1) A principios del siglo XX, Alfred Wegener estableció la hipótesis de la deriva continental, proponiendo que los continentes actuales formaban parte de un supercontinente llamado Pangea que se separó hace unos 200 millones de años.
2) En la década de 1960, la teoría de la tectónica de placas unificó las ideas de deriva continental y expansión del fondo oceánico, proponiendo que la litosfera terrestre está dividida en placas tectónicas en constante movimiento.
3) La teoría de
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1) A principios del siglo XX, Alfred Wegener estableció la hipótesis de la deriva continental, proponiendo que los continentes actuales formaban parte de un supercontinente llamado Pangea que se separó hace unos 200 millones de años.
2) En la década de 1960, la teoría de la tectónica de placas unificó las ideas de deriva continental y expansión del fondo oceánico, proponiendo que la litosfera terrestre está dividida en placas tectónicas en constante movimiento.
3) La teoría de
1) A principios del siglo XX, Alfred Wegener estableció la hipótesis de la deriva continental, proponiendo que los continentes actuales formaban parte de un supercontinente llamado Pangea que se separó hace unos 200 millones de años.
2) En la década de 1960, la teoría de la tectónica de placas unificó las ideas de deriva continental y expansión del fondo oceánico, proponiendo que la litosfera terrestre está dividida en placas tectónicas en constante movimiento.
3) La teoría de
1) A principios del siglo XX, Alfred Wegener estableció la hipótesis de la deriva continental, proponiendo que los continentes actuales formaban parte de un supercontinente llamado Pangea que se separó hace unos 200 millones de años.
2) En la década de 1960, la teoría de la tectónica de placas unificó las ideas de deriva continental y expansión del fondo oceánico, proponiendo que la litosfera terrestre está dividida en placas tectónicas en constante movimiento.
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A principios del siglo XX Alfred Wegener estableció la hipótesis de la deriva
continental. Uno de sus más importantes principios era que un
supercontinente denominado Pangea empezó a separarse en continentes más pequeños hace unos 200 millones de años. Los fragmentos continentales menores «emigraron» entonces a sus posiciones actuales. Para apoyar la afirmación de que los continentes ahora separados estuvieron unidos en alguna ocasión, Wegener y otros utilizaron el ajuste entre Sudamérica y África, las evidencias fósiles, los tipos y estructuras rocosas y los climas antiguos. Una de las principales objeciones a la hipótesis de la deriva continental fue su incapacidad para proporcionar un mecanismo aceptable para el movimiento de los continentes. • Del estudio del paleomagnetismo los investigadores aprendieron que los continentes habían migrado, como proponía Wegener. En 1962, Harry Hess formuló la idea de la expansión del fondo oceánico, que establece que se está generando continuamente nuevo fondo oceánico en las dorsales centro oceánicas y que el fondo oceánico antiguo y denso se consume en las fosas submarinas. El descubrimiento de franjas alternas de magnetismo de intensidad alta y baja, que son paralelas a las crestas de las dorsales, proporcionaron apoyo a la teoría de la expansión del fondo oceánico. • En 1968, la deriva continental y la expansión del fondo oceánico se unieron en una teoría mucho más completa conocida como tectónica de placas. Según la tectónica de placas, la capa externa rígida de la tierra (litosfera) se encuentra por encima de una región más débil, denominada astenosfera. Además, la litosfera está dividida en siete grandes fragmentos y otros más pequeños, denominados placas, que están en movimiento y cambiando continuamente de forma y tamaño. Las placas se mueven como unidades relativamente coherentes y se deforman fundamentalmente a lo largo de sus bordes. • Los bordes de placa divergentes aparecen donde las placas se separan, provocando el ascenso de material desde el manto para crear nuevo fondo oceánico.
La mayoría de los bordes divergentes se localiza a lo largo del eje del
sistema de dorsales oceánicas y está asociada con la expansión del fondo oceánico, que se produce a velocidades de 2 a 15 centímetros al año. Dentro de un continente pueden formarse nuevos bordes divergentes (por ejemplo, los valles de rift del este de África), donde pueden fragmentar las masas continentales y desarrollar una nueva cuenca oceánica.
• Los bordes de placa convergentes aparecen donde las placas colisionan,
provocando la subducción (consumo) de la litosfera oceánica en el manto a lo largo de una fosa submarina. La convergencia entre un bloque oceánico y uno continental provoca la subducción de la placa oceánica y la formación de un arco volcánico continental como el de los Andes de Sudamérica. La convergencia océano-océano produce una cadena en forma de arco de islas volcánicas denominada arco de islas volcánicas. Cuando dos placas que transportan corteza continental convergen, las dos placas tienen demasiada capacidad de flotación como para subducir. El resultado es una «colisión» que provoca la formación de una cadena montañosa como la del Himalaya.
• Los bordes (pasivos) de falla transformante se localizan donde las placas
se desplazan una con respecto a la otra sin producción ni destrucción de litosfera. La mayoría de las fallas transformantes une dos segmentos de dorsal Oceánica. Otras conectan centros de expansión con zonas de subducción y facilitan así el transporte de la corteza oceánica creada en la cresta de una dorsal a su lugar de destrucción, una fosa submarina. Aún otras, como la falla de San Andrés, atraviesan la corteza continental. • La teoría de la tectónica de placas se ve apoyada por: (1) la distribución global de los terremotos y su estrecha asociación con los bordes de placa;
(2) la edad y el grosor de los sedimentos de los fondos de las cuencas
submarinas, y la existencia de cadenas de islas que se formaron sobre puntos calientes y proporcionaron un entramado de referencia para trazar la dirección del movimiento de las placas.
• En la actualidad se están evaluando tres modelos básicos para la
convección del manto. Los mecanismos que contribuyen al flujo convectivo son la fuerza de arrastre de la placa, la fuerza de empuje de la dorsal y las plumas del manto. La fuerza de arrastre de la placa se produce cuando la litosfera oceánica fría y densa es subducida y tira de la litosfera. La fuerza de empuje de la dorsal tiene lugar cuando la gravedad pone en movimiento las placas elevadas a ambos lados de las dorsales oceánicas. Las plumas del manto, calientes y flotantes, son consideradas las ramas de corriente ascendente de la convección del manto. Un modelo sugiere que la convección del manto se produce en dos capas separadas a una profundidad de 660 kilómetros. Otro modelo propone una convección de todo el manto que afectaría a todo el manto rocoso de 2.900 kilómetros de grosor. Y un último modelo sugiere que el tercio inferior del manto se abomba de manera gradual hacia arriba en algu