Morfogénesis Vegetal E 21
Morfogénesis Vegetal E 21
Morfogénesis Vegetal E 21
Morfogénesis Vegetal
Una planta comienza como una célula –el cigoto- que se transforma hasta llegar a ser
un organismo multicelular autótrofo, proceso que se conoce como desarrollo o
morfogénesis.
Las células diferenciadas de los vegetales retienen, toda la información necesaria para
regenerar una planta completa; es decir, son totipotentes. La totipotencia es una
propiedad única de las plantas, se define como la capacidad que tienen las células somáticas
de un individuo de reproducir otro idéntico. Hildebrandt, 1965.
Desarrollo de la planta
Las plantas son estructuras axilares (ordenadas simétricamente sobre un eje) y
polares. Normalmente poseen muchos ejes, el eje mayor está definido por el tallo y la raíz
principales, mientras que los ejes siguientes forman las ramas y raíces secundarias.
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Los meristemos primarios dan origen al cuerpo primario de la planta, cuyos órganos
vegetativos son raíces, tallo y hojas que, a su vez, están conformados por tres sistemas de
tejidos: dérmico (epidermis y peridermis), vascular primario y secundario y fundamental
(parénquima, colénquima y esclerénquima).
El meristemo subapical genera las células que conforman la caliptra y las que
constituyen el tejido primario del eje radicular; en la raíz los metámeros son menos
evidentes pero las células se dividen repetidamente, para producir el modelo característico
de la raíz primaria, que jamás produce órganos laterales. Las raíces laterales se desarrollan
a partir de meristemos adventicios que se diferencian en el periciclo.
Las plantas maduras desarrollan un tercer tipo de meristemos que son los
reproductores, los cuales se inician a partir de meristemos vegetativos preexistentes. Su
diferenciación requiere un cambio en la identidad de los meristemos que ocurre como
respuesta a factores internos y ambientales.
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Hormonas vegetales y reguladores del crecimiento
Regulador del crecimiento: sustancia química sintética que cumple funciones hormonales,
ejemplo: 2,4-D (análogo auxínico).
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Se conocen once grupos de hormonas vegetales, de los cuales cinco son
fundamentales: auxinas, giberalinas, citoquininas, etileno y ácido abscísico; las otras
sustancias que también se clasifican como hormonas son: brasinosteroides, oxilipinas,
poliaminas, salicilatos, oligopéptidos y óxido nítrico.
Auxinas
Compuesto orgánico que debe poseer una estructura con una carga negativa en el
carboxilo, separada de otra carga residual positiva por una distancia de 0.55 nm (5.5 Å).
Esta carga puede estar localizada sobre un anillo indólico (ácido indol acético) o aromático
(2, 4 ácido diclorofenoxiacético) o no, como el N, N dimetilcarboximetiltiocarbamato, que
carece de anillo pero con la distancia adecuada entre cargas.
Tipos de auxinas
Biosíntesis
Los lugares de biosíntesis de auxina son los ápices de los coleoptilos de las
gramíneas, los meristemos apicales de los tallos y las hojas jóvenes, el cambium y las
semillas en desarrollo. Aunque las raíces contienen AIA, poseen una capacidad limitada
para sintetizarlo y se considera que la mayor parte del AIA procede del tallo.
Transporte
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Las auxinas siguen un proceso de transporte polar, es decir, que se produce desde el
ápice hacia la base del tallo (basípeto), con independencia de que el tallo se mantenga en
posición normal o invertida; en la raíz la dirección es preferentemente acrópeta (de base
hacia ápice) aunque también existe transporte basípeto y lateral (de células próximas al
cilindro vascular hacia la corteza externa. El movimiento del AIA requiere energía
metabólica ya que no se produce en ausencia de oxígeno y en presencia de inhibidores de la
síntesis de ATP. También se puede transportar a corta distancia (entre células próximas)
por difusión y llegar a los diferentes órganos a través del xilema y floema.
Efectos fisiológicos
Las hormonas vegetales no actúan en forma aislada, todas las hormonas interactúan
y en conjunto influyen en la morfogénesis de las plantas.
Las auxinas causan una variedad de respuestas en las plantas, que difieren según la
edad, la especie y el tejido de la planta, así como de la concentración de la hormona.
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En las plantas leñosas, la auxina promueve el crecimiento del cambium. Cuando en
primavera empiezan a crecer las regiones meristemáticas del tallo, la auxina que
desciende desde el ápice vegetativo hace que las células del cambium se dividan, dando
origen a floema y xilema secundarios.
En experimentos realizados con AIA aplicado externamente junto con ácido giberélico
(GA) indican que, en la planta intacta, las interacciones entre las auxinas y el GA determinan
las velocidades relativas de producción de floema y xilema secundarios. El AIA y el GA
estimulan la actividad del cambium cuando se aplican a una amplia gama de plantas leñosas.
Sin embargo, el AIA en ausencia de GA estimula solamente el desarrollo de xilema; el
tratamiento solo con GA estimula el desarrollo de floema, pero el desarrollo de ambos
simultáneamente alcanza su máximo con la presencia de AIA y GA.
2. Dominancia apical
La auxina es responsable de que la yema apical reprima el crecimiento y desarrollo de las
yemas laterales de las plantas.
La dominancia apical demuestra la forma de comunicación entre los tejidos de la planta
mediada por el AIA. La hormona se sintetiza en los ápices de los tallos y de allí se
transporta hacia las zonas basales; la mayor concentración de auxina en el ápice es la
responsable de la represión del crecimiento de las yemas laterales.
La supresión de la yema principal permite el crecimiento de las yemas laterales,
crecimiento que es inhibido cuando se aplica auxina al corte.
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5. Induce la formación de frutos, el crecimiento y retrasa la maduración.
Generalmente, si la flor no es polinizada, el fruto no se desarrolla. Los frutos
partenocárpicos se producen en algunas especies de forma espontánea, cuyos ovarios
contienen altas concentraciones de auxinas. La auxina es esencial para el crecimiento de
los frutos, lo que se debe a que estimula el alargamiento de sus células.
Al tratar el gineceo de la flor con auxinas, es posible obtener un fruto partenocárpico, es
decir, el desarrollo del fruto sin fecundación, tal como ocurre en tomate y uva sin semilla.
En tomate, las auxinas (noxa a 70 ppm y CPA a 15-20 ppm) aumentan el cuajado del fruto.
La caída temprana del fruto y la pre-cosecha en manzano se ha tratado con 2,4-D, 2,4,5-T
y ANA) con aspersiones repetidas que inician al empezar a colorear los mismos.
En naranja, toronja y limón, el 2,4-D a diferentes concentraciones controla la caída de los
frutos.
7. Promueve la floración.
Las auxinas promueven a floración en bromeliáceas. En piña se induce la formación de
flores con AIA (5-10 ppm) al igual que con 2,4-D y ANA.
También estimula la floración en soya, litchi y manzana.
Promueve la femenidad en flores dióicas, como pepino, calabaza y otras cucurbitáceas. El
ANA se aplica comercialmente para promover la formación de flores femeninas.
9. Función herbicida.
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Las auxinas sintéticas se usan extensivamente para el control de malas hierbas. Las fenoxi
auxinas son importantes herbicidas y representan aproximadamente el 20% de los
empleados, entre ellos: 2,4-D, 2,4,5-T, MCPA, picloramo.
Citocininas
En 1913, Gottlieb Hamberlandt descubrió un compuesto en el floema que tenía la
capacidad de estimular la división celular en células de parénquima. En 1941, Johannes Van
Overbeek y más tarde F. C. Steward y sus colaboradores, descubrieron que el endosperma
líquido de coco también tenía esa capacidad. En 1954, Jablonski y Skoog ampliaron el trabajo
de Hamberlandt mostrando que los tejidos vasculares contienen sustancias que estimulan la
división celular. Miller y Skoog descubrieron la kinetina, una citocinina artificial.
El término citocinina es el nombre genérico de una serie de sustancias, naturales o
sintéticas, capaces de estimular la división celular y ejercen multitud de efectos sobre el
desarrollo de las plantas.
Biosíntesis.
Las citocininas naturales son derivados de la base purínica adenina (6-aminopurina).
Todas poseen un sustituyente, de naturaleza isoprenoide o aromática, en el nitrógeno
amínico de la posición 6 del anillo de purina. Se encuentran en las plantas como base libres o
en forma de conjugados; en la actualidad se han descrito aproximadamente 35 especies
químicas distintas de citocininas en las plantas, y también pueden ser sintetizadas por
bacterias, hongos y algas.
Las citocininas se sintetizan mayoritariamente en las zonas meristemáticas de las
raíces, aunque también se sintetizan en las zonas meristemáticas de los órganos aéreos y en
el endosperma y eje embrionario de las semillas en desarrollo.
Tipos de citocininas.
Naturales: isopenteniladenina (iP), zeatina (Z), dihidrozeatina (DZ), benzilaminopurina
(benciladenina).
Sustancias químicas que ejercen efectos análogos a la cinetina y que se clasifican como
citocininas sintéticas son los derivados de la fenilurea, como el thiadiazuron.
Existen anticitocininas, compuestos que inhiben reversiblemente la actividad de las
citocininas, como el 4-ciclopentilamino-2-metil-tiopirrolo [2,3-d]-pirimidina.
Transporte:
Las citocininas se distribuyen a los diferentes órganos vía xilema y floema. A nivel
celular se considera que se mueven por difusión.
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Efectos fisiológicos.
Las citocininas son las hormonas de la división celular, ya que activan directamente el
proceso.
Los estudios de las interacciones entre auxinas y citocininas están ayudando a los fisiólogos a
entender cómo las hormonas trabajan para producir el patrón de desarrollo global de cada
planta. Es obvio que una célula vegetal indiferenciada tiene dos opciones: bien puede
alargarse, dividirse, alargarse y volverse a dividir de nuevo; o bien puede alargarse sin sufrir
posteriores divisiones. Las células que se dividen repetidamente permanecen esencialmente
indiferenciadas o meristemáticas, mientras que las células que se alargan tienden a
diferenciarse o especializarse.
La relación auxina/citocinina regula la morfogénesis en cultivo de tejidos in vitro. Alterando
ligeramente las concentraciones relativas de auxina y citocinina, los investigadores han
podido modificar el desarrollo de las células indiferenciadas de los cultivos de tejidos.
Una concentración más o menos igual de las dos hormonas hace que las células sigan
indiferenciadas, formando masas de tejido llamadas callos. Cuando la concentración de
auxina es superior, el tejido indiferenciado organiza raíces. Con una concentración superior
de citocinina, se forman yemas. Con cuidadoso equilibrio de las dos hormonas se puede
producir raíces y yemas, y por tanto, una plantita incipiente.
Procesos orgánicos que controlan.
Las respuestas pueden variar dependiendo del tipo de citocinina y de la especie vegetal.
1. Estimulan la morfogénesis en cultivo de tejidos in vitro.
La totipotencia celular hace posible que los tejidos vegetales cultivados in vitro tengan
capacidad de diferenciar los meristemos adventicios y generar nuevos órganos. Aunque
la organogénesis es el resultado de la interacción entre el material vegetal, el medio de
cultivo y las condiciones ambientales; las hormonas desempeñan el papel principal. La
hipótesis de Skoog y Miller de la organogénesis, 1957; postula que el proceso de
formación de órganos está regulado por cambios en los niveles endógenos de auxinas y
citocininas. La diferenciación de yemas vegetativas (caulogénesis) es promovida por
balances auxina/citocinina favorables a las citocininas, mientras que los balances
favorables a las auxinas inducen la formación de raíces (rizogénesis).
8. Frutos.
Favorece el raleo de frutitos y el crecimiento de frutos de flor de corona.
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Productos de uso comercial a base de citocininas: N-(2-cloro-4-piridil)-N’fenilurea
(forchlorfenurom o CPPU) tiene mayor efecto que la bencil adenina y la kinetina.
Promalina que contiene 1.8% de citocinina y 1.8% de giberalina.
Giberalinas
Hormonas naturales que regulan o modulan múltiples y variadas respuestas del
desarrollo. Los efectos más evidentes son la estimulación del crecimiento del tallo de plantas
con crecimiento en roceta o genéticamente enanas, inducción del desarrollo del fruto y la
germinación de las semillas. Producen otros efectos más sutiles en especies y estados de
desarrollo específicos.
Tipos.
Las giberalinas son hormonas producidas por plantas superiores y hongos, su nombre se
debe a que la primera giberalina se aisló del hongo Gibberella fujikuroi.
Actualmente hay más de 90 giberalinas aisladas de tejido vegetales que varían en
estructura y actividad. La más conocida es el ácido giberélico 3 (GA3), seguida de GA1, GA4 y
GA7 que tienen una actividad biológica más elevada.
Biosíntesis.
Las giberalinas son terpenoides que derivan del anillo de gibano, específicamente
constituyen la familia de ácidos tetracíclicos dipertenos. En su biosíntesis se sigue la ruta del
ácido mevalónico y en todas las plantas, esta ruta es común hasta llegar al GA 12-aldehído. A
partir de ese punto, las diferentes especies siguen rutas distintas para formar las más de 90
giberalinas conocidas en la actualidad.
Las hojas jóvenes son los principales lugares de producción de giberalinas y se translocan
vía floema al resto de la planta. También se producen en las raíces y se exportan al tallo vía
xilema. Se han encontrado también altos niveles de giberalinas en semillas inmaduras.
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también afecta a procesos de floración. En otras, como la patata, las giberalinas estimulan o
reducen la forma de crecimiento vegetativo, afectando el proceso de tuberización.
Efectos fisiológicos.
Estimulan la división y el alargamiento celular. Son determinantes en la elongación del
tallo, en ciertas especies pueden revertir de la fase adulta a la juvenil, participan en el control
de la inducción de la floración, en el cuajado, desarrollo y maduración de los frutos y suplen
los requerimientos de frío y luz para germinar de muchas semillas y regulan la hidrólisis de las
sustancias de reserva de las semillas de los cereales durante la germinación.
Procesos orgánicos que controlan.
1. Sustitución de días largos para inducir la elongación del tallo.
En las plantas de días largos, el crecimiento del tallo depende del fotoperiodo. En
condiciones de día corto, las especies de plantas con crecimiento en roseta con
necesidad absoluta de días largo, como la espinaca, desarrollan una roseta de hojas
basales que permanece en estado vegetativo indefinidamente. El crecimiento del tallo
y la floración sólo tiene lugar en condiciones de día largo. La aplicación de giberalinas
en condiciones de fotoperiodo no inductivo, estimulan la elongación del tallo,
mientras que los inhibidores de la síntesis de giberalinas suprimen el crecimiento
inducido en días largos.
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4. Control del crecimiento y desarrollo de muchos frutos e inducción de partenocarpia.
La regulación del crecimiento de muchos frutos depende de las hormonas sintetizadas en
las semillas, principalmente de las giberalinas. El varias especies se ha demostrado que el
número de frutos que cuajan y su tamaño se correlaciona con el número de semillas. En
los frutos con semillas, la ausencia de polinización y de semillas detiene el crecimiento del
fruto y provoca su abscisión. En guisante, pera, pera, fresa, tomate, manzana, grosellas,
pepino, berenjena, mandarina, almendra, melocotón, la aplicación de GA3 a frutos no
polinizados suple el efecto de la polinización de las semillas y estimula el crecimiento
partenocárpico del fruto.
El principal uso de las giberalinas es para incrementar el tamaño de la uva sin semillas.
También, la utilización de una mezcla de bencil adenina (citocinina) y GA4+7 produce la
elongación del fruto en manzana y se utiliza para modificar la forma de las manzanas tipo
Delicius bajo determinadas circunstancias.
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Procesos orgánicos que controla y aplicaciones comerciales.
La giberalina comercial es a base de ácido giberélico 3 (GA3). Se emplea en la producción de
uvas sin semilla, en manzana para aumentar el tamaño y calidad, para incrementar el cuajado
de frutos en cítricos autoincompatibles. Estimulan el cuajado de frutos en melocotonero,
albaricoque y cereza y en cítricos se utiliza para retrasar el cambio de coloración de verde a
naranja.
Se utilizan para estimular el desarrollo del tallo en caña de azúcar, alcachofa y apio, para
incrementar y adelantar la producción de malta a partir de granos de cebada en la industria
cervecera; para romper la latencia de tubérculos de papa y para incrementar la proporción de
flores masculinas en calabaza y azafrán.
Etileno
El etileno es un hidrocarburo sencillo (H2C=CH2), se presenta en estado gaseoso en
condiciones normales de presión y temperatura, por lo que tiene la capacidad de difundirse
libremente por los espacios intercelulares y de coordinar una respuesta rápida y uniforme en
los tejidos. Su efecto en las plantas se produce a concentraciones baja y en todas las etapas
del ciclo biológico, desde la germinación de las semillas hasta la maduración y senescencia y
en respuesta al estrés.
Biosíntesis.
La biosíntesis de etileno comienza con el aminoácido metionina, que reacciona con ATP para
formar un compuesto conocido como S-adenosilmetionina (SAM). A continuación, el SAM se
rompe en dos moléculas diferentes, amonio y ácido 1-aminociclopropano-1-carboxílico (ACC),
y luego el ACC se convierte en etileno y CO2.
Aparentemente, la reacción formadora ACC es la etapa de la ruta que es afectada por algunos
tratamientos o estados fisiológicos (por ejemplo, altas concentraciones de auxina, heridas,
polución atmosférica, maduración de frutos, senescencia de flores, encharcamientos, etc.)
que estimulan la producción de etileno por los tejidos vegetales. De ahí que se ha establecido
que los ambientes estresantes y elevadas concentraciones de auxinas promueven la
producción de etileno en los tejidos vegetales.
Efectos fisiológicos.
El papel del etileno es muy diferente al de otras hormonas, se involucra en muchas respuestas
que se asocian a señales de cambio fisiológico o ambiental. Su acción se ha vinculado a
procesos inhibidores del desarrollo o estrés, como parte de los mecanismos de la planta para
adaptarse y responder a nuevas condiciones.
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Procesos orgánicos que controla.
1. Germinación de las semillas.
Promueve la ruptura de la dormición de las semillas, favoreciendo la germinación en
numerosas especies.
2. Crecimiento de tallo y raíz.
El etileno provoca el fenómeno denominado triple respuesta, que consiste en la reducción
de la elongación del hipocotilo, el incremento del desarrollo lateral y el cambio de
orientación del desarrollo, originando hipocotilos más cortos, gruesos y con el gancho
plumular cerrado, e inhibe el desarrollo vertical de la raíz; fenómeno que se observa en
las plántulas cuyo crecimiento es obstaculizado mecánicamente.
3. Diferenciación radicular
Induce la formación de raíces adventicias en hojas, tallos y pedúnculos florales. Se sugiere
que etileno y auxinas participan en el proceso de forma coordinada.
4. Induce epinastia en hojas.
Es la curvatura hacia abajo y el enrollamiento que se produce en algunas hojas cuando el
dado adaxial crece más que el lado abaxial. El etileno y altas concentraciones de auxina
inducen epinastia.
5. Estimula la apertura, senescencia y abscisión foliar y floral
La senescencia es el conjunto de procesos metabólicos que preceden a la muerte de un
individuo. Este periodo abarca desde la madurez de una parte u órgano de la planta hasta
la muerte. Está caracterizado por procesos degradativos de la clorofila, proteínas
celulares, ARN, etc.
Se ha demostrado que la producción de etileno se incrementa durante la senescencia de
hojas y flores y que la aplicación exógena del mismo también la induce.
Promueve la abscisión de hojas, flores y frutos de una gran variedad de especies, por lo
que se usa comercialmente para promover la separación de los frutos en cerezo,
zarzamora y uvas, facilitando la recolección mecánica de los mismos.
6. Promueve el desarrollo de plantas acuáticas.
El crecimiento del tallo de especies que crecen en ambientes acuáticos está controlado
por un incremento de la síntesis y sensibilidad de etileno. Este efecto, provoca el
descenso de la concentración de ABA e incremento de giberalinas, estimulando la
elongación del tallo.
7. Estimula la maduración de los frutos
El proceso de maduración de los frutos abarca varios cambios. En los frutos carnosos baja
el contenido de clorofila y se forman otros pigmentos que le dan el color típico del fruto.
Al mismo tiempo, se ablanda la parte carnosa del fruto, como resultado de la digestión
enzimática de la pectina, componente principal de la lámina media de las células.
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También durante este periodo, los almidones y los ácidos orgánicos son metabolizados a
azúcares; consecuencia de estos cambios los frutos se vuelven grandes y dulces.
Cuando frutos climatéricos inmaduros se tratan con etileno, se acelera el comienzo del
climaterio. Cuando frutos no climaterios se tratan de la misma forma, la magnitud de la
tasa respiratoria se incrementa en función de la concentración de etileno, pero el
tratamiento no dispara la producción endógena de etileno y por lo tanto no acelera la
maduración.
No se conocen las relaciones entre el climaterio y los demás aspectos de la maduración,
pero cuando se reduce la intensidad de la fase climatérica queda detenida la maduración
del fruto.
Un descenso en el oxígeno disponible suprime la respiración celular, razón por la cual las
frutas y verduras se conservan más cuando son guardadas en bolsas de plástico. El frío
también la suprime, y en algunos frutos frena de una manera permanente el climaterio.
Los frutos pueden ser almacenados durante largos periodos de tiempo bajo vacío. Bajo
tales condiciones, la cantidad de oxígeno disponible es mínima, lo que suprime la
respiración celular y el etileno, que acelera el comienzo del climaterio, se mantiene en
niveles bajos.
Después del climaterio ya viene el envejecimiento y los frutos se vuelven susceptibles a las
invasiones de hogos y otros microrganismos.
En la actualidad se ha encontrado etileno en todos los frutos, sin excepción, flores, hojas,
tallos con hojas y raíces de diversas especies y también en ciertos tipos de hongos.
El efecto del etileno sobre la maduración de los frutos tiene importancia agrícola. Un uso
importante del etileno es el de la maduración de tomates que son recolectados verdes y
almacenados en ausencia de etileno y tratados con éste justo antes de su
comercialización. Se emplea también en la maduración de nueces y uvas. También se
utiliza para estimular la floración en bromelias.
Uso comercial.
El etileno es una de las hormonas más ampliamente utilizadas en agricultura. El compuesto
químico más utilizado es el ethephon o ácido 2-cloroetilfosfónico (nombre comercial ethrel).
El ethephon en solución acuosa es fácilmente absorbido y transportado al interior de la
planta. Este compuesto libera etileno lentamente, lo que permite a la hormona ejercer sus
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efectos. Se aplica para la maduración de manzana, tomate, así como para promover el
cambio de color en los cítricos. También se emplea para promover la femenidad en
cucurbitáceas, para prevenir su auto-polinización en incrementar su producción.
Ácido Abscísico.
Es una hormona esencial del crecimiento de las plantas y se encuentra en pequeñas
cantidades en todos los tejidos vegetales. En algunas ocasiones la supervivencia de la planta
depende de su capacidad de restringir su crecimiento y sus actividades reproductoras. El
ácido abscísico se presenta naturalmente en los órganos vegetales como una señal de que
están experimentando estrés biológico.
Biosíntesis.
Es un sesquiterpenoide de 15 átomos de carbono (C15H20O4) que se sintetiza en los
cloroplastos y otros plastidios. Otros autores proponen una ruta biosintética a partir de la
degradación de los carotenoides.
Transporte.
El ácido abscísico se ha detectado en la sabia bruta y elaborada, por lo que se supone que se
transporta vías xilema y floema.
Efectos fisiológicos.
Estimula procesos fisiológicos aparentemente negativos que implican la suspensión del
desarrollo pero que son del todo necesarios para la supervivencia de la planta. El ABA
presenta efectos fisiológicos implicados en respuestas al estrés.
1. Induce el cierre de estomas ante el estrés hídrico.
El contenido de ABA aumenta frente el estrés hídrico. Protege a la planta al reducir la
transpiración al inducir el cierre de los estomas y por inducir la síntesis de proteínas que
favorecen la resistencia a la desecación.
El ABA puede sintetizarse en las células de guarda o puede ser el resultado de su
redistribución dentro de la hoja en respuesta el estrés hídrico. Debido a que las células de
guarda no están conectadas con sus vecinas mediante plasmodesmos, el ABA llega por vía
apoplástica.
2. Induce la latencia de semillas
Las semillas secas latentes contienen usualmente grandes cantidades de ABA. Inhibe el
efecto de las giberalinas de inducir la producción de alfa-amilasa durante la germinación.
3. Inhibe el desarrollo vegetativo.
La respuesta común de las células al ABA es la inhibición del crecimiento. La dormición o
latencia de hojas y yemas se ha relacionado con la acumulación de ABA. Además ejerce
efectos diferentes sobre el crecimiento del tallo y raíz; el déficit hídrico moderado
incrementa la elongación de la raíz, mientras que cuando la sequía es intensa, la inhibe.
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4. Induce la abscisión
El ABA ejerce un efecto estimulador de la abscisión a través de la inducción de la síntesis
de etileno.
5. Mecanismo de defensa a otros tipos de estrés.
La concentración de ABA se incrementan en respuesta a otros tipos de estrés como las
lesiones, el estrés salino y térmico. Todos ellos pueden causar deshidratación, que es la
señal que induce la síntesis de la hormona.
Poliaminas
Son moléculas policatiónicas presentes en la mayoría de seres vivos, las principales
poliamidas presentes en las plantas superiores son: putrescina, espermidina, espermina y
cadaverina. Sus efectos fisiológicos que más se han estudiado son sobre procesos de división
y diferenciación celular, senescencia y respuestas al estrés, generalmente son activas a
concentraciones entre 10 y 100 µM. En general, se afirma que la putrescina y la cadeverina
mimetizan la acción de las auxinas y las giberalinas, mientras que la espermina y la
espermidina mimetizan la acción de las citocininas.
Brasinoesteroides
Son un grupo de polihidroxiesteroides que se sintetizan en bajas cantidades en las plantas, los
más antiguamente conocidos son el brasinólido y la castasterona. Su aplicación exógena
estimula la elongación y la división celular en segmentos de tallo y en plántulas, además
actúan como inhibidores del crecimiento radicular, estimulan el gravitropismo, inducen la
diferenciación del xilema y retrasan la abscición de las hojas y favorecen su enrollamiento y
estimula la producción de etileno.
Ácido jasmónico
Son productos secundarios sintetizados por la planta, mientras que aplicados exógenamente
a las plantas tiene efectos inhibitorios de los proceso de crecimiento. Promueve la
senescencia y la floración. El ácido jasmónico activa genes implicados en la resistencia de las
plantas frente a patógenos, insectos y genes que codifican proteínas de reserva, por otro lado
reprime genes que codifican proteínas que participan en la fotosíntesis.
Oligosacarinas
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Son carbohidratos complejos que pueden modular el crecimiento y el desarrollo de las
plantas en bajas concentraciones e inducir respuestas de defensa frente a patógenos y otros
tipos de estrés, como las heridas. Aunque su modo de acción no se conoce con exactitud,
existen pruebas de que pueden alterar la sensibilidad o el metabolismo de las axinas.
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La BAP alarga el racimo de uvas. Las giberalinas tienen la propiedad de agrandar los frutos
de uvas sin la formación de semillas.
10. Cultivo de tejidos
Las auxinas, citocininas y giberalinas se emplean en el cultivo de tejidos vegetales in vitro.
11. Defoliantes y desecantes
La cianamida cálcica, el paraquat, etc., son sustancias que se emplean con esta finalidad
para facilitar la recolección mecanizada de cosechas.
12. Herbicidas
Las auxinas sintéticas 2,4-D; 2,4,5-T, etc., se usan con esta finalidad
1. ALLAMONG & TERTENS, 1979. Energía de los procesos biológicos. México, Ed. Limusa.
2. ZCON BIETO, J. & M. TALON, 2008. Fisiología y bioquímica vegetal. España, Ed. McGraw Hill.
5. SALISBURY & ROSS, 1994. Fisiología Vegetal. México, Grupo editorial Iberoamericana.
6. WEAVER, R.J. Reguladores del crecimiento de las plantas en la agricultura. México, Ed. Trillas.
7. ROJAS GARCIDUEÑAS, M. & H. RAMIREZ, 1993. Control hormonal del desarrollo de las plantas.
México, Ed. Limusa.
8. Las gráficas fueron tomadas de los Textos de Biología de la Universidad Politécnica de Valencia,
España, así como de otros links de internet.
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