CRONICA
CRONICA
CRONICA
"Yo soy católico desde que nací". La frase, pronunciada por José David, quien limpiaba
los pisos de la inmensa Catedral de Barranquilla María Reina, a las diez de la mañana,
fue la revelación para que hiciera una conexión entre la cuarta esfera del paraíso de
Dante en la divina comedia y la catedral de Barranquilla.
Cuando salí de ahí. En las bancas había uno que otro fiel creyente, José David, estaba
enrollado en su mano el cable de la aspiradora.
- ¿Qué significan las siete figuras que están allá arriba? Señale el frente de la Catedral.
- Son la creación del mundo. Respondió, mientras las miraba fijamente.
En ese momento recordé las líneas de la divina comedia cuando Dante encuentra las
almas de los sabios se trata de las almas de Tomás de Aquino, Alberto Magno,
Graciano, Pedro Lombardo, el rey Salomón, Dionisio Areopagita, confundido con
Pseudo Dionisio, Paulo Orosio, Boecio, Isidoro de Sevilla, Bede, Ricardo de San Víctor y
Siger de Brabant. Tomás de Aquino cuenta la vida de San Francisco de Asís en el Canto
XI. Al hacer una conexión de un lugar que es insignia de la ciudad de Barranquilla y
relacionarlo con la cuarta esfera de la divina comedia, se muestra como guarda
semejanza este sitio para con lo que Dante establecía en sus líneas.
Recuerdo los ejemplos positivos de las almas: prudencia, justicia, templanza y coraje.
Así tal cual se siente en la catedral cuando los rayos del sol penetraban los ventanales
e iluminaban el sitio; la paz se puede ver y sentir justo al frente de nuestros ojos. Como
el eco de las campanas veneraban a los santos y a la virgen maría. El silencio aquí es
inefable. El mundo puede estar cayéndose afuera y no se percibe desde acá adentro.
Justo como pasa en el recinto de las almas de los sabios. En una segunda etapa doce
nuevas luces aparecen, una de las cuales es San Buenaventura, un franciscano, que
cuenta la vida de santo Domingo de Guzmán, fundador de la orden a la que Santo
Tomás pertenece. Como las dos órdenes no siempre fueron amigas en el mundo
terreno, tener miembros de una homenajeando al fundador de la otra muestra que el
amor reina en el cielo (Canto XII). Las veinticuatro luces giran en torno a Dante y
Beatriz, cantando la Trinidad. Santo Tomás explica la sorprendente presencia de
Salomón, quien se encuentra en el lugar por sabiduría real, más que filosófica o
matemática (Cantos XIII y XIV).
La visita que hice a la iglesia de la catedral llego a su fin, y con él, el silencio y la
tranquilidad que sientes cuando pones un pie dentro de aquel lugar. Cuando salí de
allí, volví a la realidad, a el bullicio ensordecedor de los carros y buses que en plena
hora pico forman un enorme trancón frente a las puertas de la catedral. Pero
entendiendo como el alma es llena y grata para Dios, pues al fin se gozará de un ser
completo, tal y como lo explica Dante en la cuarta esfera, las almas de los sabios en el
recinto no necesitan de egoísmo y competencia, simplemente gozan de tranquilidad,
esa misma que sientes cuando encuentras un refugio para el alma.