Clasificación de Título de Valores
Clasificación de Título de Valores
Clasificación de Título de Valores
Prácticamente todos los institutos jurídicos han sido agrupados de diversas maneras por la
bibliografía jurídica especializada. Es más, cada autor pareciera competir con los demás para
presentar la clasificación más original o ingeniosa, por lo que se pueden encontrar en la doctrina
jurídica miles de clasificaciones. Esto también ocurre en el caso de los títulos valores, los
mismos que son clasificados de diversos modos y por diferentes razones. En estas líneas que
se nos han concedido, analizaremos las clasificaciones que consideramos tienen una mayor
relevancia y, principalmente, mucha utilidad al momento de ejercer las acciones cambiarias
derivadas de la suscripción de los títulos valores.
Una de las más conocidas clasificaciones que existen para los documentos cambiarios es la
que los distingue entre:
a) títulos causales
b) títulos abstractos.
También llamados causados, son aquellos en los cuales el acto jurídico que les dio origen se
encuentra expresado en el propio documento cambiario.
Por su parte, los títulos abstractos son los que se desvinculan totalmente del
acto jurídico o causa que les dio nacimiento, o sea, prescinden de la fuente que los
originó.Como puede apreciarse, esta clasificación distingue a los títulos valores según si
contienen o no la causa de su emisión. Los títulos valores son, por regla general, documentos
abstractos, en el sentido de que para su validez no se requiere expresar el motivo de su emisión
y, lo más importante, su ejecución y cobro no se encuentran supeditados a la verificación del
acto jurídico del cual derivan. En ese sentido, el profesor Gómez Contreras señala que "en
cuanto a los títulos considerados como abstractos, tal expresión no debe entenderse en forma
literal: no se trata que esos títulos carezcan de causa sino que este se desdibuja, pierde
relevancia, por cuanto el título, consiste pura y simplemente, en el pago de una suma de
dinero". De esta manera se tiende a facilitar la circulación del título valor (que es uno de los
Esta clasificación responde al tipo o clase de derecho que se incorpora en el título valor. Como
se recordará, todo título valor incorpora o representa un derecho patrimonial, el mismo que el
legítimo tenedor podrá exigir al deudor cambiario cuando llegue la fecha de vencimiento
prevista en el documento. Así, atendiendo al derecho patrimonial que representan, los títulos
valores pueden ser clasificados en:
a) aquellos que contienen la obligación de pagar una suma de dinero.b) aquellos q
ue representan derechos reales.c) aquellos que representan derechos de participa
ción.a. Títulos que contienen la obligación de pagar una suma de dinero
Son aquellos en los que el derecho incorporado en el título es una suma de dinero, ya sea que
esta se exprese en letras o en números. Peña Nossa los denomina de contenido crediticio,
añadiendo que "son aquellos en los que el derecho incorporado es una suma de dinero, ya sea
mediante una orden, como sucede en la letra y en el cheque, o mediante una promesa, como
el pagaré". Ejemplos tenemos varios: un pagaré, una letra de cambio, un cheque, y todo aquel
título que otorgue a su titular el derecho de exigir el pago de una suma de dinero (ya sea en
moneda nacional o extranjera) al deudor cambiario. Cuando estemos frente a un título valor de
esta clase, debemos tener presente que el valor patrimonial expresado en una suma de dinero
constituye un requisito esencial, por lo que debe cuidarse que el título señale la respectiva
Estos confieren a su titular un derecho real sobre determinados bienes muebles (tales como
productos o mercaderías) o bienes inmuebles. El derecho real contenido en el título puede ser
uno de propiedad (como sucede con el certificado de depósito) o de garantía (lo que ocurre con
el warrant O el título de crédito hipotecario negociable}, de tal manera que la transferencia del
bien o de la garantía solo podrá operar a través del endoso o cesión del título valor. Por ejemplo,
el derecho real incorporado en un warrant es uno de garantía, y la transferencia de esta solo
podrá realizarse con el endoso del warrant. Igualmente, el derecho real incorporado en un
certificado de depósito representa la propiedad de los bienes depositados en un almacén general de
depósito, por lo que su transferencia operará con el endoso de dicho título valor.
2. Por la presencia de los requisitos formales: Títulos valores completos,
incompletos y en blanco
Se suele definir a los títulos valores como aquellos instrumentos que permiten agilizar el tráfico
comercial, materializados en documentos que representan o incorporan derechos
patrimoniales, que están destinados a la circulación y, sobre todo, que reúnen los requisitos
formales esenciales exigidos por ley. Esta última característica se deriva de uno de los principios
cartulares de mayor importancia: el de formalidad. Según este principio, los títulos valores, para
ser considerados como tales, deberán reunir los requisitos formales esenciales que exige la ley
para cada tipo especial de título valor. Esto quiere decir que el título deberá observar los
requisitos fundamentales que nuestra legislación prevé, porque de faltar alguno de estos, el
título perdería eficacia cambiaria, es decir, su titular no podría ejercer los derechos que le
corresponderían en circunstancias normales, como exigir judicialmente el pago de la deuda. Sin
embargo, esta regla admite excepciones. Así, se permite que alguno de estos requisitos
esenciales no se encuentre presente en un título valor al momento de ser aceptados, bajo la
condición de ser incorporados antes de su presentación a cobro. Es de esta permisión
legislativa que se deriva esta clasificación de los títulos valores, la misma que los distingue en
a) títulos valores completos.b) títulos valores incompletos.c) títulos valores e
n blanco.a. Títulos valores completos
Son aquellos que presentan todos sus elementos formales esenciales y se encuentran
expeditos para su cobro. Así, por ejemplo, tratándose de una letra de cambio, diremos que se
trata de un título valor completo cuando presente todos los elementos contenidos en el artículo
119 de la Ley de Títulos Valores, como la denominación de letra de cambio, la indicación del
lugar y fecha de giro, la orden incondicional de pagar una cantidad determinada de dinero o una
cantidad determinable de este, conforme a los sistemas de actualización o reajuste de capital
legalmente admitidos, el nombre y el número del documento oficial de identidad de la persona a
cuyo cargo se gira, el nombre de la persona a quien o a la orden de quien debe hacerse el
pago, el nombre, el número de documento oficial de identidad y la firma de la persona que gira
la Letra de Cambio; etc.
b. Títulos valores incompletos
Los títulos valores incompletos, denominados también títulos valores empezados o incoados,
se caracterizan porque en ellos el aceptante ha implantado su firma (único requisito que no
puede faltar), dejando en forma deliberada, total o parcialmente, espacios en blanco para ser
llenados por el tenedor legítimo de acuerdo con lo convenido previamente. Estos títulos
deberán ser completados por el beneficiario del título antes de que sean presentados al
obligado principal para su pago. Una vez completados, estos documentos adquirirán la
condición de títulos valores completos, por lo que procederá su cobro. En nuestro país se
encuentra regulada la forma de emisión de estos títulos en el artículo 10 de la Ley de Títulos
Valores.
c. Títulos valores en blanco
A diferencia de los anteriores, en estos documentos no aparece la firma del obligado principal, ni
reúnen los otros requisitos formales esenciales de un título valor, siendo simples papeles que
carecen de mérito cambiario. En la práctica suele suceder que las partes hayan previsto la
emisión y aceptación de un título valor incompleto, pero la ausencia de la firma del aceptante del
título convierte a dicho documento en uno en blanco, lo cual acarrea la pérdida de toda eficacia
cambiaria y la imposibilidad de que estos documentos lleguen a ser títulos valores completos.
3. Por la modalidad de su emisión:
Títulos valores en serie o individuales
Los títulos valores pueden emitirse individualmente. Así, se puede emitir una letra de cambio,
aceptarla y ponerla a circular. Generalmente estos títulos tienen una circulación restringida a un
número limitado de personas. Pero también se puede emitir una serie de bonos para ser
libremente colocados y negociados en los mecanismos de rueda de bolsa. Estos últimos son
los títulos valores emitidos en serie.
Bonfanti y Garrone señalan muy acertadamente que los títulos valores “pueden ser creados en
serie o individualmente: los primeros se refieren a una pluralidad de personas, subdivididos en
partes iguales, mientras que los segundos se vinculan a una operación determinada”. El
ejemplo más claro de documentos cambiarios en serie son los valores mobiliarios, que son
emitidos en forma masiva, con características homogéneas o no en cuanto a los derechos y
obligaciones que representan. Se encuentran previstos en el artículo 255 de la Ley de Títulos
Valores, en donde se precisa que los valores mobiliarios son libremente negociables, en forma
privada o mediante oferta pública a través de los mecanismos centralizados de negociación
respectivos o fuera de ellos, observando la ley de la materia.
4. Por el soporte que los representa:
Títulos valores materializados y títulos valores desmaterializados
Si bien lo más frecuente es que los títulos valores se representen a través de soportes
materiales, como el papel, también pueden representarse mediante anotaciones en cuenta, lo
cual implica su previa desmaterialización. Así, tenemos a:
Esta desmaterialización se efectúa mediante su inserción en el registro contable que lleva una
Institución de Compensación y Liquidación de Valores. Actualmente, en nuestro país la única
institución autorizada para efectuar dicha labor es CAVALlICLV S.A. Como puede apreciarse, el
régimen de valores representados por anotaciones en cuenta constituye una forma de
representación alternativa a la tradicional incorporación del título valor a un documento, siendo
que la inscripción de los valores en el registro contable de una Institución de Compensación y
Liquidación de Valores produce los mismos efectos que la impresión y entrega de títulos físicos
a sus titulares.
a. Los títulos valores al portador
Definición
Los títulos valores al portador son aquellos que tienen la particularidad de no designar a una
persona determinada como su beneficiario (lo que sí sucede en los títulos valores a la orden y
nominativos), sino que confieren la titularidad legítima del documento cambiario a su simple
poseedor. En otras palabras, un título valor será al portador cuando no sea necesario que figure
el nombre de su tomador o beneficiario, es decir, cuando carece de la indicación expresa de a
quién debe hacer el pago del importe señalado en el título, porque se considerará que dicho
rollo asumirá quien posea o detente el título valor. Por lo tanto, el deudor estará obligado a
pagar el importe estipulado en el título valor a quien se lo presente a cobro. Ahora bien, esta
clase de títulos valores deben contener la cláusula "al portador", pues será mediante esta
estipulación que se podrá calificar al poseedor del título como su legítimo beneficiario. Si no
tuviera dicha cláusula, el título no podrá ser considerado como título valor al portador. Conforme
a nuestra legislación nacional, pueden ser títulos valores al portador las obligaciones (como los
bonos y los papeles comerciales emitidos por una sociedad, los cheques, etc. Definitivamente,
el título al portador es el que responde con mayor inmediatez al llamado de rápida circulación
propia de los títulos valores, pero, sin embargo, es el que mayores problemas de seguridad
jurídica puede traer. En efecto, el no designar expresamente al beneficiario del título puede
propiciar que un tercero de mala fe, habiendo sustraído el título a su legítimo titular, pretenda su
cobro, aprovechando precisamente que el documento cambiario no designa a su beneficiario.
Es por eso que su uso se encuentra muy restringido, casi exclusivamente al caso de los
cheques de escaso importe
Por tales razones, el profesor Beaumont Callirgos advierte que con "el término' portador' se
califica a todo aquel que posee el título, siendo indiferente a los ojos del deudor, el modo como
el título haya llegado al poseedor, salvo los casos de que su entrada en circulación sea irregular
o de conocimiento del deudor acerca de la irregular tenencia del título por parte del poseedor"
Transferencia
La transferencia de los títulos valores al portador opera con la simple entrega o tradición. Por lo
tanto, un título valor al portador no podrá ser transferido mediante endoso ni mediante cesión de
derechos, que constituyen los medios por los que se transfieren los títulos valores a la orden y
nominativos, respectivamente. En consecuencia, para que la transferencia de un título valor al
portador opere válidamente, bastará que el tenedor lo entregue al adquirente del título, quien
desde que lo posee adquirirá todos los derechos y garantías que dicho documento cambiario
representa o confiere.
Emisor u obligado principal, este queda obligado a cumplir la prestación a favor del tenedor de
buena fe. Finalmente, cabe señalar que solo se puede emitir un título valor al portador en los
casos permitidos expresamente por la ley. Así, no podría emitirse una letra de cambio al
portador, porque la misma Ley de Títulos Valores establece que las letras de cambio deben
emitirse a la orden. Si se pretendiera emitir una letra de cambio al portador, dicho documento no
contendrá la calidad de título valor.
Definición
Título valor a la orden es aquel que se caracteriza por llevar inserta la cláusula "ala orden", en la
cual se señala el nombre del tomador o beneficiario del título valor. Debe tenerse presente que
esta es la nota característica de los títulos valores a la orden, en tal grado que, de no poseer
esta cláusula, el título no podría ser considerado como uno a la orden. Algunos títulos valores
solo pueden emitirse a la orden, como es el caso de la letra de cambio, la factura conformada,
el certificado de depósito, el warrant y el título de crédito hipotecario negociable. En estos casos
particulares es posible omitir la cláusula "a la orden", pues se entiende que estos títulos valores
se emiten necesariamente a la orden de alguna persona. También existen otros títulos valores
que, a la par de poder ser emitidos a la orden, también pueden ser emitidos nominativamente:
es el caso del conocimiento de embarque o la carta de porte. En estos casos, si se omite
colocar la cláusula ala orden, se entenderá que son nominativos por permitirlo expresamente
así la ley.
Transferencia
Los títulos valores a la orden se transfieren mediante endoso y su consiguiente entrega por
parte del enajenante del título (llamado endosan te) al adquirente del título valor (llamado
endosatario). No obstante, podrá prescindirse de la entrega del título valor si entre endosante y
endosatario, ambas empresas del sistema financiero, existiera previamente un pacto de
truncamiento. El pacto de truncamiento es el acuerdo adoptado por los bancos que tiene como
una de sus finalidades evitar la entrega física al endosatario del título valor endosado a su favor,
reemplazándolo por otra formalidad mecánica o electrónica, de lo que se deberá mantener
constancia fehaciente.
Por otro lado, si un título valor a la orden es transferido mediante una vía distinta al endoso
-vale decir, mediante cesión de derechos o de alguna otra forma-, esto conllevará a que el
adquirente, si bien es cierto asume todos los derechos que represente el título valor, quedará
expuesto a todas las excepciones personales y medios de defensa que el deudor pueda haber
ejercitado en contra del transferente. En este caso, de igual modo a lo que sucede en el caso
del endoso sin pacto de truncamiento, el transferente no endosante de un título valor a la orden
se encuentra obtigado a entregar el título valor al adquirente.
Concepto
Título valor nominativo es aquel que se expide a favor de una persona determinada, quien
asume la calidad de titular (tomador o beneficiario) de dicho título valor. Se diferencia de los
títulos valores a la orden porque los nominativos no llevan la cláusula "a la orden"; sin embargo,
el hecho de que el título valor nominativo por error lleve esa cláusula, no lo convierte en título a
la orden. Las acciones y los certificados de suscripción preferente son ejemplos de títulos
valores nominativos, porque en ellos se señala en forma expresa el nombre de la persona que
es su titular, sin que en ellos se presente la cláusula "a la orden”.
Existen otra clase de títulos valores nominativos que también pueden emitirse a la orden, como
los pagarés bancarios
Portador, ni tampoco es imperativo que se produzca, como ocurre tratándose de títulos valores
a la orden. A diferencia, pues, de los títulos valores al portador ya la orden, la transmisión delos
títulos valores nominativos requiere la intervención del deudor cambiario, a quien se le debe
notificar la cesión, a fin de que este sea quien proceda a la anotación de la transferencia en el
registro correspondiente. Es solo a partir de la anotación en dicho registro que surtirá efectos el
acto frente al emisor.