TEMAS 26 y 27 EDUCALIA
TEMAS 26 y 27 EDUCALIA
TEMAS 26 y 27 EDUCALIA
BIOLOGÍA Y
GEOLOGÍA II
María Gómez Benito
Cristina Asunción Corres
Educàlia editorial
Educàlia Editorial
email: [email protected]
www.e-ducalia.com
BIOLOGÍA Y GEOLOGÍA II
María Gómez Benito
Cristina Asunción Corres
TEMA 34 Reino protoctista. Géneros más comunes en charcas, ríos y mares. El papel
ecológico y su importancia económica y sanitaria.................................................................91
TEMA 50 Los impactos ambientales de las actividades humanas. Los grandes impactos
globales.......................................................................................................................................252
0. INTRODUCCIÓN
En 1839, Theodor Schwann y Jakob Schleiden establecieron el primer principio de la Teoría Celular,
reconociendo que todos los seres vivos están formados por células. Sin embargo, llegar hasta aquí no fue
sencillo. Si bien es verdad que hay células de gran tamaño visibles al ojo humano, como la yema de un
huevo, la mayor parte de ellas son invisibles. Para observarlas y adquirir consciencia de su existencia, fue
requisito previo la construcción de herramientas que permitieran amplificar las imágenes observadas. La
construcción del primer microscopio, en torno a 1590, se atribuye al holandés Zacharias Janssen, pero
fue el inglés Robert Hooke, quien acuñó el término “cellula” por primera vez en 1665 en su obra “Mi-
crographia”. En esa misma época, el holandés Antoine van Leeuwenhoek también había observado la
presencia de lo que él denominó “animálculos” en múltiples sustancias, entre ellas las gotas de agua. Sin
embargo, aún hubo que esperar al siglo XIX, y a que los microscopios se perfeccionaran, para reconocer
a las células como la unidad estructural de toda la materia viva, e incluso del cerebro, como demostraría a
finales del siglo XIX el ilustre Ramón y Cajal en su Teoría Neuronal.
Conforme a lo establecido en el Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, los contenidos de este tema
se abordan en diferentes cursos de las etapas de ESO y Bachillerato, pero con diferente profundidad. Así, el
bloque III del currículo de 1º y 3º ESO incluye entre sus contenidos “La célula. Características básicas de la
célula procariota y eucariota, animal y vegetal”. También el bloque I del currículo de 4º ESO comienza con
“La célula”, y ya en la etapa de Bachillerato, se dedica a ella todo un bloque de contenidos en la asignatura
de Biología y Geología del 1º curso: “Bloque II: La organización celular” y de Biología del 2º curso “Bloque
II: La célula viva. Morfología, estructura y fisiología celular”. Respecto al estudio de las formas acelulares,
solo se incluye el aprendizaje sobre los virus en el currículo de Biología de 2º de Bachillerato: “Bloque IV:
El mundo de los microorganismos y sus aplicaciones. Biotecnología”, mientras que, en el mencionado Real
Decreto 1105/2014, no se hace ninguna referencia a otras formas acelulares como los priones.
1.1. Microscopia
La microscopia ha sido muy importante en el estudio de las células. De hecho, como ya se ha comentado en
la introducción, fue gracias a ella que las células fueron descubiertas. Actualmente, los científicos utilizan una
amplia variedad de microscopios que se dividen en dos grandes grupos: microscopios ópticos y electrónicos.
El microscopio óptico es el más empleado, tanto de forma rutinaria en los laboratorios científicos como
en los centros escolares. Básicamente consiste en un tubo provisto de 2 lentes, una en cada extremo, que
amplían sucesivamente la imagen a observar, la cual es iluminada por un haz de luz. En él, pueden distin-
guirse 3 sistemas:
• Sistema mecánico: sostiene la parte óptica y la de iluminación.
• Sistema óptico: consta de objetivos (generan una imagen real, invertida y ampliada del objeto a
observar) y oculares (situados en el extremo superior del tubo, próximos a los ojos del observador).
• Sistema de iluminación: Tiene como finalidad dirigir y regular la luz. Comprende un condensador
(concentra el haz luminoso), tiene un diafragma (regula el cono de luz que pasa a través del objeto
-cuanto más se cierra, mejor contraste, pero peor resolución-) y la fuente de luz (una lámpara halóge-
na de intensidad variable y situada en el pie o base del microscopio).
Células eucariotas:
• Son más grandes (10-100 µm).
• Se subdividen en células vegetales y animales. Las primeras poseen, al exterior de su membrana plasmá-
tica, una pared celular externa formada de celulosa, mientras que las células animales no tienen pared.
• El núcleo esta diferenciado y separado del citoplasma por una doble membrana nuclear.
• El ADN está unido a proteínas (histonas) y los genes presentan intrones.
• Los ribosomas eucariotas son 80s. Además, estas células presentan orgánulos con membrana: retículo
endoplásmico, aparato de Golgi, lisosomas, vacuolas, mitocondrias y cloroplastos.
• En todas ellas existe el mismo metabolismo de oxidación. Las enzimas involucradas en la oxidación de
moléculas se localizan en las mitocondrias. Cuando hay fotosíntesis (sólo en las células vegetales) las
enzimas se localizan en los cloroplastos.
• Pueden presentar cilios y/o flagelos, pero en estos, su estructura es más compleja, formada por micro-
túbulos constituidos por tubulina y otras proteínas.
• Todas las células eucariotas son aerobias, pudiendo presentar nutrición fotoautótrofa o quimioheterótrofa.
• La división celular se hace por mitosis o meiosis. Tienen centriolos y haz mitótico.
Las principales diferencias entre estos dos grupos de células (tamaño, forma, ausencia o presencia de nú-
cleo y orgánulos, etc) se estudian ya en el curso de 1º ESO. A lo largo de la ESO, y especialmente en la
etapa de Bachillerato, es cuando se estudian en detalle otras diferencias como la ausencia o presencia de
histonas, la composición química y estructural de sus flagelos, paredes celulares, etc. Sin embargo, a nivel
experimental, y en función de los microscopios de que disponga el centro, lo más que podrán constatar con
precisión los alumnos al observar muestras, será las diferencias de tamaño y forma entre ambos tipos de
células (ver información didáctica complementaria).
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4. FORMAS ACELULARES
Como ya se ha comentado en la introducción, durante los estudios preuniversitarios el estudio de las formas
acelulares suele ser bastante general y en ocasiones, de acuerdo con lo establecido en el currículo oficial,
centrarse únicamente en los virus.
Cuando hablamos de formas acelulares nos estamos refiriendo a entidades que quedan por debajo del
nivel de organización vivo, y que se ubicarían más bien en el nivel macromolecular o molecular. Son enti-
dades incapaces de realizar las funciones vitales de los seres vivos, siendo su capacidad de reproducción
la única reseñable, pero que, al necesitar del auxilio de una célula para ejecutarla, les obliga a adoptar
una forma de vida parásita. Se trata, además, de entidades de pequeño tamaño, invisibles al microscopio
óptico, y solo observables bajo la luz del electrónico. Hablaremos muy brevemente de tres de ellos: virus,
viroides y priones.
Los virus son estructuras simples constituidas por una cápside proteica, en ocasiones rodeada de una en-
vuelta membranosa, que contiene en su interior el material genético, en forma de ADN o ARN, necesario
para infectar una célula y reproducirse. Su tamaño oscila entre 10-100 µm, carecen de metabolismo propio
y son parásitos obligados. En función de la estructura de su cápside, formada por unas unidades llamadas
capsómeros, se clasifican en virus de simetría poliédrica, helicoidal o compleja (bacteriófagos). Su ciclo
de vida se limita a infectar una célula o bacteria, integrar su material genético en el genoma celular y bien,
permanecer latente (ciclo lisogénico), o dirigir el metabolismo celular en su beneficio propio y multiplicarse,
provocando la muerte de la célula (ciclo lítico).
Aún más sencillos que los virus son los viroides, que, al igual que los primeros, carecen de actividad meta-
bólica propia, y necesitan infectar una célula para poder reproducirse. Sin embargo, se diferencian de los
virus en que los viroides no poseen proteínas ni lípidos, y por lo tanto tampoco cápside ni envoltura, y están
únicamente constituidos por una cadena cíclica corta de ARN que no codifica proteínas. El mecanismo por
el cual logran causar una infección está relacionado con la autocatálisis de su material genético. Podríamos
decir que, en sí, los viroides constituyen una etapa primitiva de los virus.
Finalmente, destacaremos los priones, entidades proteicas plegadas de forma anómala, que carecen de
ácidos nucleicos, pero que son capaces de inducir el cambio de plegamiento de normal a anómalo en
proteínas similares cuando entran en contacto con ellas en la célula. Las proteínas mal plegadas se agre-
gan y acumulan causando la muerte de las células afectadas, en este caso neuronas, dando al cerebro un
aspecto espongiforme. Pese a su simplicidad, los priones son estructuras altamente infecciosas, teniendo la
ventaja de que al ser proteínas, son difíciles de detectar por el sistema inmunitario, y además, capaces de
infectar especies diferentes de sus especies de origen.
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Webgrafía
Museo Virtual de la ciencia del CSIC: http://museovirtual.csic.es/
All about Science: https://www.allaboutscience.org/
Khan Academy: https://es.khanacademy.org/science/biology/
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0. INTRODUCCIÓN
La Teoría celular nos dice que la célula es la unidad vital, morfológica, fisiológica y genética de los seres
vivos. Pese a su tamaño microscópico, su estructura presenta una alta complejidad. Cada célula está deli-
mitada por una membrana de permeabilidad selectiva que le confiere una entidad aislada y diferenciada
del medio externo. A veces, esta membrana se encuentra recubierta por otras estructuras más rígidas como
la pared celular o de ella surgen accesorios que dotan a la célula de movilidad. Si miramos al interior de
las células, aparece un sistema genético, director del funcionamiento celular, y un sistema metabólico,
ejecutor de la dirección marcada por la información genética. En ambos se ven implicados los orgánulos
celulares junto con gran cantidad de biomoléculas.
Conforme a lo establecido en el Real Decreto 1105/2014, de 26 de diciembre, los contenidos de este
tema se integran en los currículos de Biología y Geología de diferentes cursos de la etapa de Secundaria y
Bachillerato. En el primer ciclo de la ESO, en el “Bloque 3: la biodiversidad en el planeta Tierra” se estudian
los tipos celulares y sus estructuras más básicas, aprendizajes que se refuerzan en el segundo ciclo de la
ESO, en el “Bloque 1: La evolución de la vida”, donde ya se estudian en mayor detalle la mayor parte de
las estructuras y los orgánulos celulares. Es, sin embargo, en la etapa de Bachillerato, donde los alumnos
que opten por la línea de Ciencias de la Salud, profundizarán en el conocimiento de la arquitectura celular
a un nivel semejante al desarrollo de este tema, tanto en la asignatura de Biología y Geología de 1º de
Bachillerato, cuyo currículo incluye estos contenidos en el “Bloque 2: La organización celular”, como en
Biología de 2º de Bachillerato, que los engloba en el “Bloque 2. La célula viva. Morfología, estructura y
fisiología celular”.
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2. EL CITOPLASMA CELULAR
El citoplasma es la parte de la célula eucariota que se encuentra delimitada por el espacio entre el núcleo
celular y la membrana plasmática. Está constituido por una dispersión coloidal de aspecto granuloso, el
citosol, y una amplia diversidad de orgánulos celulares que desempeñan diferentes funciones.
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2.2. El citoesqueleto
El citoesqueleto o esqueleto celular está formado por una red de filamentos proteicos, entre los que desta-
can los microfilamentos o filamentos de actina, los filamentos intermedios y los microtúbulos, cuyas princi-
pales características son:
• Microfilamentos o filamentos de actina: están formados por dos cadenas de moléculas de actina
que aparecen enrolladas entre sí. Presentan diferentes funciones que dependen del tipo celular y de
molécula proteica asociada:
» En los eritrocitos, los microfilamentos se asocian a espectrina, y su principal función es mantener
la forma de la célula.
» En las células epiteliales, se asocian a fimbrina y villina, permitiendo la estabilidad de las prolon-
gaciones citoplasmáticas (las microvellosidades)
» En las células musculares, se asocian a filamentos de miosina, formando miofibrillas, permitiendo
así el movimiento contráctil del tejido muscular.
• Filamentos intermedios: son una estructura intermedia entre los microfilamentos y los microtúbulos.
Por su carácter flexible, y a la vez resistente, aparecen en células o regiones celulares que están some-
tidas a estímulos mecánicos. Se clasifican en seis grupos o clases:
» Queratinas ácidas y básicas (grupos I y II): ambas se combinan para formar las queratinas celula-
res, abundantes en células epiteliales.
» Grupo de vimentinas, desminas, proteína fibrilar ácida y periferina (grupo III): se expresan en
diferentes tipos celulares y desempeñan funciones variadas, como el establecimiento de uniones
entre células.
» Neurofilamentos (grupo IV): se expresan en neuronas maduras y son importantes para la organi-
zación de la estructura de dendritas y axones.
» Las láminas nucleares (grupo V): forman la lámina nuclear, siendo los únicos filamentos interme-
dios que no están en el citosol.
» Proteínas de las lentes del ojo como filensina y faquinina (grupo VI).
• Microtúbulos: son filamentos tubulares cilíndricos y huecos constituidos por 13 hileras de monómeros
de tubulina (alfa y beta) dispuestos cilíndricamente. Se originan a partir de la centroesfera del cen-
trosoma en las células animales y de un centro organizador de microtúbulos en las células vegetales.
Los microtúbulos forman parte de estructuras estables como los centriolos, los cilios y los flagelos, y de
estructuras lábiles y de corta duración, como el huso acromático o haz mitótico y los pseudópodos.
3. SISTEMAS DE MEMBRANA
Los sistemas de membrana, también denominado sistema endomembranoso (endo = “dentro”), incluyen a
todas aquellas membranas y orgánulos membranosos que en células eucariotas trabajan de forma conjunta
para modificar, empacar y transportar lípidos y proteínas. Como de la membrana plasmática ya hemos ha-
blado y la membrana nuclear es objetivo de otro tema, este apartado se centrará en revisar los orgánulos
membranosos como el retículo endoplásmico, el aparato de Golgi y los lisosomas, peroxisomas y vesículas.
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5. MOTILIDAD CELULAR
Las células con cubiertas constituidas por membranas plasmáticas, pero carentes de pared celular, tienen la
capacidad de moverse. El movimiento permite, en organismos unicelulares, buscar partículas alimenticias
en el medio, y en organismos pluricelulares, el desplazamiento de células en el torrente circulatorio y su
difusión a través de los tejidos. Los movimientos celulares se realizan con estructuras como:
• Pseudópodos. Se trata de prolongaciones del citoplasma y la membrana celular transitorias que im-
plican la modificación de la forma celular. Se forman por la combinación de microfilamentos, filamen-
tos intermedios y microtúbulos en células mioepiteliales, macrófagos y leucocitos. En los últimos, les
permiten tanto la difusión a través de tejidos como la captación de objetos para fagocitar.
• Cilios y flagelos. Son estructuras estables formadas por microtúbulos y que no provocan la modifica-
ción de la forma celular. La estructura de ambos es muy similar, pero se diferencian en el movimiento
que proporcionan y en que los cilios son más pequeños y numerosos y los flagelos más largos y esca-
sos. En su estructura podemos destacar:
» Tallo, rodeado por la membrana plasmática. En su interior hay 2 microtúbulos centrales y a su
alrededor, 9 pares. A este conjunto se le denomina axonema.
» Zona de transición, a nivel de la membrana plasmática. Se interrumpe el par de microtúbulos cen-
trales, continuando solo los 9 pares periféricos. Aparece la placa basal.
» Corpúsculo basal, estructura que origina y mantiene el cilio o flagelo formada solo por los 9 pares
de microtúbulos periféricos.
6. CONCLUSIÓN
Tras un conocimiento más detallado de la estructura interna celular, podríamos comparar a la célula con
una pequeña fábrica. Como en las fábricas, en cada célula hay un edificio de dirección (núcleo); sistemas
generadores de energía (mitocondrias); una cadena de montaje (ribosomas, retículo endoplásmico-Golgi);
sistemas de eliminación de residuos (lisosomas y peroxisomas); almacén de productos (vacuolas); delimita-
ción externa (membrana y pared) y estructura (citoesqueleto), los cuales contribuyen también a regular las
importaciones, exportaciones y el transporte. Lo más espectacular de las células es que todas estas partes
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7. BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
Bibliografía
Biología y Geología Inicia 4º ESO. Oxford University Press (2015)
Biología y Geología Serie Observa 4º ESO. Proyecto Saber Hacer (2015)
Biología y Geología 1º Bachillerato. Código Bruño (2016)
Biología 2º Bachillerato. Código Bruño (2016)
Biología Serie Observa 2º Bachillerato. Proyecto Saber Hacer (2016)
Introducción a la Biología Celular. Alberts et al. Editorial Panamericana (2011)
Webgrafía
All about Science: https://www.allaboutscience.org/
Khan Academy: https://es.khanacademy.org/science/biology/
Atlas de Histología Vegetal y Animal. Universidad de Vigo. https://mmegias.webs.uvigo.es/
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Referencias:
Biología 2º Bachillerato. Código Bruño (2016)
Biología Serie Observa 2º Bachillerato. Proyecto Saber Hacer (2016)
Introducción a la Biología Celular. Alberts et al. Editorial Panamericana (2011)
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Procedimiento:
1. Con la ayuda de un escalpelo haz una incisión en la cara interior de un pétalo de tulipán y separa la
epidermis con las pinzas.
2. Pon la epidermis en un porta. Añade sobre ella una gota de agua del grifo.
3. Coloca un cubre y observa las células al microscopio.
4. Haz un dibujo y describe el aspecto que presentan las células.
5. Retira la preparación del microscopio y echa unas gotas de la solución de cloruro de sodio en el borde
del cubre.
6. Pon un trozo de papel de filtro en el extremo opuesto del cubre, que absorberá el agua, para que así
la disolución salina penetre en la preparación por capilaridad.
7. Coloca la preparación al microscopio y observa qué ocurre. Dibuja y describe lo observado.
8. Quita la preparación del microscopio y añade en el borde del cubre unas gotas de agua destilada.
Observa nuevamente la preparación al microscopio.
9. ¿Notas algún cambio? Dibuja y describe lo observado.
Conclusiones:
1. Explica a qué son debidos los cambios que se han producido en las células.
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