El Desarrollo Humano, Todo El Hombre y Todos Los Hombres: Dr. Enrique Del Percio

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El desarrollo humano, todo el Hombre y todos los Hombres *

Dr. Enrique del Percio

El tema que nos convoca es la temática pertinente al desarrollo humano.


Qué es esto del desarrollo humano.
Las expresión “desarrollo humano” no estoy seguro de que la haya acuñado Juan
Pablo II, pero sí estoy seguro de que él ha sido la primera persona relevante en haberla
usado, en la Sollicitudo rei Socialis. En esta encíclica Juan Pablo II usó el término
desarrollo humano para distinguirlo claramente del término económico y él señalaba cómo
en un ámbito del mundo puede haber desarrollo económico sin que haya desarrollo
humano.
A esta altura de nuestra vida lo entendemos perfectamente; pero en los ’80 no era
tan claro entender cómo es esto. En la Argentina, por ejemplo, los indicadores nos decían
que estábamos maravillosamente bien en materia del desarrollo económico y sin embargo
¿qué pasaba con la pobreza, con el empleo, con la educación, la salud?
Pero no solamente, el desarrollo humano se diferencia del económico por esta razón,
de que los indicadores del desarrollo económico pueden dar muy bien pero pueden tener
un gran número de gente excluida, sino que también puede haber otros problemas. Aún
los que están arriba en materia de indicadores económicos pueden estar muy mal en
términos de lo que verdaderamente importa para llevar una vida plena, una vida que en
definitiva nos acerque a ese ideal de ser identidad para el cual hemos sido creados. Es
decir, no necesariamente el desarrollo (a secas, ni siquiera el desarrollo económico) tiene
que ver con la consecución de la obtención de la felicidad plena, no tiene necesariamente
que ver con el desarrollo humano.
Claro, el desarrollo humano plantea muchos problemas, el primero de los cuales es
cómo medirlo, ya que para muchos, si algo no se mide entones no existe. Y es difícil este
tema de cómo medirlo...
No voy a explicarlo ahora, pero más tarde Estados Unidos toma el concepto de
desarrollo humano y le da una serie de desarrollos y otros... Yo les voy a contar una
anécdota que me pasó cuando estaba trabajando en Naciones Unidas: uno de los
indicadores más importantes es la expectativa de vida, es decir, si vos vivís en un país
donde la expectativa de vida es de 75 años, eso se va a ponderar mejor que si vivís en un
país cuya expectativa de vida es de 45 años; claro, uno se acuerda de Mishima, el gran
poeta japonés, que decía “pensar que hubo una época, hace miles y miles de años, donde
la expectativa de vida no iba más allá de los 18 o 19 años. En ese entonces, el cielo
estaba lleno de estrellas y las estrellas estaban manejadas por los dioses ¿quién de
nosotros no sería capaz de entregar los 60 años más que tenemos de vida con tal de
pasar una sola de esas noches, bajo un cielo lleno de estrellas y de estrellas llenas de
dioses?”. Entonces, reflexionando sobre estas cosas alguna vez en una reunión con
expertos de otros lugares, decía que el problema es que en las Naciones Unidas
estábamos midiendo el largo y el ancho de la vida pero nos olvidamos de lo alto y lo
profundo. Un experto muy relevante, costariquense, me mira y me dice: “¡qué inteligente!
¡Qué interesante! ¿Pero como lo podríamos medir?”. Obviamente, como diría Saint
Exupery, “lo esencial es invisible a los ojos”.
De lo que vamos a hablar acá no es de mediciones, no es de índices, sino de otras
cuestiones. Vamos a hablar sobre cómo se llega a que en los años ’80s el Papa hable de
desarrollo humano y que a partir del ’90 Naciones Unidas hable de desarrollo humano y
que a partir del ’94 la Constitución Argentina incluya el concepto de desarrollo humano
como el concepto que más veces aparece en la Constitución... Es decir, qué motiva el que
antes no se hubiera hablado nunca y a partir de los años ’80 sea tema de debate.
Esto se debe a una situación particular que se va a dar, precisamente, a partir de
esa época: tiene que ver con un prejuicio propio del habitante de los países que se llaman
a sí mismos desarrollados y es creer que el individuo es exactamente igual en todas
partes, que no hay historia, que no hay cultura, que no hay nada, y que todos queremos
lo mismo, y como ellos llegaron a eso entonces ese es el ideal que otros pueblos tienen
que obtener de alguna manera1 -estoy hablando, obviamente, de los desarrollistas bien
intencionados, no de los que venden de contrabando la ideología del desarrollo con tal de
garantizar la dependencia. Estoy hablando de la gente que realmente creería de buena fe
este ideal. Pero nuestras sociedades son distintas, ni mejores ni peores, distintas-.
El otro tema, que con posterioridad tomo bastante relevancia, fue el problema del
desarrollo social. En realidad el desarrollo social implicaba generar políticas que
compensaran la desgracia en la cual se veían sumidos los más débiles de la sociedad. Y
estas políticas compensatorias podían llevarse adelante porque en épocas de gran
acumulación de capitales el Estado podía cobrar impuestos a los que estaban bien, había
muchos que trabajaban y no tenían mayores complicaciones y se les cobraba impuestos a
ellos y a los pocos que quedaban descolgados del sistema se les deba la educación, la
salud y demás como para poder volverlos a integrar. Ese es el modelo de lo que se llamó
el “modelo de Estado de bienestar”.
Ahora, por distintas razones que tienen que ver con cambios tecnológicos y demás, a
partir los años ’70 ese modelo de Estado de bienestar entró en crisis y ya no se pudo
seguir sosteniendo de la misma forma en que se hacía antes –éste es más o menos el
modelo que entre social democracia y social cristianismo, en Europa, funcionó bastante
bien entre los años ’70 y ’80 pero llega un punto donde esto ya no puede seguir
sosteniéndose–, entonces entra en crisis la idea de desarrollo, la idea de desarrollo social,
queda la idea de desarrollo económico animista2 que es contra la que más frontalmente
se va a enfrentar la noción de desarrollo humano.
Esto, si Uds. quieren, hasta dentro de la interna de Naciones Unidas, el concepto de
desarrollo humano es tomado por el PNUD3, para hacer frente a lo que es el Banco
Mundial y estos organismos que podríamos llamarlo –simplificando mucho– la derecha de
Naciones Unidas para los cuales el desarrollo económico sigue siendo sinónimo de
desarrollo.
Lo que ahora quisiera compartir, son los presupuestos teóricos que llevan a la
formulación del desarrollo humano y que tienen que ver también con la explicación de las
diferentes realidades en las cuales se encuentran insertas las distintas culturas en las
cuales se pretende trazar los distintos paradigmas de desarrollo. Es decir, vuelvo a lo que
decíamos hace un momento, por qué estas nociones de desarrollo elaboradas por
expertos, contratados por países del norte, muchas veces no funcionan en el ritmo.
Y para esto, creo que tenemos que empezar desde el principio, planteándonos un
poco el problema mismo de qué es la sociedad. No voy a dar una definición de sociedad
pero si qué forma de ser tiene la sociedad, qué tipo de entidad tiene la sociedad.
Como muchas veces pasa cuando se reflexiona sobre estas cosas, conviene
remontarse a los antiguos griegos. También el siglo V (A.C.), encontramos tres respuestas
que van a determinar las tres grandes corrientes del pensamiento social y político de –
más o menos- Occidente.
Para algunos, la sociedad como tal no existe. Lo que existe es Juan, Pedro, María...
pero la sociedad en sí no existe, no se ve, no se toca, en conclusión la sociedad no existe.
Esta es la posición que con el tiempo va a dar lugar hoy a distintas corrientes anarquistas
(no al anarquismo solidario sino al anarquismo de corte individualista), a ciertas formas de
un liberalismo extremo, que van a ser las formas que van a señalar que como no existe la
sociedad tampoco existe la justicia social4 ni nada por el estilo, para ellos el desarrollo
humano no es nada más que un conglomerado de buenas intenciones de gente buena,
amable pero que no sirve para nada. Traducción concreta: en el ’94, una de las pocas
discusiones realmente interesantes que se dieron en la Constituyente, cuando se plantea
la reforma del artículo 84 86 87, dice “corresponde al Congreso Nacional proveer lo
conducente al desarrollo humano y al desarrollo económico con justicia social” y Alsogaray
dijo: “Cómo vamos a hablar de justicia social si no existe, si no hay sociedad entonces no
existe la justicia social”.
Del lado de enfrente a estos, aparece la concepción de que lo que existe es la
sociedad y lo que no existe es el individuo. Parece medio chocante, pero a poco de pensar
uno se da cuenta de que no es algo tan absurdo y tan chocante. Por ejemplo, alguno en
este momento puede estar escuchando y pensando en la salud del abuelito que tiene
Alzheimer y no sabe si internarlo o no, otro estará pensando en que lo que le importa es
que se enteró que la anterior pareja de su actual pareja tiene SIDA, y posiblemente
alguno de ustedes ni siquiera esté escuchando... vale decir, “estos son mis problemas” la
sociedad no existe, existen estos problemas; sin embargo ninguno de estos problemas
que acabo de señalar existen en otro contexto social: el abuelito en otra sociedad tal vez
ya estaría muerto o hubiera tenido otra alimentación y no tendría Alzheimer y el SIDA en
otro contexto no existiría.
Vale decir, no es tan claro que sea el individuo el que existe y la sociedad no y estos
mismos argumentos que yo di con estos ejemplos de hoy, también los observaban los
griegos. Algunos griegos decían que lo que existe es la sociedad y no el individuo. ¿Y
cómo existe la sociedad? al modo en que existe un cuerpo humano: hay algunos que son
la cabeza (serán los llamados a gobernar), otros serán los brazos (serán los llamados a
defender la sociedad), otros ocuparán el lugar del estómago (serán los artesanos, los
campesinos, lo encargados de alimentar al cuerpo).
Esta posición va a dar lugar a dos tipos de corrientes: por un lado, una de las
posiciones totalitarias, existe el bien del Estado y no existe el del individuo –todo para el
Estado y nada fuera del Estado5. O la encarnación del Estado en alguien como “la santa
madre Rusia”-.
O también va a dar lugar a posiciones altamente conservadoras, sobre todo para los
conservadores de matriz norteamericana, que entienden que una sociedad puede tener
cambios pero en este cambio cada uno ocupa el lugar en el cual está desde que nació;
además, normalmente el hombre que plantea esto se siente cabeza. Este pensamiento
tiene que ver con la idea de “hacer de la sociedad un cuerpo”... a muchos les debe sonar
la expresión de que “hay que extirpar el miembro gangrenado” y entonces justificamos la
desaparición de 30 mil hermanos y compañeros nuestros, o más recientemente la
expresión de “cirugía mayor sin anestesia”... Pero, si lo que existe es la sociedad y no el
individuo entonces las posiciones conservadoras fuertes se encuentran legitimadas.
Frente a esto va a haber una tercera posición que es la que va a plantear Aristóteles
(a mí mucho Aristóteles no me gusta pero en esto me parece el más acertado), que va a
decir “miren, la sociedad existe pero no existe de la forma fuerte en que existe cada
individuo. Por ejemplo, ¿el color azul existe? Y sí. Bueno, ¿dónde está el color azul? Tu
camisa es azul, el pantalón es azul... bueno, pero el color azul existe sí y no. ¿El tamaño
existe? Sí, pero dónde está el tamaño”...
¿Se entiende? La sociedad existe pero no existe por sí misma sino que infiere sobre
algo. Existe accidentalmente, accidentalmente porque accede a otra cosa. Es decir, no
tiene una existencia sustantiva porque no se sustenta a sí misma, sino que tiene una
existencia accidental6 . Por ejemplo, la sociedad sería algo así como el color y el tamaño, y
los individuos serían algo así como la camisa o el pantalón.
De tal modo, así como una camisa no puede existir sin color y sin tamaño, el
individuo no puede existir sin sociedad pero –dirá Aristóteles– la existencia del individuo
es más fuerte que la de la sociedad.
Esto a mi me parece que resuelve bien el problema de que hay justicia social y que
esto no implique negar que el individuo tiene una existencia sustantiva y fuerte. Y permite
también resolver la cuestión inversa, que el que haya un individuo sustantivo y fuerte no
implica el que no exista también la sociedad y la justicia social.
El maestro Eckhart (un monje interesantísimo, que anda en Alemania a caballo de
los siglos XII y XIV) cuando estaba por entrar al puerto de la ciudad de Dublín, cuenta que
cuando le tocaba ser portero solía hacer una pregunta; cuando un señor, un caballero
tocaba la puerta de noche y el Maestro Eckhart le preguntaba “¿Quién eres tu?”, y el
caballero le decía “soy Ruperto de Vestfalia”. Y el Maestro le decía “no te pregunté cual es
tu nombre, te pregunté quién eres tu”. Y seguía, “bueno, soy el vencedor de la batalla de
Sarajevo”... “no te pregunté que has hecho, te pregunté quien eres tú”. “soy el hijo de
Godofredo...”-. –“no te pregunte quienes son tus padres”-. -“Bueno, yo soy yo”-. –“es que
eso me lo puede contestar cualquiera”-... y así, con la nieve, el frío, la noche, entonces el
caballero le decía –“pues no lo sé”- y Eckhart contestaba: -“Ahora sí, pasa hijo mío”-
Finalmente, el Maestro Eckhart después de estudiar este “Yo sustancial”, terminó
entendiendo que si uno no se asume a si mismo como criatura no tienen ningún sentido.
Pero este Yo fuerte es el propio del burgués que dice yo existo, yo soy y por lo tanto la
justicia social a mi no me importa, la sociedad no me importa porque el único que importa
soy yo. Esta noción del yo fuerte es construida históricamente, no es una noción que la
mayoría del los pueblos tenga, la tiene la tribu más rara que hubo en la historia que es la
tribu occidental moderna.
Ahora, vamos a ver un poco de cuales son algunas de las características de esta
sociedad:
Dicha esta idea sobre la clase de ser de la sociedad, tendríamos que preguntarnos
acerca de cómo funciona esta sociedad. No de qué es sino de cómo es. Ante esto hay dos
grandes corrientes:
Por un lado, la corriente derivada de Marx7 que va a decir que todo se explica a
través de la economía.
Va a surgir frente a Marx una corriente que va a tomar como base a lo que en el
siglo XX se ve como el gran contradictor de Marx que es Max Weber –posiblemente el
padre de la sociología8– decía que en realidad que si bien puede ser que la economía
condiciona y a veces determina un montón de cosas que nosotros antes creíamos que las
explicaba la política, la moral, etc. Pero ojo, porque a veces sigue siendo la política la que
explica determinadas cosas que no podés explicar solamente a través de la economía y
otras veces es la cultura. Entonces Weber va a decir que hay una relación entre estos tres
campos. Pero ¿qué ocurre? –otra vez la instrumentación política– a Weber se le va a hacer
decir que lo importante es la cultura, y que además entre estos tres campos no hay
relación, que están desvinculados. Esta es la posición que va a tomar el neo-
conservadorismo que en el caso de la Argentina está lúcidamente representado por
Grondona, sobre todo en un libro que se llama los condicionamientos culturales del
capitalismo, donde va a señalar la importancia de la cultura y menos lucidamente pero con
más fuerza comunicacional, por Bernardo Neustad. Cuando Neustad decía –tomando a
estos autores– que la lógica de la economía es una y que tiene que ver con la
competencia, la de la política tiene que ver con la inclusión donde el sistema político más
perfecto es el hindú donde lograron que hasta el tipo mas pobre se acepte como un paria
y piense que si se porta bien en la próxima encarnación puede ser distinto y por lo tanto
es un sistema político muy estable. Y la cultura tiene como lógica, como centro, la
creatividad. Entonces, dirán los Neustad de todo el mundo, la economía anda fenómeno,
de hecho hay desarrollo económico en toda América Latina, los indicadores9 hablan de
índices de crecimiento inauditos y además lo tenemos gracias a que por fin hay libertad de
mercado en todas partes, gracias a que por fin estamos cumpliendo con lo que se debe en
materia económica... en materia política también estamos bárbaro, tenemos democracias
en todo Latinoamérica, queda alguna dictadura caribeña pero en general tenemos
democracia, alternancia. ¿En que fallamos? ¿Por qué hay pobreza, desocupación,
problemas de educación?... Entonces pasa a la cuestión cultural: lo que pasa es que los
latinoamericanos somos vagos, somos corruptos, tenemos una raíz católica en lugar de
protestante...
¿Cuál es la trampa de todo esto? No nos metamos ni con la economía ni la política
que es donde se corta el bacalao y centrémonos en el tema de la cultura... yo no digo que
no haya que estar en esto pero no más de un 33 por ciento, también está en la economía
y también en la política.
Entonces, creo que de lo que se trata es de hacer un análisis integral de estas tres
cuestiones para entender como abordar la problemática del desarrollo humano: que no
sea ni el desarrollo económico, ni el desarrollo político ni el social.
Vamos a tomar nada más que un factor de cada uno de estos tres elementos, el
factor decisivo para conformar la estructura de dominación de la sociedad. Por la escasez
de tiempo no voy a detenerme a explicar cada uno sino básicamente qué es lo que hace
que unos estén más arriba y otros más abajo, cómo unos mandan y otros no hacemos
nada. Es decir, para analizar la sociedad vamos a tomar nada más que un aspecto de la
sociedad (quiénes mandan, quiénes obedecen, quiénes están arriba y quiénes abajo y
según cada sociedad esto cambia). Y tampoco voy a explicar porqué tomo cada uno de
estos factores, simplemente voy a señalar que:
Desde la economía voy a señalar la forma de estratificación social. De la política
vamos a tomar la forma de ejercicio del poder público y de la cultura vamos a tomar la
forma de legitimación.
Con respecto a la estratificación social, es decir, la forma de ubicar a la gente más
arriba o más abajo. ¿Por qué hay tanto lío para ubicar a la gente más arriba o más abajo?
Bueno, como diría mi tía “tanto tienes, tanto vales”: si tenés mucho estás arriba y si tenés
poco estás abajo... sin embargo hay alguna gente que yo conozco y que no sabría como
ubicarla dentro de este esquema.
Por ejemplo, tengo un amigo Giorgio que trabaja en una multinacional importante,
gana unos veinte mil pesos por mes, y cuando cobra entra en “mis pagos.com” y, claro,
no ven nunca el dinero porque se lo depositan, y empieza a pagar el colegio de sus hijos
(que no es un colegio bueno pero es caro porque si no no tienen lugares donde intercalar
con otros que estén en su misma situación), paga la cuota del tapado de visón de la mujer
y, por supuesto, el anillo de diamantes que le compró a la amante para que no se
enojara... En fin, cuando termina de pagar no le queda un centavo.
Según mi tía Eduviges, Giorgo es pobre, no sólo porque no tiene un centavo sino
también porque no tiene capacidad de ahorro y además está lleno de deudas por todos
lados, pero yo no me atrevería a decir que este tipo es pobre. Por su forma de vida no me
animaría a decir que es pobre.
Por otro lado, está Martincito Días Ortiz de Alvear Álzaga, que se recibió en uno de
esos colegios donde aprueba el que paga, no terminó ninguna carrera, porque había
empezado Derecho pero cuando tuvo que rendir Derecho Romano decidió que era
demasiado y abandonó, y siguió con Económicas pero el tema de la balanza cambiaria lo
aburrió, y etc., se casó y se separó, ahora vive en la casa de una de sus tías que le presta
el cuarto de huéspedes de una casa inmensa, y no tiene un peso partido por la mitad. Sin
embargo, siempre se lo encuentra en la boliches más vip donde los amigos toman
(mínimamente) champagne, entonces cuando él llega el patovica le hace la venia y lo deja
pasar; además siempre está rodeado de dos o tres modelitos porque donde está él y sus
amigos siempre hay algún periodista; y habitualmente escuchamos que está en Bariloche
u otro lado porque algún familiar le regaló un tiempo compartido... ¿Alguien se animaría a
decir que este tipo sin un mango es un hombre pobre? Ciertamente que yo no.
En un tercer lugar, está mi amigo Pedro. Pedro tiene mucha plata, que la hizo
trabajando (algunos dicen que nunca hacen la guita trabajando pero éste la hizo
trabajando), es un muy buen tipo, le gusta estudiar y además está enamorado de
Milupita. Milupita es la hija del almacenero de la esquina, una buena chica, rubiecita y
bonita, fue educada de manera muy conservadora y también quiere a Pedro; pero los
padres se oponen terminantemente a que Pedro se case con Milupita, a pesar de que hace
tres años que están de novios... ¡ah!, me olvidé de decirles que Pedro es negro.
Entonces, creo que esto que decía mi tía ya no es tan claro y simple.
A continuación, yo quiero señalar previamente que esto que voy a explicar ahora,
como en todo, tiene excepciones, es apenas un esquema básico. Muchas veces para que
algunos, mirando el plano de una ciudad confunden el mapa con la misma ciudad...
bueno, lo que yo voy a mostrar ahora es el mapa.
Lo primero es la clasificación de los estratos sociales.
En primer lugar encontramos la raza. En general, el tema de la raza es muy
importante sobre todo en algunos países como los de Sudáfrica donde no hay mezcla de
razas, es casi imposible que un hombre blanco se junte con una mujer negra y viceversa,
casi es una cuestión de repulsión mutua. El blanco, siempre fue el que lleva las riendas del
poder político y es por eso que el hombre negro necesita compensarlo con un refuerzo de
la autoestima física y moral.
En segundo término, está el apellido. La estratificación por apellido es característica
de la Edad Media, donde –por ejemplo– si te llamabas Borbón estabas arriba y si te
llamabas Del Percio estabas abajo. El nivel social era hereditario por apellido (por familia)
el hijo del rey iba a ser rey, el hijo del artesano sería artesano y el hijo del pastor sería
pastor; es así que la Iglesia –otro ejemplo- encontró un método fantástico para evitar esto
dentro de la Iglesia, que fue el celibato; porque siguiendo esta línea, el hijo del obispo
sería obispo y el hijo del curita sería curita. No digo que fue la única razón pero fue una
idea genial en ese momento.
Pero sacando el ejemplo de la Iglesia católica, podemos decir que este modelo de
estratificación es el propio de la Edad Madia. En la actualidad esto se sigue dando pero en
las tapas de la revista “Hola”.
La otra forma de estratificación es la que se da en razón del dinero. Pero a su vez
vamos a ver que este tema del dinero va a dar lugar a dos formas distintas: una cosa es
el dinero que vos tengas, es decir, el dinero acumulado y otra cosa es el dinero que vos
gastes, es decir, lo que consumas.
Nosotros estamos viviendo esta transición. No hay una ley histórica pero hay como
una especie de secuencia en la sociedad donde al principio importa la raza10; una vez que
tenemos una cierta homogeneidad racial entonces, vamos a ver que lo que importa es el
apellido y después aparece en un lugar determinado –en Europa– a partir del siglo XVI, la
importancia del dinero. Esto es un fenómeno interesante, porque hasta entonces el dinero
no era un elemento para ubicar a las personas más arriba o más abajo11.
Llega, el año 197312, un año clave por muchas razones –entre ellas, la crisis del
petróleo, la guerra de Vietnam, la revolución de los Claveles Rojos en Portugal, el ’73
argentino, Pinochet en Chile-; el ’73 es un año de cambios impresionantes. Para tratar de
afrontar estos cambios, se crea una de las instituciones más interesantes y más
relevantes de los últimos años que es la Trilateral Commission, que es donde se juntan
pensadores, políticos de Estados Unidos, de Japón y de Europa (por eso es trilateral) para
ver que hacen con occidente, por ejemplo, los tipos se preguntan que hacer con la
cuestión del petróleo, no sólo se estimulan nuevas formas de energías sino que se lanzan
una serie de políticas que terminan desarticulando a la OPEP; otro tema fue el de los
sindicatos que los jorobaban tanto y para lo cual elaborar nuevas formas de producción
que desarticulan a la sociedad en general y particularmente la modalidad laboral que
llevaba la articulación sindical. Pero lo más importante, se profundiza una tendencia que
había comenzado en Estados Unidos en el ’30, cuando Roossevelt sale de la crisis
promoviendo más consumo.
Cuando viene el fin de la segunda Guerra Mundial, EEUU tenía una gran capacidad
industrial instalada de armamento (tanques, aviones, ametralladoras, submarinos, etc.), y
la pregunta era “¿Qué hacer con todo esto?... y bueno, reconvertimos la industria. Y para
ello hay que estimular el consumo”. Para estimular el consumo hace falta una serie de
cambios tecnológicos que a partir del ’73 van a dar un corte al movimiento sindical (que
nunca fue muy fuerte en Estados Unidos), que renuevan los medios de producción a
través de las nuevas tecnologías. Gracias a la computadora, uno puede tener una
modalidad de producción donde no necesitás de la fábrica, pero además, como hay que
estimular a la gente a que consuma más entonces vas a necesitar, por ejemplo otro tipo
de mujer, no una mujer que esté en la casa teniendo hijos.
Cuando el Estado necesitaba mucha carne de cañón (ejércitos masivos) y cuando
necesitaba muchos obreros para tener en reserva y que hicieran tener los salarios a la
baja, para lo cual necesitaban una mujer con las características propias del modelo que se
imponía hasta los años ’70: caderona, mostrando que podía parir muchos hijos; blanca,
mostrando que estaba adentro de la casa; una mujer con senos importantes,
demostrando que podía amamantar; con brazos fuertes, para mostrar que podía lavar
pañales y amasar, etc.
Una estructura donde lo que se tiene que hacer es impulsar el consumo, porque
además las nuevas tecnologías permiten tener guerras sin necesidad de tener tanta “carne
de cañón” y sin tanta mano de obra, con lo cual una familia que tiene nueve o diez hijos
te plantea un problema social importante. Lo que se necesita es que las familias tengan
uno o dos hijos (de manera que no traigan tantos problemas sociales) y una pareja en la
cual consuman los dos. En una familia donde solo trabaja el varón y tienen diez hijos lo
único que se puede consumir son productos primarios. En cambio donde trabajan los dos
el producto consumido es un producto con mayor valor agregado. Esto va a generar un
montón de cambios en el mundo político, de la empresa, etc.
Entre otras cosas, esto explica el cambio impulsado en la figura femenina deseada:
en este tipo de estratificación el tipo de mujer que se necesita es que sea dinámica,
bronceada que muestra que está afuera, es decir, así como la delantera es el símbolo
anatómico de la maternidad, las piernas son el símbolo anatómico del dinamismo. Esta es
la razón por la cual la minifalda va a reemplazar al escote.
Por otro lado, la mujer va a estar compitiendo con el varón, y por eso también es
que a partir de los ’70 la mujer empieza a mirarle la cola al hombre. El caso Barreiros es
el primer caso donde aparece un desnudo masculino de espaldas destinado a llamar la
atención de la mujer. Cambia todo.
¿Por qué señalo esto? Porque algo que a uno le parece que es tan propio de sí
mismo sin embargo, estamos condicionados tan fuertemente por el sistema que hasta en
gusto sexual aparece eso que decíamos al principio, que es la sociedad haciéndonos. Uno
en definitiva es sociedad y hace a la sociedad, es una relación dialéctica.
Ahora quiero señalar cual es la relación entre esto y qué pasa con la forma de
ejercicio de poder público con la legitimación.
Si vos vivís en una sociedad donde la estratificación es por la raza o por el apellido,
significa que estás en una sociedad donde el dinero no cuenta –porque cuando el dinero
cuenta la raza y el apellido quedan afuera-, es una sociedad de tipo agraria
preferentemente o agroganadera, es decir, donde la naturaleza determina todo. Por
ejemplo, si este año me agarró la helada y me quedé sin cosecha no es que pierdo el
crédito con que compré el tractor o baja a la quiebra, sino que muy posiblemente me
muera de hambre y mis hijos se mueran de hambre. Es decir, en una sociedad como esta
me acostumbro a aceptar a la naturaleza tal cual está, por lo tanto es natural que yo diga
que si soy negrito me toca estar abajo y si soy blanquito me toca estar arriba, porque es
la naturaleza la que lo decide; es lógico que si te llamás Borbón estés arriba y si te llamás
Del Percio estés abajo, porque es la naturaleza la que determina. Uno asume como dado
por la naturaleza también el lugar propio en la sociedad. Y por lo tanto, es lógico que
pienses que el tipo que te va a gobernar, el que ejerce el poder público también lo ponga
la naturaleza. Es decir, si él se llama Borbón entonces va a reinar.
En conclusión, estamos en un ejercicio de poder público de tipo monárquico o feudal.
Y este es un tema que podemos ver claramente en la Argentina: en aquellas regiones,
como Corrientes, donde la raza sigue siendo muy importante. Por ejemplo, hace unos
años en Salta, se había organizado un pesebre donde Jesús, María y José tenían rasgos
indígenas y la gente honesta de Salta se escandalizó y armaron tal alboroto que hubo que
levantar el pesebre. Por otro lado, si vos en Salta te llamás Patrón Costas, Cornejo, etc., o
los Saadi en Catamarca, y aunque no tengas plata es más importante que otra cosa. Y las
cosas no cambian en esos lugares porque hay un núcleo duro que está dado por la
estratificación social y que va a estar muy metida en la mentalidad de la gente, se vuelve
una cuestión de lealtad.
En este tipo de estratificación, la lealtad es un valor importantísimo. En cambio,
cuando es el dinero lo que cuenta, la eficiencia reemplaza a la lealtad y lo que se busca es
un gobernante eficiente.
Por ejemplo, en un momento en Catamarca, hubo un problema con Ramón Saadi
que estaba usando la maquinaria de la gobernatura para arreglar su propiedad, y una
mujer decía que no entendía porqué le hacían lío a “Ramoncito” por usar las máquinas si
en definitiva él era el gobernador... pero que pasa, en este tipo de estratificación
(monarquía o feudalismo) cuando vos decís el tesoro de la corte ¿a quien te referís, al
tesoro del rey o al tesoro del reino? No hay diferencia.
Separar el patrimonio del reino del rey es propio de la tercer estratificación social
que mencioné.
¿Qué pasa con el ejercicio del poder público en la estratificación por lo acumulado?...
si vos tenés gente donde se ubican en la sociedad por la raza o el apellido, esto no te lo
van a robar nunca pero si en cambio tenés gente cuyo lugar en la sociedad está dado por
la plata, esta te la pueden robar. Entonces necesitás policía. Y la policía la va a dar el
Estado, es decir, seguridad ciudadana.
Si vos vivís en una sociedad agraria o minera, lo más probable es que no haya
conflictos de difícil situación y si los hay siempre va a haber un tipo que los va a
solucionar.
En capitalismo moderno el individuo necesita reglas claras, es decir, necesita
legisladores y jueces que también los provee el Estado. Finalmente no podés vivir en una
sociedad donde las guerras de religiones no te permiten comerciar, donde los reinos
vecinos se maten y entonces necesitás un ejército fuerte que ponga orden adentro.
Entonces necesitás las tres seguridades: seguridad ciudadana, seguridad policial (con el
ejército) y seguridad jurídica.
Con esto, va a aparecer la industria y se va a necesitar la cuarta seguridad que es la
seguridad social, para que estos obreros no armen demasiado barullo y tenerlos
tranquilos. Es así que Bismark en Alemania va a decir que se debe bajar la jornada laboral
y etc. para que los obreros no se junten con los comunistas y demás.
Estas van a ser las cuatro patas del Estado que van a ser las cuatros seguridades. En
otras palabras, tenemos aquí al estado-nación moderno.
¿Qué pasa con el sector de lo “gastado” y con cada una de estas seguridades? ¿Qué
pasa con la seguridad policial? Y, hace agua por donde la mirés. Vamos a ver dos
ejemplos en dos estratos muy distintos de la sociedad y dejamos el espacio en el medio
para que se imaginen ustedes.
Arriba: un señor en una sociedad estratificada en función con lo que se acumuló, es
decir, una sociedad donde mal que mal se conocía porque vivían en el mismo barrio
(además porque el trabajo se mantenía13). Hoy las características laborales no permiten
mantener toda la vida un mismo trabajo y eso hace que uno se mude, la tendencia es que
muy difícilmente una persona viva más de diez años en el mismo barrio, y si vive más
tiempo sus vecinos le cambiaron, es decir, no hay una relación estrecha con los vecinos.
Segundo, la tendencia es que uno no trabaje más de cinco años en un mismo lugar14, esto
implica también no tener conocidos tampoco en el trabajo. Por otro lado, está el tema de
que la mujer también trabaja y por ello, la situación misma relacional de la mujer ha
cambiado porque tiene fácil acceso a varones de su mismo nivel sociocultural y encuentra
pareja cuando quiere15, con lo cual los matrimonios tampoco son para siempre –tanto la
mujer como el hombre pueden encontrar otra pareja en la facultad, en la oficina, etc. –
Entonces, el individuo no tiene la misma gente viviendo en el barrio, no tiene los
mismos compañeros de trabajo y muchas veces no tiene ni siquiera la misma pareja, y
esa así como no tiene nadie que lo conozca, no hay nadie que lo re–conozca, una mirada
que lo conozca y donde él se encuentre conocido.
En conclusión, lo que queda del individuo frente a esto es que, el individuo cuando
pueda mostrar donde está (y estamos en una sociedad donde lo que importa es lo que vos
consumís) y lo que hace es mostrar que consume cosas caras –la marca de las zapatillas,
la marca de la pilcha, la marca del auto– para mostrarlas. Porque al no haber mirada de
los otros que lo reconozca, el tipo ni siquiera muestra lo que es, sino que directamente es
lo que muestra, el tipo que es el BMW, o las zapatillas Nike.
Entonces pasamos al tema de la seguridad. El tipo que sabe que cambió de barrio,
de trabajo y que hizo dos o tres desfalcos y que ahora se baja del Alfa Romeo, empilchado
como no se qué y que si a la mujer que tenía no le gusta esto, él se levanta a una
modelito y andá a cantarle a Gardel. Esto es lo que pasa en razón de lo acumulado.
Ahora, en el ejemplo de abajo, la señora que se viene de Santiago del Estero para
acá con el gurisito que tenía cinco años. Cuando el pibe cumplió los doce años, la mamá
ya se mudó un par de veces –o bien de villa o bien de lugar dentro de la misma villa–,
pasó de uno a otro colegio, su madre cambió varias veces de pareja... este chico no tiene
la mirada de alguien que le permita reconocerse de alguna manera pero sí tiene la
demanda de la sociedad de que consuma. De hecho, la nenita de enfrente no le va a pasar
bola si no tiene las zapatillas Nike, aunque viva en la villa.
Entonces, en esta otra forma de estratificación, estamos en una sociedad donde le
exigimos a este chico de la villa que consuma muy por arriba de sus necesidades pero no
le decimos cómo.
Lo que es sorprendente es que tengamos tan pocos jóvenes delincuentes y lo que es
aberrante es la hipocresía de nuestra clase alta de pedir más y más seguridad y ponen
cualquier cantidad de plata para seguir generando un sistema donde lo único que se
promueve es el consumo.
En fin, no hay seguridad policía porque no hay policía que aguante. En países donde
la estratificación se da de esta manera se dan dos formas de solución: una es agregar más
cárceles (como en EEUU) y meter a todos los negritos adentro por las dudas. Y la otra es
dar subsidios (como en Europa), sobre todo los subsidios al agro para que la gente siga
viviendo en el pueblo donde está y no se vengan a las ciudades grandes generando este
caos. ¿Qué pasa con la seguridad jurídica? Bueno, con las nuevas tecnologías, etc. etc. no
permiten que los jueces respondan a las demandas de la sociedad16, con lo cual resuelven
mal. Es decir, hay una crisis de la seguridad jurídica. Y ni hablemos de la crisis que tienen
los legisladores que tienen que lidiar con una complejidad y una celeridad y no están
aptos.
En resumen, crisis de la seguridad ciudadana, crisis de la seguridad jurídica, crisis de
la seguridad militar, y crisis de la seguridad social. Es decir, las cuatro seguridades que
fundamentan el Estado se fueron al diablo.
En conclusión, hoy solamente vamos a poner aquí un signo de interrogación.
Ahora, solamente voy a mencionar lo que pasa con la legitimación:
Si vos estás en una sociedad donde lo más importante es la raza o el apellido (a vos
te viene desde atrás y vos se la vas a heredar a tus descendientes), es decir, que el
pasado tiene un lugar relevante.
Con lo cual, en función de legitimación la tradición tiene un papel importantísimo.
Ahora, la tradición no se sustenta a sí misma sino sólo para cosas más o menos banales.
Esa tradición suele remontarse hacia un pasado mítico (los primeros de nuestro apellido se
emparentaban con los dioses, como Julio Cesar, etc.) es decir, la tradición termina
respaldándose en la religión17. Lo que digo es que la estructura de dominación puede
endilgarle a la religión el uso de la legitimación.
Pero que pasa cuando lo más importante es el dinero. No hay una religión que pueda
funcionar ahí y además no puede dar cuenta del dinamismo que se requiere para solución
el problema de las instituciones, con lo cual vamos a tener la ley. Es decir, lo que va a
legitimar según lo acumulado es la ley.
Pero la ley tampoco se sostiene a sí misma, necesita algo que la sustente. Que va a
ser la ideología. Las leyes que respaldan a la propiedad privada van a ser sustentadas ya
sea por la ideología liberal o las colectivistas (como la marxista), etc.
Pero, igual que antes, cuando lo importante es lo gastado, la ideología no se
sustenta. Y nuevamente aparece un signo de interrogación. Porque para que se sustente
la ideología hace falta que haya cierta coherencia (gente que se conozca para poder
discutir sobre lo mismo).
Entonces, para terminar quería señalar una cosa respecto a América Latina: por
ejemplo, esta relación donde la burguesía pedía seguridad y la proporcionaba el Estado se
da fundamentalmente en EEUU y en Europa; pero el caso de América Latina es diferente
porque el Estado es quien crea la burguesía. Que es el caso de la Argentina, donde
primero tuvimos el Estado y fue el Estado el que dio créditos, fomentó la industria, etc. en
conclusión el Estado creó a la burguesía.
Esto plantea muchas cosas, entre ellas, la ajenidad que nosotros tenemos con
respecto a la ley; no es lo mismo ver el europeo que dice -“el Estado es mío, yo pago
estos impuestos porque el Estado me responde a mí, y por lo tanto cumplo la ley por eso”,
que ver el caso nuestro donde es el Estado el que hace la burguesía y el hijo tiende a
separarse del padre. Si a eso vos le sumas el problema de los golpes de Estado que tiende
a deslegitimizar más la cosa, es decir, entramos en una rueda donde tenemos países que
están al margen de la ley comparados con Europa o Estados Unidos.
Hay otras razones pero sería muy largo de explicitar.
Otra, nada más que para mencionarla, en los países protestantes la ley tiene más
importancia que en los países católicos porque la constitución y la ley ocupan el lugar de
la Biblia. Y para el protestante la Biblia es lo más importante, distinto de los católicos para
los cuales la tradición y el magisterio –no sólo la Biblia– son lo más importante.
Hay otra diferencia, cuando vos ves que la ideología es el sustento de la religión, hay
que ver que religión tenés para ver qué ideología aparece en sus instituciones. Por
ejemplo, en el año ’83, en Argentina, se había vuelto a la democracia y con lo cual los que
nunca habíamos militado en política nos metimos de cabeza. Yo no me perdí un solo acto
político, que consisten en un hombre que habla, frases cortas muy efectivas, con mucha
carga afectiva, mucha iconografía (Perón y Evita, Irigoyen y Alem, etc.), mucho canto,
mucho bombo. Cuando viajo a España en el año ’84, y el primer acto al cual voy, un
socialista daba una conferencia con Enrique Galván: era un profesor sentado en un
auditorio grande, el tipo da su conferencia, la gente aplaude al final y se van. Y así, noto
que esa es la modalidad de Europa.
La academia europea explica esta diferencia diciendo que América Latina es
“populista”, significando esto para ellos que no hay doctrina. Por ejemplo Perón, escribió
la Comunidad organizada, etc. pero compárelo con la composición de Marx –por ejemplo–
... Pero qué pasa, nosotros somos herederos de otro tipo de religión. Ellos heredaron una
religión con enormes desarrollos teológicos, primero de los benedictinos. Pero los
benedictinos llegan a América Latina recién en la segunda mitad del siglo XIX, con este
asunto que se le ocurre a Felipe II de que las Indias eran tierra de misión y no de
contemplación. Lo cierto es que los benedictinos no vienen y los dominicos y los
franciscanos que vienen a América Latina, no son aquellos que pueden dar el aporte
teológico. A los jesuitas los echan cada dos por tres.
En fin, no es casual que nosotros seamos más litúrgicos que teológicos, es decir,
somos distintos.
Bueno, el tema daría para más pero eso sería larguísimo.
Muchas gracias.
*
El presente texto fue tomado de la desgravación de la exposición efectuada en Buenos Aires el 26 de Octubre
de 2005 y no fue corregida por el autor.
1
Después vamos a ver, en el concepto de desarrollo a secas, que fue propio de la década de los ’70, la idea de que había un
grupo de países desarrollados y que los otros países (de alguna manera, a través de la industrialización) iban a alcanzar ese
nivel de desarrollo y se los llamaba subdesarrollados, y es un concepto erróneo porque en realidad, la palabra desarrollo
viene desde Aristóteles (uno de los primeros que la usa) porque los libros antes eran con rollos y no con hojas, entonces el
desarrollo era ir leyendo, es decir que lo contrario de desarrollo es arrollado... entonces habría países desarrollados y países
arrollados, entre los cuales estaríamos nosotros
2
Eso tiene que ver con un serio prejuicio de los economistas, que son una tribu muy primitiva porque son animistas, creen que
las cosas tienen espíritus... yo he escuchado a economistas hablar del comportamiento del dólar o la conducta de los
mercados creyendo que estos se comportan por sí mismos. Entonces, ante estos es lógico que el tipo diga “miren estos
indicadores de desarrollo económico, qué maravilla” total los hombres son otra cosa... lo importante es el comportamiento de
estas cosas con almas.
3
Viene a ser el organismo del centro, más o menos dentro de lo que es el esquema de Naciones Unidas.
4
Estoy pensando para los que vienen del ámbito de la economía o de la filosofía política y demás, recordarán el nombre de
Fojaibe algunos recordarán a Álvaro Alsogaray... ésta era la corriente.
5
Famosa frase de Mussolini.
6
Acciden: significa lo que te ocurre. Accede: significa acceder, agarrar. Cuando uno es accidental no podemos distinguir entre
lo que te ocurre y lo que accedes. Utilizo el accidentado porque se accede a otra cosa.
7
No propiamente la de Marx. Marx era mucho más inteligente y sutil de lo que los libros suelen decirnos del Marxismo, lo que
pasa es que como toda idea que es instrumentada políticamente una vez que se requiere que esa idea sea fácil para ser
transmitida se la simplifica, y al simplificarse se pierde la riqueza. Y se le hace decir a Marx que la economía es la que
explica todo. Esto va a ser tomado por muchas corrientes liberales que explican todo a partir de la pura economía.
8
Mi maestro, Juan Carlos Zamusa, decía siempre que el gran problema del siglo XX es que lo vio siempre a Weber como el
gran contradictor de Marx porque estuvo atravesado por las guerras ideológicas y entonces también se lo usa a Weber
ideológicamente.
9
Acuérdense de la década del ’90.
10
Esto tiene que ver generalmente con conquistas entre naciones donde una raza se impone a la otra.
11
No vamos a hablar acá de todo el desarrollo de la modernidad, de cómo aparece esto, pero si quiero señalar que tiene una
importancia capital la deuda externa que Europa contrae con América Latina, es decir, la cantidad de oro y plata que
nosotros voluntariamente les prestamos entre 1492 y 1825 se calcula que con los intereses de un año de ese prestamos,
recontra pagamos nuestras deudas externas. Pero bueno, Europa tiene plata y se manifiesta también en la estratificación
social.
12
También hay otro año, 1971, que si bien no fue tan relevante como el ’73, pero hay un tema que jugó de manera muy
importante: en noviembre de ese año, Nixon declara la inconvertibilidad del dólar y lo hace efectivo en el ’73.
13
En esta época uno entraba a trabajar en una oficina, o abría un estudio jurídico o un kiosco y duraba toda la vida ahí.
14
De hecho, un curriculum de una persona que estuvo siempre en la misma empresa es menospreciado, cuando en una
generación anterior era todo lo contrario, porque mostraba lealtad, eficiencia, etc.
15
Anteriormente, la mujer al estar en la casa no tenía más remedio que aceptar esa vida (aunque no le gustara) y la pareja era
para toda la vida, porque si se iba no tenía donde ir.
16
Por ejemplo, un señor estaba casado con una mujer, ahora se separó y se casa con otra que a su vez tenía hijos de un
hombre anterior. ¿cómo se llama el vínculo que tienen los hijos del hombre con los hijos de la nueva pareja? No se sabe, no
tenemos un nombre para esto. Con lo cual ¿le podemos pedir a un juez de familia que resuelva sobre un tema del cual ni
siquiera podemos darle un nombre? Y encima, jueces de familia que son desastrosos porque seguimos formando jueces con
los principios del siglo pasado.
17
No digo de ninguna manera que esta sea la función de la religión, la función que tiene es re–ligar al hombre con Dios.

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