Unidad 3 Fruti
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EL MEDIO ECOLOGICO
Puede definirse el medio ecológico como la presencia de una serie de factores ajenos al
individuo, que, por medio de acciones físicas, químicas y biológicas, intervienen en su
desarrollo y comportamiento. De esta manera cualquier animal, vegetal, mineral, sustancia
que directa o indirectamente tenga alguna influencia en la vida de un ser humano forman
su medio ecológico. Estas influencias pueden ser muy sutiles y aun no perceptibles, pero
existen y contribuyen a un ambiente, un todo que rodea al ser vivo y que constituye su
medio ecológico.
El medio ecológico es el ambiente, todo lo que rodea y que puede intervenir en el
comportamiento del individuo. Este ambiente puede en ocasiones ser favorable, lo que
determina la facilidad, para que el vegetal manifieste en la realidad el potencial productivo
que sus caracteres genéticos lo fijan. Otras veces el ambiente puede ser desfavorable, lo
que redundará en un desarrollo inapropiado, baja productividad, que son independientes
de las buenas cualidades que el vegetal pueda presentar, pero que el ambiente no le
permitió manifestar.
La selección de especies o variedades frutales, para ser cultivadas en un medio ecológico
determinado, o la búsqueda de un medio ecológico propio, para un buen desarrollo y
producción de una variedad deseada, constituyen aspectos de gran interés en la
planificación de la fruticultura, ya que de éstos dependerá la resultante de una buena
producción. De hecho la selección de especies y variedades frutales para ser sometidas a
un medio ecológico determinado está en función de los factores de éste, que determinan
sus posibilidades de éxito al margen del aspecto económico.
FACTORES DEL MEDIO ECOLOGICO
Algunos de estos factores son derivados del clima, es decir de las condiciones atmosféricas,
otros pertenecen a los aspectos del suelo, sustrato sobre el cual se encuentran las plantas,
otros corresponden a la influencia que puedan tener en el propio desarrollo la existencia de
otros seres vivos, sean también vegetales o animales, ya sean macroscópicos o
microscópicos, llamándolos a éstos últimos factores bióticos. Dada la gran importancia del
medio ecológico en la agricultura y particularmente en la fruticultura, es conveniente hacer
en forma breve un análisis de los factores más importantes que lo componen y señalar las
influencias que los mismos puedan tener sobre ésta actividad, de tal manera que las mismas
sean tomadas en cuenta por los fruticultores en el estudio, selección de ambientes y
variedades.
I.- FACTORES CLIMATICOS
Consideramos y estamos plenamente seguros que los factores del clima son de mayor
importancia en condiciones normales, que los factores del suelo y que los bióticos, ya que
el clima puede estimarse como no susceptible de ser cambiado en un lugar dado,
mientras que gran cantidad de condiciones de suelo o bióticas desfavorables, son
relativamente fáciles de ser corregidas o modificadas. Es sin duda el clima el primer aspecto
que se debe tomar en cuenta en una planificación para establecer una plantación frutal, la
cual posteriormente puede ser depurada al considerar la presencia de otros factores que
influyan negativamente en el desarrollo y producción de una buena calidad de fruta.
Es importante conocer y hacer una distinción, entre el significado que tienen dos términos
que muy frecuentemente son confundidos como es el tiempo y clima. Tiempo, es el estado
momentáneo de la atmosfera. Es decir, se refiere a la acción que los distintos elementos
del clima, ejercen en un momento dado en un corto periodo. Clima, es el estado más
frecuente de la atmosfera, en un lugar determinado a lo largo de todo el año. Se refiere al
tipo de tiempo que normalmente prevalece durante el año en un lugar de la superficie
terrestre.
En consecuencia, el clima, el aspecto más importante y el que debe considerarse en la
planificación de una plantación frutal, ya que será el que determine la respuesta de la
producción de la calidad y cantidad de frutos. El tiempo solamente tiene importancia para
la realización de ciertas labores culturales momentáneas.
El clima de un lugar está determinado por los llamados factores climáticos, la acción de
los cuales en conjunto lo fijan. Los principales son:
PARTICULAS DIAMETRO ( mm )
Arena gruesa de 2.0 a 0.20
Arena fina de 0.20 a 0.02
Limo de 0.02 a 0.002
arcilla menores de 0.002
Estructura del suelo, es la forma de acomodamiento que las partículas tienen entre sí,
encontrándose bien ordenadas y arregladas de acuerdo a su estructura que lo forma.
Solamente en la parte superficial de un suelo que ha sido trabajado con implementos de
labranza la estructura ha sido rota, pero mas debajo del suelo, conserva su estructura propia
debido a la formación de agregados o grupos de partículas. Los agregados pueden tener
diferente forma y tamaño y ser de gran o baja estabilidad, dependiendo todo ello la
influencia que en ese ordenamiento o estructura tenga el comportamiento del suelo,
respecto a aireación, drenaje y facilidad en el movimiento del agua.
La estructura es llamada granular, cuando los agregados del suelo forman grumos pequeños
y redondeados y sueltos entre ellos. Se lo conoce como laminar, cuando los agregados
tienen forma de placas, que se sobreponen unas a otras dificultando la permeabilidad.
Puede ser columnar, cuando los agregados se encuentran agrupados en grandes conjuntos
de forma similar a columnas. La importancia de la estructura estriba en que la condición de
suelos sueltos de fácil trabajo o por el contrario compactos o adherentes, se deriva
conjuntamente de la relación textura-estructura. La acción de la materia orgánica, para
mejorar las condiciones fiscas del suelo, puede considerarse, que es en mayor grado sobre
la estructura, al hacerla más esponjosa y de características parecidas a la granular, que es
la que suele ser la mas conveniente.
Fertilización, el cultivo de arboles frutales en suelos normales, forzosamente implica el
concepto de fertilización, ya que por muy ricos que éstos sean en toda clase de nutrientes,
las grandes producciones que se obtienen a lo largo de muchos años y la salida de ellas del
terreno, representa fuertes acarreos de nutrientes de los que el suelo va perdiendo cada
vez. No es posible en la práctica obtener buenos rendimientos si no se ponen a disposición
de los árboles frutales cantidades de nutrientes, en forma suficiente para que ellos puedan
realizar un buen desarrollo y un metabolismo que repercutan en grandes producciones de
fruta. El mantenimiento de una plantación frutal, sin apoyo en la fertilización forzosamente
conduce a rendimientos cada vez más bajos y al agotamiento del suelo. Es lógico por lo
tanto fertilizar, basado en el conocimiento de un análisis de suelo y en el de las extracciones
que se realizan cada cosecha para cada una de las especies frutales.
Profundidad del suelo, es un aspecto que interesa particularmente a los árboles frutales y
no así al cultivo de plantas anuales. En el cultivo de árboles frutales la existencia de una
gran profundidad en el terreno, resulta de gran importancia sin importar que el mayor
porcentaje de raíces absorbentes se encuentren distribuidas en los primeros 70 cm del
suelo. Si bien en ese estrato de suelo puede haber una abundancia de raíces, no debe dejar
de pasar por alto que otro porcentaje de ellas llegue a profundizar notablemente y que el
resultado del desarrollo y de los rendimientos que se obtengan dependerá de la efectividad
que el conjunto del sistema radical posea. Las raíces superficiales pueden en un momento
representar el mayor porcentaje de absorción de agua y de nutrientes en condiciones
normales, pero siendo necesaria la actuación de partes del sistema radical que se
encuentran a mayor profundidad de determinaciones de sequía por ejemplo. La buena
profundidad del suelo es de gran importancia para los árboles frutales.
Topografía del suelo, el relieve del suelo puede tener diversos grados de ondulación, los
que pueden en muchos de los casos impedir el desarrollo de las actividades agrícolas muy
especialmente del riego. Por ello en lugar de tomar grandes extensiones de terrenos planos,
es preferible guiarse por la topografía y en función de ello dividir el terreno en tablones de
diferentes pendientes y diversos sentidos en la inclinación. Una nivelación de terreno
puede llegar a representar un trabajo muy costoso al tener que efectuar grandes
movimientos de tierra. Los terrenos totalmente planos con pendientes de 1 a 2 %, facilitan
el riego pausado, son convenientes para el desarrollo de la fruticultura en cualquier zona
donde haya riego. En ellos las labores culturales se facilitan y se puede realizar una buena
mecanización , a pesar de ello en regiones donde las heladas son de temerse, es siempre
preferible ubicar las plantaciones con mayor pendiente en laderas donde el aire frio no
tienda a acumularse o a encontrar un paso natural en su movimiento. En terrenos en que
la topografía sea demasiado accidentado debido a muy fuertes pendientes, del orden del
5 al 10 %, será necesario realizar la plantación en curvas de nivel o con otros procedimientos
mas eficientes en corregir el peligro de la erosión como son los tipos de terrazas.
III FACTORES BIOTICOS
Forman parte del medio ecológico en el aspecto biótico de los vegetales, animales, ya sean
microscópicos o macroscópicos que al existir en su vecindad tengan influencia en su
desarrollo y en su vida, aunque a primera vista pudiera parecer imperceptible. Así cualquier
tipo de ser vivo forma parte del medio ecológico de los otros seres que le rodean, estando
todos influenciados entre sí en múltiples interrelaciones.
Hombre, la competencia aguda entre árboles frutales cultivados, es el resultado de una
deficiencia en la planificación del establecimiento de una plantación frutal o en su
manejo, determina que las reducidas distancias entre plantas , exista una lucha de
supervivencia entre ellas ,de la cual es responsable el hombre, que de esta manera llega
también a constituir parte del medio ecológico de los árboles frutales.
Efectivamente el hombre es parte fundamental de los factores bióticos, ya que las
actividades que él realice, sus intervenciones afortunadas o desastrosas, sus labores bien
o mal hechas, su atención o descuido repercuten en la vida de los árboles frutales,
haciéndolos a +estos longevos y productivos o determinando su raquitismo o corta vida.
No resulta nunca igual en idénticas condiciones de suelo, clima y con los mismos tipos de
vegetales, el cultivo llevado a efecto por un individuo, que el realizado por otro. Hay siempre
una resultante desigual que debe atribuirse forzosamente al hombre. Éste, con su multitud
de variables de todo tipo inherentes a él, puede determinar un específico resultado sobre
un cultivo en particular. Esas variables son de órdenes muy diversas, que van desde la
capacidad, aptitud de trabajo, hasta la posesión de recursos económicos, pasando por el
criterio y la cantidad de conocimientos que en fruticultura puedan tener. El hombre, es
parte del medio ecológico, si sabe, puede y quiere, su intervención en la vida de los árboles
frutales llega a ser muy afortunada, mientras que será negativa si su desidia y su ignorancia,
determinaran la imposibilidad de acción, de un buen manejo en la producción de frutas.
Vegetación expontánea, la influencia que sobre un cultivo frutal ejercen las hierbas
adventicias que desarrollan en el mismo terreno o en cercana vecindad es muy grande,
siendo la misma de varios tipos como competencia nutritiva y agua. Debe considerarse la
competencia que entre los diferentes tipos de vegetación se establece por agua y
nutrientes. Aun cuando se llegue a pensar que la profundidad de los sistemas radicales de
las hierbas, no coincide con la de los árboles frutales, debe tenerse en cuenta que gran
porcentaje de éstas son bastantes superficiales y que está constituido precisamente por las
de gran acción absorbentes. Las malas hierbas compiten fuertemente con los árboles
frutales en el aprovisionamiento de agua y nutrientes orgánicos, dándose además la
circunstancia de que en esa competencia llevan ellas las de ganar al ser más rápidas en el
voraz aprovechamiento de tales sustancias. En regiones donde el agua es escasa la
existencia de hierbas al pie del árbol frutal, puede resultar en la obtención de rendimientos
sumamente bajos en frutas de reducido tamaño, al agudizar la presencia de las hierbas
las condiciones de sequía, que no serían tan graves sin ellas. Esto tiene gran importancia y
es muy notorio en plantas en sus primeras etapas de crecimiento, donde es frecuentemente
observar gran cantidad de malas hierbas desarrollando junto a los pequeños arbolitos,
aprovechando el agua, fertilizantes y obteniendo tal crecimiento, que incluso impiden una
buena iluminación para ellos, lo que se convierte en otro motivo de acción negativa.
Animales superiores, con frecuencia la rata de campo, pájaros, ardillas, vacas, cabras,
topos, tapití y otros animales superiores, causan grandes destrozos en las plantaciones
frutales. Los animales subterráneos como los topos, tapití, muestran una marcada
preferencia en alimentarse de las raíces de éstos árboles frutales recién plantados, cortando
su sistema radical , quedando solamente el eje principal de la raíz suelto, sin ninguna
posibilidad de seguir viviendo. En países donde se presenta este problema, los
fruticultores, toman diferentes medidas para su control revisando minuciosamente los
túneles o galerías que puedan existir en la zona de plantación, para de esta manera evitar
los graves daños que ocasiona este animal.
Organismos del suelo, el suelo no es un elemento neutro, permanente e inactivo, sino que
es muy cambiante y se transforma continuamente. Gran parte de las transformaciones son
derivadas de la gran cantidad de vida que encierra tanto animal como vegetal, macro o
microscópica. Los vegetales que en el suelo existen al igual que los animales, pueden
representar formas parásitas dañinas a los árboles frutales o inocuas y de gran provecho en
la transformación de la materia orgánica y en los procesos de nitrificación, así como en la
aireación del mismo. En condiciones normales la vida de éstos organismos es de gran
beneficio, siendo la actividad biótica, muy importante para la determinación de las
buenas características del suelo.
Las actividades de los organismos benéficos del suelo son los siguientes :
- Descomposición inicial de la materia orgánica
- Descomposición de la materia orgánica hasta formar humus
- Descomposición parcial del humus
- Aireación del suelo
- Fijación de nitrógeno atmosférico
- Enriquecimiento del suelo en materia orgánica
- Transformación del nitrógeno amoniacal en nitritos
- Transformación de los nitritos en nitratos
- Control biológico sobre formas parásitas
- Mejora el drenaje
Organismos vegetales, son los que tienen mayor importancia, los que actúan de manera
más rápida en los procesos de descomposición de la materia orgánica y realizan funciones
más decisivas. Las bacterias, son plantas unicelulares de muy reducidas dimensiones que
suelen multiplicarse por simple división y cuando el medio es favorable puede aumentar
con notable rapidez su población . su presencia es muy frecuente en grandes cantidades,
existiendo una gran variabilidad de tipos que desarrollan funciones específicas, siendo hasta
ahora los organismos del suelo que han sido sometidos a mayores estudios. Los hongos, en
suelos de reacción ácida, existe un predominio muy claro sobre las bacterias, siendo éstos
los responsables de la descomposición de la materia orgánica, debido a que son organismos
totalmente heterótrofos, incapaces de la síntesis de materia orgánica por ningún
procedimiento, requieren para vivir de la existencia de materia de este tipo ya formada, por
lo que son saprófitos o parásitos. Aun cuando su número por unidad de suelo es inferior al
de las bacterias, pueden en conjunto representar un peso mayor que ellas, debido a que los
individuos son de mayor tamaño, no siendo unicelulares, sino pluricelulares y muchos de
ellos, la mayoría macroscópicos filamentosos. Los actinomicetos, pueden desarrollar su
vida en condiciones de mayor sequía que los hongos y bacterias, juegan un papel muy
importante en el suelo, ya que son capaces de actuar en la descomposición del humus,
que no puede ser realizada por otros organismos. Por ello se consideran como elementos
fertilizantes complementarios del proceso total de descomposición y de abastecimiento de
nitrógeno. Son vegetales unicelulares filamentosos que se reproducen por medio de
esporas, que prosperan bien en suelos neutros ( ph de 6 a 8 ), con gran contenido de
materia orgánica, sin exceso de humedad, en los cuales pueden llegar a representar en una
capa de 30 cm sobre el suelo, un peso total de 1000 kg/ha. Se considera que su principal
cualidad es el ataque que pueden hacer del humus, lograr la transformación de la lignina,
producto orgánico prácticamente intransformable por medios biológicos. Las algas, son
vegetales generalmente microscópicas, autótrofas que poseen clorofila y pueden realizar
la fotosíntesis, por lo que deben vivir en el suelo en la parte más superficial, de modo que
puedan aprovechar la luz solar. algunos tipos de algas pueden vivir a mayores
profundidades del suelo, comportándose entonces como saprofitas al no disponer de luz y
tener que derivar su energía de materia orgánica ya formada en descomposición. Suelen
ser vegetales unicelulares, cuya actividad en el suelo se concreta en ayudar, en la
descomposición de la materia orgánica, a determinar acciones de transformaciones
químicas sobre algunas rocas, coopera en la fijación de nitrógeno atmosférico, solas o a
través de simbiosis con las bacterias del tipo Azotobacter.
Organismos animales, su importancia como agentes transformadores en el suelo es menor,
teniendo algunos de ellos gran significación, como agentes parásitos de las plantas
superiores. Los protozoarios, son animales muy rudimentarios que se encuentran en los
límites del reino animal y vegetal. Son sumamente simples unicelulares y microscópicos,
perteneciendo a tres clases: ciliados, flagelados y amibas. Se encuentran en el suelo en
cantidades abundantes, en una capa de 30 cm, pueden llegar a pesar de 300 a 400 kg/ha,
sin que se conozca su influencia en la descomposición de la materia orgánica, aunque si se
sabe que viven de ella. Nematodos, son animales microscópicos, generalmente parásitos de
las plantas cultivadas, a cuyas raíces penetran mediante perforaciones que realizan,
sirviendo estas heridas como foco de infecciones de otros parásitos hongos y bacterias.
Hoy en día se reconoce la gran importancia que tienen en la propagación de enfermedades
radicales, en las plantas frutales y sobre la determinación de bajos rendimientos. Algunos
géneros de nematodos no son parásitos y viven de materia orgánica en descomposición o
de otros organismos microscópicos. Los anélidos , es la lombriz de tierra en sus distintas
especies, desempeña en el suelo funciones altamente benéficas, al realizar gran cantidad
de excavaciones y galerías que permiten una mejor aireación, así como aumentar la riqueza
en humus, ya que se alimenta de partes vegetales frescas, que va transformando con gran
rapidez debido a su activo aparato digestivo. Las lombrices de tierra son más abundantes
en suelos de textura delgada, húmedos con gran cantidad de materia orgánica y de calcio,
que representan un peso vivo de 400 a 1200 kg/ha, en una capa de 30 cm de profundidad.
Insectos – hongos – bacterias, estos tipos de vida animal y vegetal ejercen una influencia
tal en el desarrollo y producción de los árboles frutales, cuando se presentan en sus formas
parasitarias, que su estudio constituye toda una ciencia, conocida como “ Parasitología
Agrícola”, dividida en muchas ramas, según el aspecto de atención. Los parásitos ya sean
animales o vegetales atacan a los arboles frutales, a sus órganos aéreos o en los
subterráneos, habiendo necesidad de combatir, prevenir y controlar en ambos sistemas.