ECONOMIA (CAMPOS SANTILLAN, Dayanne Brigith)
ECONOMIA (CAMPOS SANTILLAN, Dayanne Brigith)
ECONOMIA (CAMPOS SANTILLAN, Dayanne Brigith)
Notemos que ambas condiciones son esenciales para que exista un coste externo.
Por ejemplo, si la pérdida de bienestar se acompaña de una compensación por
parte del agente que causa la externalidad, se dice que el efecto se internaliza.
Esta distinción la aclararemos un poco más adelante.
LA EXTERNALIDAD ÓPTIMA
Costes, beneficios
x BPMN
CME
A Y D
B C
0 Q* Q
Nivel de actividad económica, Q
BPMN = P - CM (4.2)
P - CM = CME (4.3)
P = CM + CME (4.4)
Hasta cierto punto, podemos ver esta idea de la capacidad asimiladora observando
que la curva CME en el gráfico 4.1 debería tener realmente su origen en un nivel
positivo de actividad económica QA. Por debajo de este nivel, el único tipo de
externalidad sería «temporal»: el medio ambiente acabará por retornar a la
normalidad una vez que el proceso de degradación de residuos haya tenido lugar.
Asumiendo que podemos ignorar esta externalidad temporal por el momento, la
curva CME aparece como se ve en el gráfico 4.2. (Hay que tener en cuenta que
CME sólo empieza en QA si la gente percibe los efectos físicos en ese momento. Si
no es el caso, puede empezar aún más hacia la derecha del eje horizontal. En el
extremo, si a las personas no les preocupan los efectos físicos de los flujos de
residuos no hay curva de CME).
Costes,
beneficios
BPMN CME
QA Q* Q
Nivel de actividad económica Q
O
WA W* W
Nivel de residuos
Finalmente, los gráficos 4.1 y 4.2 son básicos para la mayor parte de los análisis de
los capítulos siguientes, por lo que será beneficioso para el lector estudiarlos
cuidadosamente. Como al análisis posterior generalmente no le afecta el punto de
partida de la curva CME, por conveniencia, tenderemos a usar la curva CME del
gráfico 4.1. Cuando sea necesario introducir los efectos de la capacidad de
asimilación positiva, adoptaremos el gráfico 4.2.
TIPOS DE EXTERNALIDAD
Por tanto, el gráfico 4.1 demuestra una proposición muy importante: en presencia de
una externalidad existe una divergencia entre el coste privado y el coste social. Si
esa divergencia no se corrige, el contaminador continuará actuando en un punto
como Q en el gráfico 4.1. En Q se maximiza el beneficio privado en A + B + C,
pero el coste externo es B + C + D. Por tanto, el beneficio social neto = A + B + C -
B - C - D = A - D, que es claramente menor que A, el beneficio social neto cuando la
actividad del contaminador se regula al nivel Q*.
CONCLUSIONES
Precio, CM
coste
0 Q Cantidad
Beneficio
0 Q Cantidad
M
DERECHOS DE PROPIEDAD
Hay una escuela de pensamiento que plantea que si bien puede que los mercados
no aseguren la cantidad óptima de externalidad, pueden ser conducidos en esa
dirección de modo muy sutil sin la necesidad de una actividad reguladora completa,
con sistemas impositivos o a través del establecimiento de limitaciones cuantitativas.
La primera vez que se planteó esta idea fue en un artículo de Ronald Coase (1960).
Para entender el argumento, primero tenemos que establecer el concepto de
«derechos de propiedad».
Los derechos pueden ser privados, esto es, propiedad de unos individuos
perfectamente identificables, o comunales, caso en el que el uso de la propiedad en
cuestión se comparte con otros. Este último tipo de propiedad se conoce como
propiedad común. Antes de la delimitación territorial en Inglaterra los pastos eran
frecuentemente propiedad común: muchos individuos podían llevar a pacer a su
ganado en esas tierras. En muchos países en desarrollo la tierra es propiedad
comunal. En los capítulos 16 y 17 consideramos si el tipo de propiedad de la tierra
ayuda a explicar el proceso de degradación de los recursos naturales, pero de
momento estamos interesados en el concepto general de derechos de propiedad.
Costes, i
beneficios BPMN CME
h
a b
c g
0 d e Q* j f Q
Nivel de actividad económica, Q
Este teorema tiene una importancia potencial muy clara, ya que elimina la necesidad
de una regulación gubernamental de los problemas de la contaminación (¡y también
amenaza con convertir en redundantes los capítulos siguientes!), pero, a pesar de
su elegancia, el teorema de Coase plantea muchos problemas. Consideramos a
continuación sólo las críticas más importantes.
El estado de la competencia
BPMN = P - CM
y, entonces,
BPMN = IM - CM
Sin embargo, el argumento de los costes de transacción nos sirve para recordar
algunas precauciones muy importantes con respecto a cualquier regulación de
externalidades:
Si T < B, puede producirse una negociación (ver más adelante las razones por
las que puede que no sea así en este contexto).
Aun si los costes de transacción son menores que los beneficios que se podrían
obtener de una negociación, bien podría no alcanzarse el acuerdo. Muchos
contaminantes son de larga duración: permanecen en el medio ambiente durante
largos períodos de tiempo y pueden afectar a la gente durante años, décadas o
incluso cientos de años. Si es así, las personas que se van a ver afectadas por la
contaminación pueden no haber nacido aún y no es posible hablar de un encuentro
de las dos partes. Productos químicos tóxicos, residuos radiactivos, reducción de la
capa de ozono, contaminación global por dióxido de carbono, caben todos en esta
categoría, entre otros. En el mejor de los casos, algunos grupos de la generación
actual deberían negociar en nombre de las generaciones futuras. La idea de la
representación de las generaciones futuras no es, por supuesto, irreal: es un interés
que se ve reflejado en muchas regulaciones y que esperamos desempeñen los
gobiernos. Sin embargo, los ámbitos en los que tiene lugar son normalmente los de
propiedad comunal y el resultado suele ser el establecimiento de algún tipo de
atenuación de los derechos de los contaminadores.
Antes apuntamos que los derechos de propiedad pueden ser privados o comunales.
En el caso de que sean comunales, se puede llegar a un acuerdo mutuo entre los
usuarios de la propiedad. Cada usuario acuerda restringir su uso del recurso en el
interés de su uso sustentable de más largo plazo, tanto para toda la comunidad
como para generaciones futuras. Esto se denomina una solución cooperativa a un
problema de seguridad. Cada individuo necesita asegurarse de que los otros
también se comportarán de un modo cooperativo, si no, existirá la tentación de
«romper filas» y buscar de nuevo el máximo beneficio privado. A pesar del gran
volumen de literatura empírica y teórica sobre este tipo de situaciones de «teoría de
juegos», no es fácil decir por qué algunos contextos de propiedad comunal son
susceptibles de soluciones cooperativas y otros no. Sin embargo, desde el punto de
vista de la negociación lo que hay que destacar es que cada usuario de la propiedad
comunal es el contaminador (o usuario del recurso) y cada usuario individual es
también el beneficiario. En los términos de los gráficos anteriores, BPMN y CME
«pertenecen» a las mismas personas. Entonces, individuos racionales y
cooperativas compensarán los costes y los beneficios para llegar a su Q* personal,
de tal modo que la suma de las posiciones individuales será el óptimo social. Ahora
bien, a cualquier individuo le puede compensar ir más allá de Q* si él o ella juzgan
que «podrán salirse con la suya» y tener unas ganancias a corto plazo bastante
grandes a costa de otros usuarios actuales y futuros.
Amenazas
D CM + CME = CSM
P
MR
CM
P - CM
P = CSM
M P = CM
CME
X
0 Q Q*
El gráfico A5.2 muestra algunos de los resultados posibles en el caso de asumir «no
convexidad». En a) mostramos una función CME decreciente que corta BPMN
desde arriba. En esta situación se puede ver que el punto E ni es óptimo (los costes
externos totales exceden a los beneficios privados totales), ni es estable, ya que a la
derecha de E los contaminadores pueden compensar a los contaminados para
aceptar incrementos de contaminación y, a la izquierda de E, los contaminados
pueden compensar a los contaminadores hasta un output cero. En b) CME tiene
una pendiente menor pero corta a BM desde abajo. En este caso, E es tanto
estable como óptimo. Esta situación en a) causa dificultades para la solución
negociada, aunque podemos ver que, si los titulares de los derechos de propiedad
son los contaminadores y, por tanto, Q es el punto de partida, la ausencia de
acuerdo será Pareto óptima si los costes externos totales en Q son menores que
los beneficios privados totales. Yendo más al grano, debemos preguntarnos hasta
qué punto es realista un CME descendiente. Una razón es, esencialmente, que las
empresas no pueden perder más que sus costes fijos.
CME
BPMN CME (a)
BPMN
0 Q* Q Q
CME
BPMN BPMN (b)
CME
0 Q* Q Q
B
A 400
20
B’
A’ 10 H 200
100
C
-8 -4 0 -8 -4 0
Ocio (trabajo)
P output
20
PP1
10
PP2