Lectura Metodos Gestion Del Cambio
Lectura Metodos Gestion Del Cambio
Lectura Metodos Gestion Del Cambio
Febrero 2017
Tabla de Contenidos
Cuando ambas fuerzas están equilibradas, los niveles actuales de comportamiento se mantienen y
se logra, según Lewin, un equilibrio “casi estacionario”. Para modificar ese estado casi estacionario
se puede incrementar las fuerzas que propician el cambio o disminuir las fuerzas que lo impiden o
combinar ambas tácticas. Básicamente, la idea que propone es de descongelar valores antiguos,
cambiar y recongelar estos nuevos valores.
Descongelar:
Este paso comprende el hecho de crear conciencia de la necesidad de cambiar y de eliminar o
reducir cualquier resistencia al cambio. Al iniciar el proceso de cambio la organización se encuentra
en equilibrio. Esta primera etapa consistirá por tanto, en hacer tan evidente la necesidad del cambio
que todos los integrantes del grupo lo acepten. Esta etapa es necesaria para superar la resistencia
de las personas que dificultan el cambio y esto se podrá lograr de tres maneras: reforzando las
fuerzas que favorecen el cambio, debilitando las que lo dificultan, o combinando las dos formas
anteriores.
El cambio:
Consiste en alterar la situación de la organización. En esta etapa se fomentarán nuevos valores,
actitudes y comportamientos, tratando de lograr que los miembros de la organización se identifiquen
con ellos y los interioricen. Entre las actividades que habrá que llevar a cabo para lograr que esta
etapa se desarrolle de la manera más efectiva están las siguientes: trazar un claro proyecto para la
implementación del cambio; comunicarlo a todos los afectados; plantear retos atractivos que inciten
a los afectados a moverse; formarles y entrenarles en las nuevas habilidades requeridas y desarrollar
mecanismos de retroalimentación que permitan un seguimiento sobre la marcha del proceso de
implementación.
Congelamiento:
Se determina el problema
Se identifica su situación actual
Se identifica la meta por alcanzar
Se identifican las fuerzas positivas y negativas que inciden sobre él.
Se desarrolla una estrategia para lograr el cambio de la situación actual dirigiéndolo hacia la
meta.
Por último, se inicia la etapa de re congelamiento en la cual, el nuevo método se integra como una
parte de la actividad normal de trabajo.
En algunas empresas el proceso puede ser doloroso, pero su efecto puede traducirse en mayor
eficiencia a corto plazo
a) Diagnostico
b) Análisis
c) Retroalimentación
d) Acción
e) Evaluación
a) DIAGNOSTICO. -El agente de cambio empieza por reunir información acerca de problemas,
preocupaciones y cambios necesarios de los miembros de la organización. Este diagnóstico es
análogo a la búsqueda de un doctor para encontrar específicamente el padecimiento de un
paciente. En la investigación de la acción, el agente de cambio hace preguntas, entrevista a los
empleados, revisa los archivos y escucha las preocupaciones de los trabajadores.
c) RETROALIMENTACIÓN. - En este tercer paso es necesario compartir con los empleados lo que
se ha encontrado en los pasos uno y dos. Los empleados con la ayuda del agente de cambio,
desarrollan planes de acción para originar cualquier necesidad de cambio. Esto se realiza por
que este método requiere un amplio involucramiento de las personas objeto del cambio, ya que
la gente que estará involucrada en cualquier programa de cambio debe estar implicada
activamente en determinar cual es el problema y participar para crear la solución.
d) ACCION. - En este momento del proceso, los empleados y el agente de cambio llevan a cabo
acciones específicas para corregir los problemas que han sido identificados.
El problema es enfocado
La resistencia al cambio se reduce.
El problema es enfocado
El agente de cambio busca de manera objetiva los problemas y el tipo de problema determina el tipo
de acción de cambio.
a) Diagnosticar: Esta etapa significa el punto de partida y determina exactamente el cambio que se
requiere, lo que se desea y la situación actual en la que se encuentra; el propósito básico de la
etapa de diagnóstico es llegar a una clara comprensión de la necesidad o del problema sentido;
considera la recopilación de datos y el análisis de los mismos, así como de las actividades y
como éstas dependen de varios factores, como la naturaleza del problema o la necesidad interna
o externa.
b) Identificar la resistencia: Es importante saber donde hay posibilidades de que surja resistencia
como parte del manejo de un cambio planificado, ese es el propósito especial de esta etapa. En
esta segunda etapa, se tiene que ver con la posición de la organización, implica quien se vera
afectado por el cambio y como lo va a considerar con la intención de diseñar y crear las
condiciones de aceptación del problema y la solución de las mismas.
d) Desarrollo y puesta en marcha de las estrategias: Se refiere a la ejecución específica del cambio
planificado, el propósito primordial de esta etapa es asegurar una respuesta efectiva de la
organización ante la necesidad o problemas sentidos. Esto requiere que la respuesta tenga el
apoyo de todos los miembros de la organización, independientemente de que los altos niveles
consideren que sus decisiones y sus conocimientos son los mas abundantes y los de mas valor
dentro de la organización, no podemos olvidar, que quienes conocen directamente la ejecución
de las tareas son los niveles inferiores, por lo que se requiere de su participación para lograr con
mas éxito las estrategias y el desarrollo de las mismas.
Tengamos presente que dentro de un proceso de cambio planificado, por lo general hay dos
tipos de conducta que se manifiestan, al poner en marcha una estrategia de cambio, habrá un
pequeño grupo de innovadores que vera con buenos ojos el cambio y un pequeño grupo de
opositores que se resistirán al mismo. La mayoría de la población de la organización caerá en
cualquiera de los dos extremos de estos campos, habrá quienes tienen la posibilidad de adoptar
el cambio rápidamente y quienes necesitaran más tiempo o más convencimiento para el mismo.
Dentro de esta etapa, podemos identificar varias sub etapas de ejecución: la primera podemos
decir que es la de información; puede comprender materiales escritos, definiciones realizadas,
políticas, circulares, revistas, carteles o reuniones directas y conferencias con el personal,
haciendo presentaciones, uso de materiales que permitan hacer mas clara la exposición del
proceso.
e) La última etapa, corresponde a la etapa de supervisión: esta etapa corresponde a la etapa final
del proceso, parece una etapa fácil, requiere de la fijación de metas, escalas de tiempo para
lograrlas, establecimiento y aplicación de los medios para evaluar el progreso, realizar la etapa
uno completamente, describir la posición del estado actual y el estado futuro deseado. Es
necesaria una clara imagen del presente para evaluar el progreso hacia el futuro.
Implica así mismo la necesidad de factores observables y medibles que se concentren en el
cambio planificado, significa un examen de todas las primeras etapas; se puede incurrir en el
error, de que los altos mandos consideren el cambio sin verificar y sin saber si se logro el efecto
deseado y continuar haciendo el trabajo con la creencia de que ambas cosas han ocurrido. El
presuponer sin evaluar puede conducir a errores que pueden llevar al caos a la organización.
El estudio de Kotter se basa en el análisis de muchos casos de gestión del cambio en el mundo y
destaca dos lecciones fundamentales:
La lección más general que se puede aprender de los casos de mayor éxito es que el proceso
de cambio pasa por una serie de fases que generalmente requieren de un tiempo
considerable. Saltarse algunos pasos solamente da la ilusión de velocidad y nunca produce
un resultado satisfactorio.
Los esfuerzos de cambio mas exitosos comienzan cuando algunas personas o grupo empiezan a
analizar la situación competitiva de la empresa, mercado, ámbito tecnológico, etc. y se dan cuenta
que existe una caída en los ingresos potencial y estas personas comunican esta situación en forma
general y dramática. Este primer paso es esencial, ya que se requiere la cooperación agresiva de
muchas personas y como una adecuada motivación.
Esta fase 1 puede parecer fácil, pero no lo es. Un 50% de las compañías fracasa en esta primera
etapa.
Razones:
se menosprecia lo difícil que es sacar a la gente de su confort.
se carece de paciencia y se dice basta de preliminares, vamos al grano.
paralización mental ante el cambio y se preocupan de que los empleados se pongan a la
defensiva, que la moral caiga y que los resultados de corto plazo se vean comprometidos y
por crear una crisis sin necesidad.
Los cambios comienzan bien, cuando hay una cabeza clara y un buen líder que se capaz de ver la
necesidad del cambio mayor y se requiera que la cabeza sea el gerente general si el cambio es
completo, si es a nivel de división el gerente de división y deben ser buenos líderes.
El hecho de tener malos resultados financieros llama la atención de la gente, pero da menor
maniobralidad. Con buenos resultados es difícil de convencer a la gente de los cambios son
necesarios, pero el caso más exitoso que ha visto el autor es que hay un grupo que facilita la
comunicación de los hechos potencialmente desagradables. Como la gente es reacia a los cambios
y si los gerentes no son líderes, es normal saltarse la barrera de los cambios y las malas noticias y
de esa forma gente de afuera de la organización como analistas de Wall Street, clientes y consultoras
traen las malas noticias. Se debe lograr que el “status quo parezca más peligroso que lanzarse a
lo desconocido”.
Ensamblar un grupo con poder suficiente para encabezar los esfuerzos de cambio
Enfrentar el grupo a trabajar juntos y como equipo
Los programas de renovación comienzan a menudo con solo una o dos personas. En los casos
exitosos el grupo de líderes crece en el tiempo, pero se debe lograr el mínimo en el primer esfuerzo,
sino no sucede nada.
El primer grupo conductor exitoso al comienzo deben ser 3 o 4 personas durante el primer año de
esfuerzos. Para compañías grandes la coalición necesita entre 20 ó 50 personas.
Como se incluyen varias personas de diferentes áreas, el grupo tiende a operar fuera de la definición
normal de jerarquía, puede ser complicado pero necesario.
Es necesario que alguien junte a la gente, que los ayude a desarrollar y compartir evaluaciones de
problemas y oportunidades con que cuenta la compañía y crear un nivel mínimo de confianza. A
veces es mejor alejarse de la empresa por 2 o 3 días.
Las compañías que fracasan en la fase 2, generalmente han menospreciado las dificultades de
producir un cambio y por lo tanto la importancia de una coalición conductora poderosa.
Las empresas a veces no tienen historial de trabajo en equipo en sus niveles altos y menosprecian
la importancia de este tipo de coalición. Grupos sin una línea fuerte de liderazgo nunca alcanzan el
poder que es necesario.
Crear una visión que ayuda directamente a los esfuerzos del cambio.
Desarrollar estrategias para alcanzar la visión
En los esfuerzos exitosos la coalición conductora desarrolla una imagen del futuro que sea fácil de
comunicar y exponer a los clientes, proveedores y empleados. Una visión siempre debe ir más allá
de los números que se pueden encontrar en los planes de cinco años. Una visión dice algo que
ayuda a clarificar la dirección en que debe moverse. Debe acompañarse con un plan estratégico
adecuado.
La visión parte en dos tercios y se perfecciona con el análisis de las distintas personas y a veces las
partes importantes se gatilla al final.
La visión debe poder ser explicado en 5 minutos o menos y obtener de él una reacción tanto de
entendimiento como de interés.
Usar todo vehículo posible para comunicar esta nueva visión y las estrategias.
Enseñar nuevos comportamientos con el ejemplo de la coalición conductora.
Los canales de comunicación tradicionales solo aportan poca comunicación dentro de la empresa.
Se requiere que miles de personas estén deseando ayudar, incluso hasta hacer sacrificios de corto
plazo. Por defecto los empleados no harán sacrificios, incluso si están insatisfechos con el status
quo y esta etapa es desafiante si los sacrificios de corto plazo incluyen pérdida de puestos de trabajo.
Los grandes problemas deben ser enfrentados y removidos, al momento de que amplia el plan y se
traspasan decisiones en forma masiva a terceros y los terceros no están totalmente alineados con
la visión de la empresa.
Las acciones a tomar por terceros son simples, pero deben ser exitosas.
Muchas veces los obstáculos son sicológicos, pero muchas veces son reales.
La transformación real toma tiempo, y los esfuerzos de renovación hacen que se arriesgue la
posibilidad de perder el momento propicio si no hay metas para desarrollar y lograr en el corto plazo.
Sin éxitos de corto plazo, mucha gente se dará por vencida o se unirá activamente a los grupos que
se resisten al cambio.
Los compromisos de corto plazo ayudan a mantener el nivel de urgencia en alto y fuerzan a un
pensamiento analítico de pueda clarificar o revisar estructuras.
Si bien celebrar los avances, declarar la guerra ganada puede ser catastrófico. Hasta que los
procesos estén enraizados en la cultura de la compañía, un proceso puede demorar 5 a 10 años.
Por ejemplo cambios en la reingeniería de dos años, se van los consultores y los cambios se diluyen.
En dos de diez casos estudiados, es difícil encontrar rastro del trabajo de reingeniería que se realizó.
Si se hace una victoria prematura, las poderosas fuerzas asociadas a la tradición arremeterán.
Articular las conexiones entre los nuevos comportamientos y los éxitos corporativos.
Desarrollar los alcances para asegurar el desarrollo de liderazgo y su sucesión.
En el análisis final, el cambio se afirma cuando se convierte en “el modo como hacemos las cosas
aquí”, cuando entra al torrente sanguíneo de cuerpo de la corporación. Hasta que los nuevos
cambios no se enraízan como normas sociales y valores justos, son sujetos de fácil caída en cuanto
la presión por los cambios es sacada.
Incluso los procesos de cambio exitosos con complicados y llenos de sorpresas. Unos pocos errores
en los procesos pueden ser diferencias entre el éxito y el fracaso.
Se requiere una visión simple para guiar a la gente a través de grandes cambios, se hace necesario
reducir el rango de error.
Ken Blanchard, conocido asesor de dirección, ha descrito siete dinámicas de cambio diseñadas para
ayudar a los gerentes a dirigir las reacciones al cambio en los empleados.
3) La gente se sentirá sola aun si todos los demás pasan por el mismo cambio
Cada uno siente (o quiere sentir) que su situación es única y especial. Lamentablemente, esto tiende
a aumentar el sentido de aislamiento para la gente que está sufriendo el cambio. Es importante
para el líder del cambio ser proactivo y suave en la exposición que la situación del empleado es
entendida. Si los empleados lo ven como emocionalmente y prácticamente tolerante durante los
tiempos de resistencia, la posición del líder se verá realzada y el cambio será más fácil.
A manera de conclusión, Blanchard propone que es importante para los líderes esperar y responder
a las preocupaciones y sentimientos de los empleados, si ellos son expresados en términos de
cuestiones prácticas, o respuestas emocionales. Cuando se planifique para, y anticipando el cambio,
se debe incluir un análisis detallado de la reacción. Se debe identificar las clases de reacciones y
preguntas que los empleados tendrán, y se deben preparar las respuestas. Es importante recordar
que el éxito de cualquier cambio descansa en la capacidad de los líderes, para dirigir tanto las
cuestiones emocionales como prácticas, en ese orden.
Uno de los aspectos en los cuales estas metodologías clásicas no ponen la debida atención, salvo
algunos temas que se mencionan en el trabajo de Blanchard, es lo que tiene que ver con la cultura
del cambio y el cambio de la cultura.
La cultura tiene grandes implicaciones en un proceso de cambio. Si la cultura esta determinada por
las creencias de los individuos, lógicamente la actitud ante el cambio estará determinada en gran
medida por las creencias acerca de su capacidad para controlar el ambiente. Temas como la
participación en la implementación del cambio y la resistencia al mismo, estarán muy influidas por la
importancia que cada sociedad proporciona a la participación democrática y la tradición, entre otros.
La cultura organizacional es el conjunto de valores y creencias que inspiran la vida de una empresa.
Son los modos de pensar y de ejercer las actividades, independientemente de que se encuentren o
no formalizadas. Trata sobre aquellas cuestiones y hechos que son importantes en la vida de la
institución. En términos del análisis organizacional, la cultura es un marco de referencia compartido,
por cuanto se trata de valores aceptados por el grupo de trabajo, que indican cuál es el modo
esperado de pensar y actuar frente a situaciones concretas.
Debido a que la cultura organizacional actual surgió de un mundo que presentaba mayor estabilidad
que el que actualmente conocemos, esta cultura va a representar en la actualidad y en la mayoría
de los casos un obstáculo para el desarrollo de las organizaciones. Las creencias y valores que
Otro aspecto significativo, y que si bien algunos autores como Kotter y Blanchard tienen algunas
preocupaciones, es la resistencia al cambio. No puede existir un cambio exitoso en la organización
si no existe un cambio en la conducta de sus miembros. Que el proceso de cambio siempre va
acompañado de resistencia al mismo, es una realidad que todo gerente debe asumir.
Todo cambio representa un estrés o un esfuerzo de adaptación y por esto las personas tienden a
reaccionar con conductas defensivas ante situaciones que perciben como amenazantes.
La administración de la resistencia al cambio incluye la eliminación del miedo a lo desconocido, que
es lo que principalmente ocasiona la resistencia. El gerente tendrá que producir el cambio de manera
que provoque el menor número de problemas y temores que sea posible.
Estar preparado para neutralizar la resistencia, es una de las tareas más primordiales para un
gerente pues para propiciar el surgimiento de dimensiones tales como la creatividad y la innovación,
que hoy en día son tan requeridos por las empresas, es necesario que el cambio ocurra de manera
voluntaria. Para lograr esto Kotter propone en su trabajo algunas estrategias para lograr minimizarla,
entre las cuales destaca la importancia de la comunicación.
Los gerentes deben estar al corriente de que la forma principal de lograr un cambio voluntario es la
comunicación. Solo de esta forma se logrará influir sobre las personas para lograr una disposición
positiva hacia la transformación.
La resistencia al cambio ha sido concebida tradicionalmente como una fuerza negativa que es
imprescindible eliminar, pero ha quedado demostrado que nunca es un trabajador más creativo que
cuando intenta oponerse a algo que considera perjudicial. Deberán entonces los gerentes actuales
convertir, mediante la acertada gerencia de la resistencia, esta fuerza en un elemento positivo que
permita el fortalecimiento y crecimiento de los trabajadores y que ayude al logro de los objetivos de
la organización.
Finalmente, en lo que se refiere a enfrentar el proceso de cambio en las organizaciones. Todas las
organizaciones han enfrentado en algún momento el dilema de cambiar o morir. Aunque las
experiencias de cambio de cada empresa son particulares, todas reflejan una realidad similar: la
lucha por sobrevivir en un entorno cambiante.
En general, todos estos enfoques, en estos días, son muy conocidos por los gerentes actuales y
todos analizan el cambio como un proceso secuencial que tiene un principio y un final.
Para muchos autores este enfoque tradicional ha quedado obsoleto y solo valdría para un mundo
predecible y sin incertidumbres. Los cambios en las organizaciones no pueden ser ocasionales
porque el ambiente evoluciona con tanta celeridad que la falta de encaje con el mismo haría
imposible la supervivencia de la empresa. Para poder desarrollarse, una organización en la
actualidad no tiene más remedio que ser capaz de cambiar continuamente y sin perder consistencia
interna, a este tipo de organizaciones se les conoce actualmente como: “organizaciones que
aprenden”.
La cultura tiene grandes implicaciones en un proceso de cambio. Si la cultura esta determinada por
las creencias de los individuos, lógicamente la actitud ante el cambio estará determinada en gran
medida por las creencias acerca de su capacidad para controlar el ambiente. Temas como la
participación en la implementación del cambio y la resistencia al mismo, estarán muy influidas por la
importancia que cada sociedad proporciona a la participación democrática y la tradición, entre otros.
Otro aspecto significativo, y que si bien algunos autores como Kotter y Blanchard tienen algunas
preocupaciones, es la resistencia al cambio. No puede existir un cambio exitoso en la organización
si no existe un cambio en la conducta de sus miembros. Que el proceso de cambio siempre va
acompañado de resistencia al mismo, es una realidad que todo gerente debe asumir.
Todo cambio representa un estrés o un esfuerzo de adaptación y por esto las personas tienden a
reaccionar con conductas defensivas ante situaciones que perciben como amenazantes.
La administración de la resistencia al cambio incluye la eliminación del miedo a lo desconocido, que
es lo que principalmente ocasiona la resistencia. El gerente tendrá que producir el cambio de manera
que provoque el menor número de problemas y temores que sea posible.
Finalmente, en lo que se refiere a enfrentar el proceso de cambio en las organizaciones. Todas las
organizaciones han enfrentado en algún momento el dilema de cambiar o morir. Aunque las
experiencias de cambio de cada empresa son particulares, todas reflejan una realidad similar: la
lucha por sobrevivir en un entorno cambiante.
Asumir el cambio como parte indisoluble de la vida empresarial, es el primer paso que todas las
organizaciones deben dar para la adecuada gestión del mismo. Cuando las empresas asuman esta
perspectiva, estarán en alguna medida eliminando el miedo a la incertidumbre, porque empezarán a
valorar al cambio como un proceso natural que ofrece nuevas oportunidades para la organización.
Kotter, John P. (1996). Leading change. Harvard Business School Press. Boston,
Massachusetts.
Kotter, John P. (1995). Why Transformation Efforts Fail”. Harvard Business Review.
Blanchard, Ken (1992). The seven dynamics of change. The Inside Guide, Oct., 1992
Aguilar, M.; Pereyra, L. ; Alcazar, M.
http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/ger1/climcultcamborg.htm
Fishman, Ch. (1998). Las diez leyes del cambio. Revista Gestión 3, Vol. 3, mayo-junio
The Price Waterhouse. El Cambio Optimo. Las mejoras prácticas para transforma su empresa.
Editorial IRWIN, México
Senge, P.(1990): La Quinta Disciplina. El arte y la práctica de la organización abierta al
aprendizaje. Editorial Granica, Barcelona
Chapman, A. (2001). Change Management.
http://www.businessballs.com/changemanagement.htm