Inteligencia
Inteligencia
Inteligencia
Rubén Ardila 1
Resumen
Ardila, R.: Inteligencia. ¿Qué sabemos y qué nos falta por investigar? Rev. Acad. Colomb. Cienc.
35 (134): 97-103, 2011. ISSN 0370-3908.
Podemos indicar por lo tanto que las características humanas se clasifican en tres grupos:
¿Qué es la inteligencia?
Las características que asociamos con el concepto de inteligencia, como capacidad de
solucionar problemas, de razonar, de adaptarse al ambiente, han sido altamente valoradas a lo
largo de la historia. Desde los griegos hasta hoy se ha pensado que este conjunto de
características que distingue positivamente a las personas les brindan un lugar especial en la
sociedad. Esto se ha considerado incluso antes de que se comenzara a estudiar científicamente
el concepto de inteligencia y su medición. Hoy se conoce que la inteligencia (o inteligencias)
existe en todas las personas en mayor o menor grado, y también en los animales no humanos.
Los primeros intentos formales de medir la inteligencia se deben a Alfred Binet (1857-1911)
quien fue comisionado por el gobierno francés para encontrar una forma de seleccionar a los
estudiantes que tenían habilidades para cursar estudios en las escuelas francesas. Binet diseñó
una serie de situaciones problema que poseían dificultad gradual creciente y clasificó las que
podían ser resueltas por niños de diversas edades. En esta forma se propuso una secuencia
que dio origen al concepto de “edad mental” a diferencia de la “edad cronológica”. El primer
test de inteligencia (Binet-Simon) se presentó en 1905 en Francia. Estos tests tuvieron en su
forma inicial una función práctica y se aplicaron a varios contextos educativos. Se buscó
correlacionar dichos resultados en los tests con el éxito en la escuela.
1. Definiciones de inteligencia
Las diversas definiciones dan luces sobre los problemas asociados con la inteligencia y su
dominio de investigación. Esas definiciones pueden agruparse en categorías: filosóficas,
pragmáticas, factoriales y operacionales.
3. Las soluciones operacionales insisten en que es preciso medir y luego definir, y han tenido
cierta aceptación en la comunidad científica. Las operaciones que utilizamos para medir una
aptitud constituyen la definición de esa habilidad. En la actualidad el operacionalismo ha
recibido numerosas críticas y la mayor parte de los especialistas en medición y evaluación
prefieren ir más allá de las soluciones operacionales.
4. Inteligencia es lo que miden los tests de inteligencia Como hizo notar Terman, la
inteligencia al igual que la electricidad se puede medir adecuadamente antes de definirla. Sin
embargo, ¿qué es lo que miden los tests de inteligencia? En inglés se dice “Intelligence is what
the intelligence tests measure” Y la réplica se presenta preguntando: “What is the what that
the intelligence tests test?”
5. En época más reciente Sternberg (1985) propuso una teoría de la inteligencia diferente de
las teorías clásicas de Spearman (g) y Thurstone (s). Considera que la inteligencia está basada
en tres categorías: habilidades analíticas, creativas y prácticas. Esta teoría tríadica de la
inteligencia dio origen al Test de Habilidades Triádicas de Sternberg (STAT por sus siglas en
inglés) que utiliza ítems de elección múltiple, verbales, cuantitativos y de figuras, al igual que
ensayos (escribir historias, contar historias, diseñar cosas, ver películas con problemas
prácticos que el examinado debe solucionar).
6. Inteligencia emocional es un concepto que se debe a Salovey y Mayer (1990) y que fue
popularizado por Daniel J. Goleman en 1995. La inteligencia emocional es la capacidad para
reconocer los sentimientos propios y ajenos y la habilidad para manejarlos. Se organiza en
cinco capacidades: conocer las emociones y sentimientos propios, manejarlos, reconocerlos,
crear nuestras propias motivaciones y manejar las relaciones interpersonales.
7. Inteligencias múltiples. Este concepto, que se debe a Howard Gardner (1983, 1993),
considera que la inteligencia es la capacidad para resolver problemas o elaborar productos que
pueden ser valorados en determinada cultura. Afirma que existen varios tipos de inteligencia,
a saber:
• Inteligencia lingüística, que es la capacidad de usar las palabras y los conceptos verbales de
manera apropiada.
• Inteligencia musical. Es el talento para reconocer y ejecutar melodías y armonías musicales.
Los seres humanos y los demás animales, evolucionan a lo largo del ciclo vital, desde la
concepción hasta la muerte. Dichos cambios se dan a nivel de maduración, habilidades
perceptuales, capacidad de aprender, procesos cognitivos y conducta social. Esos cambios
posibilitan la adaptación a un medio ambiente cambiante. Son producto de la biología y de su
interacción con la cultura.
por la edad cronológica (en meses) y multiplicado por 100 para que se obtenga un número
entero:
Se considera un CI de 100 como estadísticamente normal, con una variación de 15 puntos: 100
± 15 (o sea entre 85 y 115). La distribución de inteligencia en la población tiene la forma de
curva normal o curva de Gauss (curva de campana) como muchas otras habilidades y
características de las poblaciones. Una persona con menos de 85 de CI se considera subnormal
y una persona con más de 115 se considera supranormal.
NIVELES DE CI
Genio: 130 o más Inteligencia superior: 115 a 130 Inteligencia normal: 85a 115 (CI promedio:
100)
Este énfasis psicométrico ha sido muy útil para los trabajos en la educación, para la
conformación de escuelas especiales para niños con déficits cognitivos, sensoriales y sociales, y
para niños con habilidades superiores al promedio. Ha servido para proporcionar ambientes
más adecuados a los distintos individuos y para ayudar a la realización de sus potencialidades.
La capacidad de aprender, la capacidad de adaptarse a un nuevo ambiente, las habilidades
específicas (matemáticas, musicales, espaciales, sociales) se han tomado en cuenta en estos
contextos. El CI siempre se debe considerar dentro de un rango, que incluye un promedio (por
ejemplo 100) y desviación estándar (por ejemplo ± 15). Es siempre un concepto relativo.
Sin embargo colocar un rótulo a una persona puede tener importantes implicaciones muchas
de ellas negativas. Las expectativas de ejecución alta o baja influyen en los niños y
adolescentes y hay estudios sistemáticos que demuestran que la persona trata de acomodar su
ejecución a las expectativas que se han formado acerca de ella, en la escuela, en la vida diaria,
en la familia. La psicología contemporánea considera que no es adecuado etiquetar a una
persona como “retardado”, “incapaz de entender la música”, “genio”, “muy mal hijo”, o
“brillante y superdotado”, o cualquier otra etiqueta. A veces la etiqueta limita las posibilidades
y se vuelve una profecía auto-realizada .En otros casos al no ser capaz de lograr las metas que
se esperan de él (“soy un genio pero no soy capaz de llegar tan alto como se espera de mí”)
produce efectos emocionales negativos que pueden llegar a tener consecuencias funestas.
Durante la edad adulta existe una meseta en el desarrollo intelectual de las personas y luego
un declive en habilidades cognitivas específicas. En la vejez estos cambios son más
pronunciados. Cattell (1963) diferenció entre inteligencia fluida que es la capacidad para
resolver problemas aquí y ahora, e inteligencia cristalizada que tiene que ver más con la
experiencia adquirida, con las capacidades almacenadas y asuntos similares.
En los ancianos no se presentan cambios en los factores verbales de la inteligencia (medida por
medio del WAIS y otras pruebas), incluyendo memoria de dígitos, vocabulario, información,
comprensión, aritmética, similitudes. Por el contrario se observa una disminución en los
puntajes obtenidos en las escalas de ejecución, sustitución de dígitos, completación de
dibujos, ordenación de figuras y composición de objetos. Parece ser que disminuye la
velocidad de procesar información, la memoria inmediata y se aumenta la capacidad de
síntesis y de utilizar información previamente adquirida, lo que se asocia con el concepto de
inteligencia cristalizada.
En épocas más recientes, ante todo a partir la década de 1970 e incluso antes, el estudio de las
habilidades cognitivas superiores en los animales comenzó a desarrollarse utilizando los
métodos más estrictos de laboratorio y de campo y las nuevas herramientas de la psicología
cognitiva. Entre los trabajos más importantes sobre procesos cognitivos superiores en
animales no humanos se pueden citar los siguientes:
• Las investigaciones experimentales sobre lenguaje en chimpancés llevados a cabo por Allen y
Beatrix Gardner, por David Premack, Duane Rumbaugh, Herbert Terrace, David A. Washburn y
otros investigadores. Demuestra que la comunicación altamente elaborada existe en primates
y que estos pueden adquirir sistemas complejos para expresar conceptos y comunicarse (ver
Washburn, 2007).
2001). Dicha transmisión cultural es muy similar a la que existe en los seres humanos y que
denominamos “cultura” y antes se consideraba exclusiva de nuestra especie.
• Los estudios de Irene Pepperberg (2002) con el loro gris africano llamado “Alex”.
• Las investigaciones sobre psicología de los delfines (Herman, 1986).
• Los estudios sobre habilidades matemáticas en animales (Beran, Gulledge y Washburn, 2007,
ver también Ardila, 2007).
Todas estas investigaciones han demostrado la continuidad entre los procesos psicológicos de
las especies no humanas y la especie humana. La complejidad conductual se correlaciona en
parte con el desarrollo del sistema nervioso, que posibilita la capacidad para aprender y para
adaptarse en forma adaptativa al ambiente. Sin embargo organismos con sistemas nerviosos
muy “simples” y con un cerebro relativamente pequeño en relación con el tamaño del cuerpo,
pueden presentar comportamientos complejos, como es el caso del loro Alex y de los cuervos
que tienen conductas muy similares a las de algunos primates. Aunque se ha trabajado
intensamente sobre estos temas de psicología comparada y de psicología evolucionista en los
últimos años, aún falta un largo camino por recorrer.
De lo anterior se puede concluir que en los seres humanos y en muchas otras especies existen
habilidades cognitivas que permiten la realización de comportamientos complejos. Incluso
mucho más complejos de lo que se pensaba hace unas pocas décadas. Esta habilidad que
llamamos inteligencia (o en algunos casos “inteligencias”) posibilita la adaptación de los
organismos a su ambiente, que en muchos casos es un ambiente variable e impredecible. La
capacidad de adaptación está íntimamente relacionada con el concepto de inteligencia. Se ha
encontrado que la persona más inteligente:
• Es más hábil para seleccionar ambientes en los cuales pueda funcionar mejor.
• Es más capaz de modificar su ambiente para que encaje mejor en sus potencialidades.