Vírgenes

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OBRAS

DE SAN CYPRIANO

OBISPO Y MÁRTIR:

TRADUCIDAS AL CASTELLANO,

Y ESCLARECIDAS CON NOTAS,'*

. Y LA VIDA DEL SANTO,

POR EL DR. D. JOAQUIN ANTONIO DEL CAMINO


r ORELLA , CANÓNIGO DE LA IGLESIA CATEDRAL
DE LUGO. „

^ PARTE SEGUNDÉ

TOS TRATADOS DEL SANTO , Y EL CONCILIO CARTHACI-


NENSE, SOBRE EL BAUTISMO DE LOS HEREGES.

EN VALLADOL1D 161CC7

POR ARÁMBURU Y ROLDÁN.


AÑO DE MDCCCVII.

Con las Ucencias necesarias»


TRATADos DE sAN cYPRIANO.

TRATADO PRIMERO.

Sobre el modo de vivir de las vírgenes. (a).


Despues" de haber hecho un magnífico elogio de las
que profesaban el estado de virginidad , les dá.
ciertas reglas que debian seguir en su conducta,
y reprehende todo luxo , pompa Jy ostentacion,
como indignos de qualesquiera personas que se
hubiesen consagrado á Dios.

L disciplina conservadora de la esperanza; apoyo en


que se afianza la fé; guia del camino de la salvacion;
fomento y pábulo de la buena índole ; maestra de la vir
tud nos hace perseverar siempre en Jesu-Christo, vivir
inseparablemente unidos á Dios, y nos conduce al logro
de las celestiales promesas, y de los premios eternos. Se
guir esta disciplina nos dá la vida; y muerte el despre
eiarla. Así lo asegura el Espíritu Santo en los salmos:
Tom, FI. A Abra

(a) Pamelio le puso por título: Der disciplina et habitu virginum.


Lombert y Balucio con Fello: De habitu virginum. Lo último es mas
conforme al modo con que le cita san Agustin, lib. 4 de Doctr. christ
cap. 2 ... y á los códices antiguos, entre ellos el Seguieriano el mas
viejo de todos citado por el mismo Balucio. Es verdad que Poncio en
la vida de san Cypriano, aludiendo al presente tratado, dice: Quis
virgines ad congruentem pudicitiae disciplinam, et babitum sancti
monia dignum, velut frenis quibusdam lectionis dominicae eoerceret?
que es lo que Pamelio alega en su favor; pero aquí no aude Poncio
al título de la obra, sinó que hace relación del contenido" de ella; la
qual es un precioso resumen de quanto habia escrito Terturiano en sus
libros de Pelandis virginibus, de Aabitu muliebri, y de Cultu fe -
minarum. " - ,
2 TRATADO I,
Abrazad, dice, la disciplina; no sea que se enoje el señor,
y perezcais; apartándoos del verdadero camino, quando en
Psal. 2 breve se encendiere contra vosotros su ira ". Y en otra parte:
Dios ha dicho al pecador: ¿Quién te mete á exponer mis
justificaciones, y por que tomas mi testamento en boca? Mas
tú has aborrecido la disciplina , y has echado á rodar mis
*2 Psal.49. preceptos º. Tambien leemos: El que desecha la disciplina
" 3 Sap.3. es un infeliz 3; y Salomon entre otras máximas de sabiduría
nos aconseja así: Hijo mio, no desprecies la disciplina del
, prov.g. señor, ni desfallezcas porque hayas sido corregido de él;
pues á quien Dios corrige, este es á quien ama 4. Y si Dios
corrige al que ama, y le corrige para que se enmiende, del
mismo modo qualesquiera de los hermanos, sobre todo los
sacerdotes, no deben aborrecer, sino amar á los que corri
gen,á fin de que se enmienden; y mas quando ya el señor
predixo así por Jeremías con relacion á nuestros tiempos:
Os daré unos pastores segun mi corazon, y os apacentarán con
gHierem.
e
el pábulo de la disciplina 5. Pues que á cada paso, y en
donde quiera que se abra la Escritura (a), se nos ordena,
é inculca tanto la guarda de la disciplina; y todo el fun
damento de nuestra religion y creencia se asienta en el
temor del señor, y en la práctica de sus mandamientos,
¿qué mas deberemos procurar desear, y poner en execu
cion, sino que arraygándonos bien, y afirmándonos sobre
la piedra, nos mantengamos incontrastables á todas las
tempestades mas deshechas de este mundo, á fin de que
podamos llegar á conseguir los prometimientos de Jesu
Christo por medio de la observancia de sus ordenamien
tos? Debemos considerar tambien que nuestros miembros
son templos de Dios, purificados de todas lasinmundicias
del antiguo y general contagio por las saludables vitales
aguas del bautismo ; y que no es lícito volver á man
char-

(a) En la edicion de Erasmo y Pamelio se añadia: del antiguo y


nuevo testamento; pero se omitió en las demas por ser raros los m. s.
en que se encuentra, y estos de los mas modernos segun Balucio,y
por lo mismo lo omitió tambien Lombert en la version francesa.
DE SAN CYPRIANO. 3
charlos y ensuciarlos, sin que el mismo que los mancha
y ensucia quede igualmente manchado y sucio. Nosotros
mismos somos los zeladores y sacerdotes de estos templos:
seamos fieles á aquel de quien hemos empezado á serlo.
San Pablo en una de aquellas cartas con que nos dió ad
mirables consejos para fixar la conducta y el régimen de
nuestra vida : No sois, nos dice , dueños de vo otros mis
mos, pues habeis sido comprados por un grande precio; glo
rificad y llevad á Dios en vuestro cuerpo". Glorifiquémosle, 1 Cor.6.

pues, y llevémosle en un cuerpo puro y limpio, aun mas


de veras que hasta aquí, y ya que hemos sido redimidos
con la sangre de nuestro señor Jesu-Christo, obedezcá
mosle como siervos que somos suyos, teniendo cuidado
de que nada entre de immundo, nada de profano en el
templo del señor, no sea que ofendido abandone el pueste
en que habia empezado á morar. Palabras son del nismo
señor. que cura y enseña; remedia y amonesta: Pues que
ya te has puesto sano, no quieras pecar mas, porque no te
suceda peorº. Despues que le dá la salud, tambien le dá a. Joan.5
el método de vida que debe seguir; le prescribe la ino
cencia ; no le suelta la rienda para que vaya á.
donde quiera , al contrario se vale del mismo beneficio
de la curacion para amenazarle con mas rigor, pues nunca
es tan grande la culpa que se comete antes de conocer la
ley de Dios, mas la que se comete, despues de conocida,
apenas merece perdon. Todo esto deben observar, tanto
los hombres, como las mugeres; así losjóvenes, como las
menores en edad, sin diferencia de sexós, ni de años;
estando todos obligados segun la fé y religion que deben
á Dios, á no dexar que se aje por su descuido lo que
recibieron tan puro y brillante de las manos del señor;
porque escrito está: El que perseverare hasta el fin, este
será salvo 3 (a). A las vírgenes
- 3 es á quien
Q ahora dirijo 3 Mat. 1o.
"

" " , ", yo.

(a) Si alguno quisiere omitir este texto de la Escritura, no hay


inconveniente, por no hallarse casi en ningun códice, segun nota Ba
lucio. ... . . . . . s".
-
-
-

r . "4. TRATADO I.

* yo la palabra, cuya gloria quanto es mas sublime , tanto,


es mayor tambien el cuidado que necesitan (a). Con efecto,
- ellas son la flor que brotan los tiernos pimpollos de la
iglesia ; la hermosura, la perfeccion,y el último resto de
la gracia ; las delicias de la naturaleza ; la obra mas
A" acabada á donde puedan alcanzar los elogios, y las ala
banzas; viva imagen de Dios en que reverbera la santidad,
del señor; porcion la mas ilustre y escogida del rebaño
- - de Jesu-Christo. Gózase por ellas la iglesia ; en ellas
florece su asombrosa fecundidad, y al par que se aumenta
el coro numeroso de las vírgenes, crece tambien el con
tento de tan esclarecida madre. A ellas hablo ; á ellas
exhorto mas por afecto que por autoridad (b); no para
corregirlas con rigor, pues conozco lo poco que valgo,
sino para preservarlas, y porque respecto á ellas son
mas temibles las asechanzas. Nunca es demas semejante
miramiento, ni infundado el justo temor que asegura el
camino de la salvacion , y la mas exácta observancia de
los mandamientos del señor; á fin de que las que se han
- «consagrado á Jesu. Christo, y renunciando á los deseos
de la carne han hecho á Dios el sacrificio de su alma y
cuerpo, acaben una obra á que están destinados grándes
premios, ni cuiden ya de adornarse , ni de agradará nin
guno , salvo á su señor, de quien esperan la recom
pensa de su virginidad ; pues como dice el mismo: No to
dos comprehenden esta palabra, y solo sí aquellos á quienes
está concedido. Hay eunucos, que nacieron así del vientre de
su madre : hay eunucos, que han sido hechos tales por las
hombres;y hay eunucos que se castraron á sí mismos por el
. rey
(a), San Agustin, lib. 4. de Doctr. christ. cap. 21. "propone este
retazo de san Cypriano por modelo de un estilo medio ó moderado.
De genere temperato est apud Cyprianum virginitatis illa laudatio:
.C., Nune nobis ad virgines sermo est&c. ". "

(b) De estas palabras saca Pamelio que el santo aun no sería obis
po quando escribió el presente tratado,ó haria muy poco que lo era;
pero es debil la conjetura; pues tal modo de hablar no se opone á la
dignidad de un obispo; antes bien recomienda su humiidad. Lo pro
pio sintieron Lombert y Marand.
DE SAN, CYPRIANO. 5
reyno de los cielos *. Vemos en fin manifesado el don de la 1 Mat. 19.
continencia , y engrandecida la virginidad por aquellas
voces que salieron de la boca de un ángel : Estos son los
que no se ensuciaron con mugeres, porque se conservaron vír
genes: Estos son los que siguen al cordero á donde quiera que
vaya °. Ni por eso promete el señor á solos los hombres 2. Apoe»,
J4
el dón de la continencia, como si de ella excluyese á las -

mugeres; sino que siendo la muger parte del varon, sa


cada y formada de él, casi en toda la Escritura habla
Dios al hombre como quien fué criado primero; pero de
manera que sean dos en una misma carne, y baxo el va
ron se comprehenda la muger. Y si las que profesan la
virginidad siguen áJesu. Christo, y están destinadas al
reyno de Dios, ¿qué tienen que ver con ellas las galas y
profanos atavios, con los quales quando solicitan agradar
á los hombres, ofenden al señor, sin hacerse cargo de lo
que ya muy de antes estaba dicho: Los que agradan á los
hombres serán confundidos, porque Dios en nada los ha teni
do 3, ni de lo que con tanta magestad y energía clamaba 3 Psal. 52.
san Pablo: Si quisiese agradar á los hombres , ya no sería
... siervo de jesu-Christo 42 La continencia y la castidad no 4 Gal. 1.
solo consisten en la limpieza de la carne, sino tambien
en la modestia y compostura del vestido y ornato; de
manera que segun la expresion del apóstol, la que no
está casada, debe ser santa de alma y cuerpo (a). El
mismo apóstol nos dice para nuestra instruccion: El que
es celibe, no piensa sino en las cosas del señor, y cómo
agradará á Dios ; mas el que es casado, solo piensa en las
cosas de este mundo, y cómo agradará á su muger. Lo pro
pio una doncella, ó muger no casada, en nada piensa mas que
en las cosas del señor, y en ser casta de alma y cuerpo 5. No 5 1. Cor.
bas 7.

(a) Plaeraque enim.... aut ignorantes simpliciter, aut dissimu


antes audacter, ita ingrediuntur, quasi pudicitia in sola carnis inte
gritate, et strupi aversatione consistat, nec quicquam, extrinsecus
opus sit, de cultus dico, et ornatus dispositione, studis forme, et
nitoris eandem superficiem circumferentes, quan femina natio un
e. Tertul, de cult, famin, cap. 1.
6 TRATADO I.
basta que una sea vírgen; es manester la tengan y estimen
por tal ; de forma que ninguno que la vea, dude lo es en
realidad (b): es menester que en todo reluzca su pureza, y
que el luxo no desacredite la entereza virginal del cuerpo.
- ¿Qué al caso vendrá andar ataviada y bien puesta, como
" situviese, ó buscase algun marido? Lejos de eso tema ,si
verdaderamente es vírgen, de agradar á nadie, ni se meta
en ocasiones de peligro la que está reservada para una
ventajosa y divina suerte. Las que no tienen marido á
quien agradar, perseveren castas y puras no solo"en el
cuerpo, sino igualmente en el corazon. No es lícito á
una doncella aliñarse la cabeza por lucirlo y parecer
mejor; ni pagarse de la hermosura de su cuerpo, con el
- qual tiene que sufriruna lucha de por vida, y una obsti
nada pelea, por domar y sujetar su rebelde lozanía. ¡Qué
bueno será que quando san Pablo clama á voces: Lejos de
mí el gloriarme, salvo en la cruz de nuestro señor jesu
Christo, por quien el mundo está crucificado para mí, y yo
Gal6, lo estoy para el mundo", una vírgen que vive á la faz de
la iglesia, se gloríe del buen talle y gentileza de su cuer
po! Añade Paulo: Los que son de jesu-Christo han crucifi
2. Gal. 5. cado su carne con todos los vicios y apetitos º; y tras esto,
¿la que confiesa haber renunciado á los vicios y apetitos
de la carne, andará engolfada en ellos? Bien se dexa ver
quien eres, muger: bien se dexa ver que no eres tal qual
te jactas y aparentas. Con manchas de la concupiscencia
afeas el candor de la pureza y castidad. Clama, dice el
señor á Isaías: Toda carne es-beno , y toda su hermosura
como la flor de heno. Agostóse el heno, y se marchitó la fior;
3 IsaiÁo pero la palabra de Dios permanece por siempre jamás 3. A
ningun cristiano le está bien, y mucho menos le estará á
una vírgen hacer caudal de la belleza y gallardía de su
euerpo; y solo sí deleytarse en la palabra de Dios, y abra
zar los bienes duraderos por toda la eternidad. Si alguna
Vez

(a) Pudicitie christianae satis non est esse, verium et videri. Allí
mismo, cap. 13- -• . .
DE SAN, CYPRIANO. y
vez nos podemos gloriar de la carne, entonces solamente
quando es atormentada por confesar el nombre de Jesu
Christo; quando una muger se mantiene mas fuerte que los
hombres que la martirizan; quando sufre el fuego, cruces,
hierro, ó la rabia de las fieras, para ser coronada. ¡Estas
sí que son laspiedras preciosas, los verdaderos dixes que
adornan al cuerpo!
Pero hay algunas que, á título de ser ricas y poderosas,
quieren mostrarsu opulencla, y pretenden deber usar de sus
riquezas. Mas sepan ante todo que si hay alguna muger ri
ca, solo lo es aquella que es rica en Dios, y en Jesu Chris
to; que si hay bienes, que realmente merezcan el nombre
de tales, ningunos mas que los espirituales, que nos enca
minan á Dios, y con él mismo poseemos por toda una eter
nidad. Al contrario todo lo que es terrenal, hemos recibi
do en este mundo,y ha de quedar en el mismo mundo, tan
digno es de despreciarse, como lo es el mundo mismo, á
cuyas pompas y delicias ya habiamos renunciado desde que
venimos á Dios por el bautismo. San Juan nos exhorta con
estas celestiales y divinas palabras: No querais, dice, amar
al mundo, ni quanto hay en el mundo. Si alguno amare al mun
do, la caridad del padre no está en él;porque todo lo que hay
en el mundo, es concupiscencia de la carne, ó concupiscencia de
los ojos, ó ambicion del siglo,que no viene del padre, sino de
la concupiscencia del siglo. El mundo pasa, y lo mismo su con
cupiscencia ;pero el que hace la voluntad de Dios, queda eter
namente, como eternamente queda el mismo Dios ". Así lo que 1.Joan.
únicamente se ha de apetecer, es lo eternal y divino, hacien 2.
do-en todo la voluntad de Dios, á fin de seguir los pasos
del señor, y la soberana instruccion, que nos dexó quando
dixo: No baxé del cielo para hacer mi voluntad; sino la de aquel
que me ha enviado º. Y si el siervo no es superior á su señor, 2 Joan6.
y el ahorrado debe prestar obsequio á quien le ahorró, y le
dió libertad , nosotros que deseamos ser verdaderos chris
tianos, ¿quánto más deberemos obedecerá Jesu-Christo, li
bertador nuestro, haciendo lo que él mismo hizo? Escri
to está, se lee, y oye cada dia, y nos lo propone la iglesia
pa
3 TRATADO I,
para nuestra edificacion: Quien dice que está en Christo, de
1.Joan be andar como anduvo el mismo ". Andemospues con los pa
2.
sos que él anduvo, y sigámos á porfia el camino que siguió
él mismo. Entonces corresponderá nuestra conducta á la fé
que profesamos. Entoncesserán remunerados los creyentes,
quando lo que creen, al instante lo executen. Dices que eres
rica y poderosa; pero san Pablo sale al encuentro á tus ri
quezas, y te prescribe el modo con que debes vestirte y ali
farte segun la justa moderacion, y sin exceso (a). Las mu
geres, dice, eompónganse con modestia y honestidad, sin en
rizarse los cabellos; sin adornarse con oro, piedras preciosas,
ó con trages exquisitos; antes bien con aquel decoro que corres
ponde á las que profesan la continencia, y lo acreditan por una
2 1.Tim.
2.
arreglada conductaº. San Pedro vá de acuerdo con san Pablo
sobre estas máximas, quando dice: En la muger no haya or-,
nato exterior de oro, y de vestidos preciosos; sino ornato inte
3 Pet.3. rior del corazon 3. Ysi uno y otro apóstol tiran á contener
el luxo de aquellas mugeres que suelen excusarse á título de
agradará sus maridos, y las persuaden á seguir la mode
racion que dicta el espíriu de la iglesia, ¡quánto mas debe
rán observarlo así las vírgenes, que no tienen que alegar
para adornarse, ni pueden echará otro la culpa de que se
vistan con profanidad, siendo delinqüentes ellas solas! Di
ces que eres rica y poderosa, pero no todo lo que se puede
hacer, debe hacerse tambien; ni los deseos inmoderados y
ambiciosos del siglo han de prevalecer sobre el decoro y pu
dor de una doncella, porque eserito está: Todo es lícito;
41.Cor.6. pero no conviene todo. Todo es lícito; pero no todo edifica 4.
Mas si túte peynas costosamente; si andas en público con
fausto; si arrebatas hacia tí los ojosy suspiros de todos lo
jóvenes (); sidas pábulo á la incontinencia, y entra la
3.

* (a) ..... Tum siquas divitiarum, vel natalium, vel retro digni
tatum ratio compellat, ita pompaticas progredi, ut sapientiannon
videantur consecutae, temperare mallum bajusmodi curate, ne totis
babenis licentiam usurpetis practextu necessitatis. Ibid.cap. 9.
(b) Suspiria adolescentium post te trabas. Casi las mismas pala
bras en Tertuliano,lugar citado, cap. 3. ---
DE SAN CYPRIANO. 9
llama del amor impuro; ypuesto que no te pierdas á tí
misma; pero echas á perderá otros, y hieresó atosigas á los
que te miran, qual si fueses una espada, ó un mortal vene
no, ¿podrás acaso excusarte con decir que eres casta y lim
pia de corazon?Tu mismo luxo, tus adornos provocativos
desmienten de lo que te jactas, ni mereces ya ser contada
entre las vírgenes de Jesu-Christo, pues vives en carrera
de ser amada. Diees que eres rica y poderosa; pero á una
vírgen no le está bien hacer ostentacion de las riquezas, cla
mando la Escritura: ¿De qué nos aprovechó la soberbia, ó
qué fruto sacamos de haber hecho alarde de nuestras riquezas,
pues todo se desvaneció como una sombra * ? y aconsejándonos 1 Sap. 5.
tambien el apóstol: Los que compran, háyanse como si no po
seyesen, y los que usan de este mundo, lo mismo que si no usa
sen de él, porque la figura de este mundo pasa °. San Pedro, a 1.Cor.
á quien el señor encomendó sus ovejaspara apacentarlas, y 7.
tener cuidado de ellas, y sobre el qual estableció y fundó
su iglesia, niega que poseyese oro ni plata; pero asegura
se hallaba rico de la gracia de Jesu-Christo, rico de fé,
y de poderío para obrar maravillas y prodigios,y abun
dante de grandes y espirituales tesoros. Tamañas riquezas
nunca podrágozar la que mas apetece serrica para el mun
do que para Jesu. Christo. Dices que eres rica y poderosa,
y pretendes poder usar de lo que te concedió Dios para que
lo poseyeses. Usalonorabuena, pero en fines honestos; úsa
lo, pero como Dioste manda y encarga. Los pobres sean
los que conozcan que eres rica: los necesitados los que ex
perimenten tu opulencia. Dá tu patrimonio á Dios en usu
ras; alimenta á Jesu. Christo para que puedas conseguir
la palma de la virginidad; agencia con limosnas las ora
ciones de muchos menesterosos, socorriéndolos, á fin de
que te remunere el señor con las recompensas que te tiene
prometidas. Deposita tus tesoros en sitio donde no pueda
cavar el ladron; donde no pueda desenterrarlos ningun
maligno salteador. Compra heredades; pero unas hereda
des celestiales, cuyas cosechas estén á cubierto de todas
lasinclemencias del siglo, y que ni el rubin las gaste, ni
Tom. II. B la
O TRATADO I.
la piedra las derribe, ni el ardor del sol las queme, ni la
lluvia las pudra é inutilice. Eres delinqüente , y delin
qüente contra el mismo Dios, si piensas haberte dado las
riquezas para que hagas un uso profano de ellas. Tambien
dió la voz al hombre; mas no por eso debe emplearla en
canciones amatorias y torpes. Quiso que el hierro fuese
instrumento de la labranza, pero no cuchillo de homici
das; ni porque él mismo crió el incienso, el vino y el
fuego, han de servir para sacrificios de los ídolos; ni.
porque inunden tus campos grandes rebaños, debes ofre
cer víctimas á los dioses falsos. De lo contrario la mu
cha abundancia de bienes acarrea tambien muchos peligros,
si no se invierten en usos piadosos; por manera que qual
quiera persona opulenta mas debe valerse de sus cau
dales para ahorrar, que para aumentar pecados. El arreo
de trages exquisitos y ostentosos que realzan la hermosura,
conviene mas á mugeres desvergonzadas y prostitutas;
pues ninguna se adorna con mayor luxo y fausto que
aquellas cuyo pudor ha dado en tierra. Así es que en la
sagrada Escritura, de donde quiso el señor sacásemos
nuestra enseñanza, se describe aquella ciudad (a) meretriz
vestida con gallardía ypompa,pero que habia de pere
cer en medio de todas sus galas, ó por mejor decir , en
castigo de estas mismas galas. T” vino, dice, el uno de los
siete ángeles, que tenian las siete copas, y habiéndome
agarrado, me dixo así: Vén, y te mostraré la condenacion
de la grande meretriz que está sentada sobre muchas aguas,
con la qual fornicaron los reyes de la tierra. T” luego me lle
vó en espíritu, y ví una muger que estaba sentada sobre la
bestia, y la tal muger estaba cubierta de una capa de púr
pura y grana, y adornada de oro, perlas y piedras precio
sas, y tenia en su mano una copa de oro llena de abomina
(a) El Apocalipsis no le llama ciudad, sino solo meretriz; pero en
esto siguió tambien áTertuliano, que le cita con el mismo nombre.
IIla civitas valida, que super septem montes, et plurimas aquas pre
sidet, aludiendo á Roma fundada sobre siete colinas ó montes, como
observó bien Lacerda, en las notas á este lugar.
*
DE SAN CYPRIANO. "I,

ciones, inmundicias y fornicaciones de toda la tierra". Evi- 1 Apoc.


7.
ten las doncellas castas y vergonzosas los adornos de mu
geres deshonestas, los trages de las perdidas, las insig
nias de las rameras, el arreo de las cortesanas. Isaías lle
no del Espíritu Santo clama,y reprehende á las hijas de
Sion por el luxo de oro,plata y costosos vestidos, y
porque á causa de estar engolfadas en la abundancia de
perjudiciales riquezas, apostatan de Dios entre las deli
cias del siglo. Se han erguido, dice, las hijas de Sion, y
han andado con la cabeza levantada, guiñando de ojos, arras
trando batas por el suelo, jugando con los pies. Humillará
Dios á las principales hijas de Sion, y descubrirá el señor
su desnudez, y les quitará sus galas, sus adornos, sus gue
dejas, sus pelos enrizados y mediaslunas (a), las agujas de
oro, las manillas, los tocados (b), los brazaletes, los anillos,
los pendientes , los vestidos de brocado entretexidos de seda,
oro y jacinto. Los polvos odoríficos y perfumes se converti
rán en ceniza : en lugar del cíngulo de oro te ceñirá una
soga de esparto,y en seguida de los rizos y soberbio adorno
de la cabeza , te vendrá una calvez afrentosa °. Esto es lo 2 Isai.3.
que reprehende Dios: esto lo que condena: por ahí dice
que han venido á perderse las vírgenes; por ahí á rene
gar de su verdadero culto. Las que se encumbraban tanto,
han caido en tierra : las que se engalanaban con tanto
primor han llegado á parar en fealdad y horrura: las
que se vestian de seda y púrpura, ya no podrán vestirse
de Jesu-Christo: las que se adornaban de oro, perlas y
diamantes, ya perdieron los verdaderos adornos de su
alma y de su corazon. ¿Quién no abominará, y huirá de
lo que á otros ha sido tan funesto? ¿Quién apetecerá, y
gustará lo que para muchos ha sido mortal cuchillo, que
les

(a) Lunulas. Una version antigua de la Biblia en castellano, cita


da por el padre Scio: Lunares.
(5) En el original Botronatum : voz desconocida casi de todos.
Lombert le traduxo: rosas de diamantes. Pamelio y Cerda con Rhe
nano suponen ser adorno de cabeza, llamado así por semejar al botro
ó racimo. Balucio no acierta á decir qué fuese. -
I TRATAD Ó I.
les ha quitado la vida? Si un hombre muriese á resultas
de haber bebido de un vaso, al instante creerias que lo
que habia bebido era un veneno. Si quedase muerto por
lo que habia comido,tendrias por un tósigo lo que así le
habia acabado ,y te guardarias muy bien de comer un
manjar, y beber un licor, que en lugar de nutrir y
confortar, habian arrancado la alma á otros. Pues aho
ra bien ¡qué estupidéz, y qué locura no será el desear lo que
daña y ha dañado siempre! ¡Pensar que no morirás de lo
que otros han muerto! Dios no crió á las ovejas con ve
llon de grana,y purpurado, ni enseñó á teñir y colorar
las lanas con la quinta esencia de las yerbas, y con la
cochinilla. No inventó los collares de diamantes y perlas
engastados, y montados en oro con prolixo artificio, con
los quales ocultases el cuello que él mismo habia formado,
á fin de que estuviese escondido lo que en el hombre
era hechura de sus manos, y solo se viese sobrepuesto
lo
o que hab do por el demonio.
d trazado
habia sido d 5¿P
Por ventura
t

querria Dios se abriesen y horadasen con hierro las ore


jas, atormentando á la inocente niñez que ignoraba to
davía
avía la pcion del siglo, p
l corrupcion para que de las cavern
al S CalVernOSa.S.

y cicatrizadas heridas colgasen unos granos preciosos y


pesados, ya que no por su mole y grandor, á lo menos
or su valor y estimacion? Todas estas invenciones del
luxo las habian discurrido los ángeles malos y apóstatas,
quando encenagados en asquerosidades terrenales, perdie
ron la vigorosa y celestial energía (a). Ellos fueron los
que enseñaron á dar de un negro brillante á las cejas, y
á las mexillas de un roxo aparente;á mudar los cabellos
con colores postizos, y desfigurar la verdadera fisono
mía
(a) Error en que incurrió san Cypriano de buena fé, lo mismo que
Clemente Alexandrino, Tertuliano, Orígenes, y otros padres anti
guos, por la mala inteligencia del capítulo seis del Génesis, enten
diendo que los hijos de Dios que se juntaron con las hijas de los hom
bres, eran losángeles, no siendo sino los hijos de Seth y Enoch, que
se casaron con las hijas de Cain, de quienes nacieron los gigantes.
Rste error fué refutado por san Agustin, lib. 15. de Civit. cap. 23.
--=

DE SAN CYPRIANO 13
míá del rostro, y la cabeza con mentirosos afeytes y em
belecos. Instigado aquí del santo temor de Dios, que me
inspira la religion, y del amor que debo á mis hermanos,
no puedo dexar de advertir no solo á las doncellas, sino
tambien á las viudas, y aun á las casadas, y en general
á todas las mugeres, que se guarden de profanar las obras ".
de Dios, y alterar lo que ha formado la naturaleza, con
falsos coloridos. Dice el señor: Hagamos al hombre á imá
gen y semejanza nuestra" ; y ¿habrá quien se atreva á 1 Gen.
desbaratar y trastornar lo que ha hecho Dios? Contra él
se rebelan los que pretenden variar y retocar lo que
crió él mismo, sin reflexionar que quanto nace en este
mundo todo ha salido de sus manos; y del demonio qual
quiera mudanza que se haya intentado. Si un pintor re
tratase con gallarda expresion á un personage sacando al
vivo las facciones de su rostro, y las actitudes de todo el
cuerpo ; y despues de acabado el quadro, viniese otro
presumido á corregirlo, ¿no se daria por agraviado el
primero, y no sería justa su indignacion (a)? Y ¿piensas
tú quedará sin castigo tu loco atrevimiento en querer
retocar unas obras, de que solo Dios es artífice ? Doy de
barato que semejantes afeytes no te hagan deshonesta en
la opinion de los hombres;¿no serás peor que una adúltera
en haber corrompido y violado la hechura de sus manos?
Todo esto que reputas por adorno y compostura de tu
cuerpo, ¿es mas que una contradicion declarada á las mis
mas obras del señor ; un trastorno de la natural hermo
sura? El apóstol amonestaba así: Expurgad el antiguo
fermento, para que seais nueva masa, como sois ázimos; pues
tambien jesu-Christo fué inmolado como nuestro cordero
pascual. Así celebremos estas fiestas, no en el antiguo fer
mento, ni en el fermento de malicia y de iniquidad, sino en
ázimes de sinceridad y de verdad *. ¿Por ventura se con- , , cor,
servarán la verdad y sinceridad, quando lo que es sincéro g.
Se

(a) Lugar citado por san Agustin como un dechado de grandilo


qüencia, lib. 4. de Doct, cbrist. cap. 21.
4 TRATADO I,
se afea y adultera con colores traydores y engañosos;
quando lo que es real y verdadero se falsea con badu
laques, pomadas y albayalde? Tu Diosy señor te dice:
Mat 5. No puedes volver blanco ó negro un solo cabello *, ¿y ten
drás el valor y arrojo de ensayarte á desmentir lo que
r te dice tu señor? Osada y con desprecio sacrílego de la
divina Magestad te atreves á teñir los cabellos, dándoles
de color de llamas, harto presagio de lo que te ha de su
... - ceder despues (a), y pecas ¡ó dolor! con el abuso que ha
ces de tu cabeza, es decir, del mejor y principal miem
bro de tu cuerpo. Sin embargo de hallarse escrito del
señor: Su cabeza y cabellos eran blancos como la lana, ó
*Apocr, nieve º; te horrorizas de las canas, y aborreces la blan
cura de los pelos, con ser así que semeja á la que ador
naba la cabeza del señor. ¿No temes, dímelo por tu vida,
que siendo tal qual eres, en viniendo el dia de la general
resurreccion, el soberano artífice de la naturaleza no te
reconozca por obra suya, y te prive de sus promesas,
y del premio á que aspirabas? ¿No temes que revestido
de la severidad de censor y juez te diga : esta obra no
es mia: este retrato no habia salido así de mis manos:
ese cutis lo has afeado con drogas: esos cabellos los has
teñido de colores bastardos: esa cara la hasgastado con
apariencias de la salserilla: ese cuerpo ya está desfigu
rado: ese rostro ya es otro? ¿Cómo has de ver á Dios
con unos ojos que ya no los tienes segun él mismo te los
habia dado , sino segun te los quiso forjar el demonio?
Este es á quien has seguido, imitando los ojos rubios y
pintados de la serpiente; y adornada á semejanza de tu
enemigo, arderás tambien como él en el infierno. No de
bieran considerar todo esto los que hacen profesion de
siervos de Dios? ¿No debieran vivir dia y noche estreme
cidos? Allá se avengan las casadas con la lisonjera excusa
• que

* (a) Tertul. de cult. femin. Malè ac pessimë sibi auspicantur fiam


«neo capite. San Gerónimo á Leta, hablando de su hija Paula: Cave,
se capillum irrufes, et ei aliquid de gebenne ignibus auspiceris.
A

DE SAN CYPRIANO. 15
que alegan de haber de agradará sus maridos, á quienes
quando citan para abonar su luxo, los hacen cómplices,
de su culpa por el consentimiento. Lo cierto es que las
vírgenes, á las quales se endereza este tratado, no deben
contarse en el número de las verdaderamente tales, si,
por parecer mejor, se valen de semejantes artificios; antes
bien se las ha de separar como á ovejas dañadas y ro
ñosas del cándido y puro rebaño de las vírgenes legíti
mas y castizas, no sea que con su mal pegajoso inficio
nen á las demás, dexándolas estar juntas; y que las unas
echen á perderá las otras.
Pues que buscamos el bien de la continencia, lejos de
no todo quanto pueda ofenderla y perjudicarla: lejos
qualesquiera abusos que á título de una inveterada, aunque
mal introducida costumbre, pretenden prescribir contra la
modestia, ysobriedad. Hay algunas vírgenes que no tie
nen vergüenza de concurrir á bodas (a), ni de mezclarse
en conversaciones obscenas que allí se tratan con una der
ramada disolucion, escuchando cosas que no sufre el pu
dor decirlas ni oirlas, y autorizando con su presencia unos
convites en que rebosa el vino, se profieren indecentes pa-,
labras; se enciende el fuego de la lascivia; se provoca á los
esposos con lo que debiera estar oculto baxo del tálamo.
¿Qué tendrá que hacer en los desposorios una persona que
se halla con ánimos de no contraerlos nunca? ¿Qué gozo,
y que alegría podrá haber donde el modo de pensar, y la
profesion de los concurrentes son enteramente opuestos?
¿Qué se aprende allí? ¿Qué es lo que se vé? ¡Quánto se
aparta una vírgen en semejantes funciones del estado que
sigue, quando habiendo venido á ellas honesta, vuelve des.
honesta! Aunque permanezca vírgen seguniel cuerpo, y el
corazon, ¿cómo no echaráá perder todo este mérito con el
, de
(a) San Gerónimo allí mismo: Non intersit nuptiis servulorum,
nec familiae perstrepentis lusibus misceatur. De ahí tambien el can.
39. del concilio agathense, que prohibe á todo clérigo como profeso
res de la continencia asistir á bodas: prohibicion renovada en otros
muchos cánones. ... - -
16 TRATADO I.
desenfreno de los ojos, de los oídos, y de la boca? Pues ¿qué
diré de las quevan á lavarse en losbaños públicos,prostitu
yendo á la curiosidad lasciva de los ojos un cuerpo consa
grado al pudór, y á la castidad? ¿Por ventura, quando
allí se dexanver desnudas por los hombres, y miran á estos
en igual manera, no fomentan el ardor de la luxuria? ¿No
estimularán y provocarán á los que se hallan presentes,
para que abusen de ellas? Pero me dirás: allá se las haya
cada una con que intentos viene al baño; por lo que á mí
toca, solo vengo á lavar y recrear mi cuerpo. No te salva
este pretexto, nite justifica de la nota de incontinente y des
vergonzada. Semejante lavadura en lugar de lavar, en
sucia mas:en vez de limpiar los miembros,los mancha, y ha
ce mas asquerosos. Norabuena que á ninguno mires con ojos
deshonestos; ¿qué importa, si otros te miraná tí? No afeas
tu vista con el deleyte de objetos torpes; pero deleytando
á otros, tú misma quedas afeada. Del baño has hecho un
espectáculo; bien que un espectáculo aun mucho peor que
los mismos teatros en que se representan. Aquí es donde se
echa á rodar toda vergüenza; aquí, donde á una con los
vestidos se desnuda el cuerpo de toda modestia y pudór;
aquí unos miembros virginales se exponen á ser presa de
miradas impudicas. Contempla ahora, si quando estás ves
tida, te creerán los hombres honesta, despues de haber te
nido el arrojo de desnudarte á vista de ellos y cara á ca
ra (a). Así es que la iglesia llora á cada paso á sus vírgenes;
así se lamenta de sus infames devaneos; así se marchita la
flor de la virginidad; vá por tierra el decóro de la conti
nencia,se profana la dignidad del recato. Así embiste el
enemigo con sus estratagemas; así acomete el demonio con
ardidosas y ocultas asechanzas. Asílas vírgenes, queriendo
. ", " - * ata

(a) San Gerónimo á Leta: Scio precepisse quosdam, me virgo


Christi cun eunuchis lavet, nec cum maritatir feminis; quia alii non
depomunt animos virorum; aliae tumentibus uteris praeferunt fedita
tem. Mihi omnino in adulta virgine lavacra displicent, que seipsam
deber erubercere, en nudan videre non posse. Véase tambien el ca
aon 3o del Concilio de Laodicea, ..
DE SAN CYPRIANO. 17
ataviarse con profusion, y andar acá, y allá á su antojo,
dexan de ser vírgenes, y llegan á corromperse por secretas
yfurtivas indecencias. Viudas antes que casadas; adúlteras,
no de un marido, sino de Jesu-Christo mismo (a), pagarán
caro, y con tamaños tormentos su perdida virginidad, co
mo hubieran alcanzado premios si la hubiesen sabido con
servar. Oidme pues vosotras vírgenes, como á padre que
os aconseja, y os amosnesta: oid á quien tan de veras mira
por vuestro bien y vuestro provecho. Sed tales, qual os
hizo Dios criador; sed tales, como salisteis de las manos
del padre, y artífice supremo. No pinteis vuestro rostro:
tened limpia la cerviz sin afectacion: guardad vuestra her
mosura segun os la dió la naturaleza. No lastimeis los oídos
con penetrantes heridas (b): no lleveis brazaletes ni collares
entretexidos de preciosas cadenas; vuestros pies anden li
bres de grillos, que aunque sean de oro atormentan qual si
fuesen de hierro: vuestros cabellos no los embadurneis con
colores postizos: vuestros ojos estén siempre en disposicion
de poder ver la cara de Dios. Bañaos norabuena; pero en
eompañía de las de vuestro sexó; pues solo así os será de
cente. Huid de las funciones de bodas, y de obscenos con
vites, suyas resultas suelen ser de peligro, y contagiosas.
Vosotras, que haceis profesion de la virginidad, y servis al
señor, despreciad la vana arrogancia y ostentacion de ves
tidos: despreciad la brillantez del oro, así como habeis des
preciado los estímulos de la carne, y las delicias del siglo.
¡Qué afrenta no sería para vosotras, que no habiendo podi
do ser vencidas por enemigos mas fuertes, os dexaseis vea
cer por otros menostemibles!El camino que guia á la vida,
, es apretado y estrecho: duros y dificiles los senderos por
donde se váá la gloria. Esta es la ruta que siguen los már
Tom. HI. ti
(a) Frase usada por san Cypriano y otros padres en los lugares
que notó Pamelio.
(b) San Clemente Alexandrino, Pedag. lib.2. cap. 12.: Eis autemr
mon perforentur aures preter naturam, ut aureae ab eis inaures de
pendeant, neque enim fas estvin, aferre nature praeter id quod vo
lluit, San Gerónimo áLeta: 6ave, ne aures ejus perfores.
8 TRATAD o I. -

tires, las vírgenes, y los justos"todos. Apartaos de los ca


minos anchurosos, y espaciosos: alrétropieza ácada pa
so en mortales atractivos y deliciosos alhagos de la carne
-

allí lisonjea el demonio por engañar,se sonrie por dañar;


- acaricia por matar. El fruto que cogen los mártires, es de
ciento; y vosotras, de sesenta por uno(a). Así como ellos
no piensan en lo carnal, y en las cosas de este mundo, y
tienen que lidiar réciamente con poderosos enemigos, pro
curad vosotras tambien, que vuestro corage sea el segundo
para pelear, como será segundo vuestro premio para serco
ronadas. Nunca es facil subirá lo alto sin fatiga. ¡Qué su
dores, qué cansancio no nos cuesta llegará la cima de los
collados, y de las montañas! Pues ¡qué no nos costará el re
montarnos hasta los cielos! Si consideras la grandeza de la
remuneracion prometida, nada es casi lo que trabajas. La
misma inmortalidad, una vida sin acabar, un reyno celes
tial es con lo que el señor convida al que persevera en él.
Guardad, vírgenes, guardad la alhaja que habeis comen
zado á poseer: guardadla bien, pues que siempre la po
seereis despues. ¡O! y ¡qué galardon tan grande os espera!
Una insigne recompensa de vuestra virtud : una magnífica
retribucion de vuestra virginal pureza. ¿Quereisaber de
qué males os liberta, y quántos bienes os acarrea vuestra
heroyca continencia?. Multiplicaré, dice Dios á la mu
ger, tus congojas y tus gemidos ; con dolor parirás á tas
hijos; vivirás sujeta á tu marido, y él mismo tendrá do
a Gen.3. minio sobre ti". Vosotras ya estais libres de tan rigu
rosa sentencia : ningun gemido , ni congoja tendreis que
temer; ningun miedo sobre el parto de los hijos: nin
"gun marido será señor de vosotras, y solo síJesu. Christo,
que esvuestra cabeza, y vuestro esposo, con quien vivi
reis á mancomun. Voces son del señor las que dicen : Los
hi

(a) El mismo san Cypriano en la carta LXXVI. Cujus numero nec.


virgines desunt, quibus ad sexagenarium fructun centenus accessir.
Igual expresion la de san Gerónimo á Eustochio, y de otros que cita
- Balucio sobre este lugar. - -- -

•s,
DEsAN CYPRIANO. 19
hijos de este siglo engendran , y son engendrados ; mas los
que tuvieren parte en aquel otro siglo, y en la resurreccion
de los muertos, no casarán, ni otros se casarán con ellos,
pues que no llegarán á morir, porque serán iguales á los
ángeles de Dios por ser hijos de la resurreccion ". Lo que 1 Lucae.
todos hemos de ser en adelante, ya vosotras habeis em
pezado á serlo: ya habeis comenzado á gozar la gloria
de la resurreccion desde este mundo (a): pasais por el si
glo sin que se ospegue el contagio del siglo. Perseveran
do vírgenes y castas, os habeis hecho iguales á los án
geles del señor. Manteneos pues firmés é incontrastables
en vuestra virginidad, y acabad con constancia lo que
habeis emprendido con tanto teson. No busqueis el or
nato de aderezos y vestidos, sino el de las costumbres.
Contemplad en Dios, y en el reyno de los cielos. Los
ojos que habeis levantado á lo alto, no baxeis á lo terre .
nal y mundano. El primer mandamiento de Dios fué de
crecer y engendrarº; el segundo de guardar la continen 2 Gen. 1.
cia. Quando el mundo estaba informe, y todavía como en
embrion, fué preciso propagar y extender el género hu
mano por una fecunda generacion. Mas despues que se
llenó y henchió de hombres, los que pueden guardar la
continencia, viven á manera de eunucos, que se castran
por el reyno de los cielos. Es verdad que el señor no
manda esto con rigor, y solamente lo aconseja: no nos
impone ninguna necesidad, pues nos dexa libres para ha
cer nuestra voluntad. Pero como añade que hay muchas
moradas en la casa de su Padre 3, con esto nos dáá 3 Joan.
14e
entender hay algunas mas aventajadas y principales que
otras. Estas son las que están destinadas para vuestra
habitacion; : cortando los apetitos de la carne, os
haceis acreedores á mayores premios. Todos los que se
- no es s san
(a) San Leandro, de Institut. virg. Pitae coelestis beatitudinem
bic incipiunt que generare in doloribus filios nesciverunt, er que
contagia libidinis, et feda conjugum figmenta respuunt, recte Cristi
nuptias impetirarunt.
so TRATADO T.
santifican con la soberana gracia del bautismo, se desnu
dan y limpian de las inmundicias del hombre viejo por
las vitales aguas del saludable baño,y renovados en el
Espíritu Santo se purifican por un segundo nacimiento
de las manchas que contraxeron en el primero. Siempre
empero es mas abundante la santidad que á vosotras os
resulta por la regeneracion, habiendo renunciado entera
mente á todos los deseos de la carne , y quedado solo
con los del espíritu, y de la virtud, que os encaminan
á la gloria. Sentencia es del apóstol, á quien el señor
llamó vaso de eleccion , y envió á publicar su santa ley:
El primer hombre fué sacado del barrro de la tíerra ; del
cielo el segundo. Qual aquel, tales los hombres terrestres.
Qual éste, así los hombres celestiales. Como llevamos la imá
gen del que fué formado de la tierra; llevemos tambien la
s 1. Cor. de aquel que vino del cielo". La virginidad es la que lleva
• esta imágen (a); la lleva la pureza; llévanla la santidad
y la verdad; llévanla en fin los que observan la disciplina
del señor; los que con la justicia guardan la religion;
los que perseveran firmes en la fé; los que se humillan
con el temor de Dios ; los que se endurecen á toda
prueba contra qualesquiera adversidades ; los que con
mansedumbre perdonan las injurias; los que se prestan
fáciles á toda obra de misericordia ; los que viven en paz
y concordia con los hermanos. Todas" son cosas que de
beis observar, amar y cumplir vosotras, óvírgenes santas,
que empleadas en servirá Dios, y áJesu-Christo, cami
nais delante de todos como la porcion mas escogida de
la iglesia hácía el señor, á quien os habeis consagrado.
Las que sois mayores en edad, instruid á las jóvenes:
las que todavía os hallais en la flor de vuestros años, asistid
á las mas ancianas; edificad con el buen exemplo ávues
tras contemporaneas. Animaos las unas á las otras con mu
tuos exhortos: estimulaos recíprocamente con la poderosa
emul

(a) Lugar citado tambien por san Agustin, lib.4. de Doctr, sbrist.
cap. 21. como un exemplo de locucion moderada.
DE SAN CYPRIANO. ser”
emulacion de las virtudes para llegar á la gloria. Perse.
verad firmes; andad con resolucion, y arribad á vuestro
destino con felicidad. Solo os pido que os acordeis de mi
quando vuestra virginidad fuese premiada con la justa
retribucion. -

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