El Sombrerón

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El Sombrerón

Un día, como a las seis de la tarde, aparecieron en la esquina de la


casa de Celina cuatro mulas amarradas. Pasaron por allí dos
vecinas y una de ellas dijo: "¡Qué raro! ¿No serán las mulas del
sombrerón?". "¡Dios nos libre!" dijo la otra, y salieron corriendo.
A esa hora, Celina comenzaba a dormirse porque ya se sentía muy
cansada. Entonces comenzó a oír una música muy bonita y una voz
muy dulce que decía: "eres palomita blanca como la flor de limón,
sino me das tu palabra me moriré de pasión"
Desde ese día, todas las noches, Celina esperaba con alegría esa
música que sólo ella escuchaba. Un día no aguantó la curiosidad y
se asomó a la ventana y cual siendo la sorpresa, ver a un hombrecillo que calzaba
botitas de piel muy brillante con espuelas de oro, que cantaba y bailaba con su
guitarra de plata, frente a su ventana.
Desde entonces, Celina no dejó de pensar en aquel hombrecito. Ya no comía, sólo
vivía esperando en momento de volverlo a escuchar. Ese hombrecito la había
embrujado.
Al darse cuenta los vecinos, aconsejaron a los padres de Celina que la llevaran a
un convento para poderla salvar, porque ese hombrecito era el "puritito duende".
Entonces Celina, fue llevada al convento donde cada día seguía más triste,
extrañando las canciones y esa bonita música. Mientras tanto el hombrecito se
volvía loco, buscándola por todas partes. Por fin la bella Celina no soportó la
tristeza y murió el día de Santa Cecilia. Su cuerpo fue llevado a la casa para
velarlo. De repente se escuchó un llanto muy triste. Era el sombrerón, que con
gran dolor llagaba a cantarle a su amada: "ay...ay... mañana cuando te vayas voy
a salir al camino para llevarte el pañuelo de lágrimas y suspiros".
Los que vieron al sombrerón cuentan que gruesas lágrimas rodaban mientras
cantaba: "estoy al mal tan hecho que desde aquí mi amor perdí, que el mal me
parece bien y el bien es mal para mí". Toda la gente lloraba al ver sus
sufrimientos. Y cuentan que para el día de Santa Cecilia, siempre se ven las
cuatro mulas cerca de la tumba de Celina y se escucha un dulce canto: "corazón
de palo santo ramo de limón florido ¿por qué dejas en el olvido a quien te quiera
tanto?"
Y es que se cuenta que el sombrerón nunca olvida a las mujeres que ha querido.
La llorona
Cuenta la leyenda que era una mujer de
sociedad, joven y bella, que se casó con un
hombre mayor, bueno, responsable y cariñoso,
que la consentía como una niña, su único
defecto... que no tenía fortuna.
Pero el sabiendo que su joven mujer le gustaba
alternar en la sociedad y " escalar alturas ",
trabajaba sin descanso para poder satisfacer
las necesidades económicas de su esposa, la
que sintiéndose consentida despilfarraba todo
lo que le daba su marido y exigiéndole cada día más, para poder estar a la altura
de sus amigas, las que dedicaba tiempo a fiestas y constantes paseos.
Marisa López de Figueroa, tuvo varios hijos estos eran educados por la
servidumbre mientras que la madre se dedicaba a cosas triviales. Así pasaron
varios años, el matrimonio.
Figueroa López, tuvo cuatro hijos y una vida difícil, por la señora de la casa, que
repulsaba el hogar y nunca se ocupó de los hijos. Pasaron los años y el marido
enfermó gravemente, al poco tiempo murió, llevándose " la llave de la despensa ",
la viuda se quedó sin un centavo, y al frente de sus hijos que le pedían que comer.
Por un tiempo la señora de Figueroa comenzó a vender sus muebles. Sus alhajas
con lo que la fue pasando.
Pocos eran los recursos que ya le quedaban, y al sentirse inútil para trabajar, y sin
un centavo para mantener a sus hijos, lo pensó mucho, pero un día los reunió
diciéndoles que los iba a llevar de paseo al río de los pirules. Los ishtos saltaban
de alegría, ya que era la primera vez que su madre los levaba de paseo al campo.
Los subió al carruaje y salió de su casa a las voladas, como si trajera gran prisa
por llegar. Llegó al río, que entonces era caudaloso, los bajos del carro, que ella
misma guiaba y fue aventando uno a uno a los pequeños, que con las manitas le
hacían señas de que se estaban ahogando.
Pero ella, tendenciosa y fría, veía como se los iba llevando la corriente, haciendo
gorgoritos el agua, hasta quedarse quieta. A sus hijos se los llevo la corriente, en
ese momento ya estarían muertos. Como autómata se retiró de él lugar, tomo el
carruaje, salió como "alma que lleva el diablo ", pero los remordimientos la hicieron
regresar al lugar del crimen. Era inútil las criaturas habían pasado a mejor vida.
Cuando se dio cuenta de lo que había hecho, se tiro ella también al río y pronto se
pudieron ver cuatro cadáveres de niños y el de una mujer que flotaban en el río.
Dice la leyenda que a partir de esa fecha, a las doce de la noche, la señora Marisa
venia de ultratumba a llorar su desgracia: salía del cementerio (en donde les
dieron cristiana sepultura) y cruzaba la ciudad en un carruaje, dando alaridos y
gritando ¡Aaaaay mis hijos ¡ ¡ Donde estarán mis hijos ¡ y así hasta llegar al río de
los pirules en donde desaparecía. Todas las personas que la veían pasar a
medianoche por las calles se santiguaban con reverencia al escuchar sus gemidos
y gritos. Juraban que con la luz de la luna veían su carruaje que conducía una
dama de negro que con alaridos buscaba a sus hijos.
Las mujeres cerraban las ventanas, y al trasnochador que venía con copas, hasta
la borrachera se le quitaba al ver aquel carro que conducía un espectro, donde iba
la llorona, del carruaje salían grandes llamaradas y se escuchaba una largo y triste
gemido de una mujer, un esqueleto vestido de negro, el que guiaba el carruaje,
jalado por caballos briosos. Un día, cuatro amigos, haciéndose los valientes,
quisieron seguir al carruaje que corría a gran velocidad por céntrica calle de
Aguascalientes que daba al río pirules.
Ellos la seguían, temblando de miedo, pero dándose valor con las copitas, dio un
último grito de tristeza y dolor ¡Aaaay mis hijos ¡y desapareció con todo y carruaje.

La Ciguanaba
Un hombre después de trasnochar caminando cerca de
una fuente, veía el cielo las estrellas centellantes; ni
siquiera había amanecido cuando vio bañándose en el
agua fría de la fuente una mujer con un hermoso vestido
blanco, de hermosa figura, cabello largo y negro.
El hombre le preguntó:
¿Qué haces a esta hora bañándote, quieres que te
ayude?
La hermosa mujer dejó de bañarse, y sin mostrarle el
rostro le hizo una señal.
Me está llamando dijo el borrachín.
La mujer caminó hacia el cementerio y el hombre la siguió impaciente e
incansablemente, cada vez que se le acercaba, la mujer se desplazaba lejos de él.
Entonces el hombre por fin la alcanzó y pudo contemplar su rostro endemoniado,
parecía un caballo, ésta se abalanzó sobre él y trató de llevárselo gimiendo un
grito escalofriante, enterrándole las uñas para sepultarlo en los barrancos
cercanos.
Desesperadamente el hombre recogió una medallita que tenía colgada en el
cuello, y empezó a orar ya que no podía escapar de la mujer.
Cuando la mujer vio la medalla lo soltó y se lanzó al barranco.
El hombre sobrevivió al ataque y llegó a su casa con sus brazos y espalda
desgarrados. Su familia trató de curarlo pero el hombre contó la historia y murió a
los pocos días debido a sus heridas que nunca sanaron.
Fabulas
El camello, y el elefante y el mono
Reunidos unos cuantos animales,
decidieron hacer una votación para elegir un rey.

El camello y el elefante se ofrecieron como


candidatos, ya que
esperaban ser los más votados gracias a su
tamaño y su fuerza.

Pero llego el mono y dijo:

-El camello no sirve, porque no se encoleriza contra


los malhechores, y el elefante tampoco, porque si nos ataca
un cerdo, al cual teme, no nos podrá defender.

MORALEJA
La mayor fortaleza se mide en el punto más débil.

La zorra y las uvas

Es vos común que a más del mediodía


En ayunas la zorra iba cazando.

Halla una parra, quedase mirando


De la alta vid el fruto que pendía.

Causa bale mil ansias y congojas


No alcanzar las uvas con la guerra,
Al mostrar a sus dientes la alta parra
Negros racimos entre verdes hojas.

Miro, salto y anduvo en probaduras,


Pero vio el imposible ya de fijo.

Entonces fue cuando la zorra dijo:

-¡No las quiero comer! ¡No están maduras!


MORALEJA
No te engañes a ti mismo si las cosas
no te salen como quieres

La zorra y el perro

Una zorra se metió en el rebaño


De corderos. Como vio de lejos a los perros,
Cobijo en su pecho a un corderillo
Y fingió acariciarlo. Cuando llego el perro
Guardián y le pregunto qué estaba haciendo,
Ella respondió:
-Le acaricio y juego con él.
-¡Pues suéltalo enseguida -gruño el perro
Amenazador-, si no quieres conocer las caricias
de mis colmillos!

MORALEJA
La impresión no siempre te hace salir airoso

Relatos

La Ouija

La ouija, un tablero que presuntamente permite


invocar y dialogar con el espíritu de personas
fallecidas, es seguramente uno de los juegos más
inquietantemente populares de los últimos siglos.

Es un juego tan simple como macabro: un tablero


con las letras del abecedario, los números del 0
al 9, y las palabras "sí", "no" y "adiós". Así, por
intermedio de un puntero, este juego haría
posible un contacto con los seres del más allá,
que entonces se sirven de estos elementos para
elaborar respuestas a las preguntas que se le hacen.

Son conocidas las historias y leyendas populares en torno a la ouija, que dan
cuenta de los serios riesgos que corre todo aquel que se atreve a jugarla sin algún
conocimiento previo sobre los portales energéticos que se abren y el posible
traspaso de almas malvadas. Sin embargo, poco se sabe acerca de su origen.

En algún momento, trascendió que los orígenes de la ouija estarían situados en el


Antiguo Egipto. Se trata de una leyenda que cobró fuerza a raíz de la difusión
intencionada que sus comerciantes hicieron para propio beneficio. En realidad, las
primeras tablas surgieron a mediados del siglo XIX, cuando, alrededor del año
1890, el universo de lo espiritual, lo oculto y lo paranormal comenzó a cobrar
mucha fuerza.

El 28 de mayo de 1890 se registró la primera patente de tabla ouija, inventada


según la documentación por el estadounidense Elijah Jefferson Bond, aunque bajo
la titularidad de William H. A. Maupin y Charles W. Kennard. Ciertamente, para
cuando el trámite de patente se inscribió, la ouija ya era popularmente conocida en
América y Europa.

Más tarde, Charles W. Kennard desarrolló la empresa que se encargó de construir


los tableros ouija y transformar un juego eminentemente ocultista en uno de los
más populares juegos de mesa de la cultura estadounidense. En algún momento,
la patente fue vendida a William Fuld, un empleado de la compañía de Kennar,
quien continuó comercializando el juego hasta que Parker Brothers adquirió los
derechos, en 1966.

Los mayores picos de venta de la tabla ouija se dieron durante los momentos más
trágicos de la historia humana moderna: la Primera y Segunda Guerra Mundial, la
Guerra de Vietnam y mucho más tarde la Guerra del Golfo. Evidentemente, la
gente creyó siempre que se trata de un método efectivo para contactarse con los
que ya murieron.

La Creación del Mundo

Antiguamente, no había sobre la tierra ningún


hombre, ningún animal, ni árboles, ni piedras.

Antiguamente, no había sobre la tierra ningún


hombre, ningún animal, ni árboles, ni piedras.
No había nada. Esto no era más que una vasta
extensión desolada y sin límites, recubierta por
las aguas.
En el silencio de las tinieblas vivían los dioses
Tepeu, Gucumats y Huracán. Hablaban entre
ellos y se pusieron de acuerdo sobre lo que
debían hacer.
Hicieron surgir la luz que iluminó por primera vez la tierra.
Después el mar se retiró, dejando aparecer las tierras que podrían ser cultivadas,
donde los árboles y las flores crecieron.
Dulces perfumes se elevaron de las selvas nuevas creadas.
Los dioses se regocijaron de esta creación. Pero pensaron que los árboles no
debían quedar sin guardianes ni servidores. Entonces ubicaron sobre las ramas y
junto a los troncos toda suerte de animales.
Pero éstos permanecieron inmóviles hasta que los dioses les dieron órdenes:
-Tú, tu irás a beber en los ríos. Tú, tu dormirás en las grutas. Tu marcharás en
cuatro patas y un día tu espalda servirá para llevar cargas. Tú, pájaro, vivirás en
los árboles y volarás por los aires sin tener miedo de caer.

Los animales hicieron lo que se les había ordenado.


Los dioses pensaron que todos los seres vivientes debían ser sumisos en su
entorno natural, pero no debían vivir en el silencio; porque el silencio es sinónimo
de desolación y de muerte. Entonces les dieron la voz.
Pero los animales no supieron más que gritar, sin expresar ni una sola palabra
inteligente.
Entristecidos, los dioses formaron consejo y después se dirigieron a los animales:
- Porque ustedes no han tenido conciencia de quiénes somos, serán condenados
a vivir en el temor a los otros. Se devorarán los unos a los otros sin ninguna
repugnancia. Escuchando eso, los animales intentaron hablar. Pero sólo gritos
salieron de sus gargantas y sus hocicos.
Los animales se resignaron y aceptaron la sentencia: pronto serían perseguidos y
sacrificados, sus carnes cocidas y devoradas por los seres más inteligentes que
iban a nacer. Del Popol Vuh, Libro Sagrado de los Quichés.

La belleza invisible

Susan era una adolescente que le gustaba


mucho mirarse en el espejo y decirse a sí misma
que era hermosa; podía durar horas en el espejo
y aunque todos le dijeran y advirtieran el peligro
de su gran vanidad ella no hacía caso.

Una noche después de pasar horas dando


vueltas en su cama sin poder dormir, decidió ir a
la sala a mirarse en el espejo. Al pasar frente a él
no podía resistirse a voltear y posar para ella
misma.

Esa noche se paró frente al espejo y notó que de sus ojos nacían gotas de sangre
pero al tocárselos no tenía nada; fue horrible para ella verse así y sin embargo
dejando pasar aquel incidente siguió haciendo muecas frente al espejo.

Esa noche lo único que iluminaba esa sala era la traslúcida luz de la luna, la cual
era bastante llamativa y permitía ver perfectamente la silueta de la chica.
Haciendo muecas pudo notar que su cara se empezaba a deformar y algunos
órganos de ella estaban desapareciendo; no pudo evitar el horror así que corrió al
cuarto de su madre y en cada espejo que se veía la sangre brotaba de sus ojos,
tenía cortadas y marcas de picaduras y mordeduras.
A pesar de que todos le decían que estaba bien, cada vez que se miraba en el
espejo su misma boca hablaba por ella sin comprender su cerebro lo que decía y
haciendo gestos de horror, tristeza y asombro espeluznantes para el ojo humano.
Después de esa horrible experiencia tuvieron que tapar todos los espejos de su
casa, pero siempre por casualidad a las 3:00 de la mañana un espejo aparece
sobre su cama provocándole terribles ataques. Hay gente que comenta que la han
visto deambulando como un alma en pena y que al llegar a las casas de sus
amigas -tan vanidosas como ella- y mirarse en los espejos lanza unos gritos y
gemidos de dolor.

Así que ten cuidado, la vanidad puede enloquecerte, en cualquier momento en


que te estés mirando en el espejo vanidosamente ella puede aparecer como un
reflejo y hacer que jamás seas la misma.

Definiciones

Hozar / Osar
Hozar se refiere a levantar y remover tierra con el hocico: Los cerdos hozan
buscando trufas. Y, osar se refiere a atreverse a realizar algo temerario o poco
común: Era tan temido que nadie osaba mirarlo a los ojos.
Abría / Habría
Habría es el verbo haber conjugado en primera o tercera persona del presente;
abría, por su parte, es el verbo abrir conjugado en primera o tercera persona del
condicional.
Acerbo / Acervo
Acerbo es un adjetivo para referirse a algo o alguien que es áspero, cruel o
riguroso. Acervo, en cambio, es un sustantivo, y puede referirse tanto a un
conjunto de bienes culturales, morales o económicos, como a un montón de cosas
menudas.
Has / Haz
Has es la forma auxiliar del verbo haber usada para la formación de tiempos
compuestos. Haz, por su parte, es el verbo hacer en la segunda persona de
imperativo.
Segar / Cegar
Cegar significa quitar o impedir la vista a alguien, turbar la razón, cerrar algo que
estaba abierto, u obstaculizar el paso en una vía o conducto. Segar, en cambio,
significa cortar, y puede referirse a la hierba, a algo que sobresale o a una vida.
Sierra / Cierra
Una sierra puede referirse a una herramienta para cortar materiales duros, a una
cadena montañosa o a un tipo de pez. Cierra, por su parte, es el verbo cerrar en
distintas de sus formas personales.
Severo / Cebero
Severo se refiere a que es estricto y riguroso al aplicar una ley o una regla. Y,
cebero es capazo en que se echa el grano para pienso.
Cien / Sien
Cien es un número, mientras que la sien es una parte de la cabeza humana.
Silba / Silva
Una silba es una pita o pitada mediante la cual se manifiesta el rechazo a una
persona o cosa, Silva, por su parte, se refiere a una colección de temas y
materias diversas, o a un tipo de composición poética.
Sima / Cima
Una sima puede ser un tipo de moldura o una cavidad natural grande y profunda
en la tierra. Una cima, por su parte, es el punto más alto de un monte, un árbol, o,
en sentido figurado, de una carrera, un proceso o una obra.
Zumo / Sumo
Zumo se refiere a un jugo obtenido de frutas, o de cualquier vegetal al exprimirlo.
Y, sumo se refiere a algo muy grande o a la acción de sumar: Sumo mis gastos
para hacer un presupuesto.
Tubo / Tuvo
Un tubo es una pieza hueca cilíndrica usada para transportar agua y otros fluidos,
así como para guardar o contener distintas sustancias. Tuvo, por su parte, es el
verbo tener conjugado en tercera persona del pretérito perfecto.
Huso / Uso
Uso se puede referirse al acto o capacidad de usar algo o a una costumbre o
práctica, mientras que huso se emplea para designar un instrumento para hilar o
cada uno de los meridianos en que es divida la superficie terrestre para la fijación
de la hora.
Vacilo / Bacilo
Vacilo es el verbo vacilar en su forma de primera persona de presente. En
cambio, bacilo es el nombre que recibe cierta bacteria que tiene forma de
bastoncillo.
Vaya / Valla
Vaya es el verbo ir conjugado en primera o tercera persona de subjuntivo; una
valla puede ser una cerca, una cartelera publicitaria, o un obstáculo.

Vidente / Bidente
Vidente es aquel que ve o aquella persona que tiene capacidad para ver el futuro
o tener visiones sobrenaturales. Bidente puede ser aquello que tiene dos dientes,
un tipo de azada de dos dientes o una cuchilla antigua.
Villar / Billar
Un villar es una villa pequeña, mientras que billar puede referirse a un juego de
precisión o al establecimiento público donde se practica este juego.
Votar / Botar
Votar significa manifestar una opinión o parecer por medio del voto. Botar, en
cambio, significa arrojar o tirar fuera algo o a alguien.
Agito / Ajito
Agito es el verbo agitar conjugado en primera persona; significa mover
violentamente una cosa de un lado al otro. Ajito, en cambio, corresponde al
diminutivo de diferentes expresiones, la más común de ellas ajo, que es una
planta apreciada en la cocina.
Adoptar / Adaptar
Adoptar es elegir o tomar algo como propio, especialmente ideas o costumbres
ajenas. Adaptar, en cambio, supone transformar algo para adecuarlo a las
necesidades funcionales u operativas de alguna persona o institución.
Aboyar / Abollar
Abollar significa producir una depresión sobre una superficie por causa de un
golpe. Aboyar, en cambio, se emplea con el sentido de poner boyas en el mar.
Sabana / Sábana
Sabana gran llanura o meseta en que se da este tipo de vegetación. Sábana se
refiere a una pieza de tela fina que se pone en la cama y que generalmente va
acompañada de otra a juego; una sirve para cubrir el colchón y la otra para
taparse.
Rayar / Rallar
Rallar se refiere a la acción de raspar o desmenuzar algo con un rallador,
mientras que rayar denota otras acciones, como hacer rayas sobre una superficie
o sobre un texto o escrito.
Pollo / Poyo
Un pollo es un ave doméstica o una forma de referirnos a su carne, mientras que
un poyo es un asiento de piedra u otro material, levantado junto a una pared o
ventana.

Hora / ora
Hora se refiere a una medida de tiempo, mientras que ora es el verbo orar que
significa suplicar, pedir o rogar por algo.
Hondear / ondear
hondear. 'Tirar con honda'. No debe confundirse con ondear que significa
moverse formando ondas.
Pozo / Poso
Un pozo es una perforación profunda en la tierra, mientras que poso puede ser el
sedimento en el fondo de un recipiente con líquido.
Haré / Aré
Haré es el verbo hacer conjugado en primera persona de futuro; significa crear,
producir o realizar, entre otras cosas. Aré, por su parte, es el verbo arar y se usa
con el sentido de trazar surcos en la tierra con un arado, o producir un efecto
semejante sobre una superficie.
Asada / Azada
Asada es el participio del verbo asar, es sinónimo de cocida, tostada o abrasada.
La azada, en cambio, es una herramienta utilizada para trabajar la tierra.
Hatajo /Atajo
Hatajo puede referirse a un grupo pequeño de ganado o, despectivamente, a un
grupo de personas o cosas. Atajo, por su lado, puede designar la senda que
acorta un camino.

Bello / Vello
Como bello designamos algo que es hermoso, agraciado o excelente. Vello, por
su parte, hace referencia a cierto tipo de pelo corto, fino y suave, que cubre
algunas zonas del cuerpo.
Cavo / Cabo
Cavo puede referirse a una 'madriguera', o puede ser el verbo cavar conjugado en
primera persona. Cabo, por su parte, hace referencia al extremo de algo, a una
lengua de tierra que penetra en el mar, a una jerarquía militar, o al fin o término de
una cosa.
Hecho / Echo
Echo es el verbo echar conjugado en primera persona del presente, mientras que
hecho es el participio del verbo hacer, que puede realizar la función de adjetivo
con el significado de 'acabado', o de sustantivo, con el sentido de 'suceso' o
'asunto'.
Hierba / Hierva
Hierva es el verbo hervir conjugado en primera y tercera persona del presente de
modo subjuntivo, mientras que hierba son sustantivos usados para designar una
planta pequeña o el conjunto de ellas, entre otras cosas.
Revelar / Rebelar
Revelar significa descubrir lo que estaba oculto o permanecía ignorado. Rebelar,
en cambio, se refiere a sublevar o alzar contra algo o alguien, u oponerse o
resistirse a obedecer determinadas órdenes.
Hojear / Ojear
Hojear es un verbo que significa 'pasar las hojas', y dicho de las hojas de un árbol,
procede de hoja y tiene la acepción de moverse. Ojear, en cambio es un verbo
que significa 'mirar de manera rápida y superficial'. Procede de ojo.
Masa / Maza
Maza se refiere a un instrumento parecido al martillo para machacar: Usó una
maza para golpear la puerta. Y, masa se refiere a una mezcla de materias sólidas
y líquidas que es consistente y maleable, o a una agrupación indiferenciada de
personas, animales o cosas.
Vacante / Bacante
Vacante es algo que está sin ocupar, vacío, ocioso; también puede referirse al
tiempo que duran las vacaciones. Bacante, por su parte, es como se denomina a
la mujer que participaba las fiestas bacanales.
Maya / Malla
Una malla es una red, un tipo de tejido o una estructura formada por un conjunto
de elementos que se cruzan entre sí. Maya, por su parte, puede referirse a una
cultura ancestral de América Central y a lo relativo o perteneciente a esta.
Huya / Hulla
Huya es el verbo huir conjugado en algunas de sus formas personales, significa
alejarse de alguien o irse de un lugar rápidamente por temor o desagrado. Hulla,
en cambio, se refiere a un tipo de carbón mineral aprovechado por su gran
potencia calorífica.

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