Jesus Historico y Jesus de La Fe

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INSTITUTO PRIVADO DIOCESANO “DR ALEXIS CARREL”

SEMINARIO: TEOLOGÍA II

CARRERA: TÉCNICO SUPERIOR EN GESTIÓN Y ADMINISTRACIÓN DE


LAS ORGANIZACIONES

CURSO: 2º AÑO

PROFESOR: SEBASTIÁN GARCÍA

ALUMNO: ALEJANDRA BLANKE

TEMAS: JESÚS HISTÓRICO (CUESTIÓN DE LAS FUENTES-ALGUNOS


REFERENTES HISTÓRICOS MUY FIRMES)-EVANGELIOS-CRISTO DE
LA FE- LUGAR QUE OCUPA JESÚS EN MI VIDA.

JESÚS HISTÓRICO (Cuestión de las


fuentes)

Diferentes FUENTES que nos permiten conocer la historia de


Jesús; fuentes paganas, judías, cristianas.

FUENTES PAGANAS: la recolección de textos es escasa .Solo nos


permite saber dos cosas ,que Jesús el que era conocido como Cristo
había sido ejecutado en Judea bajo Poncio Pilatos, y que en él tuvo
su origen la «secta» de los cristianos, que le daban culto. Ambos
puntos están recogidos en el credo cristiano. Sitúa claramente en la
historia su crucifixión. El nexo entre la historia particular de Jesús y
la historia del Imperio Romano existe.

LAS FUENTES JUDÍAS: Del lado judío tenemos el testimonio de


Flavio Josefo, historiador de su pueblo durante el siglo I, que hace
tres alusiones a la historia de Jesús. La primera se refiere al mismo
Jesús, pero hace unas afirmaciones tan positivas a propósito de él
en particular su reconocimiento como Cristo y su resurrección, que
suele considerarse que se trata de un añadido cristiano. No se
entiende cómo un autor sinceramente judío puede reconocer a
Jesús como el Cristo. Pero es verosímil que este añadido
desarrollará en un sentido cristiano una mención de Jesús ya
existente en Josefo .Una segunda alusión, se refiere a Juan Bautista,
y una tercera menciona el martirio de Santiago, el hermano “de
Jesús llamado Cristo. La recolección de textos judíos antiguos
referentes a Jesús es por tanto igualmente escasa.
LAS FUENTES CRISTIANAS: Hay que distinguir dentro de las fuentes
cristianas el Nuevo Testamento de los otros escritos. El Nuevo
Testamento está constituido por el conjunto de los cuatro
evangelios, los Hechos de los Apóstoles, las cartas paulinas, algunas
cartas atribuidas a otros apóstoles (Santiago, Pedro, Juan y Judas) y,
finalmente, el Apocalipsis. Entre las cartas paulinas algunas son
auténticamente de Pablo y otras parecen haber sido escritas por
discípulos suyos en su nombre. El Nuevo Testamento es canónico,
es decir, es reconocido oficialmente por las Iglesias cristianas como
autorizado, como norma de la fe. Su redacción se inscribe en la
segunda mitad del siglo I, entre el 50 y el 95 para las cartas de Pablo
y los Evangelios. Y se extiende hasta el primer cuarto del siglo II para
algunas cartas más tardías. El Nuevo Testamento es evidentemente
la fuente más importante para nosotros en relación con Jesús.

 LA APORTACIÓN DE LA ARQUEOLOGÍA
Las excavaciones de la tumba de Jesús en Jerusalén permiten
reconstruir la evolución de este lugar desde la época de los reyes de
Judá (siglo VII a C) hasta la ocupación romana. Las de Cafarnaún han
sacado a la luz la casa de Pedro, transformada en lugar de culto
desde finales del siglo I y cuya configuración casa bien con la
descripción de la curación del paralítico descolgado desde el techo.
Y en Nazaret las excavaciones han descubierto, no sólo una basílica
bizantina del siglo IV sino también un lugar de culto judeocristiano
del siglo II. En estos tres casos no se puede negar que estamos en
presencia de huellas de la existencia de Jesús.
ALGUNOS REFERENTES HISTÓRICOS MUY FIRMES

El primer dato firme es evidentemente que Jesús existió. Se puede


considerar que la existencia de Jesús es una conclusión de simple sentido
común.
Como lugar de nacimiento de Jesús, los relatos de Mateo y Lucas señalan
Belén .Algunos historiadores, han cuestionado este dato. A Jesús se le
llama el Nazareno y se le considera procedente de esta aldea. Pero nada
hay decisivo a este respecto Jesús vivió y creció en Galilea, en Nazaret, un
pueblecito más bien despreciado. Entre el comienzo del ministerio público
y la pasión de Jesús, no se puede reconstruir la secuencia cronológica de
sus desplazamientos y de los principales acontecimientos. Jesús lleva una
vida itinerante, cuyos motivos se cuestionan los historiadores. Se hace
bautizar por Juan Bautista. El vínculo entre ambos hombres es
históricamente cierto. Jesús perteneció al grupo bautista de Juan, pero
realizó un giro con respecto a la espiritualidad desértica de este grupo.
De lo que se puede afirmar de Jesús históricamente, no puede
mencionarse la resurrección. Escapa a la constatación histórica y sólo está
anclada en la historia de manera indirecta, a través del testimonio de los
discípulos. Más allá de estos referentes: la personalidad de Jesús, la
investigación histórica no se detiene en los datos cronológicos, geográficos
y externos a la existencia de Jesús. Podemos remontarnos con certeza a
las grandes afirmaciones de su mensaje.
Según el consenso actual de numerosos historiadores y exégetas, Jesús
habría muerto bajo el prefecto Poncio Pilatos el año 30, más exactamente
el 7 de abril del año 30. Esta conclusión, que sigue la tradición del
Evangelio de Juan, se deduce del contraste de numerosos textos y de lo
que se sabe de la celebración de la pascua judía.
Los mismos redactores evangélicos no dejan de subrayar los
acontecimientos desfavorables a Jesús, aquellos en los que se encuentra
con dificultades, es acusado, humillado, en particular los tormentos de la
pasión y el horrible suplicio al que es sometido Porque la muerte en la
cruz no era solo una ejecución, era la forma de ejecución mas infamante,
prevista para los esclavos y los extranjeros, y que en principio estaba
excluida para los ciudadanos romanos.
LOS EVANGELIOS
SIGNIFICADO DE LA PALABRA “EVANGELIO”

La palabra “evangelio” es de origen de griego y significa “buena noticia”,


“noticia que causa felicidad”. Las buenas noticias pueden ser de muchas
clases: recibir un premio, la llegada de alguien a quien se quiere, la
curación de una persona cercana, el fin de una guerra, etc. Para los
primeros cristianos la buena noticia es Jesucristo, que viene al mundo para
llevar a cabo la salvación definitiva.

LOS EVANGELIOS fueron escritos entre el año 65 y 100 D.C y sus autores


fueron 4 apóstoles que narraron la historia de Jesús.

LA INTENCIÓN DE LOS EVANGELISTAS Los evangelios no son ni libros de


historia, ni una biografía de la vida de Jesús, ni la narración de un cronista
que fue siguiendo paso a paso a Jesús y apuntaba todo lo que Él hacía y
decía. La intención de los evangelistas al escribir los evangelios fue: - Dar a
conocer lo más significativo de la vida y del mensaje de Jesús. - Dar
testimonio de su fe en Jesús como Mesías, como Hijo de Dios. ‒ Invitar a
otros muchos a que creyeran en Jesús: en quién era, en lo que dijo e hizo.
Por tanto, las narraciones que hacen los evangelios de la vida de Jesús no
pretender ser reportajes fotográficos sino confesiones de fe.

CÓMO SE FORMARON DE LOS EVANGELIOS

1) En primer lugar, los discípulos compartieron la vida con Jesús;


convivieron con Él, escucharon lo que decía y vieron lo que hacía.

2) Después de la muerte y resurrección de Jesús y la venida del Espíritu


Santo en Pentecostés, los discípulos comprenden que Jesús es el Mesías
(Enviado), el Hijo de Dios. Esta creencia la transmiten de forma oral a las
pequeñas comunidades de cristianos que surgen dentro y fuera de
Palestina.

3) Estas comunidades cristianas siempre recuerdan lo que Jesús dijo e hizo


para decidir cómo tienen que actuar en cada momento. Poco a poco estos
recuerdos se empiezan a poner por escrito. Comienzan a escribir listados
de frases de Jesús, de cosas que hizo. Estos listados se llaman
“colecciones”.

Finalmente, cuatro cristianos (los evangelistas) recogen las tradiciones


orales y los textos ya escritos y, en un lento trabajo de composición,
redactan los cuatro evangelios. Al hacerlo, tienen en cuenta las
necesidades y los problemas específicos de las comunidades para las que
escriben.

EVANGELIOS SINÓPTICOS. De los cuatro evangelios, tres son muy


parecidos tanto en el contenido como en su estructura. Son los evangelios
de Mateo, Marcos y Lucas. A estos evangelios se les llama “sinópticos”
porque aportan una visión muy parecida sobre la vida de Jesús. Estas
semejanzas se deben a que los tres evangelistas utilizaron el mismo
material base para su redacción (las mismas colecciones de dichos y
hechos de Jesús).

EVANGELIOS CANÓNICOS Se llama canónicos a los evangelios


reconocidos por la Iglesia como inspirados por Dios. Son cuatro: los tres
sinópticos (Mateo, Marcos, Lucas) y el evangelio de Juan.

EVANGELIOS APÓCRIFOS Además de los evangelios canónicos hay otros


llamados “apócrifos”. Imitan, en parte, a los canónicos, pero no están
admitidos por la Iglesia como inspirados por Dios. Hablan especialmente
de la infancia y pasión de Jesús. Aunque tengan muchos datos correctos,
son una mezcla de buena voluntad y fantasía. Por ejemplo, escriben
leyendas de la infancia de Jesús para llenar las lagunas dejadas por los
evangelios canónicos. Algunos de los evangelios apócrifos son: “Evangelio
de los nazarenos”, “Evangelio de Tomás”, “Evangelio de José, el
carpintero”.

¿Qué sabemos sobre los autores de Los cuatro evangelios?

Según la tradición, de los autores de los cuatro evangelios sabemos que:


Mateo: fue uno de los apóstoles. Era un publicano, esto es, un cobrador
de impuestos. Jesús lo llamó mientras estaba en la mesa de los impuestos.
Lucas: discípulo de san Pablo, lo siguió en algunos de sus viajes. Es
considerado también como autor de los Hechos de los Apóstoles. Era
médico, probablemente de Antioquía.
Marcos: es frecuentemente identificado con “el joven envuelto en una
sábana” que trató de seguir a Jesús después de que éste fue arrestado.
Sucesivamente fue discípulo de san Pedro; siguió también a san Pablo en
uno de sus viajes misioneros.
Juan: fue uno de los apóstoles más cercanos a Jesús. En su Evangelio,
frecuentemente se refiere a sí mismo como “el discípulo que Jesús
amaba”. Es considerado también autor de tres Cartas Apostólicas y del
Apocalipsis.

¿Cómo se formaron los evangelios?


En la formación de los evangelios se pueden distinguir tres etapas:
La vida y enseñanzas de Jesús: Jesús no dejó nada escrito. Al predicar y
enseñar, eligió y formó discípulos, especialmente los Doce Apóstoles, que
escucharon su palabra por tres años y medio. Bajo este aspecto se puede
destacar que la exigencia de predicar y enseñar de memoria era la
costumbre propia de aquel tiempo, debido al hecho de que la escritura no
era muy difundida.

Los Evangelios ¿son de origen apostólico?

La Iglesia afirma como dato de fe que los Evangelios derivan de los


Apóstoles: “La Iglesia siempre ha defendido y defiende que los cuatro
Evangelios tienen origen apostólico. Pues lo que los Apóstoles predicaron
por mandato de Cristo, luego, bajo la inspiración del Espíritu Santo, ellos y
los varones apostólicos nos lo transmitieron por escrito, fundamento de la
fe, es decir, el Evangelio en cuatro redacciones, según Mateo, Marcos,
Lucas y Juan.

 ¿En qué sentido los Evangelios son históricos?

- Los Evangelios son históricos, en cuanto se refieren fielmente a las obras


y palabras de Jesús, a la luz de su Muerte y Resurrección y bajo la
dirección del Espíritu Santo de Dios.. “La Iglesia Antigua firme y
constantemente ha creído y cree que los cuatro referidos Evangelios, cuya
historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús Hijo de
Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la
salvación de ellos, hasta el día que fue levantado al cielo.

¿Cuáles son los criterios de autenticidad de los Evangelios?

- El criterio fundamental: el reconocimiento de la Iglesia divinamente


asistida por el Espíritu Santo. Este reconocimiento ha sido dado ya por la
primitiva Comunidad eclesial en el siglo I d.C. y ha sido siempre
reconfirmado por la Iglesia en los siglos sucesivos hasta nuestros días.

- Los criterios objetivos:

·   El origen apostólico;

·   La fidelidad absoluta SOBRE cuanto dijo e hizo Jesús;

·   El testimonio de aquellos que fueron testigos oculares.

¿En qué sentido los Evangelios son libros inspirados?

“Las verdades reveladas por Dios, que se contienen y manifiestan en la


Sagrada Escritura, se consignaron por inspiración del Espíritu Santo. la
santa Madre Iglesia, según la fe apostólica, tiene por santos y canónicos
los libros enteros del Antiguo y Nuevo Testamento con todas sus partes,
porque, escritos bajo la inspiración del Espíritu Santo, tienen a Dios como
autor y como tales se le han entregado a la misma Iglesia. Pero en la
redacción de los libros sagrados, Dios eligió a hombres, que utilizó usando
de sus propias facultades y medios, de forma que obrando El en ellos y por
ellos, escribieron, como verdaderos autores, todo y sólo lo que Él quería.

 ¿Por qué los Evangelios enseñan la verdad?

Porque Dios mismo es su autor. Por ello enseñan sin error las verdades
que son necesarias para nuestra salvación. “Pues, como todo lo que los
autores inspirados o hagiógrafos afirman, debe tenerse como afirmado
por el Espíritu Santo, hay que confesar que los libros de la Escritura
enseñan firmemente, con fidelidad y sin error, la verdad que Dios quiso
consignar en las sagradas letras para nuestra salvación. Así, pues, “toda la
Escritura es divinamente inspirada y útil para enseñar, para argüir, para
corregir, para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea
perfecto y equipado para toda obra buena” (2 Tim., 3,16-17).” 

- El Evangelio según Mateo: destinado a un público de origen judío.


Abundan las citas del Antiguo Testamento. Según la tradición cristiana, el
autor fue uno de los doce Apóstoles que en algunos pasajes es llamado
Mateo (el cobrador de impuestos) y en otros Leví. El Evangelio es rico en
parábolas y contiene 5 grandes discursos de Jesús, entre los cuales el
célebre sermón de la montaña (5,1-7,29). Es considerado como el texto
más rico en valores morales y por siglos ha inspirado pueblos de toda
cultura y religión.

- El Evangelio según Lucas: es una sola obra junto con los Hechos de los
Apóstoles. Escritos por el mismo autor, presente el mismo estilo y el
mismo destinatario, un cierto Teófilo, del cual no se tienen más noticias (el
nombre griego significa Amigo de Dios). Según la tradición, el autor es
Lucas, compañero de san Pablo en algunos de sus viajes. El corazón de la
obra es la actividad de Jesús en Jerusalén, la predicación del inicio de una
nueva era, la redención de los hombres y el amor por los pobres

- El Evangelio según Juan: es muy distinto a los otros, aun estilísticamente.


Contiene menos parábolas, menos milagros, no contiene indicaciones
sobre la institución de la eucaristía, al Padre Nuestro y a las
bienaventuranzas. Aparecen, sin embargo, nuevas expresiones para
hablar de Jesús (por ejemplo, Verbo de Dios). Según la tradición el autor
es el Apóstol Juan, el predilecto de Jesús, también autor del Apocalipsis.
Un grande escritor cristiano del siglo II, Orígenes, definió el cuarto
Evangelio con las siguientes palabras: “la flor de toda la Escritura es el
Evangelio y la flor del Evangelio es el que nos ha transmitido Juan, cuyo
sentido profundo y ordenado nadie podrá captar jamás.”

 Finalidad de los Evangelios:

·  Es importante entender y transmitir que estos libros sagrados de Las


Escrituras No buscan ofrecernos una biografía de Jesús como finalidad
única. Los autores sagrados, como la tradición anterior a los mismos, no
tienen el interés de conocer al detalle la descripción de los
acontecimientos de la vida de Jesús

·   Tampoco estos fueron escritos para ofrecer una  respuesta a los
problemas de historia o de ciencia: Todo lo relacionado a la verdad que
Jesús comunica es para ponernos en conocimiento que es Hijo de Dios,
de un reino que no es de este mundo y que vino a dar salvación a la
humanidad. Los Evangelios refieren hechos y dichos de Jesús
considerados importantes por su significado salvífico.
·   La intención más bien, es  de expresar y suscitar la fe en el Señor Jesús.
Siendo transmitida por los creyentes para suscitar y nutrir la fe, la
tradición evangélica pone la atención al significado que tienen tales
eventos para la fe. Por tanto, la verdad de una narración no está en el
informe exacto de un hecho, sino en el aferrar el sentido, el valor, la
lección contenida en el hecho mismo.

CRISTO DE LA FE
La fe en Cristo es la fe en un ser histórico, no en "algo" imperecedero, sino
en "alguien" que ha debido actuar y decidir humanamente.
La resurrección constituye el triunfo de la fe de Jesús. Dios, en ella,
rehabilita la justicia de su causa, honra su inocencia y evidencia la maldad
de los que lo condenaron a muerte. Jesús creyó en Dios. Dios no lo
defraudó. Jesús no pudo salvarse a sí mismo. Como un hombre verdadero
no pudo hacer más por el reino al que dedicó su vida. A lo más pudo morir
por él. Pero su reino prosperará por la acción gratuita de su Padre. No ha
sido el poder de un hombre, menos aún la fuerza bruta, sino el amor de
Dios, la fuerza del Espíritu, que lo resucitó. La fe de Jesús abrió una
historia que un día Dios mismo tendrá que cerrar. Jesús no solucionó el
problema del mal ni en la teoría ni en la práctica. Simplemente padeció los
males de su tiempo y apostó a que Dios se encargaría de ellos. Desde
entonces a Dios toca cumplir la apuesta. El grito de Jesús "Dios mío por
qué me has abandonado", es el grito de fe del representante de los
hombres y mujeres que se encomendaron a Dios y murieron sin que su
oración fuera escuchada. El grito de Jesús devuelve al mundo la
esperanza. Jesús apuesta a que algún día su Padre hará justicia, a que el
mundo tiene razón de ser y puede ser mejor. Porque Jesús rezó
confiadamente a su Padre, ha podido alentar a los que rezan. Él sabe y
enseña que "Dios dará cosas buenas a sus hijos". No serán las obras como
bien entendió San Pablo sino la fe que Cristo resucitado infundió a los
suyos mediante el Espíritu, la que obtendrá la respuesta favorable de Dios.
Es sorprendente que el Hijo, que es uno con el Padre, haya tenido fe en Él.
Sorprendente ha sido también que el Hijo haya creído en los demás. Bien
podemos imaginar que de la fe de Jesús en Dios, depende la recuperación
de la fe de Dios en los hombres. Jesús merece la confianza de Dios y
merece la confianza de los hombres. Jesús es el mediador de la salvación
por la fe. El don gratuito y reconciliador de Dios en Jesús a los hombres, ha
hecho posible la fe de los hombres "en" su Padre y "en" sí mismos, sin
confundir pero tampoco separar una y otra. El Espíritu que suscitó en
Jesús la confianza en el amor de Dios, guía a los cristianos a hacer las
mismas obras gratuitas de Jesús e incluso mayores. Porque las obras no
obtienen la salvación pero, cuando son gratuitas, verifican la fe en el amor
de Dios.
Al resucitar a Jesús, Dios recupera la confianza de los pobres de su pueblo
y, en principio, gana la confianza del resto sufriente de la humanidad. Al
hacerlo, Dios acredita a Jesús como el creyente por excelencia: el hombre
que creyó no fue defraudado. Pues bien, en este hombre creyente, en
Jesús, creyó la Iglesia. De aquí que la fe de la Iglesia "en" Cristo radica en
la fe "de" Jesús. Llevadas las cosas al plano de la interioridad, hemos
inferido que la fe de Jesús no habría sido posible sin la experiencia de ser
amado por su Padre. Y es en tal relación que descubrimos que el amor
auténtico, en vez de apoderarse de los demás, los libera, espera de ellos,
cree en ellos. Jesús ha creído en su Padre porque su Padre ha creído en él.
En el otro extremo de la relación descubrimos que es la fe de Jesús en
Dios la que hace también posible la fe de Dios en Jesús. Jesús merece la
confianza de Dios para sí y para sus hermanos. Jesús, como representante
de los que no tienen razones para creer y de los que sí las tienen, con su
fe, consigue que Dios crea en él y despeja el camino a que Dios crea
nuevamente en la humanidad.

LUGAR QUE OCUPA JESÚS EN MI VIDA


A decir verdad Jesús ocupa un lugar muy importante en mi vida. Desde
siempre. Creo en ÉL sin lugar a dudas. No hay un día en mi vida que no le
pida y agradezca. Creo en sus señales, en su infinito amor, en su
compasión, y en su voluntad.

Siento que es mi gran fuerza, sostén, y que me desborda el corazón, siento


su presencia siempre, en todos los momentos de mi vida.

JESÚS es AMOR y FORTALEZA.

✞ SEÑOR  JESÚS, en este día que comienza dejo en Tus manos, mis
Proyectos y metas. Dame Tu sabiduría, Amor, Paz y Prosperidad. Amén.
✞ SEÑOR que hoy y siempre Tu gloria este sobre nuestra vida.

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