AngineNicoleDiazV-Ensayo1 5

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 6

04-05-2021

Ética profesional

Postura subjetiva y
objetiva sobre la
existencia del valor

Angine Nicole
Diaz Vásquez-
100573138
Rubén Reyes
• La filosofía de los valores es una de las divisiones de la
filosofía contemporánea que estudia lo que se considera
valioso, analizando los principios que permiten considerar
que algo es o no valioso, dependiendo de los fundamentos de
tal juicio. De acuerdo con su naturaleza, los valores no eran
propiedades, sino objetos en sí que se diferencian a su vez de
los objetos reales y de los ideales, en virtud de este concepto,
el valor se halla fuera del espacio y del tiempo, de hecho, el
Diccionario Enciclopédico Bruguera afirma que "el valor es
indestructible".

Para este entonces, el valor iba acorde con las ideas y el


deseo, inclusive Lotza a quien se le atribuye ocuparse de
este tema desde el origen de la Axiología, manifestaba que
los valores no son, sino que valen. Es fundamental
mencionar los valores subjetivos, aquellos que valen
porque al sujeto le agrada o lo desea (un vehículo, una
propiedad material, una festividad), representan un medio
para llegar a un fin, en la mayoría de los casos
caracterizados por un deseo personal.
El valor es un concepto de amplia dimensión
que se debate entre la subjetividad y En contraposición al subjetivismo del valor, los
objetividad; filosóficamente para los objetivistas como Max Scheler, sostienen que los valores
subjetivistas el valor es creado por el hombre,
pero para los objetivistas los valores existen valen por sí mismos, están en la realidad exterior, valen
fuera de él. Desde la perspectiva subjetivista, independientemente de las estimaciones de las personas, si
el idealismo de Enmanuel Kant asume que el
valor es, ante todo, una idea, no parte de la son descubiertos o no por las personas, siempre serán
razón, depende de las ideas del individuo y valores. Desde esta visión, surge una jerarquía debido a
por lo tanto no son concretos, en otras
palabras, su estimación depende de las que sí el valor vale por sí mismo, habrá valores superiores
personas, por lo tanto, va a depender del a otros, dependiendo de determinados criterios.
deseo, agrado o interés de estas.
PÁGINA 2
Postura subjetivista.

El subjetivismo es la condición que supone que algo sólo es verdadero para el sujeto que lo concibe,
aplicado a los valores, que los valores no existen en sí y por sí, sino que son meras creaciones de la mente,
existen solamente para mí; lo que hace a una cosa valiosa es el deseo o el interés individual.

En R. Hartman es el mundo intrínseco la postura subjetivista, las cosas valen porque yo las deseo, y en ese
caso, es mi deseo o interés lo que confiere su valor, como sujeto empírico, individual. En el subjetivismo,
(A. Von Meinong), afirma que “tiene valor lo que nos agrada y en la medida en que nos agrada”. Para
Ehrenfels, tiene valor lo que se desea y en la medida en que se desea. Es el deseo lo que confiere valor a
un objeto. No deseamos la cosa por lo que vale sino porque satisface una necesidad nuestra, vale porque
lo deseamos o lo necesitamos, o también porque me agrada o gusta, a su vez, lo que prefiero, de acuerdo
con estas vivencias personales, es lo mejor.

Los valores relacionados con las cosas singulares son, otra vez, diferentes de los valores relacionados con
las cosas particulares, debido a la estructura axiométrica diferente de la comprensión singular. Si el valor
sistémico es el valor de la “perfección”, el valor singular o intrínseco es el valor de la “unicidad”, el
intrínseco es el mejor valor, no es la verdadera manera de filosofar porque yo lo esté haciendo, si eso
fuera todo no habría comparación con las otras maneras de filosofar, pero es más verdadera que el
filosofar de otros o del sistema.

Intrínsecamente no hay escala de conocimiento, si el conocimiento mismo fuera intrínseco, entonces yo


solo podría decir por intuición, por empatía, cuáles son las maneras de filosofar, y entonces mi empatía
sería la misma para los otros y para el sistema filosófico. El componente individual es un factor
importante en el proceso de valoración, pero no es el único, ni está tampoco aislado. Al no tomar en
cuenta ese objeto, toman una parte por del todo y sus conclusiones necesariamente deben ser erróneas.
Las diversas tendencias subjetivistas conducen a la persona ante un callejón sin salida:
el del relativismo. Si los valores dependen de la persona que valora y no se pueden afirmar unos valores
por encima de otros, estamos muy cerca, si no dentro, del todo vale.

PÁGINA 3
Postura objetivista.

Tesis que defiende la existencia de valores éticos plenamente objetivos, ya que no se reducen meramente
al sentimiento de agrado, interés ni deseo, ni se reducen tampoco a un proceso psicológico de valoración,
al respecto Hartman nos dice que el valor axiológico es objetivo…es una palabra lógica, un predicado que
predica que una cosa está en posesión de todos sus predicados descriptivos, un predicado de segundo
orden que tiene un sentido lógico tan exacto como cualquier término matemático. Y en el axioma
axiológico define que “el valor no es ético, ni metafísico, ni estético, ni económico, sino que es
simplemente valor, es decir, valor formal o axiológico, no corresponde a valores específicos, es un
axioma autónomo para la ciencia axiológica.

El objetivismo ético mantiene que los valores son válidos y objetivos para todos los individuos y todos los
tiempos, ya que no son ni subjetivos, ni relativos ni convencionales, es decir, los valores son inmutables;
no cambian con el tiempo ni de una sociedad a otra. No obstante, los bienes en que los valores se realizan
cambian de una época a otra; son objetos reales, y como tales, condicionados, variables y relativos,
(extrínseco), al respecto R. Hartman menciona que las descripciones analíticas de valor, y en
consecuencia la comprensión de las mismas, no es igual en tiempo o espacio, la concepción de libertad
que deviene del intrínseco, no es igual en el tercer mundo que en el occidental, ni la de amor en el siglo X
que en el XX, las cualidades de las propiedades descriptivas de las cosas, así como la manifestación
interna de valor (intrínseco), difiere e incide en la valoración axiológica, ya que para Hartmnan es una
valoración paralela, no por escalas.

Rasgos fundamentales del objetivismo son, que los valores constituyen un reino propio, subsistente por sí
mismo, son absolutos, inmutables e incondicionados, no tienen una existencia real, su modo de existir es
ideal.
Tesis de Sócrates y Platón en el mundo antiguo, de George Moore, Max Scheler, y Nicolai Hartmann, que
tienden a considerar los valores como objetos ideales. “Los valores son independientes de los bienes en
los que se encarnan”. Es decir, no necesitan para existir que se encarnen en las cosas reales. Podemos
referirnos al sistémico de Hartman, que se expresa con precisión y exactitud, ya que o es perfecto, o no
existe. Que contiene propiedades definidas, y que es como debe ser, porque si no, no es. Es un debe-ser
axiológico y matemático, que predice que la existencia significa la esencia, es decir, los valores si son un
reino propio, pero sin olvidar que siempre la existencia de una cosa es mejor que su no-existencia, como
dice Hartman , “para que una cosa sea buena debe existir”, y en ese existir, el valor es más bien formal
que valor material, y se mide según la posesión, por la cosa, de las propiedades que corresponden al
concepto adecuado, por ello el axioma de valor es objetivo, porque combina conceptos con objetos y los
relaciona lógicamente.

PÁGINA 4
En tanto que el valor formal o axiológico es objetivo, su aplicación, al igual que la aplicación de
cualquier término científico es subjetiva.
Frondizi en ¿Qué son los valores?, nos dice; El valor será objetivo si existe independientemente de un
sujeto o de una conciencia valorativa; a su vez, será subjetivo si debe su existencia, su sentido o su validez
a reacciones, ya sean fisiológicas o psicológicas, del sujeto que valora, sostiene que, en el ámbito de los
valores, hay un objeto -lo que se valora (extrínseco)- y una actividad que le es propia o le corresponde -el
proceso de valoración-, que a su vez, presupone la existencia de alguien que la realice -el sujeto-
(intrínseco), así Frondizi define los valores como “la síntesis de reacciones subjetivas frente a cualidades
que se hallan en el objeto”.

Frondizi aporta la consideración de valor como cualidad estructural, reconoce que los valores tienen unas
propiedades o características descriptivas o naturales, pero, sin embargo, no pueden reducirse a la mera
suma o yuxtaposición de características, sino que es algo más. Aquí nos dice Hartman: Los conceptos
sintéticos son los términos del sistema, y los conceptos analíticos son abstracciones del sentido común, los
sintéticos se aplican a cualidades primarias, y los conceptos secundarios se refieren a cualidades
secundarias, cualquier sistema de deducciones supuestamente lógicas o axiomáticas, que se base en
propiedades secundarias de la materia, no es más que la transposición de un sistema sintético a un
material analítico.

Para Frondizi el valor es una cualidad estructural entre sujeto y objeto que surge en un contexto. A la
importancia del contexto en la consideración de los valores Frondizi la llama “la ecología del valor”.
Cinco elementos constituyen un contexto o situación:

1) Ambiente físico: todas aquellas condiciones que afectan o pueden afectar la conducta.
2) Ambiente cultural
3) Medio social, estructuras sociales… creencias, actitudes, prejuicios, etc. de la comunidad.
4) Expectativas, aspiraciones, metas, anhelos y sus posibilidades de cumplimiento, desde lo
imprescindible hasta la utopía.
5) Factor espaciotemporal: todo lo que sucede en un espacio y en un momento en concreto, y lo que puede
afectar a la situación de una forma directa y específica.

Todo afecta, el contexto afecta pues ayuda a definir el momento de la persona que va a incidir en la
valoración intrínseca, Hartman define su axiología en función de tres mundos unidos interrelacionados,
intrínseco, extrínseco y sistémico, donde el bien es una propiedad de los conceptos y no de los objetos. La
palabra “bueno” no se refiere al conocimiento en particular del objeto, sino al conocimiento del concepto,
una cosa es buena si, y únicamente si, cumple con el conjunto de propiedades implícitas en su concepto”.

Es un conjunto de comparaciones analíticas, desde una valoración intrínseca, pero abarcada en su


totalidad por un sistema formal, que es indispensable para la comprensión de la estructura formal de
cualquier cálculo lógico, matemático y axiológico, y en general, de toda ciencia formalizada. Así Hartman
resuelve esta dualidad objetivo-subjetivo con la consideración tanto del concepto singular, como del
concepto analítico, como del axiomático, dentro de un sistema lógico y medible.
“La frecuente distinción entre hecho y valor como los dominios de objetividad y subjetividad,
respectivamente, es por tanto no válida, no está de acuerdo con los hechos, es decir, con las observaciones
concretas de las personas que reaccionan en diferentes culturas frente a los mismos datos. El llamado
mundo de los sentidos depende de las facultades racionales superiores, para no mencionar la complejidad
del aparato perceptor mismo”. (R. Hartman)
[Escriba aquí]
Para concluir con este ensayo sobre la
postura subjetiva y objetiva sobre la
existencia del valor.

La disyuntiva que se debate desde los orígenes mismos de la Axiología es el de la subjetividad u


objetividad de la totalidad de los valores, tal como lo señala Payá en su obra "Educación en Valores para
una Sociedad Abierta y Plural". Estas visiones, se han convertido en debate para la ciencia que los
estudia, de acuerdo con los fundamentos y juicios de la Teoría del Valor, así como de sus características.

En armonía con estas posiciones, se podría decir que el valor se sirve de ambas visiones de pensamiento
filosófico por ser un atributo, una particularidad o un rasgo conferible a actos, sujetos u objetos. En la
definición dada por Ibáñez el valor es "la perfección o dignidad que tiene lo real o que debe tener y que
reclama de nosotros el adecuado juicio y estimación". Así es como este concepto, capta el sentido de
profundidad y complejidad de la relación subjetividad-objetividad del valor, en la dimensión relacional
del valor según Frondizi "el subjetivismo tiene razón cuando sostiene que no hay valor sin valoración, el
objetivismo a su vez acierta al indicar la importancia de las cualidades objetivas". Entre tanto, los
valores vienen a ser una tensión entre el sujeto y el objeto, y ofrecen por tal razón una cara subjetiva y
otra objetiva, engañando a quienes prestan atención a una sola cara y en la vida se necesita tanto la
presencia de la objetividad como de la subjetividad del valor.

PÁGINA 6

También podría gustarte