Nouvelle Vague
Nouvelle Vague
Nouvelle Vague
Nouvelle vague (Nueva ola) es la denominación que la crítica utilizó para designar a un nuevo grupo de cineastas
franceses surgido a finales de la década de 1950. Los nuevos realizadores reaccionaron contra las estructuras que el cine
francés imponía hasta ese momento y, consecuentemente postularon como máxima aspiración, no sólo la libertad de
expresión, sino también libertad técnica en el campo de la producción fílmica.
Contenido
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1 Desarrollo y características
2 Jean-Luc Godard
3 Alain Resnais
4 François Truffaut
5 Claude Chabrol
6 Otros realizadores de la nouvelle vague
7 Películas
8 Enlaces externos
Desarrollo y características
Este apelativo surge cuando muchos de los críticos y escritores de la revista especializada "Cahiers du Cinéma"
(Cuadernos de Cine) -fundada en 1951 por André Bazin- deciden incursionar en la dirección de filmes hacia finales de los
años cincuenta, tras haber desempeñado la profesión de guionistas durante los años precedentes. Tales son los casos de
François Truffaut, Jean-Luc Godard, Jacques Rivette, Éric Rohmer o Claude Chabrol, y sobre todos ellos su precursor
Jean Pierre Melville
Serían precisamente las obras de Truffaut Los 400 golpes (1959) y Alain Resnais Hiroshima mon amour (1959) las que
despertaron la atención y sentenciaron el advenimiento del nuevo fenómeno cinematográfico. El proceso de consolidación
de la Nouvelle Vague quedó de manifiesto en el Festival de Cannes de 1959, donde resultaron ganadores: Truffaut recibe
el premio a la dirección por su película Los cuatrocientos golpes, ("Orfeo negro" de Marcel Camus fue galardonada con la
Palma de Oro) y Resnais obtuvo un gran éxito con su obra Hiroshima mon amour.
Entre los referentes que inspiraron a esta “nueva ola” de la producción cinematográfica francesa, es posible citar al
célebre André Bazin, del cual adoptaron la necesidad de retratar la realidad organizando la percepción de las obras de un
modo sumamente verosímil, en cuanto al desarrollo de las vicisitudes de los personajes. Todos estos "nuevos trucos" se
convertían en sugerentes conceptualizaciones teóricas surgidas por haberse convertido en verdaderos cinéfilos, a base de
haber absorbido innumerables películas en la Cinemateca del Barrio Latino de París, donde los conceptos de "autor" y
"autoría" gozaban de gran capital simbólico.
Las innovaciones técnicas y los bajos costos de los instrumentos necesarios para la realización de filmes contribuyeron a
la emergencia de esta corriente. Gracias a las cámaras ligeras de 8mm. y 16 mm. (formatos no profesionales) y a las
nuevas emulsiones más sensibles, hicieron posible que se rodara sin iluminación artificial, cámara al hombro y en
locaciones naturales. Es decir, sin necesidad de montar grandes escenografías en monumentales estudios
cinematográficos.
En 1948, el director y crítico de cine Alexandre Astruc proclama un nuevo estilo fílmico: "cámera-stylo". Se trata del cine
de autor; el director tenía que encontrarse creativamente por encima de todo. La película tenía que nacer de él. "Si el
escritor escribe con una pluma o un bolígrafo, el director escribe con la cámara".
Las películas surgidas durante 1959 se caracterizaban por su espontaneidad, con grandes dosis de improvisación, tanto en
el guión como en la actuación; con iluminación natural, siendo rodadas fuera de los estudios y con muy poco dinero; pero
rebosantes de entusiasmo, atravesadas por el momento histórico en todas las tramas. Las historias solían ser cantos a la
plenitud de la vida, el deseo de libertad como valor central en todas sus dimensiones, y un nuevo modo de asumir la
adultez desde la óptica de un espíritu joven (juvenilismo).
Estos cineastas nunca formaron un movimiento o escuela, incluso algunos de ellos (Louis Malle, Roger Vadim) no se les
consideró en sentido estricto miembros de esta corriente por distintas razones.
Este grupo surgió en contraposición con el cine de calidad (“cinéma de qualité”), anquilosado en las viejas glorias
francesas; paradójicamente, los "nuevos trucos" obtuvieron su sitio en la industria y se convirtieron en lo que antes
cuestionaban, siendo el caso de François Truffaut el más evidente, así como también el de Chabrol. Sin embargo, a pesar
de haber penetrado en la industria cinematográfica, estos cineastas nunca dejaron de producir un cine muy personal y
notoriamente alejado de los gustos dictados por las modas.
Frente a ellos se erigió al mismo tiempo otro movimiento, erróneamente enmarcado en la Nouvelle Vague llamado "Rive
Gauche", que surgió a la vera de la revista Positif con cineastas teóricamente más vanguardistas como Alain Resnais,
Chris Marker y los escritores Marguerite Duras y Alain Robbe-Grillet. El cine de éstos se caracterizaba por ser más
retórico, literario, elaborado y cuidado que sus colegas de la "Nouvelle Vague". Destacan los primeros films de Resnais
(Hiroshima, mon amour, El año pasado en Marienbad, Te amo, te amo), La Jetée de Marker, Trans Europe Express de
Robbe-Grillet e India Song de Duras.
Pocos movimientos cinematográficos han hecho correr tantos ríos de tinta y han suscitado tan apasionadas discusiones
como las que concitó el fenómeno de la “Nueva Ola” entre 1958 y 1965, fermentando en las páginas de Cahiers du
Cinema, al que, como vimos, se considera el ideólogo de la nueva tendencia.
Para Bazin, el realismo es ontológico en el cine, es decir connatural al carácter automático y mecánico de la reproducción
cinematográfica, y las películas que mejor lo interpretan y que más se aproximan a la esencia del cine son aquellas que
reducen al mínimo las intervenciones manipuladoras y artificiales.
En principio sólo se trató de una actitud crítica, pues en la revista Cahiers du Cinéma, François Trufautt arremete contra
el “cinéma de qualité” francés y contra su pretendido realismo psicológico en un artículo titulado “Una cierta tendencia
del cine francés”. Truffaut protesta de la abrumadora dominante literaria del ciné francés, que es más un cine de
guionistas que de realizadores.
Hay dos aspectos fundamentales que van a favorecer el cambio: en 1958, terminada la guerra de Argelia, De Gaulle,
presidente de la República de Francia nombra como ministro de cultura a André Malraux, antiguo documentalista, que va
a impulsar una legislación proteccionista favorable a los cineastas noveles y al cine de calidad.
También se constituye una nueva ola de espectadores cinéfilos, formados en la frecuentación de cine-clubs que se hallan
dispuestos a atraer toda novedad en el terreno cinematográfico. Una encuesta sobre la juventud francesa le permitió a la
periodista Francoise Giroud hablar en diciembre de 1957 de una “nouvelle vague”, acuñando este término que va a
denominar el cambio de postura de cineastas como Godard, Truffaut o Resnais, entre los más destacados.
Poseer un bagaje cultural cinematográfico importante, obtenido en las Escuelas de Cine y en la Cinemateca
Francesa.
Forjar su estilo a través de la crítica en la revista Cahiers du Cinéma. Han sido verdaderos cinéfilos, y sus
películas se colmaron de referencias y citas de homenaje a sus realizadores más admirados. Incluso han escrito
libros sobre ellos.
Defender el cine norteamericano de Hawks, Ford, Hitchcock, Fuller, etc; y el cine realista y visual de Renoir,
Bresson, Tati, Ophuls, etc.
La preparación teórica y el deseo de renovar el cine les impulsó a redescubrir la “mirada” de la cámara y el poder
creador del montaje, pues se reconocían férreos admiradores de Orson Welles.
En sus películas tratan la condición humana desoladoramente aislada en el marco de la sociedad pequeño
burguesa de la posguerra.
Para ellos el cine ha sido una especie de autoconocimiento personal, en sus películas aparecen claras referencias
personales.
Sin embargo, en algunos puntos surge algún tipo de contradicción. Por un lado critican el sistema de producción francés,
pero por otro se apasionan por el cine comercial de Hollywood, además muchos de ellos terminaron desarrollando el cine
burgués que tan firmemente despreciaron en sus comienzos.
La Nouvelle Vague comienza a tomar forma en 1958, cuando Claude Chabrol dirige dos películas gracias al dinero que su
mujer obtiene de una herencia. En 1959, Truffaut gana el premio a la dirección en Cannes por su película Los
cuatrocientos golpes, y Resnais obtiene un gran éxito con su obra Hiroshima mon amour.
Las características de estas primeras películas contribuyen a renovar el lenguaje cinematográfico. Se ruedan en exteriores
e interiores naturales, con “cámara al hombro”, de ahí su estilo de reportaje, tomas largas, forma despreocupada y una
duración de rodaje que se reduce a unas pocas semanas. Aportan un nuevo uso de la fotografía, en blanco y negro, que se
sirve en interiores de una iluminación indirecta, rebotada, para generar así un ambiente realista al estilo de las
iluminaciones difusas de Murnau, que permite rodar con ligereza y a la cámara seguir a los actores de forma más natural.
Su técnica es casi artesanal, con un equipo técnico reducido, sin estrellas importantes y con una interpretación
improvisada por actores jóvenes.
En suma, es un cine realista, bajo la influencia del Neorrealismo y del lenguaje televisivo, que trata sobre temas morales,
aunque no hurguen en las causas del comportamiento de los personajes. La contribución de la nouvelle vague supone una
enérgica renovación del lenguaje cinematográfico, redescubriendo la capacidad de la “mirada” de la cámara, el poder
creador del montaje y otros recursos caídos en desuso. Su aportación sirve para reafirmar la noción de cine “de autor”,
para introducir la inventiva en los métodos de trabajo, sacando provecho de las novedades técnicas, como cámaras ligeras,
emulsiones hipersensibles, lámparas sobrevoltadas, iluminación por reflexión, y afinando y enriqueciendo las
posibilidades expresivas del lenguaje cinematográfico.
Jean-Luc Godard
Dirige en 1959 Al final de la escapada, (título original: À Bout de Souffle; y en sudamerica, conocida como "Sin
Aliento") que se considera como el auténtico manifiesto en imágenes del nuevo cine francés. Es un thriller con final
trágico, una historia corriente, pero su interés radica en la modificación que Godard hace del lenguaje narrativo
convencional. Así por ejemplo:
Introduce digresiones (desviación en el hilo de un discurso para expresar algo que se aparta del tema que se está
tratando) y utiliza un lenguaje grosero como provocación.
El guión recoge sólo algunas ideas anotadas; de esta forma, los actores pueden improvisar.
Se salta las leyes del cine, altera el raccord, los movimientos de cámara, los fundidos, provocando asincronías.
Como él mismo afirmó: “Una película ha de tener planteamiento, nudo y desenlace, pero no necesariamente en
ese orden.”
Los actores miran fijamente a la cámara, los encuadres son ilustración del diálogo, que a menudo transcurre en
tiempo real.
Sus personajes tienen una formación cartesiana y flirtean a menudo con la ideología marxista.
Tras el Mayo del 68, se decide a utilizar el cine como un guerrillero al servicio del ideario marxista leninista.
Alain Resnais
Va a trasladar al cine sus preocupaciones estéticas con relación a otras artes. Su forma de trabajar se va a caracterizar por
servirse de un guión muy trabajado, perfeccionista, por unas localizaciones minuciosas para el posterior rodaje, por usar
un montaje visual y sonoro, y por avanzar hacia lo desconocido.
El tema de la memoria y el del tiempo van a ser el centro de gravedad sobre el que gira la obra de Resnais, jugará con las
imágenes del presente, las del pasado y las de un posible futuro, sirviéndose del cine-montaje y de larguísimos travellings.
Entre sus obras destacan Hiroshima, mon amour y El año pasado en Marienbad, donde va a hacer gala de su gusto por el
montaje para narrar sus historias, alternando imágenes actuales con las del pasado o con otras inventadas por los
personajes.
Resnais replantea las enormes posibilidades semánticas del cine, partiendo del montaje como instrumento para modificar
tiempo y espacio, como si tratase de la mente humana.
François Truffaut
Su cine será, en comparación con las audacias formales de los anteriores, más naturalista y cotidiano. Basado en el
análisis psicológico de los personajes, están construidos teniendo en cuenta su trasfondo nostálgico por el pasado. El tema
de la dificultad de amar está presente en muchas de sus obras.
Sus personajes se dividen en hombres-niño y mujeres fuertes, todos de comportamiento ambivalente y contradictorio. El
amor de la pareja es el tema principal en su filmografía, unido a los recuerdos de una infancia conflictiva y a la nostalgia
por la adolescencia perdida. Admira a Hitchcock, admiración que va a plasmar en muchas de sus obras con homenajes al
director británico.
Entre sus obras destacan Los 400 golpes, Jules et Jim, La Noche Americana o El pequeño Salvaje.
Claude Chabrol
Es el director más alejado de la nouvelle vague en su sistema de producción. Entender la obra de este autor como parte de
un movimiento es injusto, pues la nouvelle vague fue solo un puntapie inicial para su carrera cinematográfica. Sin
detenerse a reflexionar sobre el lenguaje cinematográfico, Chabrol explora la psicología del individuo burgués y se centra
en el matrimonio y su sexualidad como institución a explorar.
Su obra capital se ubica a fines de la década del 60 y durante toda la década del 70 con títulos como "Las dulces amigas",
"Una mujer infiel"(película en la que homenajea a Hitchcock), Su adaptación de la novela policial de de Nicholas Blake,
"La bestia debe morir", "La década prodigiosa" (en la que actúan Orson Welles y Anthony Perkins)," El carnicero" y "El
infierno", película en donde explora la mente de un hombre que sufre un caso de celotipia que no le permite vivir en paz.
Claude Chabrol es un director que utiliza al cine como método de exploración del hombre como ente social y aún no
claudica en su función pues a los 80 años de edad sigue filmando y entregando grandes películas a la filmografía
universal.
Éric Rohmer
Jacques Rivette
Agnès Varda
Películas
Con motivo del aniversario número ochenta del director Jean Luc Godard, Cartel Urbano hace un resumen de las cinco
películas de este realizador que usted debe ver antes de morir.
Ochenta años no llegan solos y menos para el gestor de la Nueva Ola francesa, que el pasado tres de diciembre celebró su
aniversario número 80 y nos deja en espera de su nuevo largometraje “Film Socialisme”. Maestro de la puesta en escena y
del montaje, Jean Luc Godard ha sido reconocido por sus películas-ensayo, por sus filmes de fuerte denuncia socio-
política y la instauración de lo que Marguerite Duras llamó “cine de la escritura y el verbo”.
Filme de la traición y la desesperanza en el que se ve un claro homenaje al film noir y al cine americano de la década de
los 40. Al lado de Le Samurai de Jean-Pierre Melville, es la mejor película de género negro que se ha hecho en Francia.
El cine como espacio de la literatura. En Vivre sa vie Godard se la juega sin temor para llevarnos por diversos recovecos
literarios pasando por Poe con la lectura, durante una escena sumamente sutil y erótica, de “El retrato oval”, y con
vestigios de Emile Zola y Alejandro Dumas en las conversaciones de los personajes, uno de ellos el filósofo Brice Parain,
reconocido por su libro La mort de Socrate. Uno de los filmes más tristes y crudos de Godard, en el que el destino es
puesto como una trampa, como una mala broma.
3. Weekend
Jamás el montaje cinematográfico fue tan osado como en Weekend, película que deja claro que Godard es un director que
asume riesgos y crea lenguajes, mundos. Con un gracioso homenaje a la música de Mozart y a los Rolling Stones, es,
quizás, el filme más genial del director francés.
4. Made in U.S.A
Con claros tintes policiacos y con un fuerte discurso político, Godard homenajea paródicamente al cine norteamericano
por medio de una película-cómic, en la que el humor, el drama y la violencia componen el universo godardiano.
5. Le mépris
Inspirada por la novela Il Disprezzo, de Alberto Moravia, Godard hace un filme sobre cine y adulterio, ya que, quizás, el
cine es ese espacio íntimo en donde nos reconocemos y nos damos entre la aceptación y el rechazo.
Jean-Luc Godard
Jean-Luc Godard (París, 3 de diciembre de 1930) es un director de cine franco-suizo. Cultiva un cine creador,
vanguardista, pero accesible en su conjunto. Es experimental respecto al montaje considerado clásico.Es uno de los
miembros más influyentes de la nouvelle vague, a la vez caracterizado por su acidez crítica y por la poesía de sus
imágenes.
Contenido
1 Primeros años 2 La época dorada de la Nouvelle vague 3 Etapa política 4 Las décadas de 1970 y 1980
2 5 Premios 6 Filmografía 7 Bibliografía 8 Enlaces externos
[editar] Primeros años
Hijo de un médico y de una hija de banqueros suizos, vivió sus primeros años en este país, para trasladarse a París durante
su adolescencia, donde va a estudiar etnología en la Sorbona. En esta época comienza a descubrir su gran pasión por el
cine, frecuenta de continuo la Cinemateca Francesa y los cineclub parisinos. En 1950 empezó a trabajar como crítico
cinematográfico en varias revistas, entre ellas Cahiers du Cinéma, en las que utilizaba el seudónimo de Hans Lucas. En
esta publicación coincidiría con la plana mayor de la nouvelle vague, es decir, con François Truffaut, Éric Rohmer,
Claude Chabrol y Jacques Rivette.
Al morir su madre en 1954, se trasladó de nuevo a Suiza donde trabajó como albañil, hecho que sirvió como argumento a
su primer documental, Operation Béton. Al regresar a París, mientras seguía trabajando en Cahiers du Cinéma, rodó los
cortometrajes Une femme coquette (1955) y Tous les garçons s'apellent Patrick (1957).
En el verano de 1959 comenzó el rodaje de su primer largometraje, À bout de souffle sobre un guión de Truffaut y con la
colaboración de Claude Chabrol. La película, protagonizada por Jean-Paul Belmondo y Jean Seberg supuso una
revolución en la manera de filmar al utilizar técnicas hasta entonces poco ortodoxas, como rodar cámara en mano, utilizar
el documental o saltar de un plano a otro. A pesar de no lograr ningún premio en el Festival de Cannes, ganó el Oso de
Oro en el Festival de Berlín, así como el Premio Jean Vigo.
En 1960 dirigió su segundo largo, El soldadito, que estuvo prohibido en Francia durante tres años. Este film estuvo
protagonizado por Anna Karina, actriz con quien se casó un año más tarde y que protagonizaría varios de sus proyectos
posteriores.
Durante los siguientes años, Godard colaboró con otros integrantes de la Nouvelle vague como actor, co-director o
productor, a la vez que dirigió películas enormemente influyentes que fueron aclamadas por la crítica cinematográfica
como Banda aparte o Pierrot el loco. Algunos de los premios que cosechó en esta época fueron el premio especial del
jurado y el de la crítica de la Mostra de Venecia por Vivir su vida, su segundo Oso de Oro por Alphaville, y un nuevo
premio especial del jurado en la Mostra por La China.
A partir de Made in USA el cine de Godard, ya antes caracterizado por el radicalismo formal, incorporó un progresivo
radicalismo político que cristalizó en dos largometrajes, La China y Weekend, preludio de su incorporación al
movimiento maoísta.
Tras el estreno de Weekend en 1967, y después de divorciarse de Anna Karina y casarse con la entonces estudiante
anarquista Anne Wiazemsky, Godard decidió poner su cine al servicio del movimiento revolucionario que eclosionaba
con el Mayo francés y, adherido a la ideología maoísta, abandonó sus métodos de trabajo anteriores.
En mayo de 1968 el Festival de Cannes fue suspendido por las interrupciones en la filmación de películas que hicieron
Godard, Truffaut, Polanski y otros cineastas, en apoyo y solidaridad al movimiento estudiantil y obrero del Mayo francés.
En ese año también dirigió One plus One, más tarde titulado Sympathy for the Devil, un documental que no sólo muestra
cómo los Rolling Stones van dando forma a esta canción paso a paso, sino que también es un relato simultáneo de 2 ó 3
discursos políticos y estéticos revolucionarios.
Con el fin de diluir la propia autoría en un colectivo cinematográfico miliante, creó el Grupo Dziga-Vertov, como
homenaje al cineasta soviético Dziga Vertov junto al estudiante de Filosofía Jean-Pierre Gorin, la actriz Juliet Berto y la
propia Wiazemsky, entre otros, y muchos de sus filmes, que comenzaría a rodar en 16 mm, se nutrirían de influencias del
cine de propaganda soviético. En sus propias palabras, eran "películas revolucionarias para audiencias revolucionarias" y
se caracterizaron por una gran desconfianza en las imágenes "bellas", en beneficio de un sonido por veces hipertrofiado, y
por un discurso netamente marxista, abandonando las historias de ficción para mostrar ensayos fílmicos de gran
radicalidad.
Sin disolver el Grupo Dziga Vertov, y todavía comprometido con la militancia revolucionaria, Godard probó a dirigir
filmes de ficción convencional que ejemplificasen las teorías maoístas dirigiéndose a un público más amplio. Como
primera pieza de este proyecto, y codirigiendo con Jean-Pierre Gorin, estrenó en 1972 el largometraje Todo va bien,
protagonizado por Yves Montand y Jane Fonda. Sin embargo, y a pesar de tanto Godard como Gorin habían planeado
fundar la productora Todo Va Bastante Bien con la cual dirigir nuevos proyectos de corte marxista, unos meses después
hicieron una severa autocrítica de los presupuestos teóricos bajo los que se había rodado Todo va bien en el documental
Carta a Jane, tras el cual el Grupo Dziga Vertov se disolvió definitivamente.
Godard, ya separado de Anne Wiazemsky, rechazó toda su etapa maoísta en el documental Aquí y en otro lugar,
estrenado en 1976 y codirigido con Anne-Marie Mieville.
En la década de 1980 volvería al cine convencional de 35 mm y rodaría películas polémicas como Yo te saludo, María, en
paralelo con Anne-Marie Mieville. A finales de la década comenzó a trabajar en una serie documental titulada Histoire(s)
du cinéma, en la que daría su particular visión sobre la historia del cine y que Canal Plus francés emitió en el año 2000.
Es una obra conceptual, llena de imágenes superpuestas y textos, de polémicas y de poesía.
Después de Nuestra música (2004), y con seis años de espera Jean-Luc Godard ha lanzado su nueva película: Film
socialisme.
[editar] Premios
1995 - Premio Theodor W. Adorno (Theodor W. Adorno Preis) de la ciudad de Fráncfort del Meno (Alemania)
2010 - La Academia de Hollywood le concedió el Óscar honorífico.
[editar] Filmografía