Noviazgo Aventura

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NOVIAZGO & AVENTURA

“Cuando somos tentados, son nuestros propios deseos los que nos
arrastran y dominan. Los malos deseos nos llevan a pecar” Santiago 1:14-15
(TLA)

Ha pasado ya un buen tiempo desde que Dios nos sorprendió, a mi amada esposa
y a mí, al encargarnos la grata y novedosa tarea de acompañar y caminar junto a
quienes han decidido transitar por la senda del noviazgo.

Si bien hemos tenido el privilegio de ayudar a algunas parejas en tan especial


relación, nunca lo habíamos hecho como parte de una jornada semanal en la que
nos encontrábamos con no menos de diez parejas de novios para trasmitirles
nuestras vivencias junto a otros consiervos.

Ha sido y es un período de mutuo aprendizaje, en el que hemos estado al lado de


muchos jovencitos, llenos de grandes expectativas, mezcla de sincera esperanza
y perplejidad ante el desafío de caminar juntos la aventura del noviazgo.

En cada reunión, en cada entrevista, en cada encuentro, hemos escuchado sus


dudas e interrogantes, los hemos asistido y ayudado, tratando de llevarles, no solo
el consejo de Dios, sino también y sobre todo, a una sincera búsqueda e intimidad
con Jesús.

Hemos encontrado que muchas de sus dudas son los interrogantes de tanto otros,
por ello hemos colectado algunas de sus inquietudes y las compartimos a
continuación:

 ¿Hasta dónde se puede llegar en el noviazgo? 

 ¿Qué es permitido o qué no es permitido?

 ¿Qué cosas no se deberían permitir en el noviazgo?

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 ¿Cómo deben ser los besos y las caricias en el noviazgo?

 ¿Todo contacto físico entre novios es pecado?

 ¿Dónde está el límite?

 ¿Quién pone los límites?

 ¿cuándo establecemos límites en nuestra relación?

 ¿Puede haber fornicación sin llegar al coito?

 ¿Cómo puedes impedir que la situación se te escape de las manos?

 ¿Es pecado sentirme estimulado cuando estoy con mi novio?

 ¿Qué límites le pondré al contacto físico con mi pareja?

 ¿Qué haré si mi pareja me presiona para hacer algo inmoral?

 ¿Cómo evitarás esas situaciones?

 ¿Y si ya has cruzado el límite?

 ¿Qué vas a hacer si ya has cometido un error grave?

Todos esos interrogantes giran en torno a un tema en común: límites. Por ello es
muy importante establecer límites que te permitan diferenciarte de tu pareja y
conservar tu integridad.

Clara y Juan llevan saliendo dos meses. Para ella es como si hubieran estado
juntos toda la vida. Se mandan mensajitos de texto todo el día, hablan horas por
teléfono y hasta saben qué piensa el otro antes que lo diga. Sin embargo, ahora
que están solos a la luz de la luna, Juan quiere hacer algo más que hablar. Desde
que empezaron a salir, se han tomado de la mano y se han dado algún que otro
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beso. A Clara eso le parece suficiente, pero no quiere perder a Juan. Solo él la
hace sentir así de hermosa y especial. “Además —piensa ella—, Juan y yo nos
amamos...” Seguro que ya te imaginas qué es lo que quiere hacer Juan.

¿Qué harías en esa situación? ¿Dónde está el límite? ¿Todo contacto físico
entre novios es pecado? ¿Hasta dónde se puede llegar en el noviazgo? 

Las caricias en los pechos, los besos apasionados en zonas eróticas como el
cuello, el lóbulo de la oreja o las caricias suaves en las piernas te estimulan a
desear mucho más, forman parte de las relaciones sexuales.

Además, siempre seguirás donde dejaron, como pareja, la última vez. Existe una
línea de no retorno donde tu excitación y estímulo serán tan intensos que se
volverán irresistibles. No olvides: relación sexual no es sólo penetración. La
forma más simple para que entiendas hasta dónde llegar en el noviazgo es
observar este esquema sexológico: 

 Etapa de reconocimiento: Mirada al cuerpo, mirada a los ojos, palabras. 

 Etapa de noviazgo: Se toman de la mano, abrazo por los hombros, abrazo


por la cintura, caricias en la cabeza, boca a boca. 

 Etapa de intimidad, de relación sexual: caricias en el cuerpo, besos en el


pecho, caricias en los genitales, penetración.

Respetemos los límites y las pautas para que nuestro noviazgo que lleve honra a
Dios y tengamos presente que si permitimos que la tentación nos domine 1
entonces seremos arrastrados al abismo del pecado.

¿Cómo deben ser los besos y las caricias en el noviazgo? Hay besos que se dan
para dar y otros que se dan para quitar o robar; hay caricias que demuestran amor
y respeto, otras que crean culpa. Según el ritual de apareamiento que hemos visto
anteriormente, es fácil saber hasta dónde se puede ir en el noviazgo. Las caricias
en el cuerpo corresponden a la intimidad precoital. Cantares nos dice: “¡Ay, amado
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mío, cómo deseo que me beses! Prefiero tus caricias, más que el vino…” 2 “Él
coloca uno de sus brazos bajo mi cabeza y con el otro me abraza.” 3 Los besos, los
abrazos y otras muestras de cariño que avivan los deseos sexuales pueden hacer
que la pareja pierda el control.

¿Puede haber fornicación sin llegar al coito? La palabra griega que se traduce


“fornicación” (pornéia) es un término muy amplio. Engloba todo tipo de relaciones
sexuales fuera del matrimonio y se refiere al uso indebido de los órganos
genitales. Así que la fornicación no se limita al coito propiamente dicho; también
abarca actos como acariciar los genitales o masturbar a otra persona y practicar el
sexo oral o anal.

Otros ejemplos son manosear a otra persona bajo la ropa, desnudarla o acariciar
ciertas partes de su cuerpo que son más íntimas, como pudieran ser los pechos.
Según la Biblia, ciertas muestras de cariño, como acariciar los pechos, están
limitadas a las parejas casadas: …sé feliz con tu esposa, disfruta a la mujer con la
que te casaste de joven… que sus senos te satisfagan por completo, que su amor
te apasione para siempre.4

Las relaciones sexuales con ropa o petting son una costumbre sexual que se lleva
practicando desde siempre, sobre todo durante la adolescencia. El concepto nació
en los 70 y proviene del verbo inglés to pet (besar, acariciar, mimar y/o tocar).
Aunque se asocia sobre todo a los preliminares del sexo como darse besos o
caricias pero sin penetración. Dentro de esta práctica entrarían la masturbación, el
sexo oral o el roce (con ropa) entre los miembros de la pareja.

¿Cómo puedes impedir que la situación se te escape de las manos? Fija límites
claros. Establecer límites en la pareja es decir lo que te gusta y lo que no te gusta,
lo que está permitido y lo que no. Para lograr establecer límites y así tener el
respeto y la valoración por parte de tu pareja es necesario que tú seas capaz de:

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Cantares 1:2
3
Cantares 2:6
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Proverbios 5:18-19
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Tener claro quién eres y tus prioridades: Tener presente que el hecho de tener
una pareja no significa que deber dejar de ser tú mismo para convertirte en alguien
igual a tu pareja.

Tener claro lo que te gusta y lo que no gusta: Por ejemplo si no te gusta que tu


pareja te diga sobrenombres, o que haga chistes de ti delante de tus amigos, o
cuente sus intimidades a otras personas sin tu consentimiento, etc.

Poner los límites claros y evitar las confusiones: no es lo mismo decirle a tu pareja
no te gusta que hables de mí con tus amigos a que le digas no me gusta que
cuentes nuestra intimidad a tus amigos.

Evitar complacer traicionando tus valores: Una relación sana y responsable no


pide que sacrifiques los principios de tu pareja.

Decir No: No debemos tener miedo a decir que no, cuando los límites son
saludables podemos expresarlos y comunicarlos sin temor, no sientes culpa de
ponerlos, ni tampoco sientes que estás haciendo algo malo al hablar de límites en
tu relación. Al hacerlo debes sentirte feliz porque estas dejando claro aspectos
importantes para ti como persona y evitando futuros problemas y discusiones en la
relación.

¿Cuándo hablo de los límites en la relación? ¿Cuándo ponemos los límites?


Pongan límites de antemano. Ponte de acuerdo con tu pareja sobre qué muestras
de cariño se darán. Hagan una cita en un lugar público para hablar del tema.
No esperes a verte en una situación romántica cargada de pasión para hacerlo.
Sería como esperar a que ardiera tu casa para entonces instalar una alarma
contra incendios.

¿Cómo mantenemos los límites? Desechen conversaciones con doble sentido.

Una de las cosas importantes en el noviazgo es guardarse el respeto mutuo, no


darle lugar al enemigo para que mine nuestra mente con pensamientos impuros.
Eviten situaciones arriesgadas, como quedarse a solas en un automóvil

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estacionado, en una casa o en un departamento. Cuando estés con alguien que te
atrae, evita hacer cualquier cosa que no harías delante de tus padres.

La mejor manera de mantener los límites que ya establecimos en nuestra relación


es tener preparada una respuesta a estos interrogantes: Si siento la tentación de
pasarme de la raya, ¿qué haría? ¿Qué haré si mi pareja me presiona para hacer
algo inmoral? ¿Qué límites le pondré al contacto físico con mi pareja? ¿En qué
situaciones te costaría más decir que no? ¿Cómo evitarás esas situaciones?

¿Y si ya has cruzado el límite? ¿Qué vas a hacer si ya has cometido un error


grave? No te engañes pensando que puedes resolver el problema solo. Sería
bueno que, como aconseja la Biblia, acudas en busca de ayuda.

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