2019 Igualdad de Genero
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EL TRABAJO: ESTRATEGIAS
Y PROPUESTAS
Coordinadora:
CARMEN SÁEZ LARA
Consejo de redacción
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL
TRABAJO: ESTRATEGIAS Y
PROPUESTAS
Autoras:
Mª Inmaculada Benavente Torres
Julia Muñoz Molina
María Luisa Rodríguez Copé
María José Rodríguez Crespo
Carmen Sáez Lara
EDICIONES LABORUM
EDICIONES LABORUM
Avda. Gutiérrez Mellado, 9 – Planta 3ª Oficina 21
30008 Murcia
Tel.: 968882181
e-mail: [email protected]
Este trabajo está financiado por el Grupo de investigación «Derecho del Trabajo»,
SEJ-117, Universidad de Córdoba.
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ISBN: 978-84-945033-8-2
DEPÓSITO LEGAL: MU 1259-2016
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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ÍNDICE
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PRESENTACIÓN
La igualdad entre mujeres y hombres es hoy un principio jurídico
universal inserto en el ADN de la construcción europea. Han sido múltiples
los recursos normativos, doctrinales, judiciales y económicos movilizados en
las últimas cinco décadas para afrontar el grave problema de la
discriminación por razón de género y que han posibilitado en Europa una
sociedad más igualitaria. Sin embargo, persisten reductos de discriminación
para las mujeres, como la violencia de género y la discriminación salarial,
que siguen siendo consecuencia de la perpetuación de los roles de género.
De forma simultánea, surgen otras formas de discriminación, asociadas al
uso de las nuevas tecnologías y a los nuevos modelos de familia con
impacto adverso sobre las mujeres.
En este largo camino de avance hacia la igualdad entre mujeres y
hombres, podríamos identificar tres fases o períodos. Una primera fase
abarcaría los años transcurridos desde 1975 a 1995, aproximadamente. En
1975 se invocó con éxito el principio de igualdad de retribución para
defender a Gabrielle Defrenne, azafata de las líneas aéreas nacionales belgas,
y este caso llevó a la adopción de las primeras directivas europeas sobre
igualdad entre los sexos (igualdad salarial e igualdad en las condiciones de
trabajo). Esencial fue, sin duda alguna, la doctrina del entonces TJCE
relativa a igualdad salarial, la prohibición de discriminación indirecta, la
prohibición de diferentes condiciones de trabajo (retributivas) para las
trabajadoras a tiempo parcial, la prohibición de discriminación directa por
embarazo, y la protección de la situación de embarazo y maternidad.
Entre nosotros, y al amparo de la prohibición de discriminación por
razón de sexo contenida en el artículo 14 CE, se lleva a efecto en esa época
la regulación sobre el permiso de maternidad y la prohibición de atentados a
la intimidad, incluyendo los de naturaleza sexual. Especialmente relevante
sería la doctrina del Tribunal Constitucional relativa a la prohibición de
discriminaciones salariales indirectas y a la tutela frente al despido por
embarazo de la trabajadora.
Una segunda fase puede situarse en el período que transcurre de 1995
a 2005, que puede calificarse como el tiempo de la transversalidad del
principio de igualdad y de las directivas antidiscriminatorias. Tras la
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PRESENTACIÓN
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POLÍTICAS ACTIVAS DE EMPLEO PARA
MEJORAR LA INSERCIÓN LABORAL DE
LAS MUJERES: POLÍTICAS PÚBLICAS EN
RETROCESO Y DERECHOS
INDISPONIBLES EN TIEMPOS DE
CRISIS
MARÍA JOSÉ RODRÍGUEZ CRESPO
Profesora Contratada Doctora. Universidad de Córdoba
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1 RAMOS QUINTANA, M.I. El futuro del trabajo y las mutaciones del empleo. Revista Trabajo y
Derecho. Nº 11. 2015, págs. 13-14.
2 ALONSO, N./ TRILLO, D. La crisis del Estado del bienestar y sus repercusiones sobre la situación
sociolaboral de las mujeres. Revista de Economía Crítica. Nº 20. 2015, pág. 152.
3 PEREZ DEL RIO, T. “Las políticas de incentivación y mejora del empleo femenino: entre la
inadecuación y la insuficiencia”, en AA.VV. La política y el derecho del empleo en la nueva sociedad
del trabajo. Liber amicorum en honor a la profesora Rosa Quesada Segura. Monereo Pérez/
Márquez Prieto (Direct.). Monografías de Temas Laborales. Nº 56. Consejo Andaluz de
Relaciones Laborales. 2016, pág. 857.
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los niveles y en todas las etapas, por los actores normalmente involucrados
en la adopción de medidas políticas”9. Implica no limitar los esfuerzos de
promoción de la igualdad a la adopción de medidas específicas a favor de las
mujeres, sino de movilizar todas las medidas y políticas generales específicas
con el propósito de lograr la igualdad10.
La estrategia de mainstreaming de género nace con la intención de
iniciar un proceso de cambio social, que implicaba importantes retos en la
concepción de las políticas, en las instituciones responsables, en la forma de
administrar los recursos y en las relaciones interpersonales11. Fue asumido
explícitamente por la Plataforma de Acción de la Cuarta Conferencia
Mundial sobre Mujeres de las Naciones Unidas, reunidas en Pekín en 1995 y
en ella se requiere a los gobiernos y otros actores “a promocionar una
política activa y visible del mainstreaming de género en todas las políticas y
programas para que antes de que se tomen las decisiones se realice un
análisis de los efectos producidos en mujeres y hombres respectivamente”12.
La, entonces, Comunidad Europea asume los compromisos adoptados en la
Naciones Unidad y se compromete a que sus políticas y programas se
centren en medidas favorables al reconocimiento del papel fundamental
desempeñado por las mujeres en los procesos sociales, económicos y
políticos, a la participación de las mujeres en la gestión del poder y a su
acceso a la independencia económica, debiéndose adoptarse medidas
específicas para garantizar la integración de la cuestión de la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres en todas las políticas de la Unión13.
Ello implicó, a nuestro entender, un cambio trascendental en materia de
igualdad de género, en el sentido de que el ámbito de aplicación del derecho
a la igualdad se amplia y se exige la aplicación de una perspectiva de género
a nivel global y no un enfoque limitado exclusivamente a los problemas de
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25 MOREAU, M. A. Las Justificaciones de las Discriminaciones, op.cit. pág. 163. Por ejemplo, la
justificación económica es una de las razones más aceptadas por el Tribunal de Justicia de la UE.
26 STJCE Kirshammer Hack. C-189-91.
27 MOREAU, M.A. Les justifications des disciminations. Droit Social 12. 2002, pág. 1115.
28 SSTJCE Enderby, Danfoss, citadas.
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29 MINÉ, M. Le droit communautaire dans la pratique du droit social. Droit ouvrier. 2000.
30 Ratificado por España en 1967 y que concibe la discriminación como “cualquier distinción,
exclusión o preferencia basada en motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política,
ascendencia nacional u origen social que tenga por efecto anular o alterar la igualdad de
oportunidades o de trato en el empleo y la ocupación” (art. 1.1,a), obligando a los Estados
firmantes a llevar a cabo un política nacional que promueva la igualdad de trato en el empleo
y la ocupación, con objeto de eliminar cualquier forma de discriminación a este respecto
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33 PEREZ DEL RIO, T. “Las políticas de mejora e incentivación…”. Op. Cit. Pág. 858.
34 Dicha Directiva permite la adopción de medidas que tiendan a promover la igualdad de
oportunidades entre hombres y mujeres, en particular, aquellas que evitan las desigualdades
de hecho que afectan a las mujeres en el campo de acceso al empleo, promoción y formación
profesional, condiciones de trabajo y seguridad social (art. 2.4 D. 76/207/CEE).
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37 GALLARDO MORA, R. Los nuevos Planes de Igualdad en la empresa: un análisis de las primeras
experiencias. Revista de Derecho Social, nº 48. 2009, pág.85.
38 FABREGAT MONFORT, G. Los Planes de Igualdad como obligación empresarial. Bomarzo. 2007,
explica cómo debe computarse el censo de trabajadores en empresas con plantilla fluctuante.
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empresas del grupo cuenta con una plantilla superior a 250 trabajadores,
tendrán la obligación de negociar el plan, mientras que no lo tendrían los
que tuvieran una plantilla inferior. No obstante, creemos que pueden ser
más ventajoso para los trabajadores del grupo de empresa la negociación de
un plan de igualdad conjunto para todas las empresas que lo conforman, sin
perjuicio de que puedan incluirse en él compromisos que tengan en cuentan
las concretas particularidades de cada uno de ellas, en relación con los
objetivos de igualdad39. Como ejemplo, pueden citarse el plan de igualdad
único del grupo Vips (2016-2020)40 y del grupo Eiffage Infraestructuras
(2015-2019)41, que resultan aplicables todas las empresas del grupo, con
independencia de que algunas de ellas no se encuentren legalmente
obligadas a ello por no alcanzar el número de empleados requeridos. En
estos casos, la adhesión de la totalidad de las empresas a los compromisos
asumidos en el plan de igualdad del grupo empresarial debe reflejarse
expresamente en el texto del mismo.
La obligación de negociar un plan de igualdad también puede venir
impuesta por el convenio colectivo aplicable o cuando la autoridad laboral
así lo hubiera acordado en un procedimiento sancionador, como alternativa
a una propuesta de sanción derivada de un incumplimiento empresarial muy
grave en materia de igualdad de trato (art. 45.3 LOI). En el resto de las
empresas, la elaboración de los planes de igualdad es voluntaria, previa
consulta con la representación legal de los trabajadores, pero resulta
recomendable por las ventajas que ello reporta para las mismas, en relación
con la responsabilidad social corporativa.
En su articulado, deben contender los concretos objetivos de igualdad
a alcanzar en la empresa, las estrategias y prácticas a adoptar para su
consecución y el establecimiento de sistemas eficaces de seguimiento y
evaluación de los objetivos fijados. Deberán incluir la totalidad de una
empresa, si bien pueden establecer acciones especiales y que traten de
adecuarse a las características especiales que pueda presentar un
determinado centro de trabajo.
39 NIETO ROJAS, P. Los Planes de Igualdad entre la Ley y la negociación colectiva: un diálogo insuficiente.
Revista de Información Laboral, nº. 10, 2015, pág. 3, aboga por la negociación fragmentada
del plan en cada una de las empresas del grupo.
40 PI grupo Vips (BOE 10 de junio 2016). El grupo Vips gestiona 6 cadenas y más de 340
establecimientos en varios países.
41 PI grupo Eiffage Infraestructuras (BOE 25 de noviembre 2015).
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42 Por desgracia en la práctica, los Planes de Igualdad sólo han servido para poner por escrito
aquello que ya se estaba haciendo en las empresas, por lo común, medidas de conciliación, sin
llevar a cabo una reflexión ni evaluación de su impacto en términos de igualdad. Se trata de
algo que la empresa percibe como un mero trámite, según el estudio realizado por
CARRASQUER, P./ RECIO, C./ RODRIGUEZ-SOLER, J. Políticas de igualdad y modelos de
empleo: el caso Español. Revista del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Economía y
Sociología, n,º 116. pág. 92.
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51 Y actualmente la única apuesta concreta para promover el empleo femenino, aparte del
empleo a tiempo parcial, según la opinión de CARRASQUER, P. “Las mujeres en las
políticas de empleo”, en AA.VV. Diagnóstico socio-económico de las políticas de empleo en España,
2012-2014. Bellaterra. Dipòsit Digital de Documents. Universidad Autónoma de Barcelona.
Pág. 24. Disponible en: http://ddd.uab.cat.record/142917 .
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las cuotas a la seguridad social, que son más elevadas para las empresas si la
contratación se realiza a mujeres. No obstante, ello pudiera entenderse
contrario a la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea,
dado que, en la sentencia de 17 de octubre de 1995, (asunto Kalanke)
consideró contrario al principio de igualdad el establecimiento de un
régimen de preferencia a favor de las mujeres con iguales méritos que los
varones en el acceso al empleo y en la promoción interna y también
consideró contraria al principio de igualdad la contratación preferente del
sexo subrepresentado siempre que las diferencias de méritos no resultasen
considerables (STJUE de 6 de julio de 2000. Asunto Abrahamson)52.
En el caso de la contratación indefinida, el art.4.5 Ley 3/2012, de 20
de diciembre, concede a las empresas que contraten a mujeres mayores de
cuarenta y cinco años con un contrato de apoyo a los emprendedores,
reducciones en las cuotas a la seguridad social de 1500 euros al mes (200
euros menos que si se contrata a un hombre), siempre que se trate de
contrataciones de mujeres en ocupaciones en las que estén menos
representadas53. En el ámbito de la contratación temporal, diferentes
normas incentivan la contratación de mujeres o la transformación en
indefinido de sus contratos inicialmente temporales, mediante reducciones
en las cuotas empresariales a la Seguridad Social. De nuevo, la forma elegida
por el legislador en ampliar el margen de bonificación en el caso de
contratar a mujeres de forma preferente a la de los hombres. Este es el caso
de la transformación en indefinido del contrato de primer empleo joven
(700 €/año mujeres; 500 €/año hombres –art. 12 Ley 11/2013–);
contratación indefinida de jóvenes procedentes de una empresa de trabajo
temporal con contrato de primer empleo joven (700 €/año mujeres; 500
€/año hombres –art. 12.4 Ley 11/2013–); contratación indefinida de
trabajadores provenientes de una empresa de trabajo temporal con contrato
para la formación y el aprendizaje (1800 €/año mujeres; 1500 €/año
hombres –Disposición Final 4ª Ley 11/2013–); contratación indefinida de
trabajadores que hubieran estado contratados por una ETT con contratos
52 Aunque también han existido pronunciamientos del TJUE que han considerado legítimas
leyes que obligaban a dar preferencia a las mujeres en el acceso al empleo en las
Administraciones Públicas en los sectores en los que tenías menos presencia (STJCE de 11 de
noviembre de 1997. Asunto Marschall).
53 La OM de 16 de septiembre de 1998 identifica las profesiones en las que las mujeres cuentan
con escasa presencia, en relación con la clasificación nacional de ocupaciones de 2011,
aprobada por el Real Decreto 1591/201, de 26 de noviembre, aplicable a partir del 1 de enero
de 2011.
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tratada por razón de sexo de manera menos favorable que otra en situación comparable”.
En la última reforma de 2002 se introduce el concepto denominado
“comparador hipotético” (–pudiera ser–), que permite que a la hora de
aportar indicios de discriminación directa no sea necesario para la
demandante buscar un comparador masculino idéntico o siquiera similar71.
Por su parte, el artículo 2.1.b de la Directiva 2006/54 que establece
como definición de discriminación indirecta: “La situación en que una
disposición, criterio o práctica aparentemente neutros sitúan a personas de un sexo
determinado en desventaja particular con respecto a personas del otro sexo, salvo que dicha
disposición, criterio o práctica pueda justificarse objetivamente con una finalidad legítima y
que los medios para alcanzar dicha finalidad sean adecuados o necesarios”. Este texto
también fue reformado en 2002 para eliminar la prueba estadística exigida
con anterioridad para demostrar la existencia de la discriminación. La
utilización del término “desventaja particular” implica un tránsito de un
sistema de detección cuantitativo o uno cualitativo, en el que deberían
analizarse, entre otros, los efectos potenciales sobre las mujeres de una
determinada medida72. Nos obstante, no puede constatarse aún el alcance
que este cambio de criterio tendrá para la eliminación de la desigualdad
salarial entre hombre y mujeres, dado que aún no ha sido asumido por la
jurisprudencia del TJUE. Como puede observarse en la sentencia de 17 de
julio de 2014, asunto Maurice Leone, se sigue aplicando el concepto de
discriminación indirecta que atiende al criterio cuantitativo, y que implica
que ésta existe por razón de sexo “cuando la aplicación de una medida
nacional, aunque formulada de manera neutra, perjudique de hecho a un
mayor número de trabajadores de un sexo u otro”.
Llegados a este punto haya que tener en cuenta que es doctrina
reiterada de la Corte de Justicia europea, con basamento en el original
artículo 114 TCE y en las actuales normas de derecho derivado, que pueden
existir diferencias retributivas entre trabajadores y trabajadoras que realizan
un mismo trabajo o un trabajo de igual valor, siempre tales diferencias de
trato puedan explicarse por factores objetivamente justificados y ajenos a
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
toda discriminación por razón de sexo73. Según el TJUE, los criterios para
poder admitir dicha diferencia retributiva serían los siguientes:
Primero. La justificación aportada por el empresario debe basarse en una
finalidad legítima. Según el TJUE, los medios elegidos para alcanzar dicha
finalidad deberán ser idóneos y necesarios para conseguir dicho efecto74.
Segundo. No es válida cualquier tipo de justificación. A juicio del TJUE, el
objeto de la justificación del empresario en lo que atañe a la aparente
discriminación salarial indirecta por razón de sexo no debe centrarse en
justificar el nivel de retribución pagada a cada uno de los grupos de
referencia ni tampoco de justificar la asignación de trabajadores a uno u otro
grupo, sino de justificar la retribución en sí misma75. La diferencia de
retribución es la que debe justificarse por razones objetivas, ajenas a toda
discriminación por razón de sexo.
Tercero. El origen de la disposición de la que deriva la diferencia retributiva
influye notablemente en la posible justificación de la aparente discriminación. Según el
TJUE, cuando se trata de una discriminación indirecta, el origen de la
diferencia de retribución puede ser diverso, y, por lo tanto, la justificación
de tal diferencia puede ser igualmente diversa y, de este modo, referirse a
una disposición nacional, a un convenio colectivo que regule el trabajo por
cuenta ajena o incluso a una práctica o acción unilateral de un empresario
respecto al personal que emplea, por lo que atañe al empresario aportar la
justificación objetiva de la diferencia de retribución apreciada entre los
trabajadores de distinto sexo que se consideran discriminados76. En el
supuesto de que las condiciones salariales aplicables vengan establecidas en
varias normas legales o convencionales aplicables, el TJUE ha admitido que,
en la determinación de si existe discriminación en lo referente a la
retribución de trabajadores de distinto sexo que realizan un mismo trabajo o
un trabajo de igual valor, ha de tenerse en cuenta la norma de la que deriva
el reconocimiento de la condición salarial, de modo que estarían amparadas
por el principio de igualdad retributiva las condiciones salariales derivadas
de disposiciones legales o convencionales, cuando la norma de la que se
deriva tal condición es aplicable a todos los trabajadores comparados, como
73 STJCE de 17 de julio de 2014. Asunto Maurice Leone, C-173/13, con cita de jurisprudencia
anterior.
74 STCE de 3 de octubre de 2006. Asunto Cadman, C-17/05, con cita de jurisprudencia
anterior.
75 STJCE de 28 de febrero de 2013. Asunto Margaret Kenny, C-427/11.
76 STJCE de 28 de febrero de 2013. Asunto Margaret Kenny, C-427/11.
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95 FELGUEROSO, F./JANSEN, M. Retos para una nueva etapa en las políticas activas del mercado de
trabajo. Revista del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Nº Extraordinario. 2016. Pág. 35
96 PEREZ DEL RIO, T. Las políticas de incentivación y mejora del empleo… Op. Cit. Pág. 858.
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IGUALDAD, CONCILIACIÓN,
CORRESPONSABILIDAD Y
FLEXIBILIDAD: EJES CLAVES PARA LA
GESTIÓN DEL MERCADO DE TRABAJO
ACTUAL
MARÍA LUISA RODRÍGUEZ COPÉ
Titular de Universidad de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.
Universidad de Córdoba.
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favor de las mujeres (acciones positivas) por parte de los Poderes Públicos,
siempre que subsistan situaciones de desigualdad.
Por último, en las disposiciones adicionales de la Ley se recogen
diversas modificaciones de precepto de Leyes vigentes necesarias para su
acomodación a las exigencias y previsiones derivadas de la puesta en
práctica del principio de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres
y hombres.
Finalmente, no podemos obviar otros aspectos de esta Ley que han
contribuido, sin duda, a la consagración de este Principio. Nos referimos,
por una parte, a la creación de organismos especializados, como la
Comisión Interministerial de Igualdad entre Mujeres y Hombres y las
Unidades de Igualdad en cada Ministerio, o el Consejo de Participación de
las Mujeres, como órgano colegiado que ha de servir de cauce para la
participación institucional en estas materias. Por otro lado, a la previsión de
un Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades, de los Planes de
Igualdad en las empresas y la previsión de su negociación en los convenios
colectivos, y del distintivo empresarial en materia de igualdad; la Ley,
además, establece la utilización de un lenguaje no sexista por los poderes
públicos e introduce la variable de sexo en la elaboración de los estudios y
estadísticas que éstos han de elaborar.
Para concluir, como más adelante veremos, la Ley 3/2007 avanzó en
la consolidación del principio de Igualdad entre mujeres y hombres
mediante, entre otros aspectos, la implementación y puesta en práctica de
medidas específicas en materia de conciliación de la vida personal, familiar y
laboral de las personas trabajadoras y el fomento de una mayor
corresponsabilidad entre mujeres y hombres en el reparto de las
obligaciones familiares.
2. La conciliación de intereses de las personas trabajadoras.
Cuestiones a tener en cuenta
Sin lugar a dudas, para analizar la materia que nos ocupa, debemos
partir de una doble idea que se plasma en la defensa de dos principios
esenciales: el de igualdad entre hombres y mujeres, por una parte, y el de
igualdad de género, por otra.
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tomar una serie de medidas tales como la reducción de la brecha salarial entre hombres y
mujeres, una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral, así como de las
personas en situación de discapacidad y los jóvenes. Estas medidas permitirían a los hombres
asumir más responsabilidades familiares y redefinir las expectativas y roles de género.
101 Datos extraídos del documento publicado por la Comisión Europea sobre consulta a los
interlocutores sociales europeos acerca de las acciones de la Unión Europea en materia de
conciliación de la vida laboral y la vida privada de las familias trabajadoras, correspondiente a
la iniciativa «Un nuevo comienzo para afrontar los retos de la conciliación de la vida laboral y
la vida privada de las familias trabajadoras», disponible en:
https://ec.europa.eu/.../3fc9e8bb-dad9-4749-a353-aee3913a098b
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
102 Véase, AA.VV. “La corresponsabilidad entre los miembros de la familia, como factor de
conciliación”. Educatio siglo XXI. Vol. 28, nº 1 (2010). Disponible en :
http://revistas.um.es/educatio/issue/view/8931
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114 http://ec.europa.eu/justice/gender-equality/files/documents/130531_barcelona_en.pdf
115 En 2013, 17 Estados miembros no habían alcanzado el objetivo de ofrecer servicios de
guardería para el 90 % de los niños de entre tres años y la edad de escolarización obligatoria,
aunque la mayoría de estos Estados miembros no estaba muy lejos del objetivo. El déficit era
aún mayor en cuanto a la consecución del objetivo del 33 % para los niños menores de tres
años, ya que 19 Estados miembros no lo habían logrado y 6 se encontraban muy por debajo
del objetivo.
71
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
116 Para aclarar este concepto y sus “repercusiones” en materia de conciliación, véase, Empleo y
maternidad: obstáculos y desafíos a la conciliación de la vida laboral y familiar. FUNCAS-
IGOP, 2015.
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IGUALDAD, CONCILIACIÓN, CORRESPONSABILIDAD Y FLEXIBILIDAD: EJES CLAVES PARA LA GESTIÓN DEL MERCADO DE …
117 SAÉZ LARA, La conciliación de la vida personal, familiar y laboral. Políticas públicas y
marco normativo. I Congreso Internacional “Mujer, trabajo y Derecho”. Granada, 2015, en
dónde hace referencia a factores tales como el avance de la igualdad de género, el cambio de
actitudes de género, el cambio en los modelos de familia, la preocupación por la educación de
los menores, el desarrollo de la sociedad de la información, que permite otras formas de
trabajar y la necesidad de gestionar mejor el capital humano, como causas que propician el
cambio de actitudes con respecto a las políticas de conciliación públicas y privadas.
73
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
74
IGUALDAD, CONCILIACIÓN, CORRESPONSABILIDAD Y FLEXIBILIDAD: EJES CLAVES PARA LA GESTIÓN DEL MERCADO DE …
120 Son varios los preceptos que en el ET se dirigen a la consecución de la conciliación de la vida
laboral y familiar. Véase la relación a la que hace mención JUARISTI BESALDUCH, cit., : el
permiso por lactancia de hijo menos de nueve meses, de una hora de duración (o reducción de
la jornada en media hora) (art. 37.4 ET); el permiso por hospitalización de hijo prematuro, de
duración idéntica al anterior pero sujeto a reducción de salario (art. 37.4 bis); la reducción de
jornada entre 1/3 y 1/2, con equivalente reducción de salario, por guarda legal de un menor de
seis años; el derecho a la movilidad geográfica en base a la reagrupación familiar (art. 40.3 ET);
la suspensión del contrato de trabajo por maternidad, riesgo durante el embarazo o adopción
(art. 45.1.d); la excedencia para el cuidado hijos menores de tres años, que conlleva reserva del
puesto de trabajo durante el primer año y, los siguientes, un derecho preferente al reingreso
(art. 46.3 ET); la licencia por maternidad de 16 semanas, a distribuir según voluntad de la
madre, que puede optar por ceder parte del permiso al padre, a excepción de las seis semanas
posteriores al parto (art. 48.4 ET); la suspensión del contrato de trabajo por riesgo durante el
embarazo (art. 48.5 ET), y la declaración de nulidad del despido cuando el mismo se produzca
durante y con causa en el embarazo o durante la suspensión del contrato de trabajo por alguna
de las causas expuestas y relacionadas con la maternidad.
75
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
situación de dependencia que prevé medidas para ayudar a las personas que
se encuentran en esta situación, y a sus familiares.
Por último, es en la Ley 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad
efectiva de mujeres y hombres, en donde los derechos de conciliación se
reconocen como un criterio general de actuación, que aparecen dispersos por
toda la norma. Entre las reformas más relevantes que introduce la ley
destacan: el reconocimiento de nuevos permisos, algunos retribuidos (el de
paternidad, por ejemplo.); la ampliación de los permisos o licencias ya
existentes con la finalidad de prestar atención a los recién nacidos y a la salud
de la madre; la reducción o adaptación del tiempo de trabajo que busca la
adaptación de las obligaciones laborales a las personales; el establecimiento
de nuevas causas suspensivas de la relación laboral para proteger más
supuestos familiares en los que sea preciso ejercer derechos de conciliación
de manera excepcional; se incrementan los derechos de Seguridad Social y se
intenta minimizar el impacto de la conciliación de la vida personal y familiar
sobre el seguro del beneficiario de la prestación y se amplían los supuestos
de protección frente al despido; además, se reconocen nuevas obligaciones y
derechos en el ámbito específico de la negociación colectiva. Recordemos,
también, que esta Ley establece la obligación de negociar planes de igualdad
en las empresas de más de doscientos cincuenta trabajadores. Y aunque en el
resto la negociación de planes de igualdad es voluntaria, será obligatorio
elaborar y aplicar un plan de igualdad cuando el convenio colectivo que les
sea aplicable lo establezca y cuando la autoridad laboral así lo hubiera
acordado (como sustitución de sanciones accesorias en un procedimiento
sancionador).121 A pesar de que en la propia Ley se reconoce como fin
primordial de la misma el fomento de la asunción equilibrada de las
responsabilidades familiares, no deja de ser una mera declaración de
intenciones pues el legislador continúa contemplando los derechos de
conciliación de la vida personal, familiar y laboral desde una óptica
femenina122; y ello, a pesar de que, en relación al diseño e implementación de
121 Al respecto, RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, “La relación entre las medidas de conciliación y
el empleo”, en Conciliación de la vida familiar y laboral y corresponsabilidad entre sexos,
Cabeza Pereiro, y otros (Coordinadores). Tirant lo Blanch, Valencia, 2011, págs. 271 a 294.
122 Véase, en este sentido, las críticas de RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, cit. La autora hace
referencia al mantenimiento del permiso para atender a familiares por afinidad, lo que
posibilita que continúe siendo la mujer la que cuide a su familia política. Además, afirma, la
madre sigue siendo la titular del permiso por lactancia, el permiso por maternidad tiene una
duración mucho más larga que el de paternidad, y la reducción de jornada o la excedencia para
el cuidado de familiares no requiere una participación activa por parte de ambos titulares.
76
IGUALDAD, CONCILIACIÓN, CORRESPONSABILIDAD Y FLEXIBILIDAD: EJES CLAVES PARA LA GESTIÓN DEL MERCADO DE …
123 La mayor parte de las medidas dirigidas a facilitar la conciliación de la vida personal, familiar
y laboral (la maternidad, permisos parentales, ordenación del tiempo de trabajo...etc) se
engloban bajo las políticas sociales, de empleo e igualdad de oportunidades entre hombres y
mujeres, en lugar de tratarse bajo la óptica de políticas de familia. La rentabilidad y las
ventajas de implantar la materia de la conciliación como políticas familiares en sí mismas, son
constatables pues reportan mejoras de la salud, seguridad, atención y cuidado familiar,
igualdad y también suponen mejoras económicas. Así lo pone d manifiesto el interesante
estudio de LLUCH FRECHINA, E. (2010). “Medidas de conciliación y resultados
empresariales”, en la obra de AA.VV (Coord. ABRIL STOFFELS, R.), Informe sobre políticas
públicas de promoción de la conciliación entre la vida personal, familiar y laboral, p. 245- 260. Disponible
en: http://dspace.ceu.es/handle/10637/7822.
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
124 En palabras de RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ., cit., “No se trata de dar más tiempo a un
grupo de la sociedad para que se ocupe del cuidado de los dependientes. Se trata de que el
género deje de ser un obstáculo para el empleo femenino y la compatibilidad con su vida
privada, es decir, que se consiga realmente una igualdad efectiva entre los géneros”.
La autora recuerda, en este sentido, la responsabilidad que tienen los poderes públicos a la
hora de implementar políticas que faciliten unos servicios de atención con calidad y que
respondan a las necesidades actuales (compaginar los horarios de las guarderías, centros de
atención a dependientes y los propios centros escolares con los horarios laborales).
Asimismo, las empresas, y la sociedad en general deben asumir “como normal y beneficioso
este tipo de medidas para impulsar decisiones personales libres para todos los trabajadores”.
125 STJUE 30 de septiembre de 2010, asunto Roca Álvarez, C-104/09.
126 En este sentido, BALLESTER PASTOR, “De cómo la reforma operada…” cit.
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IGUALDAD, CONCILIACIÓN, CORRESPONSABILIDAD Y FLEXIBILIDAD: EJES CLAVES PARA LA GESTIÓN DEL MERCADO DE …
127 En él se resuelve el caso del recurrente, padre de un niño, que vio denegada su solicitud de
que le fuera reconocido el permiso de lactancia porque, según razona expresamente la
resolución denegatoria de la solicitud, “es requisito indispensable que ambos progenitores
trabajen”, por lo que “la situación de desempleo de la madre hace incompatible que el
permiso por lactancia sea disfrutado por el padre”. La duda que se plantea ante el Tribunal
parte de la premisa, así explicitada en el Auto de planteamiento, de que si hubiera sido una
mujer (la madre) la solicitante del permiso, la Administración no habría tenido más remedio
que reconocérselo, por lo que la denegación del mismo permiso a un hombre (al padre) en el
acto administrativo objeto del proceso a quo pudiera resultar contraria al principio de no
discriminación por razón de sexo, en la medida en que bajo una norma aparentemente
protectora de la maternidad se estaría haciendo a la madre de peor condición que al padre,
perpetuando el modelo tradicional de reparto de funciones en el cuidado de los hijos.
128 Dice así: “Los funcionarios públicos tendrán los siguientes permisos: …
f) Por lactancia de un hijo menor de doce meses tendrá derecho a una hora de ausencia del
trabajo que podrá dividir en dos fracciones. Este derecho podrá sustituirse por una reducción
de la jornada normal en media hora al inicio y al final de la jornada o, en una hora al inicio o
al final de la jornada, con la misma finalidad. Este derecho podrá ser ejercido indistintamente
por uno u otro de los progenitores, en el caso de que ambos trabajen.
Igualmente la funcionaria podrá solicitar la sustitución del tiempo de lactancia por un
permiso retribuido que acumule en jornadas completas el tiempo correspondiente”.
129 Siendo, por tanto, requisito indispensable que ambos progenitores trabajen, por lo que la
situación de desempleo de la madre hace incompatible que el permiso por lactancia sea
disfrutado por el padre.
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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IGUALDAD, CONCILIACIÓN, CORRESPONSABILIDAD Y FLEXIBILIDAD: EJES CLAVES PARA LA GESTIÓN DEL MERCADO DE …
134 “La dimensión constitucional de la medida contemplada en los apartados 5 y 6 del Art. 37
LET y, en general, la de todas aquellas medidas tendentes a facilitar la compatibilidad de la
vida laboral y familiar de los trabajadores, tanto desde la perspectiva del derecho a la no
discriminación por razón de sexo (Art. 14 CE) de las mujeres trabajadoras como desde la del
mandato de protección a la familia y a la infancia (Art. 39 CE), ha de prevalecer y servir de
orientación para la solución de cualquier duda interpretativa”. STC 3/2007, de 15 de enero.
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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IGUALDAD, CONCILIACIÓN, CORRESPONSABILIDAD Y FLEXIBILIDAD: EJES CLAVES PARA LA GESTIÓN DEL MERCADO DE …
135 Recordemos que la Ley remite a la negociación colectiva o al acuerdo con el empresario el
establecimiento de los términos en que el trabajador ejercitará el derecho a adaptar la
duración y distribución de la jornada de trabajo para hacer efectivo el derecho a la
conciliación de la vida personal, familiar y laboral.: (Art. 34.8 E.T.); y el derecho a la
reducción de su jornada en media hora para la lactancia de un menor de nueve meses o a
acumular las horas de lactancia en jornadas completas (Art. 37.4 E.T.). Por otra parte, la ley
reenvía a los convenios colectivos en general la regulación de los términos en que el
trabajador deberá comunicar al empresario la suspensión del contrato de trabajo por
paternidad: (Art 48.7 E.T., último párrafo).
136 Véase, RODENAS SANCHO, “La conciliación de la vida familiar, personal y laboral.
Buenas prácticas y negociación colectiva”. Secretaría de la mujer y la igualdad de UGT-PV.
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
142 Puede verse el progresivo incremento del acceso de hombres a permisos por motivos de
conciliación, principalmente cuando se trata de permisos retribuidos El porcentaje de
hombres que disfrutan de permisos disminuye cuando implica su disfrute una reducción de
las retribuciones.
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
143 Como no podía ser de otra forma en una materia que, por las implicaciones que conlleva,
suscita tanto interés para las partes implicadas y, sin duda, para el conjunto de la sociedad.
144 Grosso modo, supone, por un lado, flexibilidad en la organización del trabajo, que, al mismo
tiempo que facilite la movilidad interna en la empresa en condiciones de seguridad para los
trabajadores, favorezca también “lugares de trabajo de elevada calidad” u “una buena
organización del trabajo” haciendo posible en particular la inserción de la mujer en el
mercado de trabajo con empleos de calidad y la conciliación de la vida laboral, familiar y
privada. Po otro, seguridad laboral, no tanto en el puesto de trabajo, cuanto en el mercado de
trabajo, que asegure la transición de un empleo a otro, con políticas activas de empleo
“eficaces”.
145 “Las relaciones laborales en las pequeñas y medianas empresas”, cit.
88
IGUALDAD, CONCILIACIÓN, CORRESPONSABILIDAD Y FLEXIBILIDAD: EJES CLAVES PARA LA GESTIÓN DEL MERCADO DE …
146 Las empresas presentan en sus planes de conciliación modalidades de esta flexibilidad en el
tiempo de trabajo, como por ejemplo, que el horario de entrada y salida sea flexible, que se
fomente la jornada intensiva, permitiendo, incluso, que los empleados puedan trabajar más
horas durante algunos días de la semana y a cambio recibir un día o medio día libre a la
semana; que los horarios sean orientativos y se le ofrezca al trabajador la posibilidad de
configurarlos como considere más oportuno; que exista la posibilidad de distintas variantes,
como por ejemplo, jornadas parciales, según la producción y actividad de la empresa, y/o
jornadas integradas; que en el trabajo a turnos se tenga derecho a la elección de turno y a la
concreción del horario dentro del turno elegido.
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
147 Como afirma RODENAS SANCHO, cit.,… “la protección durante el embarazo y el periodo
de lactancia está justificada por razones de salud, la conciliación es otra cosa bien distinta y
que afecta tanto a mujeres como a hombres”.
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IGUALDAD, CONCILIACIÓN, CORRESPONSABILIDAD Y FLEXIBILIDAD: EJES CLAVES PARA LA GESTIÓN DEL MERCADO DE …
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¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA
SALARIAL DE GÉNERO?
CARMEN SÁEZ LARA
Catedrática de Derecho del Trabajo y Seguridad Social. UCO
148 Cfr. Sobre la construcción del concepto jurídico de género, BALAGUER CALLEJÓN, M.L.,
Mujer y Constitución: La construcción jurídica del género, Feminismos, 2005.
149 Resolución del Parlamento Europeo, de 8 de octubre de 2015, sobre la aplicación de la
Directiva 2006/54/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 5 de julio de 2006,
relativa a la aplicación del principio de igualdad de oportunidades e igualdad de trato entre
hombres y mujeres en asuntos de empleo y ocupación (2014/2160(INI)). Cfr., también
(…)
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
94
¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
152 Así por ejemplo se aprecia incluso en los texto oficiales europeos por ejemplo al afirmarse que
“El principal reto para todos los Estados miembros de la UE es la correcta aplicación y la
ejecución de las normas en materia de igualdad retributiva, tal y como se prevé en la Directiva
2006/54/CE, ya que a pesar del importante volumen del arsenal legislativo vigente desde hace
casi cuarenta años (…) sigue existiendo una brecha retributiva entre hombre y mujeres que se
sitúa, en término medio, en el 16,4 % a escala de la UE, así como que se registran diferencias
significativas entre los Estados miembros” (Resolución Parlamento Europeo de 2015).
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
153 Se proporciona información para todos los sectores de actividad de la CNAE-2009. Este es
uno de los indicadores estructurales usados para supervisar la Estrategia Europea de
Crecimiento y Empleo. Este indicador ha sido definido como no corregido (es decir, no
corregido según las características individuales que pueden explicar parte de la diferencia de
ingresos) porque presenta una imagen global de las desigualdades de género en el mercado
laboral que explica las diferencias salariales entre hombres y mujeres.
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¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
154 Cfr., VEGA CATENA, J., SANTERO SÁNCHEZ, R., CASTRO NÚÑEZ, B., Diversidad
de género en la dirección de las empresas españolas. Implicaciones sobre la desigualdad
salarial, en Revista del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, Economía y Sociología,
121/2016. La hipótesis de la que parten los autores es que las empresas que cuentan al menos
con un 30% de directivas son más igualitarias y presentan una menor brecha y discriminación
salarial en sus plantillas. La fundamentación empírica del trabajo descansa en el análisis de la
Encuesta de Estructura Salarial de 2010 del Instituto Nacional de Estadística y la metodología
utilizada se basa tanto en el tradicional método Oaxaca-Blinder, como en el análisis de las
diferencias salariales a lo largo de la distribución a partir de regresiones cuantícas. Los
resultados obtenidos corroboran que no solo hay una mayor brecha salarial en las empresas
dirigidas por hombres, sino que también hay una mayor discriminación salarial.
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¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
156 El mandato de igual retribución por trabajo de igual valor entre hombres y mujeres se
formuló por primera vez en el art. 41 de la Constitución de la OIT, por medio de la reforma
operada en 1946. Más adelante se configuró expresamente en el Convenio 100 OIT (1951).
Lo que es transcendental para identificar una discriminación retributiva por razón de sexo
pues no sería necesario encontrar un término de comparación consistente en un trabajo
«igual», difícil dada la conocida segregación laboral de género, sino que dicho término de
comparación bastaba con que fuera un trabajo «de igual valor».
157 La Directiva 75/117 ya señalaría la exigencia de los sistemas de clasificación profesional
(cuando se utilicen para la determinación de las retribuciones) se basen en criterios comunes
a ambos sexos.
158 “El empresario está obligado a pagar por la prestación de un trabajo de igual valor la misma
retribución, satisfecha directa o indirectamente, y cualquiera que sea la naturaleza de la
misma, salarial o extrasalarial, sin que pueda producirse discriminación alguna por razón de
sexo en ninguno de los elementos o condiciones de aquella”.
101
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
163 STJUE de 9.2.1982, Caso Garland, C-12/81, (ventajas especiales de transporte para los
trabajadores jubilados, pero no para las trabajadoras jubiladas). STJUE de 18.9.1984, Caso
Liefting, C-23/83, (salario bruto se reduce a las funcionarias casadas con otros funcionarios
en cuanto el salario conjunto de ambos supere determinado techo). STJUE de 4.2.1988, Caso
Murphy, C-157/86, (trabajadoras, en trabajos de producción con un valor superior, cobran
menos que un varón almacenero). STJUE de 17.2.1993, Comisión contra Bélgica, C-173/91,
(las mujeres nunca están en situación de devengar una indemnización complementaria por
despido). STJUE de 25.5.2000, Caso Podesta, C-50/99, (los varones viudos no podían cobrar
la pensión hasta los 65 años, mientras las mujeres viudas podían cobrarla desde los 60
años).STJUE de 28.9.1994, Caso Beune, C-7/93, (reglas distintas de cálculo de la pensión de
jubilación de funcionarios casados respecto a si funcionarias casadas. STJUE de 17.4.1997,
Caso Evrenopoulos, C-147/95, (se imponen a los hombres condiciones de acceso a la
viudedad más gravosas que a las mujeres). STJUE de 29.11.2001, Caso Griesmar, C-366/99,
(se excluye a los funcionarios que acrediten haber cuidado a sus hijos/as de una bonificación
a efectos de la pensión de jubilación que se concede a las funcionarias).STJUE de 13.12.2001,
Caso Mouflin, C-206/00, (derecho a una pensión de jubilación inmediata solo a las
funcionarias cuyo cónyuge padece una incapacidad o una enfermedad incurable que le impide
ejercer una profesión). STJUE de 12.9.2001, Caso Niemi, C-351/00 (se reconoce el derecho a
una pensión de jubilación a una empleada en establecimientos militares a los 60 años,
mientras a los empleados con el mismo trabajo se les reconoce ese derecho a los 55 años).
STJUE de 26.6.2001, Caso Brunnhofer, C-381/99, “la igualdad de retribución debe
garantizarse no solo en función de una apreciación global de las gratificaciones concedidas a
los trabajadores, sino también a la vista de cada elemento de la retribución considerado
aisladamente”. Si el trabajo se paga por unidad de tiempo, la diferencia de retribución
establecida en el momento de la contratación “no puede justificarse por razones que solo son
conocidas tras la entrada en funciones de los trabajadores afectados y que solo pueden ser
apreciadas durante la ejecución del contrato de trabajo, como una diferencia en la capacidad
de trabajo personal de los interesados o en la calidad de las prestaciones”.
164 La Sentencia 81/1982, resolvería la denuncia formulada por parte de un trabajador (ayudante
técnico sanitario) de las diferencias retributivas entre hombres y mujeres, derivadas de la
diferenciación de organización del trabajo nocturno para trabajadores en función del sexo. El
TC consideró contraria al art. 14 CE la diferencia salarial cuestionada otorgando el amparo (al
igual que en el supuesto de la STC 98/1983), toda vez que no pueden considerarse ajustadas
al principio de igualdad diferencias de trato en favor de mujeres fundadas en razones de
exclusiva protección de la mujer en el trabajo. La STC 128/1987, que resuelve sobre la
vulneración del art. 14 CE, formulada por un ayudante técnico sanitario de un Hospital de la
Seguridad Social, integrado en el I.N.S.S., en relación con un plus de guardería (4.000 ptas
mensuales) del que se beneficiaban exclusivamente las mujeres trabajadoras (cualquiera que
fuese su estado civil) con hijos menores de 6 años, y los trabajadores varones con hijos
menores de esa edad, solo si eran viudos. Para el TC la diferencia entre hombre y mujeres,
existente en cuanto al disfrute del referido plus de guardería, será considerada
(…)
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¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
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167 Desde una perspectiva histórica hemos de recordar que para la aplicación de este principio
por los Estados y las partes sociales se elaboraría el Memorándum sobre igual retribución
para trabajo de igual valor (COM 94/6 Final Bruselas 23-6-1994 y el Código práctico sobre la
aplicación de la igualdad de retribución entre hombres y mujeres para un trabajo de igual
valor (Bruselas 17-7-1996 COM (96). El desconocimiento o la no utilización del
Memorándum y del Código de valoración de puestos de trabajo elaborados por la Comisión a
estos efectos fueron la prueba de la necesidad de una actuación más próxima a los
negociadores sociales a través de guías para la eliminación de las discriminaciones salariales en
los convenios colectivos.
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¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
173 También debe recordarse la STC 286/1994, donde se debatía la existencia de una discriminación
sexual derivada de la inferior retribución que percibe el personal femenino ocupado en el
departamento de envasado, empaquetado y acabado, con respecto al personal masculino
integrado en el departamento de producción; pretensión que fue parcialmente estimada. En esta
Sentencia se estimó que la diferencia retributiva en relación con el salario base entre el personal de
producción y el de envasado se basaba en una valoración de los trabajos realizados por uno y
otro, sobre la base de criterios neutros (responsabilidad, atención rigurosa, mayor destreza) que
legitimaban la diferencia salarial existente.
174 La diferencia salarial denunciada se establecía entre la categoría profesional feminizada de
limpiadoras y la categoría masculina de peones. En esta ocasión se concedió el amparo a las
trabajadoras integradas en la categoría de limpiadoras. El TC no admitió el argumento judicial que
justificaba la diferencia salarial en atención a la mayor penosidad y esfuerzo físico requerido por
las funciones propias de peón, por su impacto adverso sobre las mujeres y por qué no se habían
utilizado otros criterios de valoración neutros, desde la perspectiva sexual. Se ha partido, afirmaría
esta Sentencia, de una premisa no demostrada, la mayor penosidad y esfuerzo físico, dando más
valor injustificadamente a una cualidad predominantemente masculina que ha producido
consecuencias perjudiciales para la mujer, desconociéndose otras características del trabajo
(atención, cuidado, asiduidad, responsabilidad etc.) más neutras en cuanto a su impacto en cada
uno de los sexos
175 La denunciada diferencia salarial existía en relación con un complemento de calidad y
cantidad entre categorías profesionales masculinas y femeninas (con algún trabajador-hombre
de reciente ingreso). Y también en este caso la justificación esgrimida por la empresa sería el
mayor esfuerzo físico exigido para desarrollar las tareas encomendadas a las categorías
“masculinas”. Para el TC el esfuerzo físico, en cuanto rasgo de la actividad humana que
puede proyectarse sobre una determinada tarea, puede ser tomado en consideración, pero su
clara falta de neutralidad por su diverso impacto sobre los sexos, requiere de los órganos
judiciales un especial rigor al estimar las alegaciones y pruebas de la parte que pretenda
hacerlo valer para justificar una diferencia retributiva. La admisión del mismo exige acreditar,
primero, de forma indubitada, que es un elemento determinante absoluto de la aptitud para el
desarrollo de la tarea, o bien que sea un elemento esencial de esta. Y aun así, en segundo
lugar, es preciso también que se combine con otros rasgos tipificadores neutros desde la
perspectiva sexual.
176 La diferencia retributiva en perjuicio de las mujeres existía entre las secciones de envasado y
control estadístico (prevalentemente integradas por personal femenino) y las secciones de
moldeado, mezclas, y bombos de satinado (en su práctica totalidad ocupados por hombres)
con categorías de oficial 1ª y 2ª de actividades complementarias, y como oficiales 1ª, 2ª, y 3ª
profesionales de la industria. La cuestión se resolvió con un fallo estimatorio a la pretensión
de las trabajadoras. En este supuesto, fue necesario valorar, desde la perspectiva de las
exigencias del art. 14 C.E., los criterios de evaluación del trabajo. Y en este sentido de nuevo
se habían hecho valer los criterios del mayor esfuerzo físico y la mayor penosidad del trabajo
desempeñado por los hombres. El TC basó su fallo en que no se había probado que los
criterios usados para justificar la diferencia salarial fuesen, en efecto, neutrales, aplicando al
caso concreto los conceptos de esfuerzo y penosidad de modo no vinculado al diferente sexo
(…)
109
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
por razón de sexo comporta en materia salarial que a un mismo trabajo, o, más
precisamente, a un trabajo al que se le atribuye un mismo valor, debe corresponder igual
retribución”177, promocionaría la utilización de criterios neutros de valoración
de las tareas, que garanticen la igualdad de condiciones de trabajadores de
ambos sexos, impondría cargas probatorias a la empresa y exigiría un
especial “celo” al órgano judicial en sus decisiones acerca de eventuales
discriminaciones salariales a las trabajadoras.
El “esfuerzo físico”, como se sabe, es, desde hace muchos años, un
criterio de valoración del puesto de trabajo, “sospechoso”, por su falta de
neutralidad, cuyo empleo como criterio de evaluación debe estar
condicionado a su esencialidad (para el desempeño del puesto de trabajo o
de las funciones propias de la categoría profesional correspondiente) y a su
combinación con otros criterios neutros de valoración178.
De otra parte, se insiste en la exigencia de transparencia del sistema
retributivo a los efectos del control y eliminación de las discriminaciones
salariales. Así, cuando la diferencia salarial aparece cubierta por una asignación
diversa de categorías hoy grupos profesionales, al empresario corresponde la
carga de probar los criterios que determinan la mayor retribución de la
categoría o sector privilegiado, y de acreditar que también ha recurrido a
criterios de valoración neutros, que garanticen la igualdad de condiciones de
trabajadores de ambos sexos.
Finalmente, el órgano judicial debe valorar estos criterios de evaluación
del puesto de trabajo, a los efectos de destruir la apariencia de discriminación
derivada de la diferencia de retribución entre grupos o niveles profesionales de
predominante composición masculina y femenina.
de los trabajadores. A ello se añadiría que tampoco se habían ponderado esos factores con los
demás concurrentes en los respectivos puestos de trabajo, con lo que la valoración efectuada
por el empresario lejos de resultar objetiva y transparente no logró desvanecer la apariencia
discriminatoria creada.
177 Principio que finalmente ya reconoce hoy el art. 28 LET. Como se recordará será la reforma
laboral de 1994 la que modificando el art. 28 LET introduciría el canon de comparación de
trabajos de igual valor, y sólo tras la Ley 33/2002, de 5 de julio, el concepto más amplio de
igual retribución para trabajos iguales o de igual valor.
178 De forma diversa, el TJCE establecería que aquellos criterios de valoración que tengan un
efecto adverso para las mujeres han de ser necesarios para el trabajo, y que su utilización en el
sistema clasificatorio debe “compensarse” o neutralizarse”, en la medida que la naturaleza de
las tareas lo requiera, con la introducción de otros criterios que favorezcan a las mujeres:
Asunto Rummler, C-237/85, Sentencia de 1 de julio de 1986.
110
¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
179 En relación con indemnizaciones pactadas en Acuerdo alcanzado en ERE, la STC 183/2000
declaró que “es discriminatoria una indemnización que se calcula sobre la base de un salario
discriminatorio, puesto que, en definitiva, perpetuaría la discriminación salarial sufrida por
las trabajadoras.(FJ 4).Lo que aconteció en este caso al haberse calculado sobre la base del
salario percibido por las demandantes en 1992, (salario que había sido declarado
judicialmente discriminatorio por razón de sexo, por sentencia ya firme del Tribunal
Superior de Justicia de Madrid), las indemnizaciones acordadas en favor de las recurrentes,
(trabajadoras de Avon Cosmetics, S.A.) en el Acuerdo de 23 de julio de 1992, alcanzado en
expediente de regulación de empleo.
180 Caso Hotel Maspalomas Princesa. Procedimiento de oficio.
111
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
112
¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
113
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
114
¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
115
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
116
¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
189 La primera lleva a cabo un análisis comparativo de los salarios de hombres y mujeres en una
organización y, en el caso de que existan diferencias, ayuda a identificar su origen. El sistema
de valoración de puestos de trabajo, con perspectiva de género, proporciona un valor a cada
puesto, permitiendo asignarle una retribución acorde a dicho valor.
117
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
118
¿ES POSIBLE ELIMINAR LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO?
191 Francia, Loi 2006-340 du 23/03/2006 relative à l'égalité salariale entre les femmes et les
hommes. Bélgica. Loi 22/04/2012visant à lutter contre l`écart salarial entre hommes et
femmes.
119
PREVENCIÓN DE RIESGOS
LABORALES Y MATERNIDAD
Mª INMACULADA BENAVENTE TORRES
Titular de Universidad de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social.
Universidad de Córdoba
1. Régimen jurídico
En la protección específica frente al riesgo durante el embarazo y la
lactancia natural confluyen aspectos de diversos campos de nuestro
Ordenamiento. Se trata de los relativos a la pervivencia y condiciones del
contrato de trabajo, los preventivos y los de previsión o Seguridad Social.
Consiguientemente, en el ámbito de nuestro derecho interno estarán
correlacionados en la referida red tutelar, en los aspectos estrictamente
laborales los arts. 4.2.c, d y e, 11.1.b y 2.b, 14.3, 45.1.e), 48.8, 52.d), 53.4.a),
55.5.a), Disp Adic. 2ª TRLET/2015. En el ámbito preventivo, serán
centrales los arts. 15.1.d) y 2, 25 y especialmente el 26 LPRL, desarrollado
reglamentariamente en el RD. 39/1997, de 17-1, de los Servicios de
Prevención, arts. 4.1, 37.3.g) y Anexos VII y VIII. Y a nivel de protección
social, los arts. 186 y 187 del Título II, Cap. VIII (riesgo durante el
embarazo), y los arts. 188 y 189 del Cap. IX (riesgo durante la lactancia
natural) del TRLGSS/2015, completando su régimen jurídico en dicho
cuerpo legal los arts. 42.1.c), 71.3, 80.2.c), 95.1.a), 144.4, 165, 166, 217,
237.3, 253.3 y 4, 255.4, 318.b), Disp. Adc 19ª, DT 18ª.2. El desarrollo
reglamentario de la prestación se recoge actualmente en el RD. 295/2009,
de 6-3, por el que se regulan las prestaciones económicas del sistema de
Seguridad Social por maternidad, paternidad, riesgo durante el embarazo y
riesgo durante la lactancia natural.
La regulación de la prevención de riesgos durante el embarazo y la
lactancia natural del art. 26 LPRL deriva directamente de la Directiva
92/85/CEE, 19-10, de manera que dicho precepto vino a cumplir la
obligatoria trasposición de aquélla a nuestro Ordenamiento Jurídico. No
obstante, ésta adaptación del Derecho nacional ha sido como poco azarosa,
121
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
192 Véase, por ejemplo, en: NAVARRO NIETO, F/VAQUERO ABELLÁN, M, “Políticas de
tutela frente a los riesgos en supuestos de embarazo y lactancia”, IARL, Sevilla, 2012, págs.
37 y ss.
193 Más extensamente, sobre las consecuencias de la calificación como prestación por
contingencias profesionales en: BLASCO LAHOZ, JF, “La prestación económica por riesgo
durante la lactancia natural (a propósito de la publicación del Real Decreto 295/2009, de 6 de
marzo)”, Revista de Información Laboral Legislación y Convenios Colectivos núm. 12/2009
parte Art. Doctrinal, en base de datos de Aranzadi Instituciones, BIB 2013\52316;
MARTÍNEZ BOTELLO, P, “El riesgo durante el embarazo y el riesgo durante la lactancia
natural, de contingencia común a profesional”, Lex Nova núm. 34/2007 parte Art. Doctrinal,
Revista nº 34 de Información Laboral/Legislación, en base de datos de Aranzadi, BIB
2013\51143.
194 Un análisis reciente de la doctrina del TJUE sobre la Directiva 92/85/CEE, en: GÓMEZ
CABALLERO, P, “Seguridad y salud en el trabajo en la Jurisprudencia comunitaria”, Temas
Laborales, nº 130, 2015, págs. 187 a 193.
122
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
195 Del Consejo, de 9 de febrero de 1976, relativa a la aplicación del principio de igualdad de
trato entre hombres y mujeres en lo que se refiere al acceso al empleo, a la formación y a la
promoción profesionales, y a las condiciones de trabajo.
196 Del Parlamento europeo y del Consejo, de 23 de septiembre de 2002, que modifica la
Directiva 76/207/CEE del Consejo relativa a la aplicación del principio de igualdad de trato
entre hombres y mujeres en lo que se refiere al acceso al empleo, a la formación y a la
promoción profesionales, y a las condiciones de trabajo.
197 Del Parlamento europeo y del Consejo de 5 de julio de 2006, relativa a la aplicación del
principio de igualdad de oportunidades e igualdad de trato entre hombres y mujeres en
asuntos de empleo y ocupación.
198 Véase nota 204.
123
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
199 Así, por ejemplo, constituye una discriminación directa por razón de sexo la exclusión de la
mujer embarazada, en puerperio o lactancia natural del acceso al trabajo incluso cuando esté
inmediatamente motivada por la protección de la salud de la mujer, del feto o del lactante: De
conformidad con la Directiva 76/207 (arts. 2 y 3), el ejercicio de los derechos que le confiere
la misma (art. 2.3 –«La presente Directiva no obstará las disposiciones relativas a la
protección de la mujer, especialmente en lo que se refiere al embarazo y a la maternidad»–),
no puede suponer un trato desfavorable para las mujeres, de manera que no cabe negarse a
contratar a una trabajadora embarazada para un puesto fijo, aún cuando por motivos de salud
no pueda destinarla de momento a dicho puesto por razón, precisamente, de su embarazo:
STJCE 3-2-2000, Mahlburg, C-207/98. En similar sentido: 05-05-1994 –Habermann-
Beltermann–, asunto C-421/92, respecto de cuidadora nocturna de carácter indefinido en
residencia de ancianos. Corresponden las mismas conclusiones si el contrato es temporal:
STJCE 4-10-2001, asunto C-109/00, Tele Dammark. Como tampoco cabe el aplazamiento
de la toma de posesión de la funcionaria por razones vinculadas al disfrute del descanso por
maternidad, sin tener en cuenta la duración de dicho permiso a efectos del cómputo de su
antigüedad (STJCE 16-2-2006, Sarkatzis, asunto C-294/04). Sin que sea admisible, por
oponerse al art. 15 de la Directiva 2006/54, la baja automática por descanso de maternidad
de la funcionaria en un curso de formación necesario para poder optar a un nombramiento
definitivo como funcionaria, tanto más cuando es incierta la fecha en que se le facilitará el
acceso a otro curso STJUE 6-3-2014, Napoli, C-595/12. O negarse a contratar a una
candidata encinta porque no se compensaría económicamente su baja por maternidad
[STJCE 8-11-1990, Dekker, asunto 177/88].
También la trabajadora puede poner fin a la excedencia por cuidado de hijo que viniese
disfrutando, sin obligación de comunicar previamente su estado al empresario, sean cuales
sean las condiciones del trabajo al que se reincorpora, con independencia que pueda o no
desarrollarlo efectivamente por razón de su embarazo (STJUE 20-09-2007 –Kiiski–; STJCE
27-2-2003, asunto 320/01, –Bush–; STJUE 13-2-2014, asuntos acumulados C-512/11 y
C-513/11, TSN E YTN).
124
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
125
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
126
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
204 En este sentido, por ejemplo, STJCE de 25-7-1991 «Stoeckel», en la que se declara la
incompatibilidad de la prohibición del trabajo nocturno de las mujeres con la Directiva
76/207/CEE. A esta sentencia siguieron otras del citado TJCE: «Levy» de 2-8-1993;
«Minne», de 3-2-1994; la sentencia de 13-3-1997; Comisión/República francesa; y la sentencia
de 4-12-1997, Comisión/Italia. En la misma línea, las diferencias de promedio entre el
hombre y la mujer tampoco justifican la exclusión de uno de los sexos [ej. trabajos en
industria minera subterránea, medio hiperbárico y de buceo S. TJCE 1-2-2005, TJCE
2005/34 (Comisión contra Austria)]. El Tribunal Constitucional en la sentencia 229/1992, de
14 de diciembre, (trabajo en la mina) limitó las exclusiones del trabajo de la mujer a cuando
estuviese justificada por su embarazo, como condición biológica específica femenina.
También la STC 216/91, de 14 de noviembre, reconoce el derecho de la mujer a ingresar en
las Fuerzas Armadas. Por ello, por ejemplo, constituye una discriminación por razón de sexo
negativa empresarial a contratar a una mujer como vigilante de seguridad por su condición de
tal, sin que la misma haya podido aportar su trayectoria profesional y sin haber sido sometida
a pruebas físicas o de aptitud que demuestren su habilidad o inhabilidad para el desempeño
del citado puesto de trabajo (STSJ Andalucía/Granada, núm. 469/2012, 22-2). Sobre la
doctrina del TJCE y el TC, véase más ampliamente: SÁEZ LARA, C, “Mujeres y mercado de
trabajo. Las discriminaciones directas e indirectas”, CES, Madrid, 1994, págs. 72 y ss.
205 Lo que en el caso del art. 26 LPRL es aún más evidente en opinión de un sector de la
doctrina, pues en su apartado 1 se refiere a la evaluación de los riesgos «que puedan influir
negativamente en la salud de la trabajadora…», con lo que no se exige certeza sobre el riesgo, sino
meramente indiciario: LOUSADA AROCHENA, J.F, “Riesgo durante el embarazo (I)”, AL,
nº 27/2001, págs. 568 y 569.
127
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
206 Sin embargo, es significativo que la posibilidad de sufrir un accidente biológico por el
personal sanitario no ha sido admitida por el Tribunal Supremo como un riesgo para la
lactancia pues ésta «no actúa como especial factor de riesgo, ni tampoco a la inversa» (STS de
1 octubre 2012, rec 2373/2011). Por el contrario, considero más adecuada la posición del
voto particular a la STS. Sentencia de 13 mayo 2015, 3114/2013, de la EXCMA. SRA. Dª
María Lourdes Arastey Sahun y EXCMO. SR. D. Jordi Agusti Julia, respecto del trabajo de
educadora en centro de reeducación de menores: «La “ratio decidendii” de la sentencia de la
mayoría se halla en la inexistencia de riesgos específicos y no analiza la segunda de las
circunstancias a las que antes he hecho alusión –la de la posible adaptación o cambio de
puesto de trabajo– 2. Y, sin embargo, ninguna duda podía caber sobre la concurrencia del
riesgo para la lactancia; tal y como aparece descrito en el hecho probado antes indicado que,
precisamente, es recogido también en el primer párrafo del Fundamento de Derecho Primero
de la mayoría. Estamos ante la constatación de un riesgo que sí presenta las características
exigidas por la doctrina de esta Sala 4ª del Tribunal Supremo citada a la que la opinión
mayoritaria se refiere, y sobre cuya base la Sala de suplicación desestimó ya el recurso de la
trabajadora, dado que figura certificado como tal por la propia Mutua aseguradora. Existe
riesgo de contagio de determinadas enfermedades susceptibles, a su vez, de ulterior
transmisión al lactante a través de la leche materna –y tal riesgo resulta incuestionable, al
menos, en el caso del SIDA–; y, además, se acredita una situación de constante exposición de
la trabajadora en su labor de intervención directa en el Centro de reeducación de menores
como responsable de su formación integral».
128
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
recogen en las guías del INSH. Así, por ejemplo, respecto del riesgo de
contaminación radioactiva, tanto en la Guía de valoración de riesgos
laborales en el embarazo y la lactancia en trabajadoras del ámbito sanitario
(editada por el Ministerio de Ciencia e Innovación, pág. 44), como en las
“Directrices para la evaluación de riesgos y protección de la maternidad en
el trabajo” (INSH, pág. 78) se admite desde la consideración de «no introducir
elementos de discriminación laboral», que la trabajadora embarazada, «siempre que
manifieste su deseo de forma expresa», se exponga a equipos y tareas que
expresamente excluye. Es evidente que una cosa es la “sobreprotección” de
la mujer y otra muy distinta es la de admitir la renuncia de los derechos que
le confieren una tutela específica por razón de su embarazo, parto o
lactancia natural. Frente a ésto, hay que denunciar que ni la trabajadora
puede renunciar legítimamente a sus derechos, ni el empresario liberarse de
su deber de actuación y de su responsabilidad (como insistiremos en el
epígr. 7). La tutela frente a la discriminación por razón de sexo no puede
seguir albergando, y mucho menos institucionalizar, la renuncia por
desamparo. . . Si se sabe que fallan las medidas antidiscriminatorias, lo único
admisible es reforzarlas, y aún más si se trata de aspectos tan elementales
como éste.
4. Evaluación específica, inicial sucesiva y subjetiva de los
riesgos específicos e información
La protección especial de la trabajadora embarazada, que haya dado a
luz o se encuentre en período de lactancia se articula sobre los riesgos
específicos que le afectan, pero, ¿qué debe entenderse en este contexto por
riesgos específicos?. Los arts. 31.2, 40.2 y 49.2 RD 295/2009 los definen
implícitamente en negativo cuando afirma que «no se considerará situación
protegida la derivada de riesgos o patologías que puedan influir negativamente en la salud
de la trabajadora o del feto –o en la del hijo, según 49.2–, cuando no esté relacionada
con agentes, procedimientos o condiciones de trabajo del puesto desempeñado».
Por tanto, el concepto de riesgo específico está construido por dos
parámetros fundamentales. El primero y básico, su incidencia sobre el
embarazo, parto reciente o la lactancia natural, descartando los restantes
riesgos o patologías que en absoluto afecten a dichos concretos estados o a
los cambios físicos y psíquicos propios de aquéllos. Segundo, “su relación”,
129
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
207 Como define el Tribunal Supremo en su sentencia de 25 enero 2012, rec. 4541/2010: «la
contingencia –por riesgo durante el embarazo o la lactancia– se describe en términos de
“exposición de las trabajadoras en situación de embarazo o parto reciente a agentes,
procedimientos o condiciones de trabajo que puedan influir negativamente en la salud de las
trabajadoras o del feto”, factores de riesgo que han de concurrir de manera concreta y
efectiva en el trabajo desempeñado, y que desde luego no son necesariamente los mismos
para el embarazo o para la lactancia.»
208 MARÍN ALONSO, I/GORELLI HERNÁNDEZ, J, “Familia y Trabajo. El régimen jurídico
de su armonización”, Laborum, Murcia, 2001, pág. 125.
209 Por todas: STS 17 (3) de marzo de 2011, rec. 1864/2010, 1865/2010 y 2448/2010; 18 (4) de
marzo de 2011, rec.1290/2010, 1863/2010, 1966/2010 y 2257/2010; 3 de mayo de 2011, rec.
2707/2010; 21 de septiembre de 2011, rec. 2342/2010; 22 de noviembre de 2011, rec.
306/2011; 25 de enero de 2012, rec. 4541/2010; y 21 marzo 2013, rec 1563/2012.
130
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
210 Como es el caso, por ejemplo, de las siguientes, siendo reseñable que algunas de ellas
incluyen previsiones específicas respecto del embarazo y/o lactancia: Directiva 89/654/CEE
relativa a las disposiciones mínimas de salud y seguridad en el lugar de trabajo; Directiva
90/270, de 29 de mayo, relativa a las pantallas de visualización; Directiva 90/269 sobre
manipulación de cargas; Directiva 2000/54/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 18
de septiembre de 2000, sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados
con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo (Séptima Directiva específica con
arreglo al apartado 1 del artículo 16 de la Directiva 89/391/CEE); Directiva
2013/59/EURATOM, del Consejo, de 5 de diciembre de 2013, por la que se establecen
normas de seguridad básicas para la protección contra los peligros derivados de la exposición
a radiaciones ionizantes, y se derogan las Directivas 89/618/Euratom, 90/641/Euratom,
96/29/Euratom, 97/43/Euratom y 2003/122/Euratom; Directiva 2004/37/CE del
Parlamento Europeo y del Consejo de 29 de abril de 2004 relativa a la protección de los
trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes carcinógenos o
mutágenos durante el trabajo; Directiva 98/24/CE, sobre los agentes químicos, físicos y
biológicos; Directiva 94/33/CE del Consejo, de 22 de junio de 1994, relativa a la protección
de los jóvenes en el trabajo; Directiva 2013/35/UE, del Parlamento Europeo y del Consejo
de 26-6-2013, sobre las disposiciones mínimas de salud y seguridad relativas a la exposición
de los trabajadores a los riesgos derivados de agentes físicos (campos electromagnéticos)
(vigésima Directiva específica con arreglo al artículo 16, apartado 1, de la Directiva
89/391/CEE), y por la que se deroga la Directiva 2004/40/CE.
211 Cumplida con la Comunicación de la Comisión sobre las directrices para la evaluación de los
agentes químicos, físicos y biológicos, así como los procedimientos industriales considerados
(…)
131
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
como peligrosos para la salud o la seguridad de la trabajadora embarazada, que haya dado a
luz o en período de lactancia, Bruselas 5-10-2000, COM (2000) 466 Final.
212 Véase epígrafe 5.
213 En el Anexo II de la Directiva 92/85 lo que se recoge es una prohibición de exposición (art.
6 Directiva 92/85), con lo que, en principio, debería bastar la apreciación de dichos riesgos
en la evaluación –al menos los que recoge la Directiva–, sin apenas necesidad de modulación
por niveles, grados o duración de aquélla –que sí proceden respecto del Anexo I, de
conformidad con el art. 4.1 Directiva–, salvo, claro está, en los casos en que la trabajadora
esté inmunizada (Págs. 23 y 24 de la Comunicación de la Comisión. Véase también: Informe
de la Comisión sobre la aplicación de la Directiva 92/85/CEE, cit., pág. 9. En similar
sentido: FERNÁNDEZ LÓPEZ, MªF, “Protección antidiscriminatoria y prevención de
riesgos laborales: la protección de la mujer embarazada”, Temas Laborales, núm. 79/2005,
págs. 43 y 44). El Anexo VIII del RSP asume y amplía el citado Anexo II Directiva 92/85,
con lo que debería serle extensible similares conclusiones, aún cuando a la vista del art. 4
RSP, habría que apostillar que tales consecuencias lo son, al menos respecto de aquéllas que
figuren en la norma comunitaria.
214 GÓMEZ CABALLERO, P, cit., págs. 171 y 172. En este sentido, la Directiva 89/391 exige
la evaluación de todos los riesgos que puedan afectar a los trabajadores (Considerando 15 y
art. 6.3.a) así como su carácter sucesivo: STJCE 15-11-2001, Comisión/República Italiana,
C-49/00, aps. 12 y 13.
132
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
133
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
218 Como tuve ocasión de proponer en: BENAVENTE TORRES, Mª I, “La tutela de la mujer
embarazada, que haya dado a luz o se encuentre en período de lactancia”, en AAVV, “La
igualdad ante la Ley y la no discriminación en las relaciones laborales”, XV Congreso
nacional de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social”, MTAS, Madrid, 2005, pág. 143.
En similar sentido: SÁNCHEZ TRIGUEROS, C, “El peligro potencial como presupuesto
del riesgo durante el embarazo”, Revista Doctrinal Aranzadi Social paraf.num.7921/2002,
BIB: 2003\144.
219 Comunicación de la Comisión, cit., págs. 9 y 12.
220 Cit., pág. 9. «Además de la evaluación general de los riesgos exigida por la Directiva marco y
por la Directiva 92/85/CEE, tras conocer que una trabajadora está embarazada el
empresario debe evaluar los riesgos específicos para esa trabajadora y adoptar las medidas
necesarias a fin de evitar toda exposición que pueda dañar su salud o la de su hijo durante la
gestación» (pág. 10). «Puesto que el embarazo es un estado dinámico que implica
transformaciones constantes, las mismas condiciones de trabajo pueden plantear distintos
problemas de salud y seguridad a cada mujer en función de la fase del embarazo, tras la
reincorporación al puesto de trabajo o durante el período de lactancia. Algunos de estos
problemas pueden preverse y afectan en general a todas las mujeres (por ejemplo, los que se
enumeran a continuación). Otros dependen de las circunstancias individuales y del historial
médico personal» (Pág. 19). Aquí algunos ejemplos: nauseas matutinas: págs. 9 y 36. «No
todas las mujeres se ven afectadas de la misma manera y los riesgos asociados varían según el
tipo de trabajo, las condiciones en las que se realice y la persona en cuestión… Dado que se
encuentran más cansadas, algunas mujeres embarazadas o en período de lactancia pueden
verse imposibilitadas para trabajar en turnos irregulares o nocturnos o para hacer horas
extraordinarias» (pág. 13). «… durante y después de la gestación se producen cambios
hormonales, fisiológicos y psicológicos, a veces de manera brusca, que pueden afectar a las
personas más vulnerables al estrés, la ansiedad o la depresión… Cuando adopten las medidas
necesarias, los empresarios tendrán en cuenta los factores de estrés conocidos (como la
organización del trabajo por turnos, la inseguridad en el empleo, las cargas de trabajo, etc.),
así como los factores médicos y psicosociales particulares que afectan a cada mujer» (pág. 14).
221 Véase, en esta línea, aclarando además que como norma general, y salvo las excepciones del
art. 22 LPRL, el reconocimiento médico de la trabajadora será voluntario: NPT 915, sobre
Embarazo, lactancia y trabajo: vigilancia de la salud. En estos casos la interpretación del
precepto debe ser aún más restrictiva, habida cuenta que están implicados fuertes
condicionantes derivados del derecho a la intimidad sexual e igualdad y no discriminación, y
existir otros medios oportunos a través de la colaboración médica pública. Hay que tener en
(…)
134
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
cuenta que las excepciones del art. 22 LPRL se tienen que interpretar restrictivamente y que
la oposición de la trabajadora sencillamente liberará al empresario de su responsabilidad
(NAVARRO NIETO, F, “La problemática jurídica de la prevención de riesgos laborales
durante el embarazo y la lactancia natural”, RRLL, n º 5/2012, pág. 47).
222 STSJ Galicia, núm. 2135/2016, de 13 abril, rec 2177/2015 –operaria en puesto de montaje de
Peugeot–, se reconoce a partir de la 26ª semana de gestación, y no en la 18ª porque la
trabajadora no tiene que inclinarse más de 10 veces hora por debajo de la rodilla, sino
reiteradamente con ángulo de 30º sin bajar de aquélla.
135
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
223 «El trabajo nocturno y las horas extraordinarias deberían estar prohibidos a las mujeres
embarazadas o lactantes, y sus horas de trabajo deberían estar distribuidas de suerte que
puedan disfrutar de períodos adecuados de descanso».
224 «Una mujer embarazada o lactante no debería estar obligada a realizar trabajos nocturnos si
un certificado médico establece que ese trabajo es incompatible con su estado.».
225 Véase epígrafe 2.
136
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
137
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
230 En aplicación de dicha doctrina, también respecto de tripulantes en cabina de pasajeros, por
ejemplo: SSTSJ Andalucía, Sevilla, núm. 804/2014, de 19 marzo, rec 1297/2013; TSJ Madrid,
núm. 254/2013, de 7 mayo, rec 5149/2012; Cataluña, núm. 2342/2013, de 28 marzo,
195/2013 y Cataluña, núm. 1846/2013, de 12 marzo, rec 2280/2012 (ambas reconocen
además, entre otros, la existencia de riesgos para la lactancia derivados de las radiaciones
ionizantes).
138
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
231 Por todas SSTS. 21 marzo 2013, rec 1563/2012 –médico de urgencias–; 24-6-2013, rec.
2488/2012 –ATS en trabajo a turnos de mañana, tarde y noche–; 1 de octubre de 2012 , rec
2373/2011, 7 de abril de 2014, rec 1724/2013 y 28 octubre 2014, rec 2542/2013 –ATS en
servicio de urgencias en Hospital Comarcal, turnos rotatorios, de mañana-tarde de 14 horas y
noches de 10 horas (a la semana un solo turno de mañana-tarde y al día siguiente un solo
turno de noche y con libranza de 3 días); 23 de enero de 2012 (rec. 1706/2011) –camillera
que presta sus servicios en turnos nocturnos y de 24 horas–.
Por ejemplo, incluso siendo la única enfermera en el turno de noche de 1 a 7.00, deniega la
prestación: STSJ de Andalucía, Sevilla, núm. 9/2015, de 8 enero, rec 979/2014. También la
deniega en aplicación de dicha doctrina a la ATS que hace turno de 24 horas ininterrumpidas
cada seis días, puesto que sólo se realiza esa extensa jornada cinco veces al mes y no se ha
demostrado que no pueda suplirse por la extracción artificial de la leche –inexistencia de salas
o frigoríficos–: STSJ. Madrid, núm. 853/2015, de 6 noviembre, rec 672/2015.
232 Por ejemplo: STSJ. Galicia, núm. 844/2015, de 13 febrero, rec 2455/2013: en este caso el
trabajo a turnos se convierte en un impedimento para la lactancia natural, pues tanto la madre
como la niña presentan factores de riesgo individual que requieren un ritmo de vida regular
para evitar interferencias con la lactancia232. Otro supuesto sería, en mi opinión, aquél en que
se acredite la falta de idoneidad de la extracción artificial para la concreta mujer o lactante
233 STSJ Galicia, núm. 985/2014, de 13 febrero, rec 4852/2011 –enfermera en UVI móvil, con
jornadas de 24 horas cada 4 ó 5 días–; hay toda una línea doctrinal del TSJ País Vasco, que se
funda en los diversos riesgos que afectan a los puestos de tales trabajadores (biológicos,
(…)
139
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
140
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
141
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
236 Pese a todo, aún hoy alguna sentencia, con un claro error de juicio, parece exigir la
acumulación y agotamiento del permiso de lactancia para poder pasar a la situación de riesgo
durante el embarazo, confundiendo lo que puede ser una legítima opción de la trabajadora
con una obligación y requisito de acceso [STSJ Galicia, núm. 825/2013,de 31 enero, rec
2691/2010: «la actora no puede decidir por si misma sus derechos laborales y por tanto no
puede colocarse por actos propios en la situación de excedencia que genera el subsidio por
lactancia, pero al mismo tiempo tampoco cabe aceptar que el retraso en la tramitación del
expediente por parte de su empresa y de la aseguradora correspondiente del subsidio, puedan
perjudicarle lo que en muchos casos llevará –como ocurre en el presente– a que el subsidio se
solicite después de finalizado el periodo de lactancia protegido lo cual no puede ser causa
“per se” para rechazar el derecho»].
142
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
237 No es exactamente lo mismo que se afirma en la STC 103/1996, 25-3, pues ésta se refiere
tanto a la lactancia natural como artificial, lo que parece superado por la STJUE Roca
Álvarez.
238 El Parlamento europeo denunció las lagunas de la Directiva 92/85 respecto de las
interrupciones para la lactancia natural y sus garantías, sí atendidas, en cambio, por la OIT:
Resolución del Parlamento, puntos O y 11.7.
239 Sin embargo, en interpretación del 48.1.f) LEBEP, precepto que tiene un claro paralelismo
con el art. 37.4 ET, sorprendentemente se ha llegado a alcanzar por el Auto del Tribunal
Constitucional num. 14/2016, de 19 enero, la conclusión de que sólo se tendrá derecho al
permiso, ya sea la mujer o el hombre, si ambos progenitores trabajan, de manera que el
desempleo de uno impedirá el nacimiento y ejercicio del derecho del otro. Por similares
motivos a los expuestos en el texto, no puede sino rechazarse esta interpretación.
143
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
y por supuesto tiempo libre para la realización de estas tareas sin reducción
de su remuneración240. Pues, sencillamente, tales pausas de extracción
–aparte de que deben ser autoselectivas o, al menos, estar garantizadas–,
como las concretas previsiones de adaptación para las empresas241 no están
previstas con carácter general en nuestro Ordenamiento jurídico242.
Tampoco parece que haya un apoyo económico suficiente para las empresas
que cumplan fielmente con sus deberes de adaptación o, en su defecto, de
cambio de puesto de trabajo, y que pueden suponer un importante gasto
(por ejemplo, por reducción de jornada, sin que tampoco esté previsto, por
ejemplo, el disfrute parcial de la prestación).
240 Directrices de la Comisión, cit., pág. 18. El local empleado para el descanso no tiene que ser
un local de descanso como tal (Guía Técnica pág. 49). Tal y como reconoce la STSJ. Madrid,
núm. 301/2014, de 28 marzo, rec 1775/2013, por ejemplo: «Con relación a las circunstancias
que afectan a la extracción de la leche materna y su conservación, se ha descrito el local de la
unidad, y aunque se entendiera conforme el hecho pretendido por las entidades gestoras –que
la referida sede cuenta además de las dos habitaciones con un salón común, tipo office y unos
sillones de televisión, cuarto de baño y aparte una zona almacén para los medicamentos y
residuos– fácilmente se colige la carencia de medios adecuados para posibilitar aquéllas. No
puede serlo en ningún caso un “almacén para los medicamentos y residuos”, y tampoco
figura que hubiera un frigorífico a disposición de la actora para mantener la leche extraída
durante las 24 horas en las que presta su trabajo. Según los manuales al uso, en un ambiente a
15 grados C, puede estar 24 horas; a 19 - 22 grados C, 10 horas; a 25 grados C, 4 a 8 horas (el
inicio de la situación demandada es en septiembre) y refrigerada entre 0 y 4 grados C, de 5 a 8
días, pudiendo ser congelada, aunque la leche materna refrigerada tiene menos propiedades
anti-infecciosas. La ST de esta Sala de fecha 18.05.2011 expresaba que estamos ante un riesgo
característico, autónomo al que pueda derivar del riesgo de trabajo, y que supone una
imposibilidad de efectuar, con la idoneidad que constituye la ratio legis de la norma, la
lactancia natural, conllevando en definitiva una imposibilidad y obstáculo para el libre y
correcto desarrollo de la maternidad (...). El derecho a amamantar al hijo como acto personal
y a la vez familiar, presupone el derecho a preservar el alimento en las condiciones idóneas,
pues de lo contrario la finalidad médica de la ley –que quiere fomentar, en protección de la
salud del niño, la lactancia natural, que le proporciona mejores defensas que la artificial– se
verá defraudada.».
241 Se trata, como hemos visto, de lugares limpios donde la trabajadora pueda preservar su
intimidad, frigoríficos preferiblemente de uso exclusivo, con toma de corriente para el
sacaleches, y punto de agua para su higiene personal (Condiciones ideales: NTP 664, sobre
lactancia materna y vuelta al trabajo).
242 No parece suficiente la previsión del Anexo V.3.4 del RD. 486/1997, de 14 de abril, por el
que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, de
que las trabajadoras embarazadas y madres lactantes deberán tener la posibilidad de descansar
tumbadas en condiciones adecuadas. Tanto más cuando la propia Guía técnica para la
evaluación y prevención de los riesgos relativos a la utilización de los lugares de trabajo
(INSH), aclara que no se exige, ni tan siquiera, que el mobiliario necesario para dicho
descanso se encuentre en un local de descanso como tal (pág. 49).
144
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
145
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
146
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
prestación de trabajo, que puede hacerse coincidir con la fecha de inicio del
percibo de la prestación.
Ciertamente, el art. 26.2 LPRL parece hacer depender el surgimiento
de los deberes empresariales de cambio de puesto de trabajo y, en su
defecto, de suspensión, de la certificación del riesgo así como de la
imposibilidad o insuficiencia de su adaptación por parte de las Gestoras,
con el informe del médico del SNS que asista facultativamente a la
trabajadora. Sin embargo, interpretar que los deberes empresariales
derivados de la evaluación objetiva o subjetiva de los riesgos depende de la
intervención de aquéllas y hasta de la solicitud de la trabajadora más allá de
la comunicación de su estado (art. 39 RD 295/2009), contravendría tanto
los principios de la Directiva Marco como los de esta Directiva específica
que en ningún momento admite condicionamiento alguno (vid arts. 5 y 6)248,
y que tan sólo en su art. 7 admite, en la lógica de la evaluación individual, la
dependencia del certificado médico. Es incuestionable que el empresario es
el deudor de seguridad y garante de la misma (art. 14.1, 2 y 3 LPRL), sin que
la intervención de terceros –ni tan siquiera las Gestoras– pueda moderar ni
liberarle de su responsabilidad (art. 14.4 LPRL), estando en todo caso,
incluso en la denegación impugnada de certificación de riesgo, vinculado
por actos propios. Si conforme a las evaluaciones de la empresa existe
riesgo, ésta debe actuar en consecuencia desde el mismo momento en que
se conoce la concurrencia de aquél (gravidez, parto reciente o lactancia
natural), poniendo en juego las medidas preventivas que conforme a su
criterio sean oportunas y, entre ellas, la suspensión de la prestación de
servicios de la trabajadora249.
248 LOUSADA AROCHENA, J.F, “La situación de riesgo durante el embarazo y su adecuación
al Derecho Comunitario”, Aequalitas: Revista jurídica de igualdad de oportunidades entre
mujeres y hombres, nº 4, 2000, pág. 17. Véase también nota 215.
249 Véanse: SSTC 161/2004 y 62/2007. Recuérdese la doctrina general sobre el deber de
protección del empresario y la configuración cuasi-objetiva de su deuda de seguridad, y
consiguiente responsabilidad en materia de indemnización por daños y perjuicios en caso de
accidente de trabajo (por todas: STS 30-junio-2010 (rcud 4123/2008) y 4 mayo 2015, rec.
1281/2014); es claro que la responsabilidad de la evaluación y de la eliminación del riesgo
recae sobre aquél, así como de la adopción de las medidas pertenecientes para ello, siendo
éstas exigibles desde el mismo momento en que se conoce la concurrencia de aquél. De
hecho, como también señala el Tribunal Supremo, tal doctrina jurisprudencial se ha reflejado
fielmente en la posterior y ahora vigente Ley Reguladora de la Jurisdicción Social (Ley
36/2011 de 10-octubre, LRJS), en su art. 96.2 (por todas: SSTS 24 de enero de 2012, rec
813/2011, 9 de junio de 2014, rec 871/2012 y 4 mayo 2015, rec. 1281/2014).
147
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
Por el contrario, de conformidad con los arts. 186, 187.2, 188 y 189
TRLGSS y arts. 31, 32.1, 35.1, 39.3, 43.1 y 49 y ss RD 295/2009, las
prestaciones por riesgo durante el embarazo o la lactancia natural nacen el
día en que se inicie la suspensión del contrato de trabajo o el cese efectivo
en la prestación profesional correspondiente de la trabajadora por cuenta
propia250. Por otra parte, la suspensión entendida como exoneración de
trabajar y remunerar (art. 45.1.e y 2 ET) sólo se da a partir de la fecha de
efectos de la prestación que, podría considerarse a la luz del art. 39.3 RD
295/2009, es lo que verdaderamente se hace depender de esa certificación
del riesgo (art. 39.3 RD 295/2009).
Por consiguiente, en el lapso del trámite de solicitud de la prestación,
dividido para mayor dificultad en dos fases (vid. art. 39.1 y 2, y 39.4 RD
295/2009), la primera de ellas parece correr a cuenta del empresario que,
entre tanto, debe remunerar a la trabajadora sin prestación de servicios (arts.
14 y 15 CE, art. 5.3 Directiva 92/85, arts. 19.5 y 30 ET, art. 21.2 LPRL). De
hecho, la trabajadora tiene derecho al mantenimiento de una remuneración
y/o el beneficio de una prestación adecuada (art. 11.1 Directiva 92/85). Y
que, por supuesto, de conformidad con el art. 14.5 LPRL, «el coste de las
medidas relativas a la seguridad y la salud en el trabajo no deberá recaer en modo alguno
sobre los trabajadores».
Lo que sucede, por consiguiente, es que la suspensión contractual y la
prestación de seguridad social son interdependientes, pues el empresario
sólo se verá exento de sus obligaciones salariales una vez que sea reconocida
la prestación y a partir de su fecha de efectos. Se disgrega así el hecho
causante de la prestación, que es la concurrencia del riesgo, de la fecha de
efectos de la prestación, que es la de la certificación de aquél. Pero este
reparto de responsabilidades económicas –empresario/Gestora– parece
contravenir el espíritu del art. 4.8 Convenio nº 103 OIT, pues dispone que
«En ningún caso el empleador deberá estar personalmente obligado a costear las
prestaciones debidas a las mujeres que él emplea».
250 En el caso de las trabajadoras por cuenta propia, el supuesto fáctico que determina la fecha
de efectos de la prestación no puede ser la suspensión sino la interrupción de la actividad
profesional, previa –según parece– certificación médica del riesgo por la Gestora que es,
nuevamente, la que marca el derecho al subsidio (art. 40, 41.1 RD. 295/2009). En similar
sentido respecto de la regulación del derecho de la trabajadora por cuenta propia del RD
1251/2001: RIVAS VALLEJO, P, “El Real Decreto 1251/2001: el largamente esperado
Reglamento de las prestaciones por maternidad y riesgo durante el embarazo”, Revista
Doctrinal Aranzadi Social num.20/2001 parte Estudio, BIB 2002\40, pág. 16.
148
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
251 Por todas: STSJ. País Vasco 16-12-2014, rec. 2179/2014; Castilla y León/Burgos 9-10-2015,
rec 621/2015.
252 Por todas: SSTS 18/03/11, rec 1863/2010; y 23/01/12, rec. 1706/11; 28-10-2014, rec.
2542/2013.
253 Corresponderá a la trabajadora demandante «desvirtuar las causas de denegación de la
prestación, … con los hechos, razonamientos y referencias probatorias», si bien finalmente
atendiendo a la evaluación e informes aportados por la empresa y de contenido insuficiente,
se confirma la desestimación de la prestación (por todas: SSTS de 17 marzo 2011, rec
1865/2010, rec 1864/2010 –ATS lactante en oncología de Hospital– y de 3 mayo 2011, rec.
(…)
149
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
150
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
257 STSJ. Galicia, num. 4132/2015, de 14 julio, rec. 3297/2014). STSJ País Vasco, núm.
359/2013, de 19 febrero, 131/2013; STSJ. Madrid, núm. 301/2014, de 28 marzo, rec
1775/2013.
258 Por todas: STSJ País Vasco, núm. 1715/2014, de 30 septiembre, rec 1681/2014, –trabajadora
embarazada conductora de autobús urbano, adaptación o traslado a puesto de trabajo por
nocturnidad, ausencia de servicios, tiempo de trabajo, etc; STSJ. C. Valenciana, núm.
1977/201, de 25 septiembre, rec 220/2013 –educadora a la que no se la traslada a otro puesto
de trabajo compatible ni se hace intento alguno de adaptación–.
151
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
259 En cuanto al Convenio OIT º 103, cifra las prestaciones por maternidad, así como el permiso
prenatal o la prolongación del puerperio por enfermedad a consecuencia del embarazo o
parto respectivamente, en al menos los 2/3 de las ganancias de la trabajadora tomadas para el
cálculo de la prestación, recomendándose su elevación al 100% siempre que sea posible
(Recomendación núm. 95 de la OIT, cláusula 2.1 y Recomendación 191, cláusula 2, también
para las de riesgo de complicaciones del art. 5 Convenio núm. 183). El cambio de puesto de
trabajo por motivos de salud debería hacerse, igualmente, sin reducción de salario
(Recomendación núm. 95 OIT, cláusula 5.4 y 5.5).
152
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
260 En esta dirección: STSJ de Cataluña núm. 6471/2000, 20-7, que declaró la obligación de la
empresa de pagar las guardias programadas y no realizadas en un supuesto de exención de
guardias médicas obligatorias por una especialista en radiodiagnóstico. La STSJ Extremadura
num. 561/2001, 29-11, rec 532/2001, también en un supuesto de adaptación del puesto de
trabajo de celadora del INSS, con adscripción de turno fijo, sostiene la obligación del
complemento de atención continuada en sus modalidades de noches y festivos aún cuando
no se realizan aquéllos. Finalmente, la STSJ de Castilla-La Mancha núm. 1220/2012, 7-11,
918/2012, en un caso de médico residente exenta de la realización de guardias médicas, con
adaptación de jornada y horario por razones de embarazo, rechaza la detracción del
complemento por realización de guardias –calculado en promedio de los seis meses
anteriores–.
261 En este sentido, la STSJ Madrid núm. 444/1999, de 28 julio, rec. 2623/1999, declara el
derecho de la enfermera embarazada trasladada por motivos de seguridad a otro puesto
(…)
153
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
LPRL se basa en la dicción literal del art. 26.2 LPRL que garantiza sin
excepción «el conjunto de retribuciones de su puesto de origen», en la finalidad social
protectora de la norma, que se impone legalmente a la mujer en
cumplimiento de la obligación preventiva empresarial, y en el hecho de que,
caso contrario, supondría una rebaja salarial que constituiría una
discriminación. Si nuestro Ordenamiento jurídico prohíbe cualquier
minusvaloración o perjuicio causado por el embarazo o la sucesiva
maternidad en cualesquiera derechos laborales que le correspondan en su
condición de trabajadora262, la prohibición de discriminación por razón de
sexo impediría la exclusión de tales complementos de peligrosidad o
penosidad, nocturnidad, turnicidad o disponibilidad. Más dudas puede
ofrecer el percibo de la compensación por horas extras no realizadas, en
tanto no pueden considerarse en estricto propias del puesto de origen. No
obstante, de tratarse de horas extras habituales o impuestas por acuerdo
podrían entenderse integradas en dicho concepto, tanto más cuando no
tiene sentido hacer de mejor derecho a la trabajadora perceptora de la
prestación por riesgo (cuya base reguladora sí las integraría prorrateadas ex
arts. 147, 187.3 y 189 LGSS), frente a la que mediante adaptación o cambio
de trabajo continúa trabajando.
En tercer lugar, aún cuando el art. 11.4 permite a los Estados someter
el derecho a dicha remuneración o prestación –como la correspondiente al
permiso por maternidad– a determinados requisitos de acceso, el carácter
incondicionado y suficientemente preciso, en definitiva, el efecto directo del
art. 11 en sus apartados 1, 2 y 3 de la Directiva supone que sus modalidades
de aplicación, dependientes por remisión de la legislación y prácticas
nacionales, no pueden incidir en el contenido mismo del derecho,
condicionándolo o restringiéndolo (STJUE 1-7-2010, Gassmayr, asunto
C-194/08, ap. 48). Corresponde por tanto a los Estados miembros definir
las modalidades de aplicación de ese derecho, sin poder supeditar, no
obstante, a ningún tipo de requisito su propia constitución, que se deriva
compatible, a seguir percibiendo, aún sin hacerlas, las guardias de alerta que venía realizando
en su puesto de origen en el servicio de radiodiagnóstico. También la STSJ de Cataluña núm.
7909/2003, de 11-12, declara el mantenimiento del plus de turnicidad, nocturnidad y relevo
de la trabajadora trasladada a otro puesto de trabajo para ser eximida, precisamente, de la
realización del trabajo en semejantes condiciones objeto de compensación. En esta línea,
igualmente, la STSJ. Galicia núm. 3320/2015, de 12 junio, rec 415/2014, respecto de un
supuesto de cambio de puesto de trabajo dentro de su categoría profesional de ATS.
262 SSTC 17/2003, de 30 de enero; 161/2004, de 4 de octubre; 182/2005, de 4 de julio; 17/2007,
de 12 de febrero; 74/2008, de 23 de junio; y 92/2008, de 21 de julio.
154
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
263 Desde la perspectiva de las Directiva 76/207/CEE y 75/117 (y posterior, para ambas,
Directiva 2006/54/CE), el TJCE ha distinguido entre las consecuencias de las bajas por
enfermedad ligadas al embarazo y parto según se produzcan durante el embarazo o, por el
contrario, sean posteriores al parto y descanso por maternidad. Las primeras no pueden
considerarse una patología, por cuanto «el embarazo es un período durante el cual pueden
producirse trastornos y complicaciones que pueden obligar a la mujer a someterse a un control
médico riguroso y, en su caso, a guardar reposo absoluto durante todo el embarazo o una parte
de éste». Por el contrario, las ausencias de la trabajadora en tales condiciones, en definitiva su
incapacidad laboral transitoria, se consideran vinculadas al embarazo, constituyen riesgos
inherentes a él, y por tanto comparten la especificidad de ese estado por constituir riesgos
propios del mismo. En cuanto a la retribución, esa protección específica de las bajas durante el
embarazo no supone necesariamente, en aplicación de la Directiva 75/117, que deba
conservarse durante aquéllas el mismo nivel de retribución que se tenía durante la actividad. Lo
que exige el Ordenamiento comunitario es que el importe de la retribución o prestación
abonada no ponga en peligro el objetivo de protección de las trabajadoras antes del parto y,
por supuesto, la equiparación entre los sexos. Por consiguiente cabe la percepción de esa
prestación o remuneración reducida, a condición de que, por un lado, reciba el mismo trato
que un trabajador de baja por enfermedad y que, por otro, el importe de las prestaciones
abonadas no quede reducido a tal punto que ponga en peligro el objetivo de protección de las
trabajadoras embarazadas (STJCE 19-11-1998, C-66/96, Pedersen, ap. 33 a 37; North
Western/McKenna, 8-9-2005, asunto C-191/03, aprs. 57 y ss.).
155
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
venir impuesta por su efecto útil– de que en ningún caso podrá exigirse
carencia para las bajas por enfermedad motivadas por el embarazo (y,
añadidamente, al menos dentro de los límites temporales que fije el Estado,
a partir de los arts. 3.5 y 6 y 4.1 y 5 Convenio n 103 OIT).
La garantía de indemnidad se extiende, por supuesto, a las
implicaciones que puedan derivarse de tales períodos en la carrera
profesional de la trabajadora (arts. 2.3 y 5.1 Directiva 76/207; STJCE
18-3-2004, asunto, C-342/01, Merino Gómez, apartado 37, y 30-4-1998,
Thibault, C-136/95, aparts 26 y ss –promoción profesional–; STJCE
18-11-2004, C-284/02, Sass). Así lo reconoce expresamente el art. 15
Directiva 2006/54/CE [vid también Considerando 25 y arts. 2.2.c) y 9.f)],
que tutela a la mujer en el reintegro tras el permiso de maternidad y el art.
11.1 y 2.a) de la Directiva 92/85/CE. Ello significa que tales períodos aun
cuando sean suspensivos, tienen que tomarse en cuenta a efectos del
cómputo del tiempo que en su caso se requiera para los ascensos264 y no ser
obstáculo para que la mujer sea calificada y, en consecuencia, poder
beneficiarse de esa promoción profesional265. Igualmente, la prohibición de
discriminación en la retribución supone la neutralización de los perjuicios
que sobre la misma puedan provocar el disfrute de tales derechos o
permisos, con lo que tendrá que actualizarse el salario durante los mismos y
computar a efectos de las gratificaciones que remuneren retroactivamente el
trabajo del año (ej. SSTJCE 30-3-2004, Alabaster, 13-2-1996, Gillespie y
otros, y 21-10-1999, Lewen)266.
264 Y aun cuando se trate de un descanso por maternidad previsto por el Ordenamiento nacional
por un período superior a las 14 semanas que con carácter de mínimos están previstas en la
Directiva (art. 8), y ya sea aquél incrementado de disfrute obligatorio o voluntario, pues esa
mejora hecha por el Ordenamiento nacional no le priva de su naturaleza de descanso por
maternidad si tiene las mismas finalidades y, consiguientemente, su sometimiento a la
Directiva 92/85 [STJCE 18-11-2004, C-284/02, Sass]. Sin embargo, los permisos adicionales
del descanso de maternidad pueden excluirse respecto del devengo de vacaciones –Boyle–,
diferente doctrina que justifica posteriormente el TJCE porque éste era un permiso adicional
concedido por el empresario y no un permiso legal (Sass, ap. 47) y no se consideró una
desventaja ni, en consecuencia, una discriminación indirecta.
265 STJCE 30-4-1998, Thibault, C-136/95, aparts. 24 y ss.
266 Sí cabe, en cambio, excluir a la trabajadora del derecho al percibo de la gratificación de
Navidad pues, aún siendo retribución desde la perspectiva del art. 119 TCEE, el art. 11.2.a)
Directiva 92/85 no garantiza ese nivel de ingresos, siendo computable el descanso de
maternidad a los efectos de su devengo como períodos trabajados [STJCE 21-10-1999,
C-333/97, Lewen, aparts. 21 y 22, 41 y ss, y 48].
156
PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
267 Aparte los arts. 23.2 (formación), 24.2 ET (ascensos) y 28 (discriminación salarial) y 82.3
(planes de igualdad) y 90.6 ET (control del convenio).
268 STSJ Asturias, núm. 874/2016, de 26 abril, rec 654/2016, que reconoce dicho cómputo, con
efectos retroactivos a marzo de 2007, en aplicación del art. 8 y Disp. Trans 7ª, de la LO
3/2007.
269 STSJ C. Valenciana (Sala de lo Contencioso-Administrativo, Sección 2ª), sentencia núm.
1021/2012 de 19 noviembre, respecto de funcionaria del Cuerpo de Ayudantes Técnicos
Sanitarios de Instituciones Penitenciarias.
270 STSJ Madrid núm. 967/2012, de 18 octubre. En similar sentido, respecto del período de
descanso obligatorio por maternidad y la retribución variable por objetivos: SAN núm.
172/2013 de 30 septiembre, en tanto es discriminatorio propinar peor derecho a la
trabajadora por razón de su embarazo o parto (SAN 23-11-11), y tanto más cuando se trata
de dicho período, que le viene impuesto. En contra: STSJ Andalucía/Málaga, núm. 961/2015
de 4 junio, rec 3/2015, con voto particular del Ilmo. D. Ramón Gómez Ruiz.
271 Tanto la Directiva 92/85/CEE, como la Directiva 76/207/CEE, prohíben el despido por
razón del embarazo o el nacimiento de un hijo, con independencia de que la notificación se
produzca fuera del período de protección del art. 10 de la Directiva 92/85/CEE [STJCE
11-10-2007, Paquay, asunto C-460/06, respecto de un caso en que la decisión del despido se
tomó durante el embarazo y se notificó finalizado el período de protección]. Esa tutela
específica frente al despido, prevista en el art. 10 alcanza a todo el embarazo hasta el fin del
descanso por maternidad (Por todas: SSTJCE 30-6-1998, Brown, C-394/96, Rec. P. 1-4185,
apart. 22; 27-10-1998, asunto C-411/96, Boyle y otros, aparts. 41, 60 y 61; 27-10-1998, asunto
C-411/96, Boyle y otros, aparts. 41, 60 y 61; Mckenna, 8-9-2005, asunto C-191/03, aps 43 y
ss., 48-; 8-11-1990, Handels, C-179/88, apart. 15).
(…)
157
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
Téngase presente que la STJUE 11-11-2010 –Danosa–, apartado 55, declaró que aún cuando
los Estados miembros pueden definir la forma en que se haga la comunicación del estado de
embarazo, «no es menos cierto que esta forma no puede vaciar de sustancia la protección especial de la mujer
establecida en el artículo 10 de dicha Directiva, que prohíbe el despido de las trabajadoras embarazadas, que
hayan dado a luz o en período de lactancia, salvo en casos excepcionales no inherentes a su estado. Si el
empleador, sin haber sido informado formalmente del embarazo de la trabajadora por la propia interesada,
tuviese conocimiento del embarazo de ésta, sería contrario a la finalidad y al espíritu de la Directiva 92/85
interpretar restrictivamente los términos del artículo 2, letra a), de esta Directiva y denegar a la trabajadora
afectada la protección contra el despido recogida en dicho artículo 10».
Por otra parte, las ausencias de la trabajadora motivadas por su incapacidad laboral transitoria
vinculadas al embarazo o al parto –durante el descaso de maternidad–, comparten la
especificidad de ese estado, con lo que gozan de la protección específica frente al despido y
su vulneración constituye una discriminación directa por razón de sexo (Por todas: SSTJCE
14-7-1994, Webb, C-32/93, 21; 30-6-1998, Brown, C-394/96 –despido–, 11-10-2007, Paquay,
asunto C-460/06. También: STJCE 26-2-2008, Mayr, asunto C-506/06, apart. 34). Por el
contrario, esas ausencias producidas vez concluido el descanso por maternidad merecen el
tratamiento común al de cualquier otra enfermedad, con lo que cabe el despido motivado por
tales ausencias, sin cómputo de las bajas producidas durante el embarazo, siempre que así
esté previsto con carácter general (por todas: SSTJCE de 8 de noviembre de 1997 –Hertz–;
de 29 mayo 1997, Larsson).
272 STJCE 26-2-2008, Mayr, asunto C-506/06, aparts 50, 51 y 54, arts. 2.1 y 5.1 Directiva
76/207/CEE.
273 Vid. STS. 3-6-2014, rec. 2259/2013; STSJ Canarias/Las Palmas, 30-1-2015, núm. 124/2015,
rec. 559/2014.
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PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES Y MATERNIDAD
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LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE
LA SEGURIDAD SOCIAL
JULIA MUÑOZ MOLINA
Titular de Universidad de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social
Universidad de Córdoba
1. Introducción
En el presente trabajo analizamos la regulación actual del sistema de
Seguridad Social que afecta al colectivo de mujeres. La Seguridad Social
garantiza los mismos derechos entre sexos desde el punto de vista técnico,
es decir no establece diferenciaciones de género en el acceso a la protección,
las únicas medidas de protección especial son las que tratan de proteger la
función reproductora de la mujer274.
No obstante, aunque las normas de Seguridad Social son
relativamente neutrales en cuanto al género, el nuevo papel de la mujer en el
mercado laboral tiene importantes implicaciones en materia de protección
social. No hay que olvidar que, nuestro sistema de Seguridad Social fue
diseñado bajo un modelo social, donde las funciones familiares y laborales
de hombres y mujeres respondían a patrones culturales significativamente
distintos de los actuales. La distribución desigual de las responsabilidades
familiares, lleva con frecuencia a muchas mujeres a tener una trayectoria
profesional caracterizada por reducciones de jornadas e interrupciones de
163
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
275 GARCÍA ROMERO, Mª.B. “Medidas de Seguridad Social en respuesta a los retos que
plantean las responsabilidades familiares: fomento de la natalidad, conciliación e igualdad de
género”, Revista de Derecho Social, nº. 74, 2016, pp. 114 y ss.
276 La situación de las mujeres en el mercado de trabajo 2015 / elaborado por la Subdirección
General de Análisis del Mercado de trabajo. Madrid: Secretaría de Estado de Empleo, 2016.
277 Arts. 2 y 3, apartado 3 del TUE y art. 8 del TFUE.
164
LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
278 El informe más reciente sobre la estrategia de la UE para la igualdad entre mujeres y hombres
después de 2015 (2014/2152(INI))http://www.europarl.europa.eu/sides/getDoc.do?pubRef
=-//EP//TEXT+REPORT+A8-2015-0163+0+DOC+XML+V0//ES
279 PRECIADO DOMENECH, C.H. Igualdad y no discriminación en la Unión Europea, ed.
Bomarzo, Albacete, 2016, pp. 11 y ss.
165
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
167
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
282 Art. 235 LGSS, que recoge las previsiones de la DA 44ª de la LGSS de 1994, introducida por
la LO 3/2007.
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LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
283 Art. 236 LGSS, que recoge, con algunos retoques, la DA 60ª de la LGSS de 1994, introducida
por la Ley 27/2011, que entró en vigor el 1 de enero de 2013.
284 GRAU PINEDA, C. y RODRÍGUEZ GONZÁLEZ, S. “El impacto de las medidas de
conciliación.....”, op. cit., p. 158
285 En la jubilación anticipada, estos períodos no tendrán efectos para reducir la edad de
jubilación ni para el cumplimiento mínimo de cotización. No obstante, a efectos de
determinar la cuantía de la pensión, se añadirán a los períodos que resulten como cotizados
por la aplicación de coeficientes reductores de la edad en supuestos de trabajos de naturaleza
excepcionalmente penosa, tóxica, peligrosa o insalubre o se trate de personas con
discapacidad (art. 6.5 RD 1716/2012).
A efectos de determinar la base reguladora de las prestaciones, se tomará como base de
cotización el promedio de las bases de cotización correspondientes a los seis meses anteriores
al inicio de la interrupción de la cotización; en caso de existir intermitencias en la cotización,
será el promedio de lo cotizado en los seis meses inmediatamente anteriores al período que se
compute; y de no acreditar seis meses de cotización se computará el promedio de las que
resulten acreditadas en el período inmediatamente anterior a la interrupción de la cotización
(art. 9 RD 1716/2012).
169
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
286 En función de las posibilidades económicas del sistema de la Seguridad Social, podrán
adoptarse las disposiciones necesarias para que el cómputo, como cotización efectiva se
anticipe antes del 2018, en los supuestos de familias numerosas (DT 14ª LGSS y art. 6.1 RD
1716/2012).
287 Art. 6.1, 3º, 2 y 3 RD 1716/2012.
288 Art. 8.2 RD 1716/2012.
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LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
289 Antes de la reforma el periodo considerado como de cotización efectiva se extendía con
carácter general a dos años, aunque se elevaba a 30 meses en caso de familia numerosa
general o 36 meses en caso de familia numerosa especial.
290 Art. 5.4 RD 1335/2005.
171
IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
291 A estos efectos se tomarán como bases de cotización las bases medias correspondientes a los
seis meses inmediatamente anteriores al inicio de la excedencia, o período inferior acreditado.
292 Art. 6 RD 1335/2005.
293 Art. 237.4 LGSS.
294 DA 4ª.1 RD 295/2009.
295 Art. 4 de la Ley 4/1995, de 23 de marzo, de regulación del permiso parental y de maternidad,
y DA 4ª.2 RD 295/2009.
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LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
296 En el año 2015, fueron disfrutadas 33. 779 por mujeres frente a 2.416 por hombres
http://www.empleo.gob.es/es/estadisticas/contenidos/anuario.htm
297 Art. 237.3 LGSS.
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
174
LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
302 Este complemento fue incorporado como art. 50 bis al derogado TRLGSS de 1994, por la
Ley 48/2015, de 29 de octubre, de Presupuestos Generales del Estado para el 2016, con
efectos de 1 de enero de 2016, en la actualidad se encuentra recogido en el art. 60 de la LGSS
de 2015.
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
303 GARCÍA ROMERO, M. B. “Medidas de Seguridad Social en respuesta a los retos que
platean las responsabilidades familiares.....”, op. cit., p. 129; RODRÍGUEZ CARDO, I. A.
“El nuevo complemento por maternidad en las pensiones contributivas del sistema de la
Seguridad Social: puntos críticos (I)”, Trabajo y Derecho: nueva revista de actualidad y
relaciones laborales, nº. 16, abril 2016, pp. 106-114, disponible en: La Ley Digital 360.
176
LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
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LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
4.1. Maternidad
La prestación económica por maternidad trata de cubrir la pérdida de
rentas del trabajo o de ingresos que sufren los trabajadores por cuenta ajena
o por cuenta propia, cuando se suspende su contrato o se interrumpe su
actividad para disfrutar de los períodos de descanso por maternidad,
adopción, guarda para la convivencia preadoptiva, y acogimiento, temporal
o permanente, legalmente establecidos.
304 MONEREO PÉREZ, J. L. y LÓPEZ INSUA B.M. “La renovada tutela de la maternidad en
el marco de los derechos de conciliación”, Revista General de Derecho del Trabajo y de la
Seguridad Social, nº. 43, 2016. Disponible en: Iustel, pp. 1-33
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IGUALDAD DE GÉNERO EN EL TRABAJO: ESTRATEGIAS Y PROPUESTAS
305 Art. 177 LGSS.El art. 2 del RD 295/2009 equipara la tutela a la adopción a efectos del
disfrute de las prestaciones por maternidad, llevando a la norma reglamentaria la práctica que
venía aplicando la Administración de la Seguridad Social (Resolución de la Secretaría de
Estado de la Seguridad Social, de 10 de enero de 2008), si bien se limita a varias condiciones,
como son que la tutela se ejerza sobre menores y por persona que sea familiar de los mismos,
razón por la que no quepa la adopción.
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4.2. Paternidad
Para acomodar la legislación española a las orientaciones
comunitarias312, y con la finalidad de promover y conseguir la
corresponsabilidad en la asunción de las cargas familiares, la LO 3/2007
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LA MUJER EN EL ORDENAMIENTO DE LA SEGURIDAD SOCIAL
313 DT 7ª ET. Ello es así, porque la ampliación a cuatro semanas prevista en la Ley 9/2009 se ha
ido posponiendo por las sucesivas Leyes de Presupuestos Generales del Estado.
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314 DA 1ª RD 295/2009.
315 DA 1ª RD 295/2009.
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332 11.576,83 euros, cuantía que se incrementará en un 15% por cada hijo o menor a cargo, a
partir del segundo, este incluido. No obstante, si se trata de personas que forman parte de
familias numerosas tendrán derecho a la indicada asignación económica por hijo a cargo si
sus ingresos anuales no son superiores a 17.423,84 euros en los supuestos en que concurran
tres hijos a cargo, incrementándose en 2.822,18 euros por cada hijo a cargo a partir del
cuarto, este incluido.
333 Art. 352.3 LGSS.
334 Arts. 352.1 d) LGSS y 11.1 RD 1335/2005.
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340 En este sentido, GRAU PINEDA, C. y RODRÍGUEZ GOZÁLEZ, S. “El impacto de las
medidas de conciliación de la vida laboral y familiar....”, op. cit., pp. 162 y ss.
341 Art. 245.2 LGSS.
342 Art. 246 LGSS.
343 La Resolución de la Subsecretaría de la Seguridad Social, de 1 de febrero de q982, reguló de
forma provisional, las reglas aplicables a la cotización y a la acción protectora de los
trabajadores a tiempo parcial.
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vienen a paliar los efectos adversos, no son suficientes, deben tener como
destinatarios al conjunto de los sujetos implicados en términos de
corresponsabilidad.
En este sentido, cabe destacar la prestación económica por
paternidad, que más allá de la conciliación, persigue la corresponsabilidad en
la asunción de las responsabilidades familiares, si bien, sería conveniente
una mayor equiparación legal entre el permiso de maternidad y
paternidad356.
En suma, la participación igualitaria de hombres y mujeres en el
mercado de trabajo es vital para alcanzar la igualdad de hombres y mujeres
en materia de Seguridad Social.
356 GARCÍA ROMERO, Mª. B. “Medidas de Seguridad Social....”, op. cit., pp. 133.
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