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PROYECTO DE GRADUACION

Trabajo Final de Grado

Las nuevas TICs y la imagen organizacional


Influencia de las redes sociales en la construcción
de la imagen de las empresas de telefonía móvil
en el mundo de habla hispana

Gabriela Rengifo
15/09/2014
Lic. Relaciones Públicas
Ensayo
Medios y Estrategias de Comunicación

1
Índice

Introducción .................................................................................................................... 5

Capítulo 1. La comunicación externa en empresas de telefonía móvil ......................10

1.1. Breve desarrollo del concepto de comunicación organizacional .......................10

1.2. La comunicación externa ..................................................................................12

1.3. La evolución en la manera de comunicarse ......................................................18

Capítulo 2. Imagen y cultura organizacional................................................................23

2.1. Cultura organizacional ..........................................................................................23

2.2 El diseño organizacional ........................................................................................28

2.2.1 Diseño organizacional internacional ....................................................................30

2.3 Identidad Corporativa .............................................................................................33

2.4 Imagen corporativa ................................................................................................39

2.5 Reputación empresaria ..........................................................................................45

Capítulo 3. Las nuevas tecnologías de la comunicación y la información ................49

3.1. Introducción a las nuevas TICs .............................................................................49

3.2. Alcance y funcionalidad de las nuevas TICs .........................................................53

3.3. Influencia de las nuevas TICs en la comunicación organizacional ........................62

Capítulo 4. El uso de las TICS en la gestión de crisis y de RSE .................................65

4.1. La Responsabilidad Social Empresaria en el desarrollo corporativo .....................65

4.2. La gestión de crisis en las organizaciones ............................................................68

4.2.1.1 Gestión de crisis en las empresas de telefonía móvil .......................................75

4.3. Las nuevas tecnologías en el manejo de las crisis empresariales .........................76

2
Capítulo 5. Las nuevas TICs y los casos de crisis de empresas de telefonía ...........82

5.1 Análisis de caso de crisis de Movistar ....................................................................82

5.2. La importancia de la planificación para una correcta gestión de crisis…………….87

5.3 El rol de las nuevas TICs en la gestión de crisis ....................................................90

Capítulo 6. La influencia de las nuevas tecnologías en el desarrollo de la imagen

institucional de empresas de telefonía móvil……………………………………………..92

6.1. Gestión de la imagen en instituciones de telefonía móvil…………………………...92

6.2. Monitoreo y evaluación de las comunicaciones: pilares de la organización 2.0….96

6.3. Las nuevas TICs: una herramienta indispensable para mercados inestables……98

6.4. Comunicadores especializados: el rol de los community managers en la

generación de imagen……………………………………………………………………….99

Conclusiones ...............................................................................................................102

Lista de referencias bibliográficas .............................................................................106

Bibliografía......................................................................................................................110

3
Índice de Tablas y Figuras

Figura 1. Mapa de públicos…………………………………………………………………….41

4
Introducción

El ensayo titulado Las nuevas TICs y la Imagen Organizacional aborda la problemática de

la influencia de las redes sociales en la construcción de la imagen de las empresas de

telefonía móvil en el mundo de habla hispana. Este proyecto de grado se inscribe en la

categoría de Ensayo y se encuentra enmarcado en la línea temática Medios y Estrategias

de Comunicación.

El ensayo aborda la influencia que han tenido las nuevas tecnologías (NTICs) en la

formación de la imagen y reputación de las empresas de telefonía. Según las estadísticas

volcadas en el reporte de GSMA Mobile Economy Latinamerica, a mediados de 2013

existían 632 millones de tarjetas SIM activas, lo que equivaldría casi a 1.04 tarjetas SIM

por cada persona. Si bien, el nivel de penetración del servicio podría indicar el inmenso

interés que el mercado de habla hispana representa para las empresas de telefonía

móvil, esta realidad se contrapone con el alto porcentaje de quejas de los usuarios.

Se indaga aquí la utilización de las nuevas tecnologías como canal de comunicación con

los clientes, con la intención de comprender cómo las empresas de telefonía las han

utilizado para afrontar situaciones de crisis y contribuir positivamente a su imagen

corporativa y reputación. Se analiza, asimismo, cómo ha evolucionado la comunicación

externa en las compañías de telefonía gracias a la implementación de estas nuevas

tecnologías.

En cuanto a los antecedentes relacionados con el tema de este ensayo, se encuentran

diversos proyectos de alumnos de la Universidad de Palermo, que se consolidan como

aporte y punto de partida. Entre ellos puede citarse el ensayo escrito por Alessandra

Lizama Celis, Comunicación 2.0 y Community management. El nuevo desafío de las

Relaciones Públicas. En este proyecto se aborda el rol del community manager,

encargado de manejar y controlar la información que se encuentra en la web, los

comentarios (positivos o negativos) de clientes y usuarios en relación con las actividades

o servicios de la empresa.

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El trabajo hace hincapié en la necesidad de controlar y planificar toda la información que

desde la empresa se comparte, ya que está comprobada la influencia que tienen las TICs

en la sociedad actual y el poder que poseen para generar cambios en el funcionamiento

organizacional.

Otro proyecto destacable es Redes Sociales (2011) de Natalia Balzano. Según la autora

“las redes sociales, en compañía de los avance de la tecnología, están provocando

profundos cambios en las relaciones entre el mercado y la empresa”. Estos cambios han

llevado a innovar en el diseño e implementación de acciones y estrategias en el

departamento de Relaciones Públicas, sumando nuevos dominios y conceptos que se

ajustan mejor a las nuevas necesidades de comunicación.

Por su parte, Ariana Sarcinella en Transformación de la imagen corporativa como

influencia de la Web 2.0, aborda el fenómeno generado por la web 2.0 que se ha

posicionado como un nuevo canal abierto de comunicación entre las corporaciones y sus

públicos. Esta interacción digital ha tenido –muchas veces- repercusiones negativas en la

imagen empresarial, producto de informaciones erróneas o mal expresadas. Los daños

de la imagen son producto de la naturaleza misma del nuevo canal. Por un lado, debido

al relativamente gran acceso a las redes sociales que tienen los clientes actuales y

potenciales y a la facilidad para dejar plasmadas opiniones. Por otro lado, al alto nivel de

credibilidad que tienen los usuarios acerca de la opinión vertida por otros, sobre la calidad

del producto o servicio en cuestión.

Natalia González, en su ensayo Explorando las redes sociales. Desafío 2.0., plantea un

modelo de campaña de Relaciones Públicas para las redes sociales, destacando las

herramientas proporcionadas por las nuevas TICs. Para la autora, la web 2.0 es un medio

de comunicación masivo y de gran utilidad para la disciplina. En su trabajo aborda la

temática de la creación de imagen y valores a través de la comunicación en redes

sociales. Afirma, además, que los cambios que se han ido sucediendo a nivel

comunicacional en los últimos años, han afectado de manera directa la cultura y filosofía

6
de las empresas o marcas. En este sentido, se vuelve importante pensar cómo sacar

provecho comunicacional a los nuevos recursos para mejorar la interacción entre la

organización y sus públicos objetivos.

En este sentido, actualmente “se experimenta el paso de un modelo de comunicación

tradicional a otro contemporáneo denominado multidireccional horizontal”, afirma Ximena

Castellani en su ensayo De paseo por las Redes Sociales (2011). En su trabajo explica

los nuevos hábitos que esta modificación trajo al campo de la comunicación, de qué

manera ha generado cambios en las organizaciones, en sus públicos, en la interacción

entre ambos y en el quehacer del relacionista público.

Posicionamiento a través de redes sociales (2012), escrito por María de los Milagros

Pujol aborda el caso de The Baby Market, empresa que tiene como característica el

establecimiento de vínculos estrechos con sus consumidoras. Para conseguirlo recurre a

las TICs, haciendo uso de herramientas como el correo electrónico y las redes sociales.

Basándose no sólo en este caso sino en los grandes avances tecnológicos que han

modificado el modo de interactuar de las personas, la autora remarca la importancia de

adaptar las herramientas de comunicación y de ofrecer canales interactivos.

Por otra parte, en Estrategia de comunicación de las principales marcas en tecnología

celular (2008) Gabriela Travi aborda los desafíos de comunicar incorporando las nuevas

tecnologías, a un sector que crece constantemente. En ese sentido, el proyecto es un

aporte en relación al cómo deben modificarse las antiguas formas de comunicar con la

incorporación de los nuevos medios.

En esta misma línea reflexiona Luisa Borda Mejía en Marketing 2.0. La función del

marketing en el manejo de la reputación online empresarial, donde sostiene que las

nuevas estrategias empresariales se basan en la relación con los públicos a través de las

redes sociales. El aporte es importante porque propone recomendaciones en caso de un

problema 2.0 y los pasos a seguir para evitar que la crisis afecte a la reputación digital de

la empresa.

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Asimismo, es necesario “poner en evidencia cómo han cambiado las formas de acceso a

la comunicación a través de la utilización de nuevas herramientas tecnológicas al

momento de afrontar situaciones de crisis empresariales” sostiene Andrea Paulina Terán

Vaca en Crisis tradicionales vs. Crisis 2.0 (2012). El proyecto ayuda a reflexionar sobre

los cambios de paradigma que se instituido en la resolución de crisis institucionales y la

necesidad de repensar las estrategias, procesos y procedimientos antes utilizados.

Por último, en Prosumidores y empresas. Una relación 2.0, María Florencia Lujani

reflexiona sobre los cambios comunicacionales producidos en las empresas a partir del

surgimiento del prosumidor y la potenciación de este fenómeno con las redes sociales. El

proyecto de grado aporta un análisis sobre un nuevo tipo de cliente, más exigente y más

conectado, que es el mismo que poseen las empresas de telefonía del mundo de habla

hispana.

Este ensayo se guía por la hipótesis de que las nuevas TICs como herramientas de

comunicación, si se gestionan correctamente, pueden colaborar positivamente en el

manejo de las crisis institucionales.

Los objetivos del ensayo se centran en analizar la influencia de las redes sociales en la

construcción de la imagen institucional, determinar los modos de uso más adecuados

para la comunicación externa en situaciones de crisis y analizar el cambio de paradigma

que se produjo a partir del surgimiento de las nuevas TICs en el ámbito empresarial.

El trabajo se divide en seis capítulos. El primero de ellos aborda de modo general la

temática de la comunicación organizacional y en concreto de la comunicación externa. Se

define aquí la importancia que esta última tiene en la conformación y consolidación de la

imagen institucional. Se plantean también los cambios registrados en el modo de

relacionarse con los públicos objetivos a partir del surgimiento de las nuevas tecnologías.

En el segundo capítulo se analizan los conceptos de cultura organizacional, identidad,

imagen y reputación. Se los vincula asimismo a la realidad y las características de las

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empresas de telefonía en el mundo de habla hispana, definiendo y remarcando las

particularidades existentes.

En el tercer capítulo se desarrollan las llamadas nuevas tecnologías desde un enfoque

descriptivo y funcional. Este abordaje permite proporcionar la información necesaria para

comprender el potencial comunicativo que poseen y también la rápida viralización que

puede sucederse en caso de crisis.

En el cuarto capítulo se abordan las características de las nuevas tecnologías,

considerándolas como herramientas efectivas para la resolución de crisis y la mejora de

la imagen institucional en relación al desarrollo de acciones de responsabilidad social

empresaria.

En el quinto capítulo se analiza la utilización específica de estas nuevas tecnologías en el

ámbito de las empresas de telefonía móvil, poniendo el foco de análisis en casos

paradigmáticos de crisis que fueron superadas mediante la implementación de estas

nuevas herramientas (como es el caso de la crisis de MoviStar) para demostrar

empíricamente su eficacia.

Y, finalmente, en el sexto capítulo, luego de haber desarrollado integralmente el análisis

de casos concretos en los que se advierte la importancia del uso de las nuevas

tecnologías para superar situaciones de crisis y consolidar un mejor posicionamiento, se

reflexiona acerca de la influencia de estas nuevas herramientas en el desarrollo de la

imagen institucional, especialmente para las empresas de telefonía móvil.

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Capítulo 1. La comunicación externa en empresas de telefonía móvil

Según las estadísticas volcadas en el reporte de GSMA Mobile Economy Latinamerica, a

mediados de 2013 existían 632 millones de tarjetas SIM activas, lo que equivaldría casi a

1.04 tarjetas SIM por cada persona. Sin embargo, la penetración del servicios solo es del

52%. (GSMA, 2013)

De estos números se desprende el inmenso interés que el mercado latinoamericano

significa para las multinacionales dedicadas a la prestación de servicios de telefonía

móvil. Por un lado, porque el consumo actual es muy alto pero por otro, porque el

consumo puede expandirse potencialmente de manera significativa si se logra aumentar

la penetración.

La comunicación externa, en este sentido, se posiciona como un activo estratégico

destinado a conservar los usuarios actuales y a llegar a los clientes potenciales.

1.1. Breve desarrollo del concepto de comunicación organizacional

Informar, en el ámbito empresarial, implica el proceso por el cual las instituciones

transmiten un conjunto organizado de datos a un público objetivo. Si bien por mucho

tiempo las empresas estuvieron convencidas de que era suficiente con informar sobre

sus acciones y servicios, los beneficios de la comunicación corporativa desplazaron

definitivamente a este esquema de vinculación unidireccional.

Según Garrido “la comunicación es un proceso activo de intercambio dinámico y

participativo” que se da en distintos niveles (1999, p. 52). Éstos parten desde el ámbito

interpersonal (en el que los sujetos interactúan entre sí) hasta llegar al ámbito

organizacional (en el que la comunicación se da en el marco de una empresa o

institución). La comunicación, en efecto, requiere siempre la existencia de un feedback.

Desde la disciplina de las Relaciones Públicas, la acción de comunicar resulta mucho

más útil que la acción de informar. La primera, como herramienta de gestión, permite el

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control y en caso necesario el cambio de rumbo organizacional en base a las respuestas

de clientes, usuarios y la sociedad en general.

Según Saló (2005), sólo puede considerarse como comunicación organizacional a

aquellas comunicaciones que se produzcan en función de la misión y políticas de la

empresa (independientemente de la forma, tipología o dimensión que la comunicación

adopte).

Según el destinatario de la comunicación que se produce en la institución, ésta puede ser

interna o externa. Para comprender la relevancia de la comunicación interna en un marco

institucional, Costa utiliza una metáfora que la equipara con “el sistema nervioso central

de la empresa” (1999, p. 59), en tanto su funcionalidad se centra en la transferencia de

datos y la transmisión de información simbólica para constituir un todo sistémico.

En el otro polo se halla la comunicación externa, dirigida a públicos que no pertenecen a

la organización pero que, de algún modo, se encuentran vinculados con ella, ya sea

mediante relaciones comerciales, gubernamentales o solidarias. Si bien estas dos esferas

se suelen describir y analizar por separado, es importante que exista una mutua

coherencia y concordancia entre ambos flujos de comunicación.

La planificación hace que la comunicación organizacional deje de ser una acción

desordenada y espontánea para convertirse en una herramienta de gestión. La

importancia de planificar es fundamental, tanto que las empresas que son más propensas

a tener una estrategia de comunicación documentada se vuelven mucho más eficientes,

según la consultora Towers Watson (2009).

Es así que planificación y eficiencia terminan estando vinculados directamente a lo que

se denomina Retorno de la Inversión en Comunicación. El retorno de inversión en

comunicación interna es alto, tanto que puede asegurarse que “las empresas que se

comunican de forma más audaz, innovadora y disciplinada (…) son más eficaces en

obtener el compromiso de sus empleados para conseguir los resultados deseados”.

(Tower Watson, 2009)

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En lo que refiere a comunicación externa, el retorno de la inversión en comunicación y

relaciones públicas está directamente vinculado al incremento de las ventas; el aumento

del precio de las acciones y/o la aparición de nuevos patrocinios.

1.2. La comunicación externa

Se entiende por comunicación externa al proceso –planificado o no- que realiza la

empresa y que consiste en enviar información a los diferentes públicos de la organización

e interactuar con éstos.

La imagen de las empresas de telefonía, así como de cualquier otra organización, no se

construye solamente con las impresiones que los clientes tienen del producto o servicio

consumido. La comunicación externa es parte definitoria de este proceso de

construcción.

Para analizar el desarrollo eficaz de cualquier organización comercial es necesario tener

en cuenta aquellos factores que hacen que ésta se adapte y compita mejor en el

segmento específico. El éxito de la performance de la empresa estará relacionado, de

esta forma, con dos situaciones diferentes: con la aptitud que posee para posicionar un

producto o servicio en el mercado, y con la pregnancia que la marca consigue en el

público. (Capriotti, 2013)

En el marco de mercados cada vez más competitivos, esto factores cobran especial

relevancia debido a la dificultad existente y progresiva en la diferenciación de los

productos o servicios.

En este sentido, la imagen corporativa –construida, en parte, gracias a la comunicación

externa- adquiere una importancia fundamental, creando valor para la empresa y

situándose como un activo inmaterial estratégico de la misma.

Si bien durante mucho tiempo se planteó cuál era el objetivo de la comunicación

empresarial y qué se debía transmitir a los diferentes públicos y qué no (es decir, cuáles

eran los límites de la comunicación externa), actualmente el debate ha quedado obsoleto.

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Todas las organizaciones saben que deben comunicar, y lo hacen en mayor o menor

medida, con diferentes niveles de planificación y más o menos convenientemente.

Puede decirse que la mayoría de las empresas son concientes de la importancia de la

comunicación externa e intentan trabajar en ello. Estar presentes en la mente de los

públicos, es decir ocupar un espacio, es el desafío. Si esto sucede, la empresa existe

definitivamente, es conocida, reconocida, aceptada, pensada y recordada. (Capriotti,

2013)

En el intento de afrontar este desafío, las empresas de telefonía, han intentado encarar la

comunicación externa hacia la transmisión de un perfil de identidad propio y diferenciado

de sus competidoras, facilitando el desarrollo de la imagen corporativa y, por ende, la

puesta en evidencia de sus características distintivas.

Cabe destacar, sin embargo, que el hecho de que el público sepa de la existencia de la

marca (es decir, que ésta esté presente en el momento en que los consumidores

potenciales toman sus decisiones de compra) no implica, necesariamente, la elección del

producto o servicio de la empresa. Por lo tanto la pregnancia, tampoco, es una garantía

de éxito para la compañía. Desde se punto de vista, lo que finalmente es determinante

es el hecho de que el público considere servicio prestado como una alternativa válida.

Por eso, una imagen corporativa positiva y altamente diferenciada permite impulsar la

elección, aportando datos e información útiles para los públicos en el proceso de toma de

decisiones. De esta forma, la organización -por medio de su imagen corporativa- crea

valor para sí misma y ofrece un valor agregado a sus públicos. La idea de beneficio

mutuo será una de las claves del éxito de las empresas en el futuro.

La existencia de una imagen corporativa fuerte permitirá que las personas tengan un

esquema de referencia previo, sobre el que podrán asentar sus decisiones. Con ello, las

empresas con imagen corporativa o de marca consolidadas podrán minimizar el impacto

que tienen los factores de situación y los factores coyunturales, ya sean individuales o

sociales. (Capriotti, 2013)

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Aunque algunos factores pierdan fuerza y otros ganen preponderancia, cabe recordar

que la decisión final se verá influenciada por todo el conjunto de ellos (información,

imagen, situación, coyuntura, etc.).

En conclusión, una empresa que trabaja activamente en la comunicación externa para

generar una imagen positiva fuerte puede vender mucho mejor sus productos o servicios,

con un margen mayor de ganancias. Los consumidores, en estos casos, se ven

dispuestos a pagar un plus por alguna de las características intangibles de la marca que

la marca ofrece.

Los beneficios de la comunicación externa, por otra parte, redundan también en las

inversiones. Una empresa con buena imagen, es un organización susceptible de atraer a

mayor cantidad de inversores que estén interesados en participar aportando capital.

Los públicos internos forman la imagen de la empresa de una manera binaria. Por un

lado, nutriéndola con la experiencia e impresiones propias de su vida laboral. Por otro,

asistiendo a una especie de fenómeno de refracción en el que la imagen que los públicos

externos poseen, -de algún modo- regresa al público interno, reforzando las propias

percepciones ya existentes. Por eso, los trabajadores muchas veces se ven más atraídos

a formar parte de empresas exitosas y poseedoras de buena imagen. (Capriotti, 2013)

La comunicación externa, en su sentido más amplio, está conformada por los mensajes

(verbales, visuales y actitudinales) que produce –conciente o inconcientemente- la

organización y que dirige hacia sus públicos externos.

Es importante, en lo que respecta a la planificación de la misma, que los mensajes

diseñados se atengan al estilo de la firma. Por un lado, porque funcionarán como

herramientas de refuerzo de la imagen que los consumidores ya tienen de la misma. Pero

por otro, porque cualquier cambio abrupto produciría un extrañamiento y anularía el

efecto de confluencia y contribución a la imagen actual.

Estos mensajes deben ser canalizados a través de los medios de comunicación. Para

analizar los medios utilizados por las empresas de telefonía, resulta útil la clasificación

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propuesta por Iban Thompson en su ensayo Tipos de medios de comunicación (2006). El

autor los divide en tres grupos principales.

El primer grupo está conformado por los medios masivos, que tienen como radio de

alcance a una amplia audiencia, y a los que también se los denomina medios medibles.

Dentro de estos medios podemos ubicar a la televisión, la radio, los periódicos, las

revistas, el Internet y el cine. La eficiencia de las campañas de comunicación puede

medirse por medio del rating, de los números de ventas o del volumen de navegación por

la web, entre otras herramientas de métrica. Las compañías de telefonía suelen utilizar

estos medios para transmitir sus campañas como #HabloDeGratis y Mis amigos siempre

a mano, la última campaña realizada por Movistar Argentina, publicada por capítulos en

mediante su cuenta oficial de Youtube.

A su vez, Claro Argentina lanzó su campaña para la temporada de verano 2014 llamada

Claro Pingüino Rodríguez. Por otra parte, encontramos Lobo del 3G, este verano

#EsTuVerano de Personal.

En segundo lugar, se encuentran a los medios auxiliares, complementarios o no

medibles, cuya llegada a la audiencia es limitada. En este grupo se encuentra la

publicidad interior o exterior, la publicidad directa o por correo electrónico. A pesar de no

poder calcularse el impacto poseen estos canales, resultan útiles para la comunicación

externa.

En tercer lugar se ubican a los medios alternativos. El autor denomina así a aquellas

formas nuevas de promoción de productos. Estas nuevas alternativas utilizan como

recurso canales distintos a los tradicionales. Se puede conseguir esto en carros de

supermercados rotulados y mesas de ferias con un gráfico en el tope, entre otros. Las

compañías de telefonía suelen utilizar sus logotipos para tapizar suelos, escaleras

mecánicas, ascensores, de centros comerciales, también se utilizan las puertas y los

marcos de los espejos de los sanitarios de lugares públicos como bares, discos,

restaurantes, etc.

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La elección de los medios a utilizarse vendrá directamente influenciada por la

segmentación de los públicos externos, la definición del público objetivo y por los hábitos

de consumo mediático que éste segmento tenga.

De esta manera un segmento de público objetivo, se entenderá, en el marco de la

comunicación externa, como el conjunto de individuos reunidos de acuerdo a un

determinado criterio o según intereses comunes. Saló (2005), por su parte, los identifica

como “personas definidas por unas características e intereses comunes que revisten

cierta homogeneidad y con las que la empresa quiere comunicarse”.

Manrique y Monsalve (1995) clasifican a los públicos en una escala no jerárquica que se

divide en públicos internos y públicos externos. El segundo grupo estaría constituido por

todas aquellas personas, entidades, o colectivos que se encuentran por fuera de la

compañía y que interactúan con la organización desde el entorno. Pueden ser clientes,

representantes del gobierno, representantes de la comunidad o medios de comunicación.

En cuanto al mensaje -estímulo, idea o sentimiento que se comunica, parafraseando a

Fernández Collado- en su mayoría, en el caso de la telefonía, alude a los beneficios de

compartir y de poder comunicarse sin restricciones y según las necesidades de cada

persona.

Un buen ejemplo es la campaña publicitaria Personal Manía – Juicio de Personal. En ella

se envía un mensaje claro y preciso: no es más que la idea de vender su servicio dando

algunos beneficios extras a sus nuevos consumidores, incitándolos a comprar un nuevo

equipo, con la ventaja de mantener el mismo número de teléfono pagando un menor

costo.

Otro buen ejemplo es la publicidad que muestra el modem inalámbrico de Personal como

algo que te cambiara la vida, ya que no importa dónde te encuentres, podrás estar

comunicado las 24 horas del día, los siete días de la semana.

En Hablá gratis vos también / Los argentinos hablan, hasta de lo que no saben, de

Movistar 2013, se quiere transmitir la idea, de que no importa cuánto tiempo quieras

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hablar, eres libre de hacerlo de manera gratuita, si perteneces a la comunidad Movistar.

Dicho mensaje, está destinado a atraer a los clientes potenciales de la empresa.

En general estas campañas publicitarias como estas, no se lanzan aisladamente sino que

son parte de un complejo plan de acciones comunicacionales (mails para clientes,

mensajes en las facturas en papel, publicaciones en las redes sociales, llamadas

telefónicas, etc.) que refuerza el mensaje a transmitir a los clientes actuales y potenciales

de las empresas de telefonía.

En este sentido, este entramado complejo de acciones se realiza en el marco de un plan

de comunicación. Como lo menciona el autor Rebeil (2006) el plan de comunicaciones

sirve para que los directivos comprendan el papel estratégico de la comunicación y para

dar seguimiento al desarrollo de los eventos y actividades que se hayan planteado.

Por su parte Lester Potter (1997) en su libro The Communications Plan. The heart of

strategic Communications, complementa la definición señalando que es “un documento

escrito en el que se explican las actividades comunicacionales a emplear para alcanzar

las metas de la organización, el marco de tiempo en el que serán llevadas a cabo y el

presupuesto que será necesario para ello. Es el corazón de las comunicaciones

estratégicas ya que combina la actividad comunicacional con los objetivos, misión y

estrategias de la organización”, así como también el detalle de los recursos necesarios

para llevar a cabo el proyecto planteado.

El plan de comunicación es, como lo describe Libaeart:

Un método para mejorar la coherencia de las acciones al servicio de un propósito,


está incluido en el campo de la comunicación organizacional, cualquiera que sea
el tipo de empresa. Independiente de su tamaño, campo de actividad, objetivos y
desafíos, el plan de comunicación ofrece una trama global dentro de la cual la
empresa establece su lugar y su papel. (Libaeart, 2008)

Por lo tanto el plan de comunicaciones es una herramienta de gestión muy eficaz que

contiene los medios que se van a utilizar para lograrlo, el período de tiempo a ejecutarlo y

el presupuesto necesario para llevarlo cabo.

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1.3. La evolución en la manera de comunicarse

Desde que el servicio de telefonía móvil comenzó a ofrecerse en América Latina, en la

década de 1990, sufrió muchos cambios, así como también las estrategias de

comunicación utilizadas por las empresas prestadoras.

Los cambios comunicacionales se deben a dos circunstancias bien claras. En primer

lugar, a la penetración de la telefonía móvil. América Latina pasó de ser una región en la

que solo accedía al servicio un sector pequeño de la población a tener una penetración

igual o mayor al 100%. Países como Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Paraguay o

Venezuela tienen registrados más celulares que habitantes.

Una de las revoluciones más importantes de los últimos tiempos ha sido el Internet y la

telefonía móvil. La evolución de estas dos tecnologías que se dio casi en paralelo,

sumada a la mejora de los equipos de telefonía (un principio solo servían para realizar

llamadas, recibirlas y enviar mensajes y actualmente poseen casi las mismas funciones

que tienen un computador) ha contribuido exponencialmente a genera un cambio.

Según GSMA -alianza de operadores de telefonía celular en el mundo-, en el año 2013

se encontraba activas 632 millones de tarjetas SIM y 319 millones de usuarios únicos en

Latinoamérica, hecho que corresponde a una penetración de 104% y 52%.

Es decir existen 1.04 tarjetas SIM por cada individuo, a pesar de que solo la mitad de la

población tiene acceso a un teléfono celular. Se espera para el año 2017 un aumento del

40% de teléfonos inteligentes, frente al 20% que se tiene hoy en día. (BBC, 2014)

Sin duda, la masificación en el consumo de telefonía móvil modificó en gran parte las

estrategias de comunicación. Pero este cambio tecnológico sucedió a la par de otro: la

aparición y popularización del uso de Internet. Por lo tanto, las nuevas TICs, se

convirtieron en la segunda circunstancia modificadora de la forma de comunicar.

La utilización de las nuevas tecnologías de la información y comunicación se volvió cada

vez más frecuente en la vida cotidiana. Su aparición ha transformando y afectando la

visión del mundo que los usuarios poseían. Asimismo, su utilización ha agudizado, en

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cierta forma, el proceso de globalización. Las redes sociales e Internet han reducido los

obstáculos o las barreras globales a nivel comunicacional.

Si bien, los medios de comunicación han ido cambiando paulatinamente a lo largo de su

historia, fue –sin duda- el surgimiento de Internet el que permitió dar un salto de calidad y

de ampliación en la capacidad de cobertura. (Mattelart, 2001)

A tal punto es importante ese fenómeno que las versiones digitales de los periódicos han

empezados a desplazar a las gráficas. Hasta hace no más de una década, los lectores

estaban acostumbradas que para informarse necesitaban comprar los diarios o

periódicos. Si se evalúa el crecimiento del uso de Internet en relación a los medios, no es

difícil pensar que su utilización va a ir en crecimiento, a tal punto que en los próximos

años todo podría girar en torno a éste (desplazando definitivamente las ediciones en

papel).

En relación a las empresas de telefonía, este fenómeno ha requerido un cambio en su

manera de comunicarse y de pautar la publicidad. Las compañías prestadoras debieron

desarrollar sitios para comunicarse ágilmente con sus públicos. Si bien estos sitios

proveen al cliente el beneficio del acceso instantáneo a la información, no son suficientes

si se encuentran desprovistas de espacios de interacción. Entre otros beneficios debió

pensarse como el cliente podía hacer para acceder a su factura, a sus consumos, a pedir

en un cambio de equipo o a cambiarse de plan. Por eso, tanto las webs de empresas

como las versiones digitales de los periódicos han implementado herramientas 2.0 en sus

sitios web.

Roberto Igarza, en su ensayo Hacia una participación 2.0., habla de cómo los medios de

comunicación han ido involucrándose estrechamente con sus usuarios, hecho que fue

sumamente beneficioso para ambas partes debido a que se han establecido intereses

comunes, dando un valor agregado a la información.

Pero lo que ha logrado el éxito total es la web, ya que los usuarios en línea va

aumentando cada vez más, son personas hiperconectadas y difíciles de retener. Por

19
primera vez los medios han tenido que adaptar sus capacidades de gestionar la relación

con sus usuarios. Este cambio se dio debidos a que el rendimiento del negocio se

consigue mediante los lectores digitales.

Si bien, establecer buenas relaciones con el oyente, lector y televidente no es una

prioridad nueva, actualmente se ha convertido en una necesidad ineludible.

La gestión de la relación con los usuarios se ha complejizado exponencialmente al


mismo tiempo que el mercado de los contenidos se ha unificado. Los genes
mediáticos de los diversos competidores se hacen borrosos a la vista del usuario
mientras que sus marcas offline ya no pueden preservarlos de las deserciones
masivas o de la promiscuidad del consumo (6/10 consultan entre 2 y 5 webs para
informarse, 1/10 consultan más de 5 y 1/5 sólo consulta regularmente uno).
(Igarza, 2010)

Los nuevos cambios en la comunicación consisten en lograr que el usuario pase la

mayor cantidad de espacio-tiempo frente a pantallas donde se ve una competencia todos

contra todos, sin distinción alguna (radios, medios impresos, Tv, etc.).

Esto llevó que gestión la relación con los usuarios en el mundo online se tomara con

seriedad y el área de comunicación empezó a ganar terreno en las estrategias aplicadas.

(Igarza, 2010)

Otro factor relevante que he contribuido a la modificación en el uso de los medios es la

audiencia. La audiencia del siglo XXI es más activa y participativa que sus preasesoras.

Esto se genera gracias a que la mayoría de los sitio de Internet de las compañías de

telefonía están diseñados para que los usuarios actuales o potenciales puedan dejar sus

comentarios. De esta forma se genera un feedback con la audiencia, que ayuda a

corregir errores, saber qué piensan los clientes, que impresión causó –por ejemplo- un

lanzamiento de producto y, en última instancia, hasta podría utilizarse como una forma de

medir la imagen empresarial.

Dicho esto, queda claro que el feedback también se ha visto afectado por las nuevas

TICs, y no solo a nivel empresarial. Si se toma como ejemplo los periódicos, puede

advertirse que en el momento de auge de la prensa gráfica el feedback se concretaba

20
mediante las cartas que los lectores enviaban por correo postal a los diarios para exponer

sus opiniones sobre ciertos temas o noticias. Estas eran publicadas dos o tres días

después de que hubiese aparecido la noticia a la cual se referían.

El concepto propuesto por Wiener sobre la retroacción se puede vincular con la utilización

de las redes sociales en las sociedades actuales y, lo que resulta más significativo, en las

empresas y organizaciones. Actualmente, la habilitación de espacios de opinión en sitios

web y redes sociales, donde los usuarios pueden comunicarse con representantes de las

compañías en cualquier momento del día, es prácticamente una exigencia dentro de la

planificación estratégica de las empresas que pretenden alcanzar puestos de liderazgo.

Un buen ejemplo de ello son las cuentas de Facebook que muchas de las prestadoras de

telefonía móvil tienen, como por ejemplo Movistar Argentina

(/comunidadmovistarargentina), Claro (/ClaroArgentina) o Personal (/personalargentina).

A principios de 2011, más del 10% de la población mundial contaba con un perfil en

alguna red social. Luego de unos meses después de comenzar el año, Facebook logro

superar los 700 millones de usuarios. Mientras que durante 2010 Facebook creció a un

ritmo de 7,9 nuevos registros por segundo, durante el primer trimestre de 2011, añadió 26

millones usuarios nuevos al mes.

En Latinoamérica sigue existiendo un gran crecimiento, especialmente gracias a Brasil,

donde hasta ahora reinaba Orkut (Google), y de Argentina que crece a una tasa mayor al

7% mensual, África y Asia proveen gran parte de los nuevos usuarios.

Entre las veinte megalópolis con más cuentas registradas se encuentran seis

latinoamericanas: México está en el tercer lugar, Buenos Aires en el sexto, Bogotá en el

noveno, seguidas por Caracas, Santiago y San Pablo. Por encima de Buenos Aires sólo

se encuentran Yakarta, Estambul, México, Londres y Bangkok. Buenos Aires tendría más

usuarios de Facebook que Roma (4,30 millones), Nueva York (4,29 millones), San Pablo

(4 millones), París (4 millones), Manchester (2,6 millones) y Barcelona (2,18 millones).

(Izarga, 2011)

21
La tasa de penetración en los países latinoamericanos se sigue sosteniendo en

crecimiento, ya que por ejemplo, en Argentina para el 5 de noviembre del 2010 existían

11.825.140 usuarios, lo que quiere decir que hay un 28% de tasa de penetración sobre la

población total del país, tiempo más tarde para el 27 de marzo del 2011 ya existía un

32% de tasa de penetración sobre la población total.

De noviembre de 2010 a abril de 2011, la tasa de penetración en Argentina creció 7

puntos porcentuales, los cuales son equivalentes a 2,7 millones de usuarios, lo que crea

un promedio de 450.000 usuarios mensuales y un máximo mensual (abril) de poco más

de un millón.

Si bien en Latinoamérica recién se han expandido las redes sociales, los celulares ya

conforman una amplísima mayoría. En varios países, existen tantas líneas de teléfonos

móviles como habitantes. En el caso de Argentina, la tasa de penetración alcanza o en su

defecto supera la media europea.

Es probable que con una tasa de renovación del orden del 29% anual promedio, en los

próximos cuatro años veamos cómo esa mayoría populosa de usuarios de telefonía móvil

comienza a usar dispositivos inteligentes. Internet es masivo en los sectores medios y

altos, y el teléfono móvil en todos los niveles socioeconómicos. En otros términos, en un

país como Argentina, mientras que casi 50% de quienes tienen acceso a Internet y usan

las redes sociales (el promedio mundial es inferior al 25%) y el 40% en edad de votar

tiene acceso a Internet, el teléfono móvil está al alcance de casi todos. (Izarga, 2011.)

22
Capítulo 2. Imagen y cultura organizacional

En este capítulo se abordarán los conceptos de imagen y reputación para comprender la

importancia que tienen estos elementos en la vida empresarial, y la forma en que pueden

afectar de manera positiva o negativa a una empresa, marca u organización.

2.1. Cultura organizacional

A nivel general, la cultura puede definirse como el conjunto de formas de vida materiales

e intelectuales de una sociedad dada. Implica la forma de hacer, pensar y resolver los

problemas comunes de un grupo de personal. A nivel empresarial, la cultura

organizacional incluye también el trato al cliente, la filosofía que sostiene la empresa, los

valores y las costumbres que comparten los recursos humanos.

Como expresión del pensamiento de las organizaciones, es esperable que la cultura

ejerza una considerable influencia en la construcción y desarrollo de la imagen

corporativa. Es decir, condicionará el accionar propio de la organización, lo que incluye

también la política comunicacional.

En este sentido, Paul Capriotti define a la cultura corporativa como “el conjunto de

normas, valores y pautas de conducta, compartidas y no escritas, por las que se rigen

los miembros de una organización, y que se reflejan en sus comportamientos”. (1999, p.

147)

El autor menciona, por otra parte, la gran influencia que ejercen en la cultura corporativa

de una organización la personalidad y las normas impuestas por sus fundadores, así

como la personalidad y patrones de comportamiento de personas clave, su evolución

histórica como empresa, los éxitos y fracasos que en su desarrollo ha sufrido y el

entorno social en el cual se desempeña.

El primero de los elementos que menciona Capriotti, la personalidad del fundador y las

normas por él establecidas, son especialmente importantes en empresas pequeñas o

familiares.

23
Las personas claves, de las que también habla el autor, cumplen un rol similar en el

desarrollo institucional, y la manera en que señalan el rumbo a seguir en los diversos

escenarios contribuyen al desarrollo del espíritu empresarial. Asimismo, los éxitos y

fracasos empresariales generarán una influencia en las normas de conducta y las

formas de proceder futura. En este sentido, las formas de hacer las cosas que

contribuyeron al éxito en la organización, se tomarán como positivas. Lo contrario

pasará con aquellas que llevaron al fracaso.

De la misma forma, la personalidad de cada uno de los integrantes que conforma la

empresa, sus creencias, sus valores, sus objetivos y deseos influirán en la cultura

organizacional fuertemente.

Por último, Capriotti, menciona al entorno cómo condicionante de la cultura

organizacional; el sector o rama de la producción en la que compite, la comunidad

inmediata en la que se encuentra instalada, el contexto regional, provincial y nacional,

así como las condicionantes mundiales condicionarán fuertemente el accionar de la

empresa y su cultura.

De lo antedicho se destaca, entonces, que toda organización, independientemente de su

tamaño, de su producción, o de su antigüedad, construye su propia cultura, que además

resulta por ello distintiva. También, es importante señalar que es un factor de

integración, ya que supone compartir las mismas pautas, normas, creencias y objetivos.

Daniel Scheinsohn (2008) por su parte, destaca la importancia estratégica que tiene la

cultura en el desarrollo de la imagen corporativa, ya que los empleados transmiten entre

sus amigos, familiares y conocidos lo que perciben de la empresa de manera global, así

como transmiten al público externo las mismas impresiones en su contacto directo o

indirecto. En tanto la cultura se transfiere por imitación de la conducta de los pares y por

la interacción cotidiana, es el producto de múltiples rechazos y aceptaciones.

Una cultura puede ser fuerte o débil. Puede estar consolidada o sufrir transformaciones.

Una cultura fuerte será aquella compartida por la mayoría de los implicados en la

24
empresa. En ese caso todos estarán de acuerdo en hacer y pensar las cosas de una

misma manera. Sin embargo, en ocasiones puede existir un modo de organización

interna en la cual no todos coincidan. En este caso se asiste a conflictos culturales que

en la práctica obstaculizan la solución de un problema o llevar a cabo una correcta

planificación de actividades.

Sin embargo, en todos los casos al menos una de las funciones que menciona Villafañe:

adaptación, cohesión e implicación (1993, p. 145). En cuanto a la función de adaptación,

el autor comenta que en una empresa con una cultura compartida, será más fácil

establecer consenso en cuestiones claves como la misión, la visión, el desarrollo de

planes estratégicos, etc. Además, la cultura funciona como base para el planteamiento y

desarrollo de objetivos, metas y planes de gestión. En este sentido, una cultura fuerte en

una organización logrará establecer consenso respecto de los temas mencionados

anteriormente.

La cohesión también hace referencia al sentido de pertenencia que generan los grupos

cuando comparten una cultura sólida en común. En efecto, la cohesión no sólo incentiva

el sentido de pertenencia que las personas tienen en una organización, sino que

además genera que el personal tome a la organización como algo propio y trabaje en

pos de su desarrollo, independientemente de la tarea que deba realizar.

Y la implicación, finalmente, se manifiesta a través del conocimiento y la aceptación de

los valores y los objetivos de la organización; esto ocurre cuando, además de generar

un sentimiento de pertenencia y fidelidad a la organización, se produce un compromiso

duradero del empleado con la organización. Ya no lucha por el desarrollo organizacional

como un actor externo, sino que lo adopta como necesario y significativo para su vida.

Pero esto dependerá también del tipo de cultura corporativa que se haya desarrollado

en cada caso. Según Villafañe (1993), pueden distinguirse cuatro tipos de culturas

organizacionales: la cultura del poder, la cultura de la función, la cultura de la tarea y la

cultura de la persona. (p. 148)

25
En la cultura del poder, las características que generalmente destacan son la

concentración del poder en un área o persona específica y la mayor influencia de las

personas que se encuentran cercanas a núcleo de poder. Por otra parte, los ascensos

se deciden generalmente por las influencias o contactos que se tengan con la central de

poder, y el dinero es generalmente la principal fuente de incentivo.

En la cultura de la función, se encuentran como grandes valores la lógica y la

racionalidad. A su interior se premia y se percibe de acuerdo a la función que cada uno

ejerce y a como la ejerce. La función suele ser más importante que quien la realiza y se

priorizan la planificación y el control como forma de gestión.

En la cultura de la tarea se encuentra la experiencia como fuente de poder.

Generalmente la estructura cultural es flexible y adaptable., y se trabaja mucho en

equipo para resolver problemas.

Finalmente, en la cultura de la persona la principal característica es el individualismo. El

individuo está por encima de cualquier estructura. Por lo tanto, generalmente el

organigrama es casi inexistente, y la planificación a futuro es prácticamente nula. El

individuo suele ser imprescindible en su función y es por ello que el control de las tareas

resulta insuficiente.

Hay casos en los que no es posible continuar con una determinada organización interna,

o se producen crisis profundas. Según Villafañe (1993), la cultura debe sufrir cambios

necesariamente a lo largo de la vida de la organización, especialmente cuando se

introduzca un cambio de la misión, cuando se observe la obsolescencia de ese modelo

cultural, cuando se producen cambios estructurales profundos.

2.1.1. El rol de la cultura organizacional en las empresas de telefonía

Una vez comprendidas las formas en que se desarrolla la cultura organizacional en las

corporaciones, es necesario analizar el desarrollo de este elemento en las empresas de

telefonía móvil.

26
La cultura organizacional de la empresa Claro está establecida en gran parte por su

misión, visión y valores, pilares fundamentales sobre los que planifican su gestión. Su

visión está basada en mejorar la vida de sus clientes, ayudando a personas, negocios y

comunidades a estar más y mejor conectados con el mundo.

Su misión es ser líderes en el mercado de las comunidades de Argentina, Uruguay y

Paraguay ofreciendo productos y servicios de excelencia, generando bienestar para sus

clientes, sus recursos humanos y la comunidad. La ética corporativa es la base de sus

valores como organización, y la práctica de esos valores determina no sólo la calidad del

servicio que brindan, sino también la coherencia entre lo que piensan, dicen y hacen.

Movistar Telefónica, por su parte, cuenta con un modelo de gestión regional integrado.

La clave de la estructura de la compañía reside en profundizar su enfoque al cliente y

aprovechar su escala y sus alianzas estratégicas. El Centro Corporativo de la institución

es el responsable de las estrategias global y organizativa, de las políticas corporativas,

de la gestión de las actividades comunes, así como de la coordinación de las

actividades de las unidades de negocios.

La primera empresa ha desarrollado su gestión en base a la cultura de la función, ya

que se basa en la burocracia de los empleados, su pilar es el ámbito profesional de los

trabajadores, y sus valores están determinados por la lógica y la razón. En cambio, la

segunda empresa ha desarrollado una cultura de la tarea, debido a que aprecia la

culminación del trabajo en los tiempos y las formas estipuladas en la planificación, y se

caracteriza por trabajar mucho en equipo para resolver los inconvenientes que se

presenten, y una vez resuelto, cada integrante vuelve a ocupar su rol.

En función de este relevamiento, es posible sostener que cada organización ha

desarrollado un tipo de cultura corporativa que mejor se adecúa con las necesidades y

objetivos que cada una se propone alcanzar.

27
2.2. El diseño organizacional

Cualquier organización o empresa se encuentra dividida en distintas áreas, dependiendo

de sus funciones. Estas áreas deben alinear sus tareas para que, en su interacción

recíproca, puedan alcanzar los propósitos de gestión que persigue la organización.

Es posible distinguir entre cinco tipos de diseño organizacional. En principio, el diseño

de estructura simple es aquel en donde la coordinación la gestiona la cúspide

estratégica, mediante supervisión directa y un mínimo de personal y de línea media. En

segundo lugar, el diseño de burocracia mecánica, implica la coordinación a través de la

estandarización del trabajo.

Por su parte, el diseño basado en la burocracia profesional, implica la coordinación a

través del conocimiento de los empleados, por lo que se necesitan profesionales

altamente entrenados en el centro operativo, y considerable personal de apoyo, en tanto

que la estructura y la línea media no son muy elaboradas. Por otro lado, la estructura

divisionalizada, incluye la coordinación llevada a cabo mediante la estandarización de

productos de distintas unidades de producción. La línea media de cada una de estas

unidades o divisiones tiene gran autonomía.

Y finalmente, la adhocracia, que corresponde al diseño de las organizaciones más

complejas, en las que se requiere la combinación de trabajos a través de equipos

coordinados mediante el compromiso común. Tienden a desaparecer la línea y el

personal de apoyo.

El diseño organizacional es una herramienta fundamental que permite conocer y

organizar las actividades de cada uno de los sectores. En este sentido, es importante

destacar que el diseño organizacional debe diagramarse con rigurosidad y asignando

las tareas a cada sector en función de las necesidades de la empresa.

Pero no es sólo una herramienta de organización interna, sino que también contribuye al

establecimiento de metas, objetivos y parámetros en común, planificando las actividades

28
claves y constituyendo así la base para construir el tipo de compañía que se desea dar a

conocer al mundo.

A este respecto, el diseño organizacional es útil también para lograr un control efectivo

del funcionamiento de las distintas áreas, así como de la eficacia de los empleados en

sus respectivos puestos.

De acuerdo con lo antedicho, se puede afirmar que el diseño organizacional es un

proceso integral a través del cual se intenta mirar la organización hacia adentro y hacia

afuera, y al mismo tiempo se explicitan las decisiones de la gerencia que el plantel de la

organización debe llevar a la práctica.

Para efectuar un diseño organizacional, según Reyes (2001), hay que tener en cuenta

varios factores, entre los que destacan la formalización, la especialización, la jerarquía

de autoridad, la centralización, el profesionalismo y las proporcione del personal.

Además, menciona otros factores contextuales, como el tamaño, la tecnología

organizacional, el entorno, las metas y estrategias y la cultura local. (p. 17)

El diseño organizacional ayuda a las organizaciones a aumentar a su máxima eficiencia.

Las nuevas metas y planes constituyen un audaz estímulo, y los altos directivos son los

responsables de posicionar a sus organizaciones para la consecución del éxito. El

establecimiento de metas y estrategias contribuyen a mejorar la competitividad de las

organizaciones.

Como sostiene el autor, el entorno cumple un papel significativo, en tanto permite

advertir las oportunidades, posibles amenazas e incertidumbres que conlleva la

competencia empresarial, asignando recursos (financieros, humanos y

comunicacionales) según las necesidades.

El diseño se convierte así en una herramienta integral de gestión que busca el

aprendizaje sobre la organización para lograr la eficiencia. Mediante la introducción de

sistemas de información y control, de tecnologías de producción y mejores políticas de

recursos humanos, así como de la visibilización o creación de una cultura organizacional

29
compartida, el desempeño empresarial tiene grandes posibilidades de mejorar, de la

mano de un buen diseño de tareas y recursos. (Reyes, 2001, p. 23)

Los resultados se plasman luego en la competitividad de la organización, en el

cumplimiento y superación de las metas propuestas, en la mejora de la capacidad de

gestión de los recursos.

Todos estos elementos contemplados en el diseño organizacional son los que influirán

en el armado de cualquier plan estratégico organizacional.

2.2.1. Diseño organizacional internacional

Si la empresa decide realizar negocios de manera internacional, necesitará planificar

nuevas estrategias con diferentes metas para lograr sus objetivos. Las empresas deben

analizar sus propósitos, y para ello, pensar en ciertas cuestiones, como por ejemplo,

ingresar en economías de escala, economías de alcance o decidirse por factores de

producción de bajo costo (Reyes, 2001, p. 74)

Una economía de escala es aquella que intenta obtener costos más bajos mediante la

producción de un volumen mayor de productos. Las economías de escala permiten a las

compañías obtener descuentos por volumen de parte de sus proveedores, lo que

disminuye, a su vez, el costo de producción de la organización.

Por su lado, las economías de alcance intentan reducir costos mediante la presencia en

muchas líneas de productos. También pueden incrementar el poder de mercado de una

compañía frente a sus competidores.

En cuanto a los factores de bajo costo, puede afirmarse que es una de las fuerzas

movilizadoras más importantes para la expansión comercial de cualquier empresa,

relacionada de manera directa con los factores de producción. Esta realidad se plasma

en los múltiples casos en que las empresas se expanden a otros países para conseguir

mano de obra barata.

30
De cualquier manera, la empresa debe elegir un diseño acorde a la estrategia global

que quiera realizar; elegir entre la estandarización global o la sensibilidad ante las

necesidades locales. (Reyes, 2001, p. 80)

Si la organización quiere realizar una estrategia de globalización, esto implica que la

estrategia de diseño de producto, manufactura y comercialización estará presente en

todo el mundo. Para un diseño que enfrente una estrategia multinacional, la

competencia en cada país se maneja sin tomar en cuenta la que se genera en otros

países.

2.2.2.1. El diseño en las multinacionales de telefonía

El diseño organizacional de las empresas de telefonía constituye un caso de análisis

fundamental, puesto que la mayoría de las organizaciones que se encuentran en este

sector, tienen unidades de negocios funcionando en distintos lugares del mundo.

Movistar Telefónica cuenta con un modelo de gestión regional integrada, a través de las

distintas operaciones que tiene en 24 países. A nivel general, se organiza en base a dos

grandes regiones; Europa y América. Telefónica Europa contiene las operaciones de

Alemania, Eslovaquia, España, Irlanda, Reino Unido y República Checa. Movistar

Telefónica Latinoamérica contiene las operaciones de Argentina, Brasil, Chile, Colombia,

Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Perú,

Uruguay y Venezuela.

A su vez, opera a través de Movistar Telefónica Digital, una división de negocio global

de Telefónica. Su tarea es capturar las oportunidades que se dan en el mundo digital y

ayudar al crecimiento de la empresa mediante la investigación y el desarrollo, así como

a través del establecimiento de alianzas globales y servicios digitales, como la

informática en la nube (o Cloud Computing), la publicidad móvil, las soluciones M2M o la

eSanidad (eHealth).

31
Asimismo, cuenta con el área de Recursos Globales, una unidad operativa que se

encarga de mejorar los beneficios de la escala de Movistar Telefónica, al mismo tiempo

que busca conseguir mayores niveles de eficiencia para la compañía, mediante la

simplificación, la estandarización, la racionalización y la consolidación de las compras

globales y la gestión de algunos de los activos no estratégicos de Telefónica. Esta área

se organiza en red y operaciones, sistemas de información, compras, servicios y el área

global de recursos humanos.

Movistar Telefónica ha generado alianzas para tener presencia en países como China e

Italia, a través de participaciones en el capital de China Unicom y Telecom Italia. El

capital riesgo es un pilar esencial de la estrategia de Movistar Telefónica, ya que a

través de esta estrategia, se busca invertir en las mejores compañías tecnológicas

actuales y futuras, para ayudar a expandir sus capacidades en el mundo digital.

(Telefónica, 2014)

Con respecto a la compañía Claro, ésta cuenta con operaciones en 18 países del

continente americano y del Caribe, siendo la cuarta más grande del mundo en términos

de suscriptores. América Móvil trabaja bajo la marca Claro en 15 países: Argentina,

Brasil, Chile, Perú, Puerto Rico, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Jamaica,

Guatemala, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Uruguay y Honduras. Asimismo, dentro de

América Móvil se encuentran las marcas Tracfone en Estados Unidos, Comcel en

Colombia y Telcel en México. Claro cuenta con una de las redes más amplias y

extensas de tecnología 3G en el territorio nacional, llegando a más de 550 ciudades.

En este apartado también es posible analizar el caso de Personal, que opera desde el

año 1996 en Argentina y su accionista es Telecom. Esta empresa se caracteriza por

ofrecer servicios innovadores de telefonía móvil.

En el año 2012, Personal presentó un modelo nuevo de atención presencial en oficinas

comerciales de todo el país, basándose en la experiencia y en la educación de los

clientes, con el fin de atender sus necesidades y aumentar su satisfacción. Asimismo,

32
consolidó su estrategia de atención digital con presencia en las principales redes

sociales: Facebook, Twitter, Youtube, Google +, Linkedin y Pinterest.

Personal ofrece servicios y ofertas flexibles que contribuyen a potenciar la experiencia

de conectividad móvil de cada cliente, integrándose a su estilo de vida. Además, brinda

una variedad de servicios segmentados según las necesidades de cada usuario, en las

diferentes regiones del país. Mediante una oferta flexible, ofrece una propuesta de valor

formada por packs, planes y servicios que se adaptan a los requerimientos de cada

cliente, permitiendo adecuar sus consumos según las necesidades de comunicación de

cada momento.

En función de este relevamiento, es posible sostener que el tipo de diseño

organizacional apropiado para las empresas multinacionales de telefonía es el de

burocracia mecánica. Este diseño, producto de la industrialización, enfatiza la

estandarización del trabajo y genera una amplia jerarquía en la línea media para la

supervisión de las tareas y la resolución de los problemas que surgen de la

departamentalización.

Este diseño demanda de muchos analistas para su coordinación, lo cual genera un

cierto grado de autoridad informal. Crea su propia administración, carece de

cooperación de un amplio staff de apoyo, ya que necesita estabilidad para operar. Este

tipo de diseño es el apropiado para empresas grandes con sistemas de producción

masivas, donde la autoridad formal se centra en la cúspide. En general, empresas

controladas externamente, como es el caso de las que ocupan el sector de la telefonía

móvil.

2.3. Identidad Corporativa

El propio ser, la personalidad concreta de la empresa es su identidad. Dicha identidad se

puede visualizar por medio de los elementos icónicos, visuales o de marca, que

identifican a la empresa entre sus públicos. Estos elementos de la identidad constituyen

33
sus rasgos físicos.

En efecto, según Sanz de la Tajada: “toda empresa necesita tener una personalidad

propia, que permita identificarla, diferenciándola de las demás. Dicha personalidad

constituye su identidad específica, su propio ser”. (1993, p. 41)

La identidad se compone principalmente de los valores y creencias, de la filosofía que la

empresa comparte en su interior. Constituyen estos elementos, los rasgos culturales,

por lo que es posible concluir que la identidad es la manifestación cultural de la empresa

en sus actividades diarias. (Sanz de la Tajada, 1993)

Así como la cultura, la identidad de una empresa existe, independientemente del grado

de conciencia que la organización tenga sobre su existencia, o de la importancia que le

dedique como activo estratégico. Toda organización tiene una manera de pensar y

resolver sus problemas y tareas diarias, y ellas configuran su identidad.

Siguiendo a Sanz de la Tajada (1993) existen varios factores que componen dicha

identidad. En principio, el plano ético, se encuentra vinculado con la implicancia de la

empresa en la formación y la práctica de las virtudes morales de cada uno de sus

integrantes. También implica el compromiso por parte de la organización en los

problemas de la sociedad donde actúa.

Para efectuar un análisis de la identidad de una organización, es necesario tener en

cuenta tres elementos; la realidad, la comunicación y la imagen que se forman los

públicos de ella.

La realidad de la empresa en su forma global, lo que la empresa es en un momento

determinado, incluye su situación financiera, patrimonial y personal. Además, lo que la

empresa es se encuentra determinado por su misión y su cultura, ya que en ellas se

condensan los objetivos de la organización, su visión con respecto al entorno y su propia

situación.

Por otro lado, la identidad se forma por lo que la empresa dice de sí misma, esto es, su

comunicación. En muchos casos, es posible encontrar una contradicción o coherencia

34
entre la realidad de la empresa y el discurso que emite hacia sus públicos. La

comunicación de la empresa se vincula en gran medida con su identidad visual. Para

efectuar una correcta comunicación, las organizaciones despliegan un conjunto de

técnicas específicas en función de las características de cada público.

Para ello, en principio, es necesario realizar un estudio sobre los públicos, considerando

no sólo la cantidad de personas que lo integran, su composición social, su situación

económica y cultural, como así también la relación que mantienen con la empresa.

Además, se debe definir el mensaje que se desea difundir y los objetivos de esa

comunicación, seleccionando también los mejores métodos de control para conocer si se

cumplen los objetivos planteados o no.

En lo que respecta a la identidad visual, para lograr una coherencia en la comunicación

empresaria, ésta debe plasmarse en todos los elementos de la empresa, desde los

productos y servicios, hasta los vehículos de logística, las fachadas de las sucursales, la

vestimenta del personal, así como los elementos publicitarios y el merchandising.

Y un último elemento a tener en cuenta al hablar de identidad, es aquello que los públicos

creen de la empresa. Independientemente de la realidad de la empresa en su interior y

del discurso que emita, los públicos se forman una imagen determinada, en función de su

propia escala de valores, su capacidad de comprensión y su propia experiencia personal.

Y esto es independiente del trabajo que pueda realizar la organización en pos de la

construcción de una imagen positiva.

Según Sanz de la Tajada “la Identidad de la empresa se compone de un cuerpo de ocho

variables”. (1993, p. 68) Estas variables son: la axiológica, la social, la de servicio, la

administrativa, la institucional, la mercadológica, la técnica y la variable económico-

financiera.

La identidad axiológica comprende el conjunto de valores morales y éticos que una

empresa posee y con los cuales trabaja en forma diaria y que guían su accionar. La

identidad social, por su parte, refiere a la interacción de la sociedad donde interactúa,

35
más allá de la relación que establece con sus clientes actuales y potenciales. En la

actualidad muchas empresas toman como parte de su estrategia de imagen corporativa

el compromiso a nivel social, de manera de mostrar una preocupación social que

sobrepasa los propios intereses económicos.

En tercer lugar, la identidad de servicio refiere a los servicios que la organización presta a

sus clientes, de cuyo desempeño dependerá la satisfacción de los clientes o

consumidores, por lo que constituye un elemento fundamental para el desarrollo de una

imagen positiva.

La identidad administrativa, por su parte, implica no sólo la administración de la empresa

en general, sino también la administración de los recursos humanos. Aspectos como la

motivación del personal, la promoción interna o el proceso de selección, están presentes

en esta variable de la identidad.

Luego el autor menciona la identidad institucional, vinculándola con la relación que la

empresa mantiene con el sector gremial y político. La identidad mercadológica, por otro

lado, se refiere a todas las actividades de marketing que la organización efectúa con el

objetivo de influir en el mercado para poder alcanzar sus metas. En esta variable se

incluye todo lo referente a su política de investigación de mercado, su política de

producto, precios, promoción y publicidad.

La identidad técnica se refiere a los procesos de producción de bienes y servicios y la

calidad de estos bienes y, por último, la variable económico-financiera, que refiere a la

solidez financiera que la empresa posee. Todas estas variables en su conjunto

interactúan determinando un tipo de identidad organizacional que condicionará todas las

actividades de la empresa y, en consecuencia, afectará su imagen corporativa.

Si se considera que en la identidad de una empresa estarán presentes los objetivos a

corto, mediano y largo plazo, la definición del negocio, la adopción de los cursos

necesarios para alcanzar los objetivos y las creencias y valores que se sostienen en la

36
organización, no se puede más que afirmar que la identidad de la organización

determinará en gran parte sus éxitos y fracasos.

En función de lo analizado en este apartado, es posible comprender la influencia de la

identidad en la situación financiera, económica, mercadológica, técnica y administrativa

de las organizaciones. Por lo cual, es imposible desatender la importancia de la

identidad dentro del marco de la formación de la imagen corporativa y de cualquier otra

variable estratégica.

Es necesario, entonces, establecer un sistema de evaluación de la identidad. Sanz De la

Tajada (1993) propone para efectuar un correcto análisis de esta identidad un modelo

de seis etapas. La primera consta de la creación de un marco teórico acerca del alcance

normativo de la identidad conceptual de la empresa. La segunda refiere al análisis de la

memoria histórica de la empresa, mientras que la tercera refiere al análisis de la

identidad a partir de la percepción que tienen los directivos y empleados de la empresa

acerca de lo que ésta es y lo que debe ser.

La cuarta etapa implica un análisis documental de los datos e informes y otros papeles

de circulación interna; la quinta es la observación ambiental sobre los rituales; y la última

etapa implica un análisis de indicadores objetivos de las mismas variables o categorías.

La primera etapa se refiere a consensuar dentro de la organización lo que se entiende

por identidad. La segunda manifiesta la necesidad de hacer un análisis histórico sobre la

identidad de la empresa. El autor propone para este estudio realizar entrevistas en

profundidad con los directivos de la organización y recurrir a los archivos de la compañía

en busca de dicha información. Para efectuar este estudio, es necesario elaborar dos

cuestionarios, uno destinado a los directivos de la organización y otro a los empleados.

En la tercera etapa se efectuará un análisis de percepción, que permitirá comprender si

la percepción que tienen los involucrados en la empresa sobre lo que es y deber ser, es

igual en toda la organización. En la cuarta etapa se trata de recolectar información en

los documentos de circulación interna sobre datos de ventas, planificación estratégica,

37
filosofía, normas y políticas de acción y valores. En la quinta etapa se tratan de observar

las conductas que el personal de la empresa tiene en la atención de clientes, desde la

respuesta a un llamado telefónico, la disposición física en oficinas o lugares de trabajo y

el estilo de las instalaciones de la empresa.

Por último, el autor recomienda realizar un análisis de los indicadores objetivos de las

variables o categorías incluidas en las entrevistas. Esto se realiza con el objetivo de

evitar posibles desviaciones subjetivas que se puedan producir en el análisis de

identidad.

2.3.1. La importancia de la identidad en las empresas de telefonía móvil

En el caso de las empresas de telefonía móvil, el desarrollo de una identidad

socialmente responsable, cuyo objetivo principal sea el desarrollo social, dejando a un

lado o en segundo plano los intereses económicos, constituye la más adecuada. De

igual forma, la identidad de servicio es de gran importancia para una institución de este

tipo, ya que implica la mejora continua del servicio que prestan a los usuarios, asi como

la eficacia con la que desempeñan sus roles, para mantener al consumidor satisfecho.

Un ejemplo claro de la importancia de desarrollar acciones sociales es el patrocinio de

brindado por la fundación de Movistar Telefónica hacia dos jóvenes para que

participaran del foro mundial para el liderazgo realizado en Suiza.

Aparicio (2013), directora de la Fundación Telefónica, explicó que existe una fuerte

preocupación por las pocas expectativas de futuro que hay en los jóvenes, lo poco

valorados y reconocidos que son en sus sociedades, así como la falta de oportunidad

que hay para ellos. Esto dio pie al primer programa en el Reino Unido llamado Big think,

el cual promueve proyectos formulados por los jóvenes para acompañarlos en ese

emprendimiento y después celebrar los triunfos de ellos para que la sociedad los

reconozca.

Aparicio añadió que:

38
para Movistar telefónica y su fundación apoyar a estos jóvenes es importante
porque ellos son inspiradores, ya que, son ejemplo y nos permiten también
aprovechar todo ese liderazgo que ellos han desarrollado, para inspirar a los
jóvenes de nuestro programa y que eso sirva como semilla para seguir
alimentando ese liderazgo que queremos fomentar en la red de nuestro
egresados. (Aparicio, 2013)

En el caso de Claro Perú, la responsabilidad social se enfoca en los rubros de niñez,

cuidado del medio ambiente, deportes y cultura, y en especial la música. Sus principales

aliados son UNICEF, la asociación para la niñez y su ambiente (ANIA), el Centro

Cultural de la PUCP y la asociación Caminando Juntos.

Asimismo, Claro forma parte del círculo de empresas Amigas de la niñez, que

mantienen un convenio de cooperación con la representación de UNICEF en Perú,

implementando el programa supervivencia y desarrollo infantil. Al presente, Claro ha

beneficiado a más de nueve mil madres gestantes y dieciocho mil niños menores de tres

años, en siete distritos y más de cien comunidades rurales de la selva peruana.

En lo que respecta al cuidado del medio ambiente, Claro trabaja conjuntamente con

ANIA buscando que los niños sean promotores y guardianes de la naturaleza. En el área

deportiva Claro también refleja su responsabilidad social convocando a la Copa Claro

interescolar de fútbol 7, donde se reúnen los finalistas de las ocho ciudades

participantes.

2.4. Imagen corporativa

La imagen debe ser considerada como un activo estratégico en la organización. Un

activo que genera e imprime valor a todas las actividades que la empresa realiza.

Villafañe define al plan estratégico de imagen, como:

Un documento de síntesis que traduce, en términos de Imagen y comunicación,


el proyecto empresarial de la compañía, establece cual debe ser la Imagen
intencional de ésta y fija la estrategia a medio plazo (un periodo de cuatro años
parece lo más razonable) para conseguirlo. (1993, p. 198)

39
Según el autor, cualquier plan estratégico de imagen debe responder cuál es la imagen

actual, cómo se ha conformado esta imagen, si en términos globales es positiva o

negativa y su posicionamiento frente a los demás competidores del sector. Asimismo, es

necesario comprender cuáles son los aspectos que conviene conservar y cuáles

conviene modificar, considerando la imagen ideal que se intenta lograr para conseguir

los objetivos. Esto implicará también el establecimiento de las estrategias de

comunicación tanto internas como externas, necesarias para difundir la nueva imagen.

Para poder gestionar, analizar y construir la imagen corporativa de una organización, es

necesario analizar tres aspectos o dimensiones de la misma; la autoimagen, la imagen

intencional y la imagen pública. (Villafañe, 1993)

La autoimagen se refiere a la percepción que la empresa tiene de sí misma. Para poder

hacer un diagnóstico de autoimagen es preciso analizar la situación de la empresa, la

cultura corporativa, la planificación y desarrollo de los recursos humanos y el análisis del

clima interno. El análisis de la situación de la empresa implica efectuar un estudio sobre

la evolución que la empresa tuvo históricamente en todos sus aspectos, un análisis del

proyecto empresarial, las políticas corporativas, su posición en el rubro o sector y un

análisis FODA.

Para realizar dicho estudio hay que tener en cuenta varios aspectos fundamentales en

una organización. Siguiendo al autor, esta tarea involucra el análisis del grado de

adhesión que el personal tiene hacia la misión, su comprensión y puesta en práctica en

las actividades cotidianas, su evolución histórica, sus fracasos y éxitos y cuáles han sido

las causas de los mismos, así como comparar la situación de la empresa con respecto a

las otras organizaciones que compiten en el sector o industria.

Luego, es preciso realizar un estudio sobre la cultura empresarial, cuyos objetivos se

orienten a la medición del conocimiento respecto de la cultura, particularmente las

actitudes y comportamientos de los empleados hacia dicha cultura y las opiniones y

percepciones que éstos han forjado en su vínculo con la institución.

40
El análisis de los recursos humanos se realizará teniendo en cuenta la capacitación del

personal, su promoción interna, los procesos de selección, analizando al mismo tiempo

el acuerdo o rechazo que existe sobre las políticas implementadas. Por último, en el

análisis del clima interno se tendrán en cuenta los niveles de satisfacción del personal,

la participación, la motivación y los canales de comunicación interna que facilitan el

proceso comunicativo entre áreas.

Una vez que se obtiene un diagnóstico de la imagen que la empresa ha construido

respecto de sí misma, es preciso pasar al próximo paso, evaluando la imagen

intencional que se desea transmitir a los públicos, estimando para ello los objetivos

generales de gestión y las metas necesarias para alcanzarlos.

Para Villafañe (1993), la imagen intencional es “la manifestación de la personalidad

corporativa de la empresa“ (p. 56) y, como tal, requiere emprender un estudio sobre la

identidad visual y la estrategia comunicacional de la empresa.

En estos análisis, tanto para la identidad visual como para la comunicación, se deberá

tener en cuenta cuáles son los recursos disponibles para estas actividades, las

estrategias que las rigen, los resultados obtenidos y los sistemas de evaluación que se

utilizan para medir dichos resultados. Un último punto que resulta sumamente

importante para lograr una auditoría de imagen completa, es el análisis de la imagen

pública, es decir, la imagen que el entorno tiene de dicha organización.

Este análisis de la autoimagen, imagen intencional e imagen pública es de fundamental

importancia para plantear un plan de gestión estratégica de la imagen corporativa que

parta de la realidad existente de la empresa para planificar la manera de acortar el gap

existente entre la imagen real y la imagen ideal.

Es preciso señalar, asimismo, que para obtener un diagnóstico de imagen efectivo es

necesario analizar los distintos públicos con los que se relaciona la institución, así como

los vínculos que establece con cada uno de ellos.

41
Sin embargo, la herramienta de la auditoría no siempre es bien recibida en el ámbito

organizacional. En efecto, para Villafañe (1993), es posible que surjan diversos

conflictos. Un ejemplo concreto ocurre cuando los empleados de una organización

consideran que tiene una imagen positiva porque cumple con el pago de salarios a

tiempo, porque éstos son más altos que en otras empresas, o porque se respetan las

jornadas de trabajo. Esta misma empresa puede tener una mala imagen entre sus

accionistas si la misma no produce las ganancias esperadas.

También se puede encontrar una percepción de imagen positiva entre los clientes de

una empresa que ofrece sus productos a un precio visiblemente más bajo que el resto

de la competencia. Pero esto se puede deber en parte a un salario más bajo o a

condiciones de empleo más precarias o a negociaciones agresivas con sus

proveedores. Por lo tanto, en este público se habrá conformado una imagen negativa.

Para planificar, entonces, las acciones tendientes a mejorar la imagen corporativa de

manera de lograr una armonía de intereses ente la organización y sus diferentes

públicos, es necesario comprender el tipo de relación que cada sector mantiene con la

misma. Capriotti (1999) propone el concepto de nube de públicos para visualizar y

comprender el conjunto de públicos con los que una organización se relaciona de

diferentes formas.

Accionistas Gobiernos

Sindicatos Comunidad

Medios de comunicación Proveedores


Organización
Empleados Ecologistas

Líderes de opinión Distribuidores

Consumidores

Figura 1: Mapa de públicos. Fuente: elaboración propia

42
Este autor sostiene que el análisis de la imagen corporativa implica el estudio de la

notoriedad y el perfil de la imagen. La notoriedad, en primer lugar, refiere al grado de

conocimiento o desconocimiento que el público tiene sobre la empresa. Este factor

resulta decisivo ya que la construcción de la imagen corporativa dependerá de las

informaciones emitidas o no por la empresa que le lleguen a los públicos.

En este sentido, una empresa puede tener un alto, medio o bajo grado de notoriedad, en

función de las gestiones que realice para difundir sus acciones. Pero esto tampoco

dependerá sólo de sus acciones voluntarias, sino que debe contemplarse en términos

comparativos, es decir, del grado de notoriedad que hayan logrado las demás empresas

de la competencia en el rubro o sector, y en el país o región de incumbencia.

Al analizar el grado de notoriedad, Capriotti (1999) propone una tipología que explicita

varios grados de conocimiento de la imagen de empresa. En principio se encuentra el

nivel de desconocimiento, que significa que las personas ni siquiera conocen el nombre

de la compañía. Otro grado de conocimiento es el de confusión, que ocurre cuando las

personas reconocen el nombre, pero no logran asociarlo a una actividad, sector o marca

en particular.

Por otro lado, el nivel de reconocimiento refiere a la situación que se produce cuando las

personas reconocen una organización y la relacionan con el rubro o actividad concreta

que realiza. Si bien es un alto grado de notoriedad, el recuerdo constituye uno mayor.

En este caso, la persona ubica a la empresa y sus actividades, pero además las ubica

en primer lugar en forma espontánea. El autor destaca la importancia de lograr este

nivel de notoriedad, ya que las organizaciones ubicadas en los primeros lugares son las

que lideran el top of mind en las elecciones cotidianas de los consumidores.

Capriotti (1993) señala, asimismo, la importancia que tienen los atributos a la hora de

diagnosticar una imagen corporativa. Los atributos son todos aquellos factores sobre los

cuales los diferentes públicos se forman la imagen corporativa. El problema radica en el

hecho de que los diferentes públicos tendrán diferentes atributos que destacar sobre la

43
organización, y esto se debe particularmente a las diferentes relaciones que mantienen

con ella.

Además, Capriotti señala que se pueden encontrar atributos primarios y secundarios.

Los primeros son aquellos que determinan la imagen de una organización. Por ejemplo,

el precio. Los secundarios son aquellos que influyen en la imagen pero en menor

medida. Por ejemplo el servicio pos – venta.

En función de lo analizado anteriormente, es posible afirmar que la construcción y el

mantenimiento de una imagen positiva otorgan un valor agregado a la empresa. En

efecto, la imagen debe ser considerada como una herramienta estratégica para

posicionar a la empresa otorgándole atributos de diferenciación. (Capriotti, 1999)

Es importante tener en cuenta estos elementos al momento de elaborar un plan

estratégico de imagen. Los objetivos estipulados deben ocuparse no sólo de lo inmediato,

sino también del sostenimiento de un alto nivel de notoriedad y un buen nivel de

recordación a mediano y largo plazo.

A nivel global, los objetivos de imagen no serán más que los objetivos de la

organización. Sin embargo, a nivel especifico, la imagen puede tener objetivos que

abarquen diferentes áreas en particular o diferentes problemas y amenazas que la

organización deba afrontar. Es posible, por ejemplo, que una auditoría de imagen dé

como resultado una imagen actual negativa; en este caso, los objetivos estarán

orientados en eliminar los factores perjudiciales y transformar la percepción de los

públicos afectados hacia la empresa.

Capriotti (1999) puntualiza en la necesidad de establecer los objetivos generales de

imagen en relación con los propósitos de la organización, principalmente en lo que

respecta a lograr notoriedad y recordación entre sus públicos; que conozcan su nombre,

los productos o servicios que ofrece, las actividades que lleva a cabo y la manera en

que se trabaja en su interior. Lo que la organización busca, básicamente, es existir para

sus públicos.

44
Pero la identificación no alcanza en una era en la que resulta difícil distinguir un

producto de otro; es necesario que los públicos, además, efectúen una diferenciación a

la hora de adquirir un producto o servicio de la compañía, eligiéndola por su valor

agregado o sus atributos propios.

Constituirse como referente de imagen significa estar considerado por los públicos como

la organización que mejor representa los atributos de una determinada categoría o

sector de actividad. En este sentido, implica estar en una mejor posición que las demás,

lográndose acercar al ideal de imagen que requiere ese mercado.

En consecuencia, la identificación, la diferenciación y la referencia son factores que

deben lograrse para mejorar la competitividad de las organizaciones, ocupando al

mismo tiempo un lugar valioso para los públicos y ofreciéndoles una experiencia

superior y perdurable en el tiempo. Ser la empresa elegida es fundamental en la

estrategia de imagen corporativa, ya que permite desarrollar un liderazgo sostenido.

Una vez que definidos los objetivos de la estrategia y puestas en funcionamientos las

acciones tendientes a alcanzar la imagen ideal, se debe elaborar un plan de

comunicación apropiado para difundir esta nueva imagen. Las preguntas que deben

responderse en esta etapa son: qué comunicar (mensajes), cómo comunicarlo (medios)

y a quién comunicar (públicos, internos y externos).

2.5. Reputación empresaria

La reputación corporativa es el producto del grado de reconocimiento que los grupos de

interés de una compañía (cualquier persona o entidad afectada por las actividades de esa

empresa, ya sea porque forma parte de los grupos internos de la misma, como

propietarios, accionistas, directivos o trabajadores, o de los externos, como clientes,

proveedores, competidores y sociedad en general) conciben acerca de su

comportamiento corporativo. (Frechilla y Carrillo, 2012)

45
Esto quiere decir que la reputación depende de la imagen que los públicos se hayan

forjado, tengan o no que ver con el desarrollo institucional, estén o no interesados en ella,

o estén vinculados directa o indirectamente con la misma. Como explica Villafañe (2000),

si la imagen da cuenta de una preocupación por las problemáticas coyunturales de sus

públicos, y conjuga la personalidad corporativa estratégicamente, es posible que logre

generar una mayor aceptación. La reputación es, entonces, la fama o prestigio que logra

una empresa, tanto hacia su interior como hacia su entorno.

Este prestigio es ganado a través del cumplimiento de las acciones que realiza la

empresa, así como las que planea realizar a futuro, y las que ya ha efectivizado en el

pasado. Esta coherencia entre lo que la empresa dice y hace, es un aspecto clave a la

hora de construir su reputación. Así como una persona vela por su reputación y su buen

nombre, una empresa también debe hacerlo, ya que es una fuente de valor para ella.

Es preciso recordar que la reputación va a estar signada tanto por el comportamiento

financiero como el comportamiento ético de la empresa. La reputación corporativa

acrecienta el valor comercial de los productos y servicios de una compañía y, por lo tanto,

desarrolla su competitividad. La reputación es un poderoso elemento de diferenciación de

productos y empresas, que además acrecienta su valor comercial y su competitividad.

Otro factor importante que ayuda a generar más valor en una empresa es la identificación

emocional entre las empresas y su público, como resultado de la amalgama de intereses

entre la conducta de la empresa y lo que es éticamente responsable. (Villafañe, 2000)

Poseer una buena reputación empresarial puede servir de respaldo en tiempos de crisis

económicas, porque la reputación que haya desarrollado durante los años, no permitirá

que pierdan confianza en ella sus acreedores, proveedores, clientes, empelados, y la

misma sociedad. Si bien sus resultados pueden parecer intangibles y, por ello, imposibles

de medir, es importante considerar a la reputación como un elemento significativo en la

estrategia empresarial.

46
2.5.1. La imagen y la reputación en las empresas de telefonía móvil

La importancia de conservar una imagen y una reputación positiva en el área de la

telefonía móvil, es fundamental, ya que se trata de un servicio en el cual es indiscutible la

relación de los servicios con la marca global, es decir, que el producto o servicio brindado

conserva la misma identidad que la empresa que la comercializa.

En este sector la marca corporativa lleva al consumidor a mantener asociaciones más

cercanas hacia la marca que hacia el producto. Al momento de comprar, el consumidor

evalúa las compañías antes que al producto que ofrecen. Por lo tanto, el cuidado de su

imagen es elemental.

De igual forma:

El consumidor que se enfrenta a la adquisición de estos servicios, tiene una


amplia variedad donde elegir, la elección se complica y representa demasiados
sacrificios no monetarios para el cliente, por lo que la imagen corporativa, la
comunicación y el poder de la marca pueden convertirse en elementos claramente
diferenciadores. (García de los Salmones, 2002)

La gestión de la buena reputación significa una oportunidad capaz de ofrecer una

diferenciación en el entorno competitivo difícil de igualar que, acompañada de una

correcta campaña de marketing, puede contribuir significativamente a satisfacer las

expectativas del consumidor, generando confianza y credibilidad. Como sostiene Mínguez

(1999) “la reputación es un capital valioso para la organización y, como tal, hay que

gestionarla con rigor, al igual que se hace con otros de sus activos”.

Lo anteriormente analizado puede reflejarse claramente en la campaña de publicidad y

marketing que realizó en el año 2005 Movistar para comunicar el cambio de su identidad

visual, lo que conllevó a una transformación de su imagen exponencial. A través de la

incorporación de un nuevo logotipo, y la colocación de estructuras con la letra M en toda

la ciudad de Buenos Aires, logró desarrollar una imagen de marca innovadora, con

fuerza, moderna y cercana, capaz de llegar a todo el mundo.

47
Esta campaña tenía como objetivo posicionar a Movistar como la empresa líder en

telecomunicaciones latinoamericana, con la más alta tecnología e innovación en sus

productos y servicios, así como con la mejor atención al cliente. Con la creación de la

nueva imagen, así como la implementación de esta campaña publicitaria Movistar logró

un cambio importante en la imagen percibida por los nuevos públicos que intentaba

captar, ya que la empresa matriz, Telefónica, tenía una imagen de empresa tradicional.

48
Capítulo 3. Las nuevas tecnologías de la comunicación y la información

Las áreas que componen a las nuevas tecnologías son, principalmente, la informática y

las telecomunicaciones. Ambos componentes interactúan en una infinidad de situaciones

que tienen como último objetivo la comunicación. Con la invención de Internet, las

Nuevas Tecnologías han ingresado en una etapa de convergencia entre las partes

mencionadas y han conseguido un protagonismo creciente en la mayor parte de los

aspectos de la vida cotidiana.

Este capítulo aborda una introducción a las nuevas tecnologías para comprender el

cambio de paradigma que han instituido tanto a nivel interpersonal como empresarial.

Específicamente en lo que refiere a este último ámbito, el capítulo culmina señalando la

importancia y necesidad de su inclusión en la estrategia corporativa.

3.1. Introducción a las nuevas TICs

Cuando se habla de nuevas tecnologías se refiere a aquellas que contribuyen a la

creación, almacenamiento y transmisión de información, como -a su vez- a la interacción

entre los usuarios. Se incluyen la microelectrónica, la informática (tanto el hardware como

el software), las telecomunicaciones, la televisión, la radio y la optoelectrónica.

La tecnología, en su sentido más amplio, es el uso del conocimiento científico para

generar modos de hacer cosas de una manera reproducible. (Brooks y Bell, 1971)

Puede decirse que a mediados del siglo pasado comienza a registrarse un cambio en la

cultura del trabajo, generado a partir del surgimiento de un nuevo paradigma tecnológico.

No solo hay cambios a nivel comunicacional, sino que se plantea un nuevo escenario de

importantes descubrimientos en materia de fuentes de energía, aplicaciones médicas, en

técnicas fabricación (en curso o potenciales, como la nanotecnología) y en la tecnología

del transporte, entre otras. (Castells, 1999)

49
Según Negroponte (1995), al entrar en el siglo XXI entramos también de lleno en la era

digital. Esto vendría a estar confirmado por la existencia del lenguaje digital, que

continuamente se está generando, almacenando, procesando y trasmitiendo.

Las nuevas TICs son a esta revolución tecnológica, lo que las antiguas fuentes de

energía fueron a las sucesivas revoluciones industriales (de la tracción a sangre a la

propulsión a vapor, de la propulsión a vapor a los combustibles fósiles e incluso a la

energía nuclear).

Lo que caracteriza a la revolución tecnológica actual no es el carácter central del

conocimiento y la información, sino la aparición de nuevas formas de almacenar,

procesar y transmitir esa información/comunicación, en un círculo de realimentación

acumulativo entre la innovación y sus usos.

El usuario tiene el poder de apropiación de la tecnología y de la generación -a partir de

ésta- de desarrollos más eficientes. Esto se debe a que la evolución de las nuevas TICs

aún no ha alcanzado todo su potencial.

Si se compra la revolución tecnológica actual con la revolución industrial, puede decirse

que mientras que las TICs se han expandido a una velocidad inaudita, los cambios

industriales sucedidos en la segunda mitad del Siglo XIX fueron expandiéndose mucho

más lentamente que éstas. (Castells, 1999)

Si bien la penetración tecnológica es alta, siguen existiendo sectores de la sociedad que

no tiene acceso a las TICs, lo que los convierte a en segmentos de la población

desconectados del mundo.

En el último cuarto del siglo XX y principios del siglo XXI, una serie de descubrimientos

científicos e innovaciones industriales están convergiendo en la constitución de un nuevo

paradigma tecnológico que afecta el conjunto de la actividad humana.

El surgimiento de varias tecnologías de manera conjunta produjo un efecto sinérgico que

contribuyó a la rapidez de su aplicación y difusión, así como al reforzamiento recíproco de

cada campo sobre la base de los descubrimientos realizados en otros terrenos.

50
La constitución de un nuevo paradigma tecnológico ha tenido dos consecuencias bien

definidas: en primer lugar, el tratamiento de la información y la comunicación a partir del

nacimiento de las nuevas TICs y por otro, el funcionamiento de procesos de todo tipo

relacionados con el uso de estas tecnologías.

De estas dos consecuencias se desprende una tercera: el incremento exponencial de la

flexibilidad en la comunicación organizacional. Esta flexibilidad condiciona, en última

instancia, los resultados económicos y las posiciones de poder (que se modifican a raíz

de la creciente horizontalidad de las comunicaciones).

Las tecnologías tienen un fuerte impacto en la economía. En este sentido se observan,

por lo menos, tres grandes tendencias. En primer lugar, existe una tendencia creciente a

la integración del sector de servicios -sobre todo financieros- que facilitaría, de algún

modo, las operaciones de los clientes. En segundo lugar, esta integración y digitalización

de las gestiones está produciendo un impacto positivo en los mercados financieros a

través de transacciones programadas de manera semiautomática. En tercer lugar, la

incorporación de las nuevas TICs como herramientas de gestión está influenciando

fuertemente la competitividad de las empresas en los mercados internacionales. Y por

último, se pone de manifiesto un crecimiento del sector productor de nuevas tecnologías,

que supera ampliamente al registrado en otros sectores industriales y/o de producción de

servicios.

Las nuevas tecnologías y su impacto en la comunicación pueden notarse mayormente en

el ámbito de los grandes medios de comunicación audiovisuales pero también influyen, y

cada vez más, en la computadora y los teléfonos celulares.

La transformación tecnológica ha desdibujado los límites de la funcionalidad de cada un

de los aparatos tecnológicos, interrelacionándolos entre sí, y haciendo del hogar

electrónico un nuevo universo. Las TICs penetran, de esta forma, en esferas

fundamentales de la vida social; no sólo hogareña sino también otras como la

educacional (con la informatización de la enseñanza), la comercial (con el auge de las

51
compras virtuales) y la estatal (con el creciente aumento del control ciudadano sobre el

estado a través de la tecnología).

Con la aparición y desarrollo de Internet (columna vertebral de la comunicación global a

través del ordenador) surgen las redes interactivas que incorporan, tecnológica y

culturalmente, las propiedades de la interactividad y la comunicación, ausentes en los

medios masivos de comunicación. Las comunidades virtuales son redes electrónicas

autodefinidas de comunicación interactiva, organizadas por un interés o propósito

compartido. Su alcance es cada vez más global. En ellas conviven usuarios permanentes

y también una multitud temporal en busca de nuevas experiencias y contactos. Su

duración, a veces, es efímera, favoreciendo la comunicación desinhibida, y pudiendo

invertir los tradicionales juegos del poder. (Castells, 1999)

Finalmente la autopista informática se dirige hacia la integración total de varios modos de

comunicación en una red interactiva. Es decir la integración de textos, imágenes y sonido

en un mismo sistema, interactuando desde puntos múltiples, en un tiempo elegido (real o

demorado) a lo largo de una red global. Esto está cambiando definitivamente el carácter

de la comunicación. Como consecuencia comienzan a aparecer una nueva cultura, en

palabras de Castells, la cultura de la virtualidad real.

Las estrategias empresariales que operan en su desarrollo apuntan a un gigantesco

sistema de entretenimiento basado en el video a solicitud, telejuegos y parques temáticos

de realidad virtual.

El nuevo estilo de vida se caracteriza por la alta presciencia multimedial que tiende a

absorber las formas de interacción tradicionales. Así mismo, posee dos características

distintivas: la concentración de la vida en el hogar y el individualismo.

El modelo socio-cultural resultante presenta cuatro características: una extendida

diferenciación social y cultural; una estratificación social creciente entre usuarios, no sólo

por restricciones de tiempo y dinero sino también por diferencias culturales y educativas

que serán decisivas para el uso de la interacción (interactuantes vs. interactuados); una

52
integración de todos los mensajes en un modelo cognitivo común; y por último una

integración de la mayor parte de las expresiones culturales en toda su diversidad: es el

rasgo más importante del multimedia. (Castells, 1999)

3.2. Alcance y funcionalidad de las nuevas TICs

Puede definirse Internet como una red de envergadura mundial donde, primeramente las

computadoras y luego una infinita variedad de dispositivos electrónicos, pueden

intercambiar tanto recursos como información.

Internet nació en la década de 1960, en Estados Unidos, bajo el nombre de ARPANET.

Fue el contexto de la Guerra Fría el que hizo surgir la necesidad de intercambiar

información entre computadoras a distancia y con inmediatez. En una primera instancia,

fueron cuatro los ordenadores capaces de interconectarse, todos ellos de propiedad

militar. Años más tarde, este número de ordenadores creció exponencialmente, razón por

la cual esta red pasó de ser exclusivamente usada por el sector de seguridad, a ser

utilizada también en el ámbito universitario. (Piscitelli, 2009, p. 20)

Como suele ocurrir, a medida que se naturalizaron ciertas tecnologías, fueron surgiendo

otros nuevos. Tanto es así que un grupo de investigadores se encontró en la necesidad

de desarrollar un nuevo sistema basado en hipervínculos, al que llamarían

posteriormente Word Wide Web.

Para entrar a este nuevo mundo de intercomunicaciones, es imprescindible que las

computadoras estén conectadas a través de algún tipo de cable, fibra óptica, o como se

ha visto en los últimos tiempos: señal inalámbrica de celular. La evolución en la cantidad

de información transmitida o ancho de banda hizo posible que las computadoras sean

capaces de compartir no solo caracteres tipográficos, sino también imágenes, videos y

sonidos. Hace ya alrededor de 10 años, Internet permite que, por ejemplo, una persona

de Japón pueda enviar un video a otra que se encuentra en Argentina en tan solo unos

pocos segundos.

53
Tomando datos registrados en Argentina en 2011, puede afirmarse que hasta el

momento de publicación del informe había 4.873.227 conexione activas de Internet por

medio de computadoras. Estas conexiones representaron un crecimiento del 20.2% con

respecto al año anterior. (INDEC, 2011)

Estas estadísticas, sintéticamente, exhiben una explosión por parte de la red que aún no

encuentra su límite.

Las estadísticas previamente expuestas olvidan una gran porción de usuarios que

representan una parte considerable de las terminales de acceso a Internet: los

smartphones. En una nota periodística del diario La Nación, José Crettaz sostiene que:

“unos 10 millones de argentinos, el 24% de la población, ya tienen teléfono celular

inteligente o smartphones (…) Esa cifra pone a la Argentina entre los países de la región

con más alta penetración de estos dispositivos”. (Crettaz, 2012)

Estos dispositivos, capaces de conectarse a Internet utilizando como medio la señal del

celular, caben en la palma de la mano por lo que son fácilmente transportables. Gracias a

esto y a la caída gradual de los precios -conforme avanza el desarrollo de estos

productos- la cantidad de usuarios es que cada vez es mayor.

Marcas de renombre mundial como Apple, Nokia, Motorola, Samsung, BlackBerry y LG

desarrollaron celulares con procesadores tan avanzados que tienen la habilidad de hacer

correr sistemas operativos muy similares a los de cualquier computadora de tamaño

convencional. Aquellos celulares que hace pocos años se jactaban de permitir el ingreso

de más de 50 contactos en la agenda, hoy parecen reliquias frente a un iPhone, capaz

de, entre otras cosas, rastrear por medio de satélites ubicaciones, enviar y compartir

videos, fotos y música, hacer video conferencias y correr complejos programas de diseño

en 3D como el Autocad.

Entre las habilidades descriptas previamente, se encuentra la de administrar, modificar,

crear y eliminar contenido en cualquier red social como Facebook, Twitter, Youtube y

blogs.

54
Según Pablo Martín Fernández y Guillermo Tomoyose de la redacción del diario La

Nación (2010) en los años ’60, en Estados Unidos, comenzaron a ver la luz los primeros

bocetos de lo que hoy llamaríamos Tablet Personal Computer, o abreviadamente tablet.

En el año 2002, desarrolladores asociados a la empresa Microsoft implementaron tablets

de alto costo y poca portabilidad, que funcionaban con el Sistema Operativo Microsoft

Windows XP. Su interfaz fue la misma que la de las computadoras de escritorio, sólo que

se necesitaba un Stylus o lápiz óptico para interactuar con ella. No obstante, no fue hasta

el año 2010 que este dispositivo alcanzó una vertiginosa popularidad de la mano de un

revolucionario producto desarrollado por Apple: el iPad. Este producto ofrecía 10 horas

de duración en un dispositivo de aproximadamente 10 pulgadas diagonales de tamaño y

medio quilogramo de peso (sólo el 20% del peso de una notebook convencional).

La empresa de Steve Jobs, según informes oficiales emitidos a sus inversores, en sólo 28

días alcanzó la cifra de un millón de unidades vendidas de la primera generación de

iPads. En la actualidad, la tercera generación del iPad lidera el mercado de las tablets

con 48 millones de unidades vendidas a nivel mundial.

De todas maneras, empresas como Motorola, Sony y Samsung, entre otras, también se

han abocado al desarrollo de productos similares.

Vale destacar que tano las tablets como los smartphones poseen procesadores

particularmente similares. Por ende, sus prestaciones son prácticamente las mismas. La

ventaja de una tablet por sobre los celulares radica en el gran tamaño de su pantalla que

oscila entre las 7 y las 10 pulgadas.

Pablo Piacente (2012) sostiene en su blog que “tiendas online como Amazon y otras

similares ya han captado esta tendencia desde hace tiempo, ofreciendo productos y

formatos adaptados tecnológicamente a las necesidades de los tablets y otros

dispositivos portátiles”.

En la misma línea, el autor agrega que las redes sociales pueden convertirse en un aliado

perfecto para este tipo de proyectos. Piacente sostiene que esto se debe al gran impacto

55
comunicacional que provocan, puesto que han pasado a formar parte de la actividad

cotidiana de millones de personas en todo el mundo. De hecho, según un estudio de la

Orange Exposure 2011, los usuarios de tablets están hasta cinco veces más dispuestos a

hacer compras online que los usuarios de telefonía móvil.

Resumiendo, Internet y los dispositivos móviles mantienen una relación de sinergia de

dos vías, donde uno se fabrica en función del otro y este otro se modifica nuevamente en

función del primero. De esta manera, los cambios se hacen presentes cada vez con

mayor frecuencia generando así una suerte de círculo virtuoso de autosuperación

permanente.

Esta explosión de tecnología generada por estos dispositivos sesgó el monopólico

protagonismo ganado, tan solo unos pocos años atrás, por las conocidas netbooks. Las

netbooks nacieron en el año 2007 de manos del gigante de la electrónica ASUS. Dicho

producto fue diseñado para mercados emergentes ya que ofrecía a sus usuarios un

ordenador a bajísimo costo (unos 300 dólares) y con una portabilidad de -al menos- un

50% inferior en relación al peso de una notebook convencional. Su bajo costo estuvo

posibilitado por el tipo de tecnología empleada (es decir, procesadores económicos de

bajo rendimiento) y por su escaso tamaño de pantalla (de sólo 7 pulgadas). Además,

proveían un sistema operativo gratuito denominado Linux.

Según la versión digital del diario El País (2013), la demanda de estos nuevos

ordenadores puso en jaque a empresas que lideraban el rubro como Microsoft, Hewlett-

Packard e Intel. Como suele ocurrir en estos casos, y en la mayoría de los mercados,

nuevos exponentes se hicieron presentes tales como Samsung, Sony, entre otros. Los

procesadores Intel dominaron el mercado con su variante llamada Atom. El Sistema

Operativo ya no sería gratuito, porque Microsoft tenía intereses en ofrecer nuevas

prestaciones a precios cada vez más bajos.

Las notebooks son aquellas computadoras portátiles que actualmente alcanzan

desempeños, en ocasiones, mayores que el de sus competidoras de escritorio o PCs.

56
En un artículo publicado en La Nación (2009) con el título “Las PC siguen perdiendo

terreno frente a las notebooks” se estima que si bien su cuota de mercado se vio

segmentada en más porciones por la demanda de las tablets y netbooks, su desempeño

mantiene niveles de superioridad para quienes priorizan el rendimiento por sobre la

portabilidad.

Las ultrabooks, por su parte, son computadoras portátiles que intentan responder a la

demanda de reducción del peso. Corresponden al mismo segmento que las notebooks.

Es decir que son, en principio, notebooks ultra delgadas, que ofrecen la posibilidad de

ejercer aplicativos tan exigentes como los presentes en estas últimas o en PCs de

escritorio. El avance de la tecnología permitió que se incorporen los mismos

componentes en un espacio mucho menor, conservando una pantalla de gran tamaño y

una batería de altísima duración.

Más allá del dispositivo por el que se acceda, es importante analizar cuales son los sitios

que más tráfico traccionan en el mundo. Alexa.com, espacio orientado a la auditoría del

flujo de visitas a website, ubica -en su último informe- dentro de los primeros 15 sitios del

mundo a Facebook (inclusive antes que Google). Descendiendo en el listado, aparece

Youtube, Twitter, Tumblr y Yahoo, entre otros. Todas ellas redes sociales y plataformas

de interacción 2.0.

Las redes sociales se originaron en 1997 gracias a la página sixdegrees.com (ahora

inexistente). Esta página fue la primera en ofrecer a sus usuarios la posibilidad de crear

un perfil, agregar contactos e intercambiar información variada. Sin embargo, no fue

hasta 2002 y 2003, respectivamente, que nació www.fotolog.com y www.myspace.com

para que la idea de las redes sociales alcanzase su popularidad a nivel mundial. Estas

nuevas redes sociales aportaban la posibilidad de compartir fotos, videos y música. En

2004 se añadirán a las páginas mencionadas Facebook y Youtube, sitios líderes -en la

actualidad- en lo que a redes sociales refiere.

Asúnsolo responsable de Microsoft SB Portal interpreta que:

57
El concepto de red social (…), parte de un abstracto, esto es, tomamos un punto
de partida de estudio y establecemos las distintas relaciones entre los individuos.
Por cada punto de partida crearemos distintas redes y por supuesto distintos
modelos de relación. Este concepto, tan básico como sencillo es lo que hace de
las RS un mundo espectacularmente útil y ampliamente difícil de abarcar. Y no
solo eso, dentro de un mismo momento espacio- temporal, se pueden
redimensionar y redefinir esas RS. (Asúnsolo, 2011)

La finalidad de estas redes fue -en sus comienzos- compartir información y generar

nuevos contactos a partir de los que ya se tenían, pero con la llegada de las grandes

empresas a la Web 2.0 el abanico de finalidades se amplió proporcionalmente a las

diferentes intenciones de cada una de estas organizaciones.

Facebook no sólo es la red social más popular del mundo, sino también, la página Web

más accedida. Esta página ofrece la facilidad de mantener el contacto con aquellas

personas conocidas a las que uno no frecuenta habitualmente. Permite compartir desde

estados de ánimos hasta ubicaciones en tiempo real con sorprendente exactitud.

La empresa, fundada en 2004 por Mark Zuckerberg, un estudiante universitario de

Harvard, cuenta hoy, según el último informe emitido por la pagina Alexa, con más de 900

millones de cuentas activas.

García sostiene que:

Los argentinos le dedican un promedio de 21,2 minutos cada día. Todos estos
minutos juntos suman 635,5 por mes. Es decir, que cada usuario en el país dedica
10,6 horas de su vida por mes al arte de relacionarse por la mayor red social que
haya dado Internet. (García, 2011)

Estos datos son ampliamente conocidos por las empresas. Por ese motivo, cada vez más

común encontrarse con campañas de comunicación específicas en donde las redes

sociales cumplen un rol primordial en la interacción con los públicos. Claros ejemplos son

las campañas que exigen a los participantes clickear sobre Me gusta o en la Fans Page

de la empresa para poder acceder a sorteos y/o promociones.

Esta red social también permite instalar diferentes aplicativos (como juegos o programas)

que automatizan la realización de acciones con los contactos que cada usuario posee. En

58
referencia a los dispositivos portátiles, se hizo evidente -en la reconfiguración de

Facebook- la distribución y diagramación del diseño en función del dispositivo desde el

que se accede. Es decir, no se dispone de la misma interfaz en la pantalla que en un

smartphone, o en una tablet o notebook.

Otra característica de esta red social es la posibilidad de subir enlaces a otras páginas,

notas personales, música, fotos y videos. Muchos usuarios comparten videos, que

circulan con rapidez en las redes sociales, pero en este campo -hasta ahora el

intercambio- el liderazgo sigue teniéndolo Youtube.

Youtube nació en 2005 con el aporte de tres americanos llamados Chad Hurley, Steven

Chen y Jawed Karim. Esta red social surgió como producto de la necesidad de compartir

videos por Internet, en un momento en que la banda ancha no alcanzaba las velocidades

promedio requeridas para este fin. Fueron estos tres ex empleados de Pay-Pal (gestor de

pagos por Internet de alcance mundial) quienes encontraron la forma de compartir los

pesados archivos, de tal modo que los videos no demorasen tanto tiempo ni en subirse ni

en reproducirse.

Youtube fue una compañía tan exitosa que, en octubre de 2006, poco más de un año de

haber empezado a operar, fue comprada por Google en 1.650 millones de dólares.

Youtube afirma que cada minuto se suben al sitio 48 horas de video, lo que significa que

cientos de usuarios diariamente comparten el equivalente a 8 años de material

audiovisual. (yotube.com)

En la actualidad puede accederse a Youtube prácticamente desde cualquier dispositivo

electrónico con acceso a Internet, desde las tablets, notebooks, smartphones y los de

más reciente aparición como las Smat TVs.

Esta red social también es utilizada por diferentes gobiernos para emitir comunicados

oficiales. En tal sentido, el canal oficial del gobierno de Argentina, que comenzó sus

actividades en enero de 2007, posee actualmente 21.805 suscriptores, casi 7 millones de

59
reproducciones en el total de sus publicaciones, y una actualización frecuente que implica

la subida de videos cada 20 horas.

No sólo la comunicación empresarial y gubernamental han ganado espacio en Youtube.

El periodismo, por su parte, también ha llegado a esta red social. Los noticieros de los

canales de aire y hasta gran parte de los periódicos poseen su propio canal.

Una vez más, Estados Unidos protagoniza la creación de otro boom de la Internet. Twitter

nació en el año 2006 bajo la denominación original de Twttr. Su objetivo principal es

generar una red de intercambio de conversaciones acotadas, de hasta 140 caracteres por

tweet. El motivo de esta limitación se debió a la intención de generar compatibilidad con

la tecnología SMS (servicio de mensajes de texto), cuya extensión coincide con ese

número restringido de caracteres. Sus usuarios pueden opinar acerca de diversos temas

en el momento que lo deseen. Cada participante debe elegir a quienes va a seguir.

Según Beatriz Fainholc, autora de Hacia la Sociedad Digital (2011), se deben reconocer

las debilidades y fortalezas de las redes sociales, a fin de arribar hacia una mayor

comprensión de las mismas.

Desde el punto de vista de sus fortalezas, la red Twitter es una herramienta democrática.

Esto significa que, si la persona posee conectividad, puede acceder a ella con facilidad

puesto que la misma se halla al alcance de prácticamente todos los que deseen pasarse

datos e información breves en poco tiempo. Twitter posee una interfaz amigable, rápida,

gratuita, flexible y fácil de comprender, que lo coloca en el ranking de las redes más

usadas para comunicarse.

La misma autora afirma que además tiende a fortalecer el ejercicio de la escritura. Dada

su exigencia de transmitir ideas expresadas por escrito a través de textos breves, obliga a

la síntesis de los contenidos a través de una escritura de tipo telegrama o de micro-

blogging.

Por su parte, las debilidades de Twitter pueden resumirse en que, en primer lugar, es una

empresa que depende de negocios multimillonarios constituidos por las principales

60
compañías de telecomunicaciones del mundo. Al respecto, cabe introducir un comentario

de Fainholc, en el que sostiene que uno de los aspectos negativos de Twitter es que:

Funciona como un instrumento, en general, de uso de difusión económica y de


propaganda política banal: si bien es parte de una socialización, no es patrimonio
de un momento educativo de aplicación formal. Necesita del chequeo constante de
la información directa que aparece y se publica a cada instante, lo que es
perturbador de otro tipo de comunicación, por ejemplo aquella que se practica cara
a cara. Fomenta la dependencia con las pantallas y la búsqueda /adicción de estar
informado en todo momento. (Fainholc, 2011)

La segunda característica negativa está directamente relacionada con sus condiciones de

uso. La utilización de una modalidad de escritura reducida podría producir un impacto

disruptivo, desde el punto de vista de la cognición, del que no se sabe cuáles son los

efectos. No se ha investigado, aún, qué desarrollo del pensamiento se configura a través

de este lenguaje, forma de expresión y comunicación.

La autora advierte, por último, sobre la responsabilidad de quienes deben recortar la

información para transmitir lo que creen que es más interesante y/o relevante de ser

publicarlo en Twitter. Esta práctica u obligación en la que se encuentran

productores/editores de información que los empuja a seleccionar extractos de

declaraciones de personajes públicos, puede conducir a ciertas formas de manipulación.

Por otra parte, no permite la subida directa de contenido multimedia; se dificulta la

segmentación de followers porque un mismo mensaje es enviado en simultáneo a todos

por igual; y los líderes de opinión, tanto funcionarios públicos como otro tipo de referentes

sociales, pueden perder prestigio al publicarse determinada información. (Fainholc, 2011)

Fainholc, en el mismo estudio académico acerca del fenómeno Twitter expresa que:

El Twitter aparece como una herramienta de comunicación directa de crecimiento


hoy descomunal, por lo menos en Argentina y como es previsible se constituye en
una caja de resonancia de y en la vida social, cultural, política y económica de un
país. También que como modo generativo de comunicación (que lo es), habría
que preguntarse si realmente es para producir un traspaso de genuina información
veraz, conducente a una genuina comunicación, o solo se trata de otro
entretenimiento virtual que ocupa el tiempo ocioso y no tan ocioso de la gente.
(Fainholc, 2011)

61
Como toda red social, los efectos de su uso o desuso se encuentran en plena

investigación. Es por eso que, que las organizaciones deben elegir cuidadosamente el

camino a la hora de comunicar, de forma tal que predomine el beneficio por sobre la

perdida.

3.3. Influencia de las nuevas TICs en la comunicación organizacional

Con la popularización de Internet, los dispositivos electrónicos sufrieron una serie de

cambios que marcaron el rumbo de la comunicación institucional. Dicho vuelco no se hizo

tan notorio hasta el surgimiento del fenómeno conocido como Web 2.0.

Las redes sociales, por su parte, permiten un mayor contacto con los clientes actuales,

captar clientes potenciales y hasta funcionan como canal donde conducir y aplicar las

estrategias de posicionamiento o reposicionamiento de marca.

Según un informe de NextVision (2014): “se estima que más de 300.000 empresas de

todo el mundo utiliza las redes sociales bien con fines comerciales o como herramienta

de comunicación interna”.

La misma consultora asegura que entre las ventajas más importantes de recurrir a las

nuevas TICs para la comunicación empresarial se encuentran: mejorar la colaboración

entre diferentes sedes, en especial en empresas que tiene oficinas en países o regiones

diferentes; facilitar la gestión del conocimiento creando grupos privados; reforzar el

compromiso de los empleados con la organización; y, por último, mejorar la comunicación

con el cliente, atendiendo –principalmente- consultas, quejas o sugerencias. (Nextvision,

2014).

Sin embargo no todo es positivo. Las redes sociales si bien pueden ser aliadas de la

gestión de comunicación, también pueden ser una herramienta de riesgo importante.

Desde el aumento de la vulnerabilidad, la viralización de comentarios negativos hasta los

62
casos de phishing (especialmente vinculados a entidades bancarias o financieras), son

situaciones recurrentes.

Muchas empresas recurren a la estrategia de CPP o Cross Platform Promotion, es decir a

la cooperación sinérgica entre plataformas aumentando exponencialmente el efecto de

viralización de la información. Esto significa la posibilidad de que la campaña se expanda

por Facebook, Twitter, Youtube, entre otras redes.

Sin duda, en la última década las redes sociales han influenciado fuertemente las

decisiones de comunicación. Tan sólo un año después de su surgimiento la empresa ya

había adquirido tal notoriedad que logró cambiar el paradigma de audiovisual publicitario,

acostumbrado hasta ese momento a depender de la televisión o del cine. Fue así que

comenzaron a surgir campañas publicitarias virales que se publicaron en esta plataforma

y se diseminaron hacia otras. Entre las primeras y más conocidas se pueden mencionar a

Roller Babies de la marca de agua mineral Evian y The Fun Theory de VolksWagen.

La comunicación empresarial se vio directamente afectada también por la evolución en

relación a los equipos, desarrollada en paralelo al avance de las nuevas TICs (de los

teléfonos móviles tradicionales a los smartphones o de las computadoras de escritorio a

las notebook, netbooks y tablets). Según Blog de moviles (2013), los smartphones

favorecieron a la creatividad de aquellos comunicadores que optaron por sumergirse en

el mundo de las nuevas tecnologías.

Sostiene, asimismo, que es posible reconocer dos tendencias nuevas en las tecnologías

implementadas para llevar a cabo la comunicación: el bluetooth y el escaneo de códigos

QR. Últimamente en la ciudad de Buenos Aires puede verse que en las piezas gráficas

de publicidad y propaganda en la vía pública, se alberga un cuadrado codificado en

blanco y negro compuesto de cuadrados más pequeños alternados sistemáticamente

entre colores. Este cuadrado permite a que los smartphones, a partir de una foto, acceder

a páginas web, descargar información hasta reproducir sonidos.

63
En el caso de bluetooth como canal, es preciso que nuevos dispositivos sean instalados

en las inmediaciones de los comercios, stands, publicidades gráficas y hasta eventos

públicos. Dichos aparatos son capaces de transmitir información de manera inalámbrica a

los celulares, tablets, notebooks, y demás artefactos electrónicos. Para que esto sea

posible, los dispositivos deben tener encendida la función bluetooth. Dado el alto

consumo energético de esta tecnología, muchos usuarios optan por dejarla apagada, por

tanto es más frecuente ver códigos QR que mensajes por bluetooth.

64
Capítulo 4. El uso de las TICS en la gestión de crisis y de RSE

En este capítulo se abordará la introducción de las nuevas tecnologías como

herramientas efectivas para la resolución de crisis y para la mejora de la imagen en

relación al desarrollo de acciones de responsabilidad social empresaria.

4.1. La Responsabilidad Social Empresaria en el desarrollo corporativo

Conforme el Estado fue perdiendo la capacidad para proporcionar soluciones efectivas a

las problemáticas de la ciudadanía, diversas organizaciones privadas comenzaron a

suplir su papel o a compartir estas responsabilidades. A medida que se fue tornando

visible el impacto que puede lograr el sector privado dentro de una comunidad y conforme

los habitantes notaron los daños que generan las empresas en el entorno, comenzaron a

exigir otros comportamientos por parte de estas instituciones para apaciguar sus efectos

negativos. (Abreu, 2009)

En efecto, esto se debía al escaso conocimiento que se tenía acerca de los efectos de las

empresas sobre las comunidades inmediatas, y a la imagen difundida y apoyada por la

acción empresaria, de que el único propósito era generar cada vez un mayor lucro. Sin

embargo, con el pasar de los años se dieron a conocer nuevos métodos a través de los

cuales se podía ser exitoso en el ámbito laboral incluyendo al mismo tiempo al capital

humano, el cuidado del medio ambiente, la ética empresarial.

Esta innovación pronto se convirtió en una necesidad de la gestión organizacional. Ahora

era importante la satisfacción de los empleados, de los clientes, la transparencia que las

empresas transmitían al público en general, las prácticas de reciclaje, entre otras.

Las empresas, el gobierno y los consumidores en general se fueron acostumbrando a

una serie de cambios sociales que surgieron a través de estos conocimientos y se

comenzaron a regular las actividades empresariales para proteger el interés público y los

recursos naturales. Ello significó una evolución en el papel que pasaron a cumplir las

organizaciones, de meramente lucrativas a socialmente comprometidas.

65
En Argentina, la organización Comunicación de Responsabilidad & Sustentabilidad

Empresaria (ComunicaRSE), nace en el 2002 como “El primer medio de comunicación de

habla hispana especializado en RSE y Sustentabilidad” (ComunicaRSE, 2011).

La organización persigue la visión de que la RSE es:

Una nueva forma de gestionar la práctica de los negocios que contempla una
administración responsable de los impactos de las acciones de las empresas
sobre su entorno económico, natural y social. Abarca la totalidad de sus acciones
y tiene como eje la generación de valor. Surge como una consecuencia inmediata
de la creciente importancia que la empresa ha comenzado a adquirir en las
sociedades contemporáneas, como una de las instituciones clave del desarrollo
sustentable. (Abreu, 2009)

Por su parte, el Banco Mundial establece que la RSE es también un compromiso que

sostienen las organizaciones para con el desarrollo sustentable de las comunidades, pero

incorpora la figura de los stakeholders en su tarea de contribuir al crecimiento económico

de la organización y de la sociedad en general.

En una línea similar, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), introduce la noción de

que, además de permitir que la empresa se presente como respetuosa de los valores

éticos, del desarrollo de las comunidades y del cuidado del medio ambiente, la RSE

forma parte de “una estrategia integral que incrementa el valor añadido y, por lo tanto,

mejora la situación competitiva de la empresa”. (Municipio de Morón, s/f)

Tanto en el ámbito nacional como internacional es tratado seriamente. Esto se plasma en

diversas iniciativas que surgen como producto del accionar de diversas organizaciones

en este sentido. Entre estas iniciativas destaca el procedimiento que está llevando a cabo

la Organización Internacional de Estandarización para el desarrollo de la herramienta ISO

SR 26000 que se propone elaborar una guía de análisis.

Al mismo tiempo, ha crecido el número de empresas que realizan sus propias

evaluaciones anuales de RSE, constituyéndose en una referencia válida para comparar y

evaluar los comportamientos de otras compañías. Los informes que se realizan se

66
centran en los principios establecidos por el Pacto Global de Naciones Unidas

presentados en el año 1999 en el Foro Económico Mundial (Davos).

Entre los temas que se abordan con mayor frecuencia figuran aquellos referidos a las

relaciones internas en las empresas, en especial el respeto por los derechos humanos y

las conquistas laborales, el cuidado del medio ambiente, así como también el desarrollo

de la comunidad. Sin embargo, merece señalarse que si bien la RSE está instalada como

concepto general, su aplicación presenta diversidad según las características de las

empresas y su contexto. (Abreu, 2009)

El origen del concepto de responsabilidad social que se conoce actualmente remite a los

años ’50, cuando una literatura formal sobre este tema comenzó a desarrollarse:

Durante los años 60 y 70, las definiciones de RSE se expandieron y proliferaron.


El enfoque en investigación empírica y temas alternativos tales como el de
desempeño en RSE y la teoría de los stakeholders marcaron los años 80. Este
enfoque continuó en los 90 hasta el presente con el concepto de RSE
suministrando las bases o punto de partida para conceptos y temas relacionados.
Paralelamente a la investigación en el área de RSE, los investigadores del ámbito
gerencial comenzaron a estudiar ética empresarial en los 60 y al principio fue
dicho que esto era simplemente otra moda gerencial, sin embargo, el interés en la
ética empresarial ha aumentado desde ese entonces. (Trevino y Nelson, 1999)

En la actualidad, la definición exacta de la RSE se encuentra expuesta a un debate

abierto, en el que confluyen, a grandes rasgos, dos visiones contrapuestas. La primera,

atribuida a Friedman, es una visión clásica que sostiene que la única responsabilidad

social de las empresas es maximizar sus ganancias. Y que esta maximización se verá

restringida por distintas leyes y normas sociales que le marcarán un límite a su accionar.

La segunda visión predominante en este período es la socio-económica, que afirma que

todas las empresas tienen una serie de obligaciones que van más allá de la obtención de

ganancias, en tanto deben procurar la mejora de la sociedad en la que se desarrollan

activamente.

Cabe destacar que, a los efectos de este ensayo, se utilizará esta segunda postura, ya

que para considerar a una empresa como socialmente responsable, es necesario que

67
sostenga un compromiso mayor con la sociedad que lo que la ley le exige. La RSE se

transforma así en una estrategia que las compañías adquieren para intentar incrementar

el impacto positivo que tienen en la sociedad y minimizar sus aspectos negativos.

4.2. La gestión de crisis en las organizaciones

El liderazgo empresarial en la actualidad requiere la gestión planificada de la

comunicación en tiempos de crisis, coordinada por un equipo de profesionales de las

Relaciones Públicas que aunarán esfuerzos para que la información deseada alcance

correctamente a cada uno de los públicos.

Es posible observar en las crisis empresariales de mayor repercusión que la imagen

corporativa es uno de los activos más importantes en el valor de las compañías y, por

ello, la que sufre en mayor medida el impacto de la situación crítica. Para atenuar los

efectos negativos que pudieran derivarse de ella, los especialistas en comunicación

deben procurar que la cúpula directiva de las organizaciones se comprometa con una

planificación previa que los prepare para este tipo de situaciones que a veces resultan

imprevistas. Esta preparación es fundamental, ya que las crisis bien gestionadas pueden

convertirse en oportunidades únicas para reposicionar una marca e incluso fortalecerla.

En la actualidad, el valor de las empresas ya no radica exclusivamente en sus bienes

físicos (fábricas, maquinaria, edificios), sino en el valor de sus activos intangibles, como

el conocimiento y la experiencia de sus empleados, la imagen pública de la empresa, el

posicionamiento de sus productos, la atención personalizada e inmediata con los clientes,

aspectos todos que adquieren cada vez mayor importancia en el mercado mundial.

Pero ante todo es preciso especificar qué es una crisis. Para Denis Wilcox se trata de:

Un acontecimiento extraordinario, o una serie de acontecimientos, que afecta de


forma diversa a la integridad del producto, la reputación o a la estabilidad
financiera de la organización; o a la salud y bienestar de los trabajadores, de la
comunidad o del público en general. (2001, p. 191)

68
Sin embargo, no todas las crisis tienen orígenes similares y, por tanto, las maneras

abordarlas diferirán en función de las circunstancias específicas de cada caso. Para

enfrentar una crisis, una empresa debe contar con un comité en el que se integre la alta

dirección y los responsables de las diferentes áreas (legal, producción, finanzas, logística,

recursos humanos y, por supuesto, comunicación). Para el consultor de comunicación, la

principal preocupación debe ser salvaguardar la imagen corporativa y la de sus productos

y/o servicios.

Las empresas se enfrentan a agresiones exógenas y endógenas. Algunas de estas

dificultades pueden ocasionar crisis internas muy graves, pero con menor notoriedad en

el exterior. Otras pueden tener un alcance muy importante en la opinión pública, aunque

pueden no tener un impacto directo en el negocio de la compañía.

Se podría establecer un parámetro asequible para el lector, proponiendo determinar los

niveles de afectación de la imagen corporativa a través de la comparación con las luces

de un semáforo. El semáforo verde significaría la detección de variables de riesgo

localizadas, sin demasiada notoriedad y con final cierto. El semáforo amarillo, la

detección de variables de riesgo de amplio espectro, con notoriedad pública y final cierto.

Y, el semáforo rojo, la detección de variables de riesgo graves, con alta exposición

pública y final incierto.

Aunque resulte prácticamente imposible establecer una tipología acabada de todas las

crisis, se propondrán algunas categorías que servirán de orientación ante este tipo de

eventos. Existen fenómenos naturales como inundaciones, terremotos, huracanes; crisis

relacionadas con la salud y la alimentación, como epidemias, intoxicaciones, pandemias;

acontecimientos políticos y conflictos sociales, como protestas violentas, conflictos

políticos y comerciales; accidentes relacionados con el transporte, o que afectan el medio

ambiente como incendios, derrames químicos, accidentes nucleares; eventos de origen

criminal, como secuestros, asesinatos, sabotajes; asuntos jurídicos de discriminación

racial o de género, de abuso sexual, plagios; hechos de tipo económico, como el fraude,

69
la corrupción, el desfalco; la retirada de productos por defectos de fabricación, la

utilización de sustancias prohibidas en su elaboración, o errores en la elaboración de los

mismos; ataques informáticos: virus, entrada de hackers a sistemas, etcétera. (Vega

Fernández, 2006)

Para actuar con eficacia ante una crisis, en principio, las compañías deberán tener un

manual de crisis en el que se establezcan con precisión los mecanismos básicos para

abordar situaciones contingentes, inmediatamente después de ocurrido el

acontecimiento.

Quizás este manual contemple el plan de acción para solucionar variables que pudieran

anticiparse con claridad, dependiendo de la actividad de la empresa. Por ejemplo, si se

trata de una industria química, debería contemplarse la posibilidad de un derrame en

algún momento del proceso de producción, sus consecuencias para la planta, su entorno

inmediato y sus empleados.

Sin embargo, también deberían atenderse a otros públicos que algunas veces no se

contemplan, como un grupo de periodistas que se acercara a la planta para cubrir el

incidente, o los vecinos o las autoridades se acercaran para obtener información sobre el

acontecimiento.

El consultor de comunicación deberá como primera medida reunir toda la información que

sea posible sobre el suceso que generó la crisis, evitando los vacíos de información y

comunicando lo antes posible. Sin embargo, esto último no implica comunicar sin una

coordinación previa por la presión periodística o social.

En segunda instancia, es necesario determinar el formato de la comunicación; si se

enviará una nota de prensa, si se coordinarán reuniones con representantes, o si se

convocará a una conferencia de prensa. Asimismo, es fundamental establecer un

mecanismo de monitoreo inmediato en todos los medios para comprobar el alcance de la

crisis, para determinar la secuencia de las comunicaciones que se emitirán, en caso de

que se extienda en el tiempo.

70
En cualquier caso, el consultor de comunicación nunca debe informar sin el conocimiento

previo del caso y la aprobación del comité y de la alta dirección de la firma. Permitir que

los miembros del comité hagan declaraciones públicas sin preparar previamente sus

intervenciones es un riesgo que ninguna empresa puede correr ante una situación de

crisis. Es también recomendable efectuar comunicaciones preferentemente con los

medios que resultan afines, y que han forjado una relación de reciprocidad a lo largo del

tiempo con la empresa.

Según Abreu (2011), el gabinete de comunicación cumple dos funciones básicas: la

comunicación interna y la externa. Dentro de esta última, se distinguen múltiples facetas

comunicacionales. En lo que respecta a los mensajes que deberán emitirse en el marco

de la gestión de crisis, pueden distinguirse dos niveles; el mensaje general, que se debe

difundir desde la cúspide, y los específicos o sectoriales, que se emitirán a los distintos

públicos incluidos en el plan de contingencia. La necesidad de centralizar el discurso en

un comité especializado, muestra la funcionalidad del gabinete de comunicación.

Para Costa (2010), las funciones del gabinete de comunicación serán: reflejar la auténtica

importancia de la empresa; destacar la verdadera identidad de la compañía; transmitir

notoriedad y prestigio; reducir el número de mensajes involuntarios y erróneos que

proliferan sin sentido en los medios de comunicación masiva; atraer la predisposición del

mercado de capitales; mejorar la actitud y el rendimiento de la publicidad; conseguir y

mantener una opinión pública favorable; y reflejar la evolución de las empresas en sus

respectivas trayectorias.

Asimismo, Costa especifica que los momentos más idóneos para que la empresa

establezca un contacto con los medios de comunicación ante un momento de crisis es

cuando la imagen pública de la empresa ha dejado de coincidir con la realidad, por

motivo de la situación problemática; cuando no es coherente con las evoluciones que la

empresa ha experimentado; cuando directamente esa imagen ha quedado vinculado con

71
atributos negativos; cuando continúan los factores negativos externos amenazando la

integridad de la imagen; o cuando hace falta neutralizar los rumores negativos.

No obstante lo expuesto, uno de los mayores errores de los asesores de imagen es

reducir su trabajo a la comunicación externa, es decir a la comunicación con los medios.

La comunicación de una organización o empresa no debe limitarse a la acción externa

como si los recursos humanos no influyeran de manera determinante en la construcción

de la imagen.

La política comunicativa debe dirigirse también hacia ellos, aunque con objetivos y

estrategias diferentes. Las principales funciones de la comunicación interna serán el

fomentar la participación en la toma de decisiones de los empleados ante la crisis,

procurando que estén al tanto del mensaje que deben emitir al público externo y

manteniéndolos informados correctamente.

En este sentido, es primordial que el gabinete de comunicación forme parte del máximo

órgano ejecutivo de la organización, porque así se asegura la coordinación, el

aprovechamiento de los recursos humanos y la rentabilidad del tiempo invertido. El

responsable de comunicación debe participar en la toma de decisiones de la empresa, ya

que se encarga de gestionar la imagen conjunta que emana de la entidad.

4.2.1. Casos de crisis corporativas

Octavio Rojas, en La comunicación en momentos de crisis (2002) toma el caso de

Andersen Consulting para ejemplificar una situación de crisis mal resulta. Cuando salió a

la luz el caso de las cuentas trucadas de Enron, la empresa Andersen no sólo no

colaboró con la causa sino que favoreció su ocultamiento. Andersen no había sufrido

ninguna explosión en sus oficinas, ni sus socios habían padecido ataques físicos;

tampoco sus servidores habían sido vulnerados por piratas informáticos. Sólo el

ocultamiento de información fundamental vinculada a la crisis había generado la pérdida

de confianza del público.

72
En el caso de Andersen la pérdida de este valor intangible ha tenido un efecto

contundente, puesto que se trata de una empresa de servicios cuya principal actividad

tenía como pilar principal la confianza del público.

Las consecuencias fueron graves: los accionistas de empresas auditadas por la

consultora perdieron dinero al caer sus valores en bolsa, los empleados de estas

compañías perdieron sus puestos de trabajo, socios y empleados de la firma en todo el

mundo y personas que estaban interesadas en trabajar en la empresa optaron por

emplearse en la competencia, hubo socios comerciales que se alejaron de los proyectos,

y proveedores que temieron no cobrar sus facturas ante la inminente declaración de

quiebra.

Andersen finalmente fue hallada culpable por las autoridades norteamericanas por el

delito de obstrucción a la justicia. Antes de este fallo, se le había prohibido prestar sus

servicios a empresas que cotizaran en la bolsa norteamericana y, para intentar salvar su

reputación, las firmas asociadas a Andersen que operaban con este nombre en todo el

mundo habían cambiado rápidamente su denominación para desvincularse de la antes

todopoderosa central en Estados Unidos.

Este es un claro ejemplo sobre la importancia que tienen los bienes intangibles en las

compañías de hoy y las potencialidades de implementar una buena estrategia

comunicacional en tiempos de crisis con el fin de proteger los valores ligados a la imagen

de la compañía y la de sus productos.

En efecto, este caso demuestra que las crisis, además de ser por definición un suceso

negativo, pueden agravarse terriblemente si son mal manejadas. En cambio, un buen

manejo de situaciones complejas de este tipo puede incluso no sólo resolver la crisis de

una manera óptima y eficaz, sino además resultar en una experiencia positiva, para los

públicos inmediatos o para la empresa misma.

En este sentido, toda empresa, según Hosenkamp (2013), debe estar preparada de

antemano para afrontar una posible situación crítica, y en el caso de que ocurra, esta

73
autora recomienda: tener un plan corporativo (consensuado estratégicamente con los

encargados de Marketing, Relaciones Públicas, Redes Sociales), activar un sistema de

monitoreo (para estar actualizado de las noticias que puedan concernir al negocio),

detener momentáneamente las acciones de marketing y las promociones (deshabilitar

cualquier mensaje que no esté relacionado con la situación crítica), responder a la crítica

(ante la comunidad online), ser una fuente permanente de información y mostrar

compromiso y responsabilidad frente a la situación crítica.

Así como la empresa debe ajironarse en lo que hace a la actualización de sus productos

o servicios, herramientas de marketing, o técnicas de atención al cliente, también debe

hacerlo respecto al manejo de sus crisis, sean internas o externas. Y en esta era, ello

implica atender a las nuevas formas de comunicación que se instauran en la sociedad,

incorporando las nuevas herramientas estratégicas para la resolución de conflictos

difundidas a nivel social.

Rojas (2002) brinda otro ejemplo paradigmático en el que se ilustra cómo una empresa

supo aprovechar una gran crisis: Johnson & Johnson en 1986. Ese año, alguien introdujo

cápsulas envenenadas con cianuro en botellas de Tylenol que ya estaban en las tiendas

y 7 personas murieron. La empresa tomó la decisión de retirar todos sus productos (con

un costo de 300 millones de dólares) y entró en contacto con los familiares de las

víctimas para ofrecerles su apoyo, implementando nuevas medidas de seguridad en sus

envases.

Johnson & Johnson transmitió una imagen de preocupación por la seguridad de sus

productos, de interés por la gente y de solidez en su gestión. Esto fue reconocido por los

medios y el público, que siguen situando a Tylenol como uno de los analgésicos líderes

en el mercado.

74
4.2.1.1. Gestión de crisis en las empresas de telefonía móvil

En este apartado se analizará la forma en que distintas empresas de telefonía móvil han

gestionado las crisis que han debido afrontar. Desde el año 1989, que los servicios de

comunicación móvil comenzaron a operar en la Argentina, las empresas habilitadas se

vieron afectadas por las diversas situaciones de inestabilidad ocurridas en el país.

Para las regiones norte y sur, el servicio era prestado por la Compañía de Teléfonos del

Interior (CTI) en el año 1995. A partir del siguiente año, las empresas Telecom y

Telefónica lograron obtener el permiso para prestar sus servicios de telefonía móvil, en

las mismas regiones donde brindaban el servicio básico telefónico, es decir telefonía fija,

entrando en competencia con la CTI.

Para 1998, ya se contaban más 2,5 millones de usuarios de telefonía móvil en el país y

con una red que lograba alcanzar a todas las localidades de más de quinientos

habitantes. Sin embargo, como resultado de la crisis económica entre los años 2001 a

2002, se produjo una baja cantidad de terminales móviles llegando a disminuir sus

servicios en casi un 40%. Sin embargo, la tendencia se revirtió de forma casi inmediata

ya a inicios del año 2003. (CNC, 2009)

Actualmente en Argentina, el servicio de telefonía móvil es ofrecido principalmente por

tres empresas: Movistar (Telefónica), Claro (América Móvil) y Personal (Telecom). Una

cuarta empresa, Nextel, está enfocada hacia el área corporativa.

En el año 2008, la empresa Claro (América Móvil) a pesar de ser una de las compañías

de telefonía móvil más importantes de Latinoamérica, se vio afectada por la crisis

económica de la última década, por la debilidad de las monedas en donde presta sus

servicios. Daniel Hajj, director general de la compañía, ha reconocido que están

empezando a sufrir los efectos de la desaceleración económica pero afirma que

“seguiremos trabajando para mantener a América Móvil tan sólida como ha estado hasta

ahora”.

75
Sin embargo, la capitalización de la compañía cayó a la mitad en comparación al año

anterior en el momento del cierre del año fiscal, cuando consiguió 104.768 millones de

dólares. Los analistas consideraron que la empresa se encontraba en un momento de

vulnerabilidad, ya que el 90% de sus clientes eran de prepago.

Por su parte, Hajj confirmó que la empresa intentaría mantener sus tarifas o incluso

reducirlas. Hecho que ayudo de manera significativa a la compañía, debido a que gracias

a la reducción de los precios de sus tarifas se logró obtener un mayor número de

usuarios, lo que a su vez generó un aumento en el volumen del uso de sus servicios.

Movistar en el año 2012 el beneficio neto de Telefónica, incluyendo todas sus marcas

mundiales, disminuyó un 27,3%.

Movistar España finalizó el año pasado con un total de 20.5 millones de clientes; esta

cifra significa un 15% de pérdida en un solo año. Sin embargo, el operador anunció que

las pérdidas siguieron disminuyendo en el último trimestre del año, además de informar

que la mayoría de las líneas perdidas correspondían a las líneas prepago dadas de baja

por inactividad.

Por otra parte, en cuanto a las líneas de banda ancha móvil, se incrementó un 9%

durante el año, promovida por la oferta de líneas móviles en Movistar Fusión. En los

últimos meses del año el 81% de los teléfonos vendidos fueron smartphones, a pesar de

que en su base de clientes la penetración de teléfonos inteligentes era del 39%, siendo la

mayor entre todos los operadores españoles. La mayor preocupación no es la bajada del

9% del tráfico de voz, sino el preocupante descenso del ingreso medio por cliente que

sufre Movistar. (Xataka Móvil, 2013)

4.3. Las nuevas tecnologías en el manejo de las crisis empresariales

Los cambios significativos generados en el marco de la gestión empresarial a partir de la

emergencia de las nuevas tecnologías afectaron las formas en que las organizaciones se

comunican con sus clientes y los modos en que se establece incluso la comunicación al

76
interior de las mismas. Y en casos de crisis, actualmente no sólo actúan como nuevas y

originales formas de hacerles frente a estas situaciones, sino que además muchas veces

las crisis mismas pueden surgir o darse a conocer y tener como canal principal de

difusión las redes sociales y la web.

Estos nuevos medios, a su vez, permiten la viralización de la información, con lo cual es

fundamental su gestión concienzuda, ya que un rumor o una difamación pública de la

empresa puede alcanzar una gran cantidad de personas a una velocidad impensable en

momentos anteriores al surgimiento de estas nuevas tecnologías. Entonces, sea porque

la crisis haya tenido desde su origen un anclaje en las redes sociales o porque forma

parte de la estrategia de resolución de la misma, resulta indispensable que las nuevas

tecnologías y las nuevas formas de comunicación formen parte, como complemento o

como eje fundamental, del Plan de Comunicación de Crisis.

Las nuevas tecnologías dan la posibilidad de hacer público muy fácilmente cualquier

problema vinculado a la empresa, y esta circunstancia puede amenazar la imagen y

reputación de la compañía, influyendo negativamente en su reputación. Es por ello que,

ante una situación de conflicto, donde una campaña negativa en los medios de

comunicación pudiera afectar la reputación de una institución y sus marcas, lo correcto es

trazar objetivos claros, en función de la magnitud del problema, el canal en el que se

inscribe y sus posibilidades concretas de resolución.

Sucede que, en muchas ocasiones, los altos directivos temen a los medios de

comunicación o a los periodistas y no saben cómo responder a las críticas negativas,

perdiendo de vista el potencial positivo que puede dar una respuesta inmediata y

coherente, en la creación de percepciones positivas en la opinión pública.

Tal como sostiene Rossignoli (2008), editor y responsable del sitio Imagen-

empresarial.com, en el manejo de crisis existen dos caminos; reaccionar en forma

negativa, encubriendo los hechos y evitando el enfrentamiento público, en cuyo caso será

difícil recuperar la imagen empresarial; o no estallar ante la crisis y actuar en forma

77
organizada, lo que dará mayor posibilidades de recuperar la imagen empresaria sin dañar

definitivamente su reputación.

Para este especialista, lo más adecuado en el manejo de crisis es tomar el control de la

agenda del debate público en los medios de comunicación lo antes posible para evitar el

posicionamiento de adjetivos negativos en contra de la institución o empresa. Con la

rapidez de las nuevas tecnologías, un simple incidente puede convertirse en una crisis

mayor. Sin embargo, la misma facilidad de comunicar un acontecimiento negativo debe

ser aprovechada por las empresas para informar al público sobre lo que están realizando

en pos de la resolución del problema.

a clave para un manejo de crisis que resulte exitoso está en la capacidad de prever los

posibles escenarios y los posibles resultados que una situación de riesgo pueda traer a

una organización. El papel que juega la comunicación dentro de dicho proceso es

fundamental, tanto durante la crisis como después de ella, porque resulta esencial en la

reconstrucción de la imagen y el desarrollo de nuevas tácticas para manejar

correctamente futuras situaciones adversas.

La elaboración de un Plan de Administración de Crisis y, dentro de éste, de un Plan de

Comunicación de Crisis es de una importancia crucial, pues permite clarificar qué es lo

que se necesita hacer antes de una crisis. Es decir, preparar a la organización para

desenvolverse en los distintos frentes que posiblemente se abran una vez declarada la

crisis.

En tal sentido, el equipo de comunicación no sólo debe estar integrado por especialistas

de esta área, sino que deberá contar con personas preparadas de manera sólida en

áreas como marketing, ventas, operaciones, contabilidad, con la condición que durante la

crisis, su principal y quizás única responsabilidad se limitará a las que le encargue el

equipo de comunicaciones.

Sin embargo, la presencia de los comunicadores de la organización y de los expertos

externos llamados a colaborar, es de suma importancia en la dirección de la gestión

78
comunicacional. Esto no quiere decir que ellos deban ser quienes queden expuestos ante

la opinión pública, sino que probablemente deban hacer prevalecer en cada decisión, en

cada acción y cada evaluación, los criterios comunicacionales claves de la empresa que

representan en su calidad de asesores externos.

La presencia de profesionales externos siempre será recomendable cuando dentro de la

compañía no se cuente con personal debidamente calificado para tal fin. Ello no obsta en

desmedro de que dichos asesores deban integrar el grupo crítico de consultas del equipo

de Administración de Crisis, como asistentes en la planificación de acciones y sus

respectivas evaluaciones.

De todo lo anterior se deduce que lo más indicado para enfrentar una crisis empresarial

es la preparación, no sólo de planes y procedimientos, sino de todos los recursos

humanos de la organización. La organización en su conjunto debe conocer y, sobre todo,

comprender, las instancias e instrumentos que se utilizarán, en especial en lo referente a

las herramientas implementadas para cada etapa. Las nuevas tecnologías funcionan

como herramientas necesarias en el escenario actual.

La llegada de las nuevas tecnologías ha significado el acceso masivo a un gran caudal de

información instantáneamente y desde cualquier lugar del mundo. Esto tiene sus ventajas

e inconvenientes en el momento de la gestión de una crisis. Los mayores inconvenientes

residen en la capacidad de multiplicación de un hecho menor, hasta convertirlo en un

acontecimiento de gran alcance mediático.

En este caso, basta con citar los rumores de supuestos analistas financieros que día a

día hacen subir o caer las acciones de las empresas y el valor de las monedas

nacionales de los países. Pero estas nuevas tecnologías y su acceso masivo también

suponen grandes ventajas, como la capacidad de mantener una gestión inmediata de la

crisis, a través de la rápida actualización de la información durante el desarrollo de los

acontecimientos.

79
Cada vez más, los periodistas de todo el mundo están buscando su información

directamente de las páginas web de las empresas. De este modo, las crisis cobran en la

actualidad un nuevo estatus, porque pueden ser vistas ya no sólo como una situación

problemática sino como una oportunidad, a partir de la exposición pública gratuita a la

que se ve sometida una empresa cuando está sufriendo una contingencia.

El público está en estas situaciones más pendiente de lo normal sobre lo que ocurre con

la empresa. En este sentido, si se gestiona bien la crisis, se tiene la oportunidad de

atenuar el impacto negativo de la cobertura mediática e, incluso, es posible lanzar

mensajes positivos sobre la empresa, sus productos y servicios.

Según Rojas (2002), esta oportunidad no tiene que verse en los últimos momentos de la

crisis, cuando la atención a los acontecimientos esté decayendo y los mensajes se

escuchen más bien como una reacción tardía y sospechosa por parte de la empresa, sino

que sería deseable buscar la oportunidad desde los primeros momentos.

La web 2.0 hoy en día representa muchas funciones que resultan absolutamente

pertinentes a las empresas. Ilia López Jiménez describe esta situación en El Impacto de

la tecnología en la comunicación empresarial (2012). Por un lado, los foros buscan la

participación. A nivel empresarial, son un gran instrumento para las comunidades de

usuarios, clientes o personas interesadas que puedan tener un punto de encuentro para

compartir sus conocimientos. En segundo lugar, los blogs buscan la reacción. A nivel

empresarial, están cada día más extendidos porque a través de ellos se busca mantener

informada a la comunidad de forma directa.

Y, por último, las redes sociales buscan el contacto individual; se trata de individuos que

buscan compartir sus experiencias, conocimientos u opiniones. Por ello es importante

que las empresas estén a la altura de las circunstancias y puedan dar respuestas

inmediatas y efectivas en este tipo de interacciones directas con sus públicos.

Hay muchas situaciones que pueden atenuarse con una buena comunicación y

aprovechando las nuevas tecnologías hoy disponibles. Una mala comunicación puede

80
traer, hoy más que nunca, consecuencias nefastas para las empresas, por ejemplo, la

desconfianza que provoca en los mercados los manejos poco claros de sus directivos

que ocasionan grandes pérdidas en la bolsa y un sinfín de problemas vinculados, como

despidos masivos o retracción de la inversión.

81
Capítulo 5. Las nuevas TICs y los casos de crisis de empresas de telefonía

Las empresas de telefonía móvil no solo tienen que enfrentarse a crisis institucionales,

como cualquier organización, sino también gestionar los continuos reclamos de los

usuarios. Los usuarios de telefonía móvil son mucho más exigentes y se encuentran más

insatisfechos que los clientes de compañías de otros rubros. Prueba de esto es que, tan

solo en Argentina, el 25% de las denuncias realizadas al Organismo de Defensa al

Consumidor involucran a empresas de telefonía. (Rodríguez, 2013)

Esto ha generado que las empresas tengan que no sólo pensar en reestructurar su

prestación de servicio, sino también abrir nuevos canales para contactarse con los

usuarios. En este sentido, Navas (2011) sostiene que las TICs son un recurso valioso

para ayudar a las empresas a superar las crisis.

Las empresas que han incorporado las nuevas tecnologías a su estructura

organizacional, no sólo las utilizan en situaciones de crisis, sino también como una

herramienta de gestión que agiliza la labor diaria. Se ha demostrado que es una de las

mejores maneras de aumentar rápidamente la productividad y darle fluidez a la gestión.

Muchas empresas han abierto espacios como los números disponibles desde el celular,

los chats online y vía Skype para atención al cliente; estrategias que hacen sentir al

usuario que es más sencillo contactarse con la empresa, al tiempo que ayuda a abaratar

costos a las compañías.

5.1. Análisis de casos de crisis de Movistar

Es necesario ahora observar cómo se manejan las empresas de telefonía móvil ante una

crisis, analizando la utilidad de las nuevas tecnologías en su resolución. El caso de

Movistar y su crisis sucedida en abril de 2012 es paradigmático en este sentido. El

problema estuvo ligado a una falla técnica que dejó sin servicio a casi 16 millones de

usuarios de la compañía, durante más de cinco horas.

82
Los riesgos a los que se enfrentó la empresa a partir de este episodio fueron muchos,

entre ellos, la posible fuga masiva de usuarios (que luego, según estadísticas, llegó al

15% de sus clientes), las posibles represalias legales, la pérdida de dinero por

resarcimientos que debieron pagar y la caída de su imagen de marca.

La viralidad de las comunicaciones en las redes sociales convirtió, en pocas horas, el

apagón telefónico en trending topic o tema más hablado. Los medios digitales también

dieron su versión de la noticia en sus sitios web rápidamente, lo que aumentó

exponencialmente la difusión del problema.

Debido a que se trató de una caída general del servicio, la gran cantidad de usuarios de

la empresa (considerada siempre una fortaleza) fue, en este caso, un elemento que

empeoró la situación. Entre 16 y 18 millones de usuarios se vieron afectados.

El desperfecto se produjo por la caída de la red debido a una falla en el software de

Telefónica, en particular del sistema de señalización (que es el que permite realizar

llamadas, afectando la telefonía móvil y en algunos casos también la fija). El apagón dañó

fuertemente la imagen de marca de la compañía y disminuyó drásticamente la percepción

de calidad que los usuarios tenían del servicio.

Desde el aspecto comunicacional, el mayor error estuvo vinculado a la falta de reacción

de Movistar. La empresa no emitió inmediatamente un comunicado oficial informando a

los usuarios sobre el problema, ni tampoco sobre el tiempo previsto para que fuese

solucionado. Recién, cerca del mediodía del siguiente día, comenzaron a publicarse los

primeros mensajes institucionales en Twitter y en Facebook.

Para ese momento, ya era tarde: en el transcurso de la mañana había crecido la noticia y

el malestar de los clientes. En Twitter el hashtag #Movistar era TT desde media mañana

y en Facebook, se visualizaban una cantidad enorme de comentarios y reclamos sobre el

reciente aumento del abono, la exigencia del descuento del tiempo que han estado sin

servicio, la falta de respuesta en el 0-800, etc. En el foro de Movistar, que se encuentra

83
en su página web (www.movistar.com.ar), los usuarios iban ingresando de a poco sus

reclamos y preguntas sin obtener respuesta alguna.

Por otro lado, al tener programadas sus publicaciones en redes sociales y no tener la

rapidez de suspenderlas, siguieron apareciendo sus publicaciones habituales sobre

temas que no tenían que ver con el conflicto actual, lo cual enfatizó el enojo de los

clientes.

Por su parte, la entidad Consumidores Libres reclamó a la compañía que "fije un monto

de indemnización" para los 16 millones de usuarios de la compañía por los daños y

perjuicios causados, ya que por los desperfectos, los usuarios no pudieron realizar

llamadas, enviar mensajes de texto o acceder al servicio de Internet móvil.

Este hecho convirtió a las redes sociales en la voz de los usuarios, generando la

degradación de la imagen de Movistar en cuestión de segundos, por la desinformación y

el silencio de la empresa. Otra consecuencia que trajo este problema fue una multa

impuesta por el Comité Nacional de Comunicaciones, quien impuso además la obligación

de restablecer el sistema en un plazo inmediato. (Casellas, 2013)

La Licenciada María Fernanda Sánchez se pregunta, en Análisis del caso Movistar, qué

debieron haber hecho los miembros del comité de crisis de Movistar. Sánchez sostiene

que inicialmente, debieron comunicar de forma general (Internet, comunicados de prensa,

etc.) la caída del sistema a nivel nacional y que la empresa estaba trabajando en la

solución del problema.

Si bien este tipo de anuncios no es agradable para ninguna compañía, porque implica

reconocer que existe un problema, resulta necesario realizarlos antes de que la noticia

llegue por otros medios, teñida ya del malestar propio que genera la falta del servicio. Por

otro lado, si el problema persistía, tal como sucedió finalmente, debía convocarse a una

pequeña rueda de prensa y, a través del vocero, expresar las causas (si se conocían ya)

y pedir disculpas en forma oficial por los trastornos ocasionados.

84
Quizá la realización de estos gestos comunicacionales hubiera evitado el aumento del

conflicto, que incluso tuvo -como consecuencia- muchas bajas de servicios y reclamos

legales por parte de los consumidores. Más aún, la empresa ya contaba con una ventaja

bien definida: una gran variedad de canales comunicacionales institucionales ya abiertos,

vinculados a las nuevas TICs. Cuentas en Twitter, Facebook, LinkedIn, sitio web, foros,

etc. fueron absolutamente desatendidos.

En el año 2013 ocurrió un hecho parecido; el 10 de octubre, desde muy temprano,

muchos usuarios de Movistar reclamaban por la falta de servicio en sus teléfonos

móviles, pero esta vez la empresa decidió enviar un comunicado confirmando los

problemas existentes en el servicio, explicando que las fallas no eran generalizadas sino

sólo en ciertas zonas. Más tarde, la compañía explicó que la falla fue causa de un

problema con una de las seis plataformas de autenticación de clientes del Gran Buenos

Aires.

Según el comunicado:

Esta autenticación es la que permite a la red reconocer a los clientes activos


cuando encienden el celular o cambian de grupo de celdas (antenas). La falla
impidió que ciertos clientes fueran reconocidos, dejándolos temporalmente fuera
de servicio. Las demoras para poder comunicarse normalmente se debieron a la
congestión provocada por la registración de todos los equipos al mismo tiempo.
(Movistar, 2013)

Al mismo tiempo, la empresa utilizó las redes sociales para informar a sus usuarios y

responder sus preguntas de forma inmediata, debido a que éstas fueron el canal que

sirvió de comunicación para que los usuarios pudieran expresar sus quejas e inquietudes.

(La Nación, 2013)

Actualmente, las redes sociales se han convertido en uno de los canales principales del

área encargada de la atención al cliente, por lo que las compañías a nivel mundial han

debido invertir cuantiosas sumas de dinero y tiempo en planificación para adaptar sus

estructuras a estas nuevas prácticas. Errores tan simples como una falta de ortografía o

85
una idea expresada de manera poco clara pueden causar una confusión en los usuarios y

crear consecuencias inimaginables para la reputación online de la empresa.

Un ejemplo de lo antedicho se puede observar en un reciente caso de perjuicio de la

imagen y la reputación online de Movistar por la publicación de un tweet de uno de sus

empleados. El 24 de julio de 2013, el responsable del equipo de Social Media de Movistar

España, Paco Vázquez, publicó un tweet con la etiqueta #FelizNoche, luego del trágico

accidente de tren ocurrido en Santiago de Compostela. La publicación en la red social

generó, de manera inmediata, repercusiones negativas entre los seguidores de la

empresa.

La primera acción empresaria ante este inconveniente fue tomada por el equipo de

comunicación. Se decidió que la mejor salida era asumir el error y pedir disculpas

públicamente. El gesto consiguió el efecto esperado y muchos de los detractores

borraron, incluso, sus comentarios negativos.

Tener en cuenta el contexto al momento de emitir una comunicación así como establecer

vínculos de coordinación estrecha entre el área técnica, los departamentos de Redes

Sociales, de Marketing y de Comunicación, son algunas de las premisas a seguir en caso

de crisis. Tener una capacidad de respuesta rápida y efectuar una firme retractación

pública, en lugar de ocultar lo sucedido, también pueden resultar útiles.

Dentro la incorporación de nuevos medios a su estrategia empresarial, Movistar ha

definido distintos tipos de crisis vinculadas a social media y delineando estrategias y

tácticas de actuación frente a ellas. Entre éstas pueden citarse las institucionales,

técnicas y comerciales, las que en última instancia pueden generar un impacto tal que

perjudique el mismo desarrollo empresarial.

Una de las particularidades de su gestión es el rol de los community managers, que

permiten establecer lazos de mayor confianza con el usuario, de manera que pueda

interactuar con personas y no con máquinas.

86
Con dos perfiles en Twitter, uno para particulares y otro para pymes y autónomos, así

como presencia en Facebook, Instagram, Google + y los foros de su página web que

alcanzan el millón de visitantes, el departamento de Social Media de Movistar cuenta con

unas 20 personas y está integrado dentro del área Canal Internet. (PRNoticias, 2013)

Una crisis mucho más reciente en las redes sociales de Movistar ocurrió el 19 de febrero

del presente año a raíz de un retweet que se hizo desde la cuenta @MovistarVE

apoyando protestas de calle solicitándole la renuncia al presidente venezolano Nicolás

Maduro.

La respuesta del sector perjudicado no se demoró en llegar. En el blog del propio

presidente se envió un comunicado acusando a Movistar Venezuela de haberse sumado

a un golpe de Estado en contra del gobierno. Esto generó una gran polémica, haciendo

que la cuenta perdiera cuatro mil seguidores. Como respuesta a este conflicto, Movistar

Venezuela cerró sus cuentas de Twitter.

El anuncio se realizó a través de un comunicado oficial de la empresa publicado al día

siguiente al incidente en el diario El Universal en el que no sólo se anunciaba el cierre de

las cuentas, sino que además se sostenía que a empresa había sido atacada y que bajo

ningún aspecto esa cuenta era utilizada para algo más que la política de promoción y

comercialización de los productos y servicios de Movistar.

Este incidente le significó la pérdida de un canal que le permitía a la empresa

comunicarse con más de 600.000 usuarios. Pero además, le servía como un canal de

ventas y promoción de la marca.

De igual manera se cerró la cuenta @AyudaMovistarVe, que estaba encargada de

atender solicitudes de soporte técnico y contaba con más de 130 mil seguidores. Este

hecho en particular provocó el aumento de los costos de soporte técnico mediante vías

telefónicas. (Asuntos digitales, 2014)

En función de este caso, se puede señalar que la gestión de crisis de comunicación

online es algo que debería estar presente en todo el equipo de comunicación. Se hace

87
difícil afrontar una situación en la que todo parece haberse puesto en contra, así que la

preparación previa es esencial y saber cómo afrontarla cuando se está produciendo es la

clave para poder salir airoso o para, en el peor de los casos, poder minimizar los efectos

negativos de una situación de estas características.

Según Cristina Juesas autora del ensayo Crisis de comunicación online (2014):

Toda marca que tenga o quiera tener presencia en la web social debe pensar que
tarde o temprano se enfrentará una crisis de reputación o de comunicación. No
sólo se trata de que la corporación haya hecho las cosas “bien” sino de que hay
muchos factores que se escapan del control de los departamentos de marketing o
de comunicación. (Juesas, 2014)

Una vez que se conocen los tipos de crisis posibles vinculados al uso de nuevos medios,

al mismo tiempo que se incorpora a la planificación estratégica la forma de actuación

requerida ante una situación de estas características, es factible que los empleados

puedan enfrentarse con solvencia a casi cualquier situación que pueda presentarse. En

una etapa más avanzada, puede resultar útil que se forme un equipo de personas

especializadas en el manejo de crisis y situaciones de riesgo, especialmente con

conocimientos en nuevos medios.

5.2. La importancia de la planificación para una correcta gestión de crisis

Peter Sheldon Green explica en su libro La dirección ante situaciones de crisis cómo

prepararse para actuar con anticipación ante situaciones de riesgo, teniendo como eje

principal el control de la situación.

Este elemento resulta sumamente importante si se considera que una de las

características de la gestión de crisis es que el escenario inicial da cuenta de una

situación en la que se ha perdido el control. Dos elementos primordiales para mantener el

control son: tomar la iniciativa y estar preparados. Tomar la iniciativa significa realizar

acciones cuidadosamente planificadas para dicha situación en particular. Esto puede

significar no actuar, o aparentar que no se actúa en lo absoluto.

88
Como sostiene Green (1994), en efecto, la consideración de las particularidades de la

crisis resulta clave:

Cada crisis es diferente y todas cuentan con elementos inesperados. No existe en


el mundo un sistema que sirva para gestionar una crisis mediante procedimientos
de rutina, por más preparado o entrenado que este el comité de crisis, no se
puede garantizar la eficiencia en una situación real. (Green, 1994)

El autor sostiene que tomar decisiones y realizar una ejecución de manera rápida y

certera, comprendiendo los aspectos implicados y en equipo, pueden ser algunas

estrategias que contribuyan a la superación de una crisis de cualquier tipo y en cualquier

marco institucional.

En organizaciones de mayor envergadura, en efecto, resulta incluso recomendable e

incluso necesario conformar un equipo de gestión de crisis, cuyos integrantes posean

conocimientos expertos para ejecutar las acciones necesarias para minimizar el

problema.

Sin embargo, el equipo de gestión debe estar compuesto por un grupo pequeño,

limitándose sólo a aquellos individuos que realicen aportes a las decisiones necesarias

para gestionar la crisis a medida que se vaya desarrollando.

Si bien durante el desarrollo de una crisis puede resultar necesario incluir una cantidad

mayor de empleados de la organización o consultores externos, por lo general el equipo

se compone de individuos claves que poseen una clara comprensión del rol que ocupa

cada uno así como de las acciones que debe desarrollar para controlar la situación.

Este equipo debe estar formado por el director ejecutivo de la empresa, que es el

responsable de tomar la decisión final, un coordinador interno que lleve las principales

funciones de gestión de la empresa al equipo, el directivo responsable de dirección

corporativa y un “gurú” corporativo que, según Green, adopta el rol de consejero legal.

En este punto también resalta la necesidad de implementar acciones de investigación

tendientes a comprender la reacción de los públicos de la organización afectados por la

89
crisis. Esta tarea debe abocarse en la identificación de los temas de interés real para los

sectores claves y controlar los cambios actitudinales y perceptivos de las audiencias

durante la gestión de la crisis.

El establecimiento de un canal de comunicación en doble sentido es, en este contexto,

sumamente necesario, en tanto permite mantener informados a estos públicos

constantemente, al mismo tiempo que les ofrece vías de comunicación con responsables

de la empresa ante posibles inconvenientes o dudas que surjan durante el desarrollo de

la crisis.

Finalmente, el conjunto de las acciones de gestión deben estar adecuadamente

comunicadas a los responsables de imagen y reputación de la empresa, quien se

encargará de explorar constantemente el grado de aceptación de la empresa, su

notoriedad y su posicionamiento, con el propósito de cuantificar los perjuicios generados

por la crisis y abocarse a la delimitación de escenarios futuros.

5.3. El rol de las nuevas TICs en la gestión de crisis

En función del análisis precedente se comprende que las nuevas tecnologías cobran un

papel fundamental, tanto en la ampliación de las crisis institucionales como en la

resolución, satisfactoria o no, de las mismas.

En la actualidad, la viralidad que ofrecen las redes sociales a ciertos mensajes, amplifica

y agiganta los efectos reales que puede tener un evento, llegando, incluso, a exagerarlo.

Pero también, poco a poco, las empresas comienzan a estar más familiarizadas con la

gestión de la comunicación a través de las nuevas TICs, y a estar más preparadas y más

receptivas a los reclamos de sus clientes. Las compañías, en la última década, han

comprendido la importancia de dar una respuesta rápida a los reclamos de clientes que

surgen en las redes sociales, y de brindar información clara y transparente en las

situaciones críticas.

90
Las acciones desde la comunicación no son novedosas ni difíciles de ejecutar, pero

resulta necesario el compromiso de la dirigencia con la comunicación y que ésta

comprenda acabadamente los riesgos de percepción de calidad y de imagen que produce

la decisión de no comunicar en casos de crisis. Para resolver estas situaciones se

requiere, sin duda, la acción conjunta de un DirCom expeditivo y una cúpula sensible a la

percepción del cliente. Con estos dos recursos es posible minimizar los efectos negativos

de una situación como la que vivió Movistar.

El hecho de que muchas empresas tengan cuentas oficiales (como en el caso de crisis

antes planteado) y que no las usen activamente, plantea la duda si el hecho de que las

empresas estén más interconectas implica directamente que sean más comunicativas.

Desde la mirada disciplinar, la respuesta es negativa.

Las empresas que quieran ingresar y permanecer airosas en el mercado del siglo XXI

deberán repensar su forma de ver la realidad. No se trata sólo de rediseñar la web

institucional o de abrir nuevos canales en las redes sociales, sino de modificar

estructuralmente la manera de pensar la comunicación.

Actualmente, la gestión de crisis a través de las TICs está dejando de ser una opción

para convertirse en una obligación. Las empresas necesitan saber que cuanto más

interconectados estén sus clientes, más se profundice la penetración de Internet y

aumente el uso de la telefonía móvil en la sociedad, más dependerán de las redes

sociales para manejar las situaciones críticas.

A modo de cierre, es importante destacar que este cambio en la forma de gestión

comunicacional no se ha dado sólo por la aparición de las nuevas tecnologías, sino que

las empresas asisten a un cambio más bien de tipo sociológico vinculado a la forma de

relacionarse. (Celaya, 2011)

Clientes más informados, más comunicados, más exigentes y más impacientes serán, y

en parte ya son, el nuevo desafío del manejo de las crisis institucionales.

91
Capítulo 6. La influencia de las nuevas tecnologías en el desarrollo de la imagen

institucional de empresas de telefonía móvil

En este capítulo se abordan las consecuencias, tanto positivas como negativas, de la

inclusión de las nuevas tecnologías en la planificación empresarial. Especialmente, se

pone énfasis en demostrar la necesidad de incorporar las nuevas tecnologías en las

empresas de telefonía móvil como una herramienta indispensable para posicionar estas

instituciones correctamente y lograr introducir, en función del diagnósitco resultante,

mejoras tendientes a un fortalecimiento de su imagen o recomendaciones para cambios

sustanciales de su política comunicativa.

Las herramientas de monitoreo y evaluación de las comunicaciones interactivas son los

principales mecanismos a través de los cuales se puede no sólo manejar adecuadamente

situaciones de crisis, sino también prever y frenar posibles situaciones que amenacen la

continuidad organizacional.

Finalmente, se explicitan los motivos por los que esta introducción resulta indispensable

en las empresas de telefonía móvil de habla hispana, considerando en este análisis la

investigación realizada en el desarrollo del ensayo, que da cuenta de un mercado mucho

más inestable que otros mercados de telefonía en el mundo.

6.1. Gestión de la imagen en instituciones de telefonía móvil

Si bien el desarrollo y mantenimiento de una imagen institucional favorable es una tarea

que todas las organizaciones deben estar dispuestas a afrontar, el escenario descripto a

lo largo de este ensayo permite vislumbrar una situación sumamente más compleja para

las empresas de telefonía móvil.

El grado de innovación constante y la rapidez con la que se producen los cambios en los

mercados dedicados a innovación tecnológica, requieren de una planificación más

detallada de las acciones posibles, así como un monitoreo permanente de las

92
comunicaciones que la amplia gama de públicos puede llegar a emitir en una cantidad de

medios digitales cada vez más creciente.

Las características de este mercado exigen la inserción de políticas de comunicación 2.0,

ya no como una innovación a la que algunos pocos deciden sumarse, sino como una

necesidad. Como se ha desarrollado a lo largo de este ensayo, las nuevas tecnologías

generan, cuando se incorporan a la gestión empresaria como un elemento estratégico,

mayores adhesiones de los públicos objetivos, un incremento las ventas, el mejoramiento

del posicionamiento y hasta la reducción del impacto de una crisis.

Todos estos procesos contribuyen a la consolidación de la imagen institucional. Una crisis

correctamente manejada incide favorablemente en la percepción de los públicos.

Asimismo, la capacidad de respuesta constante y la consolidación de canales de

retroalimentación entre la empresa y los públicos, tiende a generar opiniones favorables

entre los últimos, articulando una imagen de apertura y preocupación por el vínculo con

sus clientes y usuarios.

Las principales limitaciones del uso de las nuevas tecnologías, vienen dadas o bien por

un uso excesivo de estas herramientas, haciendo público el sinfín de problemáticas

cotidianas que afectan a la empresa, o bien por un escaso uso de las mismas. Una

problemática frecuente en las organizaciones es la inclusión de nuevos medios sin

modificar el modelo de gestión, lo que produce un efecto contrario al que se persigue

inicialmente: las redes sociales y sitios web quedan desacoplados de la política

comunicacional global y terminan generando inconvenientes más que soluciones.

Es este el caso más habitual de las empresas de telefonía móvil de habla hispana y

especialmente las que operan en países latinoamericanos, que continúan funcionando

con un modelo de gestión anticuado y sólo emplean las nuevas tecnologías para generar

una fachada de innovación.

No obstante esto, también ha sido posible observar cómo, aún en casos límites de crisis

o perjuicio de la imagen, las nuevas tecnologías pueden ser un gran aliado. Ante una

93
situación de conflicto inminente, o cuando la situación ya ha sido desatada y se ha

viralizado por la infinidad de medios disponibles actualmente, conviene atacar

estratégicamente cada uno de los focos con un mensaje claro, sencillo y directo.

Para lograr este grado de coherencia entre los distintos medios, es necesario trazar

objetivos claros que, en función de la magnitud del conflicto, permitan disminuir o eliminar

el impacto para la empresa. Estos objetivos deben perseguir, ante todo, el resguardo de

la imagen institucional, ya que una vez consolidada una imagen negativa en el público, es

muy difícil revertirla.

La gestión de la imagen institucional implica actualmente un manejo experto de las

nuevas tecnologías. El acceso masivo a un gran caudal de información instantáneamente

y desde cualquier parte del mundo, presenta algunas ventajas, pero genera mucha más

incertidumbre al multiplicar las posibilidades de que el público esté al tanto del mal

accionar de la comopañía. Incluso un hecho menor puede ser viralizado de tal forma que,

como pudo verse en los casos de empresas de telefonía móvil en este ensayo, se

convierta en un acontecimiento de gran alcance mediático no sólo en los límites de la

localidad o región en la que impactó directamente, sino también en el mundo.

En efecto, las empresas de telefonía móvil no solo tienen que enfrentarse a crisis

institucionales, como cualquier organización, sino también gestionar los continuos

reclamos de los usuarios. Unos usuarios cada vez más empoderados y cada vez más

informados sobre sus derechos y mucho más dispuestos a cuestionar a la empresa

cuando considera que ha recibido un trato injusto o un servicio de calidad insatisfactoria.

Este permanente flujo de quejas, consultas y reclamos, si no son bien canalizados,

resultan en la construcción de una deplorable imagen institucional: la imagen de una

empresa que en sus anuncios comerciales se describe como abierta a las nuevas

tecnologías, y que en su propio funcionamiento cotidiano expresa lo contrario.

Una empresa de telefonía móvil que no puede ofrecer respuestas certeras a las consultas

de sus usuarios, difícilmente logre competir adecuadamente en el mercado. Hay claros

94
ejemplos de empresas que han logrado superar una imagen de empresa anticuada

mediante un cambio de su logotipo e imagen visual, como es el caso de Movistar y su

campaña 360° que dejó en el pasado al arcaico Unifon. Pero este cambio no siempre es

acompañado de una transformación verdadera de su cultura organizacional.

Si las campañas conceden un lugar predominante a lo visual es porque permite a los

usuarios, a la competencia y a los medios reconocer que se propone un fuerte cambio de

estrategia, pero no en pocos casos este cambio queda sólo en la táctica visual.

En efecto, las empresas que han incorporado las nuevas tecnologías a su modelo de

gestión, adoptando el nuevo paradigma de las comunicaciones 2.0, no utilizan estas

herramientas ante situaciones de crisis sino como una herramienta indispensable en la

gestión cotidiana. El vertiginoso campo de las comunicaciones móviles enfrenta a las

empresas a esta necesidad, obligándolas a ofrecer una respuesta certera, aún más

categóricamente que otras compañías.

La reacción de Movistar ante la caída de su servicio en 2012 que afectó a más de 18

millones de usuarios, es paradigmática en este sentido. La empresa podría haber optado

por comunicar inmediatamente que el problema respondía a una falla técnica y que los

inconvenientes serían solucionados con la mayor brevedad posible. En lugar de

mantenerse en silencio, arriesgándose a perder miles de usuarios y a percibir represalias

legales mientras las quejas se multiplicaban en las redes sociales e incluso en los medios

tradicionales, la compañía podría haber evitado el deterioro de su imagen.

El apagón, como fue conocido en las redes sociales, dañó fuertemente la imagen de

marca de la compañía y disminuyó drásticamente la percepción de calidad que los

usuarios tenían del servicio. La imagen de empresa joven, abierta e innovadora que

había logrado construir tan arduamente, se esfumó en menos de 24 horas.

Sin embargo, Movistar comprendió rápidamente lo que conllevaba disponer de una

multiplicidad de canales de comunicación y desatenderlos, y cuando volvió a sufrir una

caída del sistema un año más tarde, actuó rápidamente y con la ayuda de las nuevas

95
tecnologías logró frenar el efecto de la crisis, lo que le hubiera costado nuevas pérdidas

de usuario y un irrecuperable daño a su imagen pública.

Se torna explícito, entonces, la necesidad de introducir las nuevas tecnologías como un

aliado de la estrategia empresarial, para evitar las consecuencias irreparables que su mal

uso puede generar para la imagen de la empresa. Algunos elementos fundamentales

para evaluar la percepción de los públicos y anticiparse a posibles situaciones de crisis

que dañen la imagen de las empresas de telefonía en el cambiante entorno en que

compiten, son el monitoreo y la evaluación de los canales de comunicación, de la mano

de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

6.2. Monitoreo y evaluación de las comunicaciones: pilares de la organización 2.0

El modelo de gestión 2.0 requiere apertura, transparencia y una constante capacidad de

canalizar las necesidades de participación de las personas. Las empresas que no estén a

la altura, y especialmente aquellas que se dedican al mercado tecnológico, deberán optar

por introducir un cambio cultural profundo tendiente a su incorporación, o bien prepararse

para las sucesivas crisis de imagen que este mal uso seguramente les deparará en una

era digital que castiga a los que quedan rezagados.

Como se sostiene en este ensayo, las empresas de telefonía se enfrentan a un desafío

mayor, en tanto participan de un mercado sumamente cambiante que requiere de una

correcta planificación para evitar que situaciones imprevistas generen un daño

irreversible a su imagen.

La imagen de una institución de telefonía móvil, como se pudo constatar en el desarrollo

de este ensayo, se refleja a partir de su capacidad de respuesta, su preocupación por

conocer la opinión de sus clientes y su interés por atender a sus necesidades y deseos.

La calidad de su servicio, asimismo, debe tener un correlato en esta imagen, ya que

estos dos factores en su conjunto determinarán su reputación y su posicionamiento en el

mercado.

96
Para lograr un conocimiento más profundo acerca de las necesidades de los clientes o

usuarios y así brindarles un servicio de mayor calidad, el monitoreo constante de los

nuevos medios, ya sea desde comentarios en redes sociales o consultas en la web, hasta

la implementación y análisis de métricas que arrojen la cantidad de likes o las veces que

se inició una búsqueda vinculada con la empresa, es una tarea indispensable.

Para ello se requiere introducir en la cultura organizacional los valores de apertura,

transparencia y participación de los clientes en la construcción de un modelo de gestión

que potencie el funcionamiento de la empresa, de manera que todos los empleados

comprendan estos parámetros y actúen en consecuencia. Pero también es necesario, en

este sentido, disponer de un área dentro de la organización que se dedique

exclusivamente a la tarea de monitoreo.

Esta labor, junto con la de evaluación de este monitoreo, orientado por la búsqueda de

aquellos indicadores que permitan reforzar la imagen de la institución, desviando la

estrategia empresarial de objetivos que podrían perjudicarla, deben ser desempeñados

por expertos en nuevos medios. De lo contrario, se corre el riesgo de desestimar un

indicador o bien sobreestimar un comentario o un like.

Lo paradójico de estas tareas es que, si bien existen herramientas de monitoreo y

evaluación gratuitas que pueden hallarse fácilmente en la web, posiblemente la falta de

un equipo de expertos que conozca, al mismo tiempo, la visión y misión de la

organización, y el manejo de estas herramientas, conduzca a una incorrecta utilización de

las mismas.

De esto se desprende que la enumeración de la cantidad de veces que el nombre de la

empresa inició una búsqueda en un navegador, el conteo de los comentarios, hashtags y

keywords, así como la identificación de los usuarios más activos dentro de las

plataformas de la compañía, no siempre significa una participación favorable.

En efecto, durante la citada crisis de Movistar del año 2012, las referencias a la empresa

se multiplicaron exponencialmente, pero ello no significaba precisamente que fuese por

97
un incremento de la calidad en el servicio otorgado o porque los clientes y usuarios

estuviesen satisfechos por la atención recibida ante la caída del sistema.

Podría sostenerse, entonces, que las empresas de telefonía requieren, para competir

adecuadamente en el mercado móvil, de un equipo de expertos conocedores de la

filosofía corporativa y que, al mismo tiempo, maneje a la perfección las herramientas que

permitan monitorear el desempeño de la empresa, evaluando sus posibles

consecuencias, y contribuyendo así al refuerzo de su imagen y su reputación.

La implementación de un modelo de gestión 2.0 es la clave para que las empresas de

telefonía móvil sostengan sus ventas, a través de una inversión que puede ser

significativa ya que implica la absorción de nuevos recursos humanos, pero sin cuya

contribución posiblemente se vea obstaculizado su correcto desempeño.

Se trata de un modelo de gestión participativa y colaborativa: una forma de administrar el

funcionamiento de la empresa con los usuarios (y ya no sólo para ellos), en tanto

principales beneficiarios o perjudicados del accionar de la empresa. Una vez que el área

de monitoreo y evaluación del desempeño organizacional, centrado en el perfil público de

la empresa, se haya integrado completamente en la estructura corporativa, la propia

dinámica del proceso permite su funcionamiento.

Mientras los circuitos de participación directa, especialmente a través de las redes

sociales, se mantengan aceitados, involucrando directamente a todos los participantes en

la planificación misma del desarrollo empresario, las posibilidades de lograr consenso se

harán cada vez más grandes. Y este consenso podrá contribuir a desarrollar un

sentimiento de menor distancia con la empresa, repercutiendo de manera significativa en

la cristalización de percepciones positivas en los públicos.

6.3. Las nuevas TICs: una herramienta indispensable para mercados inestables

Como se pudo observar en el desarrollo de este ensayo, existen muchas situaciones que

pueden superarse haciendo uso de una buena comunicación 2.0. Esto, asimismo,

98
permite dar cuenta de las consecuencias nefastas que una mala comunicación pueden

suponer para el desarrollo empresarial. Y más precisamente, en el desempeño de las

empresas de telefonía móvil que compiten en el mercado de habla hispana.

En efecto, la inestabilidad responde básicamente a dos factores: por un lado, y como ya

se mencionó en este trabajo, los constantes y cada vez más acelerados cambios que se

producen en el escenario mundial como consecuencia de las nuevas tecnologías. Esto

genera muchas veces la imposibilidad de planificar adecuadamente el desarrollo de la

empresa o que, incluso, muchas veces la planificación misma se torne un obstáculo.

Pero además, y esto implica particularmente a las empresas de telefonía móvil, el otro

gran factor que conduce a la inestabilidad del mercado responde a los procesos

económicos de crisis que sufren muchos de los países, latinoamericanos en su mayoría,

que manejan el mundo de la telefonía móvil de habla hispana.

En este sentido, sin embargo, las nuevas tecnologías ofrecen una alternativa a muy bajo

costo, sobre todo si se considera el retorno de la inversión, para mejorar el

funcionamiento empresarial y posicionar a estas empresas como líderes en las diversas

regiones en las que operan. Si se adecua la estructura organizacional a la mentalidad de

la organización 2.0, es posible aprovechar la inestabilidad propia de los mercados de

habla hispana y, especialmente, de los dedicados a telefonía móvil, para incrementar las

ventas y comunicar una imagen consolidada.

6.4. Comunicadores especializados: el rol de los community managers en la

generación de imagen

Como ha quedado demostrado, ni la aplicación de los tradicionales modelos

comunicacionales funcionan eficientemente con las redes sociales, ni éstas pueden ser

manejadas en base a la intuición. La imagen de familiaridad y simpleza que el manejo de

estos canales muestra, esconde un trasfondo comunicacional complejo.

99
No es extraño encontrar, entre los avisos de búsquedas laborales, empresas que ofrecen

el puesto de manejo de redes sociales a estudiantes o profesionales recién egresados,

presentándola como una labor distendida y de poca responsabilidad.

Esto muestra, de algún modo, la errada percepción de las las organizaciones acerca del

grado de visibilidad que un community manager puede tener. Muchas veces, denostando

la importancia y la peligrosidad que un error o una situación mal manejada puede tener

en las redes sociales, suelen dejar la comunicación digital en manos de personal poco

capacitado o suelen relegarla a áreas poco específicas (como por ejemplo, el

departamento de promociones, comercialización, entre otros).

Sin embargo, el community manager debe ser no sólo un comunicador capacitado y con

experiencia que se ha especializado en los desafíos del rol, sino un engranaje central del

departamento de comunicación.

Ningún otro canal hasta el momento ha tenido la característica de poder viralizar tan

rápidamente y hacia un número tan exponencial de clientes un mensaje empresarial, y

por ende, ninguna de las actividades de los comunicadores institucionales han requerido,

hasta ahora, de planificar con tanto detenimiento qué se publicará y qué hacer en caso de

que algo salga mal.

El community manager, dentro del nuevo paradigma digital, se convierte en el vocero

invisible que se esconde tras el nickname de la empresa; teniendo entre sus funciones

una de las más delicadas del área comunicacional.

Aunque suele hablarse de imagen y reputación 2.0, haciéndose una separación clara

entre los terminos en su faceta digital y en su sentido tradicional, no puede negarse que

unos influyen sobre otros. De este modo, la consolidación de una imagen digital de

seriedad, por ejemplo, influirá directamente e inexorablemente sobre la reputación

general de la empresa de telefonía. En caso contrario, si la imagen 2.0 es negativa,

repercutirá en su imagen institucioal global y terminará por afectar su reputación.

100
Si bien la comunicación en redes sociales requiere una inversión muy baja (a diferencia

de los espacios televisivos, de los medios gráficos o de la publicidad tradicional), su costo

puede llegar a ser muy alto en caso de error. Las empresas de telefonía móvil deberán

reconocer estas necesidades e incorporarlas a su estructura organizacional para poder

competir.

En conclusión, el siglo XXI exige realizar una ponderación mayor de la planificación

estratégica de la comunicación digital. En un mercado con potencial de crecimiento como

el latinoamericano, con clientes exigentes, empoderados y altamente interconectados,

sólo aquellas empresas de telefonía que comprendan la importancia del mundo 2.0 y del

rol de community manager dentro de la estrategia general de relaciones institucionales

lograrán posicionarse, aumentar su cuota de mercado y consolidar su imagen positiva.

101
Conclusiones

El surgimiento y consolidación de nuevos soportes y tecnologías digitales, ha producido

una transformación exponencial en las formas de comunicación social a nivel mundial.

Este fenómeno ha suscitado un impacto equivalente en el ámbito empresarial, tornando

necesaria la inclusión, en la estrategia comunicacional, de estas nuevas tecnologías 2.0.

Tal como lo hicieran las dos primeras revoluciones tecnológicas, donde el carbón y la

electricidad fueron los pilares fundamentales que permitieron iniciar un fuerte proceso de

industrialización, el interés por el conocimiento manifestado a través de la informática, de

la micro tecnología y de la cibernética, fueron las nuevas fuentes que permitieron la

tercera revolución tecnológica.

La expansión de las redes informáticas a nivel mundial, ha hecho posible la

universalización de los intercambios y relaciones, al poner en comunicación a amplios

sectores de ciudadanos residentes en espacios geográficos muy distantes entre sí.

Las tecnologías y el fácil acceso a su aplicación, constituyeron una de las herramientas

más eficaces para consolidar el proceso de globalización planetaria.

El ordenamiento interno de cada espacio nacional se vio atravesado por la aparición de

estas tecnologías, puesto que, al superar los límites geográficos, generó una

transformación irreversible de las relaciones políticas, las informaciones militares, las

transacciones económico-financieras, así como las comunicaciones empresarias.

En el ámbito corporativo, la introducción de las Tecnologías de la Información y las

Comunicaciones, ha requerido que las empresas ajusten sus estructuras organizativas a

los cambios tecnológicos. En este contexto, las empresas deben adaptarse, incorporar y

asimilar las nuevas tecnologías e incorporarlas en sus estrategias comunicacionales.

La tecnología es la encargada de generar principalmente la competitividad de las

empresas en la actualidad. De acuerdo al contexto analizado, es imprescindible que una

empresa invierta y desarrolle tecnologías para la innovación de sus productos, porque

constituyen vías estratégicas que permiten que la empresa pueda alcanzar mayores

102
límites de competitividad. La empresa que no innova se queda irremediablemente fuera

del mercado.

Las empresas no solo innovan mediante la utilización de mejores tecnologías materiales,

sino que también deben poseer un espíritu creativo que sea capaz de afrontar los nuevos

retos que le impone la sociedad, para ofrecer mejores productos y servicios. En efecto, la

tecnología no debe considerarse como un medio de producción externo que puede

adquirirse en cualquier momento, sino como un input que puede perfeccionarse o

generarse a través del propio proceso transformador.

Además, la introducción de la tecnología en el ámbito empresarial permite el dominio del

proceso de innovación tecnológica -creación, adquisición, perfeccionamiento, asimilación

y comercialización-, incluyendo también la transferencia de tecnología.

La adquisición de nuevas tecnologías implica importantes inversiones y genera un vínculo

de dependencia muy fuerte con la innovación permanente. Si a esto se añade el

acortamiento de los ciclos de vida de los productos, las empresas dispondrán de poco

tiempo para recuperar el dinero invertido en el proyecto de innovación aunque la

comercialización del nuevo producto se realice a gran escala para un mercado global. Por

ello, se hace cada vez más imprescindible que las empresas logren concebir un cambio

cultural hacia una cultura innovadora.

En la actualidad, es imprescindible que las soluciones a las crisis que afrontan las

compañías sean manejadas estratégicamente, desde los nuevos medios, especialmente

las redes sociales y los canales de comunicación más dinámicos, porque el peligro que

implica la viralización de la imagen negativa de la empresa ante un problema, es muy

alto.

Las nuevas formas de comunicación desarrolladas a través de la web 2.0 marcan un

complejo desafío para las empresas y sus profesionales, porque ahora las audiencias

pueden acceder rápidamente a las informaciones vinculadas a las organizaciones, y

expresarse de manera libre. Por ello, resulta esencial para las empresas comprender e

103
incorporar este nuevo modelo de comunicación contemporáneo que es multidireccional y

horizontal.

Aquellas empresas que incorporan efectivamente las tecnologías a su gestión, logran un

alto impacto en su imagen corporativa, fortalecida por su innovación y el alto grado de

reconocimiento que adquieren de sus públicos. Asimismo, es necesario capacitar a los

colaboradores para que puedan dar respuestas claras y satisfactorias a la gran cantidad

de reclamos que ingresan en forma masiva por todos los medios de contacto de que

dispone el cliente, como consecuencia de este cambio.

Las redes sociales se han convertido en un activo estratégico de las organizaciones, de

tal manera que a veces se olvida aquello que las hizo tan especiales en primer lugar. No

fue el poder de dirigirse a las masas, ni la oportunidad que brinda a las empresas de

posicionarse como entidades abiertas e innovadoras. Las redes sociales eran y son un

vehículo de conexión humana.

En los últimos años, las empresas se han enfocado en el mercado de las soluciones

móviles de marketing desarrollando herramientas de mobile-marketing orientadas a

potenciar sus negocios, generando acciones de fidelización y promoción de una manera

fácil y a un bajo costo.

Es por ello que la incorporación de los nuevos medios en la gestión de las empresas de

telefonía resulta fundamental para su correcto desempeño. Incluso las nuevas

tecnologías que desde estas empresas se ofrecen resultan también fundamentales al

interior de la empresa, para lograr que el personal reconozca en la institución su

carácter innovador.

En efecto, el desarrollo de una cultura de la innovación que acompañe la incorporación

de las nuevas tecnologías al interior de las empresas de telefonía, es asimismo

primordial para la construcción de una imagen y una reputación positiva entre sus

públicos. En este sentido, la utilización de redes sociales contribuye al establecimiento

de vías de comunicación fluida con los clientes y usuarios, disminuyendo el potencial

104
negativo de las crisis y aumentando las posibilidades de convertirla en una experiencia

recíprocamente positiva, tanto para los afectados, como para la institución.

105
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