Salmo de David

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Salmo de David, cuando huía de su hijo Absalón .

SALMO 3
[a]

3 ¡Oh SEÑOR, cómo se han multiplicado mis adversarios!


Muchos se levantan contra mí.
 
Muchos dicen de mí
Para él no hay salvación en Dios.

Mas tú, oh SEÑOR, eres escudo en derredor mío,
mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
 
Con mi voz clamé al SEÑOR,
y Él me respondió desde su santo monte.
 
Yo me acosté y me dormí;
desperté, pues el SEÑOR me sostiene.
 
No temeré a los diez millares de enemigos[e]

que se han puesto en derredor contra mí.


 
¡Levántate, SEÑOR! ¡Sálvame, Dios mío!
Porque tú hieres a todos mis enemigos en la mejilla
rompes los dientes de los impíos.
 
La salvación es del SEÑOR.
¡Sea sobre tu pueblo tu bendición! 

SALMO 4
4 Cuando clamo, respóndeme, oh Dios de mi justicia.
En la angustia me has aliviado
ten piedad de mí, escucha mi oración.

 
Hijos de hombres, ¿hasta cuándo cambiaréis mi honra en deshonra?
¿Hasta cuándo amaréis la vanidad y buscaréis la mentira? 
 
Sabed, pues, que el SEÑOR ha apartado al piadoso para sí;
el SEÑOR oye cuando a Él clamo.

Temblad y no pequéis;
meditad en vuestro corazón sobre vuestro lecho, y callad.

Ofreced sacrificios de justicia,
y confiad en el SEÑOR.

Muchos dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?
¡Alza, oh SEÑOR, sobre nosotros la luz de tu rostro!

Alegría pusiste en mi corazón,
mayor que la de ellos cuando abundan su grano y su mosto.
En paz me acostaré y así también dormiré;

porque solo tú, SEÑOR, me haces habitar seguro.

SALMO 18

Yo te amo Señor, mi fuerza, 3.El Señor es mi roca y mi fortaleza; es mi


libertador y es mi Dios, es la roca que me da seguridad; es mi escudo y me da
la victoria. 4.Invoco al Señor que es digno de alabanzas, y me veo libre de mis
enemigos. 5.Las aguas de la muerte me envolvían, los torrentes devastadores
me aterraban; 6.las redes de la muerte me cercaban, ante mí estaban
tendidas trampas mortales. 7.En mi angustia yo invoqué al Señor, y clamé a
mi Dios. Mi clamor llegó hasta sus oídos y desde su Templo oyó mi voz.
8.Tembló la tierra y se estremeció, se sacudieron las bases de los montes, que
temblaban con sólo ver su furor. 9.Subía humo de sus narices y de su boca
salía un fuego abrasador que arrojaba carbones encendidos. 10.El inclinó los
cielos y descendió, con una densa nube bajo sus pies. 11.Montó en un
querubín y emprendió vuelo; planeaba sobre las alas del viento. 12.En torno
a él, un manto de tinieblas, un oscuro aguacero era su toldo. 13.Un
resplandor lo iba precediendo con granizos y brasas encendidas. 14.Tronó el
Señor desde los cielos, el Altísimo hizo oír su voz. 15.Tiró sus flechas y los
dispersó, lanzó sus rayos y los derrotó. 16.Entonces apareció el fondo del mar
y las bases del mundo se descubrieron, al ver, Señor, tu enojo, al pasar el
soplo de tus narices. 17.Desde lo alto su mano me tomó, y me rescató de las
aguas profundas. 18.Me libró de enemigos poderosos, de enemigos más
fuertes que yo. 19.Me asaltaron el día en que me iba mal, pero el Señor vino
en mi ayuda. 20.Me sacó a un espacio abierto, me salvó porque me amaba.
21.El Señor según mis méritos me trata, limpias son mis manos, y él me lo
paga. 22.Porque guardé los caminos del Señor y no hice el mal lejos de mi
Dios. 23.Me acuerdo siempre de sus decisiones, y nunca descarto sus
mandamientos. 24.Ante él soy irreprochable y me cuido de cometer pecado
alguno. 25.Por eso me retribuye según mis méritos, según mi pureza que sus
ojos ven. 26.Con el que es fiel, tú te muestras fiel, si alguien no falla, tampoco
tu le fallas. 27.Con el que es sin doblez, tú eres leal, pero con los tramposos
eres mañoso. 28.Tú salvarás a un pueblo humilde y humillarás los ojos
altaneros. 29.Tú haces, Señor, que brille mi lámpara, ¡mi Dios ilumina mis
tinieblas! 30.Contigo acometo las huestes, con mi Dios escalo la muralla.
31.Mi Dios, su proceder es perfecto, y su palabra es a toda prueba. El es un
escudo para cualquiera que se acoja a él. 32.Pues, ¿quién es Dios fuera del
Señor? ¿quién es la Roca, sino nuestro Dios? 33.Es un Dios que me reviste de
fuerza, un Dios que allana mis caminos. 34.Asemeja mis pies a los de la
cierva, y me hace estar de pie en las alturas. 35.Adiestra mis manos para el
combate, y mis brazos para tensar el arco de bronce. 36.Tú me das tu escudo
de salvación; tu mano me sostiene, tus favores me agrandan. 37.Puedo
alargar el paso, y mis tobillos no van a flaquear. 38.Persigo a mis enemigos y
los alcanzo, no volveré hasta que estén exterminados. 39.Doy un golpe, y no
pueden rehacerse, caen y quedan tendidos a mis pies. 40.Me revistes de
fuerza en el combate, y doblegas ante mí a mis agresores. 41.Haces que mis
enemigos den la espalda, y a cuantos me odiaban aniquilo. 42.Aunque griten,
nadie los salvará, claman al Señor, pero no les responde. 43.Los trituro como
polvo que se lleva el viento, los pisoteo como el barro del camino. 44.Me
libras de las querellas de mi pueblo, y me pones al frente de las naciones. Un
pueblo que no conocía me sirve. 45.Los hijos de extranjeros me adulan,
apenas oyen mi voz, me obedecen. 46.Los extranjeros pierden el ánimo, y
salen temblando de sus fortalezas. 47.¡Viva el Señor! ¡Bendita sea mi Roca!
¡Ensalzado sea el Dios que me salva! 48.Oh Dios que me concedes el
desquite y colocas los pueblos a mis pies, 49.que me libras de mis enemigos y
me encumbras por encima de mis agresores, tú me salvas de la gente
violenta. 50.Por eso te ensalzaré, Señor, y en medio de los pueblos cantaré tu
Nombre, 51.tú que a tu rey das victoria tras victoria, y sigues con tus favores
a tu ungido, a David y a su descendencia para siempre."

SALMO 23

"Salmos, 23 1.El Señor es mi pastor: nada me falta; 2.en verdes pastos él me


hace reposar. A las aguas de descanso me conduce, 3.y reconforta mi alma.
Por el camino del bueno me dirige, por amor de su nombre. 4.Aunque pase
por quebradas oscuras, no temo ningún mal, porque tú estás conmigo con tu
vara y tu bastón, y al verlas voy sin miedo. 5.La mesa has preparado para mí
frente a mis adversarios, con aceites perfumas mi cabeza y rellenas mi copa.
6.Irán conmigo la dicha y tu favor mientras dura mi vida, mi mansión será la
casa del Señora por largos, largos días."
SALMO 91

"Salmos, 91 1.Tú que habitas al amparo del Altísimo y resides a la sombra del
Omnipotente, 2.dile al Señor: "Mi amparo, mi refugio, mi Dios, en quien yo
pongo mi confianza". 3.El te librará del lazo del cazador y del azote de la
desgracia; 4.te cubrirá con sus plumas y hallarás bajo sus alas un refugio.
5.No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día, 6.ni la
peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. 7.Aunque
caigan mil hombres a tu lado y diez mil, a tu derecha, tú estarás fuera de
peligro: su lealtad será tu escudo y armadura. 8.Basta que mires con tus ojos
y verás cómo se le paga al impío. 9.Pero tú dices: "Mi amparo es el Señor", tú
has hecho del Altísimo tu asilo. 10.La desgracia no te alcanzará ni la plaga se
acercará a tu tienda: 11.pues a los ángeles les ha ordenado que te escolten en
todos tus caminos. 12.En sus manos te habrán de sostener para que no
tropiece tu pie en alguna piedra; 13.andarás sobre víboras y leones y pisarás
cachorros y dragones. 14."Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues
mi Nombre conoció. 15.Si me invoca, yo le responderé, y en la angustia
estaré junto a él, lo salvaré, le rendiré honores. 16.Alargaré sus días como lo
desea y haré que pueda ver mi salvación".

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