Principios de Intervencion Educativa
Principios de Intervencion Educativa
Principios de Intervencion Educativa
Entre las fuentes del Currículo está la información precedente de la investigación psicológica y pedagógica.-
Esta información es específicamente relevante, ya que de cada concepción psicopedagógica se deriva una
manera específica de contestar a las preguntas del currículo, qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar.- Por
otra parte, si se quiere asegurar la coherencia vertical y horizontal de las propuestas curriculares es
imprescindible que todas ellas respondan a unos mismos principios psicopedagógicos para que adopten una
misma postura.-
Los principios psicopedagógicos que subyacen al Diseño Curricular Base que se presenta se enmarcan en una
concepción constitutiva del aprendizaje escolar y de la intervención pedagógica entendida en sentido amplio,
sin que pueda identificarse con ninguna teoría en concreto, sino más bien con enfoques presentes en
distintos marcos teóricos que confluyen en una serie de principios que se exponen en este apartado:
Desde esta concepción se entiende la educación como un conjunto de prácticas y actividades mediante las
cuales los grupos sociales tratan de promover el desarrollo individual de sus miembros.- El proceso de
desarrollo, si bien tiene una dinámica interna, es inseparable del contexto cultural en que se produce.- Los
procesos educativos no son sino prácticas o actividades sociales mediante las cuales los grupos humanos
ayudan a sus miembros a asimilar la experiencia colectiva culturalmente organizada.-
La educación escolar pretende la construcción por parte del alumno de significados culturales.- Cumple, por
lo tanto, un papel mediador entre el alumno y el conocimiento culturalmente organizado.- A ella le
corresponde asegurar que se produzcan los aprendizajes necesarios para vivir en sociedad mediante una
intervención activa, planificada e intencional.- De no producirse dicha intervención nada asegura que tengan
lugar los aprendizajes necesarios para el desarrollo global del alumno.-
La intervención educativa debe tener en cuenta una serie de principios básicos que impregnen todo el
currículo y que se refiere a continuación:
El primer principio se refiere a la necesidad de partir del nivel de desarrollo del alumno.- La psicología
genética ha puesto de manifiesto la existencia de una serie de períodos evolutivos con características
cualitativamente diferentes entre sí, que condicionan en parte los posibles efectos de las experiencias
educativas escolares sobre el desarrollo del alumno. La intervención educativa tiene entonces que partir de
las posibilidades de razonamiento y de aprendizaje que las capacidades que caracterizan estos estadios
brindan al alumno.-
Por otra parte, estos posibles efectos de la intervención educativa están también condicionados en gran
medida, por los conocimientos previos con los que el alumno llega a la escuela.- El inicio de nuevo
aprendizaje escolar se realiza siempre a partir de los conceptos, representaciones y conocimientos que ha
construido el alumno en el transcurso de sus experiencias precias.- Estos conocimientos le sirven como punto
de partida e instrumento de interpretación de la nueva información que le llega.-
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Por lo tanto, tener en cuenta el nivel del alumno en la elaboración y desarrollo del currículo, exige atender
simultáneamente a los dos aspectos mencionados: su nivel de competencia cognitiva, es decir el nivel de
desarrollo en el que se encuentra, y los conocimientos que ha construido anteriormente.-
Para asegurar un aprendizaje significativo deben cumplirse una serie de condiciones.- En primer lugar, el
contenido debe ser potencialmente significativo, tanto desde el punto de la estructura lógica de la disciplina
o área que se está trabajando, como desde el punto de vista de la estructura psicológica del alumno.- Una
segunda condición se refiere a la necesidad de que el alumno tenga una actitud favorable para aprender
significativamente, es decir, que esté motivado para conectar lo nuevo que está aprendiendo con lo que ya
sabe, con el fin de modificar las estructuras cognitivas anteriores.-
La intervención educativa debe tener como objetivo prioritario el posibilitar que los alumnos realicen
aprendizajes significativos por sí solos, es decir que sean capaces de aprender a aprender.- Por lo tanto, hay
que prestar especial atención a la adquisición de estrategias cognitivas de planificación y regulación de la
propia actividad de aprendizaje.- La posibilidad de realizar aprendizajes significativos por uno mismo está
íntimamente relacionada con el funcionamiento de la memoria.- Hasta hace poco tiempo existió una
concepción de la memorización como proceso meramente mecánico y repetitivo.- Ahora sabemos que todo
aprendizaje significativo supone memorización comprensiva.- La memoria no es sólo el recuerdo de lo
aprendido, sino el punto de partida para realizar nuevos aprendizajes.- Cuanto más rica sea la estructura
cognitiva donde se almacenan la información y los aprendizajes realizados, más fácil será poder realizar
aprendizajes significativos por uno mismo.-
Aprender significativamente supone modificar los esquemas de conocimiento que el alumno posee.- La
estructura cognitiva del sujeto se concibe como un conjunto de esquemas de conocimiento que recogen una
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serie de informaciones que pueden estar organizadas en mayor o menor grado, y, por tanto, ser más o
menos adecuados a la realidad.- Los distintos esquemas tienen a su vez complejas relaciones entre sí.-
Durante el proceso de aprendizaje el alumno deberá recibir una información que entre en alguna
contradicción con los conocimientos que hasta ese momento posee, y que de ese modo, rompa el equilibrio
inicial de sus esquemas de conocimiento.- Si la tarea o la información que se le propone está alejada de su
capacidad, no conseguirá conectar con los conocimientos previos, por lo tanto, no supondrá ninguna
modificación de los esquemas de conocimiento.- Si la tarea o información que se le plantea, es, por el
contrario, excesivamente familiar para el alumno, éste la resolverá de una manera automática, sin que le
suponga un nuevo aprendizaje.- Esta fase inicial de desequilibrio debe ir seguida de una nueva
reequilibración, las cual depende, en gran medida, de la intervención educativa, es decir, del grado y tiempo
de ayuda pedagógica que el alumno reciba.-
Un último principio postula que el aprendizaje significativo supone una intensa actividad por parte del
alumno.- Esta actividad consiste en establecer relaciones ricas entre el nuevo contenido y los esquemas de
conocimiento ya existentes.- Dentro de un marco constructivista, esta actividad se concibe como un proceso
de naturaleza fundamentalmente interna y no simplemente manipulativa.- La manipulación es una de las vías
de actividad, pero no es en absoluto la única ni la más importante.- Si después de la manipulación no se
produce un proceso de reflexión sobre la acción, no se está llevando a cabo una verdadera actividad
intelectual.-
Sin embargo, a pesar del postulado claro de que el alumno es quien, en último término, construye, modifica y
coordina sus esquemas, y que, por tanto, es el verdadero artífice del proceso de aprendizaje, la actividad
constructiva que lleva a cabo no aparece como una actividad individual, sino como parte de una actividad
interpersonal en la cual él sólo es uno de los polos.- En la educación escolar hay que distinguir entre aquello
que el alumno es capaz de hacer y de aprender por sí solo y lo que es capaz de aprender con la ayuda de
otras personas.- La zona que se configura entre estos dos niveles, delimita el margen de incidencia de la
acción educativa.- El profesor debe intervenir precisamente en aquellas actividades que un alumno todavía
no es capaz de realizar por sí mismo, pero que puede llegar a solucionar si recibe ayuda pedagógica
conveniente.-
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