Ramón Del Valle Inclán. Sonata de Otoño
Ramón Del Valle Inclán. Sonata de Otoño
Ramón Del Valle Inclán. Sonata de Otoño
ejé abierta la ventana, y andando sin ruido, Un rizo de mi prima Isabel me rozaba los labios,
34 •• Literatura VI
talmente hasta que se rompieron los queridos
y olorosos cabellos . .
Llegué hasta su alcoba que estaba abierta. Allí
la oscuridad era misteriosa, perfumada y tibia,
como si guardase el secreto galante de nuestras ci-
tas. ¡Qué trágico secreto debía guardar entonces! Cau-
teloso y prudente dejé el cuerpo de Concha tendido en
su lecho y me alejé sin ruido. En la puerta quedé irre-
...•ormido en ellos tantas veces. Salí con aquella fúne- soluto y suspirante. Dudaba si volver atrás para poner
sre carga. En la puerta, una mano, que colgaba inerte, en aquellos labios helados el beso postrero: resistí la
se abrasó en las luces, y derribó el candelabro. Caídas tentación. Fue como el escrúpulo de un místico. Temí
e el suelo las bujías siguieron alumbrando con llama que hubiese algo de sacrílego en aquella melancolía
agonizante y triste. Un instante permanecí inmóvil, que entonces me embargaba. La tibia fragancia de su
on el oído atento. Solo se oía el ulular (10) del agua en alcoba encendía en mí, como una tortura, la voluptuo-
!.a fuente del laberinto. ( ... ) sa memoria de los sentidos. Ansié gustar las dulzuras
¡Tuve miedo de aquella mirada muerta! Volví atrás. de un ensueño casto y no pude. ( . . )
Para llegar hasta la alcoba de Concha era forzoso Todavía hoy el recuerdo de la muerte es para mí de
dar vuelta a todo el Palacio si no quería pasar por la una tristeza depravada y sutil: me araña el corazón
antesala. No vacilé. Uno tras otro recorrí grandes sa- como un gato tísico (11) de ojos lucientes. El corazón
lones y corredores tenebrosos. A veces, el claro de la sangra y se retuerce, y dentro de mí ríe el Diablo que
una llegaba hasta el fondo desierto de las estancias. sabe convertir todos los dolores en placer. ( ...)
( ...) Al pasar por delante de los espejos cerraba los ojos
para no verme. Un sudor frío empañaba mi frente. A Valle·lnclán. Ramón. Sonata de otoño. Madrid. Espasa-Calpe. 1966.
Capítulo 2 •• 35
Ramón del Valle-Inclán y
DESDE c:v ~ la Generación del 98
EL MUSEO e._ ----__ •
l escritor español Ramón del Valle-lnclán nació en Galicia a fines del si-
Francisco de Gaya
y el esperpento E glo XIX. SU obra se inserta en el campo intelectual de la Generación del
98 junto a otras grandes figuras de la literatura española como Antonio
Machado. Miguel de Unamuno y Azorín, escritores nacidos entre 1864 y 1875.
Valle-Inclán en Luces de Bohe- Los rasgos distintivos de este grupo de intelectuales fueron:
mia afirma que «el esperpentis- • una experiencia de la crisis: en 1898, España debió firmar el Tratado de Pa-
mo lo ha inventado Gaya. Los rís. ya que Cuba conseguía su independencia y Filipinas y Puerto Rico quedaban
héroes clásicos han ido a pa- bajo el con rol de los Estados Unidos. Así. perdía sus últimas colonias.
searse en el callejón del Gato». • una visión crítica: los conflictos políticos y sociales de España los condu-
Francisco de Gaya fue un pintor jeron a una In erpretación de la crisis nacional como un problema filosófico.
y grabador de principios del si- • la búsqueda de nuevas estéticas: algunos reaccionaron contra el rea-
glo XIX. SU obra abarca pinturas, lismo y se orientaron hacia el modernismo y su exaltación de lo sensorial.
murales, grabados y dibujos. Otros. hacia la recuperación del castellano. su tradición expresiva y su so-
Es considerado precursor de briedad. y la crítica social.
las vanguardias del siglo xx. En Si bien la debilitada monarquía española permaneció neutral ante el con-
su serie «Pinturas negras» es flicto bélico de las potencias europeas en la Gran Guerra de 1914-1919. la
posible ver la representación de trágica experiencia de la destrucción y los millones de muertos también
una realidad distorsionada por afectaron a los artistas españoles.
las guerras de la época. Estas Ramón del Valle-lnclán aportó. en 1920, su teoría estética del esperpento.
pinturas representan seres de- En la obra teatral Luces de Bohemia (1920). el protagonista afirmaba: «Los
formes, enormes y grotescos. héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento. El
sentido trágico de la vida española solo puede darse con una estética siste-
máticamente deformada». Para expresar una realidad tan brutal, el realismo
literario tradicional no alcanzaba y era necesario el uso de lo absurdo y de
la deshumanización de los personajes para expresar el horror de la guerra.
36 •• Literatura VI
Sonata de otoño: música de seducción
y de muerte
Ramón del Valle-Inclán publicó las Sonatas entre 1902 y 1905. Estas na-
rraciones, supuestas memorias del marqués de Bradomín, cuentan cuatro
aventuras amorosas del personaje.
En el presente de la narración, el noble seductor es ya un anciano que
recuerda y reflexiona acerca de lo vivido. Cada sonata corresponde a una
estación del año y a una etapa de la vida del personaje. 1. Rastreen en Sonata de otoño
En Sonata de otoño, el protagonista recibe una carta de su prima Concha, fragmentos en donde se pue-
quien está muriendo y desea verlo. El marqués acude y viven unos días inten- da leer una crítica a la hipo-
sos de amor prohibido. Como puede verse en el reencuentro inicial: cresía de los aristócratas.
«[Dice Concha]-Abre esa caja larga. Escógeme unas medias de seda. ( ... )
[Cuenta el marqués] Para ponérselas me arrodillé sobre la piel de tigre que 2. Comparen el uso de la
había delante de su cama ( ... ). Sus pies quisieron huir de mis manos. iPo- máscara que hacen Don Juan
bres pies que no pude menos que besar! Concha se estremecía y exclamaba y el marqués de Bradomín.
como encantada.
-iEres siempre el mismo! iSiemprel». 3. Según lo leído, respondan.
El personaje de Concha, la aristócrata católica, no puede dejar de pensar a. ¿En qué parte de Sonata de
que está engañando a su marido y arriesgando su alma a caer en el infierno. otoño se manifiesta lo grotesco
Bradomín, descreído y cínico, acepta y disfruta de ser la última alegría de la del esperpento?
moribunda, con la misma actitud con que acepta y disfruta el no buscado en- b. ¿Podría leerse la teoría del
cuentro sexual con Isabel, la prima de Concha, cuando esta acaba de morir. esperpento en El burlador de
La obra se presenta como una fuerte crítica a la hipocresía en la que vi- Sevilla . . ?
vía la nobleza española, sus rasgos decadentes y sus conductas perversas, c. ¿Hay alguna deformación
como los amores entre los primos. Al mismo tiempo, la visión de la muerte y de la realidad en la obra de
la encarnación del satanismo que ve Concha en el marqués ilustran el peso Tirso? ¿Por qué?
de las creencias religiosas.
Algunos críticos han podido leer en Sonatas la raíz del esperpento en las
escenas macabras y morbosas. Por ejemplo, la reacción del marqués de
Bradomín tras la muerte de su amada: la relación con Isabel y el largo camino
que recorre con el cuerpo de la muerta en sus brazos y el deseo de poseerla
una vez sin vida.
Capítulo 2 •• 37