La Conflictiva Construcción Del Estado LIBERAL ENTRE 1833-1868

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 12

LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO

LIBERAL ENTRE 1833-1868.


Curso 2020-21

Introducción*

El liberalismo como sistema ideológico, económico y político, que promueve las libertades
civiles y el máximo límite al poder coactivo de los gobiernos sobre las personas se opone a
cualquier forma de poder absoluto. Defiende las libertades individuales y el Estado de
Derecho.

Su origen europeo arranca de la Revolución Francesa y de la independencia de las colonias


inglesas de EEUU a finales del siglo XVIII, y supuso la progresiva desaparición del Antiguo
Régimen.

La implantación del sistema liberal en España se producirá tras la muerte de Fernando


VII en 1833, último monarca absoluto de la historia de nuestro país. Sin embargo, los orígenes
del liberalismo español se encuentran antes en la labor jurídico-política de las Cortes de Cádiz
desde 1810 (con especial mención de la constitución de 1812) y la acción legislativa llevada a
cabo durante el Trienio Liberal (1820-1823).

Comoquiera que ambas iniciativas fueron anuladas por Fernando VII en 1814 y 1823
respectivamente, será tras su muerte cuando irá fraguándose paulatinamente, y no sin
oposiciones, la construcción definitiva del sistema liberal español.

En el tema que vamos a estudiar analizaremos cómo fue instaurándose, ahora sí que
definitivamente, el sistema político liberal en España, durante las regencias de Mª Cristina de
Borbón (1833-1840) y la del general Baldomero Espartero (1840-1843), y sobre todo durante
el reinado de Isabel II (1844.1868).

No obstante, asistiremos al intento fallido de vuelta al absolutismo protagonizado por


el carlismo y conoceremos cómo fue conformándose la ideología liberal con el nacimiento
de los primeros partidos políticos españoles, aunque con una peculiaridad en el caso español
que acabará siendo muy negativa para el normal desarrollo político del Estado como es la
presencia de militares en las presidencias de dichos partidos. De ahí que titulemos este tema
como «la construcción conflictiva del Estado liberal en España», ya que como vemos no se
produjo sin tener que enfrentar grandes dificultades.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- --

 Nota: Este tema consta de una explicación acerca del desarrollo de la historia política de este
periodo, y de tres anexos que inciden en el conocimiento de tres asuntos especialmente
importantes para comprender los sucesos que se narran:

1) las corrientes ideológicas del liberalismo español que surgen tras la muerte de Fernando VII;

2) la desamortización, por la especial relevancia que las dos leyes desamortizadoras más
importantes de la época (Mendizábal en 1836 y Madoz en 1855) van a tener, y

3) las guerras carlistas, que ejemplifican, mejor que cualquiera otra circunstancia, la resistencia
absolutista al sistema liberal español.

1
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

INTRODUCCIÓN. -
En general puede decirse que durante el periodo que va de 1833 a 1868 dominó el liberalismo
de corte moderado con excepciones puntuales como fueron los gobiernos progresistas en la
regencia de Mª Cristina de Borbón, la regencia de Espartero o el bienio progresista de 1854-56.
El resto del tiempo predominó una forma política conservadora durante la mayor parte del
reinado de Isabel II. De forma sintética podríamos destacar los siguientes momentos:

a) Regencia de Mª Cristina de Borbón (1833-1840):

- Estatuto Real de 1834→ No era una constitución sino más bien una carta otorgada.
Política liberal muy moderada y conservadora.
- Gobiernos progresistas de Mendizábal y Calatrava. Ley de Desamortización.
Constitución de 1837→ Primera constitución liberal desde la de 1812: tenía ideas
progresistas como el principio de soberanía nacional, el reconocimiento de un gran
conjunto de derechos a los ciudadanos, la división de poderes, un importante papel de
las Cortes y la limitación del poder real.

b) Regencia de Espartero (1840-1843):

- A pesar de ser un representante del partido progresista su actuación política acabó


siendo casi dictatorial.

c) Reinado de Isabel II (1843-1868):

El reinado de Isabel II tuvo una clara tendencia conservadora que quiso impulsar en
España un liberalismo de corte burgués moderado. Este hecho explica la deriva que la
historia política de España tomará hacia un liberalismo democrático que reclamará el
poder por la fuerza en 1868.

Hasta entonces, las características del periodo isabelino en España fueron:

- Constante presencia de militares en los gobiernos: Narváez, Espartero, O´Donnell,


Serrano o Prim, entre otros. Actuaban no como jefes del ejército sino como jefes de
partidos políticos aunque se sirvieron de sus tropas para acceder o mantenerse en el
poder mediante pronunciamientos.

- Presencia exclusiva en la vida parlamentaria de partidos burgueses. Hasta 1854,


moderados y progresistas; a partir de 1854 también otros grupos como la unión Liberal
o el Partido Demócrata.

- Ni los campesinos ni el creciente número de obreros industriales o trabajadores


urbanos se sintieron nunca representados durante el reinado de Isabel II, lo que explica
que esta reina no fuera querida por el pueblo. De ahí que las ideas socialistas fueran
penetrando poco a poco a finales del reinado configurando un incipiente movimiento
obrero en España.

2
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

DESARROLLO POLÍTICO 1833-1868.

1.- LA REGENCIA DE Mª CRISTINA DE BORBÓN (1833-1840)

Con la muerte de Fernando VII acaba el gobierno absolutista en España. Antes de su


muerte quiso solucionar el problema sucesorio provocado con el nacimiento de su hija Isabel
con la derogación de la Ley Sálica y la proclamación de la Pragmática Sanción que permitía
que la corona pasara a una mujer. La no aceptación de esta política de hechos consumados
por parte del hermano del rey, D. Carlos Mª de Isidro Borbón, hará que toda la España
absolutista haga causa común con él, y corresponda a la España liberal defender la opción,
ahora liberal también, de la pequeña Isabel.

Sin embargo, la España liberal, muy mayoritaria en este tiempo ya, no compartía una
misma ideología. Puede decirse que en 1833 ya podían diferenciarse distintas posturas
ideológicas liberales que se encontrarán unidas en la lucha contra el absolutismo, pero que se
enfrentarán en los procesos electorales y en las políticas reales durante este periodo central
del siglo XIX. (Ver ANEXO I)

➢ Los primeros gobiernos moderados: Martínez de la Rosa y el Estatuto Real y el


gobierno del Conde de Toreno. 1834-1835)

La regencia de Mª Cristina de Borbón (1806-1878) comienza con el nombramiento como nuevo


jefe de gobierno de Martínez de la Rosa, un liberal moderado. Con él se inicia una tímida
evolución hacia la apertura política a partir de una serie de reformas encaminadas a
democratizar el régimen y ganar la guerra. El cambio más importante será la aprobación en
1834 del Estatuto Real.

El Estatuto Real no es propiamente una constitución, sino una Carta Otorgada (el Monarca, en
virtud de su potestad soberana, se desprende de determinados poderes que transfiere a otros
órganos). La soberanía la tiene la regente, aunque se reconocían atribuciones limitadas a las
Cortes.
Las Cortes son bicamerales (no volverán a ser unicamerales hasta 1931) formadas por:
Estamento de Próceres (cámara alta) y Estamento de Procuradores (cámara baja). Tiene
reminiscencias del Antiguo Régimen: los Próceres son aristócratas sociales divididos entre los
Grandes de España y los elegidos por el Rey. Eran cargos vitalicios, de número indeterminado,
garantizándose con ello las mayorías suficientes a la monarquía. Los Procuradores eran
elegidos por sufragio censitario muy restrictivo y tenían una función consultiva.

A Martínez de la Rosa le sustituirá como jefe de gobierno el Conde de Toreno, también un


político liberal moderado que seguirá gobernando con el Estatuto Real. El clima político de
España en estos primeros años de la regencia comienza a caldearse. Además de la guerra civil
que enfrenta a liberales y absolutistas existe un enfrentamiento ideológico dentro del seno del
bando liberal entre los moderados (contrarios a los cambios radicales y cómodos con el
Estatuto) y los progresistas (partidarios de restaurar la Constitución de 1812).
Durante 1834 estos enfrentamientos forzarán a Mª Cristina a aceptar la dimisión del Conde de
Toreno y a nombrar a Mendizábal nuevo jefe de gobierno.

➢ El gobierno progresista de Mendizábal (1835-1836).

Puede decirse que con el gobierno de Juan Álvarez Mendizábal se inicia propiamente la
revolución liberal en España. Era un hombre de negocios de ideología claramente liberal
progresista que ya en 1819 había financiado el pronunciamiento de Riego.
Su programa político progresista incluyó la reforma de la ley electoral para ampliar el derecho a
voto, restablecer la libertad de imprenta y reformar la Hacienda. Pero su obra de gobierno más
importante será iniciar la desamortización a partir de un decreto de febrero de 1836. No
obstante, esta medida todavía tardará en hacerse efectiva ya que ese mismo año de 1836
pierde la confianza de la regente y debe dimitir. (Ver ANEXO II)

3
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

La dimisión forzada de Mendizábal y el corto periodo de gobierno del moderado Istúriz


provocarán la sublevación de la Guardia real de La Granja en agosto de 1836 que se pronunció
a favor de la constitución de 1812. Mª Cristina se vio obligada a cambiar de nuevo el gobierno y
darlo otra vez a los progresistas. La credibilidad de la regente estaba en entredicho.

➢ El gobierno progresista de Calatrava, la constitución de 1837 y el fin de la


regencia de Mª Cristina.

Debido a las presiones progresistas, y especialmente tras la sublevación de La Granja, Mª


Cristina nombra en 1837 nuevo jefe de gobierno al progresista José Mª Calatrava, quien contó
con Mendizábal como secretario de Hacienda.

El gobierno Calatrava se marcó tres grandes objetivos:

- la instauración definitiva del régimen liberal en España.


- elaborar una nueva constitución.
- ganar la guerra contra los carlistas.

▪ Para conseguir el primero de ellos se restableció la constitución de


Cádiz de 1812 y se reanudó la desamortización iniciada poco antes
por Mendizábal además de la reforma de la Hacienda.

▪ Con respecto al segundo objetivo se acometió la creación de una


nueva constitución que satisficiera por igual a moderados y
progresistas. El resultado fue la Constitución de 1837.
La Constitución española de 1837 se mantuvo en vigor desde 1837
hasta 1845. Su principal legado fue recuperar las medidas más
progresistas de la Constitución de 1812.
Entre sus características presentaba las ideas progresistas como
el principio de soberanía nacional, el reconocimiento de un gran
conjunto de derechos a los ciudadanos, la división de poderes, un
importante papel de las Cortes y la limitación del poder real.
Para atraer a los moderados recogió aspectos como la división
bicameral de las Cortes formadas por el Senado, cuyos miembros
serían designados por el rey; y el Congreso de los Diputados cuyos
miembros serían elegidos electoralmente. También seguía
concediendo amplios poderes al monarca como disolver y convocar a
las Cortes. La ley electoral que se aplicó tras la aprobación de la
constitución se basaba en un sufragio censatario muy restrictivo, ya
que solo podían votar los españoles que pagaran impuestos a
Hacienda por valor de 200 reales, lo que dejaba el censo electoral en
el 5% de la población española.

▪ En relación al tercer objetivo hay que señalar que la guerra contra los
carlistas va a suponer una clara victoria liberal que encumbrará a la
cima del poder político al general progresista Baldomero Espartero,
auténtico héroe popular para el liberalismo. Este reconocimiento
público será clave para entender por qué Espartero llegará a ser el
nuevo regente en España desde 1840. La victoria en la guerra hizo
desaparecer la alianza entre moderados y progresistas y las medidas
políticas llevadas a cabo entre 1837 y 1840 por gobiernos moderados
provocarán la animadversión progresista encarnada en el famoso
general. Este presentará a Mª Cristina un programa político alternativo
progresista claramente revolucionario que la regente no estaba
dispuesta a aceptar y que le llevó a renunciar a la regencia. (Ver
Anexo III)

4
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

2.- LA REGENCIA DE ESPARTERO (1841-1843)

El general Baldomero Espartero asumió la regencia de España, que desempeñaría hasta 1843.
Con la regencia de Espartero el gobierno de España es ocupado por primera vez por un militar,
situación que se haría frecuente a lo largo de los siglos XIX y XX.

El nuevo gobierno contó con la oposición de los moderados, encabezados por O'Donnell y
Narváez. Ante la imposibilidad de éstos de acceder al poder mediante sufragio, optaron por la
vía expeditiva de los pronunciamientos militares, para lo cual contaron con la ayuda de la
anterior regente, Maria Cristina, exiliada en París.

Desde julio de 1842, Espartero ejerció un poder más autoritario. Ante la oposición de las
Cortes, optó por disolverlas. En Barcelona se produjo una sublevación cívica por la política
algodonera en la que se enfrentaban los librecambistas y los proteccionistas, con el asalto a la
ciudadela. Los militares abandonaron la mayoría de los puestos de la ciudad y debieron
refugiarse en el Castillo de Montjuich, desde donde se bombardeó la ciudad el 3 de diciembre.

En 1843 Espartero ya no contaba con apoyos políticos y abandonó el país en noviembre de


ese mismo año. Ante esta situación, las Cortes votaron el adelantamiento de la mayoría de
edad de Isabel II que fue proclamada Reina de España el 8 de noviembre de 1843. El general
Narváez se va a convertir en su mentor y en el hombre fuerte del momento.

3.- EL REINADO DE ISABEL II. (1843-1868)

➢ Década Moderada (1843-1854)


- Esta primera etapa estuvo presidida por el general moderado Narváez y tuvo una clara
tendencia conservadora. Destaca la creación de la constitución de 1845 que estuvo en
vigor durante casi todo el periodo. La reina se apoyó siempre en políticos
conservadores con gobiernos autoritarios defensores del orden y de una monarquía
fuerte. La constitución de 1845 estuvo en vigor hasta 1869 y sus contenidos básicos
eran.
-
▪ Soberanía compartida entre la reina y las Cortes.
▪ Sistema bicameral pero con un Senado vitalicio nombrado por la Corona entre
los altos cargos de la Iglesia, la Nobleza, el Ejército y la Administración.
▪ Exclusividad de la religión católica.
▪ Sufragio restringido.
▪ Ayuntamientos y Diputaciones sometidos al poder central con alcaldes y
presidentes elegidos por el rey.
▪ Supresión de la Milicia Nacional.

En esta etapa, además de la constitución de 1845, se llevó a cabo una legislación


claramente moderada: se fundó la Guardia Civil (1844), se suspendió la
desamortización, se aprobó una ley electoral más restrictiva, se reformó la Hacienda
(ley de Alejandro Mon de 1845), se hizo un Código Penal (1851), se centralizó más la
administración del Estado y se reestablecieron las relaciones con Roma con el
Concordato de 1851 en el gobierno de Bravo Murillo.

➢ Bienio progresista (1854-1856)


- La etapa del bienio progresista dio comienzo tras un golpe de Estado o
pronunciamiento dirigido por Leopoldo O´Donnell (la Vicalvarada) y fue apoyado por
otros generales como Serrano. Isabel II encargará formar gobierno a Espartero. En
este bienio se hizo una legislación progresista destacando:

▪ La Ley de Desamortización General de Madoz (1855)


▪ La Ley General de Ferrocarriles.
▪ La Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias

5
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

➢ Los gobiernos de la Unión Liberal (1856-1868)


- Los primeros gobiernos de esta última etapa del reinado de Isabel II (1856-1863)
fueron de estabilidad política provocados por la coyuntura económica positiva que
atravesó el país lo que explica que se produjera una importante actividad en política
exterior (expedición a Indochina, guerra contra Marruecos, expedición a Méjico, etc).

Pero a partir de 1863 se produce una fuerte crisis y la Unión Liberal sufre el normal
desgaste por el ejercicio del poder. La crisis es económica (déficit de las empresas
ferroviarias y desplome de la industria textil catalana por la falta de algodón procedente
de América que estaba librando su Guerra de Sucesión). Posteriormente esa crisis se
centra en la Universidad debido a que se vulneró la libertad de cátedra de los
profesores que fueron apoyados por los estudiantes. La situación fue deteriorándose y
se formó un movimiento contrario a Isabel II liderado por demócratas, progresistas y
republicanos (al que se unirán en 1867 la Unión Liberal) que se concretó en el Pacto de
Ostende de agosto de 1866. Este movimiento que exigía el destronamiento de Isabel II
será el germen que dará paso a la «Gloriosa», nombre de la revolución de 1868 que
supondrá el fin del reinado de Isabel II en España.

6
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

ANEXO I

LAS CORRIENTES DEL LIBERALISMO ESPAÑOL: LOS PARTIDOS POLÍTICOS.

Como ya se ha apuntado, será durante la Guerra de la Independencia de 1808-14 cuando


aparezcan por vez primera en España ideólogos anti-absolutistas o incipientemente liberales.
Será en las Cortes de Cádiz cuando se posicionen ideológicamente contra los partidarios de
permanecer en el Antiguo Régimen, conocidos como “serviles”. Posteriormente, durante el
Trienio Liberal esta división dará paso a la de “moderados” y “exaltados” para definir a los
liberales conservadores y los que reclaman reformas más determinantes, respectivamente.
Pero como señala el profesor Casimiro Martí, será durante la guerra carlista cuando surja el
verdadero sistema de partidos.

Los partidos políticos representarán la forma específica como se desea que se lleve a cabo la
progresiva implantación del liberalismo en España. Cada uno de ellos defenderá una
determinada ideología política y se presentará a las elecciones con la intención de ganarlas
para poder hacer efectiva esa ideología en las leyes que deberán regir la vida de los
ciudadanos. Por eso, es fundamental saber qué tipo de sufragio permitía cada una de las
constituciones ya que la formación de los Parlamentos dependía de quiénes tenían derecho a
voto.
Hasta la constitución de 1869 el sufragio en España será siempre censitario o restringido. Esta
circunstancia explica que los partidos políticos durante las tres primeras partes del siglo
representarán solo los intereses de los grupos sociales más favorecidos económicamente, es
decir, los de la burguesía. De ahí también que el Estado liberal español sea durante este siglo
un Estado liberal burgués.

Los partidos liberales burgueses más importantes fueron:

El Partido Moderado:
- Representaba los intereses de los grandes propietarios.
- Filosóficamente eran partidarios del llamado «doctrinarismo» que era un pensamiento que
proclamaba la soberanía de la inteligencia entendida como la facultad habilitante para ostentar el
poder. En esa línea, consideraban al pueblo como “menor de edad”.
- Rechazaban el dogma progresista de la soberanía nacional y defendían la soberanía del
monarca que veían como la garantía del orden, por lo que tenía que tener grandes poderes:
legislativo: Rey con las Cortes; ejecutivo: Rey con sus ministros.
- Cortes bicamerales con un Senado elitista.
- Sufragio muy restringido.
- Libertades individuales y sobre todo colectivas muy limitadas
- Entendimiento con la Iglesia que era vista como garante del orden moral.
- Educación basada en la moral católica.
- Económicamente buscaban favorecer a los terratenientes con políticas proteccionistas.
- Principal representante político: Narváez.

El Partido Progresista:
- Representaba los intereses de la alta burguesía financiera e industrial y se apoyaba en las
clases medias urbanas: comerciantes, profesiones liberales, oficiales del ejército, etc.
- Su ideología era el liberalismo reformista.
- Defienden la soberanía nacional con un poder legislativo que correspondiera sólo a las Cortes,
un ejecutivo fuerte en manos del monarca y un gobierno sometido al control de las cámaras.
- Cortes bicamerales pero con un Senado electivo y renovable.
- Sufragio censitario pero ampliando la base electoral.
- Libertades individuales (propiedad privada, opinión, expresión, etc) pero más limitadas las
colectivas (reunión, asociación, etc) ya que las relacionaban con la clase trabajadora.
Rechazaban los cambios revolucionarios.

7
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

- En lo económico: potenciación del sector mercantil e industrial; defensa del librecambismo frente
al proteccionismo; partidarios de la desamortización, y la inversión en el ferrocarril, las obras
públicas o la banca.
- Principal representante político: Espartero.

La Unión Liberal:
- Aparece como fuerza política en 1854 y representa ideológicamente a los sectores más
moderados del partido progresista y a los más progresistas de los moderados.
- Socialmente se nutría de los votos de la burguesía y de buena parte de los terratenientes.
- Sus principios básicos fueron conservar la Monarquía como forma de gobierno pero alejándola
de las tentaciones absolutistas y reformar la administración pública en un sentido centralista.
- Controlaron la vida política española desde 1856 a 1868.
- Sus figuras políticas más representativas fueron O´Donnell y Serrano.

El Partido Demócrata:
- Partido fundado en 1849 nacido del desgajamiento del ala izquierda del progresismo. Para ser
legalizado tuvo que admitir la monarquía constitucional hereditaria y la religión católica como
única religión del Estado.
- Aglutinó a algunos militares descontentos, al incipiente movimiento obrero y campesino, y a
republicanos e intelectuales de izquierda.
- Defienden la intervención del Estado en la instrucción pública, en la asistencia social y en el
sistema fiscal. Demandaba el pleno reconocimiento de los derechos ciudadanos y las libertades
individuales, el sufragio universal, la desamortización de todos los bienes de la Iglesia, incluidos
los bienes civiles y la abolición de las quintas.
- Hubo una división interna entre una tendencia monárquico-democrática y una tendencia
propiamente republicana.
- En la tendencia republicana destaca como principal figura política Pi y Margall, que llegará a ser
presidente de la I República española.

8
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

-
ANEXO II

LA DESAMORTIZACIÓN.

CONCEPTO Y SIGNIFICADO.-

La desamortización es una incautación de bienes raíces (tierras y bienes no productivos) de


propiedad colectiva (entidades civiles o eclesiásticas) realizada por parte del Estado que,
una vez nacionalizadas, se ponen a la venta en subastas públicas para nuevos
propietarios privados.

Esta compleja operación destinada a poner en cultivo la tierra muerta o «amortizada» persiguió
fundamentalmente ampliar la propiedad de la tierra que en España estaba monopolizada por la
Iglesia y las grandes familias nobiliarias terratenientes. Al mismo tiempo se intentó sanear la
maltrecha situación de la Hacienda española (pagando parte de la amplia Deuda pública del
estado) y crear una burguesía y clase media de labradores propietarios.

La desamortización se convirtió en la principal arma política con que los liberales modificaron el
régimen de la propiedad del Antiguo Régimen, para implantar el nuevo Estado burgués durante
la primera mitad del siglo XIX.

➢ PERIODOS DESAMORTIZADORES.-

La desamortización fue un largo proceso histórico, económico y social iniciado en España a


finales del siglo XVIII por Godoy (1798) y cerrado en el siglo XX. Los momentos más
importantes de este proceso desamortizador son los siguientes:

a) Desamortización de Godoy y en la Guerra de la Independencia. Las primeras ideas


desamortizadoras fueron de los ilustrados pero la Corona se opuso. Suele aceptarse
que la primera desamortización la hizo Godoy en 1798 y después hubo otra en el
contexto de la guerra de la independencia a instancias de José I.
- Entre 1798 y 1808, con Godoy, se expropiaron los bienes de la Compañía de
Jesús y otros bienes eclesiásticos que antes se negociaban con la Santa Sede.
Esta primera desamortización de Godoy no sirvió de mucho ya que la Deuda siguió
creciendo y las tierras desamortizadas fueron a parar a los grandes propietarios.
- Durante la Guerra de la Independencia los bienes concejiles desamortizados y el
producto de su venta se destinaron a sufragar los enormes gastos de la propia
guerra. Pero con la Restauración del absolutismo en 1814 se paralizó la
desamortización.

b) La desamortización durante el Trienio Liberal (1820-23) Se hizo una Ley de


Supresión de Monacales por la que se disolvían los conventos y se desamortizaban
sus bienes. No va a tener demasiado efecto ya que quienes compraron tierras en este
momento tuvieron que devolverlas con la vuelta al absolutismo en 1823.

c) La desamortización de Mendizábal. (1836-1845) Desde 1833 el proceso


desamortizador se va a precipitar porque la guerra contra los carlistas obligaba al
Estado a obtener recursos. Además hay un clima anticlerical por el apoyo del clero al
carlismo y los antiguos compradores de bienes desamortizados en el Trienio,
expropiados en 1823, presionan para que se les devuelvan sus bienes. Estos factores
explican que sea ahora, en 1836, cuando se haga la primera gran ley de la
desamortización, la de Mendizábal. Los terrenos desamortizados por el gobierno fueron
únicamente eclesiásticos, principalmente aquellos que habían caído en desuso. A
pesar de que expropiaron gran parte de las propiedades de la Iglesia, ésta no recibió

9
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

ninguna compensación a cambio. Por esto la Iglesia tomó la decisión de excomulgar


tanto a los expropiadores como a los compradores de las tierras. Los fondos obtenidos
se destinaron a amortizar la Deuda pública.

El proceso duró hasta 1845 cuando tomaron el poder los moderados. Tampoco la
desamortización de Mendizábal cumplió los objetivos marcados. Las consecuencias
fueron:

- Desamortizó en gran parte la propiedad de la Iglesia a la que ya solo le quedaba su


influencia en la educación y el control de las mentalidades desde los púlpitos.
- No resolvió el problema de la Deuda pero la atenuó.
- No produjo un aumento de la producción agraria ya que los nuevos propietarios no
invirtieron en mejorar sus tierras sino que se limitaron a seguir cobrando las rentas.
- Provocó un reforzamiento de la estructura de la propiedad de la tierra ya que
acentuó el latifundismo en el sur y el minifundismo en el norte.

d) La desamortización de Madoz (1855-1924) Esta ley desamortizadora se hizo durante


el Bienio Progresista y afectó al resto de bienes eclesiásticos y los bienes de propios y
baldíos de los ayuntamientos. Fue la que alcanzó un mayor volumen de ventas y tuvo
una importancia superior a todas las anteriores. En conjunto, se calcula que de todo lo
desamortizado, el 30% pertenecía a la iglesia, el 20% a beneficencia y un 50 % a las
propiedades municipales, fundamentalmente de los pueblos. De nuevo las tierras
fueron a parar a manos de terratenientes por lo que siguió acentuándose el proceso de
concentración de la propiedad de la tierra en manos de una oligarquía. Además, la
desaparición de las tierras concejiles perjudicó a los campesinos que tradicionalmente
se habían aprovechado de ellas. La ley de desamortización de Madoz tuvo efecto a
través de sucesivas fases hasta 1924 cuando fue derogada.

➢ CONSECUENCIAS.-

Vistas en conjunto, las desamortizaciones provocaron las siguientes consecuencias:

- Promovieron el cambio de una sociedad estamental propia del Antiguo Régimen a


una sociedad liberal burguesa. Significó el traspaso de una enorme masa de tierras
a nuevos propietarios y la fusión de la antigua aristocracia feudal con la burguesía
urbana para crear una nueva élite terrateniente. Pero no produjo un cambio radical
en la estructura de la propiedad de la tierra.
- Debido a la privatización de los bienes comunales que pertenecían a los municipios
muchos campesinos se vieron afectados al verse privados de unos recursos que
contribuían a su subsistencia (leña, pastos etc.), por lo cual se acentuó la
tendencia emigratoria de la población rural que se dirige a zonas industrializadas
del país o a América. Este fenómeno migratorio alcanza niveles muy altos a finales
del siglo XIX y principios del XX.
- Sanearon la Hacienda Pública que ingresó más de 14.000 millones de reales
procedentes de las subastas. La mayor parte de este dinero se empleó en las
guerras carlistas y en la defensa de la Cuba española.
- Quedaron abandonados numerosos edificios de interés artístico (iglesias,
monasterios) con la subsiguiente ruina de los mismos, pero otros en cambio se
transformaron en edificios públicos y fueron conservados para museos u otras
instituciones.
- La mayor parte de las tierras amortizadas quedaron en manos de los grandes
propietarios, especialmente en el sur de España, por lo que no se consiguió uno
de los objetivos de la desamortización, la consolidación del régimen liberal y que
todos aquellos que compraran tierras formaran una nueva clase de pequeños y
medianos propietarios adictos al régimen.

10
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

ANEXO III

EL CARLISMO Y LAS GUERRAS CARLISTAS.

SIGNIFICADO.-

El fenómeno carlista surgió en España a finales del primer tercio del s. XIX para aglutinar
a todos los partidarios de continuar con el Antiguo Régimen en un país que en los últimos años
de reinado de Fernando VII estaba derivando tímidamente hacia posturas políticas liberales.

Su nombre deriva de la unión en torno a Don Carlos María de Isidro Borbón de los
partidarios de la permanencia del sistema absolutista en España tras la derogación de la ley
Sálica por parte de Fernando VII en beneficio de su hija Isabel y la consecuente adopción de
un sistema político liberal.

Ideología, sociología e implantación geográfica del carlismo.

▪ Ideológicamente en el bando carlista se alinearon los absolutistas más intransigentes y


sus objetivos eran la defensa del Altar y el Trono, éste desde el legitimismo, es decir
con la defensa del derecho sucesorio masculino.

▪ Socialmente se nutrían de una parte de la nobleza y de miembros ultraconservadores


de la administración y el Ejército. También el bajo clero, especialmente el regular, que
veían en Don Carlos una garantía para evitar la pérdida de influencia de la Iglesia.
Muchos campesinos del norte, influenciados por el clero rural, apoyaron el carlismo. Y
finalmente sectores del artesanado que temían que los cambios liberales favorecieran
a la industria frente a sus intereses.

▪ Geográficamente el carlismo triunfó sobre todo en las zonas rurales del norte,
especialmente en el País Vasco y Navarra. También tuvo fuerza en Cataluña, Aragón y
el Maestrazgo aragonés y valenciano. Una de las razones era su defensa de los fueros,
uno de los principios programáticos de Don Carlos. La extinción de los fueros fue
siempre una reivindicación liberal por razones de modernidad económica.

Los orígenes del carlismo y las Guerra Carlistas.

Los antecedentes del carlismo pueden encontrarse ya durante el Trienio Liberal cuando surgió
un movimiento antiliberal y contrarrevolucionario enfrentado a las políticas reformistas del
Trienio. Las raíces ideológicas de este movimiento proceden del siglo XVIII como oposición a la
ideología de la Ilustración.

El acontecimiento que precipitará la organización no sólo política sino también militar de este
movimiento será la decisión de Fernando VII de derogar la Ley Sálica, ley que impedía la
transmisión de los derechos de sucesión de la Corona a la vía femenina. La promulgación de la
Pragmática Sanción en marzo de 1830, ante la posibilidad de que el futuro hijo que esperaban
los reyes fuera una niña, sancionaba efectivamente que el hasta entonces heredero, el infante
Carlos María isidro, hermano de Fernando VII, tuviera que renunciar a la Corona.

Este acontecimiento será la causa coyuntural del comienzo de la Primera Guerra Carlista
(1833-1840) que será mucho más que una guerra dinástica ya que en realidad significará una
guerra civil que enfrentará a la España que desea permanecer en el Antiguo Régimen y a la
España liberal. El carlismo no desaparecerá con la derrota en esta guerra, y resurgirá en otras
dos ocasiones durante el siglo XIX en la Segunda Guerra Carlista (1849-1860) y la Tercera
Guerra Carlista (1872-1876).

11
LA CONFLICTIVA CONSTRUCCIÓN DEL ESTADO
LIBERAL ENTRE 1833-1868.
Curso 2020-21

➢ La Primera Guerra Carlista. (1833-1840)

Entre la muerte de Fernando VII en septiembre de 1833 y el estallido de la guerra sólo transcurrirán
cuatro días. El 1 de octubre, Don Carlos María Isidro proclama desde Portugal sus derechos
dinásticos (Manifiesto de Abrantes). El día 5 es reconocido como rey en Bilbao y Álava y surgen
partidas carlistas por todo el país.

La guerra empezó decantándose del lado carlista especialmente mientras fue dirigida por su militar
más competente, el general Zumalacárregui. Pero pronto sufrieron una derrota crucial en el fracaso
de la toma de Bilbao en 1835, lugar en el que murió este general.
En una segunda fase, entre 1835 y 1837, los liberales o cristinos conocieron su momento más crítico
y a punto estuvieron de perder Madrid. Las dudas de Don Carlos permitieron reorganizarse a los
liberales y la guerra cambiará de sentido. El cansancio y frustración en el bando carlista ante la falta
de victorias importantes provocó la división entre ellos, y los más moderados, dirigidos por el general
Maroto, buscaron una salida negociada a la guerra.
Maroto y el héroe del bando cristino, el general Espartero, firmaron el fin de las hostilidades en el
norte con el conocido “Abrazo o acuerdo de Vergara”, en 1839. No obstante, la guerra no había
concluido definitivamente ya que la facción más radical del carlismo resistió un año más en el
Levante español dirigidos por el general Cabrera.

Esta primera guerra será la más dramática con cerca de 200.000 muertos. La victoria cristina se
debió a la superioridad material, al escaso apoyo popular de los carlistas al sur del Ebro y al nulo
respaldo material y diplomático exterior que tuvo Don Carlos.
La guerra produjo un descalabro humano y económico que contribuyó aún más a retrasar el
desarrollo del país.

➢ La Segunda Guerra Carlista. (1849-1860)

Fue una guerra de mucho menor impacto y se libró sobre todo en zonas rurales de Cataluña,
Aragón, Navarra y Guipúzcoa. Don Carlos abdicó a favor de su hijo Don Carlos Luis de Borbón,
conde de Montemolín en 1845. El general Cabrera llevó a cabo algunas acciones guerrilleras que
apenas lograron objetivos.
En 1860, un derrotado Don Carlos Luis de Borbón es forzado a renunciar a sus pretendidos
derechos. El carlismo nombra como legítimo sucesor a su hermano Juan quien, a su vez, abdicó a
favor de su hijo, Carlos María, en 1868, que llevaría el nombre de Carlos VII.

➢ La Tercera Guerra Carlista. (1872-1876)

La Tercera Guerra Carlista se desarrolló en España entre 1872 y 1876 entre los partidarios de
Carlos, duque de Madrid, pretendiente carlista con el nombre de Carlos VII, y los gobiernos de
Amadeo I, de la I República y de Alfonso XII.
Los principales escenarios de conflicto de esta guerra fueron las zonas rurales de las llamadas
provincias Vascongadas, Navarra y Cataluña, y con menor repercusión en zonas como Aragón,
Valencia y Castilla.
Tras la proclamación de la Primera República Española en febrero de 1873, muchos monárquicos
isabelinos se pasaron al bando carlista, aumentando con la insurrección cantonalista. Por el
contrario, el golpe de Pavía en enero de 1874 y el pronunciamiento de Arsenio Martínez Campos el
29 de diciembre de 1874, que condujo la restauración de la dinastía caída en 1868 en la persona de
Alfonso XII, contribuyeron a restar fuerzas a los carlistas, así como el acercamiento al Vaticano del
Gobierno español, y el reconocimiento de Alfonso XII por parte de Ramón Cabrera.
La guerra finalizó en 1876 con la conquista de Estella, la capital carlista y la huida a Francia de Don
Carlos

➢ El carlismo en el siglo XX.

El carlismo no desapareció totalmente y en el siglo XX los carlistas tuvieron presencia constante,


aunque nunca importante, en los sucesivos Parlamentos españoles. También contaron siempre con
una fuerza paramilitar llamada el “requeté” que tuvo un protagonismo especial en la Guerra Civil
española de 1936-39 bajo el mando del general Mola. Durante el franquismo apenas tuvieron
actividad política y hubo disidencias internas. En la transición española sus militantes no llegaban a
10000.

12

También podría gustarte