I'm Not A Grinch - KookTae
I'm Not A Grinch - KookTae
I'm Not A Grinch - KookTae
¿Debo empezar con mi nombre o algo por el estilo? Ah... Supongo que sí…
Comenzaré contándoles que mi nombre es Jungkook.
¿Tiene eso algo que ver con la historia? No realmente, así que creo que estoy
intentando animarme para hablarles de lo que sucede en este momento.
Mi novio, el chico más perfecto que ustedes pudieran conocer, pero que para su
mala suerte, es mío, acaba de tirar una caja a mis pies. Y yo quisiera creer que es
una caja llena de videojuegos porque ambos amamos pasar horas jugando luego de...
Bueno, también suelo desconcentrarme muy rápido cuando se trata de Taehyung. Es
que cómo podría mantener mi atención en algo más cuando está mirándome con sus
hermosos ojos y su cabello pelirrojo —muy sexy— cayendo con gracia sobre su
frente mientras muerde su labio con ansiedad.
Ésa es la primera señal... Taehyung sólo hace ese irresistible acto cuando necesita
o quiere manipularme a base de mi atracción innegable por él. Lo que por cierto, es
bastante inteligente por su parte... Ah, por eso lo amo, siempre piensa en to... ¿Qué
le estaba contando? Cierto, la caja.
Mi tercera señal y la más clara, es que de esa horrible caja se está escapando lo
que, supongo, es un brazo de algún tipo de muñeco diabólico vestido de rojo.
—Olvídalo —. Lo sé, soy un bastardo por decir esto sin siquiera escuchar lo que
sus lindos labios tienen para decirme, pero créanme, lo conozco como a mi vida y
no necesito escucharlo para saber lo que quiere —. No, claro que no, Tae.
Los últimos dos años que me quedaron de Instituto me volví una leyenda gracias
a ello ¿Lo mejor? Taehyung aceptó salir conmigo y acá estamos, cuatro años
después.
Durante estos años, en estas fechas Taehyung volvía a Daegu a visitar a su familia
y yo, por obligación, terminaba perdiendo el tiempo en Busan. Y realmente creí que
este año él querría ir con su familia otra vez, pero me equivoqué…
—Sólo di que sí... Todos estos años he soñado con este momento, no seas malo,
Gukkie…
—Y todos estos años has sabido que la única razón por la que celebro, es porque
mis padres lo celebran —digo con algo de fastidio, no por él, sino por el recuerdo de
mamá cantando villancicos muy al estilo de esas películas de festividades—. Por
favor no insistas, amor.
Por un momento, veo como sus cejas se mueven ligeramente, pero segundos
después me sonríe ampliamente y se agacha a recoger la caja del infierno. Si no lo
conociera tan bien, me quedaría tranquilamente aquí, sintiéndome triunfador ante su
petición navideña. Pero no, porque Kim Taehyung es una parte de mí y sé que su
sonrisa esconde pensamientos aterradores.
—No, gracias.
—Dije que no, Gukkie. Iré a dejar esto a la bodega y luego quizá salga a ver a
Jinnie Hyung.
Dios, por favor no permitas que su hermano se entere de que acabo de negarme...
—Pero TaeTae... ¿Y si vemos una película? En serio me gustaría eso.
—Muy en serio.
—No puedes estar molesto porque no quiero celebrar navidad, es una fecha
comercial y capitalista.
Aww... él acaba de decirme que soy un feo hombre verde y peludo que odia la
navidad... ¿No es tierno? ¿Ven por qué lo amo?
—TaeTae…
—Me fui hace quince minutos, y no, no pienso regresar. Quizá vuelva el veintiséis,
no quiero molestarte con mi fiesta capitalista.
—Vamos, Tae... No me refería a... Hey... ¿Ésa es la voz de Minjae?—. Les pondré
al tanto de quién mierda es Minjae. Él es el vecino idiota y molesto que cree que
puede coquetearle a mi novio cada vez que me doy vuelta. Y sí, odio que haga eso.
—Me encontré con él en la salida del edificio y él se dirige al mismo lado así que
estamos compartiendo el taxi.
Claro que sí, casualmente va hacia el otro lado de la ciudad, ¿No? Jodido vecino
irritante... — ¿Amor, quieres volver para que podamos hablar?
—No hoy, Jungkookie. Bueno, debo cortar porque es de mala educación estar
pegado en el móvil cuando estás con alguien más —. Lo escucho dar un profundo
suspiro, puedo imaginar claramente su carita... —. Te amo, Gukkie Hablamos luego.
Quiero responder, pero mi amado me ha cortado la llamada. Qué puedo decir, eso
no me lo veía venir…
~•~•~
Hoy es veinticuatro…
Y yo sigo echado en el sofá, con los ojos irritados de tanto jugar videojuegos.
¿Lo irónico? Hasta Overwatch está en jodido modo navideño.
Supongo que es momento de que haga algo productivo por mi vida en vez de sólo
estar quejándome de lo mucho que extraño a mi novio. Creo que este pensamiento
está totalmente influenciado por el hecho de que, hace casi quince minutos, mi
timbre está sonando jodidamente mucho.
Rodando mis ojos, me dirijo a la puerta y la abro con molestia, porque tengo claro
quién es el único que tendría la paciencia de estar quince minutos en la puerta de
alguien que, o no se encuentra, o claramente no tiene ganas de verte.
Bueno, mi novio también lo haría... Pero él tiene llaves, así que mis opciones se
ven reducidas a una sola persona.
—Jimin Hyung.
—Idiota.
—Me alegra verte también ¿Qué tal todo con Nam Hyung? ¿Bien? Qué bueno.
Se preguntarán por qué razón uno de mis mejores amigos está acá amenazándome
de muerte. Fácil, Jimin es también el mejor amigo de Taehyung; lo que significa que
no sólo Seokjin Hyung se ha enterado, sino que Jimin también.
Y debo decir, agradezco que sea Jimin quien esté aquí mirándome con cara de
pocos amigos, estoy seguro que Seokjin Hyung estaría gritándome.
—No puedo creer que te negaras a adornar la casa y celebrar navidad con Tae.
Bien, acaba de alzarme la voz y sus ojos se ampliaron bastante... Ni siquiera sabía
que él podía alterarse de esa forma cuando siempre es muy agradable. —No entiendo
tu punto.
¿Han oído hablar de los milagros de navidad? Acabo de ser iluminado por uno.
—Porque aunque Tae quisiera la parte linda y emocional, cometiste un grave error
y necesitas compensarlo. Ahora lárgate mientras yo decoro tu fea cueva de Grinch.
Lo veo rodar sus ojos y sacudir su mano para restarle importancia a mis quejas;
es que en serio, no es que odie la navidad…
—Estás tardando…
¿Él dijo que parecería que Santa escupió su espíritu navideño? Más bien parece
que vomitó mi jodido apartamento de luces y adornos.
—Jimin…
—Y el toque final será la jodida estrella —se gira para verme con el ceño fruncido,
yo sigo sorprendido de la cantidad de cosas que decoran mi apartamento... Incluso
mis figuras de IronMan tienen jodidos gorros de Santa... ¿Cómo es que consiguió
eso? Prefiero no preguntar... — ¿Compraste la estrella?
—Sí…
—Sí…
No puedo evitar reír, es lo que he estado haciendo desde que Taehyung se fue
hasta antes de que Jimin modo fantasma de la navidad llegase a ayudarme.
— ¿Entonces te vas?
—Es obvio, también tengo mi novio esperando para celebrar junto a mí, idiota —
. Me quedo observando cómo reúne sus cosas y camina hacia la puerta,
devolviéndose para abrazarme con cariño—. No lo arruines.
— ¿Gukkie?
—Volviste…
—Yo... Yo quería hacer algo lindo por ti, pero quemé la cena y…
—Me encanta.
— ¿De verdad?
Debo decir que, contra toda expectativa, ver la forma en que sonríe por hacer
aquello me hace más feliz de lo que creí. Mi corazón sigue latiendo descontrolado
por él, pero me siento tranquilo sabiendo que él está aquí conmigo.
—Gukkie… Sé que no te gustan los regalos, pero yo compré algo para ti. No
tienes que hacerlo tú también, es sólo... Quería que sonrieras.
Me dice eso con timidez antes de separarse de mí y recoger una bolsa que recién
noto, dejó cerca del sofá. Me la entrega sonriendo y, para qué mentir, mis labios
también son tirados por una gran sonrisa. Él compró la cámara que planeaba comprar
pronto.
Le entrego el regalo que compré para él y amo la forma en que sonríe cuando ve
la ropa. Sé que ama todo lo relacionado con moda y como tiene este pequeño gusto
obsesivo por las cosas Gucci, era obvio que lo disfrutaría.
Mientras está hipnotizado por sus regalos, busco en mis bolsillos, tomo la caja
que guardé hace un par de horas y se la extiendo con algo de nerviosismo. No es que
piense que no le gustará, tengo claro que va a ser feliz... Pero el significado de aquel
regalo me hace sentir inquieto.
Cuando abre la pequeña caja, veo sus ojos ampliarse. Me mira confundido y
vuelve a ver el contenido.
—Pero…
—Te amo... Y mientras buscaba algo que comprar para compensarte, vi esto y
pensé que el mejor regalo que podría darte, no es ropa ni objetos... Sino esto —.
Tomo su mano y la presiono sobre mi pecho—. Pero esto también te pertenece hace
mucho... Y me gustaría que todos lo supieran.
Cuando sus ojos comienzan a brillar por las lágrimas, tomo los anillos y deslizo
uno de ellos en su dedo. Qué puedo decir, se ve perfecto en él... Todo en él es
perfecto. Lo beso una vez más y dejo que él imite mi acción.
Primero, la navidad no es tan horrenda si puedo ver feliz a mi novio y estar junto
a él.
Y segundo, bien... Les diré que esto no es un descubrimiento, sino un
recordatorio... Amo con mi vida al hombre frente a mí, y si debo vestirme de un
jodido reno para que su felicidad sea completa, créanme que voy a hacerlo…
O quizá sí... Pero incluso el Grinch terminó por amar la Navidad ¿No?
Fin