Qué Es La Dorsalgia
Qué Es La Dorsalgia
Qué Es La Dorsalgia
Clasificación de la dorsalgia
Podemos clasificar al dolor dorsal según la duración del dolor y su etiología, siendo estas las siguientes:
Dolor dorsal agudo: dura menos de 6 semanas. Pueden tener causas específicas con un
desencadenante del dolor exactamente identificable o pueden ocurrir de manera no específica.
1. Dolor dorsal agudo inespecífico sin causa estructural: no tiene una causa clara. El desarrollo de
este dolor en la espalda se basa en varios factores desencadenantes, a menudo físicos (mala
postura) o psicológicos (estrés, ansiedad). No existe una causa estructural para el dolor de espalda
en forma de daño o lesión que pueda determinarse en una radiografía o resonancia magnética, pero
generalmente hay una causa funcional en el sentido de espasmos o contracturas musculares o un
desbalance de los músculos en el área de la zona vertebral.
2. Dolor dorsal agudo específico: esto contrasta con el dolor de espalda agudo inespecífico. Es
originado por lesiones o enfermedades identificables: caídas, accidentes laborales o deportivos y
cambios orgánicos como artrosis. El daño estructural interno también es posible, como una fractura
por osteoporosis o una hernia de disco.
Dolor dorsal subagudo: permanece durante 6-12 semanas. Son menos graves que el dolor de
espalda agudo. Tanto en el tipo agudo y subagudo, hay pocas razones para una cirugía.
Dolor dorsal crónico: dura de 12 semanas a varios años. Hay una serie de comportamientos y
actitudes que promueven que un tipo agudo se convierta en crónico inespecífico. El estrés y las
demandas posturales excesivas, ya sea en el entorno laboral o familiar a menudo conducen a la
cronificación del dolor. Aquellas personas afectadas por la dorsalgia que dejan que los dolores
restrinjan su movimiento y que adoptan posturas protectoras para evitar el dolor, tienen muchas más
probabilidades de volverse dorsalgias crónicas que las personas que hacen esfuerzos para
movilizarse aún con dorsalgia.
Algunos síntomas hacen sospechar la presencia de algunas alteraciones o enfermedades específicas más
graves que una afección muscular. A continuación, describimos las más destacables:
Neumotórax: dolor dorsal agudo junto a la espina con dificultad para respirar y toser.
Úlceras pépticas: dorsalgia en la parte más baja de la zona torácica, que se presenta con el ayuno y
mejora al comer y beber.
Patologías cardíacas: dorsalgia con opresión en el pecho, en ocasiones también se presenta dolor
en el hombro izquierdo.
Neumonía: dorsalgia punzante entre las escapulas, que aumenta cuando se inhala o se tose, pero
no con el movimiento.
Neuralgia intercostal: dolor punzante hacia un costado de lado de la columna dorsal, que se
aumenta con movimientos y durante la respiración (inhalación).
Lesiones o patologías vertebrales torácicas: dolor sordo y fastidioso a uno de los lados de la
región torácica, que disminuye al acostarse, en ocasiones se puede presentar entumecimiento y
hormigueo en zonas lejanas a la columna.
¿Cuáles son las causas de la Dorsalgia?
Los cambios congénitos y adquiridos son factores causales de la dorsalgia, por ejemplo, en la
llamada escoliosis idiopática, la columna está curvada lateralmente y las vértebras torácicas están
retorcidas sobre su eje longitudinal lo que puede ser causante de dolor. De los factores adquiridos podemos
destacar las alteraciones posturales, ya que estas consisten en desbalances musculares que conducen a la
aparición de dolor.
La lesión más frecuente en la espina es la hernia de disco, sin embargo, ocurre con menos frecuencia en la
región torácica en contraste con la cervical y la lumbar. Esta lesión discal puede conducir a la compresión de
la médula espinal y los nervios espinales, lo que consecuentemente puede ocasionar dolor dorsal. En
ocasiones, el dolor se debe a bloqueos en las vértebras torácicas influenciadas por contracturas o
desbalances musculares.
Otras causas asociadas
Síndrome de Scheuermann.
Calcinosis discales.
Cifosis.
Espondiloartrosis.
Aplastamientos no traumáticos de las vértebras.
Artritis reumatoide.
Ansiedad o estrés.
Cambios bruscos de temperatura.
Fractura (patológica o no) vertebral.
Fibromialgia.
Prevención de la Dorsalgia
Este tipo de algia es prevenible, ya que en la mayoría de los casos se origina por cambios degenerativos
promovidos por alteraciones posturales. Teniendo esto en claro, las medidas enfocadas en la prevención del
dolor en medio de la espalda son las siguientes:
Alteraciones emocionales: la dorsalgia derecha está vinculada a una disfunción del hígado, ciertas
emociones alteran a este órgano, el enfado, la crispación y la cólera presente pueden conducir a esta
afección. Adicionalmente la dorsalgia izquierda puede ser ocasionada por una disfunción del
estómago relacionada al exceso de responsabilidad y a la incapacidad de desconectar del trabajo en
una persona con carácter responsable y ordenado.
Estrés: ciertas situaciones que generan estrés desencadenan en el cuerpo un estado de alerta
patológico, el cual puede desequilibrar diferentes órganos, esto a causa de la conexión existente
entre el sistema nervioso simpático y parasimpático, siendo los afectados en la dorsalgia el hígado, el
estómago.
Alteraciones nutricionales: una inadecuada alimentación acompañada por consumo de alimentos
que irriten el estómago o el hígado afectan su funcionamiento. Siendo los alimentos nocivos para
estos órganos los siguientes: azúcares, fritos, café, gaseosas, carnes rojas, naranja, chocolates,
embutidos o alimentos muy procesados, así como aquellos que generan ardor y acidez en el
estómago.
Estos tres factores cada uno por su lado o en conjunto ocasiona alteraciones en el sistema
musculoesquelético, originando rigidez en la región dorsal y bloqueos en las articulaciones dorsales, así como
también desequilibrio en los músculos intervertebrales que por ende ocasiona la instauración de una
dorsalgia.