Informe Judaísmo

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Facilitador: Víctor A. Obispo Pérez. Licdo.

En
Teología (IUSV) y Profesor en Educación
Comercial (IUPMA) código: 2112

INFORME SOBRE EL
JUDAISMO

Alumnos: CAROL ESPINOZA Y ALEXIS


GONSALEZ
El término judaísmo : se refiere a la religión, tradición y cultura del pueblo judío. Históricamente,
es la más antigua de las tres religiones monoteístas, grupo que incluye el cristianismo y el islam,
originadas en Medio Oriente y que derivan de la primera, llamadas religiones del Libro o
brahmánicas
El rasgo principal de la fe judía es la creencia en un
Dios omnisciente, omnipotente, personal y providente, que habría creado el
universo y elegido al pueblo judío para revelarle la ley contenida en los Diez
Mandamientos y las prescripciones rituales de los libros tercero y cuarto de la Torá.
Consecuentemente, las normas derivadas de tales textos y de la tradición oral constituyen la
guía de vida de los judíos, aunque la observancia de las mismas varía mucho de unos grupos
a otros.
Otra de las características del judaísmo, que lo diferencia de las otras religiones
monoteístas, radica en que se considera no solo como una religión, sino también como
una tradición, una cultura y una nación. Las otras religiones trascienden varias naciones y
culturas, mientras que el judaísmo considera la religión y la cultura concebida para un pueblo
específico. El judaísmo no exige de los no judíos unirse al pueblo judío ni adoptar su religión,
aunque los conversos son reconocidos como judíos en todo el sentido de la palabra
El significado del judaísmo: La identidad judía no depende en primer lugar de la aceptación
de creencias o del seguimiento de un modelo de vida determinado. Es tema de debate entre
los religiosos, los filósofos y los sociólogos judíos sobre quién es considerado judío. Dentro de
la religión judía, existen tres ramas que la conforman y cada una de ellas tiene una versión
propia de quien es reconocido como judío.
En primer lugar, el judaísmo ortodoxo defiende que la ley judía (halajá) establece que aquel
que ha nacido de madre judía o ha realizado un proceso de conversión (guiur) conducido por
un rabino, una comunidad judía (la sinagoga) y finalizado ante un beit din (tribunal judío)
ortodoxo, es judío por definición.
En segundo lugar, el judaísmo conservador defiende los mismos puntos, con la particularidad
de que los procesos de conversión aceptados son los realizados por la ortodoxia (proceso
anteriormente citado) o por los beit din propios del judaísmo conservador.
En tercer lugar, los reformistas creen que son judíos aquellas personas que han nacido de
padres judíos o se han convertido ante un beit din ortodoxo, conservador o ante un rabino
reformista (cabe mencionar que cada rabino reformista tiene libertad para decidir cuando un
prosélito pasa a ser judío). A este punto cabe añadir que los rabinos reformistas
estadounidenses establecieron que los hijos de padre judío podían ser considerados como
tales si recibían algún tipo de educación judía. Esto se debe a que un 57 % de los hombres
judíos decidían casarse con mujeres gentiles.
Los judíos caraítas, citando prácticas del Tanaj, consideran judío a todo aquel que nazca de
padre judío.
Por lo tanto, ser judío para ellos es una cuestión de ascendencia biológica o adopción
espiritual, por medio de hacerse prosélito, descendientes biológicos o espiritualmente de los
patriarcas Abraham, Isaac y Jacob. Según la halajá, una persona judía puede ser cristiana o
musulmana sin perder su condición formal de judío, pero perdiendo los derechos religiosos y
comunitarios como por ejemplo, el derecho a la sepultura en un cementerio judaico.
A pesar de todo esto, convertirse al judaísmo desde otra confesión (o ninguna) es posible,
pues en el Talmud se menciona lo siguiente: «Los rabinos dicen: "Si alguien llega y quiere ser
un converso, ellos le dicen: '¿Por qué quieres ser un converso? ¿Acaso no sabes que los
judíos están hostigados, acosados, perseguidos y acorralados, y que numerosos problemas.
La historia judía se remonta a las viejas tradiciones bíblicas. Cuando el arca de Noé encalló en
el monte Ararat, los hijos de Noé (Sem, Cam y Jafet) dieron origen, respectivamente, a
los semitas del Próximo Oriente, a los camitas de África y a los jafetitas del resto del mundo.
Abraham, padre de los judíos, al recibir de Yahvéh la orden de asentarse en la tierra de Canaán,
se puso en camino inmediatamente, partiendo de su patria, Ur, de los caldeos (Mesopotamia).
Abraham, su hijo Isaac y su nieto Jacob fueron pastores nómadas.
Sus descendientes se vieron empujados por el hambre a la tierra de Gosén, en el delta del
río Nilo. Pero el faraón de Egipto, viendo que aumentaban imparablemente y se hacían
poderosos, los redujo a la esclavitud. Con Moisés ungido como líder y legislador, el pueblo
elegido por Dios se dirigió hacia Canaán, la tierra prometida.
La dramática marcha desde Egipto a través del mar Rojo y la peregrinación de 40 años por el
desierto son hitos importantes en la historia del pueblo israelita. Los judíos, una vez
conquistada la ciudad de Jericó, se establecieron en la zona agrícola de Canaán, tierra de la
cual en la Biblia se dice que «manaba la leche y la miel».
Una vez establecidos en Israel, la tierra fue dividida entre las doce tribus: Aser, Neftalí,
Manasés, Zabulón, Isacar, Gad, Efraín, Dan, Benjamín, Rubén, Judá y Simeón. Con el tiempo
se pasó de una teocracia a una forma de gobierno monárquica, siendo los reyes más famosos
de la época Saúl, David y su hijo Salomón, con su capital en Jerusalén. Luego del reino
de Salomón, la nación se dividió en dos reinos: el reino de Israel en el norte y el reino
de Judea en el sur, donde los judíos toman su nombre.

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