34 Fuenllana Obsolescencia Programada-6-10

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1.2 El cambio de mentalidad.

Europa se hallaba, en este momento, recuperándose de la Primera Guerra Mundial, por


lo que se llevaron a cabo políticas económicas como fueron la autarquía italiana y
posteriormente, con la Segunda Guerra Mundial, el modelo comunista, que buscaban la
recuperación económica. A causa de esto, no hallamos en Europa, durante esta época,
tantas pruebas de este fenómeno como anteriormente.
Al otro lado del Atlántico, los ingenieros norteamericanos buscaban la creación de
objetos duraderos, hechos a prueba del tiempo y de condiciones duras, basados en el
modelo puritano de Benjamin Franklin. Sin embargo, los hombres de negocios se
alertaron de las consecuencias que tendría la producción de bienes prácticamente
eternos y, como afirma Serge Latouche en su libro, bajo la afirmación “¿Acaso el
business no consiste, sobre todo, en obtener beneficios?”, acabaron con estos ideales: se
había invertido la sobriedad económica hacia el despilfarro, especialmente durante “los
felices años veinte”. La base de la sociedad norteamericana pasó a ser el afán por el
crecimiento. De ahí que el fin de la sociedad fuera, como es actualmente, el
enriquecimiento, mediante la producción y el consumo infinitos.
El primer “usar y tirar” aparece en EE.UU con la llegada de una inmensa cantidad de
emigrantes europeos a inicios del siglo XX. Esta novedad industrial se logró con la
reducción de costes en la producción de bienes como el Kleenex, en 1924; Tampax, en
1934 e incluso los relojes desechables de Waterbury e Ingersoll de 1901. El movimiento
surgió debido a la necesidad por que los consumidores compren para mantener la
economía. Otras medidas que se tomaron para lograr esto es la famosa obsolescencia
simbólica de Brooks Stevens7, que mencionamos en la introducción, llevada a cabo por
empresas como General Motors, para acabar con el monopolio de Ford. Así, lograban
desviar la atención del comprador, para que este no se fijase en la eficacia del producto,
sino en su estética. Aunque no demasiado convencional, este medio no atentaba contra
la durabilidad del producto.
El problema comienza con la creación del cártel de Phoebus, un comité que obligó a los
fabricantes de bombillas a reducir su vida útil a 1.000 horas, para así aumentar las
ventas, y se desecharon las que aguantaban más. Tras la aparición de Phoebus muchas

7
“Es el deseo del consumidor de poseer una cosa un poco más nueva, un poco mejor y un poco antes de
que sea necesario.” Stevens fue un diseñador industrial que introdujo sus bases en 1950.
empresas empiezan a imitar este sistema, y así se hizo más común la obsolescencia
programada.
Por tanto, cuando el crecimiento se desequilibró durante la Gran Depresión, una de las
soluciones propuestas fue la de Bernard London. En la obra “Ending the depression
through planned obsolescence”, el judío pretendía la recuperación mediante la
legalización de la obsolescencia programada. En su libro explicaba que, debido a la
crisis, la gente estaba alargando la utilización de sus bienes, desobedeciendo por tanto la
preexistente norma no escrita “sustituye antes de que se gaste”, por la que afirma el
economista que se mantenía estable el sistema. Con dicha legalización, se pondría un
límite de vida útil a los productos, y la producción no se vería limitada, por lo que se
necesitaría empleo para los fabricantes, vendedores y muchos otros trabajadores de este
sector, y de esta manera la economía se recuperaría. Otro beneficio que describió fue la
posibilidad de sacar al gobierno de su base especulativa y así estabilizar el sistema, ya
que “…la efectiva inmortalidad de esos productos habría acarreado la muerte de la
producción. (…) para asegurar la eternidad de la vida de la producción, cada ejemplar
debe ser mortal.”8
Nunca se logra legalizar su idea, pero la obsolescencia programada se hace más hueco
que nunca en la mente de los empresarios. Posteriormente, y a partir del desarrollo de la
producción industrial, los fraudes son más difíciles de llevar a cabo, debido a las normas
y controles de calidad, pero aun así encontramos numerosos ejemplos que ilustran su
supervivencia. Este es el caso de las prótesis mamarias defectuosas de la empresa PIP 9,
ocurrido en Francia en el 2000, que para intentar lograr más beneficios, pusieron en
riesgo la vida de 30.000 mujeres.

8
Günther Anders “La obsolescencia del hombre”.
9
Poly Implant Prothèse
2. Consecuencias de la obsolescencia programada.
A continuación haremos un pequeño estudio acerca de las repercusiones de la
obsolescencia programada sobre el medioambiente y sobre las personas en relación con
la salud y la economía de las mismas. Así mismo, expondremos varios casos como
ejemplo de dichas repercusiones.
2.1 Acumulación de residuos: “Ciudades vertederos”

La obsolescencia programada desencadena el desecho de miles de toneladas de bienes


electrónicos que, pudiendo seguir utilizándose, crean un flujo constante de productos
que acaban depositados en países del Tercer Mundo. Este hecho viola las leyes
impuestas en los tratados internacionales, como el Convenio de Basilea10, que impiden
utilizar países en vías de desarrollo como “vertedero” de los países de Occidente. Pero
las empresas de esta parte de la Tierra se defienden utilizando el término “reciclaje” o
nombrando a dichos residuos “productos de segunda mano”.
Hoy en día la producción se desarrolla de manera descontrolada, y eso hace que los
vertederos aumenten su tamaño cada vez más deprisa (cerca de 40 mil toneladas en
2010). Países como China, Nigeria, India o Ghana son ejemplo de los ya mencionados
países en vías de desarrollo que se han convertido en vertederos y, por tanto, en
acumuladores de aparatos tecnológicos tóxicos y peligrosos para la salud de sus
habitantes. No podemos olvidarnos tampoco de la contaminación que éstos generan, ni
del derroche de los residuos y las materias primas que supone.
La mayoría de estos aparatos acaban quemándose o destruyéndose dejando al contacto
con el medio y con las personas los productos químicos de los que están formados,
como el plomo, arsenio, selenio, cadmio, etc., que acarrean consecuencias graves en la
salud como la infertilidad, daños en el sistema nervioso, sarpullidos, cánceres o incluso
el aborto. Es por ello por lo que al hablar de obsolescencia programada recurrimos al
término Responsabilidad Social Corporativa de las empresas, definida como el
conjunto de obligaciones y compromisos legales y éticos que las empresas asumen para

10
La Convención de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos
peligrosos y su eliminación es el tratado multilateral de medio ambiente que se ocupa de dichos residuos.
Cuenta con 170 países miembros y su objetivo es proteger el medio ambiente y la salud humana contra
los efectos nocivos derivados de la generación, el manejo, los movimientos trasfronterizos y la
eliminación de los ya mencionados.
cuidar y mejorar el impacto de sus actividades sobre los ámbitos laboral, social y
medioambiental.
China es el mayor país receptor de los denominados RAEE (Residuos de Aparatos
Eléctricos y Electrónicos), recibiendo una cantidad de un millón al año provenientes de
todo el mundo. Ghana es conocido como “el nuevo vertedero” de Europa, pues alberga
una cantidad similar a la anterior.
Mike Anane, periodista de Ghana entrevistado en 2008 por Lauren Orneals11, declaró:
“Es obvio que nadie quiera tener en su jardín residuos, pues son perjudiciales para la
salud para el medioambiente, y es por eso que son enviados a Ghana. Pero aquí no hay
lugares disponibles para reciclar esta basura.” Afirma por otro lado, que al llover, las
sustancias tóxicas de los ordenadores y televisiones son arrastradas por los ríos matando
a los peces y demás moluscos a su paso.
Debido a la existencia de más problemas como éste, el Banco Mundial12 realizó el
informe “What a Waste: A Global Review of Solid Waste Management”, el cual, tasa el
nivel de residuos en 2.200 millones de toneladas en el año 2025 respecto a los 1.300
millones por año que encontramos actualmente. Este problema fue catalogado como
“urgente” por Rachel Kyte13, quien afirmó también que “una vez que se reconozca el
alcance de este problema, los líderes locales y nacionales, así como la Comunidad
Internacional, se movilizarán para implantar programas destinados a reducir,
reutilizar, reciclar o recuperar el máximo de residuos posible antes de quemarlos o
eliminarlos de otro modo. Medir el alcance del problema es un primer paso
fundamental para resolverlo”. El informe acaba concluyendo que los datos incurren en
que el problema de la obsolescencia programada y la excesiva producción de residuos
resultan del consumo de masas.
Con el fin de acabar con la ya mencionada relación, la Comisión Europea (CE)
estableció en el año 2008 una norma para tener controlada la “vida” de los productos y
así revalorizar el reciclaje. Según dicha jurisdicción, “cualquier productor o poseedor
de residuos deberá realizar el tratamiento de los mismos” y “los Estados miembros (de
la CE) podrán cooperar para establecer una red de instalaciones de eliminación” para

11
Lauren Orneals: defensora de derechos de los animales y fundadora y directora de “Food
Empowerment Project”.
12
El Banco Mundial es uno de los organismos especializados del sistema de las Naciones Unidas, que se
define como una fuente de asistencia financiera y técnica para los llamados países en desarrollo. Está
integrado por 188 países miembros y fue creado en 1944. Hoy en día tiene su sede en la ciudad del
Distrito de Columbia, Estados Unidos.
13
Rachel Kyte: vicepresidenta de Desarrollo Sostenible del Banco Mundial.
las basuras urbanas. Obliga así, la UE, a reciclar el 70% de residuos y el 60% de
envases para el año 2030.
2.2 Manipulación por parte de las empresas. Economía familiar.

A pesar de las consecuencias que tiene la obsolescencia programada sobre el medio y la


salud de las personas, no podemos dejar de lado el efecto que tiene sobre la economía
familiar. Con esto nos referimos al hecho de tener que comprar otro producto nuevo al
no poder ser reparado, o al tener que invertir más dinero en repararlo que en adquirir
uno nuevo.
Hemos querido mencionar el famoso caso de Westley contra Apple ocurrido en 2003.
Andrew Westley demandó a la conocida marca por crear unas baterías de iPod con vida
limitada, cuya única solución era la compra de un nuevo aparato. La abogada de
Westley, Elizabeth Pritzker, alegó que Apple no cumplía con la política medioambiental
y programaba la utilidad del producto (acusándoles de crear productos obsoletos). Tras
llevar a cabo un análisis del producto, los consumidores se hicieron con el juicio, que
trajo consecuencias para la empresa tales como poder cambiar la batería de los aparatos
y aumentar la garantía a dos años.
Así mismo, la compañía Apple volvió a provocar el descontento de los usuarios en el
año 2013 cuando, tras 3 años de la salida al mercado del dispositivo móvil iPhone 3G,
los clientes se vieron privados del uso de la aplicación de mensajería instantánea
Whatsapp. El problema surgió cuando apareció una nueva actualización de dicha
aplicación que requiere de una versión más actualizada del sistema operativo del
terminal."El hardware de ese teléfono no puede soportar una versión tan avanzada. Si
los clientes quieren utilizar esa aplicación, tienen que hacerse con un nuevo terminal",
señala Steve Jobs, cofundador y presidente ejecutivo de Apple Inc.
Otros de los muchos casos que destacan son, por ejemplo, el de la marca de zapatillas
deportivas Nike, con su nuevo modelo “Nike Mayfly” cuya publicidad se anunciaba
como aquéllas que “sólo duraban 100km”.
Podríamos decir que nos encontramos en un “sistema antieconómico”, pues además de
no cuidar los principios básicos de vida ni la utilización responsable de recursos, el
único fin que se aprecia es vender cada vez más incumpliendo ciertas responsabilidades
y obligaciones a la hora de fabricar. Lo más habitual, es encontrarse hoy en día con
empresas que invierten mucho más dinero en la publicidad de sus bienes ofrecidos que
en el proceso de fabricación de los mismos.

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