El documento clasifica los procesos de producción según tres factores: 1) tipo de producto (bienes tangibles o servicios), 2) disponibilidad del producto (producción contra stock o bajo diseño), y 3) tipo de flujo del producto (con o sin circulación). Los procesos de servicios se gestionan de forma diferente a los de fabricación debido a que los servicios son intangibles, irrepetibles y a cíclicos, y no pueden almacenarse.
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El documento clasifica los procesos de producción según tres factores: 1) tipo de producto (bienes tangibles o servicios), 2) disponibilidad del producto (producción contra stock o bajo diseño), y 3) tipo de flujo del producto (con o sin circulación). Los procesos de servicios se gestionan de forma diferente a los de fabricación debido a que los servicios son intangibles, irrepetibles y a cíclicos, y no pueden almacenarse.
El documento clasifica los procesos de producción según tres factores: 1) tipo de producto (bienes tangibles o servicios), 2) disponibilidad del producto (producción contra stock o bajo diseño), y 3) tipo de flujo del producto (con o sin circulación). Los procesos de servicios se gestionan de forma diferente a los de fabricación debido a que los servicios son intangibles, irrepetibles y a cíclicos, y no pueden almacenarse.
El documento clasifica los procesos de producción según tres factores: 1) tipo de producto (bienes tangibles o servicios), 2) disponibilidad del producto (producción contra stock o bajo diseño), y 3) tipo de flujo del producto (con o sin circulación). Los procesos de servicios se gestionan de forma diferente a los de fabricación debido a que los servicios son intangibles, irrepetibles y a cíclicos, y no pueden almacenarse.
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1.3 CLASIFICACIÓN DE LOS PROCESOS DE PRODUCCIÓN.
La gestión de los procesos productivos tiene unos principios básicos aplicables
Cualquiera que sea el modelo de producción. Sin embargo surgen diferencias Atendiendo a los siguientes factores El tipo de producto. En este caso los sistemas de producción se dividen entre los que producen Bienes, o prestan servicios. La disponibilidad del producto. Se puede fabricar para almacenar, o fabricar para cubrir exactamente lo solicitado Por la demanda. Tipo de flujo o circulación del producto dentro del sistema productivo. Puede haber procesos en lo que no haya circulación del producto o flujo, Como ocurre en las fabricaciones de aeronaves, etc. También puede haber procesos en lo que el producto circula a lo largo del Proceso para recibir las operaciones necesarias. Dentro de estos, a su vez, puede haber procesos en los que se repite permanentemente Este flujo o circulación, como ocurre en la industria de ensamblado De vehículos y también puede suceder que dicha repetición ocurra Pero sin carácter de permanencia. Veamos las peculiaridades de los procesos según estos factores.
1.3.1 TIPO DE PRODUCTO.-
Según el producto los procesos se clasifican en:
Los que producen bienes tangibles o Fabricación. Los que producen bienes intangibles o Servicios Adelantemos que el producto por esencia en los servicios son atenciones a los Clientes, aunque a veces ello comporte la cesión o manipulación de bienes, Como es el caso de la restauración, la venta, servicios hospitalarios, etc., en los Que la mercancía es sólo un vehículo para prestar esa atención. Los servicios presentan tres cualidades básicas. Intangibles. No pueden almacenarse. Irrepetibles. No hay dos productos iguales. A cíclicos: La producción se realiza cuando surge la demanda y el tiempo Requerido para producir una unidad nunca es el mismo. Por tanto, son productos muy individualizados, pues no hay dos iguales, ya Que cada persona requiere el suyo, y muy perecederos, puesto que su ciclo de Vida es sumamente corto. Esto hace que no sean aplicables ciertos aspectos típicos de la fabricación, lo cual no quiere decir que sean más o menos complejos de gestionar, simplemente son diferentes. Estas diferencias entre la gestión de servicios y las fabricaciones pueden sintetizarse en los siguientes criterios: Inventarios: Los procesos de bienes tangibles, si lo desean, pueden contar con inventarios de productos. En los servicios no hay esta posibilidad. Las necesidades de capacidad: Este punto es consecuencia del anterior y puesto que aún no hemos dicho qué se entiende por capacidad productiva, diremos que es la cantidad de recursos, principalmente fuerza laboral y maquinaria, que están disponibles en el proceso. 10 Todo proceso de producción ha de estar dispuesto a suministrar las cantidades de productos finales que se demanden en todo momento, para ello dispondremos de dos posibilidades: una, emplear los inventarios para mantener una capacidad de producción estable, de manera que cuando la demanda cae por debajo de la capacidad, nos encontramos produciendo para el almacén -lo que queda indicado en la figura por las partes del ciclo que tienen un signo “mas”- y al contrario, cuando la demanda de productos finales supera la capacidad, aquellas cantidades que no alcanzamos a producir se obtienen del almacén, corresponden a las partes del ciclo indicadas con signo “menos”. De lo dicho se puede deducir, que cuando se dispone de productos tangibles, y por tanto es factible almacenarlos, el proceso se puede diseñar para una capacidad que cubra una supuesta demanda media, señalada en la figura con una recta. Pero es obvio que nunca se podrá contemplar esta estrategia en los servicios, ya que carecen de stocks. Por lo que en estos, habría que diseñar el proceso para abastecer un cierto nivel de demanda y modificar la capacidad según evoluciona ésta. Aclararemos que el uso de los inventarios en las fabricaciones es un método tradicionalmente empleado en estos sistemas productivos para equilibrar la producción con la demanda, aunque no quiere decir que sea el único y en algunas ocasiones el mejor. Volviendo a nuestra figura anterior diremos que, los Servicios al no tener stocks, obligatoriamente tienen que seguir una permanente estrategia de seguimiento, o "caza de la demanda", por medio de una continua modificación de la cantidad de recursos empleados en el proceso. En aquellos servicios muy estacionales, es decir con fuertes cambios en la demanda según las épocas anuales, se opta por mantener un mínimo de capacidad y contratar temporalmente la cantidad de recursos necesarios para hacer frente a la demanda y devolverlos después cuando la demanda ha caído por debajo de un mínimo.
El control de calidad: En el caso de los procesos fabriles el producto se entrega
Al consumidor después de un control todo lo exhaustivo que se quiera. P = Producción D = Demanda Cantidad de producto 11 Por el contrario, en los servicios esto no es factible, más bien es el propio Cliente, quien al recibir el producto según se realiza, hace las “funciones de inspector" de calidad. Aunque la calidad del servicio puede medirse con criterios objetivos mediante encuestas, el hecho de que el “producto”, no esté previamente producido hace que los servicios basen su gestión en la satisfacción de las expectativas de los clientes y que ciertos aspectos típicos de la fabricación no sean aplicables. La secuencia, u orden, de procesado del producto, que en los servicios sigue, por lo general, la regla “primero en llegar, primero en ser servido” (FCFS) mientras que en la fabricación se aplican reglas más arbitrarias, pero más eficientes. La localización de los procesos: Las fábricas suelen estar en zonas especiales, lejos del punto de consumo. Los servicios por el contrario, puesto que operan con productos extremadamente perecederos, necesitan estar cerca del punto de consumo. Los modelos de gerencia: Los adoptados por las fabricaciones son claros y separados; es decir, existen funciones separadas, por ejemplo entre el director de producción, el director comercial, etc. En los servicios estos papeles suelen estar difuminados y mezclados. Las inversiones: Los activos son, comparativamente, mayores en los procesos fabriles que en los servicios; en estos mas bien las inversiones se basan en la fuerza Laboral. Dicho de otro modo, los procesos que fabrican son intensivos en capital, mientras que los servicios son intensivos en mano de obra. 1.3.2 DISPONIBILIDAD DEL PRODUCTO Atendiendo a la disponibilidad del producto las diferencias que surgen en los sistemas de producción son: Si el cliente necesita el producto con más rapidez que lo que se tarda en producir. Para que el cliente no espere, en estos casos han de estar disponibles ciertas Cantidades de producto, es decir, se necesitan inventarios de productos Finales. Estas producciones se denominan Producciones Contra-Stock (MTS) 12 Son múltiples los ejemplos de sistemas productivos que mantienen un stock de productos para atender a sus clientes como las tiendas minoristas, en las que el producto se halla disponible en las estanterías, refinerías. etc. Producir de esta manera exige: Prever el comportamiento futuro del mercado. El producto tiene que estar acabado antes de que ocurra la demanda. Abaratar en lo posible el coste unitario del producto. Los costes de stock deben ser bajos Conviene resaltar que todo pronóstico siempre está sujeto a errores, por lo que uno de los problemas que enfrentan estos sistemas, de manera permanente, es la determinación de los niveles de stock idóneos para, ni desabastecer la demanda, ni excederse en los costes de los inventarios. De hecho son estas empresas las que presentan mayores dificultades para reducir los stocks sin dañar, por ello, el servicio al mercado, es decir la disponibilidad. En cualquier caso, dado que los costes de los inventarios están relacionados con el coste unitario de los productos, es lógico que se busque fabricar productos de bajo coste unitario. De manera que otra característica de este tipo de empresas es la estandarización del producto o, desde otro punto de vista, poca variedad, por lo que las operaciones productivas se repiten con mucha frecuencia, es decir, son sistemas de alta eficiencia en el uso de los recursos. Por las razones antedichas, estas empresas deben mantener las siguientes Estrategias. Reducir el ciclo de permanencia del producto en el proceso, desde su entrada en el proceso cualquiera que sea el grado de acabado hasta su salida. Simplificar la composición del producto. Un producto simple tarda menos en fabricarse. En aquellos casos en lo que sea necesario producir cierta variedad, se debe combinar la producción contra-stock con un sistema de producción por ensamblado de módulos, según se indica más adelante. Si el cliente necesita el producto con más rapidez que lo que se tarda en producir. El cliente espera, porque quiere un producto exclusivo, lo que hace que la producción sea Bajo Diseño (MTO) En las producciones exclusivas o bajo diseño, el cliente desea un producto único, de manera que es imposible mantener un stock de productos finales, por esta razón la gestión de inventarios no es un problema en este tipo de producciones. 13 Tampoco es posible disponer de recursos con un grado de especialización tal, que sean capaces de tratar productos diferentes, esto hace que los recursos necesarios en cada momento se subcontraten Como no forman parte permanentemente del proceso, hay que definirles las fechas de comienzo de sus tareas, de manera que el estudio de inicio y finalización de tarea es otro de los aspectos de la gestión. Es lo que se conoce como programación temporal. Lo importante es acortar el plazo que el cliente tarda en disponer del producto. Por lo que la gestión se debe encaminar a que todos los recursos se hallen disponibles en el momento oportuno en que se necesiten y de esta manera ahorrar tiempo. Estos sistemas deben basar su estrategia, por tanto, en el cumplimiento puntual de las tareas, ya que la incertidumbre generará más coste y prolongará el tiempo necesario para acabar el producto. El cliente elige un producto de un catálogo entre diversas opciones presentadas (ATO) La gestión de los sistemas que hacen posible esto se conoce como Producción por Ensamblado. En las producciones por ensamblado se realizan múltiples productos basados en módulos acoplados, lo que corresponde a las opciones ofertadas. La posibilidad de mantener un stock con todas las combinaciones de módulos como productos finales es inviable. Por ejemplo, si una empresa se dedica a la fabricación de ordenadores puede ofrecer en su catálogo modelos de ordenadores de manera que el cliente elija una combinación cualquiera entre las siguientes opciones. 8 tipos de placa base. 4 tipos de caja. 2 tipos de disquetera. 10 tipos de disco duro. 6 tipos de pantalla. Si/No, lector reproductor de CD-ROM 5 Tipos de teclado. Si/No, tarjeta de sonido. Las posibles combinaciones de módulos nos obligaría a disponer de 8 · 4 · 2 · 10 · 6 · 2 · 5 · 2 = 76.800 modelos diferentes de productos finales. Si nos decidimos por un sistema productivo que fabrique contra-stock deberemos mantener las unidades necesarias de cada combinación para abastecer a la demanda. La imposibilidad de tal alternativa obliga a pensar en un sistema distinto. En lugar de productos finales mantendremos es stock los módulos que los conforman, lo que supone un total de 8 + 4 + 2 + 10 + 6 + 1 + 5 + 1 = 37 14 productos diferentes en stock, de manera que, cuando surge la demanda, tomamos los módulos les añadimos unas pocas materias primas para su ensamblado y se tienen todos los productos finales deseados por el cliente. Los módulos se pueden fabricar, o adquirir en su totalidad o en parte, es decir, estaríamos ante un sistema de producción contra-stock que compra o fabrica módulos según estimaciones de la demanda de producto final. De manera que la producción por ensamblado se compone de dos partes una producción contra-stock –si así se desea– y una fase de ensamblado sobre pedidos en mano, que se llama Programa de Ensamblado Final (FSA). Estaríamos ante un sistema mixto formado por los dos anteriores. Estos procesos producen productos poco estandarizados, o con cierta diversidad entre ellos, con costes unitarios relativamente bajos Dado que se fabrican múltiples productos, la organización de los recursos es el punto más difícil de estos procesos, de manera que, puede ocurrir y ocurre con frecuencia, que varios recursos son solicitados para operar productos diferentes. Por tanto, la gestión de estos sistemas se debe basar en evitar, o resolver los múltiples cuellos de botella –recursos saturados– que se originarán en la fase de ensamblado. Precisamente, es aquí donde ha de hacerse hincapié en la estrategia de la gestión, es decir, en utilizar al máximo los mínimos recursos sin por ello perjudicar las fechas comprometidas con los clientes. Dado que estos sistemas son capaces de producir variedad con niveles aceptables de cantidad, es por lo que son objeto de mejora y estudio más detallado.