Lenguaje Del Pensamiento Perkins
Lenguaje Del Pensamiento Perkins
Lenguaje Del Pensamiento Perkins
El lenguaje de pensamiento
Lenguaje de pensamiento:
1. Las palabras de un idioma que se refieren a los procesos y productos mentales. 2.
Las palabras que describen y evocan pensamiento.
¿Qué diferencia hay entre una risa y una sonrisa? ¿Entre una risa ahogada y una risa entre
dientes' ¿Entre una carcajada y una risotada? El sonido de la diversión humana cobra muchas
formas. Y aunque, en un sentido amplio, cada una de las ideas antes mencionadas es sinónimo
de risa, es más preciso decir que cada una tiene su propio sentido, sus asociaciones únicas de
sonidos y matices.
La risa es importante. La disfrutamos y, cuando otros ríen, puede resultar importante
distinguir con precisión de qué tipo de risa se trata, porque la risa puede significar muchas
cosas: placer, amor, amistad, malicia, diversión, nerviosismo y hasta dolor. Esto no significa que
cada instancia individual de risa tenga múltiples significados. Por el contrario, nada es tan simple
y placentero como una risa sincera. Pero cuando uno considera las variedades de risa en su
totalidad (con todos sus diferentes sentidos e intencionalidades), el fenómeno de la risa humana
se torna sorprendentemente complejo.
Cuando un fenómeno es complejo, tiende a tener muchas palabras para describirlo. Y así
sucede con la risa. Otro fenómeno humano similar, incluso más complejo y con muchos
nombres y palabras para designarlo, es el pensamiento.
El pensamiento. Es lo que uno hace en la cabeza, ¿no? Bueno, sí... Pero elegir las palabras
para identificar con precisión qué tipo de pensamiento está realizando uno (o los demás) puede
resultar un verdadero desafío. La lengua castellana contiene literalmente cientos de formas de
nombrar y describir los diferentes tipos de pensamiento. Consideremos un instante el sentido
de estas seis palabras:
El lenguaje de pensamiento (o lenguaje propio del pensamiento) está constituido por todas las
palabras y modos de comunicación que posee una lengua natural para referirse a los procesos y
productos del pensamiento. Incluye palabras como pensar, creer, adivinar, conjetura, hipótesis,
evidencia, razones, motivos, cálculos, sospecha, duda y teoría, por nombrar apenas algunas. (Un par
de páginas más adelante, ofrecemos una lista más completa.) Estas palabras describen un tipo de
actividad psíquica (por ejemplo: suponer, evaluar, teorizar) o un producto de la actividad psíquica
(por ejemplo: suposición, evaluación, teoría).
Todos empleamos permanentemente términos de lenguaje de pensamiento; por ejemplo,
cuando decimos cosas como: "Supongo que ése es su número de teléfono", "Creo que estamos en
medio de grandes cambios en la política mundial", o "Es una conclusión interesante".
Un ámbito en el que es esperable oír mucho lenguaje de pensamiento es el aula escolar.
Después de todo, la escuela es un lugar en ei que se puede esperar que haya mucho
pensamiento. Y algunas aulas realmente parecen tener un rico lenguaje de pensamiento. Uno
oye a docentes y alumnos usar muchas palabras intelectualmente evocativas, como razones,
conclusión, evidencia y opinión. Pero en otras aulas el lenguaje de pensamiento es más escaso, y
docentes y alumnos tienden a usar palabras más generales – como pensar, suponer y sentir – para
cubrir un amplio espectro de procesos cognitivos más precisos.
Es sorprendente ver la cantidad de verbos que existen para describir la vida de la mente,
¿verdad?
Si bien existen muchas razones que apoyan la idea de que el buen pensamiento se cultiva
mediante la exposición a un entorno lingüístico rico, suele darse una interesante paradoja. Los
textos escolares (en todos los niveles, incluyendo los de escuela secundaria) utilizan muy pocas
de las palabras incluidas en la lista precedente. Sin embargo, la investigación muestra que incluso
los niños de los grados inferiores han adquirido el aparato conceptual necesario para entender
los sentidos de muchos de estos términos, aun cuando no se les haya enseñado la palabra
precisa (Olson & Astington, 1990). Por ejemplo, aunque los alumnos de cuarto grado pueden
no estar familiarizados con la palabra confirmar, conocen bien los componentes conceptuales a
2. El lenguaje de pensamiento comunica y refuerza las normas del pensamiento. Las palabras
dicen qué tipos de pensamiento son adecuados y cuándo lo son. Por ejemplo, en la segunda
versión del diálogo sobre Amelia Earhart, el docente usa la palabra "teoría” para comunicar
que existen ciertas normas de pensamiento asociadas con la construcción de teorías,
normas que incluyen la búsqueda de evidencias y de razones. El uso de ciertas palabras en el
diálogo con los alumnos señala expectativas sobre lo que a veces se denomina "nivel del
discurso”.
Veamos otro ejemplo. Supongamos que se está analizando Huc-kleberry Finn en una
clase de literatura. Si uno simplemente pregunta a los alumnos por qué piensan que Huck
huyó, probablemente obtenga una respuesta corta, de una sola oración (por ejemplo: "Porque
le pegaban"). Pero si uno establece normas para las respuestas de los alumnos en la
formulación de las preguntas (por ejemplo, pidiéndoles razones que apoyen sus puntos de
vista, pidiéndoles que consideren interpretaciones alternativas, que analicen los motivos de
Huck, etcétera), estará elevando el nivel del discurso, y es más probable que promueva así
res-puestas más reflexivas y elaboradas.
Supongamos que uno quiera que el lenguaje propio del pensamiento se convierta en
parte de su propia escuela o de la cultura de su aula. ¿Cuáles son los elementos necesarios
para lograrlo? Recordemos las cuatro fuerzas culturales mencionadas en la introducción:
modelado, explicación, interacci6n y realimentación. Son cuatro potentes formas en que una
cultura enseña patrones para el buen pensamiento. El modelado consiste en ejemplos o
demostraciones prácticas de buen pensamiento. La explicación concierne a la transmisión
directa de la información relevante para el buen pensamiento. La interacción involucra el uso