RIBET 30 Enero-Junio 2020
RIBET 30 Enero-Junio 2020
RIBET 30 Enero-Junio 2020
ARTÍCULOS
El silencio como morada.
Mística y poesía en relación
Luis Gustavo Meléndez Guerrero
RESEÑAS
Enriqueta Lerma Rodríguez, Los otros
creyentes. Territorio y teopraxis de la Iglesia
liberadora en la Región Fronteriza de Chiapas.
Centro de Investigaciones Multidisciplinarias
sobre Chiapas y la Frontera Sur, Universidad
Nacional Autónoma de México, México,
2019, 225 pp. ISBN: 978-607-30-1527-1
Alejandro Rodríguez López
30 UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
VOL. XVI / No. 30 / ENERO-JUNIO 2020
REVISTA
IBEROAMERICANA
DE TEOLOGÍA
UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA
REVISTA IBEROAMERICANA DE TEOLOGÍA
Consejo de redacción:
José Sols Lucia, Mariana Méndez Gallardo, José Legorreta Zepeda, Jutta Battenberg Galindo,
Ángel F. Méndez Montoya, Débora Sánchez Guajardo.
Consejo científico:
Carlos Domínguez Morano (Universidad de Granada, España), Margit Eckholt (Universidad de
Osnabrück, Alemania), Juan Antonio Estrada Díaz (Universidad de Granada, España), Michael
Sievernich (Hochschule Sankt Georgen, Frankfurt am Main, Alemania).
ribet - ribet.ibero.mx/
ribet - revistas.ibero.mx/ribet
Dialnet - http://dialnet.unirioja.es/
Latindex - www.latindex.unam.mx/
Redalyc - http://redalyc.uaemex.mx/
REVISTA IBEROAMERICANA DE TEOLOGÍA, Año 16, No. 30, enero-junio 2020, es una publicación semestral
editada por el Departamento de Ciencias Religiosas de la Universidad Iberoamericana, A. C., Ciudad de México. Prol.
Paseo de la Reforma 880, Col. Lomas de Santa Fe, Álvaro Obregón, C.P. 01219, Tel. 59 50 40 00, ext. 7007 y 7352, revistas.
ibero.mx/ribet, ribet.ibero.mx, [email protected]. Editor responsable: Ángel F. Méndez Montoya. Reserva de Derechos al
Uso Exclusivo No. 04-2016-050912461800-102 ISSN 1870-316X Licitud de título No. 13344, Licitud de Contenido No.
10917, ambos otorgados por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de
Gobernación. Impresa por Diseños e Impresos Sandoval, Tizapán 172, Col. Metropolitana, 3a. sección, Ciudad
Nezahualcóyotl, Estado de México, C.P. 57750, Ciudad de México, tel. 5793 5152. Este número se terminó de imprimir
en junio de 2020 con un tiraje de 500 ejemplares.
Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa
autorización del editor y el Instituto Nacional de Derechos de Autor.
Información para suscripciones:
[email protected]
Librería virtual:
enlinea.uia.mx/libreriavirtual
CONTENIDO
Artículos
Reseñas
Articles
Reviews
RESUMEN
“¿Quién podrá contener la palabra que en sí tiene concebida, sin decirla?”
Jb (4, 2). La necesidad de pronunciar la palabra precisa y la dificultad de poder
pronunciarla queda remarcada en la pregunta de Elifaz a Job; dicha pregunta
plantea la tensión que abordaremos a lo largo de nuestra intervención. Al aden-
trarnos por los linderos de la poesía intentaremos encontrar algunos elementos
comunes entre mística y poesía, tales como la paradoja, a partir de la cual se
pretende nombrar lo indecible; el amor como realidad que une las diferencias,
y el erotismo como la fuerza vital que nos conduce al encuentro con el Misterio.
A este fin, acudiremos a los versos de algunos poetas hispanoamericanos como
José Ángel Valente, Octavio Paz y Javier Sicilia, en aras de poder evidenciar
dichos elementos comunes entre mística y poesía.
Palabras clave: silencio, poesía, mística, carne, comunión.
ABSTRACT
In this work I will try to expose the boundaries in which poetry and mystical ex-
perience touch each other: the impossibility to find the right word that accurately
1
Este trabajo se presenta como parte de una estancia de investigación posdoctoral en la Pontificia
Universidad Católica de Paraná, en la ciudad de Curitiba, Brasil.
2
Doctor en Estudios Comparativos en Teología y Literatura por la Universidad Pompeu Fabra de
Barcelona. Maestro en Teología Sistemática por la Universidad Iberoamericana, Ciudad de Mé-
xico. Profesor de teología en la Universidad Iberoamericana e Investigador de la Biblioteca Haas
de la Universidad Pompeu Fabra. Investigador de la Asociación Latinoamericana de Literatura y
Teología (alalite), Argentina-Chile-Brasil. Correo electrónico: [email protected].
contains the meaning of the revelation, and, at the same time, the necessity to say
what has been experienced. That is why we want to show the role of the paradox,
the eroticism and the symbolic reality as elements that could help us configure the
unspeakable experience: the experience of Mystery.
Keywords: silence, poetry, mysticism, flesh, communion.
3
Desde una perspectiva literaria, por paradoja entenderemos “la posibilidad de la destrucción del
sentido en el interior del lenguaje”. Véase: Víctor Bravo, Figuraciones del poder y la ironía (Cara-
cas: Monte Ávila Editores, 1996), 94.
4
Michael Sells, Mystical languages of unsaying (Chicago: The University of Chicago Press, 1994), 2.
5
Maestro Eckhart, El fruto de la nada. Edición e introducción de Amador Vega (Madrid: Siruela,
2008), 141.
6
Al respecto, José Ángel Valente señala: “En la experiencia de los límites últimos del lenguaje con-
curren el poeta y el místico. Establecidos ambos en esos límites, no hay, por lo que a la naturaleza
y operación de la palabra poética se refiere, diferencias discernibles entre uno y otro”. Cfr. José
Ángel Valente, Obra completa II (Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2008), 422.
7
Al darle la vuelta a las palabras, místico y poeta transgreden tanto el lenguaje como el consenso
social que pretende sustentar lo real en la estructura lingüística, por ello, poeta y místico se con-
vierten en herejes, en el sentido en que Bloch habla de la herejía. Al respecto véase: Ernst Bloch,
Ateísmo en el cristianismo: la religión del éxodo y del reino (Madrid: Taurus, 1968). En sintonía
con E. Bloch, J. Ángel Valente señala que “la experiencia mística ha sido con frecuencia, para la
autoridad religiosa, transgresión de los límites”. Véase: José Ángel Valente, La piedra y el centro
(Barcelona: Tusquets, 2000), 103.
8
Utilizamos la expresión acuñada por el teólogo Lluís Duch. Para una referencia a su pensamiento
véase: Joan Carles Melich e Ignasi Moreta, Empalabrar el mundo. El pensamiento antropológico
de Lluís Duch (Barcelona: Fragmenta, 2011).
9
Entendemos por “horizonte infinito” la irreductibilidad del sentido a interpretaciones unívocas.
10
José Ángel Valente, La piedra y el centro (Barcelona: Tusquets, 2000), 68.
intentan alcanzar la presencia, pero ésta sólo se puede llevar a cabo por me-
dio de representaciones. Así, entre el significado y la presencia nos encontra-
mos con la representación, y aquí el problema se complejiza aún más, ya que
toda representación no es sino la confirmación de una ausencia, de un vacío.
En medio de esta encrucijada del lenguaje, poeta y místico nos plantean así
una invitación a la experiencia imposible: dar nombre a lo que emerge desde
el silencio, desde el vacío. Aparece ante nosotros una aparente contradic-
ción: la necesidad de buscar la palabra capaz de decir lo inefable, en los lin-
deros del silencio. Sin embargo, gracias a la paradoja, el lenguaje poético y el
lenguaje místico pueden dar nombre a aquello que se niega a ser nombrado,
aunque este nombre sea apenas provisional. Advertimos así que la tensión
entre decir y callar es una empresa harto difícil de eludir.
11
Octavio Paz, Obras completas VII. Poesía Completa (Barcelona: Galaxia Gutenberg-Círculo de
Lectores, 2005), 702.
Quieto
no en la rama
en el aire
no en el aire
en el instante
el colibrí
(Paz, “La exclamación”).14
Lo mismo que el aleteo casi imperceptible del colibrí, o como la potente ola
que termina desmoronándose al llegar a la playa, la fugacidad o la aniqui-
lación del significado genera el nacimiento de otro sentido. El abismo
abrumador en el que cae la univocidad del lenguaje se vuelve hontanar,
12
Valente, La piedra y el centro, 75.
13
Consideramos aquí la idea acuñada por Paul Tillich, ultimate concern, como aquella experiencia
de trascendencia que sorprende al hombre finito y le hace considerarla como nuestra preocupa-
ción última. Véase: Paul Tillich, Systematic Theology I (Chicago: University of Chicago Press, 1967).
14
Paz, Obras Completas VII. Poesía Completa, 451.
15
Paz, Obras Completas VII. Poesía Completa, 708.
16
Véase Paul Tillich, Systematic Theology I.
rar sobre sí misma, sino llevar la atención fuera de sí”.17 Podemos cole-
gir que no es la poesía ni la mística per se lo que importa, sino aquello
que emerge desde su apertura: la presencia. En este sentido, “lo abierto”, que
mencionábamos anteriormente, está en íntima relación con aquel desocul-
tamiento del ser heideggeriano, y que para nosotros tiene que ver con el
Misterio que se nos manifiesta y nos abraza.
Ahora bien, si las dos vías (estética y teológica) son distintos momentos
hermenéuticos que intentan “empalabrar” la experiencia de aquello que
acontece en el emerger del sentido, más allá de los confines del lenguaje,
el poema se vuelve el lugar propicio a partir del cual lo sagrado nos viene
como don. Y esto es posible gracias al carácter simbólico de la imagen
poética, por la cual algo sensible o material como lo es el lenguaje se con-
vierte en la vía en la que se encarna lo que no tiene objeto ni figura, la ex-
periencia indecible. ¿Podemos decir que aquella presencia que se avecina
desde el fondo del silencio en el que se despeñan las palabras es la presen-
cia de lo divino? Más aún, dicha presencia ¿es susceptible de ser vivida,
experimentada? En un primer momento parece que la respuesta no es del
todo positiva, al menos así lo considera Raimon Panikkar: “La experiencia
de Dios es una imposibilidad”.18 Esto resulta una contradicción si de lo que
aquí se trata es de aquella experiencia mística que intenta narrar o hablar-
nos de un encuentro. ¿Cómo entender el hecho de que no hay una expe-
riencia posible de Dios? Los mismos místicos refieren a esa imposibilidad.
En la tradición renana, el Maestro Eckhart enfatiza que “no hay camino
hacia Dios”;19 por su parte, desde la ladera hispana, san Juan de la Cruz nos
dice, “ya por aquí no hay camino”.20 Al parecer, la experiencia es imposible
cuando se pretende llegar por la vía discursiva o por la vía del esfuerzo
personal. Nuevamente habrá que decir que quizás la imposibilidad radica
en los límites mismos del lenguaje: nos enfrentamos de nueva cuenta a la
imposibilidad de describir lo divino, o más aún, a concentrar su existencia
17
Véase Hans Urs von Balthasar, Gloria 3. Estilos laicales (Madrid: Encuentro, 1992), 163.
18
Raimon Panikkar, Obras completas I. Mística y espiritualidad, Vol. 2 Espiritualidad, el camino de
la vida (Barcelona, Herder, 2015), 31.
19
Eckhart, El fruto de la nada, 87.
20
Esta expresión sanjuanina se encuentra plasmada en el esquema del Monte de perfección ela-
borado por el místico, como presente dedicado a Magdalena del Espíritu Santo, esquema que ha
sido recogido en las Obras completas editadas por Monte Carmelo. Véase San Juan de la Cruz,
Obras completas 9 (Burgos: Monte Carmelo, 2010), 136.
21
Sobre la imposibilidad hermenéutica, R. Panikkar señala que la palabra Dios es un símbolo, ya que
al nombrar aquello Otro, no puede contener o aprisionar aquello a lo que apuntala, mucho menos
serlo, sin embargo, dado su carácter simbólico, y gracias a ello, puede lanzarnos hacia ese Misterio
que designa. Dice Panikkar: “No hay hermenéutica posible del símbolo, porque su hermenéutica
está inscrita en él mismo”. Panikkar, Obras Completas I v.2, 38. En la misma sintonía se encuentra
la propuesta de Amador Vega al señalar la dificultad de una posible hermenéutica tanto en la
mística como en la poesía. Cfr. Amador Vega, Tres poetas del exceso. La hermenéutica imposible
en Eckhart, Silesius y Celan (Barcelona: Fragmenta, 2011).
22
Eckhart, El fruto de la nada, 87-88.
23
Santa Teresa de Jesús, Obras Completas (Madrid: Editorial Católica BAC, 1997).
24
Eckhart, El fruto de la nada, 142.
25
Valente, La piedra y el centro, 72.
26
Sobre el sentido del “modo sin modo”, véase Amador Vega en la introducción a El fruto de la nada,
24-25. Véase también el sermón “Vivir sin porqué” del Maestro Eckhart: “Quien busca a Dios según
un modo toma el modo y olvida a Dios, que se oculta en el modo. Pero quien busca a Dios sin modo,
lo comprende tal como es en sí mismo… el fondo de Dios es mi fondo, y mi fondo es el fondo de
Dios… Dios no pide otra cosa de ti, sino que salgas de tu modo de ser creatural y que dejes a Dios ser
Dios en ti”. Véase Maestro Eckhart, El fruto de la nada, 49.
27
Panikkar, Obras completas I v. 2…, 32.
28
Véase Maestro, Eckhart, Comentario al prólogo del Evangelio de Juan (Madrid: Etnos, 1994).
para sí.29 Pues bien, a la luz de esta realidad teológica, por una vía analógica,
la poesía y la mística siguen la misma dinámica encarnatoria. El ejercicio
ascético del lenguaje que hemos señalado con anterioridad nos advierte el
modo en que la palabra requiere precipitarse en el abismo silente para ser
reconfigurada, y emerger desde aquel vacío fundante cargada de nuevo
sentido. Una vez transustanciada, la palabra debe incorporarse, tomar la
carne, porque es precisamente así, como palabra encarnada que nos habla:
“Amar es tener ojos en las yemas/, palpar el nudo en que se anudan/ quie-
tud y movimiento”.30
29
Véase Adolphe Gesché, Jesucristo (Salamanca: Sígueme, 2002).
30
Paz, “Carta de creencia”, Obras completas VII, 798.
31
Una interesante lectura sobre el sentido del eros como fuerza que lanza a la búsqueda-encuentro
puede hallarse en la obra Más allá de la escritura, de manera particular en la primera parte de la
obra. Véase Catherine Pickstock, Más allá de la escritura. La consumación litúrgica de la filosofía
(Barcelona: Herder, 2005). Sobre el sentido del eros metaxu como mediador, pero desde una pers-
pectiva sofiánica, véase el texto de John Milbank, “Sophiology and Theurgy: The New Theological
Horizon”, en Encounter Between Eastern Orthodoxy and Radical Orthodoxy Transfiguring the
World Through the Word, ed. Christoph Schneider (Farnham: Ashgate, 2008).
32
En la línea del pensamiento kantiano, J. Baruzi habla de una “apercepción mística”, ejercicio que
implica una suerte de recogimiento ascético que nos invita tener una disposición anímica que no
se reduzca a lo sensible. Cfr. Jean Baruzi, Saint Jean de la Croix et le problème de l’expérience
mystique (París: Salvator, 1999).
33
Respecto a que toda palabra es producto del cuerpo, G. Deleuze señala: “Toda palabra es física,
afecta inmediatamente al cuerpo… estalla en pedazos, se descompone en sílabas, letras, especial-
mente consonantes que actúan directamente sobre el cuerpo, lo penetran, lo lastiman”. Guilles
Deleuze, Lógica del sentido (Barcelona: Paidós, 2005), 103-104.
34
Valente, Poesía Completa, 412.
35
No nos es posible dejar de pensar en aquellos versos de Sor Juana Inés de la Cruz, quien a partir de la
tergiversación de los sentidos, intenta enfatizar un sentido harto distinto, aquel que se esconde
en el reverso de la palabra poética: “Óyeme con los ojos,/ ya que están tan distantes los oídos,/ y
de ausentes enojos/ en ecos de mi pluma mis gemidos;/ y ya que a ti no llega mi voz ruda,/ óyeme
sordo, pues me quejo muda”. Obras Completas I, Lírica Personal (México: Fondo de Cultura Eco-
nómica, 20092a), 455.
36
José Ángel Valente, Poesía completa (Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2014), 311.
37
Véase “Granum sinapis” en Maestro Eckhart, El fruto de la nada.
Tu cuerpo puede
llenar mi vida,
como puede tu risa
volar el muro opaco
de la tristeza.
----------------
Tú estás ligera y encendida
como una antorcha ardiente
en la mitad del mundo.
(Valente, “Sé tú mi límite”.)38
que un texto puede tener distintos sentidos, el cuerpo, al ser leído, nos re-
vela una serie de aspectos que el lenguaje no alcanza a narrar y que, sin
embargo, ciertamente son dichos mediante el lenguaje. Es así como esta
“sacramentalidad del lenguaje” invita a ver a través del cuerpo, un cuerpo
que al ser recorrido-leído-palpado nos conduce a un encuentro con aquel
Otro que no soy yo, sino tú.
El poeta nos invita a dar una vuelta de tuerca a la tradición que prima toda
epistemología que enarbola la bandera de la adaequatio rei et intellectus.
rea del espíritu”; “Eros y Fruición divina”. Todos estos ensayos están compilados en Valente, La
piedra y el centro.
41
Valente, Poesía completa, 410.
42
Valente, Poesía completa, 614.
43
En este sentido, dice Paz: “Si el cuerpo es tierra, y tierra santa, también es lenguaje —y lenguaje
simbólico—: en cada fonema y en cada sílaba late una semilla (bija) que, al actualizarse en sonido,
emite una vibración sagrada y un sentido oculto”, en Paz, Obras completas 10, 162.
que el recorrido del cuerpo es también el recorrido del cosmos. Este cami-
nar por el cuerpo-cosmos evoca al peregrino devoto, aquel que tiene como
meta el recinto santo: “voy por tu cuerpo como por el mundo/ tu vientre es
una plaza soleada/ tus pechos dos iglesias donde oficia/ la sangre sus mis-
terios paralelos”.44 De este modo, recorrer el cuerpo del ser amado es tam-
bién un peregrinar por el mundo en pos del santuario sagrado.
Tu cuerpo baja
lento hacia mi deseo.
Ven.
No llegues.
Borde
donde dos movimientos
engendran la veloz quietud del centro.
(Valente, “Borde”).46
En los versos precedentes, tal como en los místicos, bajar es subir, y al llegar
a los bordes que delimitan el terreno sacro, la transgresión de los límites
propicia un movimiento dual que culmina en una unidad y quietud abisal;
por ello el vértigo, pero también el libre fluir del encuentro. El cuerpo del
Otro se torna sagrado en su ser inaprehensible, en su reticencia a la cosifica-
ción, sin embargo, en el acto amoroso ocurre una inevitable penetración:
44
Paz, “Piedra de sol”, Obras completas VII, 266.
45
Valente, Poesía completa, 417.
46
Valente, Poesía completa, 411.
La potente imagen de la mandorla, por una parte, espacio blanco que sur-
ge de la intersección de dos círculos que se cortan quedando en su centro
el símbolo de la fuerza creadora, y también, elemento propio del arte ro-
mánico que se torna el habitáculo del Cristo majestuoso (Pantokrator), nos
invita a ver en el centro de aquel espacio almendrado, el no lugar en el que,
al abismarse, el caer es subir y el morir es un vivir transfigurado. Así, el
espacio abisal se vuelve hontanar de lo divino en el que somos regenera-
dos, transfigurados por la vía del abandono.
En esta gramática carnal, el eros se presenta como la fuerza que dina-
miza el lenguaje, los signos significan en la medida que se involucran con
la sensualidad del cuerpo. En uno de sus poemas extensos, Octavio Paz
señala: “El amor comienza en el cuerpo/ ¿dónde termina?”.48 Quizá José
Ángel Valente nos pueda ayudar a encontrar una posible respuesta: este
recorrido termina en el caer hacia el abismo que no es vacío, sino funda-
mento.
47
Valente, Poesía completa, 409.
48
Paz, “Carta de creencia”, Obras completas VII, 795.
El rayo de tiniebla.
Descendí hasta su centro,
puse mi planta en un lugar en donde penetrar no se puede
si se quiere el retorno.
---------------------------
Bajé desde mí mismo
hasta tu centro, dios, hasta tu rostro
que nadie puede ver y sólo
en esta cegadora, en esta oscura
explosión de la luz se manifiesta.
(Valente, “Tamquam centrum circuli”).49
49
Valente, Poesía completa, 562.
50
Valente, Poesía completa, 456; 458.
Entrar,
Hacerse hueco
En la concavidad,
Ahuecarse en lo cóncavo.
No puedo
ir más allá, dijiste, y la frontera
retrocedió y el límite
quebrose aún donde las aguas
fluían más secretas
bajo el arco radiante de tu noche.
(Valente, “El fulgor xxv”).52
La metáfora sexual nos habla de la saturación del lenguaje; todo parece ser
un “archipiélago de signos”64 cuando el lenguaje llega al límite, cuando el
lenguaje se satura. Las palabras son cuerpos en éxtasis que no tienen más
remedio que dejarse caer, y en este despeñarse, la palabra llega al silencio,
Cultura Económica, 2013). Del mismo modo, al hablar de una “liturgia de la carne”, nos referimos al
rito amoroso en el que los amantes se unen en un acto de mutua y libre entrega.
62
Véase Octavio Paz, La llama doble (Barcelona: Seix Barral, 2001).
63
Sicilia, Tríptico del desierto, 55.
64
Tomamos esta imagen del “archipiélago de signos” de Blanco de Octavio Paz.
No es ocioso señalar cierta relación entre la petite mort del erotismo sexual
y el deseo de morir, propio de la mística. Tanto el “no decir” como el “gri-
tar” refieren a esa misma experiencia de intimidad propia de místicos y
amantes: el “muero porque no muero”, y el “placer de morir” místico, o el
“mátame ya”, y los “muero de placer” de los amantes, no son sino expresio-
nes exasperadas y transfiguradas de una misma experiencia de gozo inde-
cible.67 Así, tanto en la imagen orgásmica amante, como en los “sonorosos”
gemidos del místico, se nos manifiesta la dimensión catafática y apofática
del lenguaje que gira del grito al silencio. En este sentido, el conocimiento
y su relación con la intimidad es la metáfora propicia para expresar, por
una parte, la dimensión erótica del acto de conocer, y por otra, el carác-
ter íntimo en relación con aquello que queda resguardado, que no puede
65
Esta imagen del descenso está en sintonía con aquella fase o vía purgativa semejante a la de los
místicos, una etapa de sequedad necesaria para poder eliminar aquello que impide el encuentro.
En el caso del lenguaje, esta fase purgativa es necesaria para llegar a otra creación.
66
Sicilia, Tríptico del desierto, 56.
67
Cfr. Paz, Obras Completas 10, 127.
decirse, no tanto por la secrecía del evento, sino por su intensidad, porque
la riqueza de lo gustado rebasa la posibilidad de expresarlo con un len
guaje preciso. Sólo nos queda el lenguaje de la carne sacramental.
68
Gloria Gervitz, Migraciones (México: Fondo de Cultura Económica, 1991), 131.
Bibliografía
69
Cfr. Martin Heidegger, Introducción a la metafísica (Barcelona: Gedisa, 1999), 22.
RESUMEN
1
Doctora en teología sistemática por la Universidad Católica de Lovaina, Bélgica. Miembro de la
Asociación de Teólogas Españolas (ate) y de la European Society Women in Theological Research
(eswtr). Teóloga feminista y profesora de asignatura en posgrado y licenciatura en la Universidad
Iberoamericana de la Ciudad de México y Puebla, y en la Universidad La Salle. Miembro fundador
de Teólogas e Investigadoras Feministas de México (Teifem). Asesora del equipo coordinador de
mujeres en ceb. Es directora de la revista Sophias, la primera revista de reflexión interdisciplinar
de teología feminista en México. Miembro fundador de la academia de teología en México. Correo
electrónico: [email protected].
ABSTRACT
This article aims to place ecofeminist theological reflection as a proposal for epis-
temic analysis in the face of the pressing reality of feminicide and ecocide in the
context of the emergency of humanity, especially Latin America and Mexico. It
critically analyzes and points out the patriarchal systems as responsible for these
two catastrophes, for which we are ethically responsible in an active or passive
manner. Furthermore, it proposes the recovery of erotics from the heuristic gender
tool as a possible alternative to understand liberating theology for abject bodies:
women and ecology.
Keywords: Ecofeminist Theo/alogy, erotic, ecocide, feminicide, panantheism,
bodies, and territories.
Ecocidio y feminicidio
Escribo desde el profundo dolor y miedo que me causa vivir en el país donde
se ha gestado una cultura feminicida. Desde la angustia epistémica de ser
parte de la generación que ha contribuido activa o pasivamente a la devasta-
ción de la selva amazónica, la selva africana y el derretimiento de la Antárti-
da. Desde esta angustia que atraviesa mi corporalidad, coloco la pertinencia
de reflexionar a partir de la teología ecofeminista tales “emergencias”.
La sistematización violenta para aniquilar los cuerpos de las mujeres y el
cuerpo de la tierra en las selvas de la Amazonía, Angola, Zambia y Repúbli-
ca del Congo. La zona amazónica perdió en los últimos 33 años, 47 millo-
nes de hectáreas de bosque. Con el incendio ocurrido en 2019, Brasil perdió
86 millones de hectáreas de bosque.2 Todo apunta hacia un mismo sistema
responsable: el patriarcado expresado en el sistema capitalista neoliberal
aliado a los sistemas conservadores religiosos. Ambos desean y mantienen
la lógica de dominio sobre los cuerpos abyectos o cuerpos basurizados, no
sólo de la tierra y de las mujeres, sino también de aquellos cuerpos conside-
rados no hegemónicos o simplemente diversos por su sexualidad, color de
piel, o por su pobreza, aporofobia, como lo llama Adela Cortina.3
2
“El Amazonas perdió 47 millones de hectáreas de bosque en los últimos 33 años”, Infobae, consul-
tado el 2 de septiembre de 2019, https://www.infobae.com/america/america-latina/2019/08/30/
el-amazonas-perdio-47-millones-de-hectareas-de-bosque-en-los-ultimos-33-anos.
3
Adela Cortina, Aporofobia, el rechazo al pobre. Un desafío para la democracia (Barcelona: Paidós,
2017).
Teo/alogía5 ecofeminista
7
Tepedino y Ribeiro Brandao, “Teología de la mujer en la teología de la liberación”, en Mysterium
Liberationis, vol. I., ed. Ignacio Ellacuría y John Sobrino (Madrid: Trotta, 1990), 288.
8
Margot Bremer, “La mujer en la Iglesia latinoamericana”, en 10 palabras clave sobre la Iglesia en
América Latina, ed. Pablo Richard (Navarra: Verbo Divino, 2003), 265.
9
Bremer, “La mujer en la Iglesia latinoamericana”, 267.
10
Ana María Tepedino y Margarida L. Ribeiro Brandao, “Teología de la mujer en la teología de la libe-
ración”, 288.
11
Elisabeth Schüssler Fiorenza, En la senda de Sofía: hermenéutica crítica para la liberación (Bue-
nos Aires: Lumen-isedet, 2003), 12.
12
Schüssler Fiorenza, En la senda de Sofía, 12.
13
Elisa Estévez López, “Identidad”, en 10 palabras clave en teología feminista, ed. Mercedes Navarro
y Pilar de Miguel (Navarra: Verbo Divino, 2004), 315.
14
Jon Sobrino, “Identidad cristiana”, en Nuevo diccionario de teología, ed. Juan José Tamayo Acosta
(Madrid: Trotta, 2005), 446.
15
María Xosé Agra, “Multiculturalismo, justicia y género”, en Feminismo y filosofía, ed. Celia Amorós
(Madrid: Síntesis, 2000), 141.
16
Jane Freedman, Feminismo, ¿unidad o conflicto? (Madrid: Narcea, 2004), 123.
17
Mary Mellor, Feminismo y ecología (México: Siglo XXI, 2000), 233.
son las causas de dicha explotación, por lo que se requiere un análisis crí-
tico del materialismo patriarcal capaz de analizar el origen de las de
sigualdades.
18
Elisabeth Schüssler Fiorenza, Los caminos de la sabiduría: una introducción a la interpretación
feminista de la Biblia (Santander: Sal Terrae, 2004), 93.
19
Schüssler Fiorenza, Los caminos de la sabiduría, 93.
20
Barbara Holland-Cunz, Ecofeminismos (Madrid: Cátedra, 1996), 21.
21
Mellor, Feminismo y ecología, 220.
22
María Elena Simón Rodríguez, Hijas de la igualdad, herederas de injusticias (Madrid: Narcea,
2009), 25.
23
Mellor, Feminismo y ecología, 206.
24
Mellor, Feminismo y ecología, 82.
25
Mellor, Feminismo y ecología, 98.
26
Mellor, Feminismo y ecología, 21.
27
Simón Rodríguez, Hijas de la igualdad, herederas de injusticias, 34.
28
Mellor, Feminismo y ecología, 223.
29
Mellor, Feminismo y ecología, 226.
30
Teresa Sarmento, “Horizontar la vida, para reconocer su trayectoria y obstáculos”, en Libertades,
¿ganadas o perdidas?, ed. Diana de Vallescar Palanca (Madrid: Visión Libros, 2009), 158.
31
Marcela Lagarde, Claves feministas para el poderío y autonomía de las mujeres (Managua: Puntos
de encuentro, 1997), en http://www.caladona.org/grups/uploads/2013/04/claves-feministaspara-
el-poderio-y-autonomia_mlagarde.pdf; consultado 3 de septiembre de 2019.
32
Lagarde, Claves feministas.
33
Lagarde, Claves feministas.
34
Lagarde, Claves feministas.
35
Teresa López Pardina, “Autonomía”, en 10 palabras clave sobre mujer, ed. Celia Amorós (Navarra:
Verbo Divino, 1995), 188.
36
Lagarde, Claves feministas.
37
Lagarde, Claves feministas.
38
Lagarde, Claves feministas.
39
Lagarde, Claves feministas.
40
Mellor, Feminismo y ecología, 241.
41
Mellor, Feminismo y ecología, 232.
42
Simón Rodríguez, Hijas de la igualdad, herederas de injusticias, 243.
43
Celia Amorós, ed., Feminismo y filosofía (Madrid: Síntesis, 2000).
44
Lagarde, Claves feministas.
45
Luisa Posada Kubissa, “Pactos entre mujeres”, en 10 palabras clave sobre mujer, ed. Celia Amorós
(Navarra: Verbo Divino, 1995), 331-362.
46
Purificación Mayobre, “Libertad de pensar, libertad de decir”, en Libertades, ¿ganadas o perdi-
das?, ed. Diana de Vallescar (Madrid: Visión Libros, 2009), 51.
56
Término que proviene del latín religare o re-ligere.
57
Trinidad León Martín, “El dios relacional: el encuentro y la elusividad de un dios comunicativo”, en En
clave de mujer… Así vemos a Dios, ed. Isabel Gómez-Acebo (Bilbao: Desclée de Brouwer, 2001), 163.
58
Sallie McFague, Modelos de Dios: teología para una era ecológica y nuclear (Bilbao: Sal Terrae,
1994), 110-153.
59
Mellor, Feminismo y ecología, 229.
60
Elizabeth A. Johnson, La que es: el misterio de dios en el discurso teológico feminista (Barcelona:
Herder, 2002), 22.
61
Johnson, La que es…, 46.
62
Leonardo Boff, La Trinidad, la sociedad y la liberación (Madrid: Paulinas, 1987).
63
Johnson, La que es…, 54.
64
Johnson, La que es…, 99.
65
León Martín, “El dios relacional”, 166.
66
León Martín, “El dios relacional”, 172.
67
Rosemary Radford Ruether, Gaia y Dios: una teología ecofeminista para la recuperación de la
Tierra (México: demac, 1993), 257.
68
Lagarde, Claves feministas.
69
Gebara, Intuiciones ecofeministas, 74.
70
Gebara, Intuiciones ecofeministas , 74.
71
Lagarde, Claves feministas.
72
Gebara, Intuiciones ecofeministas, 76.
73
Lagarde, Claves feministas.
74
Margarita María Pintos, “Teologías feministas”, en Nuevo diccionario de teología, ed. Juan José
Tamayo Acosta (Madrid: Trotta, 2005), 895.
75
Mellor, Feminismo y ecología, 227.
76
Mellor, Feminismo y ecología, 228. El término realismo inmanente ha sido acuñado por Mary Me-
llor para referirse al holismo, pero yo lo utilizo de manera análoga para referirme a la teología.
77
Mellor, Feminismo y ecología, 229.
78
Mellor, Feminismo y ecología, 229.
79
Mellor, Feminismo y ecología, 228.
80
Mellor, Feminismo y ecología, 230.
81
Mellor, Feminismo y ecología, 225.
82
Mellor, Feminismo y ecología, 226.
83
Mellor, Feminismo y ecología, 228.
84
Radford Ruether, Gaia y Dios, 274.
85
Rosemary Radford Ruether, Sexism and God-Talk: Toward a Feminist Theology (Boston: Beacon
Press, 1983).
86
Pilar de Miguel, “Cristo”, en 10 mujeres escriben teología, ed. Mercedes Navarro (Navarra: Verbo
Divino, 1998), 86.
87
McFague, Modelos de Dios, 126-139.
88
Radford Ruether, Gaia y Dios, 13-14.
89
Leonardo Boff, La dignidad de la Tierra: ecología, mundialización y espiritualidad: la emergencia
de un nuevo paradigma (Madrid: Trotta, 2000), 58.
La erótica ecofeminista
90
Mellor, Feminismo y ecología, 239-241.
91
Byung-Chul Han, La agonía del Eros (Barcelona: Herder, 2014), 46.
92
Sylvia Marcos, Tomado de los labios: género y eros en Mesoamérica (Quito: Abya Yala. Universidad
Politécnica Salesiana, 2011), 137.
93
Nancy Cardoso, “Entre la erótica y la barbarie. Espiritualidad feminista en tiempos de mercado”,
Revista Cons-pirando. Revista Latinoamericana de ecofeminismo, espiritualidad y teología 53
(agosto de 2006): 5.
A modo de conclusión
94
Han, La agonía del Eros, 9-18.
Bibliografía
RESUMEN
ABSTRACT
The presence of Enoch in Ben Sira has caused discussion. The interpolation in
Sirach 44:16 is recognized in the research, as well as the allusion to the enochic
1
El texto, con modificaciones y ampliaciones, corresponde a la comunicación inédita y aún no
publicada, entregada en el marco del quinto encuentro de la Red de teólogos del Centro Bíblico,
Teológico y Pastoral de América Latina y el Caribe (Cebitepal-Celam), reunido en Bogotá, D. C.,
Colombia, entre el 25 y el 27 de julio de 2018. El título original de dicha comunicación fue “La figura
de Henoc en Ben Sira (Sir 16, 7; 44, 16; 49, 14)”.
2
Candidato al doctorando en teología de la Universidad Pontificia Bolivariana, magister en teolo-
gía y teólogo de la misma universidad. Docente de cátedra en la escuela de Teología y Filosofía y
Humanidades, Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín), y docente de la facultad de Teología
y Filosofía de la Universidad Católica Luis Amigó (Medellín). Miembro del grupo de investigación
Teología, Religión y Cultura (tryc), Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro de la Sociedad
Iberoamericana de Antropología Filosófica (siaf). Correo electrónico: [email protected].
traditions of Sirach 16:7. It is suggested in the study that only ms B of Sir 44:16,
lxx, Vg and the Gen 5:24 parallel (mt and lxx), present Henoc as an ethical mo-
del, while the rest of the mss and other passages of Siracida favor a more legendary
and mystical vision of Enoch.
Keywords: 1 Enoch, Ben Sira’s Praise, second temple Judaism, enochic Judaism,
zadokite Judaism.
1. Introducción y problema
Según nuestra forma de ver, el texto hebreo de Sir 44, 16 ofrece dos pro-
blemas interrelacionados: 1) este versículo, que aparece con importantes
diferencias en la traducción griega (lxx), latina (Vg)3 y en el texto hebreo
del ms B, falta en el rollo de Masada,4 así como en syr.5 Ante este estado del
texto, afirmar que Sir 44, 16 es una glosa, como se ha venido haciendo has-
ta ahora,6 no explica su fluctuación entre los principales testigos textuales.
2) Estas dificultades en la historia de la tradición textual de Sir 44, 16 no se
3
En adelante, en virtud de la brevedad en la exposición, se emplearán abreviaturas para referirse
a “manuscrito” (ms) y su plural (mss); asimismo, se empleará tm para indicar el texto masorético,
lxx para referirse a la traducción griega de la Biblia hebrea, syr, para la versión siriaca y Vg para la
Vulgata.
4
Por su estado fragmentario, entre los nueve mss hebreos (seis de la Geniza de El Cairo, el rollo de
Masada y los dos mss hallados en Qumrán), que actualmente se tienen de Ben Sira, sólo el ms B
y el rollo de Masada ofrecen la lectura de Sir 44. En el ms A se tiene la lectura de Sir 3, 6-16, 26; el
ms B comienza en Sir 10, 19 y va hasta Sir 51, 30; el ms C (Sir 3, 14-38, 1); el ms E (Sir 32, 16-34, 1); y
el ms F (Sir 31, 24-33, 8). Asimismo, es fragmentario el estado del rollo de Masada, que inicia en
39, 27 y va hasta Sir 44, 17; y aún más fragmentario es el estado de las dos copias hebreas descu-
biertas en Qumrán: 2Q18 (Sir 6, 13-31), y 11QPs a (Sir 51, 13-30b). Véase la descripción del contenido
de todos los mss hebreos en Pancratius C. Beentjes, The Book of Ben Sirach in Hebrew (Leiden/
Boston/Köln: Brill, 1997), 13-19. Sobre la publicación y el estado de los estudios sobre los descubri-
mientos de Qumrán, véase Maurice Baillet, Józef T. Milik y Rolad De Vaux, Les “petites grottes de
Qumran”. Exploration de la falaise les grottes 2Q, 3Q, 5Q, 6Q, 7Q, à 10Q (Oxford: Clarendon Press,
1962, 76-77); Émile Puech, “Ben Sira and Qumran”, en The Wisdom of Ben Sira, ed. por Angelo
Passaro y Giuseppe Bellia (Nueva York/Berlín: Walter de Gruyter, 2008), 79-118.
5
Nuria Calduch-Benages, Joan Ferrer y Jan Liesen, La sabiduría del escriba: edición diplomática
de la versión de Ben Sira según el Códice Ambrosiano, con traducción española e inglesa (Estella
[Navarra]: EVD, 2003), 242-243; y Beentjes, Ben Sirach, 176.
6
Así opinan Jeremy Corley, “Searching for Structure and Redaction in Ben Sira: An Investigation of
Beginnings and Endings”, en The Wisdom of Ben Sira, ed. Angelo Passaro y Giuseppe Bellia (Nueva
York/Berlín: Walter de Gruyter, 2008), 27 (nota 23) y 44 (nota 65); Pancratius C. Beentjes, “The
‘Praise of the Famous’ and Its Prologue. Some Observations on Ben Sira 44, 1-15 and the Question
of Enoch in 44, 16”, en “Happy the One who Meditates in Wisdom” (Sir. 14, 20) (Lovaina: Peeters,
2006), 123-133; y Maurice Gilbert, La sapienza del cielo. Proverbi, Giobbe, Qohèlet, Siracide, Sa-
pienza (Milán: San Paolo, 2005), 202; por citar sólo algunas de las investigaciones más relevantes.
8
`rwdw rwdl t[d twa xq[ [[...]]w yyy ~[ $lhthw ~ymt a [...] .$wnx
7
Con la expresión “judaísmo henóquico” se indica una categoría sociológica muy debatida actual-
mente: la existencia de un movimiento judío del segundo Templo contradictor de la clase sado-
quita. La existencia y oposición de tal grupo, defendida por Adams, Wright III, Argall, Boccaccini,
Sacchi y Suter, entre otros, es una abstracción analítica realizada a partir de la interpretación de
los textos del judaísmo del segundo Templo (los así llamados “apócrifos” del AT, Qumrán y textos
deuterocanónicos, como Sir) y las tensiones teológicas subyacentes a sus diversas interpretacio-
nes de las tradiciones judías. Véase Samuel L. Adams, Wisdom in Transition (Leiden/Boston:
Brill, 2008); Benjamin G. Wright III, Praise Israel for Wisdom and Instruction (Leiden/Boston: Brill,
2008); Benjamin G. Wright III, “1 Enoch and Ben Sira”, en The Early Enoch Literature, ed. Gabrielle
Boccaccini y John J. Collins (Leiden/Boston: Brill, 2007), 159-176; Randal A. Argall, 1 Enoch and
Sirach (Atlanta: Scholars Press, 1995); Gabrielle Boccaccini, Middle Judaism (Minneapolis: Fortress
Press, 1991); Paolo Sacchi, “Il ‘Libro dei Vigilanti’ e l’apocalittica”, Henoch 1 (1979): 42-98; y David
Suter, “Fallen Angel, Fallen Priest”, HUCA 50 (1979): 115-135.
8
Beentjes, Ben Sirach, 78. Reproducimos la última línea del folio 13 (verso).
9
Patrick W. Skehan y Alexander A. Di Lella, The Wisdom of Ben Sira (Garden City: Doubleday, 1987),
499; Norbert Peters, Das Buch Jesus Sirach (Münster y Westfalia: Aschendorff, 1913), 378; Rudolf
Smend, Die Weisheit des Jesus Sirach, erklärt (Berlín: G. Reimer, 1906), 421.
10
`rwdw rwdl t[d twa xq[ln]w yyy ~[ $lhthw ~ymt a[cmn] $wnx
Henoc, [quien demostr]ó integridad y caminó con el Señor y [fue
arrebata]do, es signo de conocimiento de generación en generación.11
10
Israel Lévi, The Hebrew Text of the Book of Ecclesiasticus (Leiden: Brill, 1904), 59, propone una
reconstrucción levemente diferente:
`rwdw rwdl t[d twa xql[y]w yyy ~[ $lhthw ~ymt ac[mn] $wnx
11
Debido a la importancia del pasaje para la discusión que se sigue, se ofrece una traducción caste-
llana. Las traducciones de textos hebreos, griegos y latinos son propias, salvo que se especifique
lo contrario.
12
Víctor Morla, Los manuscritos hebreos de Ben Sira (Estella [Navarra]: EVD, 2012), 284 (nota 5);
C. Taylor y J.H.A. Hart, “Two notes on Enoch in Sir 44:16”, Journal of Theological Studies 4 (1903)
589; y Lévi, Hebrew Text, 59.
13
La siguiente es la traducción literal de la frase hebrea reproducida arriba: “Henoc [demostr]ó inte-
gridad y caminó con yyy y [fue arrebata]do, signo de conocimiento de generación a generación”.
14
Reproducimos su traducción: “Henoc caminó con el Señor y fue arrebatado: un ejemplo de cono-
cimiento de generación en generación”. Véase Morla, Manuscritos, 284.
15
Sobre el verbo $lh, véase a Luis Alonso-Schökel, dir., Diccionario bíblico hebreo-español, 2ª ed.
(Madrid: Trotta, 1999), 201-206.
16
En la última parte del versículo, la primera frase, wnnyaw (que traducimos como “y desapareció…”), se
traduce literalmente como “y no (estuvo) él” ( waw + adjetivo !ya + pronombre posfijo tercera persona
del singular).
Tal vez sea este paralelo, y su diferencia entre el tm y la lxx, el que mejor
explique las diferencias que existen entre el texto hebreo de Sir 44, 16 del
ms B y las traducciones de la lxx y la Vg.18 Reproducimos nuevamente
el texto hebreo y lo contrastamos con sus traducciones griega y latina:
`rwdw rwdl t[d twa xqlnw yyy ~[ $lhthw ~ymt acmn $wnx
Henoc, quien demostró integridad y caminó con el Señor y fue arre-
batado, es signo de conocimiento de generación en generación.
17
Seguimos la edición de J. W. Wevers, Genesis. Septuaginta. Vetus Testamentum Graecum 1
(Gotinga: Vandenhoeck & Ruprecht, 1974). También se ha verificado la lectura de A. Rahlfs y R.
Hanhart, eds., Septuaginta (Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 2006).
18
Puech, “Ben Sira and Qumran”, 97 (nota 61) y Conleth Kearns, The Expanded Text of Ecclesiasticus
(Berlín/Nueva York: Walter De Gruyter, 2011), 201, también notan el paralelo temático y léxico que
se da entre Sir 44, 16 y Gen 5, 24.
19
Citamos la lxx para el Ben Sira desde la edición de Joseph Ziegler, Sapientia Iesu filii Sirach, 2ª ed.
(Gotinga: Vanderhoeck & Ruprecht, 1980), 333.
20
Citamos la Vg desde la edición de Alberto Colunga y Laurentio Turrado, Biblia sacra iuxta vulga-
tam Clementinam. Nova Editio (Madrid: B. A. C., 1999).
[...] xqlnw yyy ~[ $lhthw ~ymt acmn $wnx : Sir 44, 16a
Henoc, quien demostró integridad y caminó con el Señor y fue arre-
batado [...]
Los textos hebreos y griegos de Sir 44, 16a y Gen 5, 24 ofrecen una impor-
tante coincidencia léxica y de personajes21 que permite hablar de una cerca-
nía temática en la presentación de la figura de Henoc en ambos pasajes. En
Gen 5, 24, tanto en el tm como en la lxx y Sir 44, 16 (lxx y Vg), se com-
parte la figura de un Henoc que anduvo con Dios y fue arrebatado por él;
una imagen con una connotación ética pero también legendaria, como lo
explicaremos más adelante. Esta misma imagen aparece en el ms B de Sir
44, 16, pero con una característica agregada: un énfasis del carácter ético
de la figura de Henoc que es expresado por la frase hebrea ~ymt acmn (“de-
mostró integridad”), que sólo es atestada por el ms B en toda la tradición
textual del Siracida.22 Ante este estado textual se podría inquirir: ¿Sir 44,
16 (lxx) no dependerá de un texto hebreo más antiguo que el ms B, en el
1) ~yhlah-ta $wnx $lhtyw (Gen 5, 24), yyy ~[ $lhthw [...] $wnx (Sir 44, 16).
2) ~yhla wta xql-yk (Gen 5, 24), xqlnw (Sir 44, 16).
En ambos pasajes aparece Henoc relacionado con Dios, y en Sir 44, 16 como aquel sobre el cual
recaen las acciones emprendidas por Dios. Asimismo, Sir 44, 16a (lxx) y Gen 5, 24 (lxx) presenta
coincidencias léxicas, la más llamativa es la frase kai, eu hv re s, thsen Enwc tw | / qew / | (Gen 5, 24), en
la cual el verbo eu av reste w
, es traducción del hebreo $lh.
22
Algunos comentaristas han indicado la corrupción del texto debido a la presencia de la frase ~ymt
acmn (“demostró integridad”), que pertenecería al versículo siguiente (v.17). La frase ~ymt acmn literal-
mente traduce: “se dejó encontrar íntegro”. Peters la traduce de forma similar: “er ward schuldlos
gefunden”. El verbo acm significa “encontrar, hallar, dar con”. El carácter reflexivo que se expresa en
N i sugiere que el sujeto, en este caso Henoc, está activo en esta acción de “dejarse encontrar” o
“ser hallado”, y puede ser expresado con el verbo castellano “demostrar”. De allí la traducción ele-
gida. Sobre este verbo, véase Alonso-Schökel. Esta frase aparece en estado fragmentario en el ms
B: ~ymt a[...]. Skehan y Di Lella suponen que esta frase llena dicha laguna textual: “MS B includes the
words nimṣā’ tāmîm, which belong in v 17”. Asimismo, opina Smend: “ ~ymt acmn]” ist aus v. 17 einge-
drungen”. Véase Skehan y Di Lella, The Wisdom of Ben Sira, 499; Alonso-Schökel, Diccionario,
449-451; Peters, Sirach, 378; y Smend, Sirach, 421.
cual se ofrece una figura más simple y legendaria de Henoc que circulaba
en el judaísmo, según se puede observar en Gen 5, 24 (tm y lxx)? Y, en
este caso la frase ~ymt acmn del ms B, más que una simple glosa, ¿no eviden-
ciaría un interés en el desarrollo teológico y la transformación de la figura
de Henoc dentro de la tradición textual del Siracida? Más allá de estas sos-
pechas, lo cierto y llamativo es que el verbo euvareste,w, que se presenta
como traducción del verbo $lh,23 termina englobando tres vocablos he-
breos de Sir 44, 16:
Una posible respuesta a las preguntas formuladas arriba podría estar diri-
gida por la valoración que el traductor griego daría de la frase $lhthw ~ymt
acmn como enunciado ético tautológico, y su eliminación por medio de una
precisión léxica y de estilo. En este caso, la frase ~ymt acmn, así como el ver-
bo $lh, tomado en sentido figurado, como lo señala Alonso-Schökel,24
concentra un significado ético, que explicaría su presencia y estructura pa-
ralela en el versículo, y que también puede justificar su interpretación por
medio del verbo griego euvareste,w (“comportarse uno mismo para dar sa-
tisfacción a”), que también tiene una carga semántica de tipo ético en la
lxx.25 Otra respuesta posible consistiría en sostener la introducción de
una transformación de Henoc desde una figura legendaria a otra de valor
ético. Pero este tipo de respuestas va más allá de las evidencias textuales,
requiriendo una reconstrucción del origen y significado sociológico de los
23
Según Takamitsu Muraoka, A Greek-Hebrew-Aramaic (Lovaina/París: Peeters, 2010), 51, en la lxx,
el verbo eu av reste w
, , es la traducción más concurrente del verbo $lh (11 veces, y todas en Hit. como
en el caso de Gen 5, 24), sólo una vez traduce el verbo trv (en Pi. “sirvió, ofició”).
24
Alonso-Schökel, Diccionario, 202-203.
25
Takamitsu Muraoka, A Greek English-Lexicon of the Septuagint (Lovaina/París/Walpole: Peeters,
2009), 297.
lectura como original, esta sería la primera vez que aparecería el nombre
de Henoc en el Siracida, abriendo una inclusión con la segunda y última
vez que aparece, en 49, 14,36 en el contexto de la sección del “Elogio a los
Padres” (44-50).
La decisión que se toma, a favor o en contra de la presencia de Henoc
en 44, 16, define también la aceptación o rechazo de su presencia en toda
la obra. Por ejemplo, Skehan y Di Lella,37 que rechazan 44, 16 como lectura
original, niegan la presencia de influencias de tradiciones henóquicas en
16, 7, traduciendo la frase ~wq ykysnl (lxx: peri, tw/n avrcai,wn giga,ntwn)
como “the princes of old”.38 Mack rechaza toda mención de Henoc en el
“Elogio a los Padres”, considerando como secundarios también 49, 14-16,
un pasaje con soporte textual.39 Por otro lado, Goff sostiene la influencia
del Libro de los Vigilantes (1Hen 1-36) en 16, 7.40 El problema de la lectura de
44, 16 va más allá de la crítica textual de Siracida, llegando a influir en la
cuestión sobre la relación y posición del texto en su entorno teológico y
sociológico en el judaísmo del segundo Templo. Kearns, en su tesis, recien-
temente reeditada, defendía que en la frase latina in paradisum, que apare-
ce sólo en la Vg de 44, 16, se percibía la evolución de su escatología, muy
similar a la desarrollada por el movimiento esenio, presente en otros escri-
tos que Kearns también considera de origen esenio, como Jub 4, 17-23 y
1Hen 60, 8.41 La propuesta de Kearns, publicada originalmente en 1951, ha
36
Puesto que en el resto del estudio la mayor parte de las citaciones bíblicas versarán sobre el texto
del Siracida, en adelante todas las citas indicadas sólo con números de capítulos y versículos son
referidas a Ben Sira, salvo que se indique explícitamente otra fuente.
37
Skehan y Di Lella, The Wisdom of Ben Sira, 270.
38
Aunque Di Lella es consciente de la alusión que la lxx hace a Gen 6, 4, niega enfáticamente la
presencia de tradiciones henóquicas en el texto hebreo.
39
Mack, Wisdom, 201.
40
Para Goff, “Ben Sira”, 645-566, Siracida no representa la oposición del sabio contra las tradiciones
henóquicas, mejor, las supone.
41
Kearns, Expanded Text, 200-204. En las páginas 281-302 el autor parte del análisis de la evolución
de la escatología que se observa entre los diferentes tipos de textos del Siracida, es decir, las dife-
rencias textuales observables entre los seis mss hebreos, los dos griegos (Gr I [lxx], y Gr II), la Vg y
syr, y desarrolla la hipótesis de la expansión del texto del Siracida en dos estadios (Sir I, Sir II) y el ori-
gen y carácter esenio de ambos. A la primera fase, ubicada por él entre los años 160-130 a. C., co-
rresponde un texto hebreo glosado y el Gr I. Luego vendría una fase de diversificación del
esenismo, con la introducción de influencias pitagóricas, entre otras, que se darían entre los años
130-100 a. C., en una primera subfase, y luego entre los años 100 a. C. y el 30 d. C., en una segunda
y definitiva subfase. A ella correspondería el texto presente en el Gr II y la Vg, y las relaciones del
Siracida con otros textos esenios, como Jub y 1Hen.
42
Para una valoración de la influencia de la obra de Kearns, así como una crítica a la misma, véase
la presentación que Maurice Gilbert hace en la reedición de su tesis (en Kearns, Expanded Text,
15-21), y las críticas de Puech (“Ben Sira and Qumran”, 111).
43
Boccaccini, “Where Does Ben Sira Belong?”, 21-41. Boccaccini hace una crítica a los diferentes cri-
terios usados en la investigación para ubicar el texto del Siracida: la clasificación como “apócrifo”
o “deuterocanónico” (pp. 21-22; que obedece más a criterios eclesiásticos), por cronología (pp. 22-
23; esta clasificación no tiene en cuenta la diversidad sociológica y teológica de los textos), y por
género literario (pp. 23-29; tampoco tiene en cuenta la diversidad sociológica desde la cual nacen
los textos). Finalmente, Boccaccini ofrece la clasificación por ideología como la más idónea para
ubicar al Siracida (pp. 29-34).
44
Véase también Wright III, “1 Enoch and Ben Sira”, 172-176, quien define el Siracida como un
texto perteneciente a una escuela de sabiduría en el contexto sociocultural del sacerdocio
jerosolimitano.
45
Boccaccini, “Where Does Ben Sira Belong?”, 29-34 y 40-41. Sobre la importancia del sacerdocio
sadoquita en el periodo persa, véase Lester L. Grabbe, A History of the Jews and Judaism in the
Second Temple Period. Tomo 1: Yehud: A History of the Persian Province of Judah (Londres: T. & T.
Clark, 2004), 225-234 (esp. 228-230 y 234).
46
Boccaccini, “Where Does Ben Sira Belong?”, 26.
47
Boccaccini, “Where Does Ben Sira Belong?”, 26-29.
Boccaccini ha afirmado que 16, 7 debe ser visto como reacción contra la
teodicea henóquica.
48
Según Argall, aunque entre 1 Henoc y Siracida existen diferencias, ambos textos tratan los temas
del orden de la creación, el origen del pecado y la retribución. Además, ambos textos buscan el
sentido profundo y oculto de la Torá. Argall defiende la tesis sobre la familiaridad de Siracida con
la tradición henóquica, especialmente con el Libro de los Vigilantes. Sobre esta síntesis de la pre-
sentación del texto de Argall, véase a Adams, Wisdom in Transition, 157-158. No se ha tenido acceso
directo a la obra de Argall. Los detalles de su tesis y desarrollo han sido seguidos a partir de la obra
de Adams ya citada.
49
Adams, Wisdom in Transition, 193-194.
50
Adams, Wisdom in Transition, 191-198.
51
Adams, Wisdom in Transition, 153-214.
52
Boccaccini, “Where Does Ben Sira Belong?”, 28.
53
Boccaccini, Middle Judaism, 77-125.
54
Boccaccini, “Where Does Ben Sira Belong?”, 35-36. Traducción propia. En su original, la cita dice:
“Ben Sira is not ready to provide any pretext for the Enochic claim that evil is a consequence of a
disorder that generated in the heavenly domain among the angels. In referring to Gen 6:1-4, Ben
Sira consciously avoids any mythological overtone; the ‘giants’ are ‘princes of old who were rebel-
lious in their might’ (Sir 16:7) and were punished by God as all other sinners. In Ben Sira’s world-
view, there is no room for devils, fallen angels, or evil spirits, not even for a mischievous officer of
the divine court as the Satan of Job, or for a domesticated demon as the Asmodeus of Tobit”.
55
Las lecciones de 16, 7 en los mss A y B son idénticas, salvo que el ms B presenta una laguna al final
de la segunda parte del versículo. Nótese las diferencias:
La frase inicial de ambos mss ( aXn al rXa) presenta un relativo con valor causal. La segunda parte
del ms B presenta ~ydrwmh (“los rebeldes”) en lugar de ~yrwmh (“los que guían”), de la lectura del ms
A. La lectura del ms B es seguida por la LXX: oi [ a pv e s, thsan. En el margen izquierdo del ms B se
lee: [...] bgb. Si se une esta lectura con la laguna del texto ( ~tr[...] bgb) se podría pensar en suplirla
con la lectura: ~trwbgb (“con su poder”), que es la lectura que aparece en el ms A. Sobre esto, véase
Morla, Manuscritos, 160 (nota 9). Sobre los textos de los mss A y B, véase Beentjes, Ben Sirach, 45
y 53.
56
Alonso-Schökel, Diccionario, 498.
hebreos rwbg, ~ylypn, qn[ y yapr; siendo rwbg traducido un mayor número de
veces que el resto.57 Gi,gantej no es una traducción precisa de ykysn. Ante
esto se podría preguntar por qué se ha escogido este vocablo como traduc-
ción.58
A esto se suma que la idea básica de 16, 7b tampoco concuerda con la
leyenda henóquica de los vigilantes. En Siracida éstos son presentados
como oi[ avpe,sthsan th/| ivscui, auvtw/n.59 Pero en 1Hen 6, 2 su rebelión y
pecado consiste en la impureza de su unión con las hijas de los hombres.60
Las vieron los ángeles, los hijos de los cielos, las desearon y se dije-
ron: “Ea, escojamos de entre los humanos y engendremos hijos”
(1Hen 6, 2).61
57
Muraoka, A Greek-Hebrew-Aramaic, 24.
58
En el ms B de Sir 16, 7, los ykysn son descritos como “rebeldes”, tal vez aludiendo a los vigilantes
rebeldes de 1Hen 6-8. Esta descripción de los vigilantes no aparece en Gen 6, 1-4. ¿Ha influido esta
descripción del ms B en la decisión del traductor griego al escoger el vocablo gi,gantej?
59
Ziegler, Sapientia Iesu filii Sirach, 196.
60
Suter, “Fallen Angel, Fallen Priest”, 115-135; Paul D. Hanson, “Rebellion in Heaven: Azazel, and Eu-
hemeristic Heroes in 1 Enoch 6-11”, JBL 96 (1977): 195-233.
61
Seguimos la traducción de Federico Corriente y Antonio Piñero, “Libro 1 de Henoc”, en Apócrifos
del Antiguo Testamento, ed. Alejandro Díez Macho (Madrid: Cristiandad, 1984), IV, 42.
62
El relato de condena de los príncipes del norte, de Ez 32, 30, resume la condena contra Tiro y Sidón
de Ez 28. En Ez 32, 28 se hace referencia a los héroes de Gen 6, 4. Sobre esto, véase a Luis Alon-
so-Schökel y José L. Sicré, Profetas. introducción y comentario (Madrid: Cristiandad, 1980), II, 802.
63
Crenshaw, “The Book of Sirach”, 725.
64
Morla, Manuscritos, 144 (nota 3).
65
~Xh yXna ~lw[m rXa ~yrbgh hmh
Estos fueron los héroes (lit.: los gibborim) de antiguo, hombres de
nombre.
65
Seguimos el texto de Kurt Elliger y Wilhelm Rudolph, Biblia Hebraica, 5ª ed. (Stuttgart: Deutsche
Bibelgesellschaft, 1997).
66
Seguimos la edición de Wevers, Genesis. Véase también Rahlfs y Hanhart, Septuaginta.
67
Skehan y Di Lella, The Wisdom of Ben Sira, 270, también ven en 16, 7 una alusión a Gen 6, 1-4 (lxx),
más que a la tradición henóquica.
68
Ziegler, Sapientia Iesu filii Sirach, 333.
69
John J. Collins, The Apocalyptic Imagination, 2a ed. (Grand Rapids: Eerdmans, 1998), 44-47.
4 Henoc, escriba justo, ve y haz saber a los vigilantes del cielo, que han
dejado el empíreo y su puesto eternamente santo y se han corrompido
con mujeres, actuando como los hijos de los hombres, tomando muje-
res y corrompiéndose sobremanera en la tierra, 5 que no tendrán paz
ni remisión de sus pecados (ou kv e s; tai u ` m` i n/ eivrh n, h ou t; e a f; esij), 6
pues no se regocijarán en sus hijos, verán el asesinato de sus predilec-
tos, se lamentarán por la perdición de sus hijos y suplicarán continua-
mente, pero no alcanzarán misericordia ni paz (1Hen 12, 4-6).72
70
Por la posible identificación con Cristo (en lugar de Henoc) que se da en el pasaje, este pasaje es
muestra de la adaptación cristiana de la figura de Henoc como agente de conversión. La biblio-
grafía sobre 1Pe 3, 19 es inmensa. Sin ser exhaustivos, sólo presentamos, como ejemplo, el estu-
dio más reciente del que tenemos conocimiento: Chad T. Pierce, Spirits and the Proclamation of
Christ (Tubinga: Mohr Siebeck, 2011).
71
A la luz del contexto inmediato de Jds 14b-15 (i.e. vv. 3-16) resulta evidente el papel teológico que
los vigilantes y los gigantes juegan en la teología de Jds: servir como arquetipos para presentar a
los herejes contra los cuales quiere el autor de la carta prevenir a sus lectores. En Jds 3-16 se pre-
senta la cita de 1Hen 1, 9. Desde Jds 11 se presenta por medio del género literario del lamento una
teología del juicio divino. Este juicio está dirigido contra los falsos maestros que se han introdu-
cido en la comunidad (cfr. Jds 3-4). Tanto el juicio como los falsos maestros son presentados con
el arquetipo de las antiguas condenas de Dios contra diferentes tipos de impíos. En Jds 5-16 se
ofrece una lista de arquetipos. En esta lista llama la atención la presencia de alusiones a la figura
de los vigilantes en Jds 6.13c. La lista es la siguiente: los impíos en Egipto (v. 5), los ángeles caídos
(v. 6), y Sodoma y Gomorra (v. 7). Después de una breve reflexión sobre el carácter blasfemo de
los falsos maestros (vv. 7-10), continúa la lista: Caín, Balaán y la sublevación de Coré (v. 11). En los vv.
12-13 son comparados con diferentes metáforas climáticas y figuras: las nubes sin agua, árboles de
otoño, con las olas del mar y los astros errantes. Sobre el análisis de estas perícopas, véase Donald
P. Senior y Daniel J. Harrington, 1 Peter, Jude and 2 Peter (Collegeville: Liturgical Press, 2008), 194-
213 (sobre Jds 5-13), 214-215 (sobre Jds 14-15); y Henning Paulsen, Der zweite Petrusbrief und der
Judasbrief (Gotinga: Vandenhoeck & Ruprecht, 1992), 73-78.
72
Seguimos la traducción de Corriente y Piñero, “Libro 1 de Henoc”, 49. Para el texto griego de 1 He-
noc, véase Matthew Black, ed., Apocalypsis Henochi Graece (Leiden: Brill, 1970), 27-30.
1 Toda sabiduría viene del Señor, y está con él por siempre. 2 ¿quién
los puede contar la arena de los mares, las gotas de la lluvia y los días
de la eternidad? 3 ¿quién puede medir la altura del cielo, la anchura de
la tierra y la profundidad del abismo? 4 Antes de todo fue creada la sa-
biduría, la inteligente prudencia desde la eternidad. 6 ¿a quién fue re-
velada la raíz de la sabiduría?, ¿quién conoce sus recursos? 8 Uno solo
es sabio, temible en extremo: el que está sentado en su trono. 9 Es el
Señor quien creó la sabiduría, la vio, la midió y la derramó sobre todas
sus obras. 10 Se la concedió a todos los vivientes y se la regaló a quie-
nes le aman. 11 el temor del Señor es gloria y honor, alegría y corona
de júbilo. 12 El temor del Señor deleita el corazón, da alegría, gozo
y larga vida. 13 el que teme al Señor, tendrá buen final, el día de su
muerte será bendecido. 14 Principio de la sabiduría es temer al Señor,
ella acompaña a los fieles desde el seno materno. 15 Entre los hombres
asentó su cimiento eterno, y con su descendencia se mantendrá fiel. 16
Plenitud de la sabiduría es temer al Señor, ella sacia a sus fieles de sus
frutos; 17 les llena la casa de tesoros, y los graneros de sus productos.
18 Corona de la sabiduría el temor del Señor, ella hace florecer paz y la
buena salud; 19 hace llover ciencia e inteligencia, y exalta la gloria de
los que la poseen. 20 Raíz de la sabiduría es temer al Señor, sus ramas
proporcionan larga vida (Biblia de Jerusalén).
Conclusiones
Bibliografía
. “Where Does Ben Sira Belong? The Canon, Literary Genre, In-
tellectual Movement, and Social Group of a Zadokite Document”. En
Studies in the Book of Ben Sira, editado por Géza G. Xeravits y József
Zsengellér, 21-41. Leiden/Boston: Brill, 2008.
Calduch-Benages, Nuria, Joan Ferrer y Jan Liesen. La sabiduría del es
criba: edición diplomática de la versión de Ben Sira según el Códice
Ambrosiano, con traducción española e inglesa. Estella (Navarra): evd,
2003.
Calduch-Benages, Nuria. “The Hymn to the Creation (Sir 42:15–43:33): a
Polemic Text?” En The Wisdom of Ben Sira, editado por Angelo Passaro
y Giuseppe Bellia, 79-118. Nueva York/Berlín: Walter de Gruyter, 2008.
Crenshaw, James L. “The Book of Sirach”, en The New Interpreter’s Bible.
Tomo 5, 601-867. Nashville: Abingdon Press, 1997.
Collins, John J. The Apocalyptic Imagination, 2a ed. Grand Rapids: Eerd-
mans, 1998.
Colunga, Alberto y Laurentio Turrado. Biblia sacra iuxta vulgatam Cle-
mentinam. Nova editio. Madrid: B. A. C., 1999.
Corley, Jeremy. “Searching for Structure and Redaction in Ben Sira: An
Investigation of Beginnings and Endings”. En The Wisdom of Ben
Sira, editado por Angelo Passaro y Giuseppe Bellia, 21-48. Nueva York/
Berlín: Walter de Gruyter, 2008.
Corriente, Federico y Antonio Piñero. “Libro 1 de Henoc”. En Apócrifos
del Antiguo Testamento. Tomo 4, editado por Alejandro Díez Macho,
13-143. Madrid: Cristiandad, 1984.
Elliger, Kurt y Wilhelm Rudolph. Biblia Hebraica Stuttgartensia, 5a ed.
Stuttgart: Deutsche Bibelgesellschaft, 1997.
Grabbe, Lester L. A History of the Jews and Judaism in the Second Tem-
ple Period. Tomo 1: Yehud: A History of the Persian Province of Judah.
Londres: T. & T. Clark, 2004.
Gilbert, Maurice. La sapienza del cielo. Proverbi, Giobbe, Qohèlet, Siraci-
de, Sapienza. Milán: San Paolo, 2005.
Goff, Matthew J. “Ben Sira and the Giants of the Land: A Note on Ben Sira
16:7”. jbl 129 (2010): 645-566.
Hanson, Paul D. “Rebellion in Heaven: Azazel, and Euhemeristic Heroes
in 1 Enoch 6-11”. JBL 96 (1977): 195-233.
1
La autora es licenciada en Sociología, y maestra y doctora en Antropología por la unam. Es investi-
gadora del Centro de Investigaciones Multidisciplinarias sobre Chiapas y la Frontera Sur (Cimsur)
de la unam, e integrante del Sistema Nacional de Investigadores. Entre sus publicaciones destaca
El nido heredado. Estudio etnográfico sobre cosmovisión, espacio y ciclo ritual en la Tribu Yaqui,
editado por el Instituto Politécnico Nacional en 2014.
ARTÍCULOS:
• Extensión mínima de 6 000 y máxima de 10 000 palabras, contando
notas al pie, pero sin tomar en cuenta las referencias bibliográficas.
• Fuente tipográfica Times New Roman de 12 puntos a espacio y me-
dio para el cuerpo del texto y de 10 puntos a espacio seguido para
las notas a pie de página.
• No deben incluir anexos y/o apéndices.
• Presentar una bibliografía relevante al final.
• Redactados en español, inglés, portugués o francés
• Incluir un resumen del artículo en su idioma original con una ex-
tensión máxima a 150 palabras y un abstract en inglés.
• Palabras claves en el idioma original e inglés.
REFERENCIAS Y CITAS:
Es indispensable presentar el artículo bajo el manual de estilo Chicago en
su 17˚ versión.
Se puede consultar en: http://www.deusto-publicaciones.es/deusto/pdfs/
otraspub/otraspub07.pdf
Las citas bíblicas vendrán en el cuerpo del texto, entre paréntesis, usan-
do las abreviaturas de la Biblia de Jerusalén.
Los documentos del magisterio deberán mantener el canon y serán
citados por primera vez dentro del cuerpo del texto usando su nombre
completo, seguido por el año de publicación. Las veces subsecuentes serán
incluidas al pie de página utilizando las siglas correspondientes al docu-
mento.
RESEÑAS:
• Extensión mínima de 600 palabras y máxima de 1 200.
• Fuente tipográfica Times New Roman de 12 puntos a espacio y me-
dio para el cuerpo del texto y de 10 puntos a espacio seguido para
las notas a pie de página.
• Redactadas en español, inglés, portugués o francés.
• Título.
• Bibliografía del libro reseñado e isbn.
• Constarán de:
§§ Presentación breve del autor de la obra señalada.
§§ Tesis central y algunos planteamientos secundarios.
§§ Descripción de la metodología empleada por el autor (fuentes y
PORTADA:
Los artículos y reseñas deberán incluir una portada con los siguientes da-
tos:
• Nombre del autor(es) como aparece en documentos oficiales.
• Nacionalidad.
• Grado académico.
• Adscripción (Institución y país).
• Datos de contacto (correo electrónico, teléfono y dirección).
• Semblanza curricular no mayor a 6 líneas.
• Título breve del artículo o reseña para poner en la portada de la
revista.
PAPERS:
• Minimum extension 6,000 and maximum 10,000 words, including
footnotes. (Bibliographical references not included)
• Font Times New Roman, 12 points, space and a half for the body
text and of 10 points single space for footnotes.
• Papers must not include annex and/or appendix.
• A relevant bibliography is to be included at the end.
• Written in Spanish, English, Portuguese or French.
• Abstract in the original language of the paper and English, no lon-
ger than 150 words.
• Key words in the original language and English.
• Title in the original language and English.
• If a non-Latin alphabet is used, it is preferred to be written with
Bwgrki. If otherwise, please specify. In this case, a pdf file must
Biblical citations must appear within the body text, between parentheses,
using abbreviations from the Jerusalem Bible.
Magisterial documents must follow its citation cannons. When cited for
the first time within the body text, should include it’s complete name,
followed by the year of publication. Subsequent times will be included
as footnote using the corresponding acronym for the document.
BOOK REVIEW:
• Minimum extension of 600 and maximum of 1 200 words.
• Font Times New Roman, 12 points,1.5 line spacing for the body
text, and of 10 points single space for footnotes.
• Written in Spanish, English, Portuguese or French.
• Title.
• Bibliography of the book and isbn.
• It must include:
§§ Brief presentation of the author of the book.
§§ Central thesis and some secondary arguments.
§§ Description of the methodology used by the author (Sources and
COVER PAGE:
Papers and book reviews must include a cover page with the following in-
formation:
• Author(s) name as it appears in official documents.
• Nationality.
• Academic degree.
• Institutional adscription (name and country).
• Contact information (email address, phone and address).
• Biographical note no longer than 6 lines.
• Brief title of the article or book review for the cover page of the
magazine.
STATEMENT OF ORIGINALITY:
In a separate file, it must be submitted a letter stating that the paper’s con-
tent or book review’s content is original and unpublished.
PUBLISHING POLICIES
• Papers submitted to Revista Iberoamericana de Teología must be
unpublished and original. Author(s) must hand in a letter to war-
rant so.
• Submitted papers will be first revised by the Editorial Board of
the ribet in order to asses it’s pertinence with the theological pro-
file of the journal and confirm the good academic presentation of
the author’s stated thesis. The Board’s decision is unappealable.
• Once the essay is accepted, the Editorial Board will then officially
name two academics specialized in the subject of the paper, one
internal and one external to the faculty of Religious Sciences. The
examiner’s and author’s name will be kept anonymous.
• The result of the peer-review can be approved, approved with chan
ges, or rejected. The result will be communicated to the author by
email and it is unappealable.
• If the result is approved with changes, the paper will not be pub-
lished by the ribet until a new edited version takes into account the
comments made by the examiners.
• The submitted paper must not be considered for publication else-
where at the same time.
• The author will yield the copyright of its paper to the Universidad
Iberoamericana A. C. in order to be included in the Revista Ibero
americana de Teología. The process is done at the website of copy-
right yield of the Publications Office, and the author must agree to
sign the letter of copyright yield, otherwise, the paper will not be
published.
• As remuneration for the article’s publication, Universidad Ibero
americana will send to each author three printed copies of the jour-
nal in which his/her paper was published.
ARTÍCULOS
El silencio como morada.
Mística y poesía en relación
Luis Gustavo Meléndez Guerrero
RESEÑAS
Enriqueta Lerma Rodríguez, Los otros
creyentes. Territorio y teopraxis de la Iglesia
liberadora en la Región Fronteriza de Chiapas.
Centro de Investigaciones Multidisciplinarias
sobre Chiapas y la Frontera Sur, Universidad
Nacional Autónoma de México, México,
2019, 225 pp. ISBN: 978-607-30-1527-1
Alejandro Rodríguez López
30 UNIVERSIDAD IBEROAMERICANA