Evaluacion de La Calidad de Vida de Los Adultos Mayores

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Papeles de Población

ISSN: 1405-7425
[email protected]
Universidad Autónoma del Estado de
México
México

OLIVI, Alessandra; FADDA-CORI, Giulietta; PIZZI-KIRSCHBAUM, Marcela


Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad de Valparaíso
Papeles de Población, vol. 21, núm. 84, abril-junio, 2015, pp. 227-249
Universidad Autónoma del Estado de México
Toluca, México

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11239488009

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Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI

Evaluación de la calidad de vida de los adultos


mayores en la ciudad de Valparaíso

Alessandra OLIVI
Universidad de Sevilla, España
Giulietta FADDA-CORI
Universidad de Valparaíso, Chile
Marcela PIZZI-KIRSCHBAUM
Universidad de Chile, Chile

Resumen

Chile se encuentra entre los países de América Latina que en las últimas décadas han experimen-
tado una transición demográfica rápida e intensa hacia el envejecimiento. Este artículo presenta
los principales resultados de la investigación “Calidad de vida del adulto mayor en el hábitat
urbano: estudio del caso de Valparaíso” (Fondecyt 1061179), realizada en Valparaíso (Chile)
entre 2006 y 2009 y sus sucesivas actualizaciones (2012-13). Con base en las evidencias empí-
ricas producidas mediante la aplicación de instrumentos cuantitativos y cualitativos, el artículo
analiza cómo determinadas condiciones del hábitat urbano inciden en la calidad de vida del
grupo más anciano de la población. La ciudad de Valparaíso constituye un caso de estudio de
especial interés, debido a su alto índice de vejez, a su estructura socioeconómica y a su peculiar
configuración topográfica.

Palabras clave: Calidad de Vida, adultos mayores, hábitat urbano, Valparaíso.

Abstract

Evaluation of the older adults’ quality of life in the city of Valparaiso

Chile is among the countries of Latin America that have seen accelerated and intense demo-
graphic transitions of aging and urbanization in the last decades. This paper presents the main
findings of the research “Quality of Life of older adults in the urban habitat: the case study of
Valparaiso” (Fondecyt 106117), conducted in Valparaiso (Chile) between 2006 and 2009, and
its successive actualizations (2011-2013). Based on empirical evidence obtained by combining
quantitative and qualitative methods, the paper analyses how certain conditions of the urban
habitat impact upon the quality of life of the older age group. Given to the Valparaiso’s elevated
aging index, its social structure, unique topography and architectural configuration, the city is a
case study of special interest.

Key words: Quality of Life, older adults, urban habitat, Valparaiso.

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Papeles de POBLACIÓN No. 84 CIEAP/UAEM

Introducción

E
l envejecimiento y la urbanización son dos de las principales
tendencias que caracterizan el siglo XXI (OMS, 2007). Crecen
las ciudades y también la proporción de personas mayores de 60
años. Si bien ambos fenómenos resultan de un desarrollo exitoso durante
el siglo XX, implican transformaciones cuyas consecuencias en el plano
económico, social y ecológico, requieren de un renovado esfuerzo analíti-
co para comprender y enfrentar con éxito los problemas que estos nuevos
escenarios plantean.
En la actualidad, la mitad de la población mundial vive en ciudades y
más de 70 por ciento de la población europea, norteamericana y latinoa-
mericana es urbana. Se prevé, además, que la tasa de urbanización aumen-
tará drásticamente en los próximos 40 años a nivel global (UN-HABITAT,
2009) y con ello la proporción de personas que envejecerán en el contexto
urbano. En el año 2006, alrededor de 500 millones de personas tenían 65
o más años (Lunenfeld, 2008) y se estima que, para 2050, 22 por ciento de
la población mundial será mayor de 60 años, superando por primera vez el
número de niños menores de 15 años (UNFPA, 2012).
Según proyecciones demográficas del Global City Indicators Facility
(2013), en los países en desarrollo la población de adultos mayores tripli-
cará el crecimiento global del mismo segmento etario en las próximas dé-
cadas. A tal propósito, la Organización Mundial de la Salud precisa que, a
nivel mundial, el número de personas de 60 años o más está creciendo más
rápidamente que cualquier otro grupo etario y que, para el año 2050, 80
por ciento de las personas mayores habitará en países en desarrollo (WHO,
2002). Respecto a América Latina, se estima que entre los años 2006 y
2030 el número de adultos mayores aumentará 140 por ciento, superando
ampliamente el crecimiento previsto para los países desarrollados, que se
mantendría alrededor de 51 por ciento (Gavazzi et al., 2004). La mayoría
de los países en desarrollo, sin embargo, no están preparados para enfrentar
un cambio demográfico de tal envergadura. Se trata por lo general de paí-
ses caracterizados por una marcada inequidad social, especialmente acen-
tuada en los centros urbanos, por un desarrollo institucional inadecuado y
un sistema de seguridad social insuficiente para cubrir las necesidades de
los segmentos más vulnerables de la población, entre los cuales las perso-
nas mayores ocupan una posición prioritaria (CELADE, 2007).

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Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI

En Chile y Uruguay la población está envejeciendo más rápidamen-


te que en los otros países de la región. Chile, en particular, se encuentra
en una etapa avanzada de transición hacia el envejecimiento demográfico,
expresada en una tendencia a la disminución de la población más joven y
en el aumento porcentual de la población mayor. En los últimos 40 años
el país ha tenido un proceso de envejecimiento inédito, producto tanto del
decrecimiento brusco y sostenido de la fecundidad a partir de la década
de los sesenta, como de la disminución de la mortalidad general y del au-
mento de la esperanza de vida. Hasta 1970, las personas de 60 años o más
representaban ocho por ciento de la población; en el año 2002 aumentaron
a 11.4 por ciento, llegando a representar 13.7 por ciento de la población
total en el año 2012 (INE, 2014).1
La ciudad de Valparaíso, con una población total de 275 982 habitantes,
está entre las ciudades chilenas que ostentan los más altos porcentajes de
personas mayores, que en en el año 2012 alcanzaron 15.8 por ciento (INE,
2014). El municipio presenta asimismo el índice más alto de vejez del país:
83.42 adultos mayores de 60 años por cada 100 menores de 15, siendo el
índice regional de 73.6 y el nacional de 60.47 (Ministerio de Desarrollo
Social, 2012). La esperanza de vida es de 74.93 años para los hombres y
80.27 años para las mujeres, estando ambas muy próximas a las tasas na-
cionales (hombres 74.95 y mujeres 80.66) (DEIS, 2011).
La ciudad se caracteriza, además, por un alto nivel de pobreza, pues
casi la mitad de la población pertenece a los hogares de menores ingresos.
Según datos de la Encuesta de Caracterización Socio Económica Nacional
2003-2011 (MIDEPLAN, 2012), en 2011 el ingreso promedio de los hoga-
res ascendía a 637 746 pesos chilenos,2 mientras que el promedio nacional
se situaba en 800 274 pesos chilenos. En cuanto a los hogares según po-
breza, 2.2 por ciento de los hogares de la comuna correspondía a pobres
indigentes, 11 por ciento a pobres y 87.3 por ciento a no pobres (a nivel
nacional las cifras respectivamente son de 2.6, 9.5 y 87.9 por ciento ).
Otros índices ayudan a comprender la dinámica demográfica de la co-
muna de Valparaíso. De acuerdo con los datos de los Reportes Estadísti-
cos y Comunales del año 2012 (BCN, 2013), el nivel de fecundidad de la
comuna es de 1.8, el más bajo del país (1.92 a nivel nacional); la tasa de
1
Debido a problemas en la obtención y tratamiento de los datos censales, la Comisión Revisora
del Censo instituida por el Gobierno chileno recomienda no emplear la información del censo del
año 2012 para fines del uso de datos oficiales. Por esta razón, en el presente artículo se recurrirá
principalmente a los datos estadísticos procedentes de la actualización de las proyecciones del
Instituto Nacional de Estadísticas y de otras fuentes ministeriales de medición de las caracterís-
ticas de la población chilena.
2
600 pesos chilenos equivalen aproximadamente a un dólar estadunidense.

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natalidad iguala la nacional situándose en 15; la tasa de mortalidad general


se sitúa en ocho y la de mortalidad infantil en siete (seis y siete, respecti-
vamente a nivel nacional); el índice de dependencia demográfica es de 43
(46 a nivel nacional) y el índice de masculinidad 99 (98 a nivel nacional).
En cuanto al tipo de tenencia de la vivienda, 40 por ciento corresponde a
viviendas pagadas (52 por ciento a nivel regional y 54 por ciento nacional);
diez por ciento a viviendas pagándose (11 por ciento a nivel regional y 12
por ciento nacional); 30 por ciento a viviendas arrendadas (19 por ciento a
nivel regional y 17 por ciento nacional); 17 por ciento a viviendas cedidas
(14 por ciento a nivel regional y 15 por ciento nacional) y dos por ciento a
otro tipo de tenencia. Con respecto a la población según sistema de salud,
79 por ciento de la población se atiende en el Sistema Público (81 por cien-
to a nivel nacional), ocho por ciento en el sistema de Instituciones de Salud
Provisional (ISAPRES) (13 por ciento a nivel nacional) y 13 por ciento
particular (seis por ciento a nivel nacional).
En cuanto a la estructura físico-morfológica, Valparaíso presenta una
peculiar configuración topográfica que le confiere un carácter especial. La
trama urbana se dispone en torno a una bahía abierta al norte sobre una es-
trecha planicie costera denominada plan, donde se concentran los servicios
y centralidades y un anfiteatro abierto al Océano Pacífico conformado por
cuarenta y dos cerros, donde habita 95 por ciento de la población. El aba-
nico de cerros se conecta al mar por un sistema de rutas y está surcado por
un régimen de quebradas convergentes al plan (Álvarez, 2001). Este he-
cho contribuye a dar a los cerros la condición de unidades independientes,
siendo instancias claramente diferenciadas a través de bordes y fronteras.
El plan/abajo y el cerro/arriba son las dos dimensiones antagónicas y al
mismo tiempo complementarias que se transforman en coordenadas uti-
lizadas para ubicar en el tejido urbano lugares y personas y representar la
pertenencia de los individuos a determinados espacios y comunidades. En
esta delimitación se superponen elementos topográficos y administrativos,
referencias físicas, sociales y simbólicas.
El número significativo de adultos mayores, junto con las característi-
cas geo-morfológicas de la ciudad, han motivado la elección de Valparaíso
como caso de estudio particularmente relevante para el análisis de la rela-
ción entre el hábitat urbano y las condiciones de vida de la población ma-
yor. A tal fin, se ha adoptado el concepto de calidad de vida, por su validez
teórico-metodológica, para analizar cómo las características del contexto
socio-espacial en el cual se envejece condicionan la experiencia de la propia
edad y la percepción del nivel de bienestar que tienen las personas mayores.

230
Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI

Tras exponer el enfoque teórico y la metodología aplicada en la investi-


gación, se discuten los principales resultados y se presentan las conclusiones.

Calidad de vida y envejecimiento


El concepto de Calidad de Vida aparece en los años setenta como alterna-
tiva a los criterios estrictamente economicistas y cuantitativos empleados
en los informes sociales o estudios de nivel de vida. Concebido de manera
integral, incluye no solamente los elementos objetivos, sino también aque-
llas condiciones y factores que emanan de la percepción subjetiva de las
personas y/o comunidades. Con base en el enfoque ecológico, la Calidad
de Vida es definida como un concepto multidimensional en el que se com-
penetran elementos objetivos y subjetivos, individuales y colectivos (Gla-
tzer y Zapf, 1984; Arnold, 1991). La calidad de vida ha sido conceptuali-
zada tanto a un nivel macro (social) como micro (individual) (Veenhoven,
2000). Así, estudiar la calidad de vida de una comunidad significa analizar
no sólo las condiciones físicas y objetivas, sino las experiencias subjetivas
y las percepciones que los individuos tienen de su existencia en su hábitat
o entorno. Implica evaluar cómo viven los individuos, qué expectativas de
transformación tienen de aquellas condiciones y cuál es el grado de satis-
facción que ellos consiguen (García-Viniegras, 2008).
Por otra parte, la necesidad de explicar el complejo proceso del enve-
jecimiento ha producido modelos teóricos desde varias disciplinas, como
la Biología, la Psicología y las ciencias sociales. En el marco de estas últi-
mas, las interpretaciones teóricas provenientes de la Antropología ofrecen
herramientas para el estudio de la relación entre el proceso de envejeci-
miento y el contexto en el cual viven las personas, con especial énfasis
en la realidad urbana. Algunas de las principales contribuciones en este
ámbito abordan la influencia del contexto cultural en el proceso de enve-
jecimiento y el rol que cumple el contexto socio-cultural en determinar la
experiencia de la propia edad (Schaie, 2001).
Otros aportes provienen de la gerontología ambiental. Diversos estu-
dios señalan que la vida personal y el envejecimiento están invariable-
mente ligados a determinadas condiciones ambientales. Según el modelo
ecológico del envejecimiento, la calidad de vida de las personas mayores
está fuertemente relacionada con el ambiente en el que habitan y en el que
desarrollan sus vidas cotidianas (Lawton y Nahemow, 1973; Peace et al.,
2011). Laws (1997) destaca la importancia que tienen las prácticas espa-
ciales en el proceso de construcción de la identidad etaria y de inserción
social de los adultos mayores, recordando que su apropiación territorial,

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Papeles de POBLACIÓN No. 84 CIEAP/UAEM

así como las redes sociales a las que tienen acceso, se constituyen a través
de su relación con el territorio y el espacio, siendo producto de una cons-
tante dialéctica y de un proceso de negociación continuo. El estudio de la
relación entre recursos ambientales y el mantenimiento de la autonomía
y el bienestar de las personas mayores apunta además a la complementa-
riedad entre aspectos objetivos y subjetivos de la calidad de vida (Wahl y
Lang, 2004; Wahl et al., 2007). Aplicando el concepto de Calidad de Vida
al estudio de las condiciones de vida de las personas mayores, Lawton
(1983; 1991) define cuatro componentes de la calidad de vida que han sido
abordados por el estudio: competencias conductuales, medio ambiente,
bienestar psicológico y calidad de vida percibida.

Método y datos
Con el propósito de abarcar el carácter multidimensional de la relación
que se establece entre el hábitat urbano y la calidad de vida de las personas
mayores, el estudio recurrió a la opción metodológica de la triangulación.
A tal fin, se combinaron métodos y técnicas cuantitativos y cualitativos,
recurriendo a distintas fuentes de datos primarios (espaciales y personas) y
secundarios (fuentes bibliográficas, estadísticas oficiales, cartografía).
Adaptando los campos a los objetivos del estudio que Chambers (1997;
1997a) define para evaluar el bienestar3 de las personas en los países en
desarrollo, se determinaron cinco campos de acuerdo con los dominios
primordiales en los que las personas desarrollan su vida. Para cada campo
se diseñó un conjunto de indicadores y sub-indicadores por considerar en
la evaluación y medición de la Calidad de Vida de las personas mayores,
quedando estructurados en la forma que presenta el Cuadro 1.
Los indicadores y sub-indicadores de Calidad de Vida identificados en
los respectivos campos dieron las pautas para la formulación de la encuesta.4

3
Chambers define el bienestar como “la experiencia de una buena calidad de vida […] abierta
a todos los ámbitos de la experiencia humana, social, mental y espiritual así como material”
(1997a: 9).
4
El tamaño de la muestra se determinó mediante la fórmula para el muestreo aleatorio simple.
Así, considerando un universo de 36.035 adultos de 60 años o más residentes en Valparaíso (INE,
2003) y asumiendo un error referencial de ±4.44, se extrajo una muestra de 480 casos. En con-
creto, se encuestaron 315 adultos mayores de sexo femenino, equivalente a 65.6 por ciento de la
muestra total y 165 adultos mayores de sexo masculino, equivalente a 34.4 por ciento .

232
Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI

Cuadro 1. Campos, indicadores y sub-indicadores de calidad de vida


Campos Indicadores Subindicadores
Enfermedad física, enfermedad
Estado de salud
mental
Nivel educacional
Campo humano Uso del tiempo libre
habilidades,
Hijos, nietos, pareja, vecinos,
conocimientos, Apoyo afectivo
amigos
capacidades
Privacidad personal
laborales y salud
Percepción de discriminación en razón de la edad
Expectativas del futuro
Evaluación de la experiencia de vida
Junta de vecinos, centro de
madres, partido político, club de
adulto mayor, grupo religioso,
Participación en organizaciones clubes deportivos, fiestas de
Campo socio- barrio, reuniones sociales,
cultural, redes grupos de música o baile, otras
sociales, organizaciones
capacidad de Apoyo que brinda a los demás
acción, Pobre/no pobre, feo/bonito, ideal
empoderamiento, Percepción de su barrio para vivir/no ideal para vivir,
arraigo e seguro/inseguro
identidad Factores de seguridad del barrio
Municipalidad, organizaciones
Consideración de sus opiniones
comunitarias, barrio, vivienda
Conflictivos, amistosos,
Opinión respecto de sus vecinos
solidarios
Calidad del aire, contaminación
Contaminación acústica, basura, ruidos, animales
callejeros, plagas.
Campo natural Garrapatas, ratones, perros
condiciones del Higiene ambiental callejeros, palomas, gatos
medio ambiente callejeros, insectos
Temporales, sismos, aluviones,
Vulnerabilidad ante catástrofes derrumbes, inundaciones y
desbordes
Limpieza de calles, iluminación
de calles, recolección de basura,
desagües, servicio de bomberos,
Calidad de los servicios del barrio
Campo físico servicio policial, mantención de
equipamiento e las vías públicas, posta más
infraestructura cercana, consultorio más cercano
urbana Locomoción, áreas verdes,
centros de salud, centros
Necesidades del barrio
deportivos, culturales y
comerciales
Ingreso familiar
Campo Posibilidad de darse gustos,
financiero- posibilidad de ahorrar, manejo
económico del propio dinero,
recursos Percepción de situación económica
independencia económica, antes
financieros y después de haber jubilado o de
haber cumplido los 60 años
Fuente: elaboración propia.

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La encuesta se aplicó en distintas áreas de la ciudad, seleccionadas cru-


zando las variables relativas a la concentración de la población de personas
de 60 años o más por barrio de Valparaíso, a la situación socioeconómi-
ca de la población objeto del estudio, reflejada en la calidad habitacional
(vulnerable/no vulnerable) y a la localización (plan/cerro)5. El cruce de las
variables identificadas permitió la selección de 13 barrios, tres ubicados en
el plan y diez en los cerros.
Los resultados de la encuesta fueron la base para la definición de los
índices de calidad de vida, elaborados con el propósito de identificar y me-
dir los aspectos que inciden positiva o negativamente en la calidad de vida
de las personas mayores. A las respuestas proporcionadas por los sujetos
encuestados se les asignó un puntaje ubicado en una escala entre cero y
uno. Los rangos dentro de los cuales se calificaron los índices quedaron
estructurados de la siguiente manera:
0 a 0.24 = Muy mala calidad de vida
0.25 a 0.49 = Mala calidad de vida
0.5 a 0.74 = Buena calidad de vida
0.75 a 1 = Muy buena calidad de vida
Los resultados se discriminaron según sexo, edad, localización (cerro/
plan) y nivel socio-económico (vulnerable/no vulnerable), obteniéndose
resultados para cada una de estas categorías.
Los datos proporcionados por la encuesta fueron complementados con
información recopilada mediante la aplicación de instrumentos de corte
cualitativo. Con el propósito de identificar y caracterizar los principales
elementos considerados importantes o definitorios de la calidad de vida
de las personas mayores en relación al hábitat urbano, se realizaron cuatro
Focus Groups (FG) y un total de 27 entrevistas en profundidad a adultos
mayores residentes en los 13 barrios seleccionados por el estudio.
Para la realización de los FG se diseñó un cuestionario guía centrado
en los siguientes ejes temáticos: la relación con el entorno físico (vivienda,
barrio, ciudad) y la relación con el entorno significativo (redes formales
e informales). La selección de los participantes se realizó con base en las
variables socio-territoriales identificadas por el estudio. Las sesiones gru-
5
Aplicando las definiciones teóricas de barrio desarrollada por la literatura sobre el tema a la rea-
lidad físico-social de Valparaíso, el estudio propuso una sectorización urbana de 97 barrios, tres
de los cuales situados en el plan y 94 en los cerros. Esta sectorización sirvió como base para la
definición de las áreas de estudio. Para la caracterización de las condiciones físico-morfológicas
y socioeconómicas de los barrios se elaboraron 232 Fichas Temáticas, basadas en la observación
en terreno y 127 mapas SIG que georeferencian los datos demográfico-territoriales y socioeconó-
micos relativos a la población de adultos mayores de la comuna de Valparaíso.

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Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI

pales fueron enteramente registradas y transcritas para su sucesivo análisis


(Tabla 1).
Tabla 1. Focus Groups y perfil de los participantes
FG 1 FG 2 FG 3 FG 4
Numero de participantes 8 7 5 10
Edad 69-82 65-78 67-81 65-79
Género 3H/5M 4H/3M 2H/3M 4H/6M
Situación socioeconómica Vulnerable No vulnerable Vulnerable No vulnerable
Zona de residencia Plan Plan Cerro Cerro
Fuente: elaboración propia.

  Complementariamente, las entrevistas en profundidad, de tipo semi-


estructurado, se centraron en la reconstrucción de las rutinas diarias de las
personas mayores, en su interacción con el entorno urbano, físico y social y
en el grado de satisfacción de sus necesidades básicas y recreativas. Man-
teniendo los criterios de selección de informantes definidos por el estudio,
el universo se compuso de 13 mujeres y 14 hombres, de edad comprendida
entre los 63 y 83 años, 15 de los cuales residentes en los cerros y 12 en el
plan de la ciudad. Las entrevistas, cuya duración promedio fue de aproxi-
madamente 60 minutos, fueron grabadas en soporte audio y sucesivamente
transcritas para su análisis.
La información cualitativa fue procesada mediante la técnica del aná-
lisis de contenido. En primera instancia, se identificaron y codificaron los
principales tópicos presentes en los relatos, coherentemente con los objeti-
vos de la investigación. A partir de la identificación y definición de las di-
mensiones del análisis, se seleccionaron y compilaron aquellas narraciones
relevantes para la caracterización y evaluación de la calidad de vida y el
bienestar de las personas mayores.
El desglose de los resultados obtenidos con base en los indicadores y
sub-indicadores del estudio se trianguló posteriormente con la información
cualitativa, permitiendo derivar conclusiones sobre la naturaleza y el signi-
ficado de la relación que se establece entre las condiciones contextuales, la
situación personal y la calidad de vida de las personas mayores.

Análisis y discusión6
Del análisis de los resultados más generales de la investigación y en lo que
respecta a los cinco grandes campos en que se agruparon los indicadores
6
Parte de este acápite incluye resultados aparecidos en Fadda y Cortés, 2009; Fadda, 2011;
Fadda y Olivi, 2011.

235 abril/junio 2015


Papeles de POBLACIÓN No. 84 CIEAP/UAEM

de calidad de vida del adulto mayor, el económico-financiero y el natural


fueron los que obtuvieron los peores índices. El campo humano, referido
a las habilidades, conocimientos, capacidades laborales y salud de los en-
cuestados, fue el mejor evaluado, seguido por el físico y el socio-cultural,
como se aprecia en la Gráfica 1.
Gráfica 1. Índices de calidad de vida del adulto mayor por campo
Humano
0.7 0.68  
0.6
0.5
0.4
Económico- 0.3
0.2 Sociocultural
financiero
0.1 0.52  
0.48  
0

0.48  
Físico Natural
0.59  

 
Fuente: elaboración propia.

A continuación se hará referencia a los resultados generales relativos a


los indicadores y subindicadores de calidad de vida, incluyendo resultados
cuantitativos y cualitativos y señalando las principales diferencias detecta-
das según zona y situación socioeconómica.
Como se aprecia en la Tabla 2, existe una gran diferencia en la valora-
ción de los 21 indicadores que concurren a la calidad de vida de los adultos
mayores de Valparaíso. Los elementos más negativamente evaluados son
aquellos relacionados con la ‘Participación en organizaciones’, ‘Necesi-
dades de equipamiento’ y ‘Seguridad en el barrio’. Los siguen en orden
ascendente ‘Contaminación’, ‘Falta de consideración de sus opiniones’,
‘Ingreso familiar’, ‘Situación económica’, ‘Nivel educacional’ y ‘Vulne-
rabilidad ante catástrofes’. Todos estos índices se mantienen bajo la línea
media de 0.5. Al otro extremo, percibidos como muy buenos, se ubican
los indicadores relativos a la ‘No-discriminación en razón de la edad’, al
‘Apoyo que el adulto mayor puede brindar a los demás’, a la ‘Privacidad
en la vivienda’ y al ‘Uso del tiempo libre’. De los datos se puede observar
que, a diferencia de los aspectos peor evaluados, los elementos mejor per-

236
Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI

cibidos dependen más de la iniciativa particular de los adultos mayores que


de iniciativas públicas.

Tabla 2. Índices de calidad de vida ordenados de muy mala a muy buena percepción
Muy mala Percepción

Valor del índice según Zona


Ecológica Valor
del Índice
Indicador C°E C°V Pl E Pl V General CV*
Participación en organizaciones 0.09 0.06 0.11 0.08 0.09
Necesidades del barrio 0.23 0.09 0.19 0.27 0.20
Factores de seguridad del barrio 0.33 0.17 0.18 0.17 0.21
Contaminación 0.33 0.35 0.22 0.20 0.28
Consideración de sus opiniones 0.52 0.39 0.35 0.46 0.43
Nivel educacional 0.57 0.35 0.44 0.45 0.45
Mala

Vulnerabilidad ante catástrofes 0.55 0.39 0.42 0.44 0.45


Situación económica 0.50 0.43 0.39 0.50 0.46
Ingreso familiar 0.57 0.31 0.47 0.52 0.47
Calidad de servicios de su barrio 0.61 0.58 0.55 0.56 0.57
Expectativas del futuro 0.69 0.56 0.60 0.59 0.61
Estado de salud 0.68 0.57 0.61 0.67 0.63
Evaluación de su experiencia de vida 0.72 0.59 0.68 0.68 0.66
Buena

Higiene ambiental 0.72 0.60 0.62 0.70 0.66


Percepción de su barrio 0.86 0.55 0.67 0.64 0.68
Apoyo afectivo 0.79 0.69 0.66 0.68 0.70
Opinión respecto de sus vecinos 0.82 0.72 0.75 0.70 0.75
Discriminación en razón de la edad 0.88 0.82 0.78 0.81 0.82
Muy buena

Apoyo que brinda a los demás 0.88 0.74 0.91 0.87 0.85
Privacidad personal 0.96 0.94 0.94 0.91 0.94
Uso del tiempo libre 1.00 0.96 1.00 0.96 0.98
* Valor promedio simple de los índices según Zona Ecológíca.
CºE: Cerro Económicamente Estable/CªV: Cerro Económicamente Vulnerable.
PlE: Plan Económicamente Estable/ PlV: Plan Económicamente Vulnerable.
Fuente: elaboración propia.
 

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Cuando se discrimina por localización (cerro/plan), en general, los va-


lores resultan más positivos en el cerro que en el plan, lo que parecería
indicar que los adultos mayores que residen en los cerros perciben una
mejor calidad de vida respecto a los que viven en la parte plana de la ciu-
dad. Los aspectos del vivir en el cerro señalados como más propicios a la
calidad de vida son: menor inseguridad y contaminación, un mayor apoyo
afectivo y una mejor percepción general del propio barrio. En este sentido,
la morfología del cerro parece facilitar las relaciones entre los vecinos: las
calles angostas, las vistas, las entradas a través de escaleras y callejones
comunes hacen que las personas vivan en constante contacto. Estas condi-
ciones parecen fomentar las relaciones entre los vecinos, creando lazos de
diversa índole.
Los datos provenientes del análisis de las entrevistas en profundidad
corroboran estos aspectos. De acuerdo a los relatos de los adultos mayores
entrevistados, el cerro asume una dimensión positiva en contraposición
con el plan, visto como un espacio impersonal donde no existe vida comu-
nitaria. La dimensión comunitaria del barrio es particularmente apreciada
ya que representa una forma para salir de la soledad sin tener que despla-
zarse y para “sentirse parte de”. Es así como el cerro delimita el espacio
donde se comparten lugares y significaciones; los sujetos se encuentran y
se reúnen estableciendo relaciones permanentes. El hecho de que las perso-
nas se conozcan personalmente o se relacionen con alguien familiarmente
es un factor que hace que los adultos mayores se sientan más seguros al
vivir en el cerro.
No obstante lo anterior, al agregar el factor socio-económico se colige
que, si entre los barrios del plan no se presentan grandes diferencias, las
ventajas del cerro no son homogéneas, al registrarse una efectiva desigual-
dad entre los cerros económicamente estables y los cerros económicamen-
te vulnerables (Gráfica 2). La percepción del propio barrio es el aspecto
que arroja la mayor diferencia entre la evaluación que hacen los habitantes
de una u otra zona. Ello indica menor arraigo y falta de identidad en los ba-
rrios más pobres, no así en los más estables. Otros factores percibidos tam-
bién con gran desigualdad entre los cerros son los que guardan relación con
la situación económica, el nivel educacional, la inseguridad en el barrio, la
vulnerabilidad ante catástrofes y la falta de consideración de sus opiniones.
Profundizando en los indicadores con incidencia negativa (Muy mala
y Mala), la ‘Participación en organizaciones’ presenta el índice más bajo
con 0.09.

238
Gráfica 2. Índices por indicador ordenados ascendentemente y discriminados según zona
y situación socioeconómica

Participación en organizaciones
Uso del tiempo libre 1 Necesidades del barrio
Privacidad en la vivienda Factores de seguridad del barrio
0.8
Apoyo que brinda a los demás Contaminación
0.6

Discriminación en razón de la edad 0.4 Consideración de sus opiniones

0.2
Opinión respecto de sus vecinos Nivel educacional
0

239
Apoyo afectivo Vulnerabilidad ante catástrofes

Percepción de su barrio Situación económica

Higiene ambiental Ingreso familiar


Evaluación de su experiencia de
vida Calidad de servicios de su barrio
Estado de salud Espectativas del futuro

Cerro Económicamente Estable Cerro Económicamente Vulnerable


Plan Económicamente Estable Plan Económicamente Vulnerable


abril/junio 2015
Fuente: elaboración propia.
Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI


Papeles de POBLACIÓN No. 84 CIEAP/UAEM

De los datos de la encuesta resulta que las organizaciones donde más


participan los adultos mayores son los grupos religiosos y los espacios de
reunión social. Al discriminar este indicador por situación socio-económi-
ca, se observa que los que viven en las zonas económicamente vulnerables,
tanto en el cerro como en el plan, son quienes menos participan en orga-
nizaciones, viendo limitadas sus posibilidades de construir redes sociales
y de colaboración mutua que podrían mitigar la situación de marginalidad
socioeconómica que sufren. El corolario de la superposición de un estado
generalizado de vulnerabilidad económica y socio-afectiva puede desem-
bocar en situaciones de segregación y abandono. De los relatos de las per-
sonas mayores consultadas emerge que son esas las principales amenazas
asociadas a esta etapa de la vida. En esta óptica, el asilo de ancianos, como
lo definen los propios sujetos, engloba todos los miedos frente a la incerti-
dumbre del futuro. Es el miedo a la muerte social, al encierro más que a la
muerte biológica, lo que induce a los adultos mayores a construir y man-
tener lazos afectivos que vuelven el presente más satisfactorio en el plano
personal y el futuro menos incierto.
Las ‘Necesidades del barrio’ y los ‘Factores de seguridad del barrio’
son también indicadores con incidencia marcadamente negativa (índices
0.20 y 0.21, respectivamente). Los mayores problemas detectados a nivel
de barrio se concentran especialmente en torno al deterioro de las vías pú-
blicas. Este aspecto resulta particularmente problemático para las personas
mayores, por las dificultades que implica para el desplazamiento peatonal,
gravando especialmente sobre los adultos mayores que viven en los cerros.
La situación se agrava para quienes residen en los cerros económicamente
vulnerables porque se desplazan mayoritariamente caminando para ahorrar
el coste del transporte.
En cuanto a los ‘Factores de seguridad del barrio’, la única zona que
presenta una percepción más positiva es el cerro económicamente esta-
ble. Los principales factores de inseguridad identificados son la delincuen-
cia, las drogas, el alcoholismo y la falta de iluminación y se observa una
percepción más negativa en el plan que en el cerro. De los relatos de los
adultos mayores emerge una sensación generalizada de inseguridad que
experimentan tanto en el espacio público como en el espacio doméstico.
Esta percepción está asociada tanto a las condiciones del entorno como
a su propia condición etaria. Las personas mayores se reconocen, por lo
general, como un grupo vulnerable y un blanco fácil para la micro crimina-
lidad urbana. La inseguridad y la vulnerabilidad que experimentan condi-
ciona su movilidad, limitando el acceso a los espacios urbanos y solamente

240
Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI

en ciertos horarios. En casos extremos, la inseguridad y el miedo pueden


llegar a fomentar comportamientos de autosegregación.
Otro indicador evaluado negativamente es el de ‘Contaminación’ (ín-
dice 0.28). Los principales factores de contaminación que afectan a los
adultos mayores son la basura, los ruidos, los animales y la calidad del aire.
Los resultados permiten apreciar que el plan es percibido como una zona
más contaminada que los cerros. La contaminación por basura y calidad
del aire se percibe mayoritariamente en las zonas Económicamente Vulne-
rables. En cambio, la contaminación acústica y el problema de los animales
e insectos tienen mayor incidencia en las zonas Económicamente Estables.
Si bien ningún lugar se ve exento del problema de la contaminación, los
cerros son considerados espacios más saludables por la calidad del aire que
ofrecen y, en general, por la menor contaminación acústica.
La ‘Falta de consideración de sus opiniones’ es otro de los indicadores
que concentra una percepción negativa (índice 0.43). De los encuestados,
47.5 por ciento señala que sus opiniones no son tenidas en consideración
por el entorno social del barrio, percepción que resulta aún más negativa
en las zonas Económicamente Vulnerables. Además, 57.5 por ciento señala
que sus opiniones no son atendidas por las organizaciones comunitarias
y 53.5 por ciento que sus opiniones no son escuchadas en absoluto por
la Municipalidad. No obstante estos datos, en los relatos de las personas
consultadas se aprecia que los adultos mayores empiezan a reconocerse
como sujetos con derechos especiales. La percepción de la consideración
que reciben en el espacio privado muestra resultados más positivos: 73.5
por ciento cree que sus opiniones son bastante tomadas en cuenta en su
propia vivienda.
También el indicador ‘Vulnerabilidad ante catástrofes’ es evaluado ne-
gativamente (índice de 0.45). Entre las catástrofes naturales contempladas
en la encuesta las que constituyen las mayores amenazas son los sismos y
los temporales. La percepción respecto a los sismos es similar para todas
las zonas: alrededor de 40 por ciento de los encuestados se siente amenaza-
do por este tipo de fenómeno. Sin embargo, debido a la ubicación costera
de la ciudad de Valparaíso, los cerros son percibidos como lugares más
seguros frente a catástrofes asociadas al mar, como el tsunami.
Por último, entre los indicadores negativamente evaluados figuran la
‘Percepción de la situación socioeconómica’ y el ‘Ingreso familiar’ (índi-
ces de 0.46 y 0.47, respectivamente), registrándose los índices más nega-
tivos en los Cerros Económicamente Vulnerables. Entre los encuestados,
36 por ciento considera que su situación empeoró tras la jubilación, siendo

241 abril/junio 2015


Papeles de POBLACIÓN No. 84 CIEAP/UAEM

la media del ingreso percibido de 159 562 pesos chilenos y la del ingreso
del núcleo familiar de 278 431 pesos chilenos, cifras muy por debajo del
ingreso medio que se registra a nivel comunal y nacional. La información
cualitativa permite una mayor aproximación a estas situaciones de priva-
ción. En los casos más extremos, la jubilación no alcanzaría para cubrir
los gastos básicos personales o familiares, mientras que en la mayoría de
los casos, si bien las personas tienen solventadas sus necesidades básicas,
la pensión no les permite satisfacer necesidades de corte recreativo, lo que
restringe su acceso a actividades y espacios de socialización.
Pasando a los indicadores con incidencia positiva (Buena y Muy buena),
la ‘Calidad de los servicios del barrio’ registra los índices más bajos (índice
0.57). Recurriendo a la información cualitativa, se observa que la opinión
negativa se concentra nuevamente en el equipamiento urbano, mientras
que los servicios de salud son calificados muy positivamente. Uno de los
aspectos que contribuye a fomentar la percepción positiva del sistema de
salud es el beneficio de la gratuidad, tanto de la atención médica como de
los medicamentos, la entrega de alimentos y la constancia y eficiencia de
los controles periódicos. También resulta muy valorado el programa de
apoyo psicológico implementado por el servicio público de salud. Otros
tipos de iniciativas evaluadas positivamente son los programas y proyectos
brindados por las instancias municipales. En general, los entrevistados aso-
cian estos programas a experiencias agradables, valorizando la posibilidad
que se les brinda de participar en actividades recreativas y de capacitación
entre pares y en forma gratuita. Al lado opuesto, el imaginario negativo
de los servicios públicos se cristaliza en torno a las casas de acogida para
personas mayores.
En cuanto a las ‘Expectativas del futuro’ (índice 0.61), 53.6 por ciento
de los encuestados señala que ve su futuro como bueno o muy bueno; la
visión más positiva se produce en el cerro económicamente estable. La
superación de las dificultades experimentadas en las etapas anteriores les
permite aceptar positivamente la propia condición etaria y mirar al futuro
con mayor confianza. El apego a la vida tiende, en general, a incentivar un
envejecimiento más activo. En la vertiente opuesta, las percepciones ne-
gativas respecto al futuro guardan relación mayoritariamente con el decai-
miento físico y las condiciones económicas. Estos factores son percibidos
como limitantes de las posibilidades de vivir dignamente y disfrutar de la
última etapa de la vida.
El indicador ‘Experiencia de vida hasta ahora’ está directamente rela-
cionado con el anterior. La percepción que los adultos mayores tienen de

242
Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI

sus trayectorias personales es en general positiva (índice 0.66) y 57.7 por


ciento encuentra que su vida ha sido buena, mientras diez por ciento la
considera muy buena; sólo alrededor de cinco por ciento considera que su
experiencia de vida ha sido mala o muy mala. Estos datos tienden a empeo-
rar en las zonas económicamente vulnerables.
La ‘Higiene Ambiental’ es otro de los indicadores positivamente eva-
luados (índice 0.66), pese a que su percepción se torna negativa en relación
con la presencia de los perros callejeros, ratones y palomas.
En cuanto al indicador ‘Percepción de su barrio’ (índice 0.68), 75 por
ciento lo considera ideal para vivir y alrededor de 57 por ciento no estaría
dispuesto a mudarse. Como puede apreciarse, la mayoría de los adultos
mayores tiene una percepción bastante positiva del propio barrio, demos-
trando además un fuerte arraigo. Al discriminar por nivel socioeconómico,
se desprende que los residentes de las zonas más vulnerables tienen una
apreciación del barrio más negativa. Los datos cualitativos indican que el
apego al propio barrio es más fuerte en los cerros; la vida comunitaria es el
factor mayoritariamente destacado por las personas consultadas.
Con respecto al ‘Apoyo afectivo’ (índice 0.70), 66 por ciento se siente
muy apoyado por los hijos y 53.9 por ciento por los nietos. Además, 34.6
por ciento de los encuestados se siente muy apoyado por la pareja, mientras
que diez por ciento afirma no recibir tal apoyo (49.8 por ciento de adultos
mayores no tiene pareja y 19.6 por ciento vive solo). De los adultos mayo-
res considerados, 47 por ciento se siente muy apoyado por los amigos y 40
por ciento se siente muy apoyado por los vecinos. En este último aspecto se
observa una mayor frecuencia en los cerros. En general, el apoyo afectivo
por parte de los vecinos y amigos es mayormente percibido en las zonas
económicamente estables. Los amigos y vecinos resultan especialmente
valiosos en ausencia de soporte familiar, creándose relaciones de inter-
cambio y de solidaridad que permiten enfrentar la vida con más seguridad.
Vinculado a lo anterior, el indicador relativo a la ‘Opinión de sus
vecinos’ (índice 0.75) muestra una percepción general positiva. Así, 84 por
ciento de los encuestados opina que sus vecinos no son conflictivos, 70.8
por ciento les considera amistosos y 68.3 por ciento solidarios. Se puede
apreciar que no hay grandes diferencias entre los cerros y el plan, mientras
que la percepción empeora en las Zonas Económicamente Vulnerables, es-
pecialmente en relación a la conflictividad de los vecinos.
La ‘Discriminación en razón de la edad’ (índice 0.82) y el ‘Apoyo que
brinda a los demás’(índice 0.85) son los indicadores con mejor calificación
(Muy bueno). De esta forma, 83.8 por ciento de los entrevistados no se

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Papeles de POBLACIÓN No. 84 CIEAP/UAEM

siente discriminado por su edad. No obstante, hay algunos aspectos, como


el irrespeto, la falta de trabajo y la falta de atención en los medios de trans-
porte, que inciden negativamente.
Con respecto al indicador ‘Apoyo que brinda a los demás’ la percepción
positiva se concentra en las siguientes conductas: la experiencia que les
permite dar buenos consejos o sugerencias (31.5 por ciento ), la experien-
cia que les permite hacer mejor las cosas (22.3 por ciento ) y la compañía
y afecto (20.4 por ciento ). En las zonas económicamente vulnerables pre-
valecen la experiencia ligada a hacer mejor las cosas, la importancia de la
compañía y el afecto. En cambio, en las zonas económicamente estables
prevalece la experiencia ligada a dar buenos consejos.

Conclusiones
Los resultados obtenidos muestran, como tendencia general, adultos ma-
yores con actitud proactiva en relación a su condición etaria, orientados a
solventar los problemas y las carencias, mayoritariamente atribuibles al
ámbito institucional, de una sociedad en progresivo envejecimiento. De
hecho, al comparar los elementos positiva y negativamente evaluados, se
destaca que los aspectos mejor percibidos por los adultos mayores son
principalmente atribuibles a la capacidad personal de los individuos, mien-
tras que los aspectos peor evaluados se refieren a ámbitos de competencia
de las autoridades, donde la iniciativa personal tiene un peso menor.
El análisis de los aspectos que más afectan la calidad de vida de los
adultos mayores remite a históricas distorsiones del sistema político-insti-
tucional que desconoce las necesidades específicas de dicho grupo etario.
Pese a que se reconoce un incremento de la atención de las autoridades ha-
cia los problemas relacionados con el envejecimiento, las personas mayo-
res detectan áreas prioritarias que no han sido todavía consideradas como
objeto de intervención específica. En este sentido, la insuficiencia del sis-
tema previsional es considerado uno de los principales obstáculos para un
envejecimiento positivo. Asimismo, los datos permiten inferir acerca de
otros aspectos que, si bien afectan a la población en su conjunto, tienen
efectos que gravan más sobre los sectores sociales más vulnerables, entre
los cuales figuran los adultos mayores. Éstos son la falta de seguridad del
espacio urbano (social y ante catástrofes), las carencias de la infraestructu-
ra y el equipamiento urbano (vial, peatonal, servicios básicos), la insalubri-
dad ambiental y un sistema de transporte público ineficiente e inadecuado a
las limitaciones físicas y económicas de la población mayor.

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Evaluación de la calidad de vida de los adultos mayores en la ciudad... /A. OLIVI, G. FADDA-CORI y M. PIZZI

Entre los factores que contribuyen a construir una percepción positi-


va de la condición etaria de los adultos mayores y de sus expectativas de
futuro, la relación de arraigo con el barrio y la ciudad ocupa especial re-
levancia. A tal propósito, el barrio parece garantizar aquella sociabilidad
indispensable para la construcción de redes sociales y de apoyo mutuo,
estableciéndose una correlación positiva entre apropiación territorial y per-
cepción satisfactoria de la vejez.
Sobre la base de los resultados de la investigación, es posible señalar al-
gunas de las áreas prioritarias que las políticas públicas deberían enfrentar
para mejorar las condiciones de vida de las personas mayores. Éstas remi-
ten a las siguientes líneas de acción: promover un sistema de previsión so-
cial que garantice la satisfacción de las necesidades de los adultos mayores
y su autonomía económica; dotar a la ciudad de infraestructura y entornos
seguros y adecuados a las necesidades de este grupo etario y desarrollar
medidas específicas para facilitar la movilidad de las personas mayores.
Todo ello incentivaría una mayor participación de los adultos mayores en
el espacio público, redundando en su reconocimiento como sujetos activos
y en su inserción social.
Por último, es importante señalar que los indicadores de calidad de
vida, basados simultáneamente en datos objetivos de condiciones de vida
y en la percepción y evaluación subjetiva de las mismas, muestran su va-
lidez como recursos para la planificación urbana, aportando información
relevante para la promoción de una ciudad mayormente inclusiva.

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Papeles de POBLACIÓN No. 84 CIEAP/UAEM

Alessandra Olivi
Licenciada en Historia Contemporánea por la Universidad de Bologna,
Italia; especialización en Ciencias Demo-Etno-Antropológicas por la Uni-
versidad de Roma “La Sapienza”; Master en Estudios del Desarrollo por la
European School of Advances Studies de la Universidad de Pavía, Italia;
Doctora en Antropología Social por la Universidad de Sevilla. Es miembro
fundador del Centro de Investigaciones Sociológicas de la Universidad de
Valparaíso (CIS), miembro del Grupo para el Estudio de las Identidades
Socioculturales en Andalucía (GEISA) de la Universidad de Sevilla y del
Centro de Estudios sobre los Problemas de la Ciudad y del Territorio (Cep-
CiT) de la Universidad de Bologna. Cuenta con 10 años de experiencia en
investigación en el ámbito del desarrollo en América Latina, de los estudios
urbanos y de los movimientos sociales. Actualmente es investigadora en el
Centro de Estudios sobre América Latina de la Universidad de Sevilla. Es
coautora de dos libros: Conciliación de la vida laboral, familiar y perso-
nal: hacia una guía de buenas práctica, Instituto de Desarrollo Regional,
2009; Etnicidad y desarrollo en los Andes, Universidad de Sevilla, 2011).
Ha impartido varias conferencias en Chile y en España y ha participado en
más de 20 encuentros internacionales.
Dirección electrónica: [email protected]

Giulietta Fadda Cori


Arquitecta por la Universidad de Chile (1966). Master en Planificación por
la Universidad Central de Venezuela (1979). Doctorado en Estudios del De-
sarrollo por la Universidad Central de Venezuela (1989). Post-Doctorado
en la Universidad de California, Los Angeles (1988) y en la Development
Planning Unit (1996) de University College London. Actualmente es pro-
fesora emérita de la Escuela de Graduados, Facultad de Arquitectura de la
Universidad de Valparaíso, Chile. Es autora de dos libros: La participación
como encuentro. discurso político y praxis urbana, Fondo Acta Científica
Venezolana, 1990 y La ciudad: su estructura polifacética, Universidad de
Valparaíso Editorial, 1996). También ha publicado doce capítulos de libro
y cuarenta y seis artículos. Ha participado en números Congresos y Semi-
narios Internacionales e impartido conferencias en varias universidades de
Chile y de otros países latinoamericanos.
Dirección electrónica: [email protected]

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Análisis regional de la marginación en el estado de Guerrero, México /R. MORALES-HERNÁNDEZ

Marcela Pizzi Kirschbaum


Arquitecta por la Universidad de Chile; Master en Arquitectura por la
Washington University; Diploma de Estudios Avanzados en Urbanística
por la Universidad Politécnica de Madrid, España; Diploma de Estudios
Avanzados en Ciencias de la Educación, mención Evaluación y Acredita-
ción por la Universidad de Aconcagua. Decana y Profesora Titular en la
Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. Desta-
cada trayectoria en investigación en tema de habitabilidad para Adulto Ma-
yor, tema para el cual ha recibido financiamiento por parte del Programa
Domeyko en Salud y Envejecimiento de la Universidad de Chile; por parte
de la Fundación MAPFRE, España y Fondo Nacional de Ciencia y Tecno-
logía de Chile, FONDECYT.
Su producción científica ha sido publicada en
Chile y el extranjero.
Ha sido galardonada con el Gran Premio Universidad
de Chile, en la categoría Ciencias Sociales y con el Premio a la Trayectoria
por la Fundación para la Internacionalización de la Educación Superior de
México, FESI.


Artículo recibido el 31 de octubre de 2013 y aprobado el 13 de enero de 2015.

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