Taccion de Tutela 12

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sí a un trabajador le dejaron de pagar su liquidación cuando terminó su

contrato, él tendrá hasta 3 años para demandar a su empleador, contados


desde la fecha de terminación. Si demanda después de este término, el
empleador podrá alegar que tales derechos ya se extinguieron, por la
tanto en el caso del señor Roberto y yan pasado después de su despido
más de 22 años.
ACCIÓN DE TUTELA

Barrancabermeja trece (13) septiembre dos mil veintiuno (2021)

Actor: Johana Marcela Serna

Demandado: almacén doña Florinda

Señor
Juez Tribunal (Reparto)

Asunto: Acción de tutela

Yo, Michael Antonio Mosquera Caro identificado(a) como aparece al pie de mi


firma, ante usted respetuosamente acudo para promover en presentación,
ACCIÓN DE TUTELA, de conformidad con el artículo 86 de la Constitución
Política y el Decreto Reglamentario 2591 de 1991, con el objeto de que se
ampare los derechos constitucionales fundamentales que considero
amenazados y/o vulnerados por la acción en la que incurre vulneración de sus
derechos fundamentales a la vida, al trabajo, a la seguridad social, a la
estabilidad laboral reforzada y al mínimo vital, discriminación racial

Esta petición se fundamenta en los siguientes:

HECHOS

1. Ella ingresa a laborar con el almacén el 9 de febrero 2019 siendo


ayudante del mismo, al cabo de 2 meses queda al frente del almacén
siendo administradora.
2. Al momento de ingresar nunca se firmó ningún contrato escrito y todo
se manejó verbal e inicia labores con el acuerdo de un salario mínimo y
que con el transcurso del tiempo la sería afiliada a salud y demás
beneficios de ley.
3. Al momento de ingresar nunca se firmó ningún contrato escrito y todo
se manejó verbal e inicia labores con el acuerdo de un salario mínimo y
que con el transcurso del tiempo la sería afiliada a salud y demás
beneficios de ley.
4. Ella (Johana) aun labora en el almacén y se le sigue manejando el
mismo salario desde que inicio labores y sin ninguna afiliación a salud.
5. Ella está sometida a extensas horas laborales y no se le reconoce su
tiempo extra
6. Está expuesta a grandes cargas de estrés ya que su jefa la presiona
constantemente diciendo que las ventas del almacén están muy
pesadas, lo cual toma como excusa para no pagar oportunamente su
salario, también la expone a malos tratos ya que la señora todo lo que
hace la joven lo ve mal y mantiene gritándola en presencia de
promotores y clientes del almacén.
7. La baja del cargo como administradora del almacén haciendo que
Johana no tenga dominio o juicio propio para ejercer como
administradora y la dueña queda al frente del almacén decidiendo a
quien se le paga y quién no.
8. Johana aún sigue poniendo la cara a los proveedores y haciendo
acuerdos de pago ya que la dueña se esconde de los cobradores para
ella no estresarse.
9. Por opinión de la joven afirma que el almacén se maneja bien solo que
todo el efectivo que ingresa la dueña lo toma para comprar o abastecer
el almacén y por eso nunca hay plata en caja para pagos de facturas su
sueldo y compromisos del local.
10. Johana, manifiesta que ya presenta problemas de salud debido al
estrés constante al que es sometida y que no abandona su empleo
porque ella tiene muchos compromisos y se le dificultaría aún más sin
trabajo.

Con base en los anteriores hechos, la accionante solicita se le amparen sus


derechos a la salud, el trabajo digno, el libre desarrollo de su personalidad y la
seguridad social, vulnerados por las conductas negligentes de la. En tal
sentido, pide que se le ordene a la primera su reubicación en otro cargo de
administradora, y a la segunda, la realización de una valoración médica por su
mal estado de salud por el estrés.

La Corte Constitucional, como se ha explicado, ha considerado que la


persecución laboral constituye un caso de vulneración del derecho fundamental
a gozar de un trabajo en condiciones dignas y justas. Con todo, hasta el
momento, no había contado con la ocasión de profundizar acerca de las
características que presenta este fenómeno ni de examinar la procedencia de
la acción de tutela en estos casos, dada la entrada en vigor de la Ley 1010 de
2006, “Por medio de la cual se adoptan medidas para prevenir, corregir y
sancionar el acoso laboral y otros hostigamientos en el marco de las relaciones
de trabajo”. En efecto, si bien recientemente en sentencia C-738 de 2006, la
Corte declaró inexequible la expresión “los cuales se descontarán
sucesivamente de la remuneración que el quejoso devengue, durante los seis
(6) meses siguientes a su imposición”, del artículo 14 de la Ley 1010 de 2006,
por estimar que la imposición de la mencionada multa, al descontarse
automáticamente del salario y no tener límite prefijado respecto del monto del
descuento, era desproporcionada y llegaba a vulnerar el mínimo vital del
sancionado, también lo es que la Corte no examinó a fondo el fenómeno del
acoso laboral en cuanto violación del derecho al trabajo en condiciones dignas
y justas.

En tal sentido, se tiene que los primeros estudios psicológicos sobre el acoso
laboral o “mobbing” o “bullying” datan de la década de los ochenta. Sobre el
particular, Leymann, uno de los precursores en la materia, entiende por dicho
vocablo “una situación en la que una persona (o en raras ocasiones un grupo
de personas) ejercen una violencia psicológica extrema, de forma sistemática y
recurrente (como media una vez por semana) y durante un tiempo prolongado
(como media unos seis meses) sobre otra persona o personas en el lugar de
trabajo con la finalidad de destruir las redes de comunicación de la víctima o
víctimas, acabar su reputación, perturbar el ejercicio de sus labores y lograr
que finalmente que esa persona o personas acaben abandonando el lugar de
trabajo.”[5]

De tal suerte que, según los estudios de Leymann, los comportamientos que
pueden constituir acoso laboral son, entre otros, los siguientes: ataques
verbales, insultos, ridiculización, críticas injustificadas, desacreditación
profesional, amenazas constantes de despido, sobrecarga de trabajo,
aislamiento social, falsos rumores, acoso sexual, no tener en cuenta problemas
físicos o de salud del trabajador y hasta agresiones físicas. Las víctimas, a su
vez, suelen sufrir, entre otros síntomas, los siguientes: trastornos de sueño,
dolores, síntomas psicosomáticos del estrés, pérdida de memoria, crisis
nerviosa, síndrome de fatiga crónica, depresión y afectación de las relaciones
familiares.

Sobre el particular cabe señalar que, en los últimos años, diversos países han
adoptado normatividades encaminadas a combatir el acoso laboral. Así, en
Suecia, el Consejo Nacional Sueco de Seguridad y Salud Laboral adoptó desde
1993 una Ordenanza que contiene medidas a favor de las víctimas de violencia
en el trabajo; en Francia una Ley de 2002, sobre modernización social, dispone
de un Capítulo IV consagrado a la “lucha contra el acoso moral en el trabajo”;
Bélgica, por su parte, cuenta con una ley de 2000, relativa a la lucha contra la
degradación deliberada de las condiciones laborales. En otros países, de igual
manera, se han discutido diversas iniciativas sobre la materia. Al respecto, por
ejemplo, en Italia se han presentado cinco proyectos para reformar la
legislación laboral; en Suiza, en 2000, se presentó un proyecto de ley
específico sobre acoso laboral; en Luxemburgo en 2002 se planteó una Moción
de la Cámara de Diputados en la cual se instaba al Gobierno a presentar un
proyecto de ley contra el acoso moral, que complementara la legislación
vigente sobre acoso sexual; asimismo, en Brasil, a partir de 2000, se han
expedido varias normatividades estatales sobre acoso laboral[6].

Cabe asimismo destacar que el Parlamento Europeo adoptó en 2001 una


resolución sobre el acoso moral en el lugar de trabajo, en tanto que el Consejo
de la Unión Europea expidió la Directiva 2000/78/CE, encaminada a diseñar un
marco general para alcanzar la igualdad de trato en el empleo, texto en el cual
se propone una definición de acoso laboral.

Correlativamente, en el derecho comparado, se tiene que en España los jueces


laborales, siguiendo la jurisprudencia sentada por el Tribunal Constitucional en
materia de respeto por la dignidad del trabajador, han examinado en sus
sentencias las características y efectos que produce esta variedad de acoso en
el trabajador. Así pues, partiendo de la jurisprudencia constitucional sobre
integridad moral, entendida ésta como una manifestación directa de la dignidad
humana, comprensiva tanto de las facetas de la personalidad como aquellas
“de la identidad individual, el equilibrio psicológico, la autoestima o el respeto
ajeno que debe acompañar a todo ser humano”[7], los jueces ordinarios han
creado unas líneas jurisprudenciales que pueden ser considerados como
criterio auxiliar de interpretación en el presente asunto. En tal sentido, los
jueces han entendido que el acoso laboral (i) constituye un atentado contra la
integridad moral de las personas a quienes se someten a tratos degradantes, y
por ende, configura una violación a la Constitución[8]; (ii) se presenta cuando
una persona se ve sometida por otra u otras en su lugar de trabajo a un
conjunto de comportamientos hostiles[9]; (iii) comprende diversas formas de
maltrato físico o verbal que recibe el trabajador, de forma deliberada, por sus
superiores o compañeros, lo cual conduce a su aniquilamiento psicológico, y en
últimas, conlleva a su salida de la empresa u organización[10]; (iv) los
comportamientos hostiles deben ser examinados en conjunto, pues tomados
aisladamente pueden parecer anodinos; (v) normalmente, la parte hostigadora
cuenta con todos los recursos, por encontrarse en una posición de superioridad
jerárquica; y (vi) no se trata de un simple conflicto laboral, inevitable en
cualquier organización, sino de una práctica que causa perjuicios psíquicos y
físicos al agredido, usualmente bajo la forma de estrés laboral[11].

PRETENCIONES
Que se amparen los derechos fundamentales a la vida, al trabajo,
a la seguridad social, a la estabilidad reforzada y al mínimo vital de
la señora Johana Marcela Serna

Ordenar a ALMACEN FLORINDA. se ABSTENGA de realizar actos


de acoso laboral en contra de la accionante.

DERECHOS AMENAZADOS Y/O VULNERADOS

Estimo violado el derecho a la igualdad, al trabajo, al poder acceder a


concursos de méritos para demostrar mis capacidades a efectos de obtener un
empleo digno, al debido proceso consagrado expresamente en el artículo 29 de
la Constitución Política, el cual lo hace extensivo “a toda clase de actuaciones
judiciales y administrativas” puesto que no fue valorado en debida forma mi
experiencia laboral. como fundamente de derecho los siguientes artículos:
• Artículo 4, articulo 11, articulo 23, articulo 42, articulo 43, articulo 44,
articulo 48, articulo 53 y articulo 83 de la Constitución política
• ley 1751 de 16 de febrero del 2015
• ley estatutaria de salud
Me permito aportar como tal lo siguiente:
• Formato de no estar afiliado a ninguna EPS Coomeva y Colfondos
• Fotocopia de mi cedula
• Fotocopia de citas médicas como particular
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Fundamento esta acción en el artículo 86 de la Constitución Política de 1991 y
sus decretos reglamentarios 2591 y 306 de 1992.

PETICION

JURAMENTO

Bajo la gravedad del juramento me permito manifestarle que por los mismos
hechos y derechos no he presentado petición similar ante ninguna autoridad
judicial.

PRUEBAS

Para que obren como tales me permito aportar, en fotocopia informal, los
siguientes documentos:

Me permito aportar como tal lo siguiente:


• Formato de no estar afiliado a ninguna EPS Coomeva y Colfondos
• Fotocopia de mi cedula
• Fotocopia de citas médicas como particular
DIRECCIONES

Accionado:

Yo recibiré notificaciones en la secretaria de su Despacho o en la siguiente


dirección: carrera 54-31b128 el recreo
Teléfono 6211014- 3182945627

Atentamente,

C.C. 1096211549  

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