Colosenses 1 (1-2)
Colosenses 1 (1-2)
Colosenses 1 (1-2)
COLOSENSES 1:1-2
Introducción
Al comenzar esta carta, observamos que Pablo sigue las convenciones de su tiempo en cuanto a cómo
introducir una correspondencia. El comentario de Hendriksen es muy pertinente: “Aunque Pablo está en
el mundo y hace uso del mundo, con todo no pertenece al mundo. Como cualquier escritor de cartas, hace
uso del modelo literario del mundo, pero en el proceso de tomar dicho modelo, lo transforma,
levantándolo hasta un nivel más alto”1.
Aunque Pablo, en v.1, menciona la autoría de esta carta, debemos distinguir entre la autoría humana y la
autoría divina. Pablo hace referencia explícita a la primera, pero no a la segunda; sin embargo, la segunda
es de mayor importancia.
a. El Autor DIVINO
Dado a que Colosenses forma parte del canon de las Escrituras, 2 Tim 3:16 y 2 Ped 1:21 indican que el
verdadero autor de la carta fue el Espíritu Santo. Si Pablo la escribió, fue porque sintió el impulso del
Espíritu Santo a hacerlo. Es mas, al momento de escribir la carta a los creyentes en Colosas, el Espíritu
Santo guió la mente de Pablo, para que todo lo que él escribiera en esta carta sea la infalible palabra de
Dios. Esta consideración brinda mayor interés a la carta, y nos motiva a estudiarla con mayor
detenimiento.
b. El Autor HUMANO
Aunque dos nombres son mencionados en el primer verso, no debemos pensar que fueron co-autores de
esta carta. La carta viene con el imprimátur de Pablo (Col 4:18); Timoteo es incluido simplemente por
cortesía.
[1] PABLO
Pablo se describe como “apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios”. Aunque Pablo nunca había
visitado esta iglesia, él tiene la autoridad de apóstol frente a ellos. Las palabras que él usa aquí son claves,
porque establecen la autoridad que él tiene para escribirles. Pablo les dice, “Yo les escribo porque Dios
me ha enviado. Yo no soy digno de hacerlo, en mi mismo, porque soy simplemente un pecador. Sin
embargo, la voluntad de Dios es que yo le sirva como portavoz de Su Palabra, y en esa calidad les escribo
ahora”. Pablo enfatiza su autoridad al inicio de la carta, porque posteriormente tendrá que refutar la
herejía que estaba amenazando la Iglesia.
1
Hendriksen, p.55
8
“apóstol”
La palabra en griego (s) se deriva del verbo, . Este es un verbo compuesto:
(‘fuera’ o ‘de’), más (‘enviar’). Por lo tanto, el verbo significa, literalmente, ‘enviar de’ o ‘enviar
fuera’. Barclay afirma que el término s significa, ‘uno que ha sido enviado afuera’.
En el griego clásico, la palabra s se usaba de una expedición naval, o del comandante de tal
expedición. Frecuentemente se utiliza en un contexto marítimo. Comentando sobre el significado de la
palabra ‘apóstol’, Walls afirma: "Deriva de un verbo muy común, , enviar, pero en el gr. no
cristiano, después de Herodoto en el siglo V a.C., se registran pocos casos de su uso con el significado de
'persona enviada', y en general significa 'flota' o quizá ocasionalmente 'almirante'" 2.
Esta palabra sólo se encuentra una vez en la LXX (1 Rey 14:6; hebreo, "saluah"), donde el profeta Ahías
la utiliza de sí mismo como profeta. A la luz de este verso, podemos notar el uso de esta palabra en
Lucas 11:49, donde hay un paralelismo entre "profetas y apóstoles" (comparar también Efe 3:5).
Dentro del judaísmo del primer siglo, había un oficio llamado ‘apóstol’. Esta palabra se utilizaba para
referir a una persona específicamente elegida, llamada, y enviada a enseñar con autoridad (por ejemplo,
Moisés; comparar Heb 3:1). En el tiempo de Pablo, esta palabra se usaba para describir a un
representante oficial del Sanedrín (comparar Hch 9:2).
Harrison comenta,
"Un 'saluah' podía ser el que dirigía la congregación en la sinagoga en el culto y de este
modo representándola, o un representante del Sanedrín enviado en una misión oficial.
El sacerdocio también estaba incluido dentro de este término, y algunas personalidades
del A.T. que actuaron estrictamente como representantes de Dios" 3.
Principalmente, entonces, el Nuevo Testamento usa la palabra ‘apóstol’ en dos sentidos. Lo usa unas
cuantas veces en el sentido amplio de la palabra (2 Cor 8:23; Fil 2:25); en estos casos, la palabra ‘apóstol’
conlleva el sentido genérico de ‘mensajero oficial’, y por ende es traducido "mensajero". Pero, mucho
más frecuentemente (78 veces), la palabra ‘apóstol’ en el N.T. se utiliza en el sentido específico de ‘un
mensajero autorizado por CRISTO para ser testigo de Su evangelio’. Tales ‘apóstoles’ eran concedidos
poderes especiales por parte de Dios, de acuerdo al lugar importante que tenían en el establecimiento de la
Iglesia (2 Cor 12:12). Estos ‘apóstoles’ eran la base de la Iglesia (Efe 2:20), tales como los doce hijos
de Jacob fueron la base para la nación de Israel en el A.T. Por eso, Apo 4:4 habla de "veinticuatro
ancianos" (ellos representaban el pueblo de Israel del A.T. y la Iglesia de Cristo del N.T.); ver también
Apo 21:12-14.
2
A. F. Walls, “Apóstol”, en Nuevo Diccionario Bíblico (ed. J. D. Douglas, et al), Certeza, 1991, p. 95.
3
E. Harrison, “Apóstol”, en Diccionario de Teología (TELL, 1985), p. 57.
9
Pablo frecuentemente usa la palabra s de sí mismo, al comenzar sus cartas (Rom 1:1; etc.).
La pregunta que tenemos que contestar es en qué sentido utiliza Pablo esta palabra en Efe 1:1. Para
poder contestar bien esta pregunta tenemos que analizar el uso que Pablo hace de esta palabra, cuando se
refiere a sí mismo.
En Rom 1:1 Pablo utiliza la palabra en el contexto de hablar de su comisi162n divina de predicar el
evangelio. Aqu1í el énfasis cae sobre la comisión que Pablo tenía como apóstol. En Gál 1:1 Pablo usa
esta palabra, y enfatiza que su apostolado no es humano sino divino; claramente el énfasis de la palabra
aquí cae sobre el hecho de haber sido enviado por Alguien. En Col 1:1, la clara distinción entre Pablo
como "apóstol", y Timoteo como "hermano", implica que Pablo se consideraba "apóstol" en el sentido de
los Doce Apóstoles (1 Cor 15:7-9 parece confirmar esto).
Conclusión
Pablo usa la palabra s de sí mismo no para vanagloriarse, sino para poner en claro su autoridad.
El no estaba escribiendo esta carta simplemente como un amigo de la iglesia, sino como una persona
debidamente llamada y escogida por Cristo [según la voluntad de Dios el Padre], a quien se le había
encomendado la responsabilidad de predicar el evangelio. Antes de ser creyente, él había sido un
"saluah" del Sanedrín; ahora, es Apóstol de Jesucristo.
La palabra s (genitivo) viene del sustantivo, , que significa ‘deseo’ o ‘voluntad’. Este
sustantivo se encuentra 64 veces en el N.T. (el verbo, , unas 200 veces).
La voluntad de Dios es primordial en este mundo (Efe 1:11). El Señor Jesucristo vino para hacer la
voluntad del Padre (Juan 6:38); éste era Su deleite (Juan 4:34). El nos enseñó a orar que se haga la
voluntad de Dios en la tierra (Mat 6:10). Esta es la marca del verdadero creyente: hacer la voluntad de
Dios (Mat 7:21).
Pablo reconoce que su oficio de apóstol fue por la voluntad de Dios (ver 2 Cor 1:1; Col 1:1; 2 Tim 1:1).
En Gál 1:1 Pablo niega que sea apóstol por voluntad humana - ni suya ni la de otros. En Rom 1:1; 1 Cor
1:1 Pablo dice haber sido "llamado" [por Dios] para ser apóstol. En 1 Tim 1:1, Pablo afirma que él es
apóstol por el mandato de Dios. Es cierto que la iglesia en Antioquia envió Pablo a la obra misionera
(Hch 13:1-3), sin embargo, como Appéré comenta, lo hizo en obediencia a la voluntad de Dios, expresada
por el Espíritu Santo. Por eso Hch 13:4 afirma, “Ellos, entonces, enviados por el Espíritu Santo...”.
La preposición "por" () seguido por un sustantivo genitivo (s) significa: ‘por medio de’ o ‘a
través de’.
En Col 1:1 Pablo usa esta forma gramatical para indicar la causa efectiva de su llamado: la voluntad de
Dios (comparar Gál 1:1). Es decir, Pablo llegó a ser apóstol por la agencia de la voluntad de Dios.
Pablo no está diciendo simplemente que él es apóstol porque esa era la voluntad de Dios (aunque
obviamente eso era cierto), sino que está afirmando cómo llegó a ser apóstol: por medio de la voluntad de
Dios. En otras palabras, él está haciendo referencia a cómo la voluntad de Dios se manifestó a lo largo
de su vida, culminando en su llamado a ser apóstol.
10
Pablo frecuentemente menciona esto (1 Cor 1:1; 2 Cor 1:1; etc.). El nunca se olvidó de ese momento
tan impactante, cuando vio la gloria de Cristo, yendo rumbo a Damasco. Ese encuentro personal con
Dios marcó un cambio decisivo en la dirección de su vida. Sin embargo, Pablo sabía muy bien que ese
momento era sólo la culminación de todo el proceso por medio del cual la voluntad de Dios le había ido
formando, desde su nacimiento, para finalmente ser un apóstol de Cristo.
Comentando sobre estas mismas palabras en Efe 1:1, Hendriksen afirma, “El apóstol no obtuvo su alto
oficio por anhelo personal, tampoco por usurpación, ni por nombramiento humano, sino por la
preparación divina, habiendo sido apartado y capacitado por la soberana voluntad de Dios" 4.
[2] TIMOTEO
Habiendo aclarado que la carta viene de él, Pablo incluye Timoteo en la introducción, describiéndole
como, “el hermano Timoteo”. Debemos observar que aunque la RV traduce las palabras en este orden,
en el texto original Pablo escribió al revés; es decir, ss. Por ende, sería mejor traducir,
‘Timoteo, el hermano’ (observando el paralelo con, “Pablo, el apóstol..”), como lo hace Barclay.
Esta descripción señala que Timoteo no es un apóstol (a la medida de Pablo); sin embargo, el término
“hermano” otorga a Timoteo un alto honor, dando a entender que había una relación muy cercana, y de
bastante confianza, entre Pablo y Timoteo. Notemos que según el contexto, Pablo no está usando la
palabra ‘hermano’ aquí en el sentido que lo hace en v.2, de los creyentes en Colosas; mas bien, aquí la
palabra tiene el sentido de ‘colaborador’ o ‘consiervo’ (cf. Rom 16:21; 1 Cor 16:10; 1Tes 3:2) 5.
Timoteo era natural de Listra (Hch 16:1). Su padre era griego, mientras que su madre era judía. Pablo lo
llama, ‘hijo’ (1 Cor 4:17; 1 Tim 1:2, 18; 2 Tim 1:2), lo que implica que Timoteo conoció al Señor bajo el
ministerio de Pablo. Luego de recibir un buen testimonio de su iglesia en Listra, Pablo le pidió que le
acompañara en su viaje misionero.
Pablo incluye a Timoteo en la introducción a otras cartas (ver 2 Cor 1:1; Fil 1:1; 1 Tes 1:1; 2 Tes 1:1; Flm
1), y frecuentemente lo describe en términos de alto honor (ver 1 Cor 16:10; 2 Cor 1:19; Fil 2:19-20 y 1
Tes 3:2). Esto confirma la gran confianza que Pablo tenía en este joven.
En sus primeras cartas, Pablo acostumbraba dirigirse a la iglesia en su conjunto (ver 1 Tes 1:1; 2 Tes 1:1;
1 Cor 1:2; 2 Cor 1:1; Gal 1:2); sin embargo, en sus cartas posteriores, Pablo se dirige a los integrantes de
la comunidad cristiana (Rom 1:7; Efe 1:1; Fil 1:1; Col 1:2).
En Col 1:2, Pablo describe a sus lectores bajo dos rubros particulares:
[1] “santos”
La idea original de esta palabra, que proviene del Antiguo Testamento, no es tanto pureza moral, sino
separación para el servicio a Dios. Pureza moral es simplemente un significado secundario de la palabra.
4
G. Hendriksen, Efesios, p.70 (énfasis personal).
5
Ver O’Brien, p. 3.
11
Es por la consagración a Dios, que cosas y personas ‘santas’ deben tener una ética moral intachable.
Como observa Appéré, “En el lenguaje bíblico, un santo es alguien que está separado del mundo y
consagrado a Dios y está, por tanto, buscando la perfección” 6.
El comentarista Alexander Maclaren comenta que los santos, según el Nuevo Testamento, no son personas
que viven enclaustrados, separados del mundo, en un ambiente bastante artificial, sino son aquellos que
viven en el mundo cotidiano, experimentando el roce con los inconversos, pero lo hacen muy conscientes
de una devoción y consagración a Dios.
Hendriksen comenta:
“Santos son aquellos que han sido apartados por el Señor para glorificarle. Ellos son los
consagrados, y aquí el Israel de la nueva dispensación, cuya tarea es proclamar las virtudes de
Dios (1 Ped 2:9). De modo que santos son aquellas personas sobre las cuales el Señor ha
derramado una gracia abundante y a quienes se les ha encomendado una gran responsabilidad” 7.
[2] “fieles”
Esta es la segunda característica espiritual de los lectores. La palabra en griego es s; es un adjetivo,
relacionado con el verbo, , que significa ‘creer’.
A veces este adjetivo es utilizado en un sentido pasivo; en tales casos, la palabra significa "fiel" (con la
idea principal de "fidelidad" o "lealtad") - ver Lucas 12:42; 1 Cor 4:2. Si Pablo usa la palabra en este
sentido, entonces él está describiendo a sus lectores como personas que se mantienen fiel a Dios. Así lo
entiende la RV.
Sin embargo, la palabra s puede ser usada en un sentido activo; es este caso, la palabra significa
"creyente" (ver Juan 20:27; 1 Ped 1:21). En términos gramaticales, la palabra, cuando se usa en un
sentido activo, tiene la fuerza de un adjetivo verbal; es decir, un adjetivo que sirve como verbo.
En Efe 1:1, esta palabra es seguida por la frase "en Cristo", que implica que Pablo está describiendo a sus
lectores como personas que han creído en Cristo; es decir, que tienen fe en Él. Sin embargo, aquí en Col
1:2, la palabra que sigue es “hermanos”, que implicaría que Pablo está usando s simplemente como
un adjetivo. En este caso, la traducción “fieles” es la correcta. Esto queda confirmado, quizá, por el
énfasis que Pablo pone sobre esta cualidad en la epístola (ver Col 1:7; 4:7,9). En un contexto donde la
Iglesia está siendo amenazada por una herejía peligrosa, fidelidad a Cristo y a Su evangelio es de vital
importancia.
[3] “hermanos”
Habiendo sido ‘separado’ del mundo (“santos”), el creyente no queda aislado, sino que es llamado a ser
parte de la familia de Dios. Por ende, los creyentes son ‘hermanos’, y es inconcebible que vivan en forma
independiente de otros creyentes.
6
G. Appéré, p. 18.
7
Hendriksen, p. 56.
12
Appéré observa lo siguiente, acerca del verdadero creyente:
“No ha sido hecho para la soledad sino para la solidaridad, y esta solidaridad debe mostrarse de
manera práctica. No es suficiente que diga pertenecer a la iglesia universal y espiritual...El
cristiano debe ser verdaderamente un hermano, es decir, debe dar y recibir, amar y ser amado,
llorar con los que lloran, gozarse con los que se gozan; debe también buscar la voluntad de Dios
en compañía con sus hermanos y aceptar la necesidad de una disciplina común dentro de la
familia espiritual local a la que pertenece. Dentro de este marco de relaciones fraternales, puede
crecer de forma práctica”8.
Era por su unión con Cristo, que estos creyentes eran ‘santos’ y ‘hermanos’. Pablo constantemente
enfatiza la ubicación espiritual del creyente: está en Cristo (2 Cor 5:17). Esto, para Pablo, era mucho más
importante que su ubicación social o geográfica (cf. Col 3:1-3). Las cosas visibles son pasajeras, pero las
cosas (o realidades) invisibles son eternas (2 Cor 4:18).
b. Su Identidad Humana
Aunque Pablo enfatiza las características espirituales de los creyentes a quienes se dirige, él no se
olvida de su identidad humana. Hace referencia a esto, cuando describe a sus lectores como los
“que están en Colosas”.
Para mayores detalles acerca de esta ciudad, y la formación y composición de la iglesia en Colosas, ver
“Introducción General a la Epístola los Colosenses” (pp. 3-6).
Aunque la carta está dirigida específicamente a la Iglesia en Colosas, Col 4:16 indica que Pablo quería que
esta carta también sea leída por los hermanos en Laodicea.
Al escribir esta carta, Pablo no se olvida de saludar a los hermanos. Lo hace, no simplemente por cumplir
un formalismo convencional de correspondencia, sino para expresar su deseo profundo que Dios los
bendiga.
El saludo griego era, “gracia” (ver Hch 23:26, donde la palabra “Salud” traduce el término cf.
s, ‘gracia’), mientras que el saludo judío era, “paz” (‘shalom’; cf. Daniel 6:25). Pablo toma estos
dos saludos convencionales, y les da un contenido cristiano.
[1] “gracia”
La palabra en griego es s. El saludo normal en una carta griega era simplemente: (que
significa, ‘saludos’); lo vemos en Hch 15:23; 23:26 y Sant 1:1. Aquí en Col 1:2 (como en sus demás
cartas), Pablo toma una simple exclamación, y usa la forma directa para expresar un deseo explícito. En
8
G. Appéré, p. 18-19.
13
esta manera, Pablo cambia lo que es un saludo formal y protocolar, en una expresión profundamente
teológica. Él está deseando que el favor inmerecido de Dios sea derramado sobre sus lectores.
La palabra es s se encuentra en el N.T. unas 150 veces. Teológicamente hablando, es una palabra
de mucha importancia. En el griego clásico esta palabra, y los términos relacionados, se utilizaban con un
amplitud de significados: "favor", "gozo", "alegría", etc. Sin embargo, mucho más importante para
nuestra comprensión de Col 1:2 es el uso de esta palabra en la LXX. En la LXX, s se utilizó para
traducir la palabra hebrea nh ("hen", Gen 6:8; etc). Un estudioso afirma que esta palabra "[s]e usa en
relación con la acción de un superior, humano o divino, para con un inferior. Expresa un favor
inmerecido"9.
Cranfield explica la palabra "gracia" en la siguiente manera: "Es el amor inmerecido de Dios, manifestado
en Cristo; resume lo que es el evangelio en una sola palabra" 10.
El N.T. relaciona la palabra "gracia" con la salvación del pecador. Si esto es cierto, entonces, ¿por qué
Pablo expresa su deseo que los creyentes en Colosas experimenten la gracia de Dios? La respuesta es,
que el creyente no sólo necesita la gracia de Dios para comenzar la vida cristiana, sino también para
vivirla. Es la "gracia" de Dios que alienta al creyente decaído, que le da gozo en medio de la tristeza, le
da paciencia en medio de sufrimiento, y le concede victoria cuando está bajo el ataque de Satanás.
Desde el comienzo hasta el final de su vida, el creyente depende de la gracia de Dios (ver Heb 4:16).
[2] “paz”
En el griego, la palabra "" se usa mayormente en el sentido negativo de la palabra; es decir, para
señalar una condición de vida caracterizada por la AUSENCIA de guerra, temores, peligro, etc. (ver Lucas
11:21; 14:32; etc.).
Sin embargo, para todo judío esta palabra le haría pensar en el término "shalom" (hebreo). En hebreo,
esta palabra tiene un sentido POSITIVO; es decir, el sentido de bienestar que proviene de una condición
de vida en la cual no sólo hay ausencia de guerra, etc., sino también un provisión abundante de todas las
necesidades de la vida (ver Sant 2:16).
Un comentarista indica que "paz" señala esa clase de bendición espiritual que mantiene al corazón en una
condición de alegre tranquilidad11. M. Lloyd-Jones, comentando sobre Efe 1:2, dice: "Es interesante notar
que el significado de la raíz de la palabra ["paz"] en griego...es 'unión', 'unión después de una separación';
es juntar, reconciliar después de una contienda o una discusión."
En el A.T. habla lo que se llamaba "la ofrenda de paz"; era una ofrenda que se traía a Dios, la cual
celebraba y sellaba la reconciliación efectuada por las otras ofrendas por el pecado. La paz bíblica no es
simplemente la reconciliación, sino el nuevo ambiente (de bendición) generado por esta reconciliación.
Entre los judíos, esta fue la palabra que se utilizaba para saludar el uno al otro (Juec 19:20; Lucas 10:5;
24:36; etc.). Pablo combina esta palabra con "s", para expresar su propio saludo apostólico.
9
J. H. Stringer, “Gracia, Favor”, en Nuevo Diccionario Bíblico (ed. J. D. Douglas, etc), Ediciones Certeza, 1991, p.
563.
10
C.E.B. Cranfield, Romans (Vol 1), T & T Clark, 1985, p.71.
11
J. Eadie, Efesios, p. 7.
14
Hay una relación estrecha entre "gracia" y "paz". Sólo la "gracia" de Dios que puede conceder "paz" al
hombre. Es sólo cuando el hombre es consciente en forma constante del amor incondicional de Dios (=
"gracia"), que él puede tener un profundo sentir de tranquilidad y bienestar.
Isaías dice: "No hay paz...para los impíos" (Is 48:22; 57:21). Los "impíos" son como el turbulento mar
(Is 57:20); nunca tienen tranquilidad. Pelean con Dios; pelean con otras personas; pelean consigo
mismos. Los pecadores no cuentan con esas bendiciones espirituales que conceden al hombre bienestar
y tranquilidad.
Si hacemos la pregunta, ¿por qué necesitamos "gracia y paz"? La respuesta es por la pecaminosidad del
hombre. Su pecado no sólo le ha separado de Dios, sino que le ha hecho Su enemigo. El hombre por
naturaleza ODIA al Dios de la Biblia; resiste Su dominio (Sal 2); no se quiere someter a Él. Como
consecuencia o fruto de esta enemistad, el hombre no tiene paz consigo mismo (por su mala conciencia), y
por ende no tiene paz con otros; todo el tiempo está peleando con el resto del mundo. Esta es la
verdadera tragedia del hombre, y no hay nada que él pueda hacer para solucionar su problema. Mas bien,
por todo esto la ira de Dios está sobre el hombre.
Sin embargo, el mensaje central de la Biblia, es que a pesar de la rebeldía del hombre, y su orgullo frente a
Dios, Dios se compadece del hombre, y desea hacer algo para solucionar su problema. Esto es "gracia".
Y cuando Dios hace Su obra en el hombre, el resultado es "paz"; paz con Dios, paz consigo mismo, paz
con el resto del mundo - LA PAZ DE DIOS.
¿De dónde provienen estas bendiciones espirituales? Pablo contesta, “de Dios nuestro Padre”.
La fuente de la gracia y paz es DIOS. Pero este "Dios" no es simplemente un concepto filosófico
abstracto, sino la primera Persona de la Trinidad; nuestro PADRE CELESTIAL. Dios es "Padre":
En este último sentido, Dios es Padre sólo de los verdaderos creyentes. El hombre pecador es hijo del
Diablo (Juan 8:44; 1 Juan 3:8,10).
NOTA
Aunque la RV añade las palabras, “y del Señor Jesucristo”, muchos MSS antiguos no contienen esta frase
(ver el aparato crítico textual de Nestle-Aland). Es cierto que las palabras se encuentran en una serie de
textos antiguos (y por ende fueron incluidas en el Texto Mayoritario), sin embargo la omisión de estas
palabras en otros MSS importantes pone en tela de juicio su derecho de ser parte del texto original. La
mayoría de estudiosos concuerdan en que es más factible que estas palabras hayan sido añadidas12al texto
original, que omitidas de él. Esto queda confirmado por Crisóstomo, quien declaró categóricamente, “en
este lugar Pablo no incluye el nombre de Cristo”13.
12
Quizá para que concuerda con otras cartas de Pablo, en las cuales estas palabras aparecen (ver Rom 1:7; 1 Cor 1:3;
2 Cor 1:2; Gál 1:3), o para resaltar la divinidad del Señor Jesús, en esta carta dirigida a una Iglesia que corría el
riesgo de una herejía que cuestionaba la dignidad de Cristo.
13
J. Eadie, p. 3.
15
COLOSENSES 1:1-2
Introducción
La Iglesia está en constante lucha contra Satanás. Una de sus armas favoritas es “filosofías y huecas
sutilezas” (Col 2:8). Hoy en día la Iglesia tiene que luchar contra filosofías tales como ‘la nueva era’ y el
‘postmodernismo’. La iglesia en Colosas también tuvo que enfrentar ataques filosóficos; Pablo escribe
para orientar a los creyentes contra una herejía incipiente.
a. El Autor DIVINO
b. Los Autores HUMANOS
i. “Pablo”
ii. “Timoteo”
i. “santos”
ii. “fieles”
iii. “hermanos”
iv. “en Cristo”
3. El Saludo (v.2b)
i. “gracia”
ii. “paz”
Conclusión
¿Estamos gozando estas bendiciones espirituales? ¿Estamos en contacto con la Fuente de las
bendiciones?
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