Reflexión Arquitectura de Choque
Reflexión Arquitectura de Choque
Reflexión Arquitectura de Choque
Asi arranca el capitulo primero del libro, esta frase resume en gran parte lo que Fredy Massad viene a
proponer en este texto.
Evidentemente la crítica está pasando por un momento de crisis, valga la redundancia, y el crítico,
hoy en día, se ha convertido, en alguien que, la realidad de lo que está pasando, lo convierte en una
especie de administrador de rutas de los arquitectos, el crítico se ha transformado en un validador de
arquitectos, en un calificador, en un clasificador de arquitectura y no realmente en alguien que está
poniendo en crisis el sistema en el que estamos viviendo.
Massad viene a desestabilizar esta cuestión de espectacularidad en la que se a convertido la critica
de la arquitectura, y cuestionar al arquitecto estrella, y los sistemas de validación como lo son los
premios, en este caso el Pritsker.
Comenzó la era de la posverdad, dice, haciendo una comparativa con el discurso y la fachada del
engaño. Es el tiempo de una verborragia demagógica, donde en vez de poner en crisis ciertas
cuestiones de la arquitectura actual, disfrazan sus discursos de palabras persuasivas, cinicas y
voraces que no son mas que actores del capitalismo disfrazados de populismo.
Aparece de nuevo al igual que en Jameson, esta sensación de superficialidad, la cultura de la imagen
y de la forma.
Venimos equipados desde niños con una mirada cargada de perceptivas y canones impuestos,
prejuicios, sociales e intelectuales, Massad habla de una “inauguracion constante de la mirada” esta
que ademas la van normalizando con este concepto de sentido comun.
Es interesante el planteo que hace sobre la critica, poniendo sobre el tapete que el problema es que
la crítica necesita del conocimiento y de un posicionamiento muy fuerte, crítica de choque intenta
hacer una reivindicación de la crítica pura, dura y con un cierto sentido de confrontación, no de
confrontación para poner frente a un adversario, sino con el sentido de confrontación. El habla claro,
sin pelos en la lengua, y viene a poner los problemas sobre la mesa, me parece que es fundamental
que la crítica aborde esta posición de pensar la arquitectura y no de solamente publicitarla, como
cuando leíamos en Colomina esa publicidad de casas que mostraban el modo de vida de la familia
típica americana. El crítico se haya transformado en un elemento más del espectáculo. De la
sociedad del hiperespectaculo, de realidad aumentada y personalizada en solo una forma de
percibir.
El mundo de la arquitectura y sus Arquitectos Estrellas, se hunde en un discurso tardocapitalista, y
son proveedores de productos de consumo masivo. “El consumo no se reprime, se maximiza. No se
genera escasez,sino abundancia, incluso exceso de positividad. Se nos anima a comunicar y a
consumir”.
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Retomando esta cuestion de impostar evoluciones y revoluciones, me da pie para adentrarme
en el tema de los Premios Pritzker, premios que validan esta fachada de populismo con el que se
pintan la cara algunos arquitectos a los que premia, pero que en realidad no son mas que un
claro ejemplo de un sistema capitalista.
Es el caso de Alejandro Aravena, al cual Massad dedica un capitulo, ademas de otros, como BIG
y Zaha que terminan relacionandose con este mismo. Usan métodos de este populismo para
agradar a las clases más de izquierda europeas.
Aravena es sin dudas uno de los casos mas relevantes de como el establishment pone en un
lugar de privilegio. Pero sin dejar pasar por alto que este tipo de arquitectos se preparan para
lanzarse al reconocimiento mundial, sin importar los costos, solo importa pertenecer.
Entonces el arquitecto estrella, pasa a ser Arquitecto marca, con un estudiado estereotipo, ni
muy ostentoso pero tampoco despojado, lo importante es gustar a la mayoría. Y si en este
recorrido por llegar a la cima es necesario hacer arquitectura basura, eso no sera un problema.
Como conclusión, reivindico a los críticos y teóricos como Massad, que viene con una linea
disruptiva a mover el tablero, a alentar una actitud de independencia, de escepticismo y duda
acerca de esos fenómenos y personajes, que están hoy en lo alto de su fama y cuya
obsolescencia dependerá de las sinergias e intereses que el futuro traiga consigo.
Por ultimo creo que Fredy Massad hace una critica a la crítica valga la redundancia, que debe
deconstruirse y reconstruirse usando las herramientas con las que contamos hoy en día y esta
libertad que puede dar la autogestión y la la posibilidad que dan los medios como para construir
un paisaje crítico, mucho más fértil y donde podamos compartir dialogar y discutir las las
experiencias.