El Fruto Del Espíritu

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El Fruto del Espíritu

Juan 15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. 2 Toda rama que en mí no está llevando
fruto, la quita; y toda rama que está llevando fruto, la limpia para que lleve más fruto. (RVA)

En pasajes como este, podemos ver cuán importante es para Dios, que su pueblo lleve fruto,
por eso, en el libro de los Salmos, podemos encontrar que hablando del “justo” dice: “será como
árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da fruto a su tiempo” (Salmos 1:3), entonces
notemos, uno de los propósitos que como hijos de Dios tenemos, al ser plantados en el reino,
es que podamos llevar fruto.

1. El propósito de las Ramas: Producir Fruto para el Señor

En el texto base, se nos muestra una figura, en la que el Señor Jesús es representado como “la
Vid verdadera”, usted sabe que, una vid, es aquella planta cuyo fruto son las uvas, y también
aparece el Padre, representado como “el Labrador” y si usted lee el versículo de Juan 15:5, se
podrá dar cuenta que nosotros los justos, los hijos de Dios, somos representados por “las
ramas” de esta Vid verdadera. Pero es importante que podamos ver que, aunque ya hemos
sido justificados por el sacrificio de Cristo, en otras palabras, aunque ya somos ramas de la Vid
verdadera, es necesario que podamos producir fruto, por esto es que el pasaje base dice: “Toda
rama que en mí no está llevando fruto, la quita; y toda rama que está llevando fruto, la limpia para que
lleve más fruto”. Por tanto, como hijos, debemos llevar mucho fruto, eso es lo que el Labrador,
nuestro Padre celestial, desea encontrar en nosotros, al visitarnos.

Otra figura que hace referencia a esto, es la que podemos ver en:
Romanos 11
17 Y si algunas de las ramas fueron desgajadas y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado entre ellas
y has sido hecho copartícipe de la raíz, es decir, de la abundante savia del olivo,
20 Está bien; por su incredulidad fueron desgajadas. Pero tú por tu fe estás firme. No te ensoberbezcas,
sino teme; (RVA)

Los gentiles son todas las naciones y pueblos que no son parte de Israel, todos aquellos que
son foráneos, que no son judíos, por ejemplo, nosotros somos vistos como gentiles por el
pueblo de Israel, es importante que podamos conocer esto, para poder entender bien la figura
que aparece en este pasaje. Romanos 11, viene hablando de que, a causa de la transgresión de
Israel, la salvación llegó a nosotros los gentiles, pero no porque ellos hayan tropezado, sino
más bien para provocarlos a celos (Romanos 11:11). Israel falló a causa de su incredulidad,
por eso, encontramos que la Escritura dice:
Juan 1
11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. (RV1960)

A Israel le llegó el tiempo de su visitación, pero no pudieron discernirlo, no conocieron que


su tiempo había llegado, el Señor Jesucristo estuvo entre ellos, y no le conocieron, sino más
bien le crucificaron, ellos vieron al Señor, vieron sus milagros y sus señales pero a causa de su
incredulidad, fallaron; entonces el Señor debido a esta transgresión, y para provocar a celos a
Su pueblo Israel, dio paso a los gentiles, para que la salvación viniera también a nosotros.
Cuando hablamos de “provocar a celos a Israel”, nos referimos a que, por medio de la entrada
de los gentiles, talvez de alguna manera, algunos de Israel, puedan alcanzar la salvación
(Romanos 11:14).
La figura habla de un “buen olivo”, cuya raíz es Cristo y sus ramas son el pueblo de Israel, y
dice que algunas de estas ramas, fueron desgajadas, por causa de la trasgresión, de la que
hablamos antes (Romanos 11:17). Por otro lado, el pasaje también habla de un olivo silvestre,
el cual se refiere a nosotros, los gentiles, y dice que al ser desgajadas algunas de las ramas del
buen olivo, nosotros, que somos el olivo silvestre, vinimos a ser injertados en lugar de ellas,
para que fuéramos participes de la raíz y de la rica savia. Esto sucedió para que se cumpliera
lo dicho por el profeta Oseas: “llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo” (Romanos 9:25).
Pero al tener el privilegio y la bendición de venir a ocupar el lugar de las ramas del buen olivo,
también tenemos una responsabilidad, y es que Dios, por causa de Su bondad, nos permitió
ser injertados en la raíz, por tal razón, estamos llamados a permanecer en esta bondad
(Romanos 11:22), ¿cómo permanecemos en esta bondad de Dios? lo hacemos al no llenarnos
de orgullo y jactancia y permaneciendo en la fe (Romanos11:18 y 20), de lo contrario, dice el
pasaje que podemos ser cortados.

2. La Importancia de Permanecer

Los dos pasajes que hemos estudiado hasta ahora, en esta doctrina, hablan de permanecer,
Juan 15:5 dice: “el que permanece en Mi” y Romanos 11:22 dice: “si permaneces en esa
bondad”, notemos entonces que hay una importancia en el permanecer, esa es la única manera
en la que podemos llevar mucho fruto:
Juan 15
4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como la rama no puede llevar fruto por sí sola, si no permanece en
la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. 5 Yo soy la vid, vosotros las ramas. El que permanece
en mí y yo en él, éste lleva mucho fruto. Pero separados de mí, nada podéis hacer. (RVA)

Recordemos que nuestro propósito como ramas, es que llevemos mucho fruto, pero debemos
saber que, es imposible que podamos producirlo, si no permanecemos en el Señor, si no
permanecemos pegados a la Vid verdadera. Cuando hablamos de la palabra “permanecer” y la
estudiamos en los originales (G3306), encontramos que esta significa: “quedarse (en un lugar,
estado o relación): esperar, perseverar”. Entonces, nosotros ya hemos sido injertados en
Cristo, por lo tanto, debemos “quedarnos” allí, ya tenemos una “relación” con Él, debemos
“perseverar” en esa relación, y debemos aprender a “esperar” en el Señor, todo esto, es
“permanecer”.
Si no permanecemos en la oración, en la comunión, congregándonos, sino que nos apartamos
de la iglesia y dejamos de nutrirnos de la savia de la Palabra y de la unción del Espíritu Santo
que viene de la raíz del buen olivo, llegamos a sentirnos separados y secos espiritualmente y
cuando llega el fuego de la prueba, nos quemamos (Juan 15:6).

3. Dios viene a buscar fruto

Lucas 13
6 Entonces dijo esta parábola: "Cierto hombre tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar
fruto en ella y no lo halló. 7 Entonces dijo al viñador: “He aquí, ya son tres años que vengo buscando
fruto en esta higuera y no lo hallo. Por tanto, córtala. ¿Por qué ha de inutilizar también la tierra?” 8
Entonces él le respondió diciendo: “Señor, déjala aún este año, hasta que yo cave alrededor de ella y la
abone. 9 Si da fruto en el futuro, bien; y si no, la cortarás”. (RVA)

En Mateo 21:19, hay una higuera que no tenía fruto, llegó el Señor donde estaba esta higuera,
para buscar fruto en ella y al no encontrar, la maldijo y esta higuera al instante se secó. Una
característica que tenía esta higuera, es que estaba “junto al camino”, no “en el camino”, la
Biblia dice que Cristo es el camino, quiere decir que, al no estar en el camino, sino junto al
camino, estaba separada, y recuerde lo que dice: “separados de mí, nada podéis hacer”, si nos
separamos de Cristo, es imposible que llevemos fruto bueno y abundante.
En este pasaje de Lucas 13, también aparece otra higuera que tampoco tenía fruto, muchas
cosas importantes podemos extraer de este pasaje, pero lo primero que debemos resaltar, es
que Dios vendrá a nosotros a buscar fruto (ver versículo 6). También podemos ver en este
ejemplo, la manifestación de la misericordia de Dios, y la intercesión de Cristo por nosotros,
delante del Padre, veamos el porqué de esto, en la parábola, se habla de un hombre dueño de
una viña, este dueño es figura de Dios Padre, también hay un viñador, quien es tipo de Cristo
Jesús, y la higuera, somos nosotros. El Padre, nos visita para buscar fruto en nosotros, si no
hay fruto, se corre el riesgo de ser cortado, por eso dice el pasaje que el dueño da la ordenanza:
“córtala”, pero antes de cortar la higuera, viene el Señor Jesucristo, nuestro abogado (1 de
Juan 2:1), a interceder por ella, diciendo: “Yo la voy a abonar, la voy a podar, para ver si da
fruto”. Y esto sucede, porque Dios quiere que produzcamos fruto, Él viene a buscar fruto.
Entonces, vea usted cuán importante es para Dios que podamos llevar mucho fruto.
El pasaje dice que la higuera, estaba “plantada”, y esta palabra, nos enriquece la enseñanza,
porque esta palabra, quiere decir: “fijar” en la tierra, “instilar doctrina” (fateuo, G5452), esto
significa que, a través de la enseñanza de la doctrina es que somos plantados para no ser
movidos, por eso es tan importante que nuestro corazón sea buena tierra para que la semilla
de la doctrina encuentre un lugar donde desarrollar y fructificar. Si retomáramos el pasaje de
Lucas 13, es como que el Señor viniera a buscar fruto en un hermano y dijera: “ya lleva tres
años recibiendo doctrina y ¿aun no produce fruto?” todos los hijos de Dios debemos dar fruto, esa
es la única forma en la que podemos ser reconocidos. Hay una parábola en la Biblia que habla
del trigo y la cizaña, esta parábola podemos encontrarla en Mateo 13:24 en adelante, dice allí
que un hombre sembró buena semilla en un campo, sembró semilla de trigo, pero en la noche,
vino el enemigo y sembró cizaña entre el trigo. Cuando el trigo creció, comenzó a producir
grano, y la cizaña también creció, pero había una diferencia, la cizaña, produjo un fruto
diferente (Mateo 13:26 y 30), algunos expertos apuntalan que el grano de la cizaña es tóxico,
entonces ¿cómo podemos diferenciarnos los hijos de Dios, de aquellos que no lo son? al igual
que el trigo y la cizaña, solamente podemos ser identificados por los frutos, por eso también
dice:
Mateo 7:16 Puedes identificarlos por su fruto, es decir, por la manera en que se comportan. ¿Acaso
puedes recoger uvas de los espinos o higos de los cardos? (NTV)

4. Frutos de la vida Cristiana

Hay frutos que todo hijo de Dios debe dar, pero también hay otros tipos de frutos, por
ejemplo, hay frutos que llegan a nuestra vida por el hecho de haber sido plantados en la viña
del Señor y permanecer en ella, estos frutos, son bendiciones que recibimos, por vivir
realidades en Cristo:
4.1 Fruto de la Obediencia
Deuteronomio 28
2 Y todas estas bendiciones vendrán sobre ti y te alcanzarán, si obedeces al SEÑOR tu Dios. (LBLA)

Obedecer, viene del hebreo “shamá” (H8085) y significa: “oír para obedecer, es recibir, es oír
inteligentemente, es entender”, obedecer es ser dócil a la voz de Dios, es prestarle atención,
para cumplir Su voluntad.
Entonces, cuando obedecemos la voluntad de Dios, Él se encarga de que no nos falte nada en
la vida, Él se encarga de darnos la victoria en todos los aspectos de nuestra vida, no solamente
en lo espiritual, sino también en lo familiar, secular, etc.
Si continuamos leyendo el contexto de Deuteronomio 2, encontramos un listado de
bendiciones que trae consigo la obediencia, a estas bendiciones las podemos llamar: “los frutos
de la obediencia”, a continuación, los detallaremos:
• Bendito en la ciudad y en el campo (Deuteronomio 28:3)
La palabra ciudad significa “campamento”, que es una palabra que se relaciona con la
congregación (Génesis 32:2), entonces, podemos darle un ángulo ministerial,
entonces, podemos entender que, en el desarrollo de nuestro servicio a Dios, vamos a
ser bendecidos. Con relación al campo, la Biblia dice que, el campo es “el mundo”
(Mateo 13:38), esto nos habla de lo secular, es nuestro trabajo, nuestras empresas, lo
que desarrollemos secularmente, será bendecido, si permanecemos en la obediencia.
• Bendito el fruto de tu vientre, el producto de tu tierra y el fruto de tu
ganado (Deuteronomio 28:4)
Este versículo, nos habla de multiplicación, todo lo que nuestras manos toquen va a
prosperar. Primero comenzaremos hablando del fruto del vientre, que son los hijos,
esto significa que, si obedecemos a Dios, la bendición alcanzará a nuestros hijos, ellos
verán también las promesas de Dios, en sus vidas. Por ejemplo, dice el Salmo 128:2
“tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa”, del olivo se extrae aceite, y el
aceite en las Escrituras representa la unción, entonces nuestros hijos serán ungidos,
serán benditos, serán sacerdotes habilitados por Dios.
También hay una bendición para el producto de nuestra tierra, y nuestro ganado, esto
habla de nuestro trabajo secular, de nuestras empresas, cuando obedecemos la voluntad
del Señor, la tierra nos vuelve a dar su fuerza, viene multiplicación, como sucedió con
las ovejas de Jacob (Génesis 30:43). Hace algunos años, el Señor nos dio una palabra
profética, nos dio la promesa de dar a nuestra congregación una unción, pero no
cualquier unción, sino que era una unción con aceite dorado, una unción de
multiplicación, es una bendición tan grande que, con poco, podremos hacer mucho,
eso es multiplicación, será una bendición como la descrita en Lucas 6:38, donde dice:
“medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo”.
• Benditas serán tu canasta y tu artesa (Deuteronomio 28:3)
Dice el Salmo 23: “Jehová es mi pastor, nada me faltara” y en otro lugar dice: “la oveja
oye la voz de su pastor y le sigue”, al unir estos dos pasajes encontramos una gran
verdad, nosotros somos ovejas, el Señor es nuestro pastor, pero las ovejas tienen una
característica, que al oír la voz de su pastor, le siguen, en otras palabras, le obedecen,
esto quiere decir, que nosotros, como ovejas, debemos escuchar la voz del Señor, y
obedecerla, si así hacemos, se cumplirá lo que dice el Salmo 23, “nada nos faltara”,
nuestra canasta y nuestra artesa, serán benditas, la provisión no faltará.
• Bendito serás cuando entres, y bendito serás cuando salgas
(Deuteronomio 28:6)
Esto es protección, donde quiera que usted vaya, ángeles del Señor, estarán con usted
y le protegerán (Salmos 91:11).
• Tus enemigos serán derrotados (Deuteronomio 28:7)
Dios le dará la victoria frente a sus enemigos, aunque su enemigo salga contra usted
por un camino y huirá delante de usted, por siete caminos, su enemigo, será
confundido por el Señor.

4.2 Fruto de la Justicia


Salmos 92
12 El justo florecerá como la palma, crecerá como cedro en el Líbano. (LBLA)

Ser justo (H6662) es ser derecho, es ser recto. Ser justo habla de uno que ha sido absuelto,
que ha sido justificado y purificado, y como sabemos, nosotros los que hemos recibido a Cristo
Jesús como nuestro Señor y Salvador, ya hemos sido justificados (Romanos 8:30), tenemos en
Cristo una posición de santos, y hemos sido absueltos de toda culpa que era sobre nosotros
por causa del pecado, todo esto quiere decir que somos “justos” (1 de Corintios 6:11).

Entonces, el texto viene hablando de aquel que es justo, viene hablando de nosotros, y dice
que, por causa de serlo, va a crecer y va a florecer, quiere decir que, al llevar una vida de
“justicia”, esta trae frutos manifiestos en nuestra vida, y cuando seguimos leyendo el contexto
inmediato, podemos encontrar cuales son estas bendiciones:

• Plantados en la casa del Señor, para florecer (Salmos 92:13)


Esto nos enseña que, si somos justos, es porque hemos sido plantados junto a corrientes
de agua, hemos sido llamados por Dios, de tinieblas a Su luz admirable, a través del
sacrificio de Cristo, y cuando esto sucede en nuestra vida, al ser plantados en la casa de
Dios, comienza nuestro desarrollo y como dice el Salomo 92:13, florecemos, y cuando
nos vamos a estudiar qué es esto de “florecer”, encontramos algo hermoso, porque esto
habla de renovarse, habla de extender las alas para volar, entonces una vida de justicia,
nos permite encontrar tiempos de renuevo en Dios.
• En la vejez darán fruto; estarán vigorosos y muy verdes (Salmos 92:14)
Una vida de justicia, nos garantiza que, aunque pase el tiempo, aunque pasen los años,
no perderemos el vigor, seremos como aquel siervo Caleb, quien escuchó para
obedecer a Dios, Caleb, escuchó la promesa que Dios hizo al pueblo, de entregar en
heredad la tierra de Canaán, y cuando fue parte de los 12 espías que Moisés envió a
reconocer la tierra, él junto a Josué, trajeron noticias de conquista, conforme a lo que
sentía en su corazón, mientras el resto de los espías, trajeron noticias que hicieron
desfallecer el corazón del pueblo, pero Caleb, cumplió siguiendo a Dios (Josué 14:7-
8); por esto, a pesar de su edad avanzada (85 años), tuvo la fuerza necesaria, para
expulsar a los gigantes del monte que Dios le había prometido por heredad y lo
conquistó (Josué 14:11).
Por otro lado, tenemos a Moisés, quien también era de edad avanzada (120 años), pero
acerca de él, dice una versión de la Biblia, que podía ver con claridad, tenía visión,
tenía metas y sueños, y también dice que estaba tan fuerte como siempre, lo que nos
enseña que tenía visión y metas, pero también tenía la fuerza para alcanzarlas
(Deuteronomio 34:7, versión PDT), de la misma manera, nosotros, por ser justos,
tenemos estas mismas bendiciones.
Y tanto el renuevo, como el vigor, serán testimonio para que, aun en la vejez, podamos
anunciar que Jehová es recto y que en El no hay injusticia (Salmos 92:15), estos son los
frutos de la justicia.

4.3 Fruto de la confianza en el Señor

Jeremías 17
7 Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, cuya confianza es el SEÑOR. (LBLA)

Aquel que confía en el Señor, también es bendecido, y puede ver materializado en su vida, el
fruto de esta confianza, el fruto de refugiarse en Dios:

• Extiende sus raíces junto a la corriente (Jeremías 17:8)


Jeremías 17:8 dice que el que confía en Dios, “extenderá” sus raíces, donde esta palabra
“extender” quiere decir: “crecer”.
Entonces, confiar y refugiarnos en Dios, es una garantía de crecimiento y desarrollo,
por ejemplo, la Biblia dice que la senda del justo es como la luz de la aurora, que va en
aumento, hasta que el día es perfecto (Proverbios 4:18), esta senda, habla de un
proceso de perfeccionamiento, que se alcanza a través del crecimiento espiritual, por
eso también el apóstol Pablo nos exhorta a avanzar hacia la madurez (Hebreos 6:1).
• No temerá cuando venga el calor (Jeremías 17:8)
En Mateo capítulo 13, encontramos la parábola del sembrador, y dice este pasaje, que
una parte de la semilla cayó entre pedregales, y al brotar, por no tener una raíz
profunda, el sol, la quemó y la secó. Cuando el Señor, explica esta parábola, dice que
el calor del sol son las aflicciones y las persecuciones (Mateo 13:21). La aflicción es
“opresión” y la persecución, se refiere a un “perseguidor, es una persecución hostil”,
ambas palabras, hablan del adversario, hablan del enemigo, esto quiere decir que tiene
una connotación de guerra espiritual. Pero el pasaje dice, que todo aquel que confía en
el Señor, y que se refugia en el Señor, aunque venga la opresión, aunque haya
persecución hostil de parte del enemigo, no tendrá miedo. Recuerde la verdad
expuesta en 2 de Timoteo 1:7, donde dice que: “Dios no nos ha dado un espíritu de
cobardía, para tener miedo, sino que nos ha dado un Espíritu de dominio propio”.
• En año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto (Jeremías 17:8)
De alguna manera, aquí viene a consumarse todo lo que hemos venido estudiando hasta
ahora en esta doctrina, porque dice que, todo aquel que pone su confianza en el Señor,
no cesará de dar fruto, que es precisamente, lo que Dios viene a buscar en nosotros. Si
nosotros ponemos nuestra fe en Dios, podemos estar seguros que cuando Él venga,
encontrará en nosotros, lo que Él desea encontrar, “mucho fruto”.
Veamos entonces, cuáles son los frutos del Espíritu Santo:

5. Fruto del Espíritu

Gálatas 5
22 Pero el fruto del Espíritu es: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, 23 mansedumbre y
dominio propio. Contra tales cosas no hay ley, (RVA)

¿Quiénes son los que manifiestan el fruto del Espíritu? la Biblia dice: “por sus frutos los
conoceréis”, pero ¿quiénes son conocidos por su fruto? según Mateo 7:16, los que son
comparados con pámpanos; ahora bien, de aquí debe surgir otra pregunta, ¿qué debe hacer un
pámpano o rama, para producir fruto? debe permanecer unido a la vid, y la vid verdadera es
Cristo, solamente así, puede un pámpano, llevar fruto abundante (Juan 15:4-5). Todo aquel
que permanece en Cristo, hace evidente la manifestación del fruto del Espíritu Santo en su
vida.
Qué cosa más hermosa esta, porque también dice que, contra el fruto del Espíritu, no hay ley,
es que debemos saber que la ley no fue dada para el justo, la ley no fue dada para aquellos que
hemos alcanzado la justificación que es en Cristo Jesús nuestro Señor, la ley no fue dada para
los que estamos unidos y permanecemos en el Señor, sino que fue dada para los pecadores,
para los transgresores e impíos y para todo aquel que se oponga a la sana doctrina (1 de
Timoteo 1:8-10).

5.1 AMOR

La palabra amor, viene del griego “agape” (G26), y significa: buena voluntad, espíritu
afectuoso, "es la habilidad, el poder y la determinación de amar a la gente que nos hace daño".

Algo que es necesario que podamos notar, es que Gálatas 5:22, “no” dice: “los frutos”, sino
que dice: “el fruto”, en singular, e inmediatamente dice: “amor”, esto lo que nos enseña es
que, todo los demás frutos, tienen su punto de partida en el amor, la plataforma para que
todos los frutos se hagan manifiestos, es el amor, y esto es fácil de poder explicar, porque la
esencia misma de Dios es el amor, por eso dice el apóstol Juan: “todo el que ama, es nacido
de Dios y conoce a Dios, porque Dios es amor” (1 de Juan 4:7-8), y la expresión más grande
de amor la encontramos en Dios Padre:

1 Juan 4:10 En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó
a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. (RV1960)
Debido a este tan grande amor que Dios ha mostrado para con nosotros, es que debemos
amarnos los unos a los otros (1 de Juan 4:11).
Las Escrituras dicen: “porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a Su Hijo
unigénito…” el amor que Dios ha mostrado al mundo es tan grande, que dio lo más amado
por Él, entregó a Su Hijo, para morir por aquellos que estábamos lejos de Él, los que le
habíamos dado la espalda, y además de esto, la muerte que tuvo, no fue cualquier muerte,
sino que fue muerte de cruz, y en los tiempos en los que sucedió, esta era considerada la peor
forma de muerte, solo los peores criminales morían de esa manera, y si lo vemos desde el
punto de vista de Dios, solamente los que eran malditos morían de esa forma (Deuteronomio
21:23, Gálatas 3:13) y todo esto lo hizo por amor a nosotros.
Por eso, este amor entre los unos y los otros, no puede limitarse únicamente, a aquellos que
nos aman, porque si no, ¿qué mérito tendríamos en el Señor? seguramente ninguno, nuestro
amor debe alcanzar también a aquellos que son nuestros enemigos:

Mateo 5
44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, y orad por los que os persiguen;
46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen lo mismo también los
publicanos? (RVA)

El perfecto ejemplo de esto, lo encontramos en nuestro Señor Jesucristo, quien estando en la


cruz, sin ser culpable, dijo acerca de los culpables, burladores y acerca de los que le
crucificaron: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).
El amor es la base de todo lo demás, por eso Pablo dice:

1 Corintios 13
1 Si yo hablo en lenguas de hombres y de ángeles, pero no tengo amor, vengo a ser como bronce que
resuena o un címbalo que retiñe.
2 Si tengo profecía y entiendo todos los misterios y todo conocimiento; y si tengo toda la fe, de tal manera
que traslade los montes, pero no tengo amor, nada soy.
3 Si reparto todos mis bienes, y si entrego mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me
sirve. (RVA)
Como menciona el apóstol, podemos ser ricos en dones espirituales, podemos tener los
mejores dones, hacer milagros, tener revelación de los secretos de Dios, pero si no tenemos
amor, somos nada, porque la mayor de las virtudes, es el amor:

1 Corintios 13
13 Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. (RVA)
Es muy importante que conozcamos, cuáles son las características del amor, estas las podemos
encontrar en 1 de Corintios 13:4-8:

Es
Nunca deja sufrido
de ser Es Benigno

Todo lo soporta No es envidioso

Todo lo espera No es jactancioso

Todo lo cree No se envanece

Todo lo sufre No hace lo indebido

Se goza en la verdad No busca lo suyo

No es injusto No se irrita
No es
rencoroso

En estas 16 características, encontramos la esencia del amor, si hay amor en nosotros, estas
características serán manifiestas en las diferentes áreas de nuestra vida, y será la plataforma
perfecta para que el resto de los frutos sean evidentes.
Un aspecto más, que es importante que resaltemos al hablar del amor, es que es el vínculo de
la unidad:
Colosenses 3:14 Pero sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo perfecto. (RVA)

Nuestro Señor, es un Dios de unidad, todo lo hace en unidad y tiene como destino para Su
Iglesia, que lleguemos a ser una unidad con Él (Juan 17:21), pero para que esto se concrete,
debe haber amor en nosotros.

5.2 GOZO

El amor, produce gozo. La palabra “gozo”, viene del griego “jará” (G5479) significa: “alegría,
deleite, salud”.
La Biblia dice que todo lo que hagamos, lo hagamos como para el Señor (Colosenses 3:23), y
si es para el Señor, debemos hacerlo con alegría, porque el Dios que adoramos y alabamos, no
es un Dios triste, sino por el contrario, es alegre, danza (Sofonías 3:17), es un Dios gozoso y
ese gozo, es de donde procede nuestra fuerza (Nehemías 8:10).
Note usted, que una de las acepciones de la palabra “gozo” es “salud”, y esto es importante,
porque muchas veces padecemos enfermedades y viene la debilidad, pero si en medio de una
situación como esas, hay gozo, seguramente, la recuperación será más rápida, vendrá la
sanidad, mire lo que dice Salomón:

Proverbios 17:22 El corazón alegre es una buena medicina; más el espíritu quebrantado reseca los
huesos. (VM)

Entonces, el gozo, trae sanidad, tanto al cuerpo, como también al alma e incluso, al espíritu
del hombre. Pero donde no hay gozo, los huesos se secan; hay un pasaje que se encuentra en
el libro de Ezequiel, capítulo 37, que habla de un valle que estaba lleno de huesos muy secos,
y el Señor le pregunta a Ezequiel: “¿vivirán estos huesos?”, aquellos huesos secos, estaban
muertos, el valle era como una especie de cementerio; quiere decir que donde hay huesos
secos, allí hay muerte, pero el gozo que viene del Espíritu Santo, ministra vida, ministra
sanidad.
Alégrese y anímese en todo tiempo, todo lo que desarrolle, hágalo con gozo, por ejemplo:

• Servir con Gozo


Salmos 100:2 Sirvan a YAHWEH con gozo. Entren en su presencia con exultación. (Kadosh)

Siempre tenga en su mente y en su corazón, que el privilegio que usted tiene, Dios se lo ha
dado, no importa si usted es servidor, si le toca servir a Dios en los baños, si está en alabanza,
en las puertas, en Bernabé, o predica, no importa cuál es su privilegio, siempre hágalo con
alegría, lleno de gozo, ¿sabe qué? que nunca falte una sonrisa en su rostro. Talvez en el área
secular no le ha ido bien, talvez tiene una situación difícil en su trabajo, pero
independientemente de eso, cuando sirva al Señor hágalo con gozo, despójese de toda carga,
de todo peso que venga a tratar de estorbar su servicio.
Mire lo que dice el Salmo, si van a servir a Dios, háganlo con gozo, si vamos a entrar en la
presencia de Dios a través de nuestro servicio, que sea con exultación, es decir con júbilo, con
alegría.
En el tiempo de la reina Ester, había un protocolo para poder entrar en la presencia del rey,
no se podía llegar ante él, vestido de cilicio; el cilicio representa el dolor, la tristeza causada
por el sufrimiento, y en ese tiempo, habían situaciones contrarias para el pueblo de Israel,
había sido emitido un decreto de muerte (Ester 3:13), por lo que muchos permanecían
vestidos de cilicio (Ester 4:1), y lo tremendo es que el único que podía dar un decreto
diferente, para anular el de muerte, era el rey, pero nadie podía entrar a su presencia, con
cilicio, nadie podía entrar con tristeza, con dolor, por eso es que este Salmo 100:2 dice: “si
van a entrar en la presencia del Rey, vayan con alegría”, entremos con gozo, aunque la
situación sea adversa, vamos y presentémonos al Rey, creyendo que Él es poderoso para
librarnos de toda adversidad.
Es que hermano, el servir a Dios sin gozo, tiene también sus repercusiones, por ejemplo:

Deuteronomio 28
47 "Por no haber servido a Jehovah tu Dios con alegría y gozo de corazón por la abundancia de todo, 48
servirás a tus enemigos que Jehovah enviará contra ti, en medio del hambre, de la sed, de la desnudez y
de la falta de todas las cosas. El pondrá sobre tu cuello un yugo de hierro, hasta destruirte. (RVA)

Este pasaje es terrible, imagine servir a nuestros enemigos, y no solo eso, sino que tener que
hacerlo con la falta de todas las cosas, en miseria, en necesidad, y todo esto por no servir al
Señor con gozo. Nosotros debemos ser determinados, debemos tomar decisiones, así como
en su momento lo hizo Josué, al decir:

Josué 24:15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes
sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya
tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. (RV1960)

Cuando sirva al Señor, deléitese, gócese, que nada le quite el gozo.

• Alabar con Gozo

Salmos 95
1 Venid, cantemos con gozo al SEÑOR, aclamemos con júbilo a la roca de nuestra salvación. (RVA)

Muy similar es cuando alabamos y adoramos a Dios, debemos hacerlo con gozo.
Recuerda aquel corito que dice: “no puede estar triste un corazón que alaba a Cristo”, nosotros
estamos del lado correcto, el Dios de la gloria nos ha escogido y nos ha llamado para ser parte
integral de la Vid verdadera que es Cristo Jesús.
En Habacuc capítulo 3, encontramos a este profeta en medio de una terrible situación, pero a
pesar de esto, él ora al Señor y lo hace por medio de un poema, un canto, que es una notación
musical que probablemente indica que este cántico, debe ser entonado con emoción y
sensación de victoria (según el Comentario de la Biblia Plenitud), a este tipo de canto, la Biblia
le llama “sigionot o sigaión” (Habacuc 3:1). Pero es necesario que podamos entender bien el
contexto de este canto de emoción y victoria, que entona el profeta, veamos lo que dice en
uno de sus pasajes:

Habacuc 3:17 Aunque la higuera no florezca ni en las vides haya fruto, aunque falle el producto del
olivo y los campos no produzcan alimento, aunque se acaben las ovejas del redil y no haya vacas en los
establos; 18 con todo, yo me alegraré en Jehovah y me gozaré en el Dios de mi salvación.
(RVA)
El profeta decía: “aunque no haya flores anunciando los frutos en la higuera, aunque no haya fruto de
uvas, aunque no haya alimento en los campos, aunque no haya ganado, aunque me falte todo, aun con
todo esto, yo me voy a “gozar” en Jehová, Él es mi salvación, solo por el hecho de que Dios es mi salvación,
yo estoy lleno de gozo”. Esto es alabanza con gozo, esto es alabar de la forma correcta al Señor,
con gozo en todo tiempo.

• Evangelio de Gozo

Isaías 52
7 ¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que
trae las buenas nuevas de gozo, del que anuncia la salvación, y dice a Sion: Tu Dios reina! (LBLA)

Este es parte también de nuestro llamamiento en Dios, poder llevar y anunciar las buenas
nuevas de salvación a toda criatura, en todas las naciones y hasta lo último de la tierra, pero
también debemos hacerlo con gozo.
La palabra “evangelio” significa “buenas noticias, son buenas nuevas”, hay un diccionario que
dice que evangelio son las “alegres noticias del reino de Dios”. Entonces, cuando llevamos la
Palabra del evangelio a otras personas, debe ser con gozo, no es posible que llevemos buenas
noticias con un rostro triste, ¡no!, debe de estar manifiesto en nuestro rostro el gozo de la
salvación que por gracia nos ha alcanzado.
Por eso cuando predicamos, cuando llevamos el mensaje, este no debe conllevar una palabra
que conduzca al miedo, por ejemplo, hay quienes no leen el libro de Apocalipsis, otros no
predican acerca de ese libro, pero ¿por qué? porque les han infundido miedo, y realmente lo
que encontramos en ese libro, no son más que buenas noticas, por ejemplo, inicia hablando
de lo que a Dios le agrada y lo que no le agrada de la Iglesia, ¿para qué? para que nos revisemos
y que busquemos en Él, el arrepentimiento y el crecimiento, todo con el fin de que estemos
listos y preparados para el día del Señor Jesucristo. Otro ejemplo, muchas personas temen al
libro de Apocalipsis porque allí se describen proféticamente, los acontecimientos que están
determinados para que pasen, pero solamente son la antesala a algo nuevo en Dios, por eso
Apocalipsis 21:5 dice: “he aquí Yo hago nuevas todas las cosas”, lo que se confirma en el contexto
de este versículo, donde dice: “vi un cielo nuevo y una tierra nueva” (Apocalipsis 21:1). Entonces
el libro de las Revelaciones, son también buenas noticias, y nosotros que somos parte de la
Iglesia, no debemos tener miedo de las cosas que allí están profetizadas.
El mensaje de la Palabra de Dios, debe transmitir:

- Seguridad (2 de Pedro 1:19)


- Edificación, exhortación y consolación (1 de Corintios 14:3, Efesios 4:29)
- Verdad (2 de Timoteo 3:16)
- Luz (2 de Pedro 1:19)
- Esperanza y ánimo (Romanos 15:4)

La Palabra de Dios también dice:

Salmos 19:8 Los mandamientos del SEÑOR son rectos, traen alegría al corazón. Los mandatos del
SEÑOR son claros, dan buena percepción para vivir. (NTV)

La Palabra de Dios, debe causar alegría a nuestro corazón, y ese mismo gozo, será manifiesto
al momento de llevar el mensaje del evangelio, por eso es que dice: “de la abundancia del
corazón, habla la boca” (Lucas 6:45), si el evangelio del Señor trae gozo a nuestro corazón,
eso mismo trasmitiremos al llevar el mensaje de la buena noticia.

5.3 PAZ

La palabra “paz” viene del hebreo "shalom" (H7965), y esta significa: un bienestar total,
tranquilidad, serenidad del espíritu.

El fruto del amor, produce paz, y esta funciona como una cadena, es como una cascada, donde
el énfasis, está en la paz con Dios en primer lugar, y esto trae como resultado una tremenda
bendición, basada en la relación con Dios, después de esto, estará presente también la paz con
las circunstancias, con las demás personas y con uno mismo.
Cada uno de estos frutos, conlleva algo hermoso, por ejemplo, nosotros en otro tiempo
éramos enemigos de Dios (Romanos 5:10), pero a través del sacrificio de Cristo, hemos sido
reconciliados y tenemos paz para con Dios (Romanos 5:1), y esta paz la hemos alcanzado por
medio de la salvación que solo es en Cristo Jesús, pero esta paz, no solo era necesaria para
acabar con la enemistad que existía entre nosotros y Dios, sino que también es necesaria para
la culminación de la obra maestra del Señor que es Su Iglesia amada, en el día del
arrebatamiento:

1 Tesalonicenses 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu,
alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. (RV1960)

Es indispensable que estemos llenos de paz, para cuando llegue ese día, por eso dice: “buscad
la paz con todos y la santidad, sin la cual, nadie vera al Señor” (Hebreos 12:4).

Un punto importante es que, la paz interior es un don o un regalo de Cristo, dado a nosotros
(Juan 14:27 y Juan 20:19), y la paz exterior es la relación que Dios desea que tengamos con
nuestro prójimo, que vivamos con ellos en armonía.

5.4 PACIENCIA
Paciencia, viene del griego "makrothumia" (G3115): longanimidad, perseverancia.
Lo primero que debemos mencionar, al igual que en los puntos anteriores, es que el fruto del
amor, produce paciencia, porque es importante que recordemos que, todos los frutos tienen
su punto de partida en el amor.
Un aspecto interesante de resaltar de esta palabra “makrothumia”, es que, según los estudiosos
y expertos, es un sustantivo característicamente bíblico, en el griego clásico, esta palabra no
se encuentra, no existe, por lo que han concluido que es una palabra específicamente cristiana,
lo que quiere decir que, describe una virtud que pertenece solamente a aquellos que tienen al
Espíritu Santo.

Hebreos 6
12 a fin de que no seáis perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las
promesas. (RVA)

Muchas son las promesas que como pueblo de Dios tenemos, y todas ellas, en el Señor son “sí”
y son “amén”, pero para alcanzarlas, es necesario que el fruto del Espíritu Santo, sea manifiesto
en nosotros, tal y como dice Hebreos, “para poder heredar las promesas de Dios, es necesario
que haya en nosotros fe y paciencia”, y ambos son fruto del Espíritu Santo en los hijos de Dios,
a través de la expresión del amor.
En la Biblia hay ejemplos de cómo la paciencia conduce a heredar promesas, veamos algunos:

- Abraham, recibió la promesa de que llegaría a ser padre de una gran nación, y
esta comenzó a hacerse realidad 25 años después, con el nacimiento de Isaac
(Génesis 12:2 y Génesis 21:5).
- Caleb, vio materializada la promesa, 45 años después de haberla recibido
(Josue14:10).
- La Iglesia, desde tiempos muy antiguos está esperando una promesa que dice: “he
aquí vengo pronto” (Apocalipsis 3:11, 22:7 y 12), y debido al paso del tiempo,
muchos dicen: “¿dónde está la promesa de su advenimiento? porque desde el día en
que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como desde el principio
de la creación” (2 de Pedro 3:4), muchos dicen, “el Señor ya no vendrá”, otros
dicen “el Señor se tardará”, pero el Señor, no es que se tarde, como algunos dicen,
sino que es paciente con nosotros, Él quiere que todos procedamos al
arrepentimiento (2 de Pedro 3:9), y además, la promesa que Él nos dio es “he aquí
vengo pronto”, y esto es lo que debemos retener en nuestros corazones, pero para
poder esperar el cumplimiento de la promesa, necesitamos tener “paciencia”,
debemos ser “perseverantes”.

Cuando hay paciencia, hay constancia, firmeza y perseverancia, el que es paciente es tolerante,
resiste con paciencia.
5.5 BENIGNIDAD

El amor de Dios en nosotros, es expresado por medio del ser benignos.


Benignidad, se origina del griego "jrestótes" (G5544), que es: integridad, excelencia de
carácter.
Es atribuida a Dios como uno de los atributos morales y esto se relaciona con la conducta del
creyente:

Efesios 4:32 Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios
también os perdonó a vosotros en Cristo. (RV1960)

La benignidad, se refiere a ser misericordiosos, a no buscar venganza, recuerda lo que


estudiamos acerca del amor, nosotros como hijos de Dios, debemos manifestar los mismos
comportamientos que Dios tiene, por ejemplo, nosotros siendo pecadores y estando en
enemistad con el Señor, fuimos reconciliados con Él, por medio de Cristo. El Señor al entregar
a Su Hijo, por nosotros, demostró amor, de esta misma forma, nosotros debemos actuar con
aquellos que nos hacen daño, debemos mostrar misericordia y perdón.
En la oración que conocemos como el Padre nuestro, el Señor Jesús dice: “perdónanos nuestros
pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los que nos deben”. Dios nos ha perdonado ya,
dándonos el ejemplo a seguir, seamos también nosotros benignos, perdonándonos unos a
otros.

Que nuestra vestidura espiritual, exponga lo que realmente somos, escogidos de Dios,
conociendo que el ser “escogido”, quiere decir “favorito de Dios”:

Colosenses 3
12 Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad,
de humildad, de mansedumbre, de paciencia; (RV1960)

Los favoritos de Dios, son aquellos que son íntegros, los que son benignos.

5.6 BONDAD

Cuando el amor de Dios está en nosotros, este se expresa a través de la bondad. Entonces,
podemos decir que la bondad, es mostrar nuestro amor cristiano con hechos a los demás, a
nuestro prójimo.
La palabra “bondad” viene del griego "agathosune" (G19), y entre sus acepciones esta: rectitud
de corazón y de vida, generosidad.
La máxima manifestación de la bondad se encuentra en Dios, por eso el Salmista escribió,
¡Cuán grande es tu bondad! (Salmo31:19).

Las personas que tienen el fruto de la bondad, lo demuestran de varias maneras, por ejemplo:

• LA BONDAD AMONESTA CON CONOCIMIENTO:


Romanos 15:14 Pero estoy seguro de vosotros, hermanos míos, de que vosotros mismos estáis
llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis
amonestaros los unos a los otros. (LBLA)
Una persona bondadosa, es apta para amonestar, para advertir y para lograr poner en
la mente de los demás un mensaje para corregir, para enderezar el comportamiento de
los indisciplinados (1 de Tesalonicenses 5:14), pero no lo hace por medio de la crítica
destructiva, no por medio de un mensaje legalista, no como señalando para inculpar,
sino que lo hace de manera bondadosa, enseñando mediante el conocimiento, lo que
no está bien, lo que no agrada a Dios, para producir en los demás, un verdadero
arrepentimiento.
Por eso dice el salmista:

Salmos 141:5 Que el justo me hiera con bondad y me reprenda; es aceite sobre la cabeza; no
lo rechace mi cabeza, pues todavía mi oración es contra las obras impías. (LBLA)

La amonestación de un justo, es un acto de bondad, y trae como consecuencia unción


para el amonestado, por eso también dice la Biblia, que “todo yugo se pudre por medio de
la unción” (Isaías 10:27), viendo este ángulo, podemos decir que la corrección y
amonestación con bondad, pudre yugos, cambia actitudes, cambia vidas, trayendo
liberación, por causa de la unción.

• LA BONDAD GLORIFICA EL NOMBRE DEL SEÑOR: cuando hay bondad en


nosotros, esta se hace evidente delante de los demás, por medio de las acciones, los
actos de bondad, son un ejemplo para los convertidos y también para aquellos que aún
no conocen al Señor. Los convertidos, porque cada uno de nosotros tiene una estatura
espiritual diferente, por tanto, cuando un hermano observa en nosotros obras de
bondad, estas vienen a ser como un testimonio digno de imitar, por lo que todos nos
ayudamos a crecer y a desarrollar. Y, por otro lado, para los no conversos, porque
pueden ver en nosotros un testimonio de lo que Dios es capaz de hacer en el hombre;
seguramente usted a escuchado a personas decir: “¿qué es lo que este tiene?, ¿por qué es
diferente ahora?, ¿qué lo hizo cambiar?”, este tipo de comentarios, se dan cuando un
inconverso, ve nuestras acciones de bondad, observa un cambio en nosotros, ¿sabe
qué?, el inconverso ve como, a pesar de las situaciones difíciles, seguimos ayudando al
necesitado, seguimos compartiendo, y en medio de todo esto, glorificamos el nombre
del Señor. Pero para alcanzar esto, es necesario que el amor de Dios se manifieste como
un fruto en nosotros, a través de la bondad, porque seguramente usted, también ha
escuchado la expresión: “para ser cristiano como éste, es mejor no serlo”, ¡terrible, pero se
sucede!, y muchas veces es porque el fruto de la bondad todavía no está presente aún,
en aquel cristiano (2 de Tesalonicenses 1:11-12). Busquemos dar fruto, para que
cuando el Señor nos visite, pueda encontrar fruto abundante.

Hay un pasaje en la Biblia que dice: “todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”, si
nosotros sembramos bondad, vamos a cosechar bondad:

- Rahab, sembró bondad al esconder a los espías de Israel, y cosechó bondad, pues
ni ella ni su casa fueron destruidas (Josué 2:12).
- Jonatán, por la bondad mostrada a su amigo David, cosechó bondad, la cual fue
dada a su hijo Mefiboset, al recibir toda la tierra de su abuelo Saúl, y al comer en la
mesa del rey David (2 de Samuel 9:7).
- Los hijos de Barzilai, sembraron bondad al ayudar a David, mientras huía de
Absalón, y cosecharon bondad de parte de Salomón, hijo de David (1 de Reyes
2:7).

5.7 FE O FIDELIDAD

Cuando amamos a Dios, una de las formas en que lo demostramos es creyendo en Él, y
creyendo a lo que dice Su Palabra, y eso nos ubica en una posición de fidelidad a Él, y eso se
llama fe.
En Gálatas 5:22, algunas versiones traducen esta palabra como “fe”, otras versiones, como
“fidelidad”, pero ambas se refieren a un mismo fruto.
La fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve (Hebreos 11:1). Es
una palabra que se origina del griego "pistis" (G4102), y significa: fidelidad, confiar,
credibilidad, fe.
Esta manifestación del amor, es también, como todas las demás, una característica de la esencia
misma de Dios, y toda la Biblia lo enseña, por ejemplo, 2 de Timoteo 2:13, dice que: “aunque
nosotros seamos infieles, Él permanece fiel”, es que Dios no puede negarse a sí mismo, por eso es
fiel, esa es parte de Su esencia.
Y nosotros, como tenemos la naturaleza de Dios, estamos llamados a ser fieles, no importando
la situación en la que estemos, ya sea en tiempos de abundancia, o de escasez, tiempos de
libertad o de persecución, nuestro llamamiento es a permanecer fieles a Dios, es de
permanecer firmes en fe:
Lucas 19:17 Él le dijo: Está bien, buen siervo; por cuanto en lo poco has sido fiel, tendrás autoridad
sobre diez ciudades. (RV1960)
Notemos que cosa más hermosa, considerando que el número 10, es número de
“responsabilidad”, podemos decir que, a uno que es fiel, se le puede dar la responsabilidad de
ejercer autoridad. ¿Usted desea tener autoridad en lo espiritual y en lo natural? sea fiel.

Por otro lado, el ser fieles, trae consigo bendiciones, por ejemplo:

• En Lucas 19:17, dice que, si somos fieles, nos será dada autoridad.
• A Moisés por ser fiel, Dios le hablaba cara a cara (Números 12:7-8).
• Cuando somos fieles, venimos a ser testimonio de Dios (Hebreos 3:5).
• Dios honra al que es fiel (Hebreos 3:1-3).

Además de todas estas bendiciones, ¿para qué más es necesario que seamos fructíferos en la
fidelidad?

• Para entrar en el gozo de Dios (Mateo 25:21).


• Para poder agradar a Dios (Hebreos 11:6).
• Para tener autoridad (Lucas 19:17).
• Para que, en el nombre del Señor, estas señales nos sigan: sanar al enfermo, liberar al
cautivo, hablar en nuevas lenguas (Marcos 16:17).

La fidelidad como fruto, no solamente debe ser dirigida hacia Dios, sino también hacia todo
lo demás que tenemos o hacemos, por ejemplo: debemos ser fieles en nuestro matrimonio
(Efesios 5:25, Colosenses 3:18), en nuestra familia (1 de Timoteo 5:8), en nuestro trabajo,
con nuestros jefes (Efesios 6:5, Colosenses 3:22) y con los que trabajan en nuestras empresas
(Efesios 6:9), a las autoridades seculares (Romanos 13:1) y espirituales (Hebreos 13:17), etc.

5.8 MANSEDUMBRE

El Señor Jesús dijo: “aprended de mí que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29).
La mansedumbre, viene del griego "praótes" (G4236), y quiere decir: gentileza, humildad,
amistad dulce, suavidad.
La mansedumbre está directamente ligada a la bondad, veamos porque:

Gálatas 6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
(RV1960)
Cuando estudiamos el fruto de la “bondad”, decíamos que la bondad amonesta y corrige con
conocimiento, y en este caso, la “mansedumbre” se une al conocimiento, para cumplir el
mismo propósito, por eso dice que, si alguno es indisciplinado, y cometió alguna falta y fue
sorprendido en ella, debemos restaurarle, con un espíritu de “mansedumbre”, no señalando,
no juzgando, ni sentenciando y mucho menos difamando al que cometió la falta (Tito 3:2),
sino que, con suavidad le ayudemos a ser restaurado. Entonces cuando vamos a amonestar y
restaurar a un hermano, es necesario que el conocimiento de la Palabra vaya de la mano con
la mansedumbre, y al estar presentes ambas, se manifestará la “bondad” en el proceso de
restauración del hermano. Si solo fuese conocimiento, se puede caer en el error de ser
legalista, por eso es que la Biblia dice: “la mucha letra mata”, se han dado casos en los que a
través de la Palabra se golpea y se azota a los hermanos, por eso, este es un punto muy
delicado. Pero si además de conocimiento, tenemos mansedumbre, la corrección será hecha
con amor, y definitivamente habrá restauración.

2 Timoteo 2:24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto
para enseñar, sufrido; 25 que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda
que se arrepientan para conocer la verdad, 26 y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a
voluntad de él. (RV1960)

La manera en la que un siervo de Dios va a ser apto para enseñar a otros, y apto también para
corregir, es a través de la amabilidad y la mansedumbre, no contendiendo, y con más razón,
al estar ante aquellos que se oponen, al estar frente a personas que no han nacido de nuevo, o
ante los que contradicen la doctrina, porque no sabemos si quizá Dios, tenga misericordia de
ellos y se arrepientan de su camino.

Por todo esto, es que el apóstol Pablo decía: “sopórtense con paciencia, los unos a los otros
en amor, con humildad y mansedumbre” (Efesios 4:2), entonces, cuando el fruto del Espíritu,
se manifiesta en nosotros por medio de la mansedumbre, vamos a soportar al hermano, vamos
a ser mansos con los opositores, no vamos a tolerar al pecado, pero si vamos a ser pacientes
con el que ha fallado, para que sea restaurado.

La mansedumbre, debe también notarse en nuestra forma de responder, de actuar. Al inicio


de este inciso, estudiamos que uno de los significados de “mansedumbre” es “suavidad”, ahora
notemos lo siguiente:

Proverbios 15:1 La respuesta suave quita la ira; más la palabra áspera hace subir el furor. (OSO)
5.9 TEMPLANZA O DOMINIO PROPIO

Finalmente tenemos al “dominio propio”, que viene del griego "egkrateia" (G1466) y su
significado es: control de uno mismo, continencia.

2 Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio
propio. (RV1960)

El dominio propio o templanza, esta relacionado con la capacidad de controlar los deseos de
la carne y la consumación del pecado. Por ejemplo:

Génesis 4:6 Entonces el SEÑOR dijo a Caín: ¿Por qué estás enojado, y por qué se ha demudado tu
semblante? 7 Si haces bien, ¿no serás aceptado? Y si no haces bien, el pecado yace a la puerta y te codicia,
pero tú debes dominarlo. 8 Y Caín dijo a su hermano Abel: vayamos al campo. Y aconteció que cuando
estaban en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel y lo mató. (LBLA)

Caín fue instruido por Dios en el dominio propio, pero Caín, no pudo entender, por eso, en
lugar de dominar sus impulsos carnales, en su enojo, mató a su hermano.

Otro ejemplo que nos ilustra la importancia del dominio propio, es el que aparece en Números
20, donde se nos narra aquel momento en el que el pueblo de Israel, estando en el desierto,
tenía sed, y Dios manda a Moisés a “hablarle a la peña” (Números 20:8), pero Moisés no le
habla, sino que la golpea (Números 20:11), y debido a la reacción sin dominio de Moisés, Dios
le dice que él, no será quien introduzca al pueblo en la tierra prometida.

Lo que sucede es que el pecado, tratará de seducirnos, para hacernos caer, pero si tenemos
dominio propio, aunque la tentación llegue, podremos dominarla.

Finalmente, es importante que sepamos que, el dominio propio se demuestra a través de:

• Ser moderados y equilibrados en nuestra conducta.


• Tener control del pensamiento.
• Dominar lo que vemos.
• Controlar nuestro cuerpo
• Nuestro carácter.
• Nuestro hablar.

CONCLUSIÓN

Existe en la Biblia una clave para dar los frutos que Dios espera de nosotros:
2 Pedro 1:5 Por esta razón también, obrando con toda diligencia, añadid a vuestra fe, virtud, y a la
virtud, conocimiento; 6 al conocimiento, dominio propio, al dominio propio, perseverancia, y a la
perseverancia, piedad, 7 a la piedad, fraternidad y a la fraternidad, amor. 8 Pues estas virtudes, al estar
en vosotros y al abundar, no os dejarán ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor
Jesucristo. (LBLA)

La clave es, obrar diligentemente, es decir, anhelar, actuar con solicitud, ¿para qué? para
añadir virtudes a nuestra vida, pues al tenerlas, no seremos estériles, sino que daremos fruto
y fruto abundante, para el Señor nuestro Dios.

Amén y amén.

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