Resumen Angeles y Demonios

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Robert Langdon es un profesor de simbología religiosa en la universidad de

Harvard. Una noche, él duerme cuando su teléfono suena, eran las cinco de la
mañana, cuando atiende la llamada. Era Maximilian Kohler, físico de partículas
y director general del CERN (Conseil Euroéen pour la Recherche Nucléaire).

La llamada era para solicitar la ayuda del profesor para resolver un caso, sin
embargo, Kohler no quiso decir cuál era, a Langdon no le intereso sino hasta
que recibió de Kohler un fax con la imagen de un cuerpo desnudo y en el pecho
un símbolo gravado a fuego. Este símbolo decía “Iluminatis” escrito en perfecta
simetría. Siendo él un estudioso de simbología religiosa, reconoció a simple
vista la autenticidad de ese símbolo, que pertenecía a una hermandad
desaparecida hace más de cuatrocientos años.
 
Sorprendido, Langdon decide acceder y participar del caso. Kohler envío por el
un avión privado, que lo transporto hacia Ginebra, la cede del CERN, que era
uno de los centros de investigación más grande del mundo. Langdon fue
recibido por Kohler y de inmediato fue llevado ante el cadáver. El cuerpo
pertenecía a Leonardo Vetra uno de los más destacados físicos del CERN.
Langdon, que aún se encontraba desconcertado y no sabía bien lo que
sucedía, examinó el cuerpo que aún se encontraba en la habitación donde
había sido asesinado, desnudo y preservado solo por un dispositivo de
congelamiento que Kohler había aplicado a la habitación.
 
Cuando Langdon decide inspeccionar con sus propios ojos la autenticidad del
símbolo, nota que uno de los ojos había sido arrancado del cuerpo de Vetra,
ese había sido el único objeto que el asesino había tomado, pues nada había
sido robado. Kohler informa a Robert que Vetra tenía una hija, física al igual
que él, y que ambos se encontraban trabajando en un proyecto muy secreto del
que solo ellos sabían de qué se trataba, y debían esperar a que ella llegara.
Mientras tanto Langdon informa a Maximilian el origen de ese símbolo. El
símbolo pertenecía a los Iluminati, una antigua hermandad que se
consideraban los únicos que conocían la verdad, los únicos iluminados. Había
sido fundada en el siglo XVII por Galileo Galilei, un científico que había
comprobado la teoría heliocéntrica de Copérnico, contraria a la propuesta por la
iglesia, lo que le gano la enemistad de la misma.
 
Esta hermandad estaba constituida por científicos, artistas, y personas ilustres,
que sabían que la ciencia era el único camino para llegar a la verdad. En la
antigüedad la iglesia católica había perseguido duramente a todos estos
hombres de ciencia, llegando incluso en muchos casos a matarlos. Entonces
los Iluminatis tuvieron que reunirse en secreto para compartir sus
descubrimientos e investigaciones, creciendo cada día más, y afianzando su
poder, infiltrándose en los bancos más poderosos, aliándose a los Masones y
sólo escondiéndose hasta que ellos encontraran el momento propicio para
revelarse en contra de la iglesia católica y afianzar por completo su poder en el
mundo.
 
Cuando Langon le terminó de contar esto a Kohler, fueron avisados de la
llegada de Vittoria Vetra, la hija de Leonardo. Salieron a su encuentro y le
informaron del incidente, algo lo cual ella tomó muy serenamente, a pesar de
que Langon podía ver en sus ojos cómo sufría. Todos estaban muy intrigados
por el hecho, pues no entendían porque habían asesinado a Leonardo Vetra,
una de las teorías que propuso Langdon era que Leonardo fuera asesinado por
ser un científico de alto rango, pero esto fue descartado al enterarse que Vetra
era un sacerdote y físico, muy convencido de la existencia de Dios y de su
presencia en la vida de las personas.

En cuanto Vittoria Vetra se recuperó completamente después del impacto del


incidente, los condujo hasta el laboratorio en el que ella y su padre trabajaban.
Cuando por fin llegaron a la entrada del laboratorio entendieron el porqué del
asesinato de Leonardo, en el suelo se encontraban unas pequeñas gotas de
sangre del ojo de Vetra, pues el dispositivo de seguridad consistía en un lector
retiniano, por lo cual sólo el mismo Leonardo y su hija eran los únicos que
tenían acceso. Ya dentro del laboratorio, Kohler pidió a Vittoria que revisara si
algo faltaba y si todo estaba en orden, Vittoria paseo su vista por todo el lugar y
se dio cuenta que faltaban unas muestras de antimateria. Vittoria explicó que
ella había ideado una especie de contenedor que mantenía a la muestra de
antimateria, flotando en el espacio, sin que entrara en contacto siquiera con el
contenedor, lo que aseguraba la preservación de la antimateria, y aunque este
contenedor llegara a fallar, poseía una plataforma de resguardo que daba un
lapso de 24 horas para ser recargado antes de que la muestra de antimateria
estallara, es decir, solo tenían 24 horas para devolver el contenedor con la
antimateria a su lugar porque de lo contrario estallaría, devastando todo lo que
se encontrara en un radio de un kilómetro.
 
Se dirigen los tres lo más pronto posible a la superficie, cuando el teléfono de
Kohler empezó a sonar, era su secretaria que le transfería una llamada.
Cuando Kohler terminó de hablar por teléfono mostraba un rostro algo
preocupado, y les dijo que había encontrado la antimateria en el Vaticano.
Kohler sufrió un ataque y fue trasladado de inmediato al hospital del CERN, no
sin antes dar instrucciones a Vittoria y a Langdon de que se dirigieran lo más
pronto posible al Vaticano en búsqueda del contenedor.
 
Cuando llegan al Vaticano son recibidos por oficiales de la guardia suiza. Estos
los conducen a la central de seguridad a identificar el contenedor que se
reflejaba en una de las cámaras de seguridad, que había desaparecido dentro
de las instalaciones del Vaticano. Asimismo, se enteran que 4 preferiti han
desaparecido al ver un video enviado por un “Hasassin” en el cual los
amenazaba sobre el pago de una deuda que la iglesia tenía con los Iluminatis.
Esto lo hizo todo más problemático, ya que esa misma noche iban a empezar
el cónclave para la elección de un nuevo Papa. Así Langdon descubre que en
verdad los Iluminatis estaban haciendo todo, ya que esa noche era un
momento perfecto para que los Iluminati oculten la antimateria en el Vaticano y
destruyan a las personas más importantes de la Iglesia católica.
 
Mientras tanto, el cardenal Mortati (quien preside la elección), apenas se da
cuenta que los cuatro cardenales favoritos, han desaparecido. Mientras
Langdon y Vittoria se dirigen al Vaticano esperando encontrar al asesino y
recuperar la antimateria, Kohler no puede ir con ellos porque sufre una crisis
respiratoria causada por no recibir su inyección diaria. Poco después, se suma
la búsqueda de la antimateria el Camarlengo Carlo Ventresca, que le permite a
Langon acceder a los Archivos Vaticanos para que busque las pistas que los
guíen a la Ruta de la Iluminación, una ruta de la cual Langdon había leído, les
permitiría llegar al Altar de la Ciencia. Las pistas que Langdon y Vittoria hallan
en los Archivos Vaticanos los llevan a inspeccionar los llamados Altares de la
Ciencia. Cada altar se refiere a los clásicos elementos (Agua, Tierra, Fuego y
Aire) que antiguamente se consideraban las partes constituyentes de toda la
materia.

Langdon intenta seguir los pasos de la "Ruta de la Iluminación", un proceso


que fue utilizado por los Iluminati como un medio de inducción de nuevos
miembros; para poder seguirlo se requiere que los aspirantes a la orden sigan
una serie de pistas sutiles que quedan en varios puntos de referencia en los
alrededores de Roma. Las pistas indican el lugar de encuentro secreto de los
Iluminati. Langdon se embarca en el camino de la iluminación con la esperanza
de entregar el Preferiti y recuperar el tubo de la antimateria.
 
El camino conduce a Langdon cuatro ubicaciones de Roma, cada uno asociado
a uno de los elementos primordiales: 'Tierra', 'Aire', 'Fuego' y 'Agua'. Langdon
se encuentra con cada uno de los Preferiti asesinados de una manera temática
relacionada con elemento de cada lugar. El primer cardenal fue marcado con
unas brazas ardiendo en su pecho con el ambigrama que decía “Tierra” y con
tierra forzada por su garganta, ahogándolo; el segundo fue marcado de igual
manera, pero con un ambigrama que decía “Aire” y tenía perforado los
pulmones; el tercero fue marcado con el ambigrama de “Fuego” y fue quemado
vivo; y el cuarto fue marcado con el ambigrama de “Agua “y había sido envuelto
en cadenas y arrojado en el fondo de una fuente.
 
Durante el lapso que ocurre después de encontrar los cuerpos de los dos
primeros Preferiti, Langdon se dirige a la Basílica de Santa María de la Victoria
y encuentra el secuestrador justo en el momento en el que intenta prender
fuego al Preferiti (lo cual logra y provoca la muerte de este). El secuestrador es
un asesino sin nombre que está trabajando bajo las órdenes del maestro
Iluminati "Janus", cuya verdadera identidad es desconocida. El comandante
Olivetti es asesinado y el Hasassin secuestra a Vittoria. Langdon logra escapar
e intenta atrapar al asesino en el último elemento (Agua), pero no es capaz de
salvar el cardenal.
 
Langdon debe completar el camino de la iluminación con el fin de encontrar al
asesino y rescatar a Vittoria. Su búsqueda lo lleva a Castillo de San Angel, que
oculta un túnel que lleva directamente a los aposentos del Papa en el Vaticano.
Langdon logra encontrar y liberar Vittoria, y juntos, durante una persecución del
Hasassin, lo tiran varios cientos de metros desde una torre, provocando su
muerte. Los dos corren de vuelta a la Basílica de San Pedro, donde se
encuentran con que Kohler ha llegado para enfrentar el Camarlengo en
privado. Langdon y Vittoria temen que Kohler sea Janus, y que él haya venido
a matar al Camarlengo. Al oír que el Camarlengo grita en agonía al ser
marcado con el Diamante de los Iluminati, la Guardia Suiza irrumpe en la
habitación y abren fuego contra Kohler. Pero justo antes de morir, Kohler le da
a Langdon una cinta de vídeo que, según él, debe de para mostrar a los
medios de comunicación.
 
Sin tiempo que perder, la Guardia Suiza evacua la Basílica, ya que saben que
el dispositivo puede explotar en cualquier momento, pero el camarlengo se
corre de vuelta a la Basílica, diciendo que ha recibido una visión de Dios que le
reveló la ubicación de la antimateria. Con Langdon corriendo tras de él, el
Camarlengo se dirige a las catacumbas, y encuentra el cilindro con la
antimateria, colocado justo encima de la tumba de San Pedro. Langdon y el
Camarlengo recuperan la antimateria, y la meten en un helicóptero

con sólo unos minutos de sobra, en el cual el Camarlengo sube para poder
pilotearlo y de esta manera salvar a toda la gente que se aglomeraba en la
Plaza de San Pedro.
 
Poco antes de que la antimateria explote, el Camarlengo se las arregla para
lanzarse en paracaídas con seguridad sobre el techo de la Basílica San Pedro,
mientras explota el frasco sin causar daños fuertes al estar a una gran altura.
La multitud en la Plaza de San Pedro, observó con asombro como el
Camarlengo intentó sacrificarse y poner su vida en riesgo sólo para poder
salvarlos, y todos lo empiezan a vitorear y a aplaudir. A causa de este
"milagro", comienza un debate dentro del cónclave papal en donde empiezan a
considerar el hecho de elegir al Camarlengo como el nuevo Papa.
 
Después todo esto, Langdon llama a la Guardia Suiza y a los cardenales para
que vean la cinta de Kohler. Al verla, todos se dan cuenta de lo que realmente
ocurrió. Poco antes del comienzo de la novela, el Papa se reunió con Leonardo
Vetra, que creía que la antimateria era capaz de establecer un vínculo entre la
humanidad y Dios. Las creencias de Vetra causaron una gran incomodidad
para el Camarlengo. Entonces, durante una plática entre el Camarlengo y el
Papa sobre Vetra, el Papa pone de manifiesto que su apoyo a ese proyecto se
debe a que la ciencia le dio un hijo. Sin esperar a oír la explicación (que el niño
era el resultado de la inseminación artificial), y horrorizado ante el hecho de
que el Papa parecía haber roto su voto de castidad, el Camarlengo se propone
"rectificar" la situación.
 
Así, el Camarlengo envenenó al Papa, y bajo la apariencia de un maestro
Iluminati (Janus), reclutó al asesino para matar a Vetra, robar la antimateria, y
secuestrar y asesinar a los Preferiti. El Camarlengo puso la antimateria en la
Basílica de San Pedro, fingió su visión de último minuto de parte de Dios, y
recuperó el recipiente justo a tiempo para salvar al Vaticano de la explosión
resultante. Esto fue con la esperanza de unir a toda la Iglesia católica en un
mismo lado en la lucha. La "participación" de los Iluminati no era más que un
complot dirigido por el Camarlengo para cubrir sus propios planes.
 
Tras el descubrimiento, Langdon, Vittoria, los cardenales y la Guardia se
dirigen hacia el Camarlengo, y este intenta explicarles sus motivos y justificar el
asesinato del Papa. Pero en ese momento Mortati, revela que Carlo Ventresca
(Camarlengo) era de hecho el hijo biológico del fallecido Papa, y que fue
concebido con una monja a través de la inseminación artificial.
 
Abrumado por la culpa, por el horror de haber matado a su propio padre, y por
la idea de haber acusado falsamente al Santo Padre, Ventresca tiene un
colapso emocional. En un momento de crisis, se empapa a sí mismo en el
aceite de las velas que rodeaban parte de la Basílica y se prende fuego ante
una multitud de espectadores en la plaza de San Pedro. Sus cenizas son
recuperadas por Mortati, que los coloca en una urna en el interior del sarcófago
de su padre. Mortati también revela que los cardenales ya habían tomado una
decisión, y habían aprobado el hecho de que el Camarlengo, fuera elegido
como el nuevo Papa por aclamación. Al no poder concretarse esto debido al
suicidio, Mortati es elegido su sucesor por el cónclave.
 Al final, Langdon y Vittoria se reúnen en el Hotel Bernini, donde comparten una
extensa comida y una cena romántica, antes de pasar la noche juntos. A la
mañana siguiente, la última marca, la largamente perdida "Diamante Iluminati",
se le entrega a Langdon como un préstamo indefinido, con la condición de que
la devolviera a las otras marcas Iluminati – que ya eran propiedad del Vaticano
- a través de su última voluntad.

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