Obsolescencia Programada
Obsolescencia Programada
Obsolescencia Programada
Definición
Origen
Tras la crisis económica de 1929 se propuso una ley cuya base era la “Obsolescencia
programada”. Pretendían que todos los productos tuvieran fecha de caducidad para maximizar
los beneficios y generar empleo.
Finalidad
El objetivo de la obsolescencia programada es el lucro económico. Por ello otros objetivos como
la conservación del medio ambiente pasan a un segundo plano de prioridades.
Tiene un potencial considerable para beneficiar al fabricante dado que el producto va a fallar
en algún momento, obligando al consumidor a que adquiera otro producto nuevamente, ya
sea del mismo producto (a través la adquisición de una parte para reemplazar y arreglar el viejo
producto o mediante la compra de un modelo más nuevo creado por la misma empresa), o en
el caso contrario de un competidor, factor decisivo que también se prevé en el proceso de
obsolescencia programada.
Consecuencias
Bancos que tienen empresas y empresas que tienen bancos (Multinacionales) que hacen que
los productos duren menos y se vendan más.
El procedimiento suele ser el siguiente: uno de los aparatos electrónicos de uso habitual falla.
Cuando el dueño lo lleva a reparar, en el servicio técnico le dicen que resulta más rentable
comprar uno nuevo que arreglarlo.
Generalmente el precio de la mano de obra, las piezas estropeadas y el montaje suelen costar
un poco más que adquirir uno nuevo. Por ello normalmente el usuario suele desechar el
producto averiado y comprar uno nuevo. El problema se basa en la gran cantidad de residuos
que se originan actualmente al realizarse este fenómeno una y otra vez, cada día, en todo el
mundo.
En el orbe hay más de 7 000 000 000 de habitantes, y el número continúa creciendo: hay un
aumento poblacional de 210 000 personas por día. La generación diaria promedio de basura
«per cápita» es de 1 kg: alrededor del mundo, en tan sólo un día se generan 7 000 000 000 kg de
desechos.
Una vasta cantidad de éstos no son biodegradables, y el tiempo que transcurre hasta que se
considere que ha ocurrido descomposición, al menos parcial, puede ser muy prolongado.
Además muchas veces los residuos son altamente contaminantes. Esto incide negativamente
tanto en la integridad del entorno como en la salud de sus habitantes.
Los residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE) contienen materiales recuperables, que
evitan la explotación de nuevos recursos naturales, y otros que pueden ser inficionantes, de
modo que si no se les trata adecuadamente pueden resultar dañinos para el ambiente.
Tales elementos electrónicos contienen materiales tan contaminantes como el plástico, el
polipropileno (PP), las baterías de plomo, etc. El plástico es el material más lento para
degradarse: de 100 a 1 000 años. Al aire libre pierde tonicidad, se fragmenta y se dispersa.
Enterrado dura más.
La mayoría está hecho de tereftalato de polietileno (PET), material duro de roer: los
microorganismos carecen de medios para atacarlos. El polipropileno tarda 1 000 años en
descomponerse, contamina menos que el poliestireno (PS) pero también tarda. Aun así el
plástico queda reducido a moléculas sintéticas, invisibles pero omnipresentes.
Una de las partes muy preocupantes es la relativa a baterías (o acumuladores) de plomo,
invento que remonta a 1889. Debido a su elevado contenido de plomo implica grave peligro
para el ser humano y para el ambiente. Respirar polvo o emanaciones de vapor de este metal
puede provocar graves perturbaciones para la salud, incluida la muerte, además de perjudicar
el entorno, advierte el PNUMA (Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente).
Según los cálculos de este organismo internacional, de los 2,5 millones de toneladas de plomo
que se generan anualmente en todo el mundo, tres cuartas partes sirven para fabricación de
baterías, que se utilizan en automóviles, teléfonos y computadoras portátiles o en las industrias.
Pocos meses después de salir el primer iPod al mercado, en medio de una tremenda campaña
publicitaria, el director de cine estadounidense Casey Neistat y su hermano ponían contra las
cuerdas a la compañía de Steve Jobs con la realización de un vídeo en el que se denunciaba la
corta vida de las baterías de estos aparatos.
Sostenían que estaban programadas para durar tan solo entre ocho y doce meses. El problema
es que la batería estaba soldada al reproductor de música, con lo cual su inutilización obligaría
al cliente a tener que cambiar el aparato por otro más nuevo al poco tiempo de haberlo
adquirido por un elevado precio.
http://www.youtube.com/watch?v=rRwcIumf-mI
Alternativas
Junto a esta falta de consciencia que representa el consumismo coexisten personas que
aportan ideas y trabajos que están fundamentando una nueva humanidad.
El químico Michael Braungart y el arquitecto William McDonough, autores del libro “De la cuna a
la cuna”, son un claro ejemplo de ello.
IFIXIT Organización que consiste en una Comunidad global de personas que se ayudan en
cuestiones relacionadas con la reparación .con el objetivo de cuidar del medio ambiente y
pasar de la economía de usar y tirar.
http://ifixit.org/
Rodado en España, Francia, Alemania, Estados Unidos y Ghana, este documental hace un
recorrido por la historia de una práctica empresarial que consiste en la reducción deliberada de
la vida de un producto para incrementar su consumo porque, como ya publicaba en 1928 una
influyente revista de publicidad norteamericana, “un artículo que no se desgasta es una
tragedia para los negocios”.
“La sociedad está dominada por una economía de crecimiento cuya lógica no es crecer para
satisfacer las necesidades, sino crecer por crecer”.
“Una sociedad de crecimiento sin crecimiento es una catástrofe”.
“Si la gente no compra, la economía no va a crecer”.
“Obsolescencia programada: El deseo del consumidor de poseer algo un poco más nuevo, un
poco antes de lo necesario”.
En 1972 se descubre que una bombilla del Parque de Bomberos de Livermore, es una bombilla
especial, pues gracias a la investigación de un reportero, se descubre que lleva encendida sin
interrupción desde 1901.
La imagen de la bombilla está en internet 24 horas al día, como se puede observar a través del
siguiente enlace:
http://www.centennialbulb.org/cam.htm
El 25 de Diciembre de 1924, se produce una reunión en Ginebra con un plan secreto. Crearon el
primer cartel mundial para controlar la producción de bombillas y repartirse el “pastel” del
mercado mundial.
El cartel se llamó “Phoebus”. Este incluía a los principales fabricantes de bombillas de Europa,
EE.UU, África y Asia.
El objetivo de ello era intercambiar patentes, controlar la producción, y sobre todo, controlar al
consumidor. Es decir, que el consumidor comprase bombillas con regularidad.
En 1881 Edison puso en venta su primera bombilla, duraba 1500 horas. En 1924, cuando se fundó
el Cartel Phoebus, se anunciaban 2.500 horas de vida útil, destacando la longevidad de las
bombillas.
De modo que en Phoebus pensaron en limitar la vida de las bombillas a 1000 horas.
En 1925, se creó el “Comité de las 1000 horas de vida” para reducir técnicamente la vida útil de
las bombillas.
Presionados por el Cartel, los fabricantes realizaron nuevas bombillas que cumplieran con la
norma de las 1000 horas, con una fabricación rigurosamente controlada. Los fabricantes eran
multados severamente si se desviaban de los objetivos del Cartel.
A medida que la obsolescencia programada surtía efecto, la vida útil de la bombilla comenzó a
caer hasta 1000 horas en los años 40.
Por ese entonces, la sostenibilidad era menos importante, ya que no se veía que el planeta
tuviera unos recursos finitos. Lo veían desde una perspectiva de abundancia.
En 1942 el Cartel sale a la luz y el gobierno americano demanda a General Electrics y a otros
fabricantes por limitar la vida útil de las bombillas, entre otras causas. Aun dictándoseles
sentencia en 1953, en la practica la sentencia no tuvo efecto. En las décadas siguientes, se
patentaron docenas de bombillas (incluso una que duraba 100.000 horas), pero ninguna llega a
comercializarse.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/el-documental/documental-comprar-tirar-comprar/1382261/
Acra, la capital de Ghana, es uno de los cementerios de desechos electrónicos que siguen proliferando por
los países más pobres del planeta. La antigua basura mezclada con los nuevos desperdicios, cada vez son
más peligrosos y contaminantes.
Los niños participan del trajín comercial que se ha generado en torno al nuevo vertedero. Buscan ansiados
el cobre, metal cuyo precio sigue en alza.
Este trabajo solo les genera a ellos un par de euros al día y por lo que pagan gravemente con su salud.
Al no existir apenas trabajo en el país, los ghaneses no dudan en participar de este negocio.
A las ocstas de Ghinea llegan barcos llenos de contenedores, muchos de ellos cargados de basura
electrónica, procedente de Europa y EEUU. Es el mayor puerto de importación de Ghana.
En lugar de destinar gran cantidad de dinero en reciclar estos productos, se destinan a Africa (que no
presenta un marco legal para frenar estas acciones), con el objetivo de utilizarla de vertedero.
Actualmente están en proceso de creación de nuevas leyes para parar esta gestión de artículos
etiquetados como “segunda mano”, aunque la mayoría no funcionen. Al estar catalogados como artículos
de segunda mano, la gente los compra y los introduce en el país, sin ser conscientes del gravísimo problema
medioambiental que supone.
El Gobierno de Ghana y países europeos quieren prohibir que estos productos sigan destinándose al país
africano. Pero si lo hiciesen, perjudicarían a mucha gente.
Estos productos en África se arreglan y se les vuelve a dar uso durante cuatro o cinco años más ya que no
prescinden del dinero para comprar productos nuevos. De esta manera, los vendedores de estos productos,
ganan dinero para subsistir.
Problemas medioambientales y problemas a la salud es lo que genera este coctel tóxico formado por los
metales procedentes de los productos tecnológicos.
http://www.rtve.es/alacarta/videos/en-portada/portada-ciberbasura-sin-fronteras/1432827/
OBSOLESCENCIA PERCIBIDA
En muchas ocasiones, con ayuda del marketing y la publicidad sustituimos algunos objetos por
otros, no porque ya no funcionen, sino porque han pasado de moda.
En 1954 el diseñador industrial Clifford Brooks Stevens habló por primera vez de la obsolescencia
percibida. La definió como “el deseo del consumidor de poseer una cosa un poco más nueva,
un poco mejor y un poco antes de que sea necesario”.
Todos los años las principales empresas de tecnología, imitando a la industria de la moda, sacan
nuevos modelos de sus aparatos electrónicos, con algún añadido que aparentemente los hace
más novedoso. Las funcionalidades en muchos casos son las mismas o muy parecidas.
En definitiva, se trata de manipular al consumidor para que se sienta valorado socialmente por
contar con lo último en tecnología.
Este video refleja como la obsolescencia percibida nos impulsa a comprar nuevos productos y a
deshacernos de aquellos que aún están en buen estado.
http://www.youtube.com/watch?v=InEnWwzCxcw
Artículos y reportajes interesantes
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/12/26/navegante/1356522893.html
http://www.ocu.org/nt/nc/nota-prensa/fabricantes-y-ayuntamientos-no-garantizan-el-reciclaje-
aunque-cobran-por-ello552924
(Artista en contra de la obsolescencia programada)
http://www.yorokobu.es/el-enemigo-de-la-obsolescencia-programada/
http://www.gazetadopovo.com.br/economia/conteudo.phtml?id=1446593
http://www.antena3.com/videos-online/noticias/economia/movimiento-sop-lucha-
obsolescencia-programada_2012060400092.html
http://informativos.net/noticias-empresas/oep-electrics-y-el-movimiento-sop-se-desvinculan-de-
benito-muros_54410.aspx#.UdRnu6UnEk0.twitter
(Entrevista a Benito Muros)
http://www.youtube.com/watch?v=sgz7UojFpGs
(Video que explica la obsolescencia brevemente, Nos es útil para la presentación de campaña):
http://www.youtube.com/watch?v=wxWxkZqmpJ0
(Carteles sencillos y persuasivos de GreenPeace (basados en una campaña de venta de Apple, de hace
unos años que yo recuerde) en contra de la obsolescencia programada de Apple, Nos puede servir de
idea), en el ámbito estético.
http://blogs.discovermagazine.com/betterplanet/files/2008/09/256232830_f534152dc5.jpg