Religion
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2 – 9° - PRIMER PERIODO
PENSAMIENTO SOCIAL
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Autores
Lic. Yolanda González
Lic. Sandra Patricia Angulo
Lic. Aida Mercedes Padilla
Lic. Fernando Veitia O.
Lic. Héctor Fabio González
TABLA DE CONTENIDO
0. INTRODUCCION 2
RECOMENDACIONES
DOCENTES
TOMA NOTA:
TIEMPO DE EJECUCIÓN
7:00 -830 AM 9.3 -9.2 9.1 -9-4 9-5 9.3- 92 9.1-9-4 9.5
8:50 – 10:20 AM 9.1 -9.4 9.5 9.3-9.2 9.1- 9.4 9.5 9.3 -9.2
10:40 – 12:00 AM 9.5 9.3-9.2 9.1 -9.4 9.5 9.3 -9.2 9.1 -9.4
PLAN DE EJECUCIÓN
ACTIVIDADES FECHA
Socialización de la temática a tratar en la guía No 2 Marzo 17
Retroalimentación de actividades 1, 2 y 3 (Ética y Valores) Marzo 24
Retroalimentación actividad 4 (Cátedra de Paz) Abril 7
Retroalimentación actividad 5 (Educación Religiosa) Abril 14
Retroalimentación actividades 6, 7 y 8 (Ciencias Sociales) Abril 21
Autoevaluación Coevaluación y Heteroevaluacion Abril 28
REFERENTES DE CALIDAD
Grado
6 Trabajo presentado al profesor(a),
Nombre del pensamiento
ACTIVIDAD 2 Lee el texto “la fiesta del futbol” y analicemos otro escenario de la vida
social, en donde se puede evidenciar como ese sentimiento de identidad y
pertenencia, en este caso por un equipo de futbol, genera en muchas ocasiones
episodios de conflicto social.
7 DEL FÚTBOL
LA FIESTA
Mi papá ha sido siempre un gran aficionado al fútbol. Desde pequeño, me lleva al estadio a ver
jugar a Alfa 53, el equipo del que somos hinchas.
. Hace seis meses conocí en el estadio a unos muchachos que me cayeron muy bien. Como
siempre nos encontrábamos en los partidos, nos hicimos amigos. Ellos son de una de esas
barras que si entiende lo que es ser hincha de verdad.
Desde que estoy con ellos, a la salida del estadio, nos peleamos con los hinchas de Orión, el
equipo rival de la ciudad. Por eso, las últimas veces he llegado a la casa con algunos golpes.
--Te he dicho que no me gusta que te pelees. Creo que no deberías ir más al estadio, -dijo mi
mamá la última vez que llegué de un partido.
- El fútbol es parte de nuestra identidad nacional. Debemos apoyar a nuestros equipos. Pero
eso no quiere decir que debamos agarrarnos a golpes. No entiendo por qué las barras se
agreden -así, dijo mi papá con preocupación.
- ¡Es tu culpa! Tú le enseñaste a ser fanático de ese equipo y, ¡mira!, ahí tienes las
consecuencias. Un día de estos lo van a herir o vamos a tener que sacarlo de una estación de
policía, respondió mi mamá, que estaba bastante molesta.
- ¡No, señora! Yo le enseñé a amar a Alfa 53. Nunca le dije que se podía agredir a la gente.
Martha, tú sabes que a mí nunca me ha gustado la violencia
Con todo, ya se estaba complicando la situación en mi casa. Cada vez que hablábamos de
fútbol, terminábamos peleando entre todos. ¡Lástima! Antes gozábamos mucho los partidos.
Una semana después me encontré con William, el líder de la barra, para organizar lo del
próximo partido y le conté lo que pasaba en mi casa:
– Hermano, creo que no voy a poder ir al partido. En mi casa están preocupados por la
violencia y mi papá ya me dijo que pensaba no darme plata para la boleta.
- Pero es que los padres no entienden que esto es una cuestión de honor. Los del otro equipo
les han pegado a nuestros amigos. Incluso, trataron de pegarle al arquero de Alfa 53 después
del partido pasado. ¡No podemos permitir que nos la dediquen! Tenemos que defendernos y
enseñarles quiénes somos, me respondió, y a continuación agregó-. Por lo de la boleta, no se
preocupe. Yo le consigo una.
Dos días después fue el partido. Aunque mis padres no me dieron la plata para la boleta ni el
permiso, me fui para el estadio. Ese día perdimos. Estábamos muy bravos porque un jugador
del otro equipo lesionó a nuestro delantero estrella. ¡Fue por eso que ganaron!
Al mes siguiente hubo un partido de Orión contra Alianza, el equipo de la ciudad vecina. Ellos
sí que son nuestros enemigos. Toda la vida nos hemos enfrentado. Por eso decidimos aliarnos
con los de Orión, para que los del Alianza supieran quiénes somos los de esta ciudad.
- Mire, yo sé que no nos entendemos. Pero, ¡piense! Es por defender el honor de la ciudad.
Créame que debemos ponernos de acuerdo para que los de Alianza aprendan a respetar - dijo
William, hablando con el líder de la barra de Orión
8 nos contó el acuerdo al que habían llegado. –
Después
Debemos unirnos contra el enemigo común. Más adelante, le mostraremos a Orión quién es el
mejor – dijo, explicándonos por qué íbamos a apoyar al equipo con el que tanto peleábamos.
En el partido, Orión humilló al Alianza. A la salida quisimos demostrarle a sus hinchas quiénes
éramos. Lo que nunca imaginé era que Carlos, un amigo de mi colegio, fuera de la barra del
Alianza. Cuando nos encontramos frente a frente, en la mitad de la gresca, ninguno supo qué
hacer. Nos miramos y, en medio del desorden, simplemente cada uno cogió por su lado.
'- Jairo, – me dijo William cuando llegamos a la sede de la barra – vi que no quiso pegarle a uno
de esos. Eso no estuvo bien. La pelea es contra todos, sin excepción. ¡Son todos unos
desgraciados!
- ¡Pero nada! Usted tiene que ser leal con nosotros, que somos sus amigos, intervino de nuevo
sin escucharme siquiera.
Ese día llegué pensativo a la casa. El lunes siguiente cuando me encontré en el recreo con
Carlos, nos quedamos mirando. Sin decir nada, cada uno cogió por su lado. Estaba tan
confundido que esa noche decidí contarle a mi papá lo que pasaba:
- Me da lástima perder la amistad de Carlos. La pasábamos muy bien. Pero si sigo hablando con
él voy a tener problemas con la gente de la barra y ellos también son amigos míos.
-De la violencia no vas a sacar nada bueno. Debes retirarte de esa barra o vas a tener serios
problemas.
-- Pero yo no quiero perder a mis amigos. ¿No puedo hacer nada diferente a salirme? - le
pregunté.
Ayer vi un programa de televisión donde hablaban del problema de las barras bravas y decían
que -- Pero yo creo que Jairo tiene razón- dijo Ángel, que querían ayudar para que parara la
violencia - me comentó-.
- Podemos buscarlos y ver cómo podemos, ayudar para que el fútbol vuelva a ser un
espectáculo seguro.
– Me parece una buena idea. Como dices, hablando se entiende la gente - respondí
emocionado.
Al día siguiente busqué a Carlos. Le dije lo mal que me sentí cuando me encontré con él en la
pelea y le conté la propuesta que teníamos con mi papá. Aunque al principio no estuvo muy
convencido, finalmente dijo que nos apoyaría, que él conocía al líder de las barras del Alianza y
que hablaría con él.
Días después fuimos mi papá, Carlos y yo, al canal de televisión. Fidel, el periodista que nos
recibió, estuvo de acuerdo en ayudar en una campaña contra la violencia en el fútbol. Nos
encargamos cada uno de hablar con el líder de una barra y quedamos en vernos unos
días después.
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-¡Qué milagro verlo! Estaba perdido. Ya estábamos pensando que nos había abandonado, dijo
William al verme llegar a la sede de la barra.
- William, necesito hablar seriamente con usted. He estado pensando y no me gusta lo que
está pasando después de cada partido.
Yo amo el fútbol y soy hincha de Alfa 53, pero no creo que por eso deba golpear a los hinchas
de los otros equipos.
Me parece que deberíamos buscar alternativas. Ya tenemos muchos heridos y no falta nada
para que hasta muertos se den en esas peleas – dije atropelladamente, tratando de evitar que
callara.
- pero yo creo que Jairo tiene la razón – dijo ángel, que había escuchado todo.
Así se fueron uniendo varios de mis amigos y, finalmente, William no tuvo más remedio que
ceder.
¡Está bien! Vamos a hablar con ellos. Pero si nos atacan, nos defendemos - agregó finalmente
en tono advertencia.
Fidel, aprovechando su credibilidad como periodista deportivo, se reunió por separado con los
líderes de cada una de las barras para escucharlos.
Cuando intentaron justificar sus acciones poniéndose en la posición de víctimas, él les mostró
unos videos donde se veían sus acciones. Esto resultó muy importante porque nos vimos a
nosotros mismos más allá de nuestro punto de vista e interesado.
Días después, se hizo un programa en el que participamos algunos miembros de las barras.
Nos dimos cuenta que lo importante no era quién había comenzado. Sino las consecuencias
que nuestras acciones tienen. Al final del programa, todos llegamos al compromiso de no
agredirnos. Incluso, nos comprometimos a no cantar cosas que fueran ofensivas para el equipo
contrario. - Ahora he vuelto con mi papá al estadio y mi mamá nos acompaña algunas veces.
No sé si el fútbol sea parte de la identidad nacional, pero he empezado a comprender que,
como lo dijo mi papá, puede ser una fiesta que disfrutemos todos.
ACTIVIDAD 3: CON BASE A LA LECTURA “LA FIESTA DEL FUTBOL” RESPONDE LAS SIGUIENTES
PREGUNTAS Y PREPARATE PARA ENTABLAR UN DIALOGO CON SUS DEBIDAS RESPUESTAS.
1. Estás de acuerdo con el papá de Jairo, cuando afirma que el “futbol es parte de nuestra
identidad nacional”. Justifica tu respuesta.
2. ¿Cuál es el origen de las barras bravas?
3. ¿Qué consecuencias ha traído, para el futbol, la
existencia de las barras bravas?
4. ¿En qué medida fue responsable el papá de Jairo de su
participación en las barras bravas? Justifica tu
respuesta.
5. William afirma que las peleas contra otras barras son
cuestión de honor, ¿Estás de acuerdo con él? ¿Por
10qué?
6. ¿Qué personajes de esta historia actuaron de manera razonable? ¿Quiénes se dejaron dominar
por sus emociones? Justifica tu elección.
7. Fidel el periodista, busco el diálogo entre las barras. ¿Crees que procedió adecuadamente
para promoverlo? ¿Por qué?
8. ¿Qué soluciones se han buscado para este problema?
ACTIVIDAD 4 Ahora te invitamos a leer el cuento “un día de estos” de nuestro premio
nobel Gabriel García Márquez” y analicemos un episodio de la vida de los
colombianos, en donde el hecho de sentirse parte de un partido político “liberal o
conservador” sentaron la bases para profundizar una guerra bipartidista que marcó la
vida de muchas generaciones de colombianos.
Un día de estos
El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escobar, dentista sin título y buen madrugador,
abrió su gabinete a las seis. Sacó de la vidriera una dentadura postiza montada aún en el molde
de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos que ordenó de mayor a menor, como
en una exposición. Llevaba una camisa a rayas, sin cuello, cerrada arriba con un botón dorado,
y los pantalones sostenidos con cargadores elásticos. Era rígido, enjuto, con una mirada que
raras veces correspondía a la situación, como la mirada de los sordos. Cuando tuvo las cosas
dispuestas sobre la mesa rodó la fresa hacia el sillón de resortes y se sentó a pulir la dentadura
postiza. Parecía no pensar en lo que hacía, pero trabajaba con obstinación, pedaleando en la
fresa incluso cuando no se servía de ella. Después de las ocho hizo una pausa para mirar el
cielo por la ventana y vio dos gallinazos pensativos que se secaban al sol en el caballete de la
casa vecina. Siguió trabajando con la idea de que antes del almuerzo volvería a llover.
-Papá.
Estaba puliendo un diente de oro. Lo retiró a la distancia del brazo y lo examinó con los ojos a
medio cerrar.
En la salita de espera volvió a gritar su hijo. -Dice que sí estás porque te está oyendo.
El dentista siguió examinando el diente. Sólo cuando lo puso en la mesa con los trabajos
terminados, dijo: -Mejor.
Volvió a operar la fresa. De una cajita de cartón donde guardaba las cosas por hacer, sacó un
puente de varias piezas y empezó a pulir el oro.
-Papá.
Hizo girar el sillón hasta quedar de frente a la puerta, la mano apoyada en el borde de la
gaveta.
El dentista vio en sus ojos marchitos muchas noches de desesperación. Cerró la gaveta con la
punta de los dedos y dijo suavemente.
-Siéntese.
Mientras hervían los instrumentos, el alcalde apoyó el cráneo en el cabezal de la silla y se sintió
mejor. Respiraba un olor glacial. Era un gabinete pobre: una vieja silla de madera, la fresa de
pedal, y una vidriera con pomos de loza. Frente a la silla, una ventana con un cancel de tela
hasta la altura de un hombre. Cuando sintió que el dentista se acercaba, el alcalde afirmó los
talones y abrió la boca.
-¿Por qué?
Era una cordal inferior. El dentista abrió las piernas y apretó la muela con el gatillo caliente. El
alcalde se aferró a las barras de la silla, descargó toda su fuerza en los pies y sintió un vacío
helado en los riñones, pero no soltó un suspiro. El dentista sólo movió la muñeca. Sin rencor,
más bien con una amarga ternura, dijo:
El alcalde sintió un crujido de huesos en la mandíbula y sus ojos se llenaron de lágrimas. Pero
no suspiró hasta que no sintió salir la muela. Entonces la vio a través de las lágrimas. Le pareció
tan extraña a su dolor, que no pudo entender la tortura de sus cinco noches anteriores.
Inclinado sobre la escupidera, sudoroso, jadeante, se desabotonó la guerrera y buscó a tientas
el pañuelo en el bolsillo del pantalón. El dentista le dio un trapo limpio.
1962. Gabriel García Márquez (1983) “Un día de estos”. En: G. García Márquez. Todos los
cuentos (1947 – 1972). Bogotá: Círculo de lectores
4.1. Elaborar un glosario con las palabras desconocidas y responder las siguientes preguntas:
4.3. ¿Cuáles fueron las dificultades y riesgos principales que afrontaron los dos personajes
centrales de la narración?
4.4. ¿Qué crees que habrías hecho si hubieras estado en la situación del dentista o en la del
alcalde - militar? ¿Por qué?
4.5. Si esta historia hubiera tenido el final que imaginaste, un desenlace alternativo, cuáles
serían sus principales consecuencias. Escríbelas.
4.6. Con el fin de lograr una mayor comprensión de cómo las anteriores generaciones vivieron
el periodo de La Violencia y la manera como afectó sus vidas debes llevar a cabo, una
entrevista a tus padres, abuelos, o a familiares que vivan contigo con preguntas tales como:
• ¿En qué lugar del país vivía en la época de la Violencia y cómo vivió estos
acontecimientos?
• ¿Qué piensa sobre las razones, causas o motivos del conflicto entre liberales y
conservadores?
• ¿Cuáles cree que sean las principales consecuencias de esa guerra bipartidista en
nuestra sociedad actual?
4.9. Investiga cuáles son los partidos políticos que existen en la actualidad nuestro país.
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4.10. Consideras que en nuestro país algunas personas son excluidas por su filiación política?
Explica tu respuesta.
estén completamente unidos, para que sean uno en nosotros, como tú,
Padre en mí y yo en ti. (Juan 17, 20-28)
(Teresa de Calcuta)
https://www.youtube.com/watch?
v=F_PzhWqnHdY&ab_channel=HappyLearningEspa%C3%B1ol
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Consecuencias (económicas, sociales. Políticas y culturales)
https://www.youtube.com/watch?
v=brw0aM6bz4&ab_channel=HappyLearningEspa%C3%B1ol
6.1. ¿Cuál debe ser la responsabilidad de los Gobiernos que llevan a sus ciudadanos a la guerra?
6.2 . ¿Cuál debe ser el papel de la población civil frente a las políticas de odio implementados
por algunos de sus gobiernos?
CONCEPTOS DEFINICIONES
A. Nación colombiana ( ) Autoridad que tiene una nación sobre su territorio
B. Estado colombiano ( ) Conjunto de personas de un mismo origen étnico que
comparten vínculos históricos, culturales, religiosos.
ACTIVIDAD 8. Resuelve el test del buen ciudadano que se les dará en clase sincrónica y
descubre que tanto sentimiento nacionalista se observan en tus acciones cotidianas.
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EVALUACION
MATERIALES
BIBLIOGRAFÍA – CIBERGRAFÍA
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