y
Si todo S es M,
Entonces S es P.
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Carlos Alberto Ossa O.
S
M S
P M
P
a) b)
467
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
468
Carlos Alberto Ossa O.
469
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
470
Carlos Alberto Ossa O.
Pero queda otra situación por analizar: la relación del tiempo con la causalidad.
Implícitamente en la relación causal, la causa precede al efecto, está antes del
efecto. Después de la teoría especial de la relatividad de Einstein, en donde
el tiempo-espacio no es absoluto sino relativo, esta correlación no siempre es
verdad.
Siguiendo a Hewitt (Op.Cit. p. 689-) recordemos los postulados de la teoría de
la relatividad especial de Einstein:
• Todas las leyes de la naturaleza son iguales en todos los marcos de referencia
con movimiento uniforme.
• La rapidez de la luz en el espacio libre tiene el mismo valor medido por
todos los observadores, independientemente del movimiento de la fuente o
del movimiento del observador; esto es, la rapidez de la luz es una constante.
A partir de estos postulados podemos establecer el concepto de simultaneidad
en Einstein (utilizar las figuras A.1.6 a) y b)).
En una nave espacial, un observador se sitúa exactamente en la mitad de la
nave, en donde se encuentra una fuente de luz. Cuando se enciende esta, la
luz se difunde en todas direcciones con una rapidez igual a c. Por ser la fuente
y el observador equidistantes de los extremos de la nave este ve llegar, simul-
táneamente, los haces de luz que iluminan el frente y el fondo de la nave (ver
figura A.1.6.a). Esto es válido sea que el vehículo espacial esté en reposo o con
velocidad constante. Los eventos son simultáneos para este observador.
Consideremos ahora el caso de otro observador que mira a la nave desde un
planeta que está en reposo con respecto a dicho observador (Fig. A.1.6 b).
Para él, estos eventos no son simultáneos. A medida que la luz se desplaza hacia
el frente de la nave, el cohete avanza, por lo que la parte trasera de la nave se
mueve hacia la luz, mientras que la delantera se aleja de ella. El rayo que va
hacia la parte posterior (la izquierda) recorre menos espacio que el que se dirige
hacia la parte frontal (la derecha). Como la rapidez de la luz es la misma en
ambas direcciones, este observador ve llegar primero la luz a la parte trasera
que a la delantera. Si le agregáramos a nuestro ejemplo otro cohete que vinie-
ra en sentido contrario del primero, él vería el fenómeno diferente: primero
llegaría la luz a la parte frontal y luego a la parte posterior de la nave. Esto es
consecuencia del hecho de que la velocidad de la luz es la misma, no importa
el marco de referencia con que se mire.
471
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Fig. A.1.6 a)
Fig. A.1.6 b)
Relatividad de la simultaneidad
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Carlos Alberto Ossa O.
APÉNDICE CAPÍTULO 2
473
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
P
474
Carlos Alberto Ossa O.
r P r P
t t
s s
P
s
475
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
P
r
s
A B C D
476
Carlos Alberto Ossa O.
Es fácil observar que no es posible que dos rectas (dos circunferencias máximas)
no se encuentren. En esta geometría es posible trazar un número infinito de
perpendiculares a una recta. Incidentalmente, en esta geometría la suma de
los ángulos internos de un triángulo suman más de 180º.
En cuanto a Lobachevsky podemos indicar lo siguiente. Consideremos la
figura A.2.6, en la cual la recta AB es perpendicular a la recta CD (Kassner &
Newman, 1987, p. 145-).
A’ D’
A
E F
C’ B’
C D
B
477
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
La figura A.2.7 muestra lo que se llama una pseudoesfera (Kassner & Newman,
Op. Cit., p. 151).
O Ts2 P1
s1 P2
s
PQ G
Pseudoesfera
Fig. A.2.7
Sea G una “línea” de la pseudoesfera. Desde el punto O se traza una perpen-
dicular a la línea G. A una distancia s de P se traza el punto Q y desde allí se
traza otra perpendicular a G. Tracemos un círculo de radio s con centro en O.
Esta circunferencia cortará a QT en s1 y s2. Estos dos puntos, al ser unidos con
O, determinan las dos rectas P1 y P2 que son ambas paralelas a G. Todas las
líneas que pasan por O, formando un ángulo menor que el ángulo α no cortan
a G, aun cuando no le son paralelas.
Si Riemann es la geometría de la esfera, Lobachevsky es la geometría de la
silla de montar.
478
Carlos Alberto Ossa O.
APÉNDICE CAPÍTULO 3
x2
x1
A C
Lanzamiento parabólico
Fig. A.3.1
Las ecuaciones que describen este movimiento son las siguientes (Cfr. Ec.
(3.1)):
𝑔𝑔𝑡𝑡 2
𝑥𝑥 (A.3.1)
1 = 𝑎𝑎1 𝑡𝑡, 𝑥𝑥2 = 𝑎𝑎2 𝑡𝑡 − , 𝑡𝑡 ≥ 0
2
𝑔𝑔𝑡𝑡 2
𝑥𝑥 1 = −𝑎𝑎1 𝑡𝑡, 𝑥𝑥2 = −𝑎𝑎2 𝑡𝑡 − , 𝑡𝑡 ≥ 0 (A.3.1)´
2
479
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
480
Carlos Alberto Ossa O.
v 3 W / R o v = kW/R (A.3.2)
v = W - R (A.3.3)
De acuerdo con ella, a medida que R decrece, para un mismo peso, v aumenta.
Cuando R sea igual a W la velocidad sería cero, lo cual indica un compor-
tamiento mejor descrito que la ecuación A.3.1. Se aceptaría que v = 0 para
W ≤ R. Sin embargo, la ecuación permite que el cuerpo se mueva en el vacío,
pues para R igual a cero la velocidad sería igual al peso del cuerpo. La dificultad
en las unidades se resolvería agregando una constante k a la ecuación A.3.3.
481
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Péndulo de resorte
Fig. A.3.2
Una vez equilibrado el sistema, si halamos el resorte la distancia y, y lo soltamos,
en ausencia de todo tipo de fricción él oscilará continuamente.
Aplicando las leyes de Newton se puede demostrar que la ecuación general
que rige a este sistema es:
1
d2 Q / dt2 + CL Q = 0
(A.3.5)
482
Carlos Alberto Ossa O.
C
L
Circuito CL
Fig. A.3.3
en donde Q = CV (que es la carga en el condensador). Si multiplicamos la
ecuación A.3.5 por L y la comparamos con la ecuación (A.3.4) tendremos las
siguientes equivalencias: L → M, k → 1/C.
Estos dos sistemas, en apariencia totalmente diferentes, son estructuralmente
iguales. Son pues, isomorfos. De hecho, podemos construir un sistema mecá-
nico, que oscile bajo ciertas condiciones de diseño, a partir del sistema eléctrico
correspondiente. Es más sencillo comprobar los efectos de diferentes valores
de L que de masas, y diferentes valores de C que de constantes k de resortes.
El diseño mecánico se facilita enormemente a partir de uno eléctrico gracias
a este isomorfismo.
483
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
484
Carlos Alberto Ossa O.
APÉNDICE CAPÍTULO 4
Matemáticamente:
485
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
En este caso v'A = vB', (ya que se forma un solo cuerpo) son las incógnitas. De
acuerdo con la ecuación A.4.1 tenemos:
Nada impide que cambiemos los signos de las velocidades. Supongamos hora
que la segunda esfera viaja en dirección contraria a la de A, la cual ahora se
encuentra en reposo. El análisis nos dará como respuesta una velocidad de A
igual a la que tenía al principio de nuestro análisis quedando B en reposo. El
tiempo es reversible, igual como lo es el fenómeno.
También es posible analizar el caso cuando una bola golpea a otras dos. Aunque
el modelo es más complejo, se puede determinar con exactitud el comporta-
miento de todo el sistema, siempre y cuando una bola sea golpeada antes que
la otra, así sea en un infinitésimo de tiempo. De no ser así la situación corres-
ponde a la teoria del caos.
vr = s / t, a = (v f - v0 ) / t (A.4.6)
v f = v0 + at (A.4.7)
486
Carlos Alberto Ossa O.
s = (v0 + v f ) t / 2 (A.4.8)
Reemplazando vf (de A.4.12) en (A.4.8) tendremos:
A.4.3 Termostato
Son aparatos de control que abren o cierran circuitos eléctricos de acuerdo
con la temperatura. Los hay mecánicos y electrónicos. El más sencillo de tipo
mecánico consiste en dos láminas de metal, unidas, con diferente coeficiente
487
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
488
Carlos Alberto Ossa O.
489
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Clase: Mamífero
Orden: Primate
Familia: Hominidae
Género: Homo
Especie: Sapiens
La clasificación de Linneo se basa en un sistema binomial para identificar las
especies. Dos nombres: el género, y la especie generalmente en cursiva. El
género refleja las características familiares y la especie las características par-
ticulares. Así, el hombre será HOMUS (género) sapiens (especie). El género
va con mayúsculas siempre y la especie en minúsculas, salvo si se trata de un
país o nombre propio. Las familias generalmente terminan en us, e y el género
en ae. El autor va después del género-especie en paréntesis. Así, las orquídeas
pertenecen a la familia orchidaceae. Su clasificación científica es:
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Liliopsida
Orden: Asparagales
Familia: Orchidaceae
Colombia tiene una gran riqueza en esta familia, y su flor nacional es la Catleya-
trianae (J.J. Triana).
490
Carlos Alberto Ossa O.
Símbolo Descripción
Operación. Acción que modifica el producto o
que establece una referencia al mismo.
Inspección. Controla si una operación se ha
efectuado de acuerdo con las normas de
producción en cuanto a cantidad o calidad.
Transporte. Acción de trasladar un objeto de un
lugar a otro, siempre y cuando esta no forme
parte de una operación o sea el resultado de
realizar una operación o inspección.
Demora. Indica suspensiones temporales
durante el proceso, que forman parte del
procedimiento.
Almacenamiento. Indica que el objeto está en
un almacén bajo vigilancia.
491
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
8 =1
Rosca
Quitar
Interior
Pulir Rebabas.
1 mm
Pulir
Pulir
Ensam.
Fig. A.4.4
492
Carlos Alberto Ossa O.
APÉNDICE CAPÍTULO 5
493
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
494
Carlos Alberto Ossa O.
S = {p, R} (A.5.1)
178. Ha servido como base: Bertalanffy (1973, p. 53-, 127-); Hall and Hagen (En
Litterer, 1969, p. 31); Rapoport (En Litterer: 1969, p. 88).
179. Existe la matemática equivalente para los sistemas discretos y se conoce con el
nombre de ecuaciones de diferencia.
495
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
dx1 / dt = f1 ( x1 , x2 ,... xi …, xn )
........................................
dxi / dt = f i ( x1 , x2 ,... xi …, xn )
(A.5.2)
........................................
dxn / dt = f n ( x1 , x2 ,... xi …, xn )
El espacio de fase para este ejemplo es la figura 5.6 del capítulo 5, para k = 0.02
y una población inicial de x0= 10000.
Veamos algunas de las leyes sistémicas bajo esta perspectiva matemática (Cfr.
cap. 4).
496
Carlos Alberto Ossa O.
A.5.2.1 Totalidad
Desarrollemos cada una de las ecuaciones del sistema (A.5.2) por medio de
una serie de Taylor. Tendremos:
dxi
= ai1 x1 + ai 2 x2 +… aij x j +…+ ain xn + ai11 x12 +…
= , i 1, 2,3,..., n
dt
(A.5.4)
dxi
=i 1, 2, …, n (A.5.5)
= ai1 xi + ai11 xi2 + ai111 xi3 +…
dt
Aquí los cambios en el elemento i sólo dependen del mismo elemento, por lo
que cada elemento es independiente de los demás. Las variaciones del todo,
es la suma de las variaciones de sus componentes. Es el “no sistema”. Tal cosa
ocurre, por ejemplo, con los latidos del corazón donde su comportamiento
puede ser estudiado sin necesidad de considerar todo el sistema.
Esto nos permite enfatizar en que la Teoría General de Sistemas es un comple-
mento para comprender el mundo, y jamás ha reclamado ser el único camino
para conocer sus fenómenos.
497
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
lim aij = 0. i ! j
t"3 (A.5.6)
A.5.2.3 Centralización
La dominación de una de las partes sobre el todo puede representarse mate-
máticamente, considerando que, para un elemento cuya propiedad es xC, los
498
Carlos Alberto Ossa O.
coeficientes que lo relacionan con los demás elementos (los aic, i = 1,2,...,n)
son grandes en todas las ecuaciones mientras que los coeficientes de los otros
elementos son considerablemente más pequeños o incluso iguales a cero. El
siguiente sistema de ecuaciones define la tendencia a la centralización (por
simplicidad sólo se han escrito los términos lineales):
A.5.2.4 Jerarquización
Consideremos el caso en el cual algunas (o todas) de las partes pi de un sistema,
están compuestas a su vez por otras partes qij con propiedades yij (i=1, 2,...,n;
j=1, 2,...,m). Para cada uno de estos casos podemos establecer la relación de
dependencia:
499
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
n
/ dx /dt = 0, 6i (A.5.10)
i
i=1
n
/ x = C, 6i (A.5.11)
i
i=1
500
Carlos Alberto Ossa O.
n n n
Aquí las reacciones químicas ocurren como consecuencia de las colisiones en-
tre moléculas de las diferentes sustancias involucradas (son los términos xj xk).
Esta ecuación es isomorfa con varios tipos de fenómenos, como por ejemplo
la relación predador-presa indicado por la ecuación (III-7) del capítulo 3. Se
invita al lector a que desarrolle la equivalencia, teniendo en cuenta que n = 2.
El modelo también permite describir el proceso de reproducción debido a los
encuentros de miembros de sexos opuestos, de la misma especie.
Incluso se puede pensar en la posibilidad de modelar una población humana
dividida en grupos, cada uno de ellos caracterizado por patrones complejos de
opiniones o creencias (religiosas, políticas…). Los contactos entre miembros
pueden resultar en aceptaciones o modificaciones de los patrones descritos,
generando crecimiento o decrecimiento de las subpoblaciones consideradas.
501
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Existe, pues, una relación que se puede medir entre los estados de entrada y los
de salida del elemento activo Er mediante una transformación T(r). Podemos
escribir, como relación válida para la figura A.5.1:
X( r) Er Y( r)
Elemento activo
Fig. A.5.1
componente i del vector Y(r), sin que se modifiquen las otras componentes. Se
define la expresión:
yir
aij , xkr 0, k j, i 1,2,..., n; j 1,2,..., m. (A.5.14)
xir
RS V
SSa11 a12 g a1mWWW
A = SS h h j h WW (A.5.15)
SS W
an1 an2 g anmW
T X
Dy = ADx (A.5.16)
502
Carlos Alberto Ossa O.
X(r) Er Es Y(s)
503
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
matriz cuyas componentes son todas cero). Con esta convención cualquier
sistema, con un número finito de elementos, se podrá representar, con respecto
a sus acoples mediante una matriz S (A.5.18), que denominaremos “matriz
estructural del sistema”, siendo N el número de elementos activos del sistema
en cuestión. Por definición de elemento activo, Cii = 0.
RS V
SS 0 C12 C13 g C1NWW
SC21 0 C23 W
g C2NWW
S = SSS
j h WW (A.5.18)
W
SS h h h
W
SCN1 CN2 CN3 g 0W
T X
X’ = TS (X)
Y’ = ST (Y) (A.5.20)
504
Carlos Alberto Ossa O.
APÉNDICE CAPÍTULO 6
505
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
ΔQ = ΔU + ΔW (A.6.1)
506
Carlos Alberto Ossa O.
507
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
508
Carlos Alberto Ossa O.
Ta Tb
Ta> Tb Q A
x
dQ / dt kAdT / dx (A.6.3)
509
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Aislante
Temperatura Temperatura
fija Ta Flujo de calor → fija Tb
Ta > Tb
510
Carlos Alberto Ossa O.
dW = Fdx
o (A.6.5)
W = # Fdx
511
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
un cilindro aislado por todas partes, menos en su base, que contiene un gas
ideal, el cual se caracteriza por su presión, volumen y temperatura (p, V, T)181.
El proceso completo se realiza a través de dos procesos isotérmicos (a tempe-
ratura constante) y dos procesos adiabáticos (sin intercambio de calor con el
entorno), ambos reversibles. El ambiente de este sistema está formado por dos
recipientes calóricos, de gran capacidad calórica, a temperaturas T1 y T2, tales
queT1> T2 y dos bases no conductoras de calor. El ciclo se realiza en cuatro
etapas tal como lo ilustra la figura A.6.3 (Halliday & Resnick, Op. Cit., p. 534-).
V2 V3
V2
V3
Q2 V4
V1 V4
Q1 V1
T1 Aislado T2 Aislado
Expansión Expansión Compresión Compresión
isotérmica (1) adiabática (2) isotérmica (3) adiabática (4)
512
Carlos Alberto Ossa O.
(dibujo (4)). Durante este proceso una cantidad de calor Q2 es cedido por el
sistema al recipiente calórico. La compresión es isotérmica a la temperatura
T2 y se realiza trabajo sobre el gas, por el pistón.
De nuevo se pone el cilindro en una base no conductora y el gas se comprime
aún más hasta alcanzar la condición inicial (p1, V1, T1). Como durante esta
parte del proceso ni entra ni sale calor del sistema, la compresión es adiabá-
tica. Se realiza trabajo sobre el gas y su temperatura se eleva a T1. El aumento
neto de calor recibido por el sistema durante este ciclo es Q1 - Q2 El ciclo
se describe mediante el siguiente diagrama p -V, indicado en la figura A.6.4
para un gas ideal.
P
p1 a
Q1
p2 b
p4 T1
d Q2
p3 c T2
V
V1 V4 V2 V3
Ciclo de Carnot
Fig. A.6.4
Los puntos a, b, c, d de esta figura corresponden a los estados descritos por los
numerales (1), (2), (3) y (4) de la figura A.6.3.
El trabajo realizado por el sistema es el área dentro de las cuatro curvas indi-
cadas. Es equivalente a:
W = Q1 - Q2 (A.6.6)
513
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
e = 1 - T2 /T1
# dQ/dT = 0 (A.6.7)
514
Carlos Alberto Ossa O.
Aislante
térmico
Expansión libre
Fig. A.6.5.
El gas, confinado en una parte del recipiente, se expande hacia el vacío cuando
la válvula se abre. El recipiente es rígido y está aislado. No se ejerce trabajo
sobre el gas ni existe transferencia de calor. Por la primera ley de la termo-
dinámica (dU = dQ-dW), no hay cambio de energía interna en el sistema ya
que dQ = dW, y como conclusión dU =0.
En el caso de un gas ideal, U sólo depende de su temperatura por lo que tam-
poco hay cambio en T.
515
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Sin embargo, para volver el gas a su estado original, se requiere realizar traba-
jo para comprimirlo. Por lo tanto, debido al proceso de expansión, el gas ha
perdido parte de su capacidad de realizar trabajo. Este proceso de expansión
es un proceso irreversible. Más sobre el tema en A.6.7.
Max S = k / pi ln (pi)
i ( A.6.9)
/p =1 i
i
2z/p1 �=- k [�
p1 2ln (p1) /�2p1 + ln (p1)] - m�= �
0
2z/p2 �=- k [�
p2 2ln (p2) /2p2 + ln (p2)] � 0
- m�= � (A.6.12)
2z/p3 �=- k [�
p3 2ln (p3) /2p3 + ln (p3)] �- m�= �
0
516
Carlos Alberto Ossa O.
ln (p1) + (m + k) = 0
ln (p2) + (m + k) = 0 (A.6.14)
ln (p3) + (m + k) = 0
p1 = p2 = p3 = 1/3 (A.6.15)
517
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
518
Carlos Alberto Ossa O.
519
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
520
Carlos Alberto Ossa O.
A = {(x, �
m A (x)), �
x ! X} (A.6.16)
1.0
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
6.6 6.8 7.0 7.2 7.4
Número difuso 7
Fig. A.6.6
Para analizar las relaciones entre los diferentes elementos de un conjunto, la
teoría ha definido operaciones para las llamadas relaciones difusas. Una relación
difusa típica es: “x es de mucha más edad que y”.
Aclaremos primero el concepto de producto cartesiano. Sean dos conjuntos
A={a1, a2,…, an} y B={b1, b2,…, bm}. El producto cartesiano A×B se define
como el conjunto resultante de todos los pares ordenados posibles entre los
elementos de A y los de B:
A # B = E(a1, b1), (a1, b2), ..., (a2, b1), (a2, b2), ..., (an, bm) H (A.6.17)
521
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
522
Carlos Alberto Ossa O.
v (+ P) = 1 - v (P) (A.6.20)
Por otra parte, el grado de pertenencia de una persona de 30 años, de ser joven
y vieja al mismo tiempo será de:
523
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
1 - m A (x)
m A (x) =
m , m ! (- 1, 3) (A.6.24)
1 + mm A (x)
524
Carlos Alberto Ossa O.
APÉNDICE CAPÍTULO 7 y 8
F=Gm1×m2/r2 (A.7.1)
525
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
v vx
vy
r m2
m1
d2 x/dt2 =- Gx/r 3
d2 y/dt2 =- Gy/r 3, r = x2 + y2 (A.7.2)
xl = f1 = u
n (- 1 + x + n) ( 1 - n) ( x + n)
ul = f2 = 2v + x - 2 3/2 -
(y + z + (- 1 + x + n) )
2 2
(y + z2 + (x + n) 2) 3/2
2
yl = f3 = v
yn y (1 - n)
vl = f4 =- 2u + y - 2 3/2 -
(y + z + (- 1 + x + n) )
2 2
(y + z2 + (x + n) 2) 3/2
2
zl = f5 = w
zn y (1 - n)
wl = f6 =- -
(y2 + z2 + (- 1 + x + n) 2) 3/2 (y2 + z2 + (x + n) 2) 3/2
526
Carlos Alberto Ossa O.
527
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
El total de lo pedido por Sissa era de: S = 1 + 2(263 – 1)/(2 – 1) = 18.4×1018 granos,
un número difícil de imaginar. Si suponemos que en un kg de arroz hay unos
30.000 granos, entonces la solicitud era de: 18.4×1018/30000 ≈ 3.1×1014 kg =
6.15×1011 toneladas = 615 ×109 toneladas de arroz. La producción mundial de
arroz se estima en 475 ×106 toneladas. Por lo tanto el dato anterior implica la
producción mundial de arroz de los próximos 615×109 / 475×106 ≈ ¡1290 años!
El crecimiento exponencial crece fuera de toda proporción.
Si Sissa hubiera pedido 1 grano para el primer recuadro, 2 para el segundo,
etc. el total de arroz hubiera sido de: 1 + 2 + 3 + … + 64 = 64(1 + 64)/2 = 2080
granos de arroz. Si duplicara esta serie aritmética pidiendo 1 por el primero,
3 por el segundo, 5 por el tercero etc. el total sería: 1 + 3 + 5 + 7 + … + 127
= 4096. Supongamos que la aumentamos en 1000 granos por cada nuevo re-
cuadro: 1 + 1001 + 2001 + … + 63001 = 2.016.064. Esta serie, a diferencia de
la anterior, es aritmética, no geométrica.
Una serie aritmética se define de la siguiente manera. Sea a el primer término,
y d la diferencia común. Cualquier término, diferente al primero, será igual al
anterior más el valor de d:
a, a + d, a + 2d, a + 3d … (A.7.6)
s = a + (a + d) + (a + 2d) + (a + 3d) + …
+ [a + (n – 2)d] + [a + (n – 1)d]. (A.7.7)
s = n (a + l)/2. (A.7.8)
528
Carlos Alberto Ossa O.
Por mucho que se aumente esta serie, jamás alcanzaría el efecto de la expo-
nencial. Un aumento en el parámetro de la serie lineal (aritmética), 1000 en
el último ejemplo, tiene un efecto lineal en el resultado final. Por el contrario,
una variación, aún muy pequeña en el caso exponencial, tiene un efecto dra-
mático. Por ejemplo, si cambiamos de 2 a 2.2 la variación de la solicitud de
Sissa, es decir, un grano en el primer escaque, 2.2 en el segundo, 4.84 en el
tercero y así sucesivamente, el resultado final sería de 6.8×1021, un incremento
de aproximadamente 370 veces.
Visto de otra manera: un aumento en 1000 veces el crecimiento lineal, genera
aproximadamente un aumento en 1000 veces el resultado final. Un aumento
de 0.2 en el crecimiento exponencial, generó un aumento de 370 veces en el
resultado final.
Consideremos dos series aritméticas y confrontémoslas con la geométrica de
Sissa.
La primera será con a = 10.000 y d = 10 6; la segunda con a = 10.000 y
d = 10000×106. La figura A.7.2 muestra la sumas respectivas y la suma de la
serie de Sissa (línea continua).
9,E+12
8,E+12
7,E+12
6,E+12
5,E+12
4,E+12
3,E+12
2,E+12
1,E+12
0,E+00
0 10 20 30 40
529
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
530
Carlos Alberto Ossa O.
La sección áurea
Fig. A.7.3
Si comparamos la serie de potencia con factor φt/2 (t = 1, 2, 3 ...) con la de
Fibonacci, vemos que esta última tiende a la primera, como se ilustra en la
gráfica A.7.4.
30.000.000,00
Exponencial
25.000.000,00
20.000.000,00
15.000.000,00
10.000.000,00
5.000.000,00
0,00
0 5 10 15 20 25 30 35 40
531
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
Supongamos que en lugar de una pareja inicial, existían realmente dos parejas,
sólo que una de ellas no fue observada. La nueva serie será 2, 3, 5, 8,… En el
mes 12 tendríamos 377 conejos, en lugar de los 144 previstos. Una gran dife-
rencia entre lo real y lo predicho. Una pequeña diferencia en el número inicial
de conejos genera una gran diferencia en la predicción.
Si la secuencia hubiera sido lineal, una mejora en la medida, digamos del
orden de diez, podríamos predecir diez veces más datos antes de alcanzar el
error inicial. Si la incertidumbre del valor inicial se reduce en 1000, podremos
predecir 1000 datos más con la misma precisión. Esta es una gran ventaja de
los modelos lineales, por lo que es atractivo estudiar sólo este tipo de modelos.
Por el contrario, si el modelo es no lineal y la incertidumbre crece exponen-
cialmente, al reducir nuestra incertidumbre en un valor de 10, sólo podremos
predecir el doble de datos con la misma precisión. Si suponemos que el cre-
cimiento exponencial es uniforme en el tiempo, reducir la incertidumbre por
un factor de 1000 sólo aumentará nuestro rango de predicción, con la misma
precisión, en un factor de ocho. Aumentar la precisión es costoso. Por lo que
buscar mejorar la precisión, en procesos no lineales, puede ser prohibitivo.
De hecho, existe la idea de que no es posible de estar completamente ciertos de
una observación que haya sido afectada por el ruido del caos. Para reducir la
incertidumbre del número de conejos inicialmente en la secuencia, se podría
contratar personal que hiciera diversos recuentos y predecir con cada uno de
estos datos como condiciones iniciales, el comportamiento del sistema.
Luego, se confrontarían los diferentes modelos con los datos de la realidad, y
así eliminar aquellos datos que están realmente fuera de lo observado. Claro
que esto tiene sentido si nuestro modelo es literalmente perfecto, lo que quiere
decir, en nuestro ejemplo, que el “mapa de los conejos” captura el comporta-
miento reproductivo y la longevidad de los conejos, exactamente. Si el modelo
es perfecto, podemos utilizar las observaciones futuras, para aprender de las
observaciones del pasado. Esto se conoce como reducción de ruido. Pero si no
lo es, entonces terminaremos con resultados incoherentes.
¿Mas, qué ocurriría si lo que estamos midiendo no son números enteros sino
asuntos como la temperatura, o la posición de un planeta? ¿Es acaso lo mis-
mo, la temperatura de un modelo, que la temperatura del mundo real? Estas
preguntas fueron las que inicialmente interesaron a los filósofos del Caos. Pero
antes, preguntémonos por qué los conejos nacidos desde 1202 hasta hoy, es
decir, después de más de 9.000 meses, no cubrieron nuestro planeta.
532
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
Una nueva sutileza aparece en la operación (3)-3. En este caso no tiene sentido
interpretar la operación como “¡3 multiplicado entre si menos tres veces!”. El
álgebra nos permite, para los números reales, establecer el equivalente: (3)-3
= 1/33 = 1/27.
Pero surge una novedad. En muchos cálculos aparece un operación del tipo ax
en donde x es un número real cualquiera. En concreto, ¿cuánto vale 31.2? Esta
operación tampoco puede interpretarse como “¡multiplicar a 3, 1.2 veces entre
sí!”. La exponenciación toma ahora otro giro. Esta nueva apreciación surge del
concepto de logaritmo de un número.
John Napier (Neper), matemático Escocés (1550-1617) definió el concepto
de logaritmo. Este concepto permitía convertir los productos en sumas y las
divisiones en restas, facilitando enormemente el cálculo sobre todo en el campo
de la Ingeniería. Pero su influencia llegó mucho más lejos.
El logaritmo de un número (Napier los denominó números artificiales) se
define como el exponente al que hay que elevar una base para obtener dicho
número. En términos matemáticos:
logb a = x ) b x = a (A.7.11)
535
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
D=1
l l/2 l/3
D=2
D=3
Dimensiones y homotecia
Fig. A.7.5
Analicemos esta situación en un cuadrado (ver de nuevo la figura A.7.5). Di-
vidamos cada lado del cuadrado en dos partes iguales (f = 2). Obtendremos
cuatro copias de dicho cuadrado (N = 4). De nuevo escribimos la ecuación
4 = 2D, de donde se obtiene que D =2. La dimensión del cuadrado es dos. Si
dividimos por tres cada lado obtendremos nueve cuadrados similares. Para
este caso 9=3D y por lo tanto D=2. De nuevo, la dimensión del cuadrado es 2.
Si dividimos por tres cada lado obtendremos nueve cuadrados similares. Para
este caso 9=3D y por lo tanto D=2. De nuevo, la dimensión del cuadrado es 2.
En el caso del cubo si dividimos sus lados en dos partes iguales obtendremos
ocho cubos similares. Escribamos entonces: 8=2D, es decir, D = 3. En el caso de
dividir por tres cada lado del cubo original obtendremos 27 cubos pequeños.
Nuestra relación es ahora 27=3D, es decir, D=3. La dimensión del cubo es tres.
Analicemos ahora la curva de Koch (figura A.7.6). En este caso, hemos utilizado
un factor f = 3. El resultado son cuatro copias, N = 4. Escribiremos entonces:
4 = 3D. Utilizando logaritmos tendremos que: D = log(4)/log(3) = 1.2619… La
curva de Koch es de dimensión 1,2619, se encuentra entre las dimensiones
1 y 2: ni es una línea recta, ni un plano.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
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Carlos Alberto Ossa O.
en el área en que se forman las ondas, vemos que este sube y baja, pero no se
desplaza con la onda. Igual ocurre con la cuerda; cada punto se mueve hacia
arriba y hacia abajo, para al final quedar en reposo.
Supongamos ahora que cada una de las personas que sostienen la cuerda, agitan
los extremos. Se forman dos pulsos que viajan en direcciones contrarias. Antes
de encontrarse, cada uno se comporta como si el otro no existiera. Cuando se
encuentran, se combinan de forma complicada. Esto se conoce con el nombre de
interferencia. Luego, cada uno sigue su camino como si nada hubiera ocurrido.
Las pulsaciones se pueden encontrar, y estas no son alteradas, se superponen.
Esto no ocurre con las partículas. El principio de superposición nos dice que
para calcular la pulsación resultante en cualquier momento, se deben sumar
los desplazamientos individuales, en dicho momento.
El pulso es una forma de onda. Estas transportan energía y cantidad de movi-
miento en un medio, sin transporte de materia. Las ondas en general pierden su
forma cuando se propagan. Las ondas armónicas no lo hacen. Este constructo
mental es muy útil al describir muchos fenómenos del mundo real. Hay dos
cantidades importantes asociadas las ondas: la amplitud (A) que es la máxima
distancia que alcanza una partícula de la cuerda, a partir de su posición de
equilibrio, y la longitud de onda (λ) que es la distancia entre dos máximos o
dos mínimos. Ver figura A.7.7. La línea punteada representa a la cuerda en
equilibrio, cuando no pasa a través de ella ninguna onda.
Se denomina período al intervalo de tiempo entre dos puntos equivalentes de
una onda. Se mide fácilmente entre dos máximos o dos mínimos. El inverso
del período se conoce como la frecuencia ν de la onda.
Debido al principio de superposición las ondas se pueden reforzar, debilitar
e incluso anular. Esto último ocurre cuando la parte positiva de una onda se
encuentra con una negativa del mismo valor.
Otro fenómeno típico de las ondas es la difracción. Ocurre cuando la onda
encuentra un obstáculo. Si es sólido y de un tamaño adecuado con respecto
a la longitud de la onda, trata de rodearlo y continuar su camino (por eso,
en ocasiones, podemos oír a través de las paredes). Las ondas más largas se
difractan más. La frecuencia de las sirenas usa este principio. Un objeto visto
al microscopio si tiene un tamaño menor que la longitud de onda de la luz
no se podrá ver. La difracción lo impide. Ninguna técnica logrará vencer este
límite fundamental de la difracción. Puede también encontrarse con una
pared perforada con una pequeña rendija. En este caso la onda la atraviesa y
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A
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541
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1 1 1
8 2 8 2 8 2
7 3 7 3 7 3
6 4 6 4 6 4
5 5 5
Grafo regular de 8 vértices, 8 Grafo intermedio de 8 Grafo aleatorio de 8
aristas y k = 2. vértices, 8 aristas. vértices, 10 aristas.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
d X p (1 - p)
Sn- 1 d n-1-d
(A.8.1)
Si p es muy inferior a 1/n los nodos están muy aislados con pocos nodos in-
terrelacionados. Si p sobrepasa el valor 1/n empieza a aparecer un nodo que
aglutina una gran cantidad de otros nodos (un hub), y aparecen ciclos. Si p
sigue aumentando, la red se va convirtiendo en un todo altamente integrado.
Esto fue lo que observó Kauffman en su juego de los botones.
Otra característica de estas redes es que el número de nodos con un grado
dado, P(d) tiende a:
P Qd V = cd - m (A.8.3)
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que no es otra que la ley del ruido o ley 1/f. Recordemos que esta ley es inva-
riante en la escala (scale free):
P(d)/P(d´)=P(κ×d)/P(κ×d´) (A.8.4)
F
1 2 3 4 5 6 7 8 Σ L
I
1 0 1 2 3 4 3 2 1 16 16/7
2 1 0 1 2 3 4 3 2 16 16/7
3 2 1 0 1 2 3 4 3 16 16/7
4 3 2 1 0 1 2 3 4 16 16/7
5 4 3 2 1 0 1 2 3 16 16/7
6 3 4 3 2 1 0 1 2 16 16/7
7 2 3 4 3 2 1 0 1 16 16/7
8 1 2 3 4 3 2 1 0 16 16/7
545
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
4-3-2-1, de longitud 3 (en contra del sentido de las manecillas del reloj) y 4-5-
6-7-8-1, de longitud 5 (en el sentido de las agujas del reloj). La longitud de la
menor ruta será 3, que es el valor que aparece en la casilla correspondiente (fila
4, columna 1). El resto de los cálculos se hace en forma similar. La columna
Σ es la suma de estas rutas. Para este grafo, L = 128/(7×7) = 2.612. Además
tenemos que, de acuerdo a la definición, C = 0.
Para el grafo de mundos pequeños, la tabla es la de la figura A.8.3.
F
1 2 3 4 5 6 7 8 L
I
1 0 1 2 3 2 1 2 1 12/7
2 1 0 1 2 3 2 1 2 12/7
3 2 1 0 1 5 4 2 3 18/7
4 3 2 1 0 5 4 3 4 22/7
5 2 3 4 5 0 1 3 3 21/7
6 1 2 3 4 1 0 3 2 16/7
7 2 1 2 3 4 3 0 1 16/7
8 1 2 3 4 3 2 1 0 16/7
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I
1 2 3 4 5 6 7 8 L
F
1 0 2 1 2 2 1 1 2 11/7
2 2 0 1 2 2 1 3 3 14/7
3 1 1 0 1 3 2 2 1 11/7
4 2 2 1 0 4 3 3 1 16/7
5 2 2 3 4 0 1 1 4 17/7
6 1 1 2 3 1 0 2 3 13/7
7 1 3 2 3 3 2 0 4 18/7
8 3 2 1 1 4 3 5 0 19/7
Rutas más cortas entre nodos del grafo aleatorio (Fig. A.8.1)
Fig. A.8.4
modas, opiniones, epidemias, corrientes eléctricas, paquetes de información en
internet, neurotransmisores, calorías (en redes de alimentos), y un fenómeno
mucho más general: “fallas en cascada”. (M. Mitchel, pg 255).
Las fallas en cascada ocurren cuando un nodo falla en ejecutar su tarea. En
este caso, la tarea pasa a otro u otros nodos lo que puede causar sobrecarga en
ellos y, por lo tanto la tarea inicial, que junto con las nuevas tareas no realiza-
das pasan a nuevos nodos, originan un efecto creciente de fallas que pueden
hacer colapsar a la red entera. Este tipo de fenómenos no sólo ocurre en las
redes eléctricas sino en la economía (compras nerviosas, por ejemplo) y en los
sistemas sociales (pánico social, por ejemplo).
La resiliencia es una propiedad importante en las redes: es su capacidad de
mantener trayectorias cortas a pesar de las fallas que puedan presentarse al
azar en otros nodos. En el efecto en cascada, es la falla de uno o varios nodos
los que causan fallas en otros: es un típico fenómeno de la teoría del caos. A
veces culpamos de este fenómeno a intervenciones maliciosas en la red (en el
sistema). Sin embargo, la causa resulta ser explicable por la dinámica del mismo
sistema. Para el caso de las redes de mundos pequeños, si se afecta una subred
altamente interrelacionada, prácticamente nada le ocurre al sistema total.
En cambio si la afectada es una conexión "débil" −aquellas que conectan dos
nodos distantes entre sí, nodos que no están agrupados el uno con el otro− se
afectaría notablemente. La figura A.8.5 ilustra esta propiedad.
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Journal of Systems Science and Complexity.
559
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
560
Carlos Alberto Ossa O.
Índice
A Analogía(s); con el origen de la vida, 275; e iso-
morfismo, 110; entre complejidad dura y blan-
Aceleración 37, 486, 487; caída libre, 486; defini- da, ; para la energía de trabajo, 507; qué
ción, ; gravitacional, 86, 487; uniforme, 47. son, 110; y experimentación, 39.
Ackoff 109, 150, 154, 155, 158, 160, 165, 172, Angyal 213; definición de sistema. 213.
184, 312, 346, 425, 435, 439, 493; pensa- Animismo 26.
miento analítico y sistémico, 308; planeación
interactiva, 327. Anomalías 47, 55, 58, 63, 64, 78, 79.
Acoplamiento(s); de elementos activos 178 , Antilogaritmo 535 .
503; en retroalimentación 180; entre entradas Antimultitud; Teoria de la multitud-antimulti-
y salidas 503; entre sistemas 181; estabilidad tud, 257.
del sistema 180; estructura del sistema 178; ley Apalancamiento 402, 413, 419.
de 133, 135; matriz de 178, 179, 503; red
Aprendizaje 123, 145, 243, 288, 290, 312, 366,
de 179; resultado del 179.
367, 368, 381, 388, 395, 469, 495; metodo-
Acto(s); autónomos 155; de respuesta 155; de un logía de, 364.
sistema 155; reactivos 155.
Aracil 349.
Administración; concepto de 115; del siste-
Aristóteles 31, 38, 51, 96, 100, 130, 256, 314,
ma 323; enfoque analítico, enfoque sistémi-
460, 465, 480; caída de los graves, 37, 38, 97,
co, 421; estilos de 316; uso de analogías 110; y
480; el holismo griego, 96, 103; en la Edad Me-
clima organizacional ; y complejidad 284; y
dia, 97; la emergencia sistémica, 130; peso in-
cuasidescomponibilidad 183.
finito, 37; refutación de la caída de los graves
Agrupamiento; coeficiente de, 267; de un gra- (n), 97; teleología, 157; tipos de causas, 31; y
fo, 267, 543. el vacío, 481; y la lógica, 460, 465, 466; y los
Aislamiento 85; característica de la ciencia clási- sistemas lógico deductivos, 51.
ca, 301; de un sistema, ; en el péndulo de Ga- Arquetipos sistémicos:; crecimiento y subinver-
lileo, 183; y experimentación, ; y la ciencia sión, 418; desplazamiento de la carga, 406; ero-
analítica, 101, 102; y la teoría de la compleji- sión de metas, 409; escalada, 413; éxito
dad, 218; y la T.G.S., 217. para quien tiene éxito, 415; límite del creci-
Ambiente del sistema 125, 127, 133, 139, 145, miento, 402; pensamiento sistémico, 402 ,
158, 160, 192, 196, 217, 244, 355, 500, 420; qué son, 402; soluciones contraprodu-
501; intercambio de energía, 506; metodo- centes, 411; tragedia del terreno común, 416.
logía de Forrester, 350; metodología de Jen- Arquímedes 47.
kins, 338; (n), 155 , 350; programación
lineal, 336; y adaptabilidad, 305; y auto-orga-
nización, 283; y comportamiento complejo,; y Ashby 104, 127, 130, 131, 139, 140, 142, 147,
el enfoque de sistemas, 317; y emergencia sis- 172.
témica, 283; y las estructuras disipativas, 292. Asimov 108.
Ámbitos 48, 69, 79, 166. Astronomía: 41.
Amor; fuerzas del sistema social, 289; ¿medición Atractor(es); comportamiento territorial, 245; de
del?, 423; y lenguaje, 289; y solidaridad, 290. Lorenz, 233; duplicación del número de, 231,
Análisis; cualitativo, cuantitativo, 240; de la inter- 237; qué es, 231; redes boleanas, 278; teoría
vención, 382; de los tres cuerpos (n), ; del sis- del caos, y de catástrofes, 243; y fractales, 236.
tema, 339, 340; del sistema político, 385; del Auto-catalíticas 283; reacciones químicas, 283; re-
sistema social, 384; Dos, 373 , 385; mate- des, 275.
mático. Ley de los graves, 480; Tres, 373 , Autómatas celulares 261.
385; uno, 373; Uno, 384; y síntesis, 32.
Autoorganización 146, 152, 197, 198, 220, 221,
561
Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
222, 274, 283, 288, 290, 309, 315, 500, 501. Bly A. 82, 170.
Autopoiesis 136, 284, 309. Bogdanov 172.
Autorregulación; en Boulding. 153; propieda- Bohr 248, 250, 468, 469.
des emergentes. 287; y calidad de informa- Boltzmann 206, 519, 520; reversibilidad, 206.
ción, 287.
Bosque industrial; enfoque analítico, enfoque sis-
Autosimilitud 237, 536. témico, 423; modelo de dinámica de siste-
Axiomas 53, 61, 149, 172; definición (n), 51; de mas, 432.
la teoría de probabilidades (n), 209; e hipóte- Boulding K. 153, 161, 184; clasificación de siste-
sis, 60; ejemplos de, 52; quinto postulado de mas, 150; jerarquización de sistemas, 151; y la
Euclides. 474; silogismo, 33; sistema de Pea- práctica de los modelos de sistemas, 153; y la
no, 473; tautología, 36; teorema de Gödel SGSR, 110.
(n), 51; y deducción, 36, 51, 123; y matemá-
Brafman O., Pollack J. 550.
ticas, 34, 52, 60, 61.
Braithwaite R. B.; prueba o refutación completa de
Axiomática 57.
una teoria, 59; y la inferencia inductiva, 36.
B Braun W. 402.
Brigman P. W. 82.
Bacon F. 300.
Broad C.D. 71.
Barberousse A., Bonnay D. 72.
Browniano 519, 520.
Beishon J. 441.
Buchanan M. 219, 279, 548.
Belouzov-Zhabotinsky 274.
Burrel y Morgan 308, 328.
Bénard; giro a la derecha o a la izquierda, 288; ines-
tabilidad de, 197; y la auto-organización, 288. C
Bergmann G. 166.
Caída libre; componentes de la, 86; deducción de
Bergson; el élan vital, 256; y el "élan vital", .
la ecuación, 487; deducción de la ley de, 123,
Bertalanffy L. Von 110, 112, 143, 144, 149, 173, 486; ley de la, 57; y el plano inclinado, 37.
185, 187, 229, 495; limitaciones de la teoría en
Calor; definición de, 189; medición del, 190; y
forma de E.D.O., 180; y el enfoque clásico de la
temperatura, 189; y trabajo, 112.
ciencia, 103; y la filosofía de sistemas, 117; y la
investigación tipo dos, 304; y la SGSR, 110; y Cambios; en el tiempo absoluto de New-
las matemáticas en la T.G.S., 172, 495; y las me- ton, 458; factibles y deseables, 312 , 387 ,
todologías funcionalistas, 311; y la T.G.S., 103, 429; hereditarios, 66; moderados ante cam-
116, 136, 437, 444; y sistemas abiertos, 112. bios en las C.I., 278; propuestos por las me-
todologías, 300; sugeridos por modelos men-
Bifurcación: 232; en la curva de Koch, 237; teo-
tales, 379; y consenso, 373; y cosmovisiones
ría del caos y teoría de catástrofes, 243; y au-
(Weltanschauungen), 387; y evolución, 273.
tocatálisis, 283; y teoría de catástrofes, 241; y
umbral crítico, . Campbell N. R. 168, 169.
Billari F., Fent T., Prskwetz A, Scheffran J. 262, 264. Campos 246 .
Biología 37; carácter científico de la, 73; la ley Cantidad de movimiento 485.
del "todo o nada", 122; molecular, 443; teóri- Cantor; conjunto de, 231, 234; conjuntos trans-
ca, 223; y el organicismo, 91; y experimenta- finitos, 226.
ción, 40; y la ciencia tradicional, 103, 217; y Caos; definición, 525; organizado, 294.
la genética molecular, 64; y la TGS, 116, 402; y
los sistemas complejos, 287; y reduccionis- Capital Social 286.
mo, 87, 88; y sistema abierto, 112; y taxono- Capra F. 136 , 198 , 250; orden y desor-
mía, 488; y teoría de catástrofes, 242. den, 197; patrón y estructura, 115; relojes quí-
Bit; definición, 203; variedad obligada, 127. micos, 198; sostenibilidad ecológica, 314; y
el acercamiento a la verdad, 30; y la hipótesis
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Feynman R.P. 34, 56, 61, 170, 518, 552; mate- 523; depuración del lenguaje, 55; de ries-
máticas y física, 34, 170; y el orden, ; y la irre- go, 344; expandida de la entropía, 195; ob-
versibilidad, 518; y las leyes de la física, 61. jetivo, 327, 332, 333, 364; y diseño, 109; y
diseño (n), 94; y estructura, 115; y mate-
Filosofía; de general de las ciencias, 71; particular
máticas, ; y mecanicismo, 94; y medidas
de las ciencias, 71.
de actuación, 317, 319; y propósito, 106; y
Finalidad 41. sistema, 105 , 107; y sistemas complejos
Flujos; conexión entre, 354; dinámica de siste- (Gall), 448; y sistemas determinados, 159.
mas, 351, 352; ecuaciones de, 356; identifi- Funiculus; y la presión atmosférica, 463; y las es-
cación de, 354; parámetros, variables auxilia- feras de Magdeburgo, 464.
res, 352; turbulentos y orden, 197; y canales
de información, 352; y la estructura de un siste- G
ma, 353; y lazos de retroalimentación, 354; y
niveles, 354; y parámetros, 353. Gaia 159.
Formalización; de Bertalanffy, 173; de la cien- Galileo; Causas eficientes, 37; Concepto de re-
cia, 55; de la ciencia, escollos, 58; de la ma- s olución, 85; Dis corsi e dimostrazio-
temática, 51 , 54 , 60; de las Ciencias So- ne...,; péndulo de, 19, 20; péndulo de, cla-
ciales, 68; de la T.G.S., 134 , 149; de una sific. Ackoff, 160; péndulo de, clasific.
teoría, 149; de un lenguaje, 55; y deducción, . Boulding, 153; péndulo de, clasific. Chec-
Forrester J.W. 16 , 17 , 160 , 331 , 346 , 361 , kland, 164 , 165; planos inclinados, 37; y
397 , 432 , 435; diagramas de (cursogra- Aristótoteles, 37; y el concepto de aislamien-
mas), 351; diagramas de F. en las organizacio- to, ; y el ppio. de superposición, 122; y la caí-
nes, 397; dinámica de sistemas, 311, 346; di- da de los graves, 38; y la cuasidescomponibi-
námica de sistemas: software, 356; metodología lidad, 183; y la equifinalidad,; y los sistemas
de, 351; modelos de sistemas sociales, 160; ta- cerrados, 112; y los sistemas de referencia
sas y flujos (n), 352. (n), 459; y reduccionismo.
Fotosíntesis 43, 44. Galison P. 56, 458.
Fourier; ley de, 190, 508. Gall J. 445, 447, 448, 449, 451, 452, 453.
Fractal(es); antenas, 238, 538; como elemento Gas; equilibrio de un, 91; expansión e irreversi-
descriptivo, 237; conjunto de Julia, 236; cur- bilidad, 518; expansión libre, 515; ideal, ci-
va de Koch, 235; curvas de Julia, 237; defini- clo de Carnot, 191; moléculas en 1 cm. cú-
ción de, 234; dimensión, 534; dimensión de bico, 206; presión de un, 90, 121; sistema
homotecia, 536; dimensión F. como medida de aislado, 111; temperatura de un, 512; tempe-
la complejidad, 224; dimensión F. de la curva ratura y presión, 347; termostato de, 488; y
de Koch, ; formación de poros, 237; geome- el ciclo de Carnot, 512; y el ejemplo de entro-
tría, 234; grado de resolución, 237; invarian- pía, 204; y la metáfora social de Locke, 91; y
za en la escala, 270; paisajes, 238; patrón re- leyes físicas, 121.
petitivo, 236; recta de Cantor, 231; teoría Gause; principio de, 244.
de, 60, 117, 223, 234, 238; y ADN, 237; y G en ; comp or t am iento line a l, 6 5 ; d ef in i -
atractor extraño, 236; y autosimilitud, 536; y ción, 222; dominante, 63; hipótesis, 56; las
bifurcación, 237; y complejidad, 237; y la ley leyes de Medel, 63; qué es, ; recesivo, 63; y
1/f, 273; y la naturaleza, 237; y la T.C., 220; y herencia, 63; y raza pura, 63.
teoría del caos, 236.
Geología 41.
Fragmentación 257.
Geometría; como lenguaje matemático, 90; de
Frankfort, H. y H.A., Wilson, Jacobsen. 27. Riemann, de Lobachevsky, 476; equivalen-
Franklin Rosalind; y el ADN, 47. cias de las, 477; fractal, 234; palabras indefi-
Fril; lenguaje difuso de computación, 524. nidas, 53; por repetición (fractales), 220; re-
glas de operación, 53; teoría, 58; teoria, y el
Función; de la ciencia, 72; del sistema y los sub- holismo griego, 95; y formas de la naturale-
sistemas, 338; de pertenencia, 209 , 210 ,
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Mitleton-Kelly E. 260, 282, 284, 285, 287, 290, en, 270; elemento mínimo de la red, 220; es-
294. tado de un, 277; falla en cascada y, ; grado de
entradas, ; grado de un, ; grado y N. grafica-
Monod J. 124.
ción, ; juego de la vida y, ; juego de los boto-
Monroy C. 229. nes y, 273; propagación de la información en-
Morris & Maisto 122. tre, ; redes Boleanas y, 276; resiliencia en redes
Multitud; véase antimultitud, . y, 270; ruptura de conexiones entre, ; ruta más
larga, ; ruta más larga y, .
Multitudes 258.
No Euclidianas; geometrías, 61.
Mundos pequeños 279, 542.
No lineal; comportamiento de los genes, ; ecua-
N ción poblacional normalizada, 534; enfoque
sistémico, 102; estructuras de tipo, 197; inte-
Nagel E. 134. racción N. L. entre elementos, 440; programa-
Nagel & Newman 60. ción, 332; visión, 102, 422.
NetLogo 220. No linealidad; característica de los sistemas com-
plejos, 282; complejidad, 45, 142, 187, 282,
Newman J. R. 60, 169, 473. 397, 422; diagramas causales y, 397.
Newton; caída de los cuerpos, 47; causa eficien- Normas; análisis Dos y, 385; en el proceso de inves-
te, 157; concepto de tiempo en, 458; definición tigación, 79; qué son, 384; roles, valores. 365,
de fuerza, 222; determinismo, ; equilibrio di- 373, 384.
námico, 191; física de, 30; gravitación univer-
sal, 47; ley de la caída libre, 123; ley de la iner- Número; complejo, definición (n), 236; concepto
cia sistémica (Gall), 452; leyes de, 19; leyes de de, 53; concepto e inducción, 35; de distincio-
definición, 122; leyes del universo, 190; me- nes y tamaño de un sistema, 139; de elementos
canicismo, 90; primera ley del movimien- y complejidad, 137, 138, 223; de elementos y
to, 112; Principios matemáticos, 90; reduc- cuasidescomponibilidad, 183; de elementos y
cionismo, 301; reversibilidad del tiempo, 191, Miller, 183; de genes, 64; de genes (n), 64; de
479; revolución científica, 80; simetría tempo- intermediarios, ; de moléculas de un gas por cm.
ral, 479; tipos de investigación, 303; y el pén- cúbico, 206; de partes y complejidad, 181; de
dulo, 135. pasos y profundidad lógica, 223; de pérdi-
das y ganancias, ; depuración del lengua-
Nicolis & Prigogine 285, 298. je y, 55; de racimos y complejidad, 273; de
Nivel; de competencia (desde la Teoría de Ca- rectas paralelas a otra recta, 475, 477; de re-
tástrofes), 244; de discusión, 458; Defini- glas en la ciencia, 81; de teorías, 76; de va-
ción, 351; definición raíz y jerarquía, 378; de riables y longitud de un ciclo, 278; de varia-
inferencias y emergencia sistémica, 131; de bles y predicción, 93; difuso, 521; logaritmo
resolución, 429; ecuación de, 356; energé- de un, 535; máximo de preguntas, 202; medi-
tico y estado cuántico, 200; ínfimo e hipóte- ción y, 167; relación de orden y, 168; renorma-
sis, 36; ontológico, 457; supremo e hipóte- lizado, 533; y cuantificación, 168.
sis, 36.
Niveles; afectación entre, 354; conocimiento em- O
pírico y, 153; de discusión filosófica, 457; di-
Objectum; actor pasivo, 146; objetividad y, 25, 27.
námica de sistemas y, 351 , 354; ener-
géticos, 201; en la construcción de un Objetividad 25, 27, 28, 29, 305, 311, 421; cri-
modelo, 379; flujo de información y, 354; je- terio del conocimiento científico, 22, 27, 28,
rarquización de (Boulding), 151; modelos 311, 421; definición, 26; requisito de la cien-
y, 161. cia, 25; visión moderna, 29, 300, 305, 324; y
enfoque sistémico, 324; y los ídolos de Ba-
Nodo(s); autómatas celulares y, 276; centro
con, 300; y subjetividad, 25.
(hubs), ; concepto de red y, ; conexiones
con otros, 276; conexiones más cortas en- Objetivo(s); ciencia moderna y, 239; conflictos
tre, ; conexión y aleatoriedad, 276; daños entre, 323 , 343; conocimiento, 27; de un
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termodinámicos, 144; confiables en el cono- emocional, 289; en la "tragedia del terreno co-
cimiento, 24, 32; de aproximación y objetivi- mún", 416; expectativa R. y complejidad, ; y
dad, 30, 78; de bifurcación, 232; de evolu- los sentidos, 460.
ción, 94; de formalización, 54, 56, 149; del Racionalismo; empirismo y, 457, 459; qué es, 457.
conocimiento y fases del mismo, 46; del de-
Rapoport A. 90 , 495; y la SGSR, 110; y la
sarrollo científico, 80; de razonamiento e in-
T.G.S., 149, 151.
tuición, 35; de razonamiento en filoso-
fía, 36; de regulación y control, 151; diagramas Razonamiento; ciencia y, 82; deductivo, 52 ,
de, 490; disipativos, ; ergódicos, 180; es- 440; en filosofía, 37; inductivo, 35, 36; intui-
pontáneo, 196; estructuras y, 114 , 163 , ción y, 35; matemáticas y, 34; qué es, 465; re-
219 , 292; histórico de la ciencia, 81; ini- glas ampliadas del, 522; silogismo y, 33, 35,
cial de la deducción, 51; irreversibles, 194 , 466; tipos de, 465; validez del, 465.
195 , 516 , 518; isotérmicos, 512 , 514; je- Razón suficiente; causalidad y, 469.
rárquicos, 326; lógico-deductivos, 52 , 53 , Reacción; a la administración científica, 316; a la
56 , 104; patrón, estructuras, 114; ¿Qué es causa final, ; BZ, 274; contra el mecanicis-
un?, 114; reduccionistas, 87; relación, desa- mo, ; e intencionalidad, 158; en los sistemas
rrollo, 94; reversibles, 191, 511, 518; revo- determinados, 159; espontánea, 196; irrever-
lucionario en la ciencia, 80; sistemas blandos sible, 144; qué es, 154; sistemas que mantie-
y, 164; sistemas duros y, 164; y compleji- nen un estado y, ; tiempo de, 179.
dad, 142.
Reale y Antiseri 39, 40, 67, 78, 459, 460, 474.
Programación lineal 305, 326, 327, 331, 332, 335,
336, 343. Realidad; axiomas y, 56; categorías Kantianas
y, 462; cognoscible, incognoscible, 25; com-
Propagación del calor 191, 508. plejidad y, 73; conocimiento científico
Propiedad emergente; véase "Emergencia", 222. y, 25; conocimiento de la, 135; entidad social
Propiedades; conjunto de números reales, 53; del y, 117; experiencia y, 61; investigación cien-
todo, 443; intensivas, extensivas, 510; inva- tífica y, 70; ley fundamental del trabajo admi-
riantes, 511; medibles, 422. nistrativo (Gal), 450; métodos y, 301; mode-
los mentales y, 396; modelos y, 89, 140, 147,
Propósito(s) 367 , 368; actividad con, 369; ci-
368; modelos y (n), 29; modelo y R. Fase de
bernética y, 147; ciencias sociales, 366; com-
comparación, 379; objetividad y, 310; obser-
plejidad y, 366; comunes, 219 , 284 , 287 ,
vada, 56, 149; realismo ingenuo y, 23; siste-
289; definición raíz y, 375 , 377 , 379; fun-
ma y, 310, 389, 438; T.G.S. y, 117.
ción, ; individuales, colectivos, 222; inten-
cionados, 158 , 159 , 219; metas, 311; ob- Redes; aleatorias boleanas, 276 , 278; atajos
jetivos, 106 , 109 , 157; sistema intencional en, 279; boleanas, 220; capilares, 237; cien-
y, 157; sistemas con, 373; sistemas de la acti- cia de las, ; complejidad y, ; computacio-
vidad humana (n), 364; sistemas de la activi- nales, 220; de orde K=2, 278; de poten-
dad humana y, 162, 164; sistemas determina- cia, ; de reacción, 275; distribución de
dos y, 159; sistemas sociales y, 160. grados en una, ; eléctricas, ; genéticas re-
guladoras, ; metabólicas, ; mundo peque-
PRUF, lenguaje difuso, 524.
ño, ; neuronales, 73, 147, 220; pensamien-
PSS; relación con el PCS, 383. to en, 117 , 223; red de, 219; resiliencia
Punto de equilibrio. 431, 433. y, 270; teoría de, 302.
Redes sociales 281.
Q Reduccionismo; cuasidescomponibilidad
Quadrivium; en la Edad Media, . y, 181; debilidad de los ataques al, 443; li-
nealidad y, 218; mecanicismo y, 91, 443; qué
Quinto postulado 61, 474.
es, 87; sistema cerrado y, 112; sistemas duros
y, 165; sistémico, 443; T. de la complejidad
R y, 217, 222; T.G.S. y, 217.
Racional; conocimiento científico, 24; desde lo Reductibilidad 140; complejidad y, 136.
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Teoría General de Sistemas. Conceptos y aplicaciones
578
Carlos Alberto Ossa O.
y negativos, lazos de, 142, 355, 397; regula- Shannon C. 201, 203.
ción y, 151; regulación y lazos de, 130; sis- Shannon & Weaver 201, 203.
tema abierto y, 143; sistema cerrado y lazo
Silogismo; composición de un, 34; deducción
de, 144; sistema con, 143.
y, 34, 131; emergencia sistémica y, 440; induc-
Reversibilidad 486 , 518; de las leyes físi- ción y, 35; nuevos conocimientos y el, 33; ra-
cas, 518; determinismo científico y, 92; equi- zonamiento y, 465; sofisma y, 465; término
librio newtoniano y, 191; máquinas térmicas medio, 466; tipos de razonamiento, 466.
y, 191; qué es la, 92.
Simetría; ruptura de, 288; temporal, 479.
Revolución; científica, 70; científica y paradig-
Simon H. 181, 183, 184, 185, 364, 439, 451.
ma, 79; copernicana, 81; copernicana del co-
nocimiento, 459; permanente en Popper, 80. Simulación; de multiagentes, 220; de sistemas dis-
tribuidos, 220.
Ricardo, D. 40, 67, 314.
Simultaneidad; en Einstein, 471; medición y, 459.
Richmond, B. & Peterson S. 557.
Síntesis; conocimiento parcial, ; del conocimien-
Richter, Ch. ; escala de, .
to, 100; diseño del sistema y. 339, 343; qué
Riemann 61, 474, 476. es, 24; racionalismo y empirismo, 459.
Roldán et al. 248, 538. Síntoma(s); límite del crecimiento, 403; oscilación
Roldán J. 507, 538. del, 408; solución del, 406, 407, 409.
Roles; análisis de intervención, 382; asignación Sistemántica; teoremas sistémicos, 446.
de, 383; autoridad y, 386; en las institucio- Sistema(s); abiertos, 112, 124, 126, 127, 144, 145,
nes,, 219, 289, 365; normas, valores y, 373, 194, 309, 317, 500, 501; estabilidad, 113; y
384; redefinición de, 292. retroalimentación, 143; abierto y energía de
Romanticismo; inicios del (n), 94; reacción al me- Gibbs, 196; abierto y entropía, 195; acople
canicismo, 94. de, 346; adaptable, 494; adaptable (adapta-
Röntgen; y el azar en la ciencia, 48. tivo), 290; adaptación, 287; administración
de un, 318 , 323; aislados, 111 , 112 , 302 ,
Rresiliencia 547.
500; ambiente del, 133 , 319 , 512; defini-
Ruido; blanco, 272; de una señal, 271; ley 1/f y ción. 319; ambiente, restricciones, 318; am-
complejidad, ; ley del, 271; rosa, 272; subje- pliado,; objetivos. 342; análisis de, 331; aná-
tividad del, 271. lisis del S. político, 385; animados, 158, 160,
302, 430; aspectos internos y externos, 307; au-
S to-organizados, 197, 198, 500, 501; auto-regu-
lado, 146; axiología de los, 117; axiomático de
Saunders P.T. 239, 240, 241.
Peano, 473; basados en conflictos, 375; basa-
Schiff J.L. 262. dos en tareas primarias, 375; básicos. Clasifica-
Schöderbeck P.P. 441. ción de Checkland, 161; binomial, 490; blan-
Scholes 365, 368, 379, 384, 386. dos, 164 , 312 , 364 , 367; capacidad de
carga, 533; cerrados, 111 , 126 , 127 , 145 ,
Schrödinger E. 28, 246, 247; objetividad en la cien- 317, 485, 500; cerrados y equilibrio, 113; cien-
cia. 28. cia analítica, ciencia de los, 127; ciencia, tec-
Semántica(s); qué es, 58; veracidad de una hipó- nología, filosofía de los, 116; clasificación de
tesis y la, 57; y teoría de la información. 201. los, 150; Ackoff, comportamiento. 155; Ac-
Semiótica; qué es, 57. koff, organizacional. 158; Ackoff, según su
comportamiento. 155; Clasificación de P.
Senge P. 17, 312, 374, 395, 396, 397, 398, 402,
B. Checkland, 161; De la actividad huma-
403, 407, 409, 412, 420.
na. 162; Duros y blandos. 164; Sociales y cultu-
S ensación de inconformidad; cosmovisión rales. 163; como ente real, 423; complejidad de
y, 378; situación problemática y, 372; trans- un, ; complejidad en los, 498; complejos, 104,
formaciones y, 427. 126, 137, 140, 142; complejos. Característi-
Sentido común 22, 306, 339. cas, 282; complejos, H. Simon, 181; complejos:
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Este libro terminó de diagramarse en febrero del 2017, en Recursos
Informaticos y Educativos CRIE, bajo el cuidado del autor.
Pereira, Risaralda, Colombia.