Mensaje de Presupuesto de Puerto Rico

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Mensaje de Presupuesto de Puerto Rico para el año fiscal 2021-2022

El Capitolio
18 de mayo de 2021

Buenas tardes a todas y todos. Me uno al saludo protocolar y agradezco la comparecencia de


todos ustedes en el día de hoy. Estimados miembros de la Asamblea Legislativa y hermanas y
hermanos puertorriqueños:

Nuestro pueblo necesita de nosotros. Nuestra gente necesita que unidos busquemos las
soluciones a los retos que tenemos por delante. Llevamos demasiado tiempo en modo de crisis.
Hemos tenido que enfrentar huracanes, terremotos, la pandemia y la quiebra del gobierno.

Como pueblo hemos logrado mucho. Hemos sobrevivido los huracanes y hemos encaminado la
recuperación. Hemos resistido los terremotos y estamos comenzando la reconstrucción. Hemos
empezado a superar la pandemia y estamos listos para retomar la normalidad. Hemos subsistido
en la quiebra y estamos logrando salir de ella y regresar al progreso.

Nos toca enfocarnos en todas las cosas que podemos hacer hoy para el Puerto Rico del mañana.
Nuestro pueblo quiere que trabajemos juntos; que dejemos atrás las peleas chiquitas; que
miremos lo grande que puede ser nuestro futuro; que dejemos a un lado las controversias y la
inestabilidad; y que nos ocupemos de asegurar que tenemos los recursos y la voluntad para
servirle bien a nuestra gente y para lograr que nuestra economía vuelva a crecer.

Por varios meses hemos estado inmersos en el proceso presupuestario, sabiendo que tenemos la
gran responsabilidad de ser prudentes con el dinero del pueblo, cumplir con nuestras
obligaciones, proveer los servicios gubernamentales que nuestra gente merece y necesita, y
promover el desarrollo económico sostenible que garantiza un mejor futuro para nuestras
próximas generaciones.

Nuestra postura ante la Junta de Supervisión y Administración Financiera ha sido firme pero al
mismo tiempo pragmática. Cuando hemos tenido que enfrentarla para evitar recortes
contraproducentes e innecesarios, lo hemos hecho por Puerto Rico. Ahora bien, cuando hemos
visto a la Junta trabajando para reestructurar la deuda pública y lograr grandes ahorros para
nuestro gobierno a corto y largo plazo, hemos colaborado.

En otras palabras, no hemos titubeado en defender las prioridades de nuestro pueblo, a la vez que
hemos actuado con mucho juicio, sabiendo que tenemos que salir de la quiebra y sentar las bases
para que nunca más pongamos en peligro los servicios esenciales del gobierno y el bienestar de
nuestra gente.

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Y es que hemos escuchado a nuestra gente y a nuestros servidores públicos que a diario dan el
frente por nuestro gobierno. Hemos escuchado a nuestros empresarios y empresarias, a nuestra
fuerza trabajadora, y a nuestras hermanas y hermanos vulnerables. Porque es a ellas y ellos a
quienes nos debemos.

En los pasados 5 años nuestro gobierno ha tenido que hacer considerables ajustes, al punto que
se han reducido los gastos del gobierno en más de un 20 porciento, en gran medida para poder
cumplir con nuestros pensionados, quienes sufrieron grandes recortes en sus beneficios previo a
la llegada de la Junta de Supervisión y con quienes estamos comprometidos para evitar recortes
adicionales.

Además, hay más transparencia en nuestras finanzas públicas, más visibilidad en los ingresos y
gastos, así como más controles para asegurar que nos mantenemos dentro del presupuesto y no se
generan los déficits que nos llevaron a la quiebra.

Es por eso que estamos siendo cuidadosos y razonables en los gastos públicos, buscando
justificar todo desembolso y evitando gastos excesivos. Las prioridades son claras y la dirección
es la correcta.

Afortunadamente, tenemos a nuestra disposición miles de millones de dólares para la


recuperación y reconstrucción de Puerto Rico y para paliar los efectos de la pandemia, y los
vamos a utilizar con la mayor agilidad y de forma estratégica para ayudar a Puerto Rico a
retomar su viabilidad fiscal y económica.

Aunque es cierto que tenemos esa cantidad sin precedente de fondos federales a nuestra
disposición por los desastres y por la pandemia, es necesario que tengamos una estructura
gubernamental sostenible que pueda proveer la salud, la educación, la seguridad, la asistencia
social y el desarrollo económico de Puerto Rico a largo plazo.

Para eso, es imprescindible que tengamos un presupuesto justo y balanceado, y que atienda
debidamente nuestras necesidades y aspiraciones. El mismo no debe estar amarrado a una
inflexibilidad fiscal que no responda a las circunstancias cambiantes de nuestro diario vivir.
Tiene que estar entrelazado con la realidad de hoy, y con la visión y responsabilidad de quienes
hemos sido llamados, por la voluntad del pueblo, a guiar a Puerto Rico hacia el futuro.

Previo a este proceso presupuestario, logramos que la Junta de Supervisión atendiera


reprogramaciones de fondos en áreas de necesidad urgente e inmediata, incluyendo la lucha
contra la violencia de género, la reconstrucción del sur de la Isla, la reparación de todas las
escuelas con columnas cortas, la emergencia en el sistema de transportación a Vieques y
Culebra, la construcción de una nueva pista en el aeropuerto de Aguadilla, la atención a los
señalamientos de la entidad acreditadora del programa de residencias de Neurocirugía del
Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico, y el reclutamiento de personal en
el área de Preservación Histórica del Instituto de Cultura para agilizar el proceso de permisos.

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En el próximo presupuesto que la Junta de Supervisión ha sometido ante la consideración de esta
Asamblea Legislativa, hemos logrado incluir importantes inversiones en asuntos de gran
prioridad para nuestro pueblo.
El mismo contiene algunas de las asignaciones de recursos que solicitamos, como $6.8 millones
para combatir la violencia de género, $11.5 millones para comenzar un proyecto piloto de
inversión en el servicio público, $1.2 millones para combatir el cambio climático, y más de $2
millones para programas de asistencia social y contra la pobreza. De igual manera incluye
aumentos en personal necesario como trabajadores sociales, fiscales, inspectores del
Departamento de Asuntos del Consumidor, y ajustes en los fondos para cumplir con las
pensiones de los retirados del gobierno.

Sin embargo, la resolución de presupuesto sometida por la Junta de Supervisión se ha quedado


corta en múltiples áreas. Por consiguiente, en el día de hoy les estoy presentando una resolución
de presupuesto enmendada para incluir los recursos adicionales que necesitamos para que Puerto
Rico progrese.

Me consta que las áreas principales que se atienden en la resolución que les estoy presentando
son asuntos en los que hay convergencia y consenso entre todos nosotros. Por eso confío en que
ustedes le darán paso y que se unirán a la lucha para lograr el presupuesto que necesitamos.

En primer lugar, tenemos que invertir más en nuestro desarrollo económico. Hacer recortes en
esta área es contraproducente a nuestra meta de lograr que salgamos de la recesión económica.
Es importante que prioricemos la promoción de Puerto Rico como destino de inversión y de
turismo, por lo que una reducción al presupuesto del Departamento de Desarrollo Económico y
Comercio no hace sentido.

En nuestra petición presupuestaria se habían incluido $50 millones en fondos para los Juegos
Centro Americanos con miras a su potencial impacto económico y turístico. Al menos parte de
ese dinero debe buscar la misma meta.

Proponemos un programa de primeras oportunidades de empleos para jóvenes, que pueden ser en
el gobierno o en la empresa privada, con un presupuesto de $10 millones, así como restituir $10
millones adicionales al presupuesto del DDEC para incentivar la economía, en especial los
esfuerzos para que logremos potenciar el impacto de la exención de las leyes de cabotaje aéreo.
Estos fondos los vamos a complementar con fondos de la Ley del Plan de Rescate Americano
para apalancar la recuperación económica de la Isla.

Asimismo, la recesión, los desastres naturales y la pandemia han tenido un impacto sumamente
negativo en nuestros municipios. Es ahí donde se forjan nuestros pequeños y medianos
comercios, donde nuestra gente necesita sus servicios y donde se requiere gran esfuerzo para
lograr que podamos llegar directamente a satisfacer las necesidades de nuestro pueblo.
Reconocemos que la situación fiscal ha requerido recortes en muchas áreas, pero no es razonable
afectar los servicios esenciales que brindan los municipios, y eso va en contra de PROMESA.

Por lo tanto, he sido firme en que hay que detener esos recortes a los municipios y asegurar que
tienen los recursos necesarios para cumplir con sus residentes. Desde que llegué a Fortaleza he

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establecido una política pública de colaboración y coordinación constante con nuestros alcaldes y
alcaldesas.

Les he hecho llegar fondos por la pandemia, les he facilitado el acceso a los fondos de
recuperación, he establecido una política de descentralización y todo mi gabinete tiene
comunicación directa con ellos y ellas. En mi visión, los municipios son una extensión del
gobierno central, así que siempre van a poder contar con mi apoyo.

Por eso, voy a hacer todo lo que tenga en mi poder para asegurar que nuestros alcaldes y
alcaldesas cuenten con una mano amiga en el gobierno, incluyendo los fondos necesarios para
llevar a cabo su labor. Nuestro presupuesto debe proveer las transferencias a los municipios sin
recortes adicionales, manteniendo el apoyo fiscal de $132 millones, así como $550 mil para que
tanto la Federación como la Asociación de Alcaldes puedan apoyar a los mandatarios
municipales en su gestión. Juntos vamos a lograr que Puerto Rico eche pa’lante en cada uno de
nuestros pueblos alrededor de la Isla.

Y si es cierto que los municipios son importantes, la Universidad de Puerto Rico es también un
eje vital de nuestro desarrollo socioeconómico. Invertir en nuestra educación superior es
esencial para garantizar un futuro de progreso, y la universidad del estado tiene que estar en las
mejores condiciones, con los recursos necesarios para tener éxito en su misión de educar los
líderes de las próximas generaciones.

La Universidad de Puerto Rico es una cantera de talento, que ha producido grandes profesionales
de todos los sectores, quienes se han destacado local, nacional e internacionalmente. Todos
tenemos que protegerla e impulsar sus triunfos. La UPR ya ha sufrido recortes significativos y
ha tomado medidas difíciles para afrontar sus retos fiscales, por lo que me opongo a que la Junta
le haga recortes adicionales y propongo que se mantenga su asignación anual en la suma de $560
millones.

De hecho, recortes adicionales a la Universidad pueden poner en peligro los fondos asignados en
la Ley del Plan de Rescate Americano, la cual especifica que esos fondos de asistencia por
pandemia no son elegibles para suplantar recortes. Es momento de que se le dé un respiro a la
UPR para que pueda adaptarse y ajustar sus operaciones mientras garantiza una educación de
excelencia.

Igualmente, mientras nos mantenemos activos agilizando los proyectos de recuperación y


reconstrucción a través de toda la isla, tenemos que asegurarnos que le damos el debido
mantenimiento a nuestras vías públicas para que siempre estén en buenas condiciones y sean
seguras para los que las transitan a diario. Por mucho tiempo, hemos sido deficientes en
proporcionar ese mantenimiento que es tan importante para evitar deslizamientos, hoyos y otros
daños en las calles.

Llora ante los ojos de Dios que en Puerto Rico se han invertido miles de millones de dólares en
carreteras y que hemos permitido que se deterioren y afecten nuestra seguridad por falta de
mantenimiento. Hay que invertir para asegurar que las obras de nuestra infraestructura nos duren,
garanticemos su calidad y aprovechemos bien esa inversión. Recortes en ese tipo de asignaciones

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al Departamento de Transportación y Obras Públicas son un grave error y debemos unirnos para
lograr que podamos mantener nuestras vías de la mejor forma posible, destinando $23.7 millones
a esos efectos.

Por otro lado, nuestros oficiales correccionales estuvieron dando el frente durante la pandemia,
como lo hacen todos los días del año, sin que la mayoría de nosotros piense en lo importante que
es su labor. Estoy comprometido con mejorar las condiciones de trabajo de los oficiales de
custodia del Departamento de Corrección, por lo que he propuesto que sus sueldos estén al
mismo nivel de nuestros policías, ya que exponen sus vidas de la misma forma y con el mismo
tesón. Necesitamos una asignación recurrente de solo $15 millones adicionales para cumplir con
ese compromiso, y yo sé que todos en Puerto Rico estamos de acuerdo en que nuestros oficiales
de custodia deben ser compensados justamente por su trabajo.

Por otra parte, el gobierno necesita el personal adecuado para cumplir con las iniciativas de
atención a nuestras familias y de proveer la justicia que merece nuestro pueblo. A pesar de que
la Junta proveyó parte de los fondos solicitados para contratar más trabajadores sociales y
técnicos de servicio a familias en el Departamento de la Familia, así como fiscales y abogados
para el Departamento de Justicia, el presupuesto asignado por la Junta a estas agencias se quedó
corto. Puerto Rico cuenta con nosotros para que podamos atender sus necesidades apremiantes,
proveyendo $3.2 millones adicionales al Departamento de la Familia y $2.8 millones adicionales
al Departamento de Justicia.

También hemos incluido una asignación de $7 millones para cumplir con los servicios que
necesita nuestra población de discapacidad intelectual y con quienes todos estamos
comprometidos, y estamos designando una reserva de $10 millones ordenada por el Tribunal en
cumplimiento con el caso federal.

Además, el presupuesto se queda corto por $5 millones para sufragar la nómina del
Departamento de Salud, en momentos en que no nos podemos dar el lujo de que nos falte
personal en nuestras facilidades médicas. Más aún, tenemos que asignarle $1.2 millones
adicionales al Centro Cardiovascular de Puerto Rico y el Caribe para contratar otro cirujano
cardiotorácico que garantice los servicios de cirugía cardiovascular y de trasplante en este
importante centro hospitalario.

Aparte de esas necesidades, dado que hemos perdido una cantidad significativa de personal de
carrera en el gobierno, mi administración ha solicitado fondos para un programa piloto para
contratar personal retirado del gobierno a tiempo parcial que daría apoyo en agencias clave, tales
como los Departamentos de la Familia, de Educación, de Hacienda y en la Policía de Puerto
Rico. Esta Asamblea Legislativa tiene ante su consideración un proyecto de administración que
viabiliza este programa y beneficiaría tanto la eficiencia del gobierno como a nuestros retirados,
quienes no verían su pensión afectada al poder colaborar en las agencias del gobierno. Cuento
con ustedes para lograrlo y proveer los fondos necesarios que lo harán posible.

Por último, y aunque sé que no es un área de consenso, como pueblo tenemos que cumplir con la
ley aprobada por la pasada Asamblea Legislativa, de conformidad con el mandato de nuestro
pueblo de buscar la igualdad y el trato justo que nos merecemos como ciudadanos americanos.

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El presupuesto de Puerto Rico tiene que incluir fondos para apoyar y complementar el trabajo de
nuestra Comisionada Residente y de la Oficina de Asuntos Federales de Puerto Rico en
Washington.

Si hemos podido avanzar en lograr trato igual en importantes programas de asistencia por la
pandemia, imaginen lo que podremos lograr si somos tratados con igualdad en todos los
programas federales que benefician a nuestra gente. Tener seis boricuas como delegados
especiales en el Congreso va a lograr que nuestras necesidades y aspiraciones estén más
presentes en la Capital federal y va a permitir que multipliquemos nuestro mensaje de igualdad y
respeto para los ciudadanos americanos de Puerto Rico. Con eso todos ganamos.

La Resolución de presupuesto sometida por la Junta de Supervisión destina la cantidad $10,112


millones al Fondo General. La Resolución enmendada que yo les estoy sometiendo aumenta esa
asignación a $10,345 millones, es decir un aumento de $233 millones. Es un aumento prudente
y razonable. Y es que les recuerdo que actualmente el programa de Medicaid en Puerto Rico
está recibiendo aproximadamente $2,800 millones del gobierno federal por medio de una ley
especial, y en los pasados años ha recibido sumas similares para financiar el programa de salud
del gobierno.

A pesar de esto, en el plan fiscal y en el presupuesto, la Junta está asumiendo, incorrectamente en


mi opinión, que a partir de octubre de este año esa cantidad va a reducirse a los
aproximadamente $400 millones que recibimos por la ley de Medicaid. Eso ha resultado en que
la Junta proponga recortes excesivos en las asignaciones a las agencias de nuestro gobierno para
poder destinar cientos de millones de fondos del gobierno central al programa de salud.

Es importante que sepan que en todas mis conversaciones y reuniones en Washington, -- y acabo
de ver a 32 congresistas en mi más reciente viaje a la capital federal -- no me he topado con un
solo Miembro del Congreso que piense que solo nos van a dar $400 millones al año para este
programa federal. Todos están claros de que el Congreso tiene que actuar para proveernos los
fondos necesarios para atender la población medico-indigente en la Isla.

Por lo tanto, es absurdo pensar que el gobierno federal permitirá el precipicio fiscal que se
avecina en nuestro programa de Medicaid, pues es obvio que contaremos con los recursos
federales necesarios para darle a nuestra población vulnerable los servicios de salud que merece.

Todos saben que seguimos unidos y en pie de lucha para lograr una solución justa y permanente
en esa asignación federal tan importante que recibe Puerto Rico para el programa de salud. En
eso sé que todos estamos de acuerdo, por lo que exhorto a esta Asamblea Legislativa a acoger
cada una de las enmiendas que les he propuesto en la resolución de presupuesto.

Hermanas y hermanos puertorriqueños, el futuro de Puerto Rico Promete. Ya podemos ver la luz
al final del túnel de esta pandemia, podemos ver que la reconstrucción de Puerto Rico está
encaminada y que la recuperación económica ha comenzado. Todos tenemos que estar
enfocados en hacer lo que hay que hacer para lograr ese progreso que cada uno de nosotros
espera y necesita.

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Ustedes, como yo, creen en Puerto Rico y en nuestra capacidad de superar todos nuestros retos.
Vamos a unirnos para todos los días remar en la misma dirección, para todos los días combatir a
nuestros enemigos comunes, y para todos los días trabajar duro por Puerto Rico.

Cuento con ustedes y saben que cuentan conmigo.


¡Gracias y que Dios bendiga a Puerto Rico siempre!

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