Tema 8 Epistemología de La Educación
Tema 8 Epistemología de La Educación
Tema 8 Epistemología de La Educación
INTRODUCCIÓN
El significado de la palabra “teoría” puede ser, científico o filosófico, según su uso. Una de sus
funciones principales de las teorías es la explicativa. La explicación surge, cuando exponemos
un hecho anómalo o un grupo de ellos, para mostrar que la anomalía no es la excepción, sino
un ejemplo de una ley más general comparada con la que nosotros manejábamos: es una
explicación típica de las ciencias poco desarrolladas, ésta es la primera de una serie.
El segundo tipo de explicación es el esclarecimiento de una ley natural como un ejemplo de
una ley más general que la primera; este tipo de explicaciones es el más lógico y ordinario en
las ciencias naturales.
El tercer tipo de explicación es la construcción de un modelo para aclarar cómo operan un
conjunto de hechos, recursos muy habituales en las ciencias físicas; su función consiste en
sugerir pistas nuevas y posibles direcciones.
El cuarto tipo de explicación es el que revela dos hechos llenando el vacío anteriormente
existente entre ellos; es frecuente en las ciencias genéticas o evolutivas, tales como la
Antropología, la Psicología, etc.
No obstante, el vocablo “teoría”, con una historia de imprecisión epistemológica en las
ciencias naturales, se convierte en una palabra vaga e inexacta, cuando se la aplica a las
ciencias de la educación, por lo que casi es un sueño catalogar o situar epistemológicamente la
teoría educacional. Ésta es la fundamentación de la práctica educativa, que necesita unas
bases abstractas, como las precisa el médico o el ingeniero en su cotidiana labor profesional.
La teoría de la educación es la justificación teórica de las actividades prácticas del proceso
educativo.
En ese mismo sentido, las teorías de la educación, por más modernas que sean, no coinciden
con las teorías científicas, que explican el mundo y se expresan en leyes. Las teorías educativas
no son explicativas, sino prácticas; sólo prescriben no explican. Nos dicen qué debemos hacer,
no cómo suceden las cosas. Las teorías de la educación son un conjunto de principios
coherentes, de consejos y de recomendaciones a influir en la práctica.
Las teorías educacionales intentan aproximarse, cada día más, a las científicas, porque además
de fundarse en presupuestos filosóficos, como el pasado, aprovechan las investigaciones de la
Psicología, Sociología y Biología aplicables a tema educacionales. Y esto es una novedad en las
últimas décadas del presente siglo. La teoría educacional, en cuanto prescriptiva y práctica,
tienen su principio en la fijación de los fines y objetivos.
Clases de teorías educativas
Las teorías educacionales anteriores a 1879, año en que se inicia la etapa científica de la
psicología, dejaban a un lado los hechos y se imaginaban adaptaciones ininteligibles de
conceptos metafísicos. Lo que era interesante en esta época precientífica eran los hechos
prácticos, mientras que la teoría carecía de validez y significación.
Otra clase de teorías educacionales son las teorías filosóficas, que son las más habituales, lo
cual concuerda con la conclusión, según ésta la teoría educacional se aproxima más al saber
filosófico que al científico. Las teorías educacionales de autores metafísicos son filosóficas, por
necesidad. Filosóficas han sido las teorías de Platón, Aristóteles, Kant, etc. Las teorías
filosóficas de la educación se deben más a filósofos preocupados por la educación que a
pedagogos.
Se distinguen otras teorías como parciales y generales. Las parciales prescriben acerca de
alguna dimensión pedagógica concreta, por lo que el número de tales teorías es indefinido. Las
teorías generales, en cambio, son más ambiciosas en sus objetivos y pretenden formar un tipo
de personalidad e incluso de sociedad. Ejemplos de teorías educativas generales son las de
Rousseau, Dewey etc. La teoría educacional posible es una teoría práctica general, que
prescribe acerca de los fines educativos, de la naturaleza de los educandos, del conocimiento y
de los métodos apropiados en la enseñanza.
EPISTEMOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN
Una Competencia de la Educación debe tener como objetivo no sólo preparar docentes
formados metodológicamente, con énfasis en la instrumentación didáctica; para los
contenidos que se vayan a transmitir, sino también profesionales que analicen y cuestionen su
mundo, que lo piensen a cada instante, que vivan cuestionándolo siempre. Y precisamente,
dicho cuestionamiento en el campo educativo, debe incluir, tópicos tales como:
Por lo tanto, como institución formadora de docentes debe pretender como objetivo esencial
lo pedagógico (el saber pedagógico93). Esto es lo que le daría autonomía e identidad en el
contexto de la organización universitaria del saber.
Pero otras instituciones diferentes a la de educación, no se preocupan ni por curiosidad de la
instrumentación didáctica que debiera tener la transmisión educativa. Se prescinde
completamente de la cuestión didáctica y de todo lo que implique metodología que no sea
directamente investigativa o de producción del conocimiento científico. Se considera que la
única meta de la universidad es producir ciencia sin cuestionar por lo menos las condiciones en
que opera esta producción. Por eso se ha desechado cualquier intento de discusión
pedagógica y se ha recluido ésta como si fuera un ámbito estrecho u otro comportamiento
más del saber, en las facultades o incluso sólo en los departamentos de educación o de
pedagogía.
Esta es la situación precaria que presenta la educación, y por lo tanto, la pedagogía en la
universidad. Hay que postular el estatus teórico, científico y práctico de ésta, asignarla a las
facultades de educación en cuanto su carácter y lo que las identifica como tales.
Finalmente, es substancial subrayar que las prácticas e instituciones que constituyen dicho
sistema educativo no pueden ser modificadas o transformadas a voluntad, por el hecho
patente de que son solidarios de todas las demás instituciones sociales. Además, cada
sociedad, considerada en un momento determinado de su desarrollo, tiene un sistema de
educación que se impone a los individuos con una fuerza generalmente irresistible.
a) La filosofía debe desempeñar una función de reflexión epistemológica sobre los resultados y
métodos de las ciencias de la educación y humanas, con ellas relacionadas. La filosofía es
solicitada como un saber estructurador y totalizador, cuya finalidad es poner orden y
coherencia entre los datos de las ciencias positivas especializadas.
b) La aportación lógica y metodológica en relación con los diseños y procesos de la
investigación educativa.
d) La filosofía puede contribuir a formular una teoría de la educación e incluso definir las
finalidades.
¿EPISTEMOLOGÍA Y PEDAGOGÍA?
La epistemología como aparato crítico que se mueve alrededor de todo lo imbricado con el
conocimiento, en realidad no llegaba más allá. Para superar esos límites, habría que recuperar,
entre muchas otras cosas, la distinción que el propio Hoyos Medina formula entre la
epistemología y la episteme. De acuerdo con puntos de vistas de este autor:
A pesar de las distintas acepciones de la palabra, en la actualidad, epistemología se ha
convertido en el término que alude a la teoría de la ciencia. A la ciencia, tal como la concibe la
conciencia positivista, ni bueno ni malo, pero sí diferente a las expectativas de una conciencia
crítica que busca condiciones de posibilidad para el desarrollo del plano horizontal por
mediación del conocimiento.
La epistemología se ha canalizado a una sola forma de conocimiento posible: la científica.
Epistémico alude, por otra vía, a abrir paso a condiciones de posibilidad para otro tipo de
intereses cognoscitivos. Epistémico, sin la precisión “lógica”, intenta constituirse en continente
y dar cabida a otras formas de conocimiento posible, tales como la hermenéutica crítica, el
pensamiento dialéctico, etc.
Se puede afirmar que la epistemología obedece a una racionalidad, o es una racionalidad, toda
vez que, la racionalidad estructura (o se estructura como) una concepción de razón, entendida
como criterio de verdad. La racionalidad es, además, una lógica, una ordenación
procedimental, ésta establece lo que ha de considerarse racional y excluye lo que desde su
albedrío considera irracional. Finalmente, toda racionalidad internaliza formas de razonar,
estrategias de razonamiento para pensar la realidad y todo lo que ésta comprende, sea o no
digno de registro: la subjetividad, la cultura, el intercambio, la otredad. Las prácticas que
realizan los sujetos y las formas que tienen de interpretarlas, se adscriben a una racionalidad, a
una óptica epistémica.
Ahí donde la epistemología nunca importó, o era simplemente una ausencia o una presencia
negada, de pronto empezó a proliferar en las propuestas escolásticas. Se convirtió
rápidamente en referente estelar de cursos de investigación, de metodología, en propuestas
curriculares, seminarios de formación docente, curso propedéuticos y hasta de proyectos de
investigación. Esta invasión “epistemologista” no siempre demarcó con nitidez su razón de ser.
En muchas ocasiones el epistemologismo aparece como si tuviera una importancia apodíctica.
Esto no es privativo de la pedagogía, pues ya no es posible encontrar desde introducciones a la
epistemología, epistemologías de la comunicación, del trabajo social y hasta de la educación
física. Más aún, han sido creados posgrados en formación en epistemología o filosofía de las
ciencias. Sin embargo, aun cuando son propuestas muy serias, es notoria la complejidad del
tema. Los asistentes de los cursos se angustian, se confunden, se ilusionan, reniegan de la
epistemología o, como en algún lugar dudosamente se sugiere: construyen fantasías, mitos o
actitudes prepotentes como diciendo: -¿Dios? Ah sí, ¡era epistemólogo!