Acercamiento Contextual

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EL ACERCAMIENTO CONTEXTUAL

DE
IVAN BOSZORMENYI-NAGY

MAESTRIA TERAPIA FAMILIAR


UASD

PREPARADO POR: Joaquín Disla


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CAPITULO I
EL MODELO CONTEXTUAL: INTRODUCCION

La terapia contextual asume una posición integrativa. Esto quiere decir, que
una comprensión amplia de la existencia humana esta inevitablemente
compuesta, tanto, de una realidad individual como relacional. La terapia
contextual tiene más que ver con la equidad en la responsabilidad que con
estructuras familiares o patrones transaccionales.

La terapia contextual, en su fundamento, permite reintroducir la verdad de la


originalidad/singularidad que existe en cada persona, dentro de la terapia
sistémica y al mismo tiempo permite crear un puente con la terapia individual, a
través de los vínculos relacionales y los balances que existen entre los mismos.

En este enfoque, la realidad relacional puede ser vista como un gran


contenedor que incluye las dimensiones fundamentales de la originalidad de la
persona o de su personalidad.
Las dimensiones son cuatro, estos son:

1.- Biológico 2.- psicológico


3.- patrones transaccionales 4.- responsabilidad

Cada persona es responsable de enfrentar sus propias opciones de vida. Estas


opciones ocurren y deben ser identificadas en un medio que esta cargado de
patrones transaccionales que se mueven de persona a persona y de generación
en generación. Durante todo este proceso, consecuencias específicas se
desarrollan y en el fluir de una vida a otra inciden sobre el futuro de aquellas
personas que todavía no han nacido.

La terapia contextual en su diseño debe considerarse como algo más que un


modelo terapéutico ya que toma en cuenta los cuatro elementos anteriormente
ya mencionados.

Su posición básica es inseparable de la prevención primaria que debe estar


implícita en dondequiera que los adultos toman o asumen una responsabilidad
para el bienestar de la posteridad.
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LAS CONSECUENCIAS: LA CLAVE PARA EL CONTEXTO


El diseño fundamental utilizado para realizar cualquier intervención contextual,
debe estar basado en dos premisas o convicciones fundamentales.
1.- Las consecuencias derivadas de las acciones o decisiones de una persona
pueden afectar la vida de todas las personas que están relacionadas de una
manera significativa a ésta.
2.- El sostener una relación significativa con otra persona es inseparable del
asumir una responsabilidad por las consecuencias que se puedan derivar con
relación a estas mismas personas.

EL CONTEXTO EN LA TERAPIA CONTEXTUAL


Tal y como se utiliza aquí el concepto “contexto”, significa las consecuencias
que fluyen de una persona a otra, de una generación a otra y de un sistema a
otro. El término se refiere a la interconexión que existe entre lo dinámico y lo
ético (pasado, presente, futuro) de aquellas personas que sostienen una
relación significativa.
Desde este punto de vista la consecuencia natural de las relaciones es
ontológica, basados en el mismo hecho de Ser persona. Las relaciones
familiares están empoderadas por el hecho de que los miembros están
conectados por el nacimiento, por lazos consanguíneos. Ellos están
empoderados solamente de manera secundaria por lo que los miembros hacen el
uno por el otro.

El peso de sus conexiones está sustentado por el engendro, por el ser, por el
llegar a ser y por el merecer.

Es la conexión que existe entre las personas lo que determina ser el factor de
más peso y de mayor consecuencia.

El término “contexto” significa que nadie esta exento de las buenas o malas
consecuencias que se derivan de las relaciones. También, implica que hay
oportunidades intrínsecas en las relaciones significativas para poder
transformar las consecuencias existentes- a través de descubrir nuevas
opciones para relacionarse-.

El contexto esta marcado por la apertura de las realidades de cada persona y


por la maleabilidad de destino de cada ser humano.
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Lo contextual reconoce lo limitado de pensar en términos de una patología, en


vez de eso lo contextual enfatiza la existencia de los recursos en las
relaciones significativas, que una vez actualizados pueden transformar el odio
en cercanía, la injusticia sufrida en un balance de justicia y la falta de
confianza en confianza.

En este sentido el contexto es definido inductivamente por el proceso y el


flujo de las consecuencias relacionales. Las intervenciones contextuales no son
definidas tan solo en términos de la patología y sus causas, tampoco por un
conjunto de estrategias sobre como enfrentar estas patologías. Lo contextual
significa eso y algo más, es el darse cuenta de que:
Las personas tienen opciones para responder responsablemente sobre las
consecuencias relacionales que les afecta a ellos y a los demás.

La diferencia entre el contexto y el sistema, es que el primero implica el reino


de las relaciones definido y caracterizado por las inherentes dinámicas que se
dan entre el toma y daca, de las personas que están vinculadas
significativamente.

El sistema implica un reino descriptivo de relaciones que es sostenido por


ciertas reglas funcionales. El sistema es entendido a partir de ciertas reglas
deductivas.

El contexto pertenece al reino ontológico, constituido de realidades pre-éticas.


Su criterio de validez descansa sobre una decisión óntica:
Asumir o no asumir responsabilidad por las consecuencias de las actuales
relaciones, que de manera segura se sabe que afectarán a los otros.
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CAPITULO II
LOS TRES (3) ASPECTOS DEL DIALOGO ENTRE LAS
PERSONAS

Las relaciones cercanas o significativas se establecen de acuerdo a los


siguientes dos criterios:
1.- a través de los lazos de consanguinidad
2.- por una relación emocionalmente significativa

En sentido general, la calidad de una relación significativa dada en el tiempo,


depende de la capacidad de establecer un diálogo genuino; y en su esencia el
diálogo genuino depende de un cuidado responsable que sea recíproco.
Desde el punto de vista contextual, es la esencia de esta realidad relacional la
que llega a crear el contexto para que se de una individuación madura.

I.- POLARIZACION
El primer aspecto del diálogo es la polarización entre los “yo”. Este aspecto del
diálogo genuino ofrece dos vías principales para el logro de la individuación o de
la formación de la personalidad, a través de la mutua definición de los otros.

Una de estas vías es la auto-definición (auto-descripción) que no es más que el


uso de las relaciones para definir el yo de cada uno en relación al otro.

La otra vía es la auto-validación, que no es más que la validación o el


reconocimiento de la auto-valía a través del derecho ganado por haber
ofrecido el cuidado esperado. Es el uso de la relación como una opción para
ganar mérito.

Contextualmente, la individuación, es un proceso relacional. El desarrollo


psicológico, así como, el social son dos procesos esencialmente indivisibles. Son
dos polos de la realidad humana, que existen en una relación dialéctica el uno
con el otro.

Así como son la sicología individual y la relación partes integrantes el uno del
otro, así mismo, lo son el pasado y el presente.
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AUTO-DEFINICION
La individuación en un sentido psicológico, es parecida a la sobrevivencia en un
sentido biológico. En cualquier lugar o momento entre el nacimiento y la
muerte, las personas tienen que llegar a enfrentarse con la situación de la
definición de su ser único, de su propio yo. Uno que es definido y puesto
aparte, diferenciado del resto del mundo y de los demás.

Parte de la auto-definición de cada persona es tener propósito y significado en


la vida, y esto procede o se puede obtener de muchas fuentes, entre estas se
pueden citar tres que son de extrema importancia.

1.- la lucha por la supervivencia (la lucha por la vida)


2.- sostener relaciones significativas
3.- la cadena de consecuencias transgeneracionales
La formación del “yo” requiere una antítesis dialéctica con la existencia del
otro o no “yo”. El significado personal se entremezcla con los modos de
relacionarnos.

La polarización es un principio relacional, así como, una guía terapéutica. Como


un aspecto del proceso de diálogo significa la mutua individuación a través de la
existencia del otro.

La individuación entre dos o más personas está caracterizada por un aspecto


de la polarización entre el yo y los otros. Esta se da tanto desde la
perspectiva psicológica (separación), la perspectiva transaccional (dar y
recibir) y la perspectiva ética (diálogo justo y cuidado genuino).

La individuación va de la mano con el sentimiento de pérdida. El desarrollo y


crecimiento de un miembro de la pareja induce al otro a sentir el temor de ser
abandonado y ser traicionado.
Desde el punto de vista contextual, la genuina autonomía radica, descansa, en la
capacidad de la persona para considerar las consecuencias de una relación,
tanto, desde la posición de ventaja de uno mismo como desde la del otro.
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AUTO-VALIDACION
Este proceso se enfoca tanto desde una perspectiva psicológica como desde
una perspectiva ética-existencial. En otras palabras, al ofrecer/brindar
cuidado al compañero(a), la persona no tan solo satisface una necesidad
psicológica existente sino que también aumenta su propio valor y mérito. La
auto-validación, por tanto, afecta el balance de los reclamos relacionales, así
como, el de las obligaciones. Aumenta la justificación del reclamo del yo hacia
el mundo.

Erickson, hablo de la generatividad como uno de los factores que inciden en la


madurez psicológica de los adultos. Maslow, incluía la “preocupación por otros”
como uno de los factores que conducían a la auto-actualización de la
personalidad.

La tendencia innata de preocuparnos por otros no solamente es parte de los


adultos, también, los niños la presentan. Un niño(a) cuyas actitudes y
contribuciones al bienestar de sus padres le son reconocidas y acreditadas
aprenderá a escoger, el ganar derecho constructivo.

El potencial psicológico humano incluye una necesidad de cuidar y preocuparse


por los demás. Este hecho facilita la opción de una persona para optar por la
auto-validación a través de ofrecer el cuidado. Por otro lado, al no tomar en
cuenta las necesidades y derechos de los demás, las personas carecen de un
criterio confiable para su justo pago en el contexto de sus libros mayores
relacionales.

El diálogo invariablemente se deteriora cuando uno de los miembros de la


relación es manipulado y convertido en culpable.

La recurrente tendencia de convertir en chivo expiatorio al miembro “malo” de


la familia, contribuye al uso de las relaciones de una manera destructiva y
explotadora. La contribución de la oveja negra de la familia es apenas
reconocida (acreditada). Este llega a ser abandonado y despreciado.

Además el acusar o culpar puede proteger al acusador de enfrentar los matices


de su propia responsabilidad. Algunas veces, simplemente, es más fácil
proyectar nuestras propias imperfecciones sobre alguien, sobre cualquier otro.
Sin tomar en cuenta el momento que se elija, el convertir a alguien en oveja
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negra siempre sugiere una implícita parentalización. El chivo expiatorio esta


siendo injustamente forzado a asumir o tomar la responsabilidad por la carga o
pecados de alguien más.

La sobre idealización de un niño es normalmente la precursora de convertirlo


en el blanco de la culpa.

II.- RESPONSABILIDAD EN LAS RELACIONES: LO SIMÉTRICO


VERSUS LO ASIMÉTRICO
El segundo aspecto en el proceso dialógico de la individuación tiene que ver con
la justificación de lo que las personas se deben el uno al otro. Dicho en otras
palabras, enfoca el tema de los límites inherentes de una persona en aceptar
responsabilidades por las expectativas justificables de la otra persona.

Las relaciones simétricas son intrínsecamente reciprocas . Las personas de


igual fortaleza y posición, quienes dan de si mismos, tienen derecho a un
retorno de aproximadamente igual medida. Para mantener una relación digna
de confianza o justa, los miembros de la relación que reciben, tanto del uno
como del otro, se espera así mismo de ellos que retornen o devuelvan en la
misma medida, aproximadamente. Por el contrario, las relaciones
asimétricas en su dimensión ética, están intrínsecamente limitadas en su
reciprocidad. Los padres no pueden esperar recibir una medida
aproximadamente igual, en retorno a lo que ellos han dado a sus hijos pequeños.
En otras palabras, el dar intergeneracionalmente no es solamente de un orden
de magnitud diferente, sino que también es de calidad diferente. Por ejemplo,
es obvio que los padres tienen la opción de dar vida a sus hijos. Los niños no
tienen la misma opción con sus padres.

En resumen, la simetría o asimetría en el dar y recibir es esencialmente


factual, pre-actitudinal y pre-transaccional. La secuencia de las generaciones
por si misma dicta y justifican el grado de dirección de la igualdad o equidad.
Si la asimetría intrínseca de un contexto determinado no es tomada en cuenta,
la capacidad de la relación para ser tomada en cuenta como digna de confianza
se verá afectada.

RECURSOS COMPENSATORIOS
Los conceptos de derecho ganado a través del ofrecimiento del cuidado
merecido y de los mandatos y legados transgeneracionales, nos pueden ayudar
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a comprender los recursos compensatorios que se producen en las relaciones


asimétricas. Este concepto produce una recompensa interna, que en esencia
compensa a un padre por haber dado lo mejor por su hijo, aun cuando, no
espere ningún reconocimiento ni cuidado recíproco en retorno por lo que ha
hecho o invertido en este hijo.

Obviamente, alguna reciprocidad es pagada desde el niño hacia el padre, pero


ésta sólo es parcial, en relación a la inversión del padre. Por otro lado, el
cuidado paternal por si mismo es probable que produzca satisfacción emocional
a los padres. La opción de ganar derecho mitiga contra la naturaleza
asimétrica de los balances de expectativas intergeneracionales del toma y
daca.
Como una ilustración de este caso, para su propio derecho futuro, los hijos
llegan a estar obligado para ejecutar algunos mandatos transgeneracionales o
expectativas de los legados. Entre los más conmovedores o patéticos de éstos,
está la obligación de ofrecer cuidado sobre los padres envejecientes o
enfermos, así como, cuidar a sus hermanos dependientes. Las expectativas de
repagar a los padres, son de esta manera balanceados y combinados a través de
la ejecución de estos mandatos y legados transgeneracionales.

EVALUACIONES PERIODICAS
En las relaciones significativas dignas de confianza, las evaluaciones periódicas
del re-pago justo constituyen el sine qua non de estas relaciones. Si uno de los
miembros de la relación falla en brindar el cuidado o falla en hacer manifiesto
este cuidado a través de nuevos balances en el “toma y daca”, la relación con el
tiempo perderá su capacidad de ser digna de confianza. En relaciones
simétricas, por ejemplo, uno de los miembros de la relación que se sienta
explotado o no cuidado puede argumentar por su justo pago y de ese modo
confirmar su continuo interés en sostener la viabilidad de la relación. Su
protesta puede ser satisfecha por el otro con sorpresa, negación, enojo,
gratitud, indignación o alivio. Cualquiera que sea la respuesta, un esfuerzo por
restaurar la equidad o justicia se realizará Por ejemplo, pueden surgir para la
relación nuevos recursos, nuevas actitudes y nuevas conductas.

Por otro lado, los esfuerzos para restaurar los balances justos de la relación
pueden que no funcionen, en este caso, la relación puede convertirse en
patológica, por lo menos para uno de los miembros y así presentar una
desintegración progresiva hasta el punto de acabarse la relación.
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La función de la justicia o equidad multilateral se puede comprender


fácilmente en las relaciones significativas entre dos compañeros. Un relativo
balance del “toma y daca” proporciona una distribución justa de las cargas y
beneficios para cada uno de los miembros de la relación. Asumiendo una
simetría en los compromisos, ninguno de los miembros debe victimizar o
explotar al otro, a no ser que se de por un acto de decisión propia el explotar al
otro o por ignorancia. Cada uno de ellos, usualmente, tiene la opción de
terminar la relación o de re-trabajar sus costos. Por otro lado, cuando los
miembros de la pareja son incompatibles, que no ligan, es más difícil evaluar la
naturaleza de la equidad/justicia.

COMPAÑEROS INCOMPATIBLES
¿Qué es lo justo entre los miembros de la pareja?
Tanto en las relaciones simétricas (pareja) como en las asimétricas (padres-
hijos), la distribución equitativa de las cargas y los beneficios va a depender de
dos factores fundamentales:

1.- los balances entre los intereses de auto-servirse de cada uno de los
miembros de la relación.
2.- el balance entre el egoísmo y la consideración esperada del otro dentro de
cada uno de los miembros de la relación.
Las oportunidades de ganar mérito a través del ofrecer cuidado tiende a
conectar la antítesis entre el auto-servicio y la auto-validación a través de la
consideración esperada, especialmente, cuando el adulto esta en una relación
con un niño indefenso.

En la relación asimétrica el adulto es compensado por un retorno equitativo o


directo excepto a través de la recompensa del derecho merecido o ganado.
Además, la libertad que se desarrolla desde los derechos ganados
debidamente, no es solamente recompensante, sino también auto-sostenedora.
Una vez que las personas comprenden los beneficios para sus propios
intereses, estos tienden a entrar en una espiral ascendente del derecho
ganado repetidamente.

RELACIONES INTERGENERACIONALES
En contraste con las relaciones de pareja, las relaciones
intergeneracionales son fundamentalmente asimétricas . No existe
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justificación alguna para reducir la relación de padre-hijo a una simple relación


de amigos, amantes o de colegas. Pero por otra parte, la relación de padre-hijo
presenta oportunidades para la simetría. Los padres pueden comportarse en
determinadas manera que a los hijos les guste y lo puedan disfrutar. Los hijos,
por otro lado, pueden desarrollar intereses, tales como, el teatro, la lectura, el
deporte, en los cuales los padres pueden participar. Padre e hijos pueden
trabajar juntos o dar razón de sus tiempos o ausencias, de una manera
definitivamente simétrica. Además, los hijos pueden y hacen las evaluaciones
de las conductas de sus padres, así como, ellos evaluarían a otras personas.
Realizar actividades en común puede crear una ilusión de compañeros en
camaradería.

Sin embargo, ya sea que reflejen gustos o disgustos, una involucración intensa
o una aparente diferencia, las posibilidades de una relación amistosa entre
hijos y padres no deben confundirse con una simetría genuina. El adulto que no
toma en cuenta esta asimetría en la responsabilidad relacional esta cayendo en
el terreno de la parentalización. En última instancia, los hijos no pueden ser de
igual fuente en el dar existencial hacia sus padres, como los padres pueden ser
a menudo para ellos.

La asimetría descansa en la desigualdad de lo justificadamente con relación a


las respectivas expectativas de las partes tanto del uno como del otro. En las
relaciones asimétricas es como si los brazos de la escala de justicia se han
vuelto desiguales.

La libertad de los adultos para dar o invertir en sus hijos está muy influenciado
por el hecho de que estos han elegido la opción de ser padres. Después de
todo, los padres usualmente se benefician de la satisfacción emocional que se
deriva de la tarea de criar.

La desviación unilateral de la crianza está también gobernada por la posibilidad


de las consecuencias. Es un hecho paradójico que el interés y preocupación de
los padres por las consecuencias de su conducta sobre el bienestar de sus
hijos, conduce a mejorar, aumentar el grado de su propia libertad personal.

La jerarquía ontológica de las relaciones padre-hijo es fundamentalmente


irreversible y nunca puede ser completamente contrarrestada por una
conducta compensatoria. La responsabilidad igualitaria en las relaciones
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asimétricas comienza con el hecho de que una posición de cautiverio e


indefensa de un niño lo dota con un crédito intrínseco.

Por otro lado, años de devoción y nutrición unidireccional, le permite a los


padres ganar créditos. Según los padres envejecen, son ahora los hijos quienes
tienen la obligación de enfrentar la consideración necesitada de una manera
unilateral. Como los hijos pequeños, así también, los padres envejecientes se
ven limitados en su capacidad de devolver el mismo interés y preocupación por
los hijos adultos.

III.- JUSTICIA MULTILATERAL INCLUSIVA


El término inclusive pertenece a la consideración de las justificaciones y
responsabilidades de todos los lados en un proceso que se este llevando a cabo.
De hecho la inclusividad como un requerimiento postula, sostiene que ningún
libro mayor diádico puede estar envuelto en un justo y equitativo “toma y daca”
sin la consideración dada a todos aquellos que podrían ser afectado a través de
las consecuencias. La justicia o equidad de cualquier libro mayor en el “toma y
daca” tiene que incorporar, tomar en cuenta la consideración del conectarse a
través de las consecuencias y la inclusión de todos aquellos que serán
afectados.

La terapia contextual se mueve desde los roles y las transacciones hacia los
libros mayores de méritos, obligaciones y créditos.

En el trabajo contextual, las relaciones cercanas son vistas, tanto, desde una
posición de ventaja centrípeta, así como, desde una posición de ventaja
centrífuga. La terapia contextual, incorpora tanto el enfoque de la psicología
individual, así como, el enfoque de la terapia familiar clásica. Desde la
psicología individual, esta relación es definida desde la perspectiva del self
como el referente, con el compañero sirviendo como una fuente potencial de
gratificaciones a las necesidades del self. Desde la perspectiva de la terapia
familiar clásica, esta relación es definida desde la perspectiva del otro como el
referente, con el self o con los grupos de selfs, vistos como sirviendo a los
propósitos del otro o de los otros.

El diálogo genuino, sin embargo, va más allá de estas dos dinámicas o


posiciones, va a lo que se le ha denominado el reino del “entre”. Este diálogo
puede ser llamado el diálogo de reclamos para lo justificadamente equitativo.
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EL DERECHO DE LOS HIJOS PEQUEÑOS.


Temas tales como, el ser digno de confianza y la justicia en las relaciones
depende de las evaluaciones periódicas y de las re-evaluaciones de los
endeudamientos y derechos de cada persona con relación a su compañero de
relación. Este proceso puede ser lineal o circular, pero siempre tendrá que ver
con los balances entre dos personas. Por otro lado, las relaciones asimétricas
son siempre triádicas; actuar en los intereses del compañero mas indefenso,
tiende a involucrar las expectativas de los legados de uno. La expectativa
basada en el legado de la justicia relacional es análogo a los reclamos de una
tercera parte demandante.
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CAPITULO III
LOS CUATRO (4) ELEMENTOS DE LA REALIDAD
RELACIONAL

Todos los elementos que componen el modelo contextual, tales como, su teoría
acerca de la funcionalidad o disfuncionalidad de la familia, el proceso de
cambio y las intervenciones clínicas, están basados sobre la idea de que existen
cuatro realidades relacionales, que sirven de base para entender y construir el
mundo interpersonal y a través de éste el self.

1.- HECHOS O REALIDADES OBJETIVAS


Esta dimensión incluye los factores pre-existentes, los conflictos que no se
pueden evitar y las consecuencias de los mismos. Los factores pre-existentes
incluye factores genéticos, características psicológicas, la historia del
desarrollo de la familia y los eventos que se suceden en los diferentes ciclos de
la vida, tales como el divorcio, enfermedades hereditarias o las muertes que se
han producido en la familia.

2.- PSICOLOGÍA INDIVIDUAL


Esta dimensión de la sicología individual incluye las experiencias afectivas,
conductas características del individuo, las metas de la vida y las motivaciones
individuales. Los aspectos de la sicología individual son considerados grandes
recursos a los cuales se puede acudir en la terapia para lograr los cambios
deseados en lo que implica los cambios relacionales.
Los sentimientos de las personas y sus motivaciones son indicadores
relacionales, eso quiere decir que ellos señalan una dinámica interpersonal o
patrones en proceso. Por ejemplo, la experiencia del enojo a menudo puede
indicar que alguien ha sido privado de las ganancias que otra persona debe
darle.

3.- SISTEMAS DE PATRONES TRANSACCIONALES


Esta dimensión principalmente sirve como fuente de información acerca de los
entendimientos implícitos contractuales o éticos dentro de una familia. Esta
dimensión incluye los procesos verbales y conductuales que pueden ser simples
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o complejos, como por ejemplo el doble vínculo, encuadre y reencuadre del


problema, connotaciones tanto positivas como negativas y expresiones
conductuales de intimidad, autoridad y control.

4.- ETICA DE LA CONSIDERACION ESPERADA (CONFIANZA


MERECIDA)
Este término se refiere al levantamiento de la confianza a través de actos
justificables (por justificable se entiende la consideración de las necesidades
de los demás miembros de la familia). La capacidad de la persona para
mantenerse siendo confiable para los demás permite sostener una relación a lo
largo del tiempo. Dentro de este concepto encontramos 7 conceptos claves
para describir los procesos emocionales relevantes.

1.- Legado (Legacy): se refiere a un mandato transgeneracional que


vincula las características heredadas de una generación actual hacia las
obligaciones para con los hijos. Una familia examina y modifica sus legados a
causa de su inherente obligación para ayudar a la próxima generación a sentirse
libre de las tradiciones y delegaciones de generaciones previas.

El término legado es usado para denotar el mandato universal de la


responsabilidad parental, incluyendo el mandato humano de cambiar
completamente las injusticias del pasado para el beneficio de la próxima
generación y la posteridad.

2.- Ser digno de Confianza (Trustworthiness): Es visto como un


proceso de vínculo afectivo bilateral, construido entre los miembros de la
familia. La importancia de la construcción de confianza mutua deriva de la
idea, de que el balance relacional o mutualidad, es la clave de la intimidad. La
percepción de un compañero(a) o de un progenitor como digno de confianza es
un resultado de:
a) haber dado crédito por la contribución que los demás han hecho a la familia.
b) haber respondido de una manera responsable cuando se han presentado las
necesidades
c) haber mostrado interés por una distribución justa de las cargas y de los
beneficios en la familia. El ser digno de confianza puede ser visto, también,
como una “responsabilidad relacional”.
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3.- Mérito (Merit): Es una manera de ganar derecho hacia uno mismo
por haber contribuido con los demás y haber dado crédito a los demás. Es un
crédito merecido. Es una forma de reconocer el esfuerzo que los demás han
hecho por mí, por mejorar mi calidad de vida. Es una forma de reconocer
abiertamente, los esfuerzos que los demás miembros de la familia han hecho.

4.- Derecho ganado (Earned entitlement ): Es una posición contraria a


la de dominio y control. No es un proceso interaccional, no es un proceso
psicológico, es un proceso contextual por el cual cierta cantidad de cuidado es
esperada, que ese individuo lo ha ganado a través de conductas dignas de
confianza. Lo recibe por haber ganado confianza o por haberla merecido.

5.- Autonomía (Autonomy): se refiere al crecimiento personal o


conducta con propósito definido, cuando existe al lado de ser digno de
confianza. Autonomía con responsabilidad significa que un individuo toma sus
decisiones y que al mismo tiempo es capaz de realizar una evaluación
multilateral de las consecuencias. Nagy define autonomía como la capacidad
para ganar derecho (mérito)

6.- Revolviendo la Pizarra (Revolving slate). Es un proceso relacional


en donde el deseo de una persona de venganza contra alguien que lo ha herido
es expresado con una víctima sustituta.

7.- El libro Mayor (Ledger):


Usamos el concepto de libro mayor, para referirnos a los derechos y
endeudamientos a nivel personal. En este marco teórico, el libro mayor tiene
que ver con una contabilidad implícita de lo que se nos ha dado y de lo que se
debe en retorno. Los temas de discusión sobre el libro mayor permean nuestro
diario vivir y nuestras relaciones. En el lenguaje contextual, el libro mayor es
una declaración acerca del equilibrio entre dos componentes éticos.

El primero tiene que ver con las deudas y los derechos dictados por el legado y
su contraparte, la lealtad filial. Estos pueden variar grandemente aún entre
dos hermanos; por ejemplo, para uno de ellos el imperativo es ser exitoso,
mientras que, para el otro puede ser el de ser el enfermo de la familia. Stierlin
(1974) ha llamado a estos roles específicos de expectativas
intergeneracionales “delegaciones”. Las delegaciones derivan del hecho de que
nuestros propios orígenes pueden poner cargas injustas sobre los hijos, tales
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como las consecuencias del alcoholismo en la presente generación. Delegación


destructiva no es lo mismo que el Legado.
El otro componente ético del libro mayor, tiene que ver con la acumulación de
mérito a través de las contribuciones hechas al bienestar del otro. En este
sentido, el dar es el derecho de quien da. De este modo, el derecho ganado
puede combinar lo que es inherentemente esperado como padre o como hijo y lo
que uno ha llegado a merecer. Una persona que contribuye al balance de
justicia apoyando los intereses de los demás y tomando en cuenta sus
vulnerabilidades, puede decirse que adquiere mérito y derecho.

En los términos de la ética relacional, el mérito es la unidad que cuenta. Este


concepto se refiere al balance entre los méritos y las deudas de dos personas
en su relación. El libro mayor de Justicia (equidad) está balanceado en una
relación, cuando ha habido un mutuo toma y daca entre la pareja. Algunas de
las deudas y de los derechos en una relación son verticales, otras son
horizontales. El libro mayor hay que verlo dependiendo de si uno está
observando una relación simétrica (esposos) o asimétrica (padres-hijos). Un
balance justo o libro mayor balanceado requiere reciprocidad equitativa, no
igual.

Este modelo presta atención a lo siguiente:


1.- las consecuencias de las decisiones y acciones pasadas, sobre las actuales
relaciones
2.- el impacto de esas consecuencias sobre todos los miembros de la familia
3.- desarrollo de los recursos relacionales, con un énfasis marcado sobre los
más vulnerables, a saber: los niños(as)
4.- prevención de daños futuros en las actual y futura generación.
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CAPITULO IV
APLICANDO LA TERAPIA CONTEXTUAL

¿Qué trata de cambiar la terapia contextual?

La gran meta de la terapia contextual radica en ayudar a las personas que


buscan la orientación o guía terapéutica (ya sea como parte de un grupo
familiar, como pareja o como individuos) para que se produzcan en ellos
cambios fundamentales en su forma de pensar sobre las relaciones y en su
forma de actuar en las mismas, con el objetivo de dirigirse hacia un balance
más grande.

Una meta fundamental es ayudar a las personas a que empiecen a cambiar de


tal manera que estos cambios faciliten sus habilidades para reconocer los
esfuerzos positivos que hacen los integrantes de la relación. En donde quiera
que el terapeuta hace este reconocimiento, tanto de los esfuerzos positivos
como de los daños sufridos en el pasado el objetivo al hacer esto es facilitar
las habilidades de las personas para reconocer los esfuerzos y contribuciones
que cada miembro de la relación ha hecho; el reconocimiento por parte del
terapeuta no es el producto final, sino más bien un catalizador para lograr
cambios en el futuro.

Desde la primera sesión el terapeuta busca forma o vías para dar crédito
(acreditar)a las personas con el objetivo de ayudarle a dar crédito a los demás
o de acreditarse mutuamente. Según la terapia contextual, en la medida que
las personas empiezan a acreditarse mutuamente, tanto el que acredita como el
acreditado se benefician significativamente.

Este enfoque busca resaltar la justicia relacional, el equilibrio en la


reciprocidad, como un tema de gran trascendencia e importancia en cualquier
relación cercana y significativa, y al mismo tiempo busca ayudar a las personas
a poder sostener un diálogo en donde cada uno pueda presentar su punto de
vista con libertad, pero al mismo tiempo, también, este dispuesto a escuchar al
otro de una manera genuina y sincera.
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El terapeuta ayuda a la persona a pensar y a hablar acerca de lo que es justo e


injusto

El terapeuta que usa este acercamiento esta comprometido con la


consideración del bienestar de todas aquellas personas cuyas vidas
probablemente ser verán afectadas por las cosas que ocurran durante y
después de la terapia.

El terapeuta contextual busca información acerca de las experiencias previas


de las personas, no con el objetivo de convertirse en un arqueólogo de la
mente, sino porque quiere entenderlas, especialmente en las formas en que
estas personas han sido heridas o dañadas, de tal manera, que podamos
ayudarlas a desarrollar nuevas formas de vivir sus experiencias y nuevas
formas de relacionarse. Para ser parcial a todos los miembros de la familia,
necesitamos conocer acerca de las cosas que temprano en sus vidas lo han
herido a cada uno de ellos. En el lenguaje contextual, esto significa conocer de
cómo han experimentado las injusticias y daños en sus vidas.

DERECHO DESTRUCTIVO VS. DERECHO CONSTRUCTIVO: LAS


CICATRICES DEL PASADO

Derecho destructivo: Derecho ganado a través de las injusticias sufridas en el


pasado que todavía se vivencian en el presente. También, existe el Derecho
Constructivo.

Mi propio dolor siempre será mucho más real e importante para mí que el de los
demás. Si este, mi dolor, es de suficiente magnitud, entonces, el dolor de los
demás puede no parecerme real en su totalidad, pude pasar de una manera
desapercibida, e incluso de una manera invisible. Las personas que han sido
terriblemente heridas, especialmente durante su niñez, son particularmente
propensas a mostrar una gran incapacidad de ver y sentir el dolor de los demás.
Si la consideración y el cuidado recibido fueron muy pobres, de tal manera que
no sirvió para compensar ni ser un bálsamo para el dolor y la injusticia sufrida,
entonces, la probabilidad de ser insensible al dolor de los demás, incluyendo el
dolor y la angustia de los propios hijos, esposo(a) o padres, es muy grande. Aún
más, existe siempre el riesgo de que tales personas, basadas en sus propios
daños recibidos del pasado, puedan justificar el herir o dañar a otros o de
inmutarse frente al sufrimiento de estos.
20

Desde la terapia contextual, estas personas han acumulado demasiado derecho


destructivo, y descansan tremendamente sobre esta realidad, de tal manera
que se vuelven ciegos frente al impacto de sus acciones y decisiones sobre los
otros.

El descansar sobre el derecho destructivo puede ser observado en una


persona, a través de su falta de sensibilidad, cuidado y de preocupación por
otros, así como por su falta de interés por las necesidades, sentimientos,
esperanzas y desgracias por las mismas personas. Esta persona que descansa
sobre su derecho destructivo, es también insensible a ver las diferentes
formas en que sus acciones y decisiones afectan a los otros.

Ocasionalmente, cualquier ser humano puede hacer cosas que hieran o dañen a
los demás, pero esto no necesariamente significa derecho destructivo, sino
más bien parte de lo que es la fragilidad o debilidad humana.

Por contraste con este tipo de persona, encontramos personas que han sufrido
grandes pérdidas personales, han vivenciado la injusticia a nivel personal, y
hasta han sufrido tragedias personales, y sin embargo, muy a pesar de estas
experiencias son capaces de ser sensibles frente al dolor de los demás, y están
dispuestos a considerar como sus acciones afectarán a los otros. Este tipo de
persona, también, han acumulado mucho derecho destructivo, pero descansan
sobre su opuesto, el derecho constructivo. Estas personas fueron inoculadas
en sus primeros años de vida. Tuvieron una o varias figuras que lo nutrieron,
como por ejemplo una familia, un padre, un abuelo, un amigo cercano a la
familia, etc, quienes a través de su cuidado, guía, y protección alimentaron sus
capacidades para preocuparse y cuidar a otros. Esta figura pudo servir como
un contrabalance frente a las dificultades y privaciones sufridas en la niñez y
en el futuro.

Las personas que pueden ver el futuro con optimismo y con posibilidades que no
tuvieron en el pasado, descansan sobre el derecho constructivo.
Estas personas, en contraste, con aquellas caracterizadas por el derecho
destructivo, han preservado su capacidad para cuidar a otros, para ser
considerado hacia los demás, para ser sensible frente al dolor de los demás, y
sobre todo han preservado su capacidad para dar a otros. Estas personas que
descansan sobre el derecho constructivo, tienen una muy grande libertad de
21

movimiento con relación a su habilidad, libertad para dar. Los que descansan
sobre el derecho destructivo tienen una muy marcada falta de libertad para
dar. Esta experiencia los ha llevado a reemplazar la pregunta:
Cómo puedo aumentar, incrementar mi propia valía al ser útil a los demás?
Por:
Tengo que pensar en mí antes que en cualquier otra persona o cosa

TECNICAS TERAPEUTICAS

Utiliza como su método central una exploración de los legados familiares, las
lealtades invisibles y los balances del libro mayor.
El terapeuta guía a la pareja hacia tareas que tengan como objetivo la
mutualidad, que identifiquen y fortalezcan los recursos para lograr el ser
dignos de confianza y que estimule la exoneración de las generaciones previas.

EVALUACION
Se examinan:
1.- los conflictos de intereses y la competencia frente a cada una de las
necesidades.
2.- Confiabilidad. Que tan confiables es el uno para el otro.
3.- los legados y mandatos transgeneracionales específicos, sobre todo para
ver el grado en que estos son impuestos, más que sostenidos por decisión
propia
4.- las lealtades invisibles.
5.- las lealtades divididas.
6.- se identifican las fuentes de apoyo y de cuidado (identificar los cutoff que
se han dado).
7.- explotación relacional (delegación, chivo expiatorio y distancia)
8.- factores de la sicología individual
9.- la dimensión transaccional, en la cual se observa la jerarquía de poder, las
competencias y las alianzas.

1.- Provocación o reacción:


Estimula la iniciativa de cada miembro a dirigir sus propios recursos
constructivamente. Las creencias y conductas son consideradas o vistas
dentro del marco del balance de obligaciones y derechos y cualquier acción que
22

un miembro tome para mejorar este balance es apoyada. La provocación es


estimulada por el terapeuta

2.- Moratoria:
Es un paso que guía a los miembros de la pareja a considerar los beneficios de
un cambio relacional, sin demandar que hagan el cambio. El terapeuta espera
hasta que los miembros de la pareja lleguen a estar motivados de una manera
espontanea. Respeta el tiempo de la pareja. Esta intervención manda el
siguiente mensaje “cambio en la responsabilidad cuando ustedes estén listos”.

3.- Conectarse de nuevo:


Esto implica el tomar riesgos al reconocer la responsabilidad por los problemas
del pasado y volver a verlos (tocarlos) en un contexto terapéutico.

4.- Crédito terapéutico:


Implica el reconocer las iniciativas tomadas por cada miembro de la pareja
para fortalecer la relación, aumentar el compromiso y ser digno de confianza.
Aun cuando es el terapeuta que lo da, en ultima instancia lo que ser reconoce es
el esfuerzo de cada miembro.

5.- Colocarse al lado “de”:


El terapeuta gana la confianza al relacionarse libre y abiertamente con cada
miembro de la familia en diferentes momentos

6.- Reencuadre de las lealtades:


Se examinan las deslealtades para examinarlas de nuevo y producir el cambio
necesario

7.- Exoneración:
Donde se examinan las conductas y las decisiones de los padres y abuelos
desde un punto de vista mas humano y menos critico.
El terapeuta re-abre o retoma preguntas sobre los padres, en parte, para
disipar los afectos relacionados con vergüenza, acusación, y de implícitas
connotaciones negativas que están vinculadas a estas relaciones. La meta no es
el insight, sino más bien, lograr una re-exploración y un compromiso para que
surja un nuevo diálogo.
23

Si hay una ambivalencia intensa, rabia/enojo, culpa, luto, etc, este


procedimiento toma mucho tiempo y requiere el uso repetido de la parcialidad
multidirigida.

8.- Desparentalización:
Es el término aplicado a la meta u objetivo de ayudar a cada miembro de la
familia que está envuelto en el proceso de parentalización. Las intervenciones
realizadas, primeramente, están focalizadas con el proceso de la explotación
para más tarde focalizarse o dirigirse a las manifestaciones transaccionales-
conductuales. En otras palabras, lo no digno de confianza, las actitudes
explotadoras y las conductas observables deben ser re-enfocadas, re-
trabajadas, de tal manera que se conviertan en actitudes y conductas dignas
de confianza.
El terapeuta en este caso:
1.- trata de ayudar a los miembros de la familia que están parentalizando a
reconocer los beneficios que derivan de la persona que ellos parentalizan.
2.- El terapeuta junto con los miembros involucrados en el proceso, se
esfuerzan por ayudar al adulto que está parentalizando a hacerse más
independiente.
3.- ayudar al miembro que está utilizando la parentalización a darse cuenta de
las diversas estrategias que utiliza o puede utilizar para llevar a cabo este
proceso. La tendencia de los padres a infantilizar a un niño que está en
proceso de crecimiento, probablemente representa la forma más devastadora
de parentalización a través de una falla evidente de este hijo. Ejemplo de
esto, la adicción a las drogas es una forma que podría adoptar un hijo de 18
años de edad para quedarse en casa con el objetivo de hacer algo por el
matrimonio fallido de sus padres.
4.- ayudar a los hijos, si este es el caso, a mostrar conductas que estén de
acuerdo con su edad
5.- el terapeuta debe ayudar a las personas que están parentalizando a que
saquen a la superficie sus legados y a que los distingan de sus delegaciones. No
olvidemos que la parentalización ocurre a través de las delegaciones, así como,
a través de compromisos transaccionles.

El tener frente a nosotros a miembros de dos o tres generaciones, nos permite


aprender sobre:
- como estas personas han sido heridas o lastimadas en el pasado.
24

- como están considerando las necesidades de hoy, entre unos y otros


- como pueden ser más considerados en el futuro.

ESTRATEGIA

PARCIALIDAD MULTIDIRECCIONAL
El terapeuta contextual, también, esta comprometido con el ser parcial con
cada una de estas personas y esta preparado para ponerse de su lado cada vez
que sea requerido. El hecho de ser parcial a un individuo, no implica que no lo
sea con los demás. Por esto se habla de una parcialidad multidireccional.

La parcialidad multidireccional, nos guía a que cuidadosamente consideremos


las experiencias previas de cada persona, especialmente aquellas que involucran
una explotación o en las cuales han sido objetos de daños injustos, así como,
sus actuales necesidades y sentimientos.

Parcialidad multi-direccional significa:


1.- multi= muchos
2.- direccional= dirigido hacia
3.- parcialidad= favorecer a alguien o a algo

Podríamos decir que parcialidad multidireccional significa el dirigir el


favoritismo de uno en múltiples direcciones; aplicado al caso de la terapia,
significa hacia múltiple personas, no al mismo tiempo a todas, sino
selectivamente.

La parcialidad multidireccional nos guía a considerar la perspectiva de cada


persona, y luego decidir quien necesita nuestra parcialidad en ese momento.

Parcialidad multidireccional no nos guía a ser igualmente parcial a cada persona;


no implica el tomar lado como si fuera una confrontación litigiosa, ni tampoco
nos ponemos del lado de una relación como si esta fuera una entidad abstracta
que existe aparte de las personas que se están relacionando.

¿Cómo puede un terapeuta ser parcial con cada una de las personas que se
verán afectadas por lo que ocurra en terapia?
25

Lo primero que debe ocurrir o darse es la empatía.

1.- Empatía: el terapeuta necesita experimentar y expresar su empatía en


respuesta al dolor, pena, pérdidas, ansiedades y dificultades de la vida del
cliente. Compartir estos sentimientos, así como, validar el dolor del cliente es
uno de los aspectos más importante de este trabajo.

Ser parcial también significa reconocer las injusticias que ha sufrido una
persona en su vida.
Si la empatía significa el reconocimiento de un sentimiento, entonces, ser
parcial en este sentido ya expuesto es el siguiente paso. Primero, reconocemos
y damos crédito a la profundidad de los sentimientos de la persona y luego
ayudamos a la persona ha reconocer estas injusticias y como fue tratado.

Una de las implicaciones más importantes de pensar sobre la justicia o


equilibrio de reciprocidad en las relaciones, es que nos da la oportunidad de
ayudar a las personas a identificar aquellas ocasiones en las cuales han recibido
un trato injusto, es decir, las injusticias a las cuales ellos han estado expuesto
durante toda su vida.
La vida esta llena de injusticias y desigualdades y el punto por el cual la
enfocamos no son para negar este hecho o para simplemente decir que la vida
debería ser justa, sino más bien, el reconocer la injusticia y las heridas de
larga duración que esta puede causar.

Al tratar de ser parcial con cada miembro de la familia, este se puede


encontrar con la difícil situación de ponerse de lado o ser parcial con una
conducta presente por parte de uno de los miembros, como puede ser el caso
de un padre que descuida o abusa de uno de sus hijos. Si tal fuera la situación
que se presentara, el terapeuta, debe explorar las pasadas injusticias sufridas
por este padre que le imposibilitan ver el daño que le esta causando a su hijo.
Este proceso le permite al terapeuta ser parcial con la persona sin tener que
aprobar sus acciones presentes.

Ser parcial envuelve más que el ser empático y el reconocer las injusticias que
han ocurrido en el pasado de una persona. También, significa ayudar a las
personas a dar créditos(a reconocer) a aquellos que son cercanos a uno por los
26

esfuerzos que han hecho por ser útil a otros, y al mismo tiempo, reconocer las
contribuciones positivas que estos han aportado a los más significativos y
cercanos.

En terapia contextual, ser parcial en este caso también significa que


lograremos llamar la atención de los demás miembros de la familia sobre
aquellos actos que merecen ser reconocidos o acreditados.

Por ultimo ser parcial involucra el ayudar a las personas a ver el impacto de lo
que dicen y hacen en la vida de los demás, esencialmente, en la vida de los
miembros de su red familiar.

PAREJA FUNCIONAL
En el modelo contextual, la pareja funcional no es definida en términos de
interacciones, sino más bien en términos éticos (entre los miembros)
socialmente (dentro de los sistemas sociales) y contextualmente (dentro de los
sistemas más grandes). Por lo tanto, las características de una relación de
pareja saludable, no esta dada en función de conductas deseables entre ellos,
sino más bien, en función de un contexto relacional saludable.

1.- Hubo un período romántico de intensa infatuación.


2.- cada miembro muestra una constructiva (no excesiva) lealtad hacia su
familia de origen y hacia los legados familiares.
3.- cada miembro ha sido capaz de separarse amigable y efectivamente de su
familia de origen (despedida sana en el ciclo del destete).
4.- cada miembro conserva los valores positivos de su familia y mantiene un
vínculo emocional con ellos.
5.- cada miembro es capaz de mantener sus amistades y compromisos íntimos
fuera del círculo familiar.
6.- a diferencia de las relaciones padre-hijos que es asimétrica, la de los
esposos es simétrica, esto quiere decir, debe haber un toma y daca igual y un
libro mayor balanceado de contribuciones recíprocas entre cada uno de ellos.
7.- hay un alto grado de “encaje” de “acople” entre las expectativas que cada
miembro tiene del otro (basado en experiencias pasadas con otros
significativos) y el derecho ganado de cada uno.
8.- la sexualidad entre ellos continúa aun en el ciclo de la tercera edad.
9.- hay un balance de dependencia entre ellos.
27

10.- se espera que cada uno de ellos se volverá hacia el otro(a)en lo que
respecta a las necesidades de dependencia, especialmente, en los últimos ciclos
de sus vidas.
11.- se espera, también, que este soporte físico/emocional sea mutuo.
12.- cada miembro tiene la capacidad de asumir la responsabilidad, por las
consecuencias de actos injustos o de conductas no dignas de confianza.
13.- cada miembro debe actuar para reparar o restaurar la relación.
14.- ambos esposos poseen una habilidad lograda en el pasado para ganar
méritos en una amistad o en cualquier otra relación en la cual ellos han sido
capaces de mostrar confianza
15.- ambos esposos están en capacidad de compartir responsabilidades. Cada
esposo no sólo busca que el otro le de gratificaciones sino que también está en
disposición de dar soporte, apoyo y consideración.
16.- cada esposo se preocupa por su bienestar y salud a través de los
diferentes ciclos de la vida.
17.- están es disposición de brindar una crianza responsable para con los hijos:
saben reconocer, proveer cuidado cuando se necesite y continuar haciendo
esto con sus hijos
18.- se comprometen en un proceso de “exoneración hacia sus padres”
19.- ganan derecho (consideración) al ofrecer cuidado en diferentes maneras
unos con otros y hacia los hijos. Esto incluye humor, juego, creatividad,
mantenimiento de la salud, tomar riesgos relacionales, trabajo productivo,
desarrollo de sus habilidades, confianza y empatía para el compañero
20.- son responsables
21.- son leales
22.- Responsabilidad, reconocimiento y lealtad no implica la ausencia de
conflicto en esta familia
23.-se estimula la auto-definición (diferenciacion en Bowen)
24.- se apoya y estimula la auto-validación, que es la capacidad para ganar
crédito (consideración) a través de hechos(actos) de integridad y esfuerzo
para balancear el libro mayor de necesidades con otros... Es la segunda parte
del proceso de polarización y es la verdadera fuente para la autoestima
25.- la confianza es ejecutada a través de actos de responsabilidad,
confiabilidad y consideraciones justas, y está basada en acciones reales. La
confianza no es una creencia o un deseo, depende de nuestras acciones.
26.- muestran flexibilidad
27.- pueden negociar el cambio de compromisos de lealtad, dentro del marco de
los legados del pasado.
28

28.- las parejas que duran se sostienen en base a los recursos de larga
duración que cada uno de ellos tiene y que ponen a disposición de la relación,
más que descansar en patrones conductuales de corta duración
29.- si una pareja muestra interacciones positivas, cortesía, una comunicación
abierta y congruente, muestra cooperación, y todo esto lo hace durante
períodos breves o cuando el contexto esta libre de conflictos y no descansa
más bien sobre el fundamento de un compromiso y una consideración mutua y
balanceada, es probable que no sobreviva al estrés de los años que tienen por
delante.

PAREJA DISFUNCIONAL
1.- desbalance en la pareja (explotación por parte de uno de ellos)
2.- se da la identificación proyectiva
3.- abusar de las lealtades de los hijos al convertirlos en hijos parentales como
una forma de esconder los problemas de la pareja
4.- se producen las delegaciones. Estas son las expectativas
transgeneracionales impuestas sobre los hijos por las necesidades emocionales
de los padres y abuelos. La delegación implica un sacrificio de algunas de las
tareas de la persona en un ciclo determinado de su vida, para satisfacer las
necesidades de los mayores.
5.- se produce el derecho destructivo
6.- se produce la desconexión, que es lo mismo que falta de compromiso
7.- esta la lealtad dividida
8.- se produce la lealtad invisible que implica falta de compromiso en la relación
actual, por estar pendiente a los mandatos de los padres.
9.- injustamente se ignoran las necesidades del otro(a).
10.- existe un desbalance a nivel vertical, como consecuencia de conflictos
intergeneracionales de cada miembro.
11.- se produce la parentalización.
29

CAPITULO V
EL QUE HACER DEL TERAPEUTA CONTEXTUAL

“LA PRINCIPAL HERRAMIENTA DE TRABAJO CON QUE CUENTA EL


TERAPEUTA ES: SU PROPIA PERSONA”

Terapeuta y cliente se encuentran en el centro de lo más profundo de sus


miserias y necesidades.

El mandato al terapeuta contextual es el de ser digno de confianza a su cliente;


debe ser bastante digno de confianza para poder recibir los secretos de su
cliente, suficientemente confiable para que el cliente pueda revelarse a si
mismo y pueda mostrar sus heridas.

El terapeuta invierte en su cliente un cuidado genuino, competencia, destrezas


y confidencialidad, en respuesta a la inversión implícita de confianza que hace
el cliente hacia el terapeuta.

La reciprocidad es parte central del contrato y acuerdo que ambos suscriben y


es amplia, pero nunca simétrica. El terapeuta se encuentra con su cliente y se
revela a si mismo como un ser humano compañero. Pero nunca revela sus
propias heridas en el mismo grado en que lo hace su cliente, ni tampoco
depende de él para su cura.

La relación terapeuta-cliente, queda muy corta con relación a la simetría que


presenta una relación amistosa, por ejemplo.
La terapia puede proveer momentos de genuino encuentro entre las dos
personas. Sin embargo, el grado de inversión y el nivel de expectativas entre
ellos serán siempre desigual.

En muchas maneras, el rol del terapeuta es el de un cuidador preocupado.


Como cuidador, es selectivamente parcial al dolor de su cliente y a su causa.
Su parcialidad hacia un miembro de la familia, inevitablemente le hace estar en
contra frente a los demás, aunque sólo sea temporalmente.
30

Ya sea que vea a individuos, parejas o familias, el terapeuta está siempre


parado en el centro de conflictos de intereses.
El terapeuta es una autoridad necesitada con quien se puede hablar, es un ancla
de seguridad y estabilidad, además de ser una reserva de confianza.

El terapeuta brinda responsabilidad, destreza, cuidado y el deseo para abrir,


explorar temas de discusiones controversiales, dolorosas, vergonzosos y a
través de lograr todo esto, gana confianza en el proceso. A cambio de esto, el
cliente, le ofrece una seria inversión de su vida y una recompensa monetaria
por su trabajo.

Hay dos características que hacen diferir el apoyo que brinda el terapeuta del
apoyo brindado por un amigo o colega.

1.- Los clientes son capaces de desarrollar una dependencia de su terapeuta,


quien le ofrece seguridad, comprensión y competencia. Esta relación
profesional es parecida a una amistad comprada. Inevitablemente, el
terapeuta es parentalizado de acuerdo a las necesidades de dependencia
específica e idiosincráticas de cada miembro de la familia que participa en el
proceso terapéutico.

2.- Los terapeutas están en capacidad de sugerir patrones adecuados de


conducta y por lo tanto pueden ofrecer un modelo para la reestructuración
entre los miembros de la familia.

Uno de los requerimientos para medir la confiabilidad del terapeuta, es su


capacidad para oír y percibir el tono afectivo del proceso relacional. Otro
requerimiento es mostrar una interpretación fiel y digna de confianza del
afecto y del significado de este en la vida de su cliente.

En el desarrollo de cualquier relación confiable entre cliente y terapeuta,


inevitablemente entrarán en juego los procesos emocionales. Un terapeuta
puede aprender a hablar el lenguaje del interés y del cuidado por lo demás, sin
ser capaz de mantener un genuino interés en saber como sus intervenciones
afectarán a todas las personas que están involucradas en el proceso. En
cualquier caso las emociones son como una espada de dos filos y puede
31

funcionar como un eslogan para la terapia, independientemente, de que el


proceso terapéutico se esté o no se esté llevando a cabo.

El terapeuta contextual, reconoce el valor de la madurez emocional y de la


franqueza, pero va un paso más allá, se dirige al reino del compromiso. La
meta, es entonces, ayudar a las personas a lograr una actitud que los librará y
los preparará para una búsqueda de un balance de justicia multilateral en sus
relaciones. La palabra búsqueda en este contexto significa búsqueda activa,
una curiosidad abierta a la realidad. Parte de esta realidad es una lucha
inevitable entre los conflictos de intereses que se presentó entre los
miembros de la relación. La pregunta sobre la justicia entre ellos, es siempre
una cuestión de equidad, aunque no necesariamente de igualdad; y ésta siempre
tiene que ver con espacio, disponibilidad, beneficios y cargas.

El terapeuta contextual lleva la especial carga de tener que ser activamente


parcial con cada uno de los miembros de la familia. Aquellos modelos
terapéuticos que fomentan la neutralidad, la imparcialidad y una indiferencia
despreocupada nunca podrían hacer uso de la parcialidad multidireccional. El
terapeuta contextual, está interesado, preocupado en la realidad factual del
impacto y consecuencias de la terapia para todos los miembros de la familia que
están envueltos y mas aún para sus descendientes. Su elección del
acercamiento multidireccional es más que una preferencia intelectual, es más
que una opción emocional, esta elección está basada sobre datos factuales.

Sólo la parcialidad multidireccional puede establecer la clase de estructura que


provee la seguridad para explorar, identificar, movilizar y ganar la confianza
residual. Para lograr esta actitud terapéutica, éste necesita libertad personal,
convicción, coraje, conocimientos y destrezas, capacidad para lograr la empatía
y habilidad para reclamar su propia existencia.

1.- LIBERTAD:
El terapeuta necesita tener libertad y una mente que esté abierta a las
posiciones de ventaja de aquellos cuyas vidas pueden ser afectadas por la
acción terapéutica. Para logra esto en la sesión terapéutica, el terapeuta tiene
que ser capaz de lograrlo en sus relaciones con su familia de origen, con sus
hijos, compañera(o), colegas, amigos, y con todos aquellos con quienes comparte
un compromiso mutuo.
32

2.- CONVICCION:
 La culpa existencial o la falta de derecho o desapoderamiento, pueden ser

la base de profundas inhibiciones en la vida de una persona y su contexto.


 La persona puede ser liberada de esta culpa existencial a través del

derecho ganado.
 La persona puede aprender a no tener que descansar sobre el derecho

destructivo sino más bien sobre el constructivo, como una vía o forma que
produzca libertad y satisfacción.
 Las personas se benefician cuando aprender a distinguir el significado real

que existe entre los legados familiares y las misiones o mandatos que se
originan a través de la delegación parental y la fuerza que impone la
costumbre.
 Los terapeutas como profesionales ganan derecho a través del beneficio

que brindan a sus clientes.

3.- CORAJE:
Se logra o se evidencia a través de las siguientes maneras
 Ayudando a la familia a enfrentar temas reales que se han derivado de

situaciones como las heridas sufridas, la vergüenza, el dolor y el


desconcierto o confusión.
 Confrontando a los miembros de la familia con temas amenazadores, tales

como, el incesto, el suicidio, etc.


 Asumiendo el riesgo de ser mal etiquetado por los colegas o los clientes por

tratar de esclarecer los temas sobre el balance de justicia en la familia.


 Desafiando la pseudo adversidad, la cual es defensivamente reforzada en el

proceso de ayudar a las personas a resolver sus temas reales sobre los
conflictos de intereses producidos entre unos y otros.
 Enfrentando el pesado impacto existencial y emocional como consecuencia

de los conflictos de intereses personales.


 Enfrentando e interrumpiendo esquemas explotadores que sen dan entre los

miembros de la familia, los cuales destruyen la capacidad interpersonal de


ser dignos de confianza.
 Exponiendo, arriesgando la franqueza/claridad y la persistencia que ayuda a

los clientes a definir y representar honestas posiciones relacionales y


convicciones.
33

4.- CONOCIMIENTOS Y DESTREZAS:


 Capacidad para reconocer los universales trascendentales de mérito

existencial y de obligaciones, sin importar o tomar en cuenta los valores de


preferencia que se han aprendido.
 Capacidad para ayudar a las personas a enfrentar los balances de justicia

entre ellos. Capacidad, también, para identificar como los miembros de la


familia usan su desarrollo moral e intelectual para utilizarlos contra los
otros.
 Capacidad para reconocer los temas de vida factuales que crean u originan

las luchas interpersonales.


 Capacidad para reconocer las posiciones de ventajas genuinamente

diferentes que las personas pueden válida y naturalmente sostener.

5.- CAPACIDAD PARA LA EMPATIA Y PARA RECLAMAR LA


EXISTENCIA DE UNA VIDA PRIVADA:
 Capacidad para lograr una parcialidad empática con todos los miembros de

la familia, descarga las obligaciones del terapeuta hacia sus clientes y gana
el derecho a separarse de su trabajo y permitirle volcarse hacia sus
relaciones personales.

Hay muchas maneras en las cuales los intereses de la vida personal del
terapeuta y su trabajo profesional se mezclan, se entrecruzan. Una barrera o
frontera muy sutil puede existir en cuanto a qué pueden los terapeutas
realizar o ejecutar en sus propias relaciones con sus clientes. Las personas
tienden a evaluar las limitaciones personales del terapeuta y por lo menos al
principio reaccionan en conformidad o de acuerdo a esta evaluación.

LAS FORTALEZAS Y SATISFACCIONES DEL TERAPEUTA


La satisfacción profesional del terapeuta procede, tanto, de sus propios
intereses, así como, del haber realizado un buen trabajo con sus clientes.
Haber realizado un buen trabajo, junto al haber recibido un pago justo
contribuye a profundizar el sentimiento de auto-estima de cualquier
trabajador. El significado de haber realizado un adecuado trabajo es un
factor central en el área del servicio a los demás. Para un terapeuta, el saber
que su trabajo no tiene valor exige un alto precio en la integridad personal por
un buen tiempo.
34

La esencia del diálogo cliente-terapeuta depende del encuentro que tiene lugar
entre ellos. El signo real del cuidado expresado se demuestra en la habilidad
del terapeuta para despedirse de sus clientes, retirarse libre de dependencia,
aun libre de la propia relación terapéutica. El encuentro real se da donde hay
un cuidado responsable, esto quiere decir, donde existe una preocupación
genuina, tanto del terapeuta como del cliente por el bienestar y éxito de
ambos.

Es esta consideración responsable por el otro lo que constituye la esencia del


encuentro terapéutico, más que los sentimientos de atracción o empatía, de
aprobación, de afecto o de caer bien o de gustarme.

El principio de auto-validación (auto-ganancia) que se deriva por haber ganado


derecho se aplica por igual a la relación terapeuta-cliente, como sucede con
cualquier otra relación. Lo que constituye la diferencia en este caso es la
asimetría de las expectativas. En este caso, el terapeuta no es un actor igual
al de los miembros de la familia, en los intentos del cliente de rebalancear la
justicia y de ganar derecho en su familia.

El libro mayor que se origina entre cliente y terapeuta es diferente al libro


mayor de la familia, aun cuando a veces es análogo en la intensidad. Pero no
deben nunca confundirse ni entremezclarse.

La relación cliente-terapeuta, funciona como un equipo de trabajo, en el cual el


terapeuta ayuda a que salgan a la superficie las diferentes opciones que puede
tener el cliente, pero es responsabilidad del cliente, determinar que opcion u
opciones elegir. En este sentido la posición del terapeuta radica más en ayudar
a los clientes con sus propias motivaciones. Por lo tanto, la actividad
terapéutica radica, descansa en provocar la espontaneidad en los clientes, más
que en ejercer poder o dominio sobre ellos. El terapeuta retiene el derecho a
afirmarse a si mismo en formas activas.

La ganancia del terapeuta se deriva, proviene de la creciente capacidad para el


diálogo que presenta la familia.

EL DIALOGO, NO LA PASIVIDAD, ES LA SEGUNDA HERRAMIENTA


MAS EFECTIVA QUE POSEE EL TERAPEUTA.

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