Saludcoop

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Tabla de Contenido

Introducción………………………………………………………………………………..…… 1

Objetivo general………………………………………………………………………….………1

Objetivos específicos……………………………………………..………………………………1

Descripción del caso SaludCoop…………………………………………………………..…….2

El papel de la firma de revisoría fiscal y de auditoría ante el desfalco de este grupo

empresarial y las actuaciones del gobierno corporativo ……………………………………4

De las funciones que incumplió el revisor fiscal…………………..…………………6

De las normas internacionales de auditoría que incumplió la firma de auditoría….…8

De las actuaciones del gobierno corporativo………………………………………..10

Conclusión………………………………………………………………………...…………….12

Referencias………………………………………………………………………………………13
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Descripción del caso SaludCoop

A lo largo del tiempo se ha hecho evidente que la Contaduría Pública más que ser una

herramienta fundamental para el funcionamiento del sector económico, es una profesión que

exige una gran responsabilidad social.

El gran desfalco patrocinado por SaludCoop EPS es una muestra del enorme desafío que

tienen los profesionales de la contaduría pública para erradicar la corrupción y las malas

prácticas que ponen en tela de juicio y agreden los pilares sobre los cuales se fundamenta nuestra

profesión, pues ¿qué confianza pública puede dar un profesional si mínimamente este no tiene

independencia mental a la hora cumplir con sus funciones?

Las decisiones tomadas por los contadores, auditores y revisores fiscales de SaludCoop EPS

son sumamente cuestionables. En este orden de ideas, antes de exponer el incumplimiento a la

Ley y a las Normas Internacionales de Auditoría, es conveniente describir como SaludCoop paso

a convertirse en uno de los más reconocidos casos de corrupción en Colombia.

De acuerdo con la investigación que realizaron Rodríguez, Perea, Acuña y Espitia (2020) la

cual consignaron en el artículo titulado "Descripción de la teoría del fraude en el caso

SaludCoop de Colombia", SaludCoop EPS nació en 1994 como una cooperativa para prestar los

servicios del plan obligatorio de salud, la cual inició actividades en 1995 en cabeza del señor

Carlos Gustavo Palacino, luego, en 1998 la entidad extendió su red de oficinas y centros médicos

con la apertura e inauguración de la primera clínica de alta complejidad en Bogotá, para el año

2000 adquirió la Institución Educativa El Gimnasio Los Pinos de Bogotá, y, la entidad no se

detuvo ahí, para los siguientes años comenzó su proyecto de creación de cooperativas las cuáles
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prestarían sus servicios a la primera, a esto se le suma que compró la empresa Cruz Blanca EPS,

así como Cafesalud y las diferentes EPS y empresas conformando así el Grupo Empresarial

SaludCoop, el cual tenía una estrategia de integración vertical con empresas nacionales y

extranjeras, de esta manera, logró convertirse en una cooperativa exitosa y reconocida para los

colombianos.

No obstante, se volvió evidente que había vacíos en la información financiera y no financiera

de la entidad, porque la Superintendencia de Salud en el año 2004 la intervino por primera vez.

Así pues, en concordancia con la Revista Semana (2012) la auditoría forense realizada por la

firma internacional KPMG, dejó en evidencia unos hallazgos que se pueden resumir de la

siguiente manera;

o El Fondo de Seguridad y Garantía le giró a SaludCoop 16.976 millones de pesos en

recobros por pagos a 14 proveedores de servicios médicos, sin embargo, SaludCoop anuló

estos cheques y se apropió de ese dinero.

o SaludCoop falsifico Estados financieros para reportar utilidades y excedentes inexistente

con el fin de cubrir 1,36 billones de pesos, los cuales utilizó para realizar inversiones y

adquirir activos, siendo este dinero recursos parafiscales de la salud.

o Las empresas que constituían este grupo empresarial se giraban utilidades y excedentes

entre ellas utilizando diferentes modalidades contables.

o En la cooperativa se evidenció que el manejo o la toma de decisiones estaba en poder de

unos cuantos.

o El grupo económico SaludCoop estaba constituido por 43 empresas y para asumir tal

integración se requería de mucho capital, así que la entidad se financió de las empresas del
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grupo, de recobros al el Fondo de Seguridad y Garantía o de sobregiros contables que

alcanzaron a llegar a 271.530 millones de pesos.

o También la entidad realizó millones de bonificaciones o donaciones a eventos deportivos a,

a diferentes entidades, directivos y políticos, financiaba viajes de trabajo y realizaba gastos

que no tenían nada que ver con el objeto social de la entidad.

En este orden de ideas, es justo preguntarse ¿qué estaban haciendo la firma de revisoría fiscal

y de auditoría de SaludCoop frente a tal fraude?, la respuesta es simple, nada.

El papel de la firma de revisoría fiscal y de auditoría ante el desfalco de este grupo

empresarial y las actuaciones del gobierno corporativo

Es difícil de creer que un grupo de expertos en el área financiera, comercial, administrativa y

tributaria hayan ignorado el sin número de inconsistencias por los que atravesó la entidad desde

sus inicios, pues las evidencias obtenidas por la Superintendencia de Salud y la Contraloría

General de la Nación advierten los malos manejos de la entidad desde 1998 cuando hizo su

primera inauguración con la plata de la salud de los colombianos disfrazando dicho dinero como

utilidad, es decir que la información financiera revelada no correspondía con la realidad. A

continuación, se citan algunos datos alarmantes;

Una de estas irregularidades palpables la representa la cartera vencida con proveedores,

clínicas e instituciones prestadoras del servicio, que si bien se había reportado por un valor de

190.000 millones de pesos, en realidad ascendía a una suma de 370.000; otra inconsistencia

encontrada se ubicó en el giro de 8.013 cheques por un valor de 271.000 millones de pesos

que nunca llegaron a manos de sus destinatarios y muchos de estos cheques de vieja data, no

contaban con los fondos para soportar su pago. (Fuentes, 2015, p.14)
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Rodríguez et al. (2020) señalan que el detrimento encontrado entre los años 1998 y 2010

suma $1,4 billones. Por ejemplo, se invirtieron $30.000 millones en la llamada ciudadela de la

salud; en construcción y remodelación de bienes otros $49.057 millones; en honorarios de

asesoría jurídica $914 millones y asesoría técnica $5.983 millones; gastos de viaje $1.544

millones, amortización de crédito $29.849 millones y hasta se compraron entidades fuera del

país. El mismo presidente de SaludCoop, Carlos Palacino, avalaba bonificaciones para él y

algunos directivos, en la mayoría de los casos por valores de $40 millones. (Contraloría

General de la Nación (CGN), 2011).

Esta situación ocurrida no tiene justificación porque estos profesionales no sólo tienen acceso

a la información, además de eso, ellos generan información y tienen una responsabilidad pública,

ya que, así como dan Fe Pública de sus aseveraciones, también deben asegurarse de que sus

prácticas profesionales estén guiadas por el Código de Ética.

Los responsables a cargo de medir, contabilizar, controlar, vigilar, inspeccionar, velar,

revelar, autorizar, y sobre todo de averiguar la razonabilidad de la cifra mostrada en la

información financiera, entre otras funciones, fueron la firma de auditoría Audigroup SAS y

Procesos y Transacciones P&T Ltda., empresa encarga de la revisoría fiscal. En marzo del 2014

la Junta Central de Contadores determinó una sanción por un año a estas empresas junto con sus

revisores fiscales delegados y contadores.

Habiendo mostrado el panorama del caso es justo precisar y criticar cuales fueron las normas

incumplidas por estas firmas tomando como base lo establecido por las Normas Internacionales

de Auditoría y demás normas colombianas que regulan la profesión cantable.


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De las funciones que incumplió el Revisor Fiscal.

Son muchos los casos de desfalco financiero que ponen en duda la credibilidad y funciones

del Revisor Fiscal, y, aunque esta aparentemente puede ser difícilmente relacionada con el

ámbito social, este caso nos demuestra como por la omisión en la realización de las funciones

por parte de los revisores fiscales se afectó la vida de muchas personas, según Moreno y Rondón

(2021) “los usuarios entablaron fuertes demandas, quejas y hasta tutelas por la carencia de

servicios y la mala calidad de los mismos” (p. 17).

Hay que tener bien claro que, sin importar la contratación del revisor fiscal, más que tener un

compromiso con el gobierno corporativo, él ha sido investido de confianza por el Estado y por la

sociedad como agente fiscalizador, por ende, la falta de sus funciones le quitan toda razón de ser.

A continuación, se relatará cuáles fueron los incumplimientos de la firma de Revisoría Fiscal;

o La firma no se cercioro de que las operaciones que celebró la entidad se ajustarán a las

prescripciones legales y estatutarias, pues, los recursos que se utilizarían para brindar

atenciones de salud a los afiliados, fueron gastados en infraestructura, en expansión de la

red hospitalaria, en inversiones y demás, desviándose grandemente del objeto social y

dejando claro que la misión de la cooperativa más que "(...) trabajar de manera permanente

por el bienestar de los usuarios y la sociedad, a través de la prestación de servicios de

excelente calidad, (...)" (Santamaria, 2009), era acaparar el mercado y hacerse grande con

dinero de los colombianos.

o La firma no dio cuenta oportuna por escrito, a la asamblea general, al consejo de

administración, junta directiva ni tampoco colaboró con la Superintendencia Nacional de


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Salud para informar y atestiguar las irregularidades que se vinieron practicando por varios

años.

o La firma no velo para que en la contabilidad se reflejarán verazmente la totalidad de las

operaciones sociales, ya que de acuerdo con los datos proporcionados por Fuentes (2015),

ya mencionados anteriormente, los saldos de las deudas con proveedores estaban

subestimadas y miles de cheque fueron cancelados y usados como soporte para hacer el

recobro ante el Fosyga, los estados financieros fueron falsificados para reportar ganancias

inexistentes y, también, se valieron de más artimañas para desviar fondos.

o La firma no reviso ni evaluó el sistema de control interno adoptado por la entidad,

tampoco, ejercicio un estricto control en el cumplimiento de las normas tributarias. Pues, la

Dian impuso una sanción a SaludCoop por evasión del pago en la declaración de renta a

los años correspondientes de 2001 y 2002.

o No reportaron a la Unidad de Información y Análisis Financiero las operaciones

catalogadas como sospechosas en los términos del literal d) del numeral 2 del artículo 102

del Decreto-ley 663 de 1993.

o Los informes de la Revisoría Fiscal de la cooperativa no cumplían con lo establecido en

el artículo 208 del código de comercio, ya que, de lo contrario, desde un principio se había

evitado que SaludCoop desviara tanto dinero.

Por otro lado, es válido mencionar que las NAI están compuestas por un conjunto de normas

emitidas por el IAASB, consagradas en el Decreto 302 del 2015 (Diario Oficial 49431 de febrero

20 de 2015), el cual esta compilado en el DUR 2420 que fue modificado por el Decreto 2496, en

donde se expone el ordenamiento nacional de las NIAs y se dictan disposiciones. En este orden

de ideas a continuación se detallará el incumplimiento de estas normas por la firma de auditoría.


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De las Normas Internacionales de Auditoría que incumplió la firma de auditoría.

NIA 200: Objetivos globales del auditor independiente y realización de la auditoría de

conformidad con las normas internacionales de auditoría. La firma de auditoria no cumplió

con el objetivo de la auditoria de obtener una seguridad razonable de que los estados financieros

en su conjunto estaban libres de incorrección material, debida a fraude o error, no aplicaron los

requerimientos de Ética del Código de la IFAC y su independencia metal se vio comprometida.

NIA 220: Control de calidad para una auditoría de estados financieros. En este caso el

auditor no cumplió con los estándares de calidad en la auditoria de los estados financieros, por

esta razón no logran identificar la cantidad de desviaciones que ocurrieron en el trascurso de

operaciones de esta compañía.

NIA 240: Responsabilidades del auditor relacionadas con el fraude en una auditoría de

estados financieros. Las firmas no cumplieron lo establecido en esta NIA al momento de revisar

los estados financieros y los procedimientos de la compañía, debido a que desde sus inicios la

entidad realizo fraudes y desviaciones de dinero de forma injustificada, y la firma no respondió

adecuadamente.

NIA 265: Comunicación de deficiencias en el control interno a los acusados de gobierno y

gestión. Las entidades de auditoría no cumplieron con lo establecido en esta NIA porque si

hubiesen identificado las deficiencias en el control interno, se habrían tomado las correcciones

necesarias para que la continuidad de la empresa no se viera afectada y esta no se desviara de su

objeto social.
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NIA 300: Planificación de una auditoría de estados financieros. La firma de auditoria no

planificó correctamente ni mostro un trabajo eficiente, porque este no fue lo suficientemente

efectivo y apropiado para evitar que el fraude se siquiera perpetrando por varios años.

NIA 315: Identificación y evaluación de los riesgos de incorrección material a través de la

comprensión de la entidad y su entorno. La firma no realizó los respectivos procedimientos para

la identificación y evaluación de los riesgos de incorrección material, no identifico el riesgo de

posibles hechos fraudulentos mediante sus inspecciones y análisis de la información de la entidad.

NIA 330: Las respuestas del auditor a los riesgos evaluados. El auditor nunca dictamino un

riesgo material, solo realizaban hallazgos sin importancia relativa, los hallazgos donde se

desviaban grandes cantidades de recursos para el lucro de los directivos no fueron revelados.

NIA 450: Evaluación de incorrecciones identificadas durante la auditoría. Durante los

trabajos realizados por las firma de auditoría se puede evidenciar que incumplieron con la NIA

450, no se evaluaron las incorrecciones detectadas durante el trabajo de auditoría, esto provoco

que la compañía continuara realizando sus actividades de la misma forma irregular sin ningún

parámetro de control.

NIA 500: Evidencia de auditoría. El auditor debe formarse una opinión sobre si los estados

financieros están o no libres de incorreción material debida a fraude o error, de conformidad con

la NIA 700 y 705, para ello el auditor diseñará y aplicará procedimientos de auditoría que sean

adecuados, teniendo en cuenta las circunstancias, con el fin de obtener evidencia de auditoría

suficiente y adecuada. La firma no obtuvo evidencia relevante y suficiente para darse cuenta de

que los estados financieros estaban siendo falsificados.


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NIA 505: Confirmaciones externas. Cualquier firma de auditoria se pudo haber enterado de

los errores cometidos por la cooperativa si estas hubiesen solicitado información externa a otras

compañías, como a los proveedores, las demás compañías que hacían parte del grupo, al Fondo

de Seguridad y Garantía, a las entidades financieras, etc.

NIA 520: Procedimientos analíticos. La firma no realizó procedimientos analíticos para

poder tomar buenas decisiones, por esta razón se comprueba que la firma solo estaba interesada

en ocultar los errores cometidos por el gobierno corporativo de la entidad.

NIA 530: Muestreo de auditoría. Si se hubiese aplicado esta NIA la firma había descubierto

el modus operandi de la cooperativa, ya que habían encontrado una muestra sustanciosa de

facturas y cheches cancelados.

De las actuaciones del gobierno corporativo.

El gobierno corporativo SaludCoop estaba constituido por Carlos Gustavo Palacino

(presidente), Carolina Lemus (vicepresidenta administrativa), Eugenio Mejía Serna

(vicepresidente comercial), Javier Mauricio Sabogal (vicepresidente financiero), Alberto Castro

Cantillo (vicepresidente científico).

Según el periódico El Tiempo (2014) “Darío Mejía Villegas, mano derecha de Palacino y uno

de sus funcionarios que venían del sector público (fue delegado de la Defensoría en Salud),

recibió 1.013 millones en ingresos”, así mismo, los vicepresidentes antes mencionados

aumentaron sus niveles de ingresos y recibieron altas bonificaciones.

Además, de acuerdo con la Revista Semana (2012) a la investigación también fueron

vinculados los miembros del Consejo de Administración de SaludCoop para el periodo


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comprendido entre el 2009 y el 2011, tanto principales como suplentes: Gabriel Franco, Juan

Carlos Restrepo Cardona, René Cavanzo Alzugarate, Carlos Julio Mora, William Buitrago

González, Alberto Castro Cantillo, Fernando Noguera Arrieta, Ana María Piñeros, Beatriz

Giraldo Aristizábal y Gloria Lucía Quiroz Hernández.

La actuación del gobierno corporativo puede influir en gran parte si se tiene éxito o fracaso en

un ente económico y más cuando se trata de incurrir en fraudes. En el 2004 SaludCoop fue

investigada por la Superintendencia de Salud por hacer uso de dineros de la salud para otros

fines, a lo que “Palacino respondió con un poderoso equipo de abogados para defenderse’’

(Rodriguez et al., 2020) y teniendo en cuenta que este tenía nexos con diferentes congresistas de

la época, lo llevo a salir victorioso. Esta situación era apenas el inicio del camino fraudulento que

decidió tomar, su principal error fue destinar recursos de la salud a otras actividades lejos del

objeto social mientras que tenían carteras vencidas con diferentes entidades, también,

presentaron información falsa en cuanto a los usuarios registrados y evadieron las normas

impuestas por los entes gubernamentales, como la Superintendencia de Salud y la Dian.

Las deficiencias de su control interno pasaron por alto el mal funcionamiento de la gerencia

que generaron “afectaciones económicas que se ven repercutidas en este caso en déficit en la

atención de los afiliados de SaludCoop y por supuesto, el detrimento patrimonial de los recursos

del estado’’. Al igual que “los nexos que el señor Palacino mantenía con funcionarios

parlamentarios para que estos, aprobaran o modificaran los decretos del régimen de la salud a su

favor’’ (Rodriguez et al., 2020) llevaron a SaludCoop a hundirse cada vez más y a perder la

razón de ser con la que nació. Las conexiones de Palacino con diferentes fuerzas políticas le

impulsaron a hacer cada vez más grande su fraude, hasta llegar el momento de la liquidación de

SaludCoop.

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