WIGMAN - El Lenguaje de La Danza - 1
WIGMAN - El Lenguaje de La Danza - 1
WIGMAN - El Lenguaje de La Danza - 1
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IV -
EL LENGUAJE DE LA DANZA
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MARY W I G M A N
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EL LENGUAJE DE LA DANZA -
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E D I C I O N E S D E L A G U A Z U L
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ISBN 84.923551.t-5
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SUMARIO
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EL SECRETO DE LA DANZA IS
El lenguaje de la danza . 18
Las formas de la d a n z a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
MONOTONfA . . . . . . . . . . . . 40
Invocación (Anrut) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . .. . . 50
Pastoral . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . 52
PEDAGOG!A DE LA DANZA . . 96
Solos . 101
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J
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INTRODUCCIÓN
J
Hace doce anos, aslstf de oyente a una clase donde Wigman expone enérgicamente su
uanse- de París. Entonces ignoraba que Asistido por Maria Elena Monrás Sen
ele este encuentro nacería una gran amis der, respetando el sentido de las ideas y el
]
tad. Leí su fabuloso libro El niña y la danza estilo, a veces barroco y expresionista, he
espíritu de Robinson ¿o, tal vez, fuera el de A medida que avanzaba en la traduc
Wigman? Las dos mujeres se me confun ción, notaba como sí Mary Wlgman, hu
]
dian. Ciertamente conoci a Mary Wigman biera concebido un monólogo. F.l lengua¡e
a través de Jacqueline Robinson, quien me de la Danza parece haberse escrito para ser
propuso traducir a partir de su versión escuchado o más bien para leerse median
]
francesa el libro de su maestra. Fascinado te una voz interior.
por el mundo expresionista, acepté. Pero Para Mary Wigman no hay secreto en
también porque si Mary Wigman fue des bailar, desde el momento en que la danza
J
,
•
MMV WIGMA.N
¿Cómo hablar remedida de esta mujer, sin su avanzada edad, todavía segura ensc
de motivarme desde hace más de treinta Hay ese libro sorprendente que reve
que cambian el curso de las cosas y dejan unos metros de película, el recuerdo vivo
una huella en todo ·10 que tocan. Así era todavía para muchos enamorados de la
stdo personalmente tocada por una de En 1955, en Berlín escribía: • ... ¿Me •
estas pe�nas exccpctonales. eso es lo con diante qué sortilegio esta extraordinaria
fotos, testimonios. (Dl mis primeros pasos movido por un solo Impulso, animados
en Irlanda, al lado de Erina BraOy, quien por el mismo hálito e investidos por la
que Mary Wlgman ya estaba presente Mary Wlgman, a quien se la ha llamado 'la
Lo pude hacer anos más tarde, ya en plena artistas en todo el mundo, parece haber
carrera, habiendo trabajado con Wlgrnan alcanzado una extraña s abiduria, nacida
en Berltn. Los momentos que pasé: con de una fe apasionada y de una obstinada
fervor y la verdad q11P Pila tan bien sabía do baila, majestuosa, tiern a o diabólica.
emanar, fueron para mí uno de los más Con e se cuerpo marav illo sam e n t e expre
brillantes, lus más destucudos de mi vtda. sivo es co010 la sacerdotisa que g uarda el
forma tan sutil de moverse cuando, aun a alumno, hacerle sentir un matiz, nallzar
a:
10
MARY WIGMAN
gráfica, persuasiva, por el contacto irresis mania está exhausta aunque una genera
tible de su mano que parece modelar los ción de artistas crea innovadoras y por
..¿Cuál es pues este estado de grada en mundo en transformación desde todos los
concentración total del ser, atento a los La danza: en Europa, la danza clásica
mínimos impulsos interiores, corno a los está afincada en todas partes, la llegada de
una movilización de todas las fuerzas dis por la gimnasia y el deporte, y los prime
cuerpo ocupa una nueva dimensión. Se Laban, filósofo, hombre de ciencia, artis
mueve más libre en un espacio más vital. ta,y teórico. Ambos fueron los jefes de fila
tumbres motrices, desecha los clichés, los El vínculo entre la vieja Europa y la
estereotipos manidos, barre los prejulcios Joven América: lsadora Duncan, la gran
1,
jar su propia libertad y a construirse. Lo la expresión del alma humana. Y siguien
lanza a las aguas profundas del acto donde do sus pasos, de los dos lados del Atlánti
se debatirá, pero de donde emergerá cuan co, una multitud de jóvenes mujeres, ávi
1
experiencia motriz, dinamizante. O bien lo EE.UU. también estaba Ruth St. Denis, la
1 hará doblegarse bajo el yugo de la disci Escuela Denishawn, la alta esfera d� inves
plina, con una exigencia feroz, un control tigaciones eclécticas, cantera de donde
de lo más sutil, hasta el momento en que tuvieron que salir Martha Graham, Doris
arte del siglo xx (no solamente en el ámbi tiona, se apoya en la gimnasia, la música,
to fueron tales que traspasaron este único mente refleja las sacudidas, los descubri-
¡,
EL ltNGUA.IE OE lA OANZA
Pero, como dirá un poco más tarde, en de una obra de arte objetiva, ya que pro
los aftas treinta, el gran crítico americano ponía un universo de relaciones. En vez
« .•• Con Wigman la danza se mani una emoción tan profunda o intensa como
•
fiesta por primera vez en su especificidad; fuera, se volvía dramática y proponfa el
encarna el ideal del modernismo: el efi de Wigman, símbolo tangible de las fuer •
caz y magistral empleo de un material pro zas exteriores, le es dado al bailarín una
pio ( a este arte) y que desemboca en la cosa externa a sí mismo, que puede modi
finalldad, sino más bien una afirmación punto en que se manifiesta su más sub¡e
"' · · . Para Wigman, el espacio es una introspección más que de acción, revela •
entidad definida, como una presencia tan doras de estados interiores. Pero vista la
mi sma forma que el hombre y el mundo traduce no son de ningún modo estáticos
tra el otro, c.l resultado es la danza. El bai tragedia, La vitalidad y la tremenda expre
su universo ... Por prtmcra vez la danza comunicar sus sensaciones en el campo de
que tuvlera existencia propia. Hasta enton la consideran una de las más grandes figu
ces lo mejor de la danza era la emancipa ras del arte modemo . . . 11 (in lntroduction to
ción de una persona, como cuando Isa 01e Dance, 1939, �d. Dance 1-!0t11.0ns.l
MA,tV WIGMAN
tarea. nales.
bre de 1881 (en Hannover) hija del comer amarre y durante bs años veinte, los bai
ciante Heinrich Wiegmann y de su mujer larines que más tarde triunfarían interna
maron Marie ¿Qué se sabe realmente de Hanya Holm, Grct Pah.:cca, Max Terpls,
uno mismo?» Cuenta que su familia se Yvonne Georgi, Harakl Kreutz.berg, Marg
opone a su deseo de estudiar una carrera harita Wahlmann, por citar sólo uno.s
artística; que recibió una sólida formación cuantos. Todos ellos pioneros e innova
musical y hasta pensó en ser cantante. dores de esta nueva danza muy joven y
A la edad de veintidós años, vio por por lo tanto eterna ... Mary Wigman forma
escapó a Dresde para estudiar con él, componer en toda su vida, solos para ella
viviendo a salto de mata. Descubre que la misma y obras de todas las dimensiones.
danza sería su medio de expresión, a pesar (lnútil decir más sobre las obras, puesto
de no estar del todo satisfecha con el méto que encontraremos las más importantes
siado limitado. Comenzó sus propias bús Wlgman se presenta sola o con su
quedas y a bailar en público. Fue entonces compañia en toda Ewopa; de 1930 data
el encuentro decisivo, primero con el pin su primera gira americana que será verda
tor Nolde y luego a través de éste con deramente destacada, seguida de otras. Va
Laban. De este último primero fue alum de triunfo en triuníc, suscita polémicas,
Ascona, Suiza. Compartió sus primeros tra cas (entre otras, en París. al dadaísmo). Su
bajos, la elaboración de nuevos concep influencia se hace sentir cada vez más.
tos ·espaciales, el análisis de.J movimiento, Hanya Holm dirige a partir de 1931, en
las investigaciones en el campo de la ano Nueva York, lo que se Uan:ará durante unos
Luego, sola, alzó el vuelo, conmo da en la lista negra del Partido Nazi. Su
viendo al público alemán con sus danzas, escuela está vigilada oficialmente, su obra
les en otras grandes ciudades alemanas; una vez más, para instalarse definitiva
sus trabajos pedagógicos fueron hasta sub mente en Berlín Oeste. Hace aún un viaje
unas conferencias, algunas puestas en csce (Hablaba muy bien el francés, y el inglés
ua en Alemania, y enseña durante varios como si fuera su lengua materna, por haber
lín estuvo siempre llena, reuniendo a jóve que llega con la sabiduría de la vejez, creo
ncs bailarines de todos los países, que tra necesario considerar simplemente el con ]
bajaban con devoción. Fueron asimismo texto Inquieto de la vida de Wigman. La
muy numerosos los amigos y visitantes rueda gira, es cierto -habia comenzado su
que venían de los cuatro puntos cardina carrera en el agitado mundo de la post ]
les para sentir el calor de esta hoguera guerra del 14·18, y la t e r m i n ó en un
siempre ardiente, esta personalidad pro mundo aún, una vez más, palas arriba . . .
nnn, cesa de enseñar en 1968, a la edad de interesarse por los jó venes y las nuevas
todo. Esto no tiene nada que ver con la nariamente dotados po r mi escuela de B er ]
humildad. Hasta nuestras deficiencias son lín, en los últimos años. Que no se hayan
dignas de amor. Y tenemos que ser siem quedado fo rma parte del « destino peda
pre fieles a nosotros mismo s, porque esto gógtco- del cu al ningún profesor se esc a
J
-podría casi decir únicamente esto- nos pa. Pe ro p oder despertar un talento l a ten
nuestras inquietudes por satisfacer unos p rofesor .. . El g ran talento es raro y nece ]
hechos auténticos. Los momentos de éxta sita tiempo pnra desarrollarse y madurar.
escribía estas palabras poco antes de morir zamos . . . El ball et del siglo xx ha aprove ]
-patebras caracterisllcas, ejemplares . . . chado a lgunas de las ideas y de los medios
recuerdo haberla oído contestar: »Aprés de nuevo adquirida del espacio y del ritmo
La danza moderna ha dejado sus huellas en conocidos los itinerarios de los pioneros,
«Aun si no vemos por ahora creacio jugado para hacer de nosotros, bailarines,
nes artísticas sorprendentes, el trabajo sigue lo que somos; y que el público aficionado
gos de la danza! Tienen por objetivo pre 1931, y más tarde, por diversas tazones,
profesional no está sometido a los riesgos más que por unos pocos.
a los que el profesional debe hacer frente: Llenar este vaáo con la publicadón de
la competencia a veces cruel, la exacerba este libro era uno de mis deseos más anhe
superar a los demás. Estos bailarines bailan Quisiera pues dejar la última palabra
estas condiciones está hecho por amor a la (y poeta); son los últimos versos de un
ella nos pudo haber hecho, aunque el más «Podríamos tomar su medida,
debla pagarle una deuda: Francia se retra de la pro fundid ad del silencio
1
EL S E C R E T O DE LA DANZA
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Mis amigos me piden que escriba un libro, resulta una carga para los demás. Pero tam
«el libro de mi vída», dicen. ¿Qué puedo bién a ello debemos enfrentamos, como lo ,J_
contarles? ¿Mi vida? La vida plenamente hemos hecho con éxito frente a tantos
vivida es como un globo. Más vale dejar otros problemas menos penosos en la "ida.
la consumir antes que trocearla corno una Sin embargo, esta vez, se aceptará con la
]
tarta de cumpleat\os. seguridad y el consuelo de que, por fln,
He llegado a esa edad dulce de la vejez. Es volver a empezar, volver una vez más al
agradable sentarse a 1a mesa de trabajo punto de partida. Por nada del mundo
]
tranqutlamcnte a reflexionar y dejar que las hubiera querido perderme el más mínimo
ideas emprendan su vuelo libremente, per detalle que la vida me ha ofrecido y qui
los ojos el azulado humo de un clgarrlllo. la vlda presenta siempre su factura. Hay
co todas y ahora me acerco hada esa salida Me miro al espejo. Esre me devuelve
donde la Muerte nos espera a todos, la últi la edad de rostro, surcado arrugas,
mi de
]
ma coronación de la vida. No h_• tengo envejecido y familiar como el patsaje en
por la magnificencia del más allá y la huella anterior, una capa sobre otra, cada
do, deshechos por el dolor, nos debamos debo vivir hasta entonces, ¿cómo será el
el nuedu q_ue precede a la muerte, a la Pues bien, aqui me tenéis sentada CJ\
-
MAAY \VIGMAN
dirme por lo que debo contaros. Vivir, intensamente la danza como la vida, a
conocer, esto no pasa más que una sola pesar de sus metamorfosis y porque, tal
vez. Mirar hacia atrás. dejar del pasado vez, ésta se nos escapa.
través del espejo del presente y desde este renacer" de la vida. Hacer frente a la vída
pre me atrajo el presente, y me apasioné aun cuando parezca insoportable, ser fiel
por el instante, por la que no me ha sido a si mismo y obedecer a la ley que nos ha
fácil recuperar imágepes, visiones y acon creado, contribuyendo a los cambios que
Amigos míos, ¿os conté, alguna vez, espacio y forma. ¿No es así como debe
aquel cuento del patito feo que, por mila mos progresar? ¿Vivir la vida, afirmar la
gro, se convirtió en cl.sne? Es cierto que vida en cl acto de creación, alzarla y glo
no se hubiera podido predecir que la ni.fía rificarla? Es sobre todo esto sobre lo que
con el tiempo, en una bailarina de renom Para vosotros amigos míos, paravcso
bre mundial. Una metamorfosis que roza tros alumnos, y también para vosotros que
el milagro. Sin embargo, para mí no había vendréis después y para todos los que
nada milagroso en el hecho de crecer. Sola amáis la danza; aun si el mensaje danza
demasiado duro, y a pesar de todas las con revelación, no se deja atrapar en la palabra
Por supuesto, me encanta hablar y contar las palabras- debe ser posible todavía com
hlstortas. Ahora que estoy sentada a mi partir, aunque sólo sea un poco, esta pura
mesa, las imágenes se van revelando y y profunda felicidad, como una bendición
puedo fácilmente imaginar que van a sur alcanza a quien, en un momento de ple
gir unos recuerdos divertidos y llenos de nitud, amplía su experiencia personal para
color. Pero, ¿es ésta mi tarea? No soy escri darle forma. Del mismo modo que traté
tora, como tampoco sabría inventar un de encauzar a mis alumnos a los caminos
guión apropiado, ni poner en escena per que llevan al fondo de sí mismos, de con
cierto mérito literario. No hubo nunca más tividad se descubren mutuamente. Y ahora
que un tema en torno al cual mis pensa voy a tratar de contar con imágenes escri
mientos volaran como las mariposas alre tas algunas de las más importantes etapas
El medio creativo que se me ha dado didáctico. Sin embargo, puede que este
es éste, la danza siempre y para siempre llbro llegue a algunos de vosot ros y os
jando a partir de seres humanos. Con ellos en el aliento del que vive, el secreto mismo
y ejecutivas.
Danza de la bruja 1
Hexentanz 1
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,
MARY\MGMAN
éste no sabría cambiar ni sustituir arbitra rulares; el que sabe avivar la pasión y res
riamente, sin poner en peligro la validez de tablecer la calma, excitar y retener; el que
su mensaje. 8 por esto que yo no puedo frena la estructura rítmica y dicta el enun
llamar a la tierra «cielo», si quiero que sig ciado de los momentos transcurridos; el
un arte del tiempo. Esto es cierto en la melódico. Está claro que esto no tiene nada
medida que se refiere a las partes rítmi que ver con un método de respiración nor
Pero eso no es todo. No sería nada más todas sus posiciones y sítuacíones.Es ape
determinar únicamente e¡ ritmo de la ca. Está sometido í' la ley de la fuerza oi,¡á
danza según los críteríos del tiempo. Es mica de sl\ resplracíón q�e se re�ela eq· el
cierto que para nosotros los bailarines, la grado de 'i ntens i dad y. de tensi ó n del
vimos de ella para el trabajo coreográfico, espado con paso, rhedidp y solemne,', su
dos lenguajes artísticos concurrentes que estado de agitación febril que lo posee tjo.
son la danza y la músíca, a fin de herma tan sólo corporal síno enteramente; enton
nados en el tiempo y unidos en una ínter ees no es mis que una cuestión de respi
ta de tiempos para definir las pulsaciones, vibración que llena y agita todo su ser. ,
otro, para precisar los acentos, los momen movinüentd de danza en que la fuerza de
pre se ha de contar. Los músicos ruentan efecto y la ejecución, se haga sentir tanto
y los bailarines también. A veces están en como en el salto. Cuando el bailarín des
según la línea musical mientras que los aire que lo atraviesa como un rayo de ples
b a i l arines cuenta n según el ritmo del a cabeza, a fin de retener su aliento desde
De la mis m a forma que el tiempo, al apogeo del salto y aun más allá. Duran
interviene, más pudiente aún, la energía: te estos segundos de Intenso esfuerzo, rete
hálito es el gran misterioso maestro que convertirse en una criatura aérea que pare
reina desconocido y sin nombre por enci ce vola.r o flotar en el espacio. Sólo en la
ma de todas las cosas; el que dirige stlen curva descendente la resptracrón reen
elementos que dan vida a la danza. De esta toda autoridad. Es el espado de la espera
J
trinidad de fuerzas elementales, es el espa c reati v a y es un san t uar i o. Por co ns i
cio el reino de la actividad real del baila guiente, bajemos la voz y escuchemos los
tangible, Hmítado y llmitante de la reali el sonido de este espado. Este sonído desea
lo corporal y puede transformar el gesto Así recae. en esta especie de llmbo, reab
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fluido en una imagen de apariencia infi sorbe su propia inercia y vuelve preñado
son para el bailarín términos técnicos o Siempre hay dos Corrientes, dos círculos
J
nociones tcórtcas. Las siente en su propio de tensión que se atraen magnéticamente,
cuerpo, y se convierten en su propia viven se abrazan y oscilan juntos hasta que, com
cia porque, a través de todo esto, ensalza pletamente acordes, 5C acoplan. Por una ]
su ur1l6n con el espacio. Tan sólo en este parte, la espera creativa que evoca la ima
abrazo espacial, la danza logra su fin. Sólo gen, y por otra la voluntad de accionar,
entonces los signos evanescentes están exaltada hasta la obsesión, esta voluntad ]
comprtmtdos en una imagen-reílejo legi que poseerá la imagen y transformará su
danza deviene lo que debe ser: el lengua tancia malea b le, con el nn de darle su ]
[e vivo y artístico de la danza. forma final en el crisol de la composición.
forma oculta y la forma que se busca giran puede presentar al bailarín en el bullido de
llegada de la luz que les dará color y forma, ción, es un regalo del cielo. Pero la obra de
encontrará más que un mezcla borrosa de No hay tan sólo los momentos exci
J
,
20
MARVW!,jW,Jl
¡Cuántas obras no ven el día! Proba obstáculos. Pero en la mayoría de los casos,
blemente porque se ha pasado al lado del las primicias del material de la danza son
tiempo de gracia; puede ser también por demasiado confusas dentro de su abun
que la voluntad de dar forma se ha agota dante variedad, como para poder permitir,
gtnadón para ser elaborada en su conte idea está completamente ajustada en cuan
dos por el delirio creador, nos creamos corresponderá. exactamente jamás, muy a
tan próximos como el tiempo de un sus traremos siempre algo que desear entre la
piro para captarla definitivamente y puede obra tal como ha sido concebida y la que
ser aun que el esplendor de las cascadas surge del creador; una gota de tristeza se
que nos embauca, nos engafia, antes de espantosa pregunta que nos hacemos en
Sin embargo, ¿no he visto, conocído drá esta vez perfecto? Y si esta confesión
y vivido ya todo esto? Me obsesioné duran está sometida al público ¿podrá resistir la
'
1
te días, semanas y meses. Me acompaña prueba de fuego? Durante el tiempo que
ba de noche y me poseía de día. Siempre esté dentro del estudio, está bajo mi pro
1
estaba ahí presente y dandestino. No se tección y es invulnerable: pero cuando se
!
miradas. ¿Sería una ilusión? ¿Por dónde nada más sino satisfacerme de lo que he
casara la primera tentativa ¿entonces qué? obra acabada e interpelada por la imagen
¿Mantendría el coraje y podría continuar, origmal que me pide cuentas: «¡_Qué has
a pesar de ttxJu7 Uuv duda, se desespera hecho de mí? Prisionera por cientos de
por todo hasta de sí mtsmo. Pero, al final, velos he venido hacia ti. Cada velo tenía un
se consigue. Porque hay una fuerza que sentido. ¿Lo has tejido en tu trama para
no cesa de empujarnos y una voz que no que la imagen surgiera igual que mi refle
puede ser callada: debes, debes, debes, ... jo? ¿Soy yo en este rtflt-jo?-. Y ._i la res
¿No es éste tu deseo? Esta lucha, esta obse puesta es un si indeclso o evasivo, debiera
sión ¿no son tu mayor gloria, tu mayor de todas maneras ser que sí, ya que esta
pasión? «¡No te soltaré, hasta que tú me criatura fant.i.stica, recién nacida, quería
hayas consagrado!-. ... vivir. debiera vivir, podría vivir quizás ...
Vivido y la estructura se inflamen mutua una vez más, una oonscíencia oscura y Pre
tal forma que la ejecución y el cumpli Por otra parte, saber que cada obra
miento de la obra prosiga sin encontrar creada no es más que un paso en el cami-
ll
(L stCP.ElO bE lA DAia.A
J
no de la perfección, pero que no puede movimiento perpetuamente renovado, j
suceder jamás, esto no es francamente transfigurado?
tinuidad de toda la fuerza creativa que se Bcethoven decimos que es un titán. Esto
movilizará frente a la próxima tarea a rea los pone en el rango de sernldíoses. A pesar
1
lizar está ahí, en lo más profundo de noso de todo son considerados humanos y su
tros. Ante el umbral del paraíso de la últi obra no está regida por los dioses sino con ]'
ma perfección se encuentra el ángel con su fiada a nuestra guardia humana.
espada de fuego: dada su magrúfica inco Hemos dado rasgos humanos a los
'
rruptibilidad coloca en su justo lugar a dioses y Prometeo, plenamente conscíen
]
cada ser que pida entrar. Tenemos que estar le de su fuerza creadora, no dudó que
agradecidos por ello. Porque su rechazo podría rivalizar con ellos, pero se le recha .
nos protege de la miseria, de la autosatts zó la plenitud del cumplimiento perfecto.
mente y de la ilusión de grandezas. EJ deseo sóflcos que testifican este deseo eterno que
]
de perfección es Innato en todo ser crea tiene el hombre de expresar la perfección,
todas las fases de su vida y de su trabajo. Pero, cuanto más se acercan nuestras pre
]
Para él es el motor y la alarma, el indica guntas a la gencstsde todas las cosas, más
dor y la meta, Cierto es que puedo alcan se desnudan y se vuelven confusas. Nadie
zar la meta que me he fijado; pero no es encontró todavía en sus semejantes una
más que una meta pasajera, una etapa, respuesta a las preguntas últimas.
pre, incluso sin saberlo. Pe-ro un ser huma parece decir con una sonrisa Indefinida,
no ¿alguna vez ha sido autorizado a cruzar el dedo en los labios: hasta aqui, sin ir más
el umbral que lo separa del campo inima lejos ... Sin el secreto, ¿qué serfa la crea
glnaclón no sabe todavía cómo abarcar todos los hombres? ¿Porqué son tan pocos
este campo. ;,Cómo nos sería posible res los llamados y aún son menos los elegi
la oscuridad. ¡_No son mil veces más bellas, narse. En el secreto, sin e.mbargo, se encuen
más seductoras y misteriosas porque están tra una promesa. Y si el hombre creador
fuera de nuestro alcance? ¿Qué sería la no sintiera más que la caricia fugitiva, en
•
creación si no hubiera el deseo, el sueno algunas horas álgidas de su larga vida, creo
lejano y nostálgico que nos empuja hacia verdaderamente que este hombre sería ben
•
u
MARYW'IGMAN
En su realidad teatral, la danza depende poco lo hubiera podido hacer; porque otras
como el bailarín no puede expresarse más las diversas etapas de la vida, por lo que
que durante los breves instantes de la repre sería inútil y, aun más, superfluo retroce
danza está limitada en el tiempo y vincu La danza quiere y debe ser vista. Sólo
lada al instante. Cuando cae el telón, no entonces se convierte en una fiesta para
tan sólo desaparece la fuerza de proyec los ojos y en su última perfección, una
bléh la obra parece disiparse bajo los ojos Huelga recordar que la primera condición
del espectador. Es verdad, el cine puede para sugerir un impacto tan fuerte es el
captarla, pero aun en este caso, no es más talento, un don de la naturaleza que puede
escénica. Para encontrar su concepción y pero que no puede ser forzado, y aún
sus estructuras de composidón rio se puede menos creado. Tampoco necesito añadir
utilizar un libro como se haría para una que se debe aprender y dominar el oficio
obra de teatro, ni tampoco de una partitura a fondo. Las exigencias físicas y técnicas
o W1 arreglo para piano como se haría para impuestas al bai\arín son enormes. Es cier
una ópera. La obra coreográfica deviene to que cuando a la técnica se la venera por
l
'
inmediatamente una imagen de la memo si misma, el arte deja de existir. Terpskcf..
l
ria, que no puede ser resucitada y pseser re se cubre el rostro y vuelve 111 cabeza al
1
vade 111ás que hasla un cierto punto. Desa niiio de sus amores negándole entonces
' de excelencia de la obra y la calidad de la Los talentos de la danza más sus varía
'
miento de lo eñmero en mis obras. Pues El caso ideal seria aquel en que los
bien, después de todo, puedo ver a mi dos talentos coincidieran en un solo ser
ciones personales, realizadas con éxito, estructuras, la técnica perfecta y una fuer
cidos de dauzas, danzas de grupo, coreo ti! ¡..rresencla esceníca. le permitieran forjar
confesar que jamás me faltaron ideas. Éstas ..sello» personal artístico. Asímtsrno, en
se integran al pasado. La unicidad pasaje danza es dertn que los aspirantes son pocos
ra del proceso de creación -esta fugacidad, y raros los elegidos. Después de todo, sólo
este c.:aiácter eñmero propio de la danza ... hay nlgunas pcrsonalic.lades de primer
me ha parecido estar siempre condicio orden, los que son verdaderamente dota
nada y callñcada µar su propia naturaleza. dos y bendecidos y que, mediante la rea-
CL SECRETO [)[ LA DANZA
l
1
bios necesarios de forma y de estilo. mis danzas, por ejemplo en Diálogo o Can
época, desde que la danza ha sido acepta sible, perfectamente presente en mi Ime
da como arte, se han Impuesto los nombres glnactón: el amante Ideal que ocupaba el
1
de grandes bailarines y coreógrafos, bri lugar del amante real. Es ta pareja era Igua l
E n e
n
si
l marco de un ciclo
embargo presente.
d e solos, com
1
tradición ha tenido que ser sacudida y des puesto de seis danzas agrupadas bajo e l
mantelada cada vez que una personalidad titu lo Sacrificio (Op(er), estaba La "llamada
]
de la danza aparecía y daba una imagen de ra Muerte (Todesruf). C uando concebí
ue establecida más
f
l
en la formación de solos, lo cual no quie qu,e e n la ú ltima se de su concepción
fa
re decir estar limitado ni empobrecido. Sig reográfica. ero desde l principio había
l
co P e
nifica que no tienen el d6n de volcarse con a lgo, la sensación de ser llamada de muy
sus fuerzas creativas a los ramlñcados cana lejos, emer giendo de una profunda oscu
les que alimentan las formas más amplias ridad y de una pesada exigencia. Esto for
J.
de Ia danza. Pero ¡cuántas riquezas puede za ba a bajar mi mirada y volverla had a las
encanto puede suscitar si sabe presentar como una barrera, como para rechazar un
un programa con una prcyecctón escéntca as alto. Q uerla precipitarme h acia delante,
1
de alta calidad! El solo es la forma más con lanzarme contra esa f uerza. Pe ro ya des
densada de un mensaje bailado. Que el pués de los prillleros pasos, tuve que pa rar
]
pantomima, contemplativo o restgnaJu, ¿U na voz, u n espectro. un re cuerdo! N ada
que se presenta al espectador, una conver da. F.sta tensión creada sin duda en mí
He vivido esta clase de relación írra camente arqueando lejos hacia atris la
1
clonal conmigo misma cientos de veces y espalda, los brazos de nuevo separados,
,
J
J
MAAY WIGMAN
impotente y desesperada. Ahora esa forma nivel de una intriga: los papeles están dis
estaba encima de nú, se dilataba como una tribuidos personificados siguiendo el desa
sombra inmensa que ya no me permitiría rrollo de la acción. Está claro que lo rela
escapar. Pero nada de flaqueza. Porque no cionado con la pareja invisible no se limita
quería por nada escaparme, sino al con tan sólo al dúo. Se extiende a todas las for
trario penetrarla. Quería comprender, abra mas del recital de un solo a las obras para
eeo acompasado al ritmo de estos estan tados como instrumentos. Aunque sus
dartes, los ples inmóviles podían moverse posibilidades crealivas sean limitadas, son
muy grandes. Asl la danza se desenvolvía material maleable de gran valor, unos ins
,.
en una sucesión de figuras estáticas, monu trumentos ideales de expresión, a través
1
mentales, y de grandes desplazamientos a de los cuales éste puede dar cuerpo a sus
¡Pregunta, respuesta! Las dos se enun te apasionante tiene lugar durante esta
que llama» y «la llamada» todo a la vez. En creador de la danza al ejecutor. Aunque la
1
un momento de La danza me puse a tem forma dada sea Idéntica, aunque su con
blar. Y supe de repente: la Muerte te habla. tenido haya quedado sin modificación
No mi muerte, ni la de otro, sino como si alguna, ha sido sin embargo transfigura '
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una ley de la vida quisiera imponerse, una da por la imagen que da el ejecutor. Sería
orden que, hasta entonces, jamás había como un eco que nos devuelve nuestra
recibido. Tuve una primera Intuic ión de propia llamada, palabra por palabra; pero
l todo lo que hay escondido detrás de la el timbre ha cambiado y nos parece venir
i vida, dándome cuenta por primera vez de de otra dimensión. De esta forma la idea
reconocimiento de esta gran ley que nos sentación¡ hasta el punto que se llega a
juego en la danza pantornlma, hasta impo cinante proceso! Cuánto he sufrido al ver
ner su identidad cuando se define el medio mis propias Ideas quedar por debajo de
tos. En ese momento en que la pareja ima clón. Estoy profundamente agradecida a
ginaria toma cuerpo y se confronta al baí los muchos bailarines que trabajaron con
larin en cuanto a realidad, he ahí el dúo, migo en el curso de mi larga vida creativa.
el paso a dos. El acto danzado se sitúa al Ya que ellos fueron y siguen siendo roda-
J
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21
MAflY WIGMMI
no. Asi pues tenía que dejar la música en res-cantores que quedaban en el escer
mente, descartar por completo toda veleí realzaba; personajes de silueta propia, ce
dad de ilustrar las sutilidades y los matices trastaban sus efectos sorprendíendo i:
danza coral, la danza se coordina a la obra te• de Gluck, el reino de la muerte esta
musical, como una forma espacial move construido, evocado, sólo por la danz
diza que puede también vivir y confir Era un espacio infinitamente sombrío
La danza, un arte aplicada velos de bruma entre ellos, daban una vic
!,
La ópera, la opereta, la comedia musical y do de la utilización de la danza, enraizad
mente, con vistas ¡i crear una atmósfera o dad de un paisaje olvidado o perdido, ím
Es raro en la ópera clásica que la danza Atraída, exhortada por esta aparició
esté considerada como parte orgánica del espacial, Alceste Cruza el umbral que 1
libreto musical, salvo, por ejemplo, con separa para siempre del reino de los vivo
1, Gluck quien rompe con la tradición. Ya Aceptada en su reino por el dios de I<
1,
que vendí mi alma a la danza, no podia muertos, guiada por él y protegida pe
darle otro lugar más importante que el todos los lados por las sombras movible
_simple «interludio bailable» del teatro líri es conducida paso a paso y como en ur
co. Claro está, que no se puede generalizar. progresiva transparencia corpórea, hac
Pero las obras teatrales de Gluck, Haendel su destino, hada la extinción de su prop
y algunos otros compositores que tienden vída. que sacrifica voluntariamente a fin e
más hacia el oratorio escénico que hada la preservar la de otro, la del hombre ql
r1 secsno cr "\)I\T¡:,."
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La Consagración de la Pnmaver a,
la elegida acordonada.
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H SECRCTO DE LA DANZA
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Croqulc de Mary Wigman sobre el movimiento
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ZEREMONIELLE GESTALT
De una gira por los Balcanes traje una can pequeño paso hacía balancear la campa
ción que me dio un músico húngaro al na . . . era el paso correcto. Pero cada pasu
pest. Era una melodía clara como el cristal, una manera demasiado amplia . . . no era
pedía más que ser bailada. Era evidente que el ritmo de los pies
Y como de costumbre, cuando algo debía adaptarse al ritmu <le usta campana
me daba vueltas en la cabeza y pedía salir, y, en el crescendo cada vez más acentua
seguí haciendo hasta que una forma sur un estilo homogéneo, sin compromiso,
meditado que liberara el cuerpo ahora des ¡Qué tortura tener que reprímir la propia
pierto y lo lanzara al espacio. Por banal fuerza expresiva -quc no paraba de querer
que fuera, el motivo tenía su fin. Empezaba manífcstarsc- en una forma absoluta que
a trabajar. Pero fur. flí"rí'sMio datle muchas parcela vivir independientemente de mí!
vueltas antes de que el «personaje de cere Pero este agobio no era todavía suficiente ...
monia» surgiera del motivo de base y del porque tenía aún el rostro humano, a pesar
molesta por el hecho de que mis pies se ba los rasgos de Mary wígman, y rechazaba
pudieran mover con demasiada libertad y subordinarse a las propias leyes del -per
y de imponerles los límites espaciales que ¿Qué hacer? La única salida, el único
exigían. Algunas de las pruebas fueron en exilio sería y fue la máscara. Pedí ayuda a
balde. Y, luego, tuve la idea de coger uno un joven fabricante de máscaras que, .::11
de esos aros de colores con los que juegan el seno del grupo de mis alumnos, expe
los nifios en la calle, y coserlo en el dobla rimentaba las máscaras del NO japonés.
dillo de mi larga falda de casa. Y he aquí Todos los días se sentaba en un rincón del
que formaba una especie de campana. Y, estudio y observaba la evolución del per
parecía en los bosques de Moritzburg a bus llegaba a -.:it�t->r ,.¡ m.:- -uovla en l,1 t u . o 1·11
car la madera más adecuada para esculpir Ia oscund.rd. 1\ üu dl. 1 n l.' :. 1 ·1 v , 1 n 11\ · l k ,.,\J()
la. La máscara que trajo era como una peligro en <!'. escenario. estaba oblih,lllíl c1
reproducción demoniaca de mi propia cara. bailar <:n un espacio -strccham ... nu- tcdu-
mi propio rostro.
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MONOTONÍA
El gong chino tenia su propia habitación, moverse con el mayor dominio para lograr
desde la que reinaba sobre todo su entor la sonoridad. EJ sonido 110 sería produci
no. Parecía un caldero de bronce, tripu do golpeando el gong con una maza, sino
do, pero no parecía poseer poderes mági por un movimiento lento y constante de
cos. Para hacerle confesar su secreto, sería un palillo recubierto de cuero, que acari
necesario conocer la fórmula que, sola, la ciaba el interior del pulido reborde. E.s lo
De hecho, había magia en el infinito lo mismo que el vaso no suena hasta que
y delicado gesto de la mano que debía vibra en su total.idad, había que esperar
tación.
Monotonía: Rotación
Monotonie: Drehend
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]
MOtJOTONi.i..
Plena, cálida, sombría era la voz del más esta experiencia. Monotonía siguió conmi l
allá, alegremente animada en todas sus go durante muchas etapas de mi desarro
inflexiones. Alcanzaba toda su potencia llo artístico, desde 1927 a 1942, y se con
con una insistencia que cortaba el aliento, virtió en cierta manera en la precursora i
voz de bronce que cantaba y mugía y os de todas las danzas de rotación creadas
abrazaba hasta que el latido de vuestra desde entonces por otros bailarines. Jamás
ban y el techo como el sucio giraban tam del más profundo sueno, las habria baila
bién. ¿Cómo distinguir el sonido, el espa do sin equivocarme ni tener que pensar
It
cio y el movimiento? ¿Quién conocería la en las diversas secuencias de esta comple
El sonido fue victorioso. Luego, con escena y oír el ruldo familiar del telón izar
J
una calma imperial, pareció de repente se, era presa, cada vez, de un temblor que
ser el testigo de un emocionante adiós. ada por el cuerpo que danza exige a quien
J
De la misma manera que este sonido la balla?
puerta secreta por la que había entrado, blemente volver jamás. Pero después del
co. Hubiéramos querido reposar, dormir tiempo que por un senttmíentc Inevita j
y soñar. ble, que por lógica era sinónimo del acto
Sé que esta experiencia quedó duran de liberación de una carga demasiado per
Monotonía, un solo dentro del marco de las secuencias coreográficas -plano y tam
J
La obra de grupo Celebración (Fcier), nació bor- la repetición constante de un corto
dada por el gong chino. Sólo tiempo des do por dos acentos desplazados. At\adldos j
pués de la génesis de esta obra, me di cuen a esto, los redobles lnlnterrumpldos, urgen
]
MAAY'MGMAN
espiral y concentrándose en un solo punto punta de los pies, los brazos levantados
que se llamaba, convertía y era: centro. Des como si se fueran a aferrar a un soporte
pués nada más, tan sólo la rotación impla inexistente. Una pausa, el aliento suspen
cable alrededor de su propio eje. Fijado en dido, largo como la eternidad, algunos
el mismo punto y girando en la monóto segundos ... y después una brusca relaja
girar. No glrar uno mismo, sino ser girado, po y en este estado un solo deseo, no tener
ser el centro, ser el epicentro sereno en el que salir jamás, poder quedarse asi hasta
-sin dirección, sin fin-, un suave balan gente, el público aplaudiendo. Había
ceo, los brazos estirados, doloroso y extá aprendido a controlarme, que la sala gira
trucuva, flujo y reflujo; más alto, más llena de zumbidos, el corazón retumban
poseía, el agua subia, el remolino me aspi momento en ql1e el telón vnlvfa a levan
raba; más bajo, más alto, más deprisa, per tarse tenía y además quería estar de nuevo
seguida, arrastrada, azotada ... ¿no se para presente y saludar. ¡Una vez más lo había
rá nunca todo esto? ¿Porqué no decimos conseguido! ¡ t J n a vez más aún, me había
LA DANZA DE LA BRUJA
HEXENTANZ l
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como traje de estudio y amenazaba con con reflejos dorados y pinteados. un rrn
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desintegrarse completamente. Iba a des zado m•gm; eta excitante, salvaje, bárbaro.
dé de lo que esta tela habla stdo: el traje de razón, compré la tela. Era ultrajantemen
la danza de la bruja, uno de los «grandes te cara y ya sabía que no le sacarla utilidad
J
solos de mi carrera. Me veía de nuevo en alguna. Me revolvía la conciencia, y es por
ese comercio de sedas en Suiza, de ple, per esta razón que este espléndido trozo nau
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dida en la contemplación de esta esplén- fragó en el cajón de telas de mi armarlo de
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Danza de la bruja
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Danza de la bruja
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trajes y quedó oculto durante muchos ¿no se esconde algo de bruja en toda mujer,
años. Creé nuevas danzas, solos y de grupo: mujer de verdad, en la que poder mate •
los dive rsos personajes de -vtsiones» rializarse?
crear se apoderó una vez. más de mí. Cuál rarse de esta criatura elemental, darle fonna •
era la intención, o a dónde conduciría todo y trabajar su cuerpo como si de una escul
esto, no lo veía claro. Pero estaba nervio tura se tratase. Era maravilloso abando
sa y sentía en las manos una especie de muse al maléfico deseo de empaparse de las
apetencia maligna. Se incrustaban como fuerzas que osan manlfestarse apenas bajo
garras en el suelo, corno si quisieran echar nuestra civilizada apariencia. Pero todo
raíces. Tenía la sensación de estar a punto ello debía obedecer a las leyes de la crea •
de reventar y próxima a la desesperación. ción, leyes que se fundan en la esencia y
Estaba convencida de que debía ser posi el carácter de la forma coreográfica, con
ble dar cuerpo a este «no se qué» que me el fin de definirla y apresarla de una vez por
llenaba de una angustia insuperable. todas. Debía considerar todo esto y ser
mente. Sentía que todo conducta hacia un ción artística no son de esta indole: ¿de
la riqueza de las Ideas rítmícas. Pero algo Una forma que, como Idea, símbolo, llegó
se oponía a que se aclararan y organiza a esta evidencia que existe como obra de
ran, algo que forzaba veinte veces mi cuer arte de alto nivel. La forma artística no
po a tomar una postora sentada o en cucli tiene un fin en sí, no está hecha para ence
llas, en la que mis ávidas manos podían rrar o neutralizar el fermento de donde ha
Cuando una noche entré en mi habi calentarse, atizado por el contenido vívten
los ojos hundidos en las órbitas, el cami Mi personaje de bruja tenia que llegar
són del revés, el cuerpo sin forma: he aquí también <1 t'Sk punto, ser una entidad y
la bruja, esta criatura de la tierra con los asumir su períil en su propia manifesta
Instlntus al desnudo, dese nfrenados por ción exterior y plástica. Se me abrieron los
su insaciable apetito de vida, mujer y ani ojos: [el trozo de Jamé! Esta tela en su belle
jamás había dejado desvelar y aparecer de mendista de la danza? Y por tanto, tam
manera tan cruda y desvergonzada esta bién había la primera máscara, la del Pcr
faceta de mí misma. Pero a pesar de todo, sonaje de ceremonia, cuyos rasgos eran los
MAFY'MGMAN
míos, traspasados a lo dem onia co. Supe la bruja poseía una vida personal propia.
de inmediato que la tela y la máscara iban Cada movimiento del cuerpo evocaba un
juntos; que habían tenido que esperar, de cambio de expresión del rostro; según la
esta forma, su vuelta del exilio a fin de posición de la cabeza, los ojos parecían
su auténtico rostro, su propia imagen tea boca apenas indicada por una pincelada,
tral. La creación de la danza fue más rápi parecía flotar una sonrisa que, impene
los motivos que había descubierto se pusie po también, en su pesadez, tenía algo de
agobiaba. A diferencia del persone¡e tlt «Guarda el secreto ... !» ¡Qué descubri
ceremonia que conservaba una expresión miento! Con este elemento que se encar
creó más tarde), la máscara de la Danza dé bra y la acción sobre el proscenio del esce-
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LA DANZA DE lA 811UJA
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narro considerablemente iluminado, el
había empezado!
Oanza de la bruja
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SCHWJNGENDE LANDSCHAFT
habido múltiples tempestades y las alas una obra de Albert 'lalhoíf Sería presentada
desplegadas en un vuelo ascendente pare más tarde {1930) en Munich. Babia fir.
cuyos miembros, sin excepción, habían había asegurado una suma considerable
pasado por mi escuela. En cinco años de de dinero que hacía posible la creación de
trabajo, los hahía transformado en un ins una nueva compañía. Acabábamos de ter
más reciente y el más bello: Ceíebrocién diploma. Ahora ya podía irme de vaca
juntos buenos y malos días, y en todas amigo, el sol brillaba, el mundo era gran
He aquí que los que me eran queridos saba ninguna tristeza. Era más bien la aíe
y fieles se dispersaron a los cuatro vien gría de vivir; cada nuevo día parecía con
tos, así como también mi más antiguo firmar este sentimiento. El paisaje era a
acompañante. Fue una penosa separación mis ojos extensiones llanas como la cinta
que coincidía con el final de mis diez pri brillante de la carretera que iba desenro
meros años de trabajo artistlco indepen llando, una subida suave, pendientes empi
diente. Más de una vez estuve a punto de nadas, el valle de los ríos que dibujaban
tirar la toalla, temiendo volver a empezar meandros, vastos lagos enmarcados por la
Luego las nubes parecieron disiparse huerta fértil de Francia: La Provenza • Car
vida, la coreografía de escenas bailadas, sin prisa, sin agobio. Estar sola era mara-
MARYWIGMAN
villoso, igual que estar con él resultaba Estrasburgo y el altar de lssenheim fueron
-de mi reaJJ.zadón.
Rostro de la noche
Paisaie fluctuante fue el delo de dan
pronto sU estructura. Las danzas se for tercera danza del cido, supe que la gue
maron como un ramo de flores multicolor, rra, una vez más, jugaría un papel; y esta
guardando la cálida luz de los días solea vez sería lúgubre, terrorífico, fantasmagó
dos y felices, el secreto de las noches estre rico y muy solitario. La danza ya estaba
lladas y el suef\o lánguido de las horas gri bien esbozada y casi terminada, a grandes
Estaba ahí, derecha y estirada, lanzando Vosgos-cruz sobre cruz, toda la pendiente
el primer gesto imperioso. Brazos y piernas de la montaña llena de cruces negras, los
recorrían el espacio dibujilndo arcos regu nombres casi borrados debido a la intem
lares, a ritmos cadenciosos, fue el primer perie- y más arriba las cruces sin nombres,
motivo de una ínvocactón que, a pesar de las tumbas de masas: .-Cementerio de gue
moderado, ten!, un carácter heroico'. Es la rra de los soldados alemanes» ... enmarca
misma emoción que sentía cuando, por do por algunas piedras de los campos. Nada
primera vez. tras la guerra, la Gran Guerra, más. Ningún ser humano en duelo, abati
puse el pie en suelo francés. Había tanta do de dolor, ni tampoco una sola flor mar
stmpatía y adoración en todo lo que Fran chita como testimonio de una mano que
cia slgntñcaba para mí, la cultura, el espí rida. No hay árboles, ni arbustos ni tan sólo
ritu francés. Pero también mis propias una btjzna de hierba. Hasta la naturaleza
raíces en todo lo que es alemán, y todo parecía haberse retirado de este lugar de
como una invocación hacia lo que está terrorífica finalidad de la muerte. Contra
lejos, una llamada que me era devuelta. tados para morir, alineados para morir,
trar su expresión visual en esta coreogra lugar del último descanso estaba organi
fía: Anrof, la primera danza del ciclo Sch zado, y ahora estaban tendidos ahí como
El sol estaba más alto en el cielo de Pero regulanncnte las olas sonoras
verano, pero yo tiritaba como si estuviera rompían esta monotonía feliz y soleada. A
en una gruta subterránea. lo lejos, las olas medían sus fuerzas contra
sinuoso, nos encontramos frente al cemen ban su espuma muy alto, como fuentes
terio de soldados franceses. El mismo cua plateadas en el aire cambiante. Estar ausen
dro. pero mucho más aceptable. Las cru te, lanzarse a la espuma centeUeante, aban
ces eran blancas, rodeadas de una tapia de donándose denuevo, renovada, a la deli
res plantadas y cuidadas con amor a1 lado balancea en el aire, sin poner resistencia,
de las tumbas. Y sin embargo este cuadro los dedos ágiles se mueven al ritmo de las
no hacía olvidar el sentlrniento de horror olas y de la marea. Todo era tan suave y
Ahora sabia por qué Rostro de la noche Una pequeña melodía me vino
no podía nacer más que de la imagen rígi entonces a la memoria. La había oído tocar
da de la auz; sabía también de dónde venía por un pastor con su caramillo, en un alti
el concepto que daba una unidad final plano de los Pirineos. Se quedó en mi
enlazando todos los temas coreográficos, memoria v resonaba en mis oídos cuando
q u e fustigaba el horrible
Pastoral
tr a n q u i li d a d , sin hacer
encima de mí.
P,ll�d/E' filH.tlJil'11e F'ilqo,<1i
Una flauta, un gong chino, campa muy larga y envolvía el cuerpo estirado
nillas indias, dos tambores, uno africano en el suelo, como la valva de una concha
y otro indio, fueron los instrumentos que anacarada. Se adaptaba al cuerpo, ondulaba
El vestido, azul pálido, estaba salpi tos. Era como una sonrisa cuando el rojo
forrada de un rojo resplandeciente. Era do. Esta danza ten.fa un carácter puramente
motivo rítmico.
se ha terminado.
Ritmo de fiesta
Festlícher Rhythmus
en Pamplona.
en las gradas de la plaza. La tensión, casi al contrario regido por un ritmo básico,
J
insoportable, aumentaba. Advertía que uniforme. Las camisas y los pañuelos de
cuanto más se acercaba la hora del com los jóvenes brillan en todo su colorido: rojo,
bate, la multitud, como jamás la había amarillo, naranja, azul; estaban reur\Jdos
visto antes, estaba más digna en esta clase romo en grandes ramos, o navegaban como
Mezclado al murmullo de voces huma gente de mayor edad. Todo esto, los ramos,
cedor, de ningún modo cacofónico, sino excitación y esta espera. Apenas el ojo
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Paisaje fluctuante: Ritmo de ñeete
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podía absorber todas estas imágenes. Que bestia acorralada se dispone a atacar una
darme inmóvil, sentada en medio de esta vez más, sus flancos anhelantes y tem
vertía en una tortura. A mis pies, el circu a un nuevo asalto, sin otro fin: aniquilar
formaba parte de esta tensión que subía, Y al otro lado, el hombre, el torero,
con una cierta seguridad bravía en la ves� elegancia forjada de sus actitudes, los brin
U menta de los protagonistas, que se prt> eos ágiles, los giros y vueltas coloreados
sentaban según la costumbre con su traje de seducción, con los cuales esquiva el ata
habfan clavado en una puerta ahora abier escurridizo como un lagarto, y de una
ta. EJ toro entró en escena. Lo que no era belleza extraordinaria en esos momentos
más que un juego para los espectadores en los que se queda repentinamente inmó
españoles. que rnnodan las reglas y que los vil, frente al ataque de su enemigo ciego de
animal contra el hombre, sino criatura por la vida del hombre, aun cuando me
lucha a vtda o muerte. · · defendía haSta el fiñ.al con todas las armas
zó y no paró de estar ahí, por encima de Todo esto dejaba de ser un espectá
los acontecimientos que presidía. La fuer culo y reveló una faceta de mi ser de la
za original, los demonios de instintos telú que hasta entonces no era consciente. Anti
ricos milenarios se agrupaban a un lado, las guamente, había tribus indias que hacían
pezuñas golpeando el suelo, el morro bajo del tOT0, del búfalo, el auténtico rey de la
portentosos cuernos, el cuerpo macizo, la todo aquello al instante y el dios Pan son
piel negra y salvaje sudorosa y reluciente rió ... Luego se terminó y nos marchamos
al sol, la cinta de roja sangre como una al anochecer que refrescaba las sienes
fuente de perlas deslizándose por el lomo ardientes y calmaba nuestra sangre febril.
arena ... las patas separadas, en esa posi daría de esta experiencia y la manifesta
ción que le asegura el poderse recuperar ría en una danza. Quería aprender esgrima,
de nuevo -el furor vengativo con el que la recibir ciases de danza española ... Pero esta
57
PAISAJE KUClUAN'TE
donde yo añadí quizás esa gota de aroma ciclo. Pero, en fin su exuberancia era
que daba a ese día su perfume típicamen todavía muy fuerte Es así como nacte-
Tuve que trabajar mucho para encon de exclamación final. Expresión constan
trar una forma que conviniera a esta danza; te de la alegria de v1vtr, desbordantes de
como 11n r-rístal e.11 el dibujo de las formas, Era maravilloso bailar-saber bailar- sí,
ca, ardua en las variaciones y ataques rápi gente por la danza. Ningún otro programa
dos como el rayo, sofisticada; radiando de solos fue dado con tanta regularidad
victoria y, sin embargo, en el mínimo deta como Paisaje fluctuante. Lo bailé en Ber
lle era vibrante, ardiente, una mezcla de lín, Viena, Zurich, Londres, Parls y Nueva
Los pies plantados con fuerza en el ría resignada de las Danzas de otono, pero
como la punta de un pufial afilado, las gan al hombre más que una sola vez en la
piernas dobladas o estiradas al máximo de vida, tal como cuando el sol de verano
tensión, eXtática, dando una mayor envcr liega al zenit de su fuerza creativa.
contra dimensión. Y sin embargo no era Danza de verano era mí danza preferida y,
una corrida. Se había convertido más o predilecta del público americano, que no
canto de gloria a este día de fiebre y alegria. «¿Quién será el afortunado elegído?»
Esta danza fue extenuante durante su se me preguntó un día tras un ensayo. Pues
génesis y sus representaci ones, pero era sí, era un canto de amor y había una tier
ca y el capricho de Danza de estío. Estas ¿estaba destinada a un solo ser? ¿No esta-
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Paisaje fluctuante: Danza de verano
ba dedicada igualmente a este verano en fino brocado de plata que susurraba sua
el que el viento me traía la canción y, a vemente en contacto con el calor del cuer
Era tan cálida -plenitud-, y, también como el sol de verano cediendo su lugar a
venideros, con una pizca de burla a mi La danza era un tango cuya ñsono
propio respeto. De vez en cuando una mía, sin embargo, era tan discreta que no
pequeña sonrisa irónica afloraba en mis quedaba más que una vibración dtmica
en serio, no vamos a durar, no somos más una transparencia física con un toque de
que uno de los mil reflejos en el espejo de erotismo igual que una mariposa, la carl
tu vida y sólo brillamos durante el tiempo cia de una suave brisa de verano.
que nos queme el sol de verano. Los pequeños gestos de las manos te
daba lentamente, amarillo oro como un balanceo de una amapola sobre su tallo,
campo de trigo maduro, por encima del cuando los -crescendos- como un con-
raleza, en el calor del verano, el aire inmó Furioso, una bacanal, el grito de deseo
vil comienza a vibrar y a bailar sin otro de esta criatura abandonada a los ele
J:
fin que el de entregarse a una felicidad sin mentos desencadenados -una c.xpcrtencla
límites, porque no dura más que un ins vivida en el éxtasis de otros tiempos, en la
Seraphisches Lied
vés del espacio ... corno si estuviera azota
Durante breves pausas, el cuerpo se queda las esferas y música nacida de la tierra.
anhelante; luego, una vez. más, se expone Cuando oí esta mOslta por primera vez,
abofetea, lo lanza haciéndolo girar sobre su pia música. Pero, no en cuanto a su orga
propio eje, basta que una última ráfaga lo nízacíón }'. estructura, slno a su razón 9e
üraal suelo como Un objeto lridifei-"ente, ser, a su origen o sea, al sonido original. En
brillante, que borra y oculta los contor de vidrio, había una atmósfera acústica
nos del cuerpo. También el rostro com particular. Como si su únJca función fuera
J
pletamente despersonalizado bajo la fina la de servir de inmensa caja de resonancia.
La ligera tela se hincha por encima trumento con un cierto afecto, me entu
J
de los movtrntentos simples de los brazos siasmé con la belleza de las campanas de
y girando antes de bajar rápidamente arre mica de su dlsposlctón. Peto no estaba pre
J
molin ándo se como uh torrente y se alisa parada del todo .al encantamiento qué me
contra el cuerpo que, durante breves ins sedujo la primera vez que oí su sonido.
tantes de sosiego, encuentra sus propor Algo me pasaba que hasta entonces no lo
J
ciones humanas y tirita bajo la llegada de había conocido más que a través de la
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MAIIY 'MGMAN
•
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por completo a las esferas aéreas, donde más condensada. La búsqueda de ta des
quien con una trompeta de plata en los end.ma del delo y cl murmullo de Ja5 alas
labios, se eleva y desaparece en los delos ... luminosas, hacia una transparencía cris
Así se elevaba el sonido al infinito, se con talina, vtVificada por el soplo que une la
Unos años antes, delante de la cate fiw nadó aJ mismo tiempo que la coreo
dral de Estrasburgo, conocí al ángel músi graffa. Ésta, al Igual que el mensaje dan
co que flota ahf arriba, en su esplendor de zado, tenia que crear uo ambiente, crear
r
piedra, parte integrante de la arquítectura, una atmósfera. Unos raros acordes de arpe
y sln embargo liberado de ella, anhelando gios se funden en un coro que subraya y
el cielo donde se encuentra su mundo y el adara los discretos acentos dcl principal
<.
'CO de su canto. motivo de ta danz.a. Con el fin de ilustrar
irreal y esta sensación era más intensa sus siete notas afinadas, lo 013.1 se convír
más que frescura difusa, la luz entraba por un diálogo harmónico: canto de las esfe r:
todas partes, por rayos, a bocanadas, en ras entre el sonido y d movrmíento. entre
aliento, tan suave como hebras de-vidrio, mente ñsíco. aígo deesta-transparencíe y
viaje en donde la gravedad estaba ausen tender un puente por encima de este espa
te. Es así como vino al mundo Canto serd cio que separase en el hombre la vts!ón y
J
fico, una parte del ddo Paisaje fluctuante. la realización dt:! su proyecto, sería pata
frontar no tan sólo a la puesta en forma momento dívíno, que no se podrá justifi
3
temática de una danza, sino también al car más que por la lucha valiente y una
• • <• J
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SACRIFICIO
ÜPFER
Regresé de mi primera gira americana llena rra, nacido del apasionado deseo de esta
de todas las impresiones y tensiones que blecer un contacto camal con las fuerzas
dejado: est.a manera de vivir tan distinta, Después vino Lamentación que apa
esa variedad de gentes, esas ciudades rui reció como un sueño en el que todo dolor
ta
s del Niágara.
plicable. Desde el punto de vista coreo Todas estas danzas tenían en común
gdftco esta danza no presentaba ningún esta llamada a la paslón: una vez m.á.J, una
interés en particular, no era brillante, no última vez. ... Asimismo en todas había una
condición técnica: pasos lentos, una suave convertirse en la última danza del ciclo:
flexión, una lenta caída al suelo y eso era Danza hada la muerte, el tema dominan
j
Y sin embargo amaba partícularmen cortaba el espado.
te esta danza; puede ser quizás, porque en He presentado más de una vez Sacri
paso en la vía de esta especie de sobriedad a esta última danza. Cada vez., antes de
cuenta.
exigen un sacnñcíc!
M:..llY \'l!G!,lAtJ
Sacrificio: Lamentación
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-- .
1
•
Esta danza fue compuesta en sólo unos personajes femeninos, tres edades: una •
días, pero necesitó algunos meses para que mujer joven, una mujer madura y una
•
se convirtiera realmente en Canto del des anciana. Las veía moverse solas, de dos,
tino. Lo que tuve presente en la mente y en de tres; sentía los ritmos de los gestos de
•
el corazón desde mucho tiempo era un las manos anudando los hUos de la vida,
«Tejernos la materia del tiempo ... », baHarinas que tuvieran que Interpretarlos,
esta frase me obsesionaba e imaginé tres pero también para dar a la danza ese ros
•
tro atemporal que deseaba.
• -Nomas-: equivalente a las Parcas en la mito ria, deseaba hacerme las máscaras. Como
Sch1cksalí/1�d
-
J
70
MAIIY �MAN
este tipo debería elaborarse llevando las orgulloso desafío: pese a todo- la revuel
máscaras desde el principio, esperé a que ta contra lo que parecía dictar el destino,
fueran terminadas antes de empezar La escondido, insostenible ... aún más allá, la
coreografía. Las máscaras salieron esplén humilde sumisión a una tuerza superior
didas. Cuando contemplé el de la mujer que, más sabia que yo, sabía lo que era
tro de danza. La segunda que tenia los ras una lucha entre la aceptación y el recha
¿no sería demasiado dura y amarga para Apenas pude esperar a la mañana
justificar los movimientos que imaginaba siguiente para volver al trabajo, a esta tarea
la andana que yo misma tenia que llevar, danza fue terminada en unos días, nunca
me horroricé: porque todo lo que emana tuve que cambiar nada. Parecía como si
ba de este rostro, no podía hacerlo todavía, dormitara en nú; que no tuviera más que
y quizás no pudiera hacerlo [amás. El per abrirme, dejar correr el chorro de la crea
sonaje a quien pertenecía este rostro deja cíóri, como si esta danza no hubiera tení
ba de ser el símbolo de una anciana. El do más que esperar para tomar cuerpo y
rostro que me miraba era arcaico, milena realidad. Más tarde, me preguntaba si esta
rio, de una viejísima mujer tan completa situación exterior la hubiera motivado o
mente retirada de la vida, que su lengua bien si esta ya fuera un com premiso -el
je no podía ser otro que el del silencio y la éxito ... Pero no, ése no era el caso. Canto
inmovllidaQ. Esta mujer no podía ni levan del destino debía ser Creado.
que abandonar.
J-
J
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.,
DANZAS DE OTOÑO
HERBSTLICHE TANZE
concebidas. Pero, ¿por qué no pude crear ftal. La madurez, la cosecha. Era una ben
afio? ¿no hab[a conoctdo, en otra ocasión, La segunda danza otoñal fue también
esta dejadez de la naturaleza con la misma una acción de gracias por los frutos de la
intensidad? Sin embargo fue precisamen tierra. ¿No estarla yo también bendita por
me presentó como una revelación, por verdad, lit vida y la creación se comple
de mi vida, y aquel otoño era hennoso. doso acorde, un sonido potente: La novia
He aquí lo que cantaba y moldeaba la del viento. Era maravilloso proyectarse una
naturaleza: el cántico de la última flora vez más en el espacio, envuelta por las
ción y maduración, el dulce recuerdo de espirales de una inmensa falda, que, más
que todo es efímero, la claridad, la felici- amplia que el movimiento del cuerpo, se
- dad, .Ja lucidez transfi$llradas, el esplen- _ hinchaba y crepitaba como un velo al vien
dor del fuego de los bosques, el fuerte olor to. Resultaba maravilloso dejarse llevar,
de la tierra, pero también este pequeño entregarse con entusiasmo, llevada por el
vaje, alegre de las hojas arremolinadas en medio del alboroto como una hoja
cuando la tempestad dobla los árboles, las arrancada al árbol, caer al suelo en un últi
roto tan sólo por la llamada de los ciervos Luego, Canto de caza estalló como una
en celo: todo ello buUia en mí, plenamente, fanfarria, en un brioso ritmo de 6/8: los
tan fuerte, tan ardiente que debía expre pies revoloteaban rápidos sobre el suelo y
Así pues la primera de las cinco dan erguida como una estatua; Artemisa cruza
zas otoñales vio el día: Danza del recuerdo. el bosque corriendo salvajemente, alegre y
Cuánto me había llenado este verano, plazarse sin ruido, escucharse a sí mismo,
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r,,,.7,,,:-r,¡: OTIW,
seguir p.rvo 1
, paso todo lo •JllC fluye Y al ser prudente en todo. Nunca he sido O
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lentamente \o!) velos CJUl' la oscurecen. cómo Danzas de oto,10 pudieron quedar
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bolo de la madre dolorosa, a quien le arran No era, sin duda, más que una simple suge
caron los hijos aún adolescentes, uno tras rencia, un pretexto, su simbolo fue lo que
otro y heridos por las mortales flechas del posiblemente me h1zo expresar aquello
Esta reina de Tcbas quien, según la la loca arrogancia, la temeridad sin limites
leyenda, era una mujer hermosa y orgu- con la que -nosotros que somos lmpo-
nldad al Sol, suerte a la que ninguna otra colectiva que abasteció un destino fatal y
mujer del país podía aspirar. Estos chicos cuya única salida es la guerra.
y estas chicas fueron concebidos, mantc- Había la terrible noche roja de las prl-
nidos, traídos al mundo y crecieron desa- meras lncurslones de terror. Las gentes se
rrollando una belleza sin Igual; más bellos apresuraban a resguardarse, forasteros que
que la propia Nlobe. Eran de su sangre y compartían el mismo destino. Dos ancta-
carne, de raza real y a través de ellos con- nas que, hasta la primera bomba, díscu-
una diosa del Olimpo? Por eso, cuando las cienes. El pequeño Pedro, con el rostro
mujeres de su país con sus ornamentos de iluminado, acompaña cada explosión con
«Madre ¿con qué derecho aceptas aquello dejen sola �, niflo- puede venir de un
que a mí me fue atribuido? ¿qué tienes tú momento a otro -mi marido está en el
•
que mostrar y ofrecer que valga el poder de frente- y no tengo noticias ......
crear y renovar la vida?» Pero la diosa con- La muerte estaba detrás de todos noso- •
d e n ó 1� impiedad de Ntobe imponiéndo- tras. Pero había c.ambiado, habla perdido
•
le un solo castigo que pudiera herirla de su majestad y también su soberanía, ya no
•
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debemos olvidar.
La agonia, la miseria, la p e n a , el
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LA OA.NZA DE Nt08( ]
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rían apretar a este único niflo para prcte- danza, donde canto vuestro dolor y creer-
gerle del tiro de gracia -me golpeé el pecho me que es la sangre de mi propio corazón
con los puños en un acto de auto-lnmo- la que la alimenta. Porque vuestro dolor es
lación: <(¡Elíjame a mí, elíjame a mí, pero el dolor de todos nosotros; y para mí es
La danza de Nrobe
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. ,.:.,
11 .t.
Adiós y gra�·------------=
Me vino a la mente un pequeño motivo Las líneas férreas estaban obstruidas; los
que luego se desvaneció, como sucede con trenes estaban en las vfas fuera de servicio.
las cosas nacidas de improviso. Aleida que Me siento y espero, callada, inmóvil. Escu
con este motivo y le dio forma musical. ¿Amigo o enemigo? ¿Había ciertamente
Entonces podía ser repetido. Era poca cosa, una diferencia? Estos espléndidos pájaros
sin embargo parecía como si me fuera hecho plateados, concebidos para romper las dis
a medida. Cada vez que se repetía, me sen ta netas, para unir, para comunicar. Hoy
¿era más bien una sonrisa de resignación? no quedaba ni calefacción ni luz. Cuando
de un gesto palpitante que ascendía listo este lugar abarrotado de gente. No era tan
para dlsolverse en la diagonal, pero en el sólo el frío que nos haáa tiritar sino tam
Era igual que el canto de un pájaro tal zás todo esto me ayudara a mantener la
era portador de una Idea, de una estructura Mantuve mi promesa. Fue duro. Més
y que podía desarrollarla en una danza. duro de lo que me habla pensado, porque
De esta manera llegaria el dibujo de base después de todo estaba en plena posesión
de la danza que titulé Adiós y gracias. de mis facultades físicas. Mis fuerzas crea
Fue la danza final del último progra tivas aún pedían manifestarse y la danza
ma de solos que presenté en público. Era rina que yo era no podía apagarse.
el año 1942 -la guerra-, resultaba difícil Adiós y grncias, justificaba lo que su
viajar. Tenia que dejar en casa gongs y tam titulo prometía. Mi pequeño motivo vol
bores. Tampoco se podían llevar Los gran vía periódicamente, dando a esta danza
des baúles. Los trajes que siempre cuidaba una sensación de ingravidez mientras la
Y DANZAS CORALES
¿Por qué la idea de fotenmal (Monume11to sarrollo escénico de un teatro del movl-
a los muertos) me viene tan a menudo a la miento. El resultado de este breve encuen-
mente? Esto queda ya !an lejos, que desde tro fue un intercambio de cartas, seguido
con Sellner y debídq a los problemas que Manipulaba figuras como un mago, pro-
esto conlleva, he topado con el recuerdo yectaba sobre los Individuos o los grupos
de las círcunstancías y las imáge nes que una claridad mágica, que después los
Pero, ¿qué tenían en común la ópera y estar iluminadas desde el interior, se des-
La primera era una clásica obra maestra desvanecerse en el espacio Indefinido del
del teatro llrico, la otra una obra experl- segundo plano, oscilar, elevarse y desapa-
mcntal, propia de u� época que cayó en recer. Su apariencia de otro mundo era
el olvido. La única Analogía era que en subrayada por un «sonido espacial» pro-
ambos casos no hati(a sido la única res- <lucido por los acordes prolongados de un
Essen (bailarines de Aleminia y del extran- mal, fue como si lo hubiera creado yo.
jero reunidos para dlscutír sobre el ballet Esbozaba una obra coral, utillzando la
clásico y la danza moderna) provoca sona- danza, el son.ido, la palabra y en la que las
suizo Tallhoff presentó su Coro ritual (Zele- tan te. Sin embargo la idea que sustentaba
de la danza y que, mediante una refinada todos aquellos que sucumbieron en la Gran
posibilídades que aquí se ofrecían del de- Llamada y la Contra-Llamada, espacio del
� DE GRUPO '/ DANZAS CORAUS
que Vivieron las mujeres, las madres, ínmó- to que hubo antes una preparación aunque
lión y un desespero mudo. La visión del Fue sin duda esta última obra la más
espacio de una catedral, divídído en colum- madura y la más original de mis cornpo-
nas de luz intensa -visión de muros de sícíones de grupo. Estaba construida sin-
bruma derruidos por efectos rítmicos de fónicamente: danza pura, sin depender de
zadas por los bailarines. Era como si me diferenciados por su coloración esencial y
nada por preguntar, Qué bien sabía Tallhoff expresiva. El primer movimiento que en el
consigo lanzándose él mismo a las llamas. componía de cuatro danzas sln solución de
Las dudas que pudi eran concebirse en continuidad, cuyo carácter monótono esta-
acerca de los fantásücos efectos de luces clase de ostinato que d aban cada danza un
destinados a sostener la obra caía en saco matiz, un tempo, una variante del elemento
roto: «Esto ya había sldo hecho por Zelss rítmico, diferente. Era la cuádruple para-
mi propio taller, podia librarme del hechi- tuada por la rotación estática de mi propio
de Tallhoff; podía ver más claro en mi tarea daba un papel de solista, como una voz
necesarias. Lo que me preocupaba, los tex- un hilo rojo para darle unidad.
celebrantes, los narradores pasarla a un de fas tinieblas (lm Zeichen des D1mkeln)
dimensiones espaciales en las que tenían torno de los grupos claramente perfilado
que tomar forma. Y luego la reconfortan- y cuya ajustada estructura daba una impre-
te idea que, por primera vez, podía «ver slón arquitectónica, tenían su lugar exac-
y bailarim.s a fin de realizar con ellos este creciente mediante ritmos de pies muy
He aquí al fin esta obra coral a la que ria en diagonal dominaba el espacio, en
ya había aspirado antcrtormente, sin poder relación con la posición de las pi e rna s
del todo decidirme entre la concepción abiertas, la hendidura hada delante, acen-
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MARYWIGMAN
llenándolo, abriendo abismos, dominán dizo que había sido creado por el vaivén
que culminaba en un tema tratado como los, saltando, oscilando en una vibración
una fuga y acababa en una armonía espa creciente, que al final estallaba en un júbi
pondía al aspecto más oscuro e Inquie temática, los personajes estáticos se des
tante de la obra dramática: un negro mate, plazaban en una nueva posición desde la
un lamé gris acero con reflejos plateados que, por los continuados acentos de sus
y, como único punto de color, un sordo dmbalos, volvfan las secuencias coreo
rojo granate. He aquí los colores. En cuan gráficas polifónicas. Estaba francamente
to fil corte, unos abrigos con una calda contenta con esta idea. Esto me daba la
hasta las rodillas que realzaban el dibujo danza, desde el área de juego, hasta el
horizontal del movimiento; haciendo con núcleo de la acción misma, evitando asf el
que era el desarrollo de la danza, con esta subieron fortísimo, luego, por partes, iban
azul oscuro, enmarcado por unas cortinas se, unidos, dispersos, de rodillas, senta
negras. Pocas veces volvería a crear una dos, acostados, los grupos se formaban y
líneas, ritmos físicos y espaciales como en se separan de los grupos para abarcar un
ban címbalos y se desplazaban en 1.lg-zag que las stluctas estáticas juegan también un
dando medias vueltas bruscamente hasta papel. Luego, una vez más, la batiente lla
llegar a su sitio. Allí estaban como pilares mada de los timbales. Ue nuevo, el espa
dividiendo el espacio asimétricamente, cio está delimitado por las columnas, listo
para esbozar, con los motivos rítmicos de para resonar en esta inmensa unidad, esta
Pero en esta obra de gigantescas di De la misma forma que una creación •
mensiones la disposición de los persona coral exige un antagonista, que esté mate
jes solitarios y su relación entre sí era muy rializado o bien idcntlflcado por el mismo
•
importante y no cristalizaba más que en tema, en la mayoria de los casos se nece •
cortas secuencias en el interior del con sita a un dirigente elegido por el coro, el
trata de un juego de fuerzas, aliadas o anta mal, no era consciente de estas particula •
gónicas, fuerzas que tejen el material diver res exigencias. Las reconocí solamente
•
so de la danza de grupo en un discurso durante el proceso de creación y más de
personal. Aquí el elemento potencial del una vez no las supe reconocer. Cada vez
'
conflicto ya no tiene que resolverse en el debía retroceder cuando fracasaba. Fue una
seno mismo del grupo. De lo que se trata difícil lucha conmigo misma; nadie me
según un punto de vista único; la diVisión das p<?r la loca idea de poder borrar la fina
Una carga similar requiere por parte - laban contra la intrusión de las mujeres en
{
del coreógrafo saber renunciar. Renunciar este entorno crepuscular, poblado de som-
del prínciplo coral es la simplicidad tanto transcendente y darle forma. Pero aquí me
ccndos y sus resoluciones. Todo lo que sí; se tenía que preservar la dignidad, el
' provocando rupturas casi imposibles de ble su poder, guardian a inaccesible de los
l
reparar . secretos de su propio reino.
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MAAYWIGMAN
habían llevado el peso de todas las imá como guardando las distancias, podían
hombres estaba en el reino de los desam contrario, los rostros desencajados y des
parados, de los olvidados, de aquellos que nudos de las mujeres estaban demasiado
amor ni comprensión por las necesidades bién, pero a otro nivel. Por eso los prime
humanas. Sin embargo, no bastaba con ros intentos fracasaron deslizándose hacia
situar el coro de hombres a un nivel escé lo grotesco. ¿Qué hacer? No lo sabía. Sin
nico, donde surgieran como apariciones. embargo, habla que encontrar un medio
No llegaba a equilibrar lo real con lo dos sobre las máscaras acostadas sobre las
irreal. Tras varios intentos, un dla recordé rodillas -uno, dos, cinco minutos ... ni una
ese canto de la Odisea en el que el gran palabra. Una muy suave melodía a partir
vagabundo celebra el ritual de la expia del gong llenó la estancia. La tarde siguien
ción y el sacrificio de la sangre a fin de te lo mismo. Pero esta vez las bailarinas
encontrar las sombras pálidas del reino de llevaron la máscara puesta y se miraron
la muerte, dialogando con eUas para com en los espejos que habían traído, De esta
pensar la pérdida de su propio pasado y manera poco a poco pudimos hacer nues
así borrar los sufrimientos de su largo errar. tro el estilo y el carácter de las máscaras.
Me pareció ver que estas sombras indefi Más tarde empecé a modelar cada uno
nidas enr-ontraban un poco de sus rasgos de los personajes. Pedía a cada bailarina
identidad y que podíamos hablarles y que, ción entre la máscara y la forma humana.
esta visión, ella encendió en mí una luce na. Su cuerpo estaba completamente en
cita que me ayudó a aventurarme en este contradicción con los rasgos atormenta
reino entre dos mundos, hasta entonces dos tic la máscara, surcado de arrugas, con
(papel que me atribuí), todos los bailarines dar a este joven cuerpo la actitud, el andar,
Confusa, estaba delante de cincuenta ros 1� vejez. Fue un trabajo largo y difícil
tros de madera. ¿Las podría integrar en durante el cual me preocupaba no tan sólo
este paso a la abstracción que representa la <.I� crear una armonía entre la máscara Y la
aportar un estilo a los personajes salva visión crepuscular de los muertos. Agru
guardando el toque individual de cada pados como los tubos macizos de un órga
uno de ellos. Sólo a este precio podía rea no dispuestos en apretadas filas bajo un
lizarse la colaboración de todas las baila fondo de luz pálida, los cuerpos levantan,
rinas en el discurso coral. Aunque las con una Infinita lentitud, el brazo dere
mujeres producía una impresión sorpren inmoviliza; sacudido por el terror, el grupo
dente. Del fondo oscuro, se destacaba una se disgrega y de nuevo las mujeres solas,
mente iluminada, en un círculo de luz y nes que conjuraron, las cuales entre tanto
dando paso a las siguientes: la joven obre oscurece y sobreviene un silencio tene
ra se abría camino con gestos duros, angu broso que rompe el coro hablado, situado
losos; la ciega con su mirada vacía en las a un lado y a otro del proscenio como dos
joven todavía una niña, tornando a penas través de un dialogo, preguntas y res
anciana tan frágil y la mujer llorando des Los ensayos bajo la dirección de Tall
compuesta, anonadada por el dolor, pero hoff nunca se sucedieron sin que pasara
resignada, maternal, aún dispuesta a con alguna contrariedad que, a veces, llegaba
solar. Esta sucesión de personajes, visión de al drama. Así, por ejempl o, la música de
Así formaban una entidad coral, la - - Punto de vista-de la d"añza, no 1e güstó )' -
procesión de una suma de duelos. Ahí fue las escenas de baile fueron entonces acorn
de dominar la gran estructura coral. Cada orquestales que dirigió él mismo. Pero las
romper por eso la acción global, sino hacer saban un soporte sobre el cual apoyarse,
sonar como un único grito: reclamar deses t�, nos pusimos de acuerdo sobre el pro
dolor como bestias heridas, las mujeres no penetrante sonido llegaba al rincón más
son más que una masa de sufrimiento, recóndito del escenario pero sin poder ser
Resultó dificil tener que prescindir de diálogo con los muertos en el espacio del
una música apropiada para la coreografía, olvido que también era el espacio del tier
ce acertado. De hecho, las articulaciones escena era dado por el coro de hombres:
ter sonoro pintoresco que hubieran más leja nia , el silencio de una profunda paz.
bien embrollado que perfilado las formas Esta vez, ninguna revuelta por parte de las
salvaron. Aun cuando oleadas de sonido se surgía en ellas -una fuerza que parecía lla
abalanzaban sobre la escena, no interfe mar la atención de los hombres-, una incli
dadela sonora. las escenas bailadas hadan más que resignación y duelo frente al cum
columnas de luz, así como también de las llamada» en la que el coro de hombres se
rítmicas pulsaciones de señales luminosas enderezaba para resistir a esta nueva inva
de las que yo tanto esperaba; pero la danza sión de su terreno y elevaban su protesta
Fueron demasiado disparatadas las Tallhoff, los bailarines tenían que desgarrar
fuerzas aplicadas para realizar el sueño ele el espacio y llenarlo ele tinieblas, como
Tallhoff, una obra de arte total, colectiva. abanderados del reino de los muertos.
A pesar de todo, Totemnal fue un proyec Compuse una danza, un estudio pre
to único, un proyecto dibujado de tal liminar para esta parte del trabajo, que
envergadura que el efecto global fue inol- titulé Forma en el espacio (Raumgestalt).
Noche tras noche , la enorme sala relativamente corto. Una larga tela de ter
const ru ida especialment e para acoger ciopelo gris plata forrado de seda roja, esta
fundamente conmovido. Había momentos Este trozo de tela medía cuatro metros y
había quienes leían cartas escritas por estu plomo que pesaba en mis manos. Era la
Había el andar de las mujeres, que dolo tanto que el cuerpo se convertía en un
foso de la orquesta, como si estuvieran arriba, como un ala que llena tumultuosa
fuera de sí, sublevadas, para entabl a r el el aire y el suelo. Era un trabajo de hom-
OAl,IZAS OE GRUPO V DMú-S (0P,lc($
f- mente·en--chnismo"'Sitio;"1.'ttoro-deilom---
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bres parecía ir al asalto, rehusar a las muje-
Raumgesrnlr
DAtlZAS DE Gl'!Uf'O Y OANZAS CORAtES
cual, sola en la escena, debía hacer este ¿Piedad, recogimiento? Sí, pero el
último gesto con el que terminaría Toten- tema ya lo había dejado atrás. Este con ti-
ma/. Corifeo, había compartido todas las nuado descenso era ciertamente doloro-
fases de la experiencia de tas mujeres y me so, pero esto no se acercaba a lo que tene-
venía a reconciliar el espacio de los muer- mos por costumbre llamar «expresión».
serenidad a la que el hombre no debe acer- ciente como tampoco nlnguna posibili-
carsc más que en un estado de total reco- dad de incorporarme al discurso personal;
del cuerpo me deslizaba lentamente, íncreí- llega al gesto del sacrificio. Veía manchas
blemente lenta, por el gran arco del �puen- negras delante de los ojos, la sangre me
te». En sí, esto no es nada, además es muy latía en los tímpanos, me zumbaban los
un extremado ralentí, el cuerpo parece sentía más bien como si estuviera trans-
Probablemente sea uno de los fenó- tierra misma tomara posesión de la cxís-
menos más fascinantes de la danza: con tencia física y tratara de absorberla median-
unos medios puramente físicos, ésta puede te una extraña fuerza de atracción cada
alcanzar una completa desencarnación en vez más lenta, cada vez más profunda.
la expresión. Era lo que se precisaba en Hasta que la cabeza toque el suelo, la ten-
este último gesto. Cuanto más se doble- sión casi sobrehumana no se puede relajar.
gaba la espalda y más la cabeza se acerca- Entonces la e�palda cede, los brazos caen.
ba al suelo -los brazos que rehusaban cual- Con un profundo suspiro me libero de este
desearla, punto por punto, con explicati dar a sus alumnos a encontrar el camino
ahora: un manual, un breviario, o incluso mos que hablar de amor, de esta disponi
No, no le voy a poner las cosas tan el bailarín, antes de dirigirse al bailarín
fáciles. Y si me quiere considerar como su que se halla en el hombre; para este ser
profesor, entonces no tiene por qué espe no ha tomado todavía últimas decisiones
Después de todo, el dominio de una tiene nada que ver con el amor del maes
profesión en todos sus aspectos técnicos es tro por su alumno en cuanto individuo,
una coodición previa a toda actividad artís- y aún menos con este amor romántico por
--�
tici. Recuerde, no olvide jamás que la pecta. la humaniáad y su prójimo, que lo ensom
gogía de la danza es una tarea orientada brece todo, creando confusión en lugar de
Además usted ha vivido con su pro hacia su punto de partida, porque en rea
pio cuerpo lo que se conoce por técnica lidad no concierne más que a sí mismo.
todo esto, a partir de su propia experien miento humano y las obligaciones artísti
un imitador? Exprésese con su propio len uno del otro en un movimiento perpetuo
guaje y trate de comunicar a sus alumnos renovado, alrededor de un solo centro que
¿existe? Si el maestro se atribuye el éxito a bien esta metamorfosis del cuerpo del
Debería más bien preguntar cuál es es revelar al joven bailarín toda la gama de
quc todos los talentos, es un don que no dole a este esmerado discurso que sonaría
se puede pagar como tampoco podrá con- como un acorde largo e intenso. En cicr-
seguirlo a través del trabajo; un don que to sentido, es el trabajo del escultor a lo
exige más a quien lo posca, ya que impo- largo del cual, bajo el ojo vigilante del
ración y cuestiona a los demás. ¿Qué sería vuelve un instrumento de la danza, per-
secreto de la selección? ¿Por qué el talen- sibllidad, una lámpara encendida que reve-
Si no lo conseguimos en nuestra jerga pro- forma purificada. ¡Esto es! Obrar en este
ción. Pero cuando creemos que todo se ha son las tareas y el fin que maestro y discí-
y donde todo lo que ha sido enseñado y Es una maravillosa aventura, son des-
aprendido hasta ahora da lugar a aquello cubrimientos fascinantes durante los cua-
que solamente puede ser adivinado. les usted ayuda a su alumno a lo largo de
¿De dónde viene esta felicidad de Ior- los años¡ una misma experiencia que se
mar, el amor del jardinero por el crecí- presenta siempre con un contenido nuevo
miento de lo vivo? El deseo de enseñar-la _y una forma cambiante. Pronto har_á._ctn_- _ � ·--
necesidad de enseñar, de hectlO: ¿no beben cuenta años que vivo esta aventura y toda-
ca? Impulsos que nacen quizás en diferen- Todo principio es difícil, pero todo
tes niveles, pero ¿no es cierto que tienen la principio es hermoso. Cuánto me gustan
la que la mayor importancia será siempre de la danza, por las leyes rítmicas y d iná -
¿E.s, pues, la formación del cuerpo? esta expresión en sus comienzos. Porque
Sí, puesto que es un fenómeno cte creci- en ellos, usted se encontrará a sí mismo. Y
miento en el que el movimiento físico, la así aprenderá mejor y más deprisa lo que
Los alumnos vienen y se van. Usted Claro está que se precisa saber un poco
los acepta y cuando comiencen a soste de la naturaleza humana, una mano suave
nerse sobre sus dos pies con seguridad, los que, imperceptiblemente, guía y contri
cómo han sido guiados y lo que han reci riamente un buen pedagogo. El análisis y
vendrá diez años más tarde, puede usted to forman parte de la profesión y son el
Enseñe a los alumnos a ver y a absor Sin embargo enseñar significa ilu
ber con los ojos abiertos la plenitud de la minar todos los aspectos del material
vida cotidiana. Ahí se encuentra más que pedagógico, transmitirlo tanto en el plano
lo que uno pueda percibir siguiendo sim funcional como en el plano de una com
chas; exigen una expansión espiritual con no, aunque su material sea el mismo
zante que se proyecta hacia un espacio expresa vida día tras día. La danza es,
la lucha a la que deben ellos mismos librar talizarse, para que nazca y se desarrolle
der. En lo que le concierne, el tiempo de sus forma que lo que se expresa con claridad.
posibilidades de ejecución es breve y limi Aun en la desnuda pureza del gesto abs
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tado. Puede sobrevivir, pero no puede poner tracto, el foncto espiritual y mental se per ¡
su obra en el congelador con la esperanza fila en una vibrante filigrana y le confie '
mejor que nadie, puede iluminar estos maravilloso el momento en que el sudor
momentos oscuros en qu<' la relación del baña los cuerpos, en que los rostros son
vuelve a conectar con el proceso de tra también. he visto cómo un grupo de jóve
PEDAGOGIÁ OE 1A OA.NZA
fuerza que ya no es física, sino el signo del hombre, ninguna fu erza, ningún deseo,
«Un pie que sonríe, una mano que el lenguaje de la danza halla su ex presión
puede llorar ..... Pues sí, la danza no es tan suprema en la obra de arle y donde el bai
sólo un arte del tiempo y del espacio, es larín es portador y mensajero del arte de fa
también el arte del momento consciente danza. El talento es una gracia. E l talento
enseñanza en términos de: actitud, movi vir a la d a nza, servir a la obra, servir al
la vida.
ancbate su secreto.
1,.1.:./<) v',,¡,,1.:.11
LA OBRA DE MARY WIGMAN
COREOGRAFÍAS PRESENTADAS
AL PÚBLICO 1914-1961
l. Preludio
Con la finalidad de preservar los matices
2. Juego
de un idioma y de otro, se ha optado por
3. Vals
dejar al lado de la traducción el título ori
4. Allegro con brío
ginal de las danzas, por su intrínseco valor
MOTIVOS ORIENTALES
t. Arabesco
SOLOS
2. Ímpetu
3. El símbolo
1914 DANZA DE LA BRUJA 1
4. El centro
(Hexetuanz l
)
LENTO
DANZAS DE LA NOCHE
EL DÍA DEL ELFO (Ein Ef(enlag)
(Tiinze des Nacllt)
1917 EL JUGLAR DE NOTRE-DAME
Sombras (Sc.lullten)
(Des Tiinzer 1mserer lieben Frau)
Sueñes (T'raum)
1918/19 MARCHA ORIENTAL
Scherzo
EL ESPECTRO (Der Spuk)
Serenata
_____ __v_arav.,.· _
VISIÓN
DANZAS EXTÁTICAS
1920/23 RITMOS DE DANZA 1
(Ekstatische Tiir1ze)
(fanzrhythmen l
)
1 . Oración (Gebet)
Triste (Triste)
2. Sacrificio (Opfer)
L.1 Triste llamada (Der Ruf)
3. Idolatría (GOtzendienst)
(fqf1zrllythme11 JI)
CUATRO DANZAS HÚNGARAS
Canto de la espada (Sc/Jwerlicd)
(según Brahms)
Lamento (Klage)
HEROICA
Zamacueca (Zamarnem)
VALS
MAAY 'll'IGMAN
Zarabanda »vistones»)
(Zeremonieííe Gestalt)
DOS MONOTONÍAS
b) rotativa (Dre/Jend)
PARA LA SECUENCIA DE
VISIÓN IV - DANZA DE LA
HEROICO
spielend)
b) all'improvisato
CANCIONES BALCÁNICAS
(Ra11msestalt)
(Mutter/icher 1Cmz)
(Seraphisches Lied)
6. Danza de verano
(ScJnver/icd) LUZ
Danza de la muerte
OBRAS PARA G R U P O
1923/24 Obras para grupo numeroso
DANZAS AISLADAS
1920/23 Obras para solista y pequeño
Marcha
grupo
Polonesa I
Rapsodia 11 (Uszt)
CELEBRACIÓN I (Die Feier)
Polonesa ll
l. Saludo (Gruss)
Siluetas (Arensky)
2. Maleficio (Der Bann)
1. Llamada (Aufruf)
1920/23 SUITE DE DANZAS (Bizct)
2. Vagabundear (1-Vandenmg)
"------1-:-1-ntermeue-------
-reirculo (J.'..rciss) ---
2. Mmué
4. Triángulo (Dreieck)
3. Farandola
5. Caos (Chaos)
CANTO DE GRUPO
LAS SIETE DANZAS DE LA VIDA
(Gruppe11gescmg)
Poema danzado para solista y
UN CUENTO DE HADAS
pequeño grupo de Mary
(Ein Tanzmdrchen)
Wigman. Música: Hcinz
Personajes: la luna (Der Morid),
Pringsheim. Estreno en la Ópera
tres muchachas cambiadas en
de Frankturt.
flores (Dreí zu Blumen verzauoene
Preludio (Auft.akt)
Miidche,1), el muchacho (Der
lA OBRA DE MARY WlG�.1AN
papel principal.
(R(lUmgcsiingc) Aufklcmg)
Au{takt) (Nachtgesar1g)
Reihc) (Traumv0gel)
Tanz)
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-verslt>nr· 10lenklage)
MARY'MGMAN
TIEMPOS Recklinghausen.
de La Consagración de la
Ofrecido por los alumnos del Mary Alceste de Gluck. Teatro Nacional
:z CIDI-IUDANZA g
Ritmo de ménade según Borrics
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(Miiriadischer Rllythmus)
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Mary Wigman Studio, Berlín.
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